Venganza ½

Por favor distribuye este trabajo sin alterar y dando crédito al autor

Agradezco a mis prelectores.
Kevin D. Hammel http://www.anime.sobrach.com/~khammel/
Isaka Kesow tanselax@reviewpe.com
Blood Blade http://www.geocities.com/Tokyo/towers/5920
Que ha pasado:
Nada, este es el primer capitulo, tontito.

Traducido por Kal-el.
Formato HTML de Hukarovi Yanoki

Parte 1: A sangre fría

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Ryoga tenia una mueca de gozo. Su maliciosa sonrisa se acentuaba más por la presencia de un par de colmillos grandes que se veían cuando él sonreía o gritaba. Normalmente, Ryoga tenia muy poco por lo que sonreír, ya que siempre gritaba de cólera por su rival eterno. Hoy él tenia algo por lo cual sonreír, así que él tiró su espalda de cabeza y gritó en éxtasis.

¡"Con esto, yo tendré finalmente la venganza que merezco! ¡Saotome Ranma, el día siguiente que nos reunamos será tu ultimo con vida!"

Riendo locamente, Ryoga caminó hacia abajo por la colina en la que el estaba, ciegamente golpeando árboles y piedras pequeñas. Las ramas lo rasguñaban y se paraba continuamente tropezando, ¿Pero por qué preocuparse él por dolores secundarios como esos?. Apretadamente dentro de una palma, Ryoga tenia la llave para lograr su sueño: la derrota de Saotome Ranma.

Ranma era sin duda la única persona en toda su existencia que le causaba todas las dificultades a Ryoga. Ryoga no podía pensar en una sola razón por la qué alguien dedicaría su vida a hacerlo miserable, pero Ranma tenia obviamente alguna razón. Nadie podría causar tanto dolor a Ryoga a menos que ellos lo hicieran deliberadamente, lo que significaba obviamente que toda la vida de Ranma había sido dedicada a causar el sufrimiento de Ryoga.

Bien, ese sufrimiento finalizaría pronto. Ryoga tenia en la mano un rollo que describía la última técnica de pelea. Una técnica tan poderosa que se mantuvo como un secreto que casi todos buscarían. Sólo Ryoga había sido digno de tal conocimiento, y ahora él lo usaría para derrotar a Ranma. Según el hombre con que él se había reunido hace sólo una par de horas, Ryoga estaba al norte de Tokio. Su víctima estaba sólo a un día se marcha, dos días máximo. Dos días darían también a Ryoga la practica para mejorar el Shi Shi Hokodan.

Es chistoso cómo trabaja el destino en algunas personas. Apenas ayer, Ryoga se había perdido levemente. No era de que estuviera él perdido, Ryoga era demasiado bueno en las artes marciales para poderse perder, él solo estaba un poco incierto de dónde estaba. Las cosas eran normalmente suficientemete malas cuando él estaba... perdido... en un bosque o un desierto, pero en el subterráneo era aún peor.

Sin estár seguro cómo él lo había hecho, Ryoga estaba seguro que debe haber sido culpa de Ranma que él se haya perdido en una serie aparentemente interminable de cuevas. Cuando su limitada paciencia se había agotado, Ryoga estaba casi listo para recurrir a medidas desesperadas. Él se había perdido en subterráneos antes, pero ahora desde que Cologne le había enseñado el bakusai tenketsu, nunca había sido realmente un problema.

Ryoga atravesó las paredes para ver si cualquiera de las cuevas mostraba las disposiciones para saber donde estaba él. Él todavía lo había estado haciendo cuando un hombre viejo apareció delante de él en una cueva. Por alguna razón extraña, el hombre había creído que Ryoga se había perdido, a pesar del hecho de que el chico estaba seguro de que era realmente alguna artimaña horrorosa que Ranma había jugado en él.

"Errr. Es un conjunto desagradable de cuevas al que has bajado."

"¿Eh? Ah, yo no lo vi allí. ¿Yo no creo que sepa donde se encuentra el metro, o sí?"

El viejo minero rió un poco. "No, Chico. No hay ningún metros aquí. Ellos se usan para la ciudad."

Ryoga puso una cara de sorpresa. "Pero... Pensé que esto era Kyoto... "

"¿Kyoto? ¿De donde sacas usted esa idea?"

"Bien, es que hay yo caí en un hoyo. Acabo de caminar por un rato y acabé por aquí."

El viejo hombre lo miró concernido y dio un paso más cerca de Ryoga.

"¿Estas seguro que no te golpeaste la cabeza cuando caiste? Kyoto ni siquiera esta cerca."

Ryoga dio una risita nerviosa y se rasco la parte de atrás de la cabeza.

"Adivino que debo haber cometido un error. Es estos mapas, usted sabe. Ellos son todos iguales."

"Mmmm." El hombre viejo cabeceó sabiamente. "Bien, Chico, sígueme y saldremos de aquí en un momento."

El viejo minero - como él se reveló a él - no había estado mintiendo. En solo diez minutos caminaban hacia la superficie. Ryoga echó una mirada alrededor recibiendo la luz brillante del día y se inclinó al minero.

"Gracias por sacarme de allí. Necesito volver a Tokio tan pronto como sea posible."

"¿Ah? ¿Quien lo espera en Tokio? ¿Tu novia?"

Mucha sangre se apresuró a la cara de Ryoga cuando él se ruborizó, no dejando que el cerebro operara en su capacidad normal. Alternativamente el apenas pensaba en Akane como su amiga que lo dejaba sin mucho que decir. "Bueno... No... Pero... Es que... Yo no he... Y ella... Yo... ¡Arrrg! ¡Todo por culpa de Ranma!"

"¡Whoa, Chico, whoa! Cálmate. Tu cara estallara de sangre o algo asi. ¿Acaso ese chico Ranma te robo a tu chica?"

Enredándose en la frustración que tenia, Ryoga dio un puñetazo a un árbol, causando que el magnifico tronco se sacudiera y comenzara a caer.

"Saotome Ranma. El hombre más maligno en la tierra. Él es la causa por la que estoy aquí entrenando. Sólo cuando sea lo suficientemente bueno podré volver y liberar Akane de sus garras."

"¿Entrenando?"

"Soy un artista marcial, y la única forma en que puedo derrotar a Ranma es encontrar una técnica nueva que él no sea capaz de derrotar. Eso es por lo qué yo me fui de entrenamiento. Si puedo encontrar el ataque correcto. .."

El hombre llevo a Ryoga a una choza quien se a asombro por lo vieja y maltratada que estaba. El piso estaba sucio con trapos viejos, había muestras de palas y piedra, mientras las paredes estaban cubiertos por retratos de hombres que habían perdido las caras por culpa de la tierra y el polvo. Después que busco alrededor por un rato, el viejo minero saco un rollo de papel que él presentó a Ryoga.

"Aquí esta una técnica antigua que tú puedes usar. Yo generalmente la uso para trabajar, ya que soy un artista marcial . quizá tú también puedas. Con esto es seguro que tú podrás derrotar a tu enemigo."

Caminando en un pequeño pueblo sin nombre, Ryoga se sonrió a él mismo, pero él tuvo que mantener su risa baja. Las madres apartaban a sus niños lejos de él, y los hombres se apartaban de su camino, pero nadie se escapaba activamente, y eso era suficiente. Hace tres días que el minero le había dado el rollo. Por alguna razón asombrosa, el ataque parecía venir tan fácilmente a él que Ryoga supo que él sería capaz de derrotar Ranma este vez.

Todo lo que él hacia era concentrarse en sus sentimientos, así como las instrucciones decían. Cuando estas en una cueva , estas atrapado y el aire se acaba, uno se siente espantado y presionado. Al concentrarse en esos sentimientos entonces aprendes a cómo liberarlos. Para un hombre atormentado por Saotome Ranma, concentrarse en sentimientos de depresión venian fácilmente.

Ryoga se había deleitado completamente cuando él había liberado su primer ataque, no era tan fuerte como el rollo describía, pero ciertamente haría estragos contra alguien tan débil como Ranma. Con la fuerza de una León, Ryoga había sido capaz de acanalar su depresión en un arma. Él denominó el ataque el Shi Shi Hokodan o Rugido de León, y ahora él destruiría Ranma con el.

Una parada breve en la oficina de correos era todo lo que Ryoga necesitaba antes de embarcarse para Tokio. Dos días de caminata, a lo máximo. Apenas dos días hasta que él pueda tener Ranma a su alcance. Este vez, él surgiría victorioso. Él sería capaz de acercarse a Akane y tomarla entre sus brazos. Él sería capaz de tenerla, y admitir finalmente su amor. Entonces, lentamente, cuando ella lo mirara con adoración, Ryoga bajaría su cara hacia sus perfectos labios...

Un golpe agudo a la cabeza trajo la atención de Ryoga al presente.

Avergonzadamente, él se disculpó al administrador del correo electrónico por aplastar uno de sus cajas despachadoras. Esa caja tonta no debió haber estado por donde él caminaba de todos modos.

Dando el administrador de correo electrónico la carta que él había escrito esta mañana, Ryoga sonrió otra vez. Su desafío para Ranma se mandaba ahora. En dos días cronometrados, él se reuniría con Ranma, y entonces Ranma conocería a su creador. No había nada que Ranma pudiera hacer para resistir su nuevo ataque. Ryoga lo aplastaría como un insecto.

Un vistazo rápido a su mapa le mostró a Ryoga que necesitaba dirigirse al sur para llegar a Tokio. Caminando contra el sol, Ryoga aumentó su energía al pensar en el cadáver de Ranma que cae débilmente entre sus manos mientras él reía y reía y reía.

La gente de la villa vieron a ese hombre riendo locamente. Algo acerca de él sugería un gran peligro.

* * *

"¿Qué era tan importante para que tengamos que saltarnos el almuerzo y venir aquí?"

La persona no hizo tentativa para contestar verbalmente.

"Ah, ya veo. Permita que yo verifique eso otra vez... Mmmmm."

Con su espalda contra un montón de esteras gimnásticas, Michiru estuvo apretada a su amigo y mientras luchaban con la lengua, ella jugaba con el cabello rubio corto a su alcance. Al mirarla brevemente, Michiru se encontró mirada fijamente por un conjunto de ojos verdes que estaban llenos de pasión. A menos de una pulgada de ella, Michiru casi se asusto por la intensidad con que la miraban.

Rompiendo para tomar aliento, Michiru se acerca al joven rubio, y suavemente ella susurro unas palabras a su oreja. "Tienes una mirada grave. ¿Tienes alguna pregunta?"

Haruka miró hacia su pequeña amiga y sonrió. Michiru pudiera haber sido más pequeña que Haruka, pero ella no era de ninguna manera pequeña.

Quizás esa era una de las razones por las que Haruka era tan a menudo erróneamente confundida con un chico. Con un corte de pelo corto y de muchacho y con ella naturalmente alta e inclinada, Haruka podría pasar fácilmente como un chico de mirada afeminada, especialmente a distancia. El hecho de que ella escogió normalmente llevar un uniforme de escuela de chico o ropa de hombres sólo ayudaron a la imagen.

No era de ninguna manera una tentativa deliberada de engañar a la gente.

Muchos lo notaron inmediatamente, y asumieron que esa apariencia de Haruka era una declaración de la moda. Los otros saltaron a la suposición de que ella deseaba que ella fuera un chico, o quizás ella pensaba que ella era uno. Esto los dirigió a creer que Haruka preferia vestir y actuar como uno. Eso no era bastante la verdad, ya que Haruka estaba bastante segura de que ella era una mujer, y enteramente contento del hecho, ella solo se sentía más cómoda vistiendo de esa manera.

Entonces había gente como Michiru... Pero eso no era verdad, no había nadie como Michiru. Michiru era especial en cada manera, y definió su existencia de alguna manera inexplicable que la hizo diferenciarse de todos los demás, lo que permitía que se acoplaran bien. Haruka deslizo su dedo por el pelo de Michiru y bajó la boca para otro beso.

"No tengo ninguna pregunta cuando tú estas conmigo."

Cariñosamente, Michiru le hizo otra pregunta. "¿Y si yo no estoy contigo?"

"Bien, entonces, creo que tendré que encontrar otra persona... Kotomi en el 3-C es bastante linda. Y tú sabes que me encantan las chicas con cabello verde."

"¿Ah, de verdad? Tendré que verlo por mi misma." Haruka le dio la espalda, y Michiru se le acerco. "Pero yo pensé que las preferías rubias... "

"Humph. El día que yo prefiera a las rubias será el día en que te tiñas el cabello. Son los ojos, yo creo. Tú debes de tener los ojos más hermosos."

"Y tú dices las cosas mas dulces que algunos que conozco. Creo que debes ser un artista, un poeta."

Haruka sonrió. "Yo no lo diré si tú no lo dices."

"Sólo si me dices que es lo que te molesta. ¡Owww! ¡Porque diablos me pellizcaste!"

"Shhh. No tan fuerte. Además, era sólo un pequeño pellizco."

Liberada por detrás por Haruka, Michiru permitió que la chica más alta se recostara contra el montón de esteras gimnásticas también. Ellas sólo habían estado saliendo por un breve tiempo, y nunca habían sido realmente de un tipo oficial la cosa. Ellas parecía acabar de encontrar la pareja perfecta, el compañero correcto a cualquier hora del día. A pesar de los desarrollos recientes en su relación, las dos se habían conocido la una a la otra por varios años, y Michiru podría leer la débil tristeza en la cara de Haruka que la mayoría de las gente habría ignorado.

"¿Hay algo que te preocupa, no es así? No se que es, pero algo te preocupa. ¿Qué es? Tú te sentirás mejor si me lo dices."

Haruka apretó la mano de su amiga y miró al suelo por un varios largos momentos antes de hablar otra vez. "Yo no sé lo que es. Todo el día yo he tenido este sentimiento horrible de que algo falta. ¿Tú sabe cómo es cuando uno se olvida sus llaves o algo? Tú vagas alrededor todo el día, tratando de resolver qué perdiste, pero sólo te das cuenta cuando regresas a tu hogar."

Michiru asintió silenciosamente y permitió que Haruka continuara. "Está es como eso, sólo... Yo no estoy segura de lo que signifique. ¿Es como si todo el día, yo he estado esperando a alguien decir: 'Oye ¿adivina que día es hoy?' O aún: ' Despierta, Haruka. Es todo un sueño.'"

La mano de Haruka se posaba sobre ella, Michiru buscó delicadamente las palabras correctas. "Sé que tú no te preocupas por el examen de hoy. Tú nunca te has preocupado por ellos." Haruka la miro con detenimiento, Michiru continuó. "Pienso que sé lo que tú sientes . Desde que yo me desperté, he estado pensando que algo importante acontecería hoy. O... O más bien como si aconteciera ayer, y yo ya me lo he perdido."

"¡Eso es! Eso es exactamente. Hay algo que estamos esperando, pero ya ha pasado."

La chica con cabello verde río mientras frunció el entrecejo. "¿Pero si ya aconteció, por qué nosotros estamos esperando?"

"¡Oye! ¡No frunzas el entrecejo, no pongas esas líneas en esa cara bonita!"

"¿Ah, y supongo que usted piensa que usted podría proporcionar una distracción?"

"Puedo _tratare_... Eso si, si usted realmente me quisiera... "

El almuerzo pasó rápidamente. Pero esa noche, ellas tampoco habían descubierto que era lo que ellos esperaban, ni tuvieron o encontraron algún indicio de un acontecimiento de gran importancia que había pasado.

Una semana y más y entrarían a la convencional, pero sin notar todavía sus sentimientos.

* * *

"Hola, Ranma-kun, Akane-chan. ¿Cómo fue su día en la escuela?"

"Muchas gracias, Kasumi."

Detrás de Akane estaba el hombre que todos insistieron era su prometido.

"Bien, de no ser que tener que estar alrededor de este idiota todo el día, por su culpa nos castigaron."

Mientras Akane se iba lejos a su habitación para que se pudiera cambiar, Ranma se asentó contra una pared y vigilo a Kasumi por un momento. Ella limpiaba otra vez, e hizo Ranma preocuparse por todo el trabajo que ella hacia, aún cuando él no estaba alrededor durante el día. "¿Cómo estuvo tu día, Kasumi?"

"Mi día estuvo muy agradable gracias, Ranma-kun. Tuvimos varios pájaros pequeños y encantadores que vienen y visitan la charca de Koi hoy.

Ellos parecen realmente tan felices. Pienso que debe ser porque tú y tu padre mantienen revolviendo todos los gusanos pequeños para ellos cuando usted se caen ahí."

Cuando Kasumi mostró su sonrisa, Ranma asintió nerviosamente. ¿Quien mas pondría tanta atención a los pájaros y cosas así, o era solo su algún día cuñada? No que él querría casarse con Akane ni nada como eso. Era solo que...

"Recibimos otra carta hoy de uno de tus amigos. Es tan agradable cómo es que Ryoga-kun trata de permanecer en contacto cuando él se va de entrenamiento."

Tomando la carta, Ranma sonrió a la hija mayor de los Tendo. Debía hacer algo más en su presencia. Ella era demasiado amable. Casi como la madre que él nunca tuvo. "Kasumi, Ryoga siempre se pierde. No es como si él quiera ir a algún lugar."

"Pero él encuentra todavía tiempo para mandar su correo a sus amigos. Eso es tan dulce."

Con una voz de tristeza, Ranma odió romper su burbuja, pero él sentía que ella merecía saber la verdad. "Es una amenaza de muerte. Él dice que él estará aquí mañana y que él viene a matarme."

Los ojos de Kasumi chispearon mientras ella escondió una risa pequeña con la mano. "Ah, que Ryoga. Él es siempre tan chistoso."

Ranma quiso decir algo más, pero su padre escogió ese momento para entrar en la habitación. Sacando la carta fuera de la mano de Ranma, él miró fijamente hacia ella por unos pocos momentos antes de golpear a Ranma sobre la cabeza con una mano. "¡Chico, tú eres una vergüenza! ¡Un desafío personal es el compromiso más profundo! Tú debes estar entrenando, debe estar esforzándote mejor a ti mismo. Mientras Ryoga ha estado mejorando su cuerpo en el camino como Tendo y yo hicimos una vez, tú has estado flojeando alrededor de la casa. ¡Tú te has vuelto suave, Chico!"

"¿Vuelto suave? ¿Qué es todo esto entonces?" Ranma procuró golpear a su padre en el estómago. Mientras era un blanco considerable, el viejo Saotome saltó y se puso a distancia y ondeó la carta a Ranma.

"Chico, tú debes aprender a respetar lo que tu padre te enseña. Por qué, la única cosa que es más importante que un desafío de honor para un artista marcial es obedecer a sus padres y si Akane y tú se casan. Tú-".

Cuándo Ranma pateó a su padre a la charca, él se preguntó ociosamente si Kasumi tenía razón. Ellos ciertamente revolvían la tierra en la charca, y ellos siempre cavaban hoyos fuera del césped. Quizá los pájaros los apreciaban, pero él apostaría todos sus ahorros a que los gusanos los odiaban.

"¿Tú querías decir algo, papá?"

El panda puso arriba un cartel, pero Ranma ya se había dado la vuelta y no lo vio. Al escuchar pasos, él se dio la vuelta para ver a Akane caminando por la escalera. A veces él se preguntaba por qué ella se molestaba para cambiarse después de la escuela. El uniforme de la escuela era un vestido largo, con una blusa blanca. Bien, ahora ella parecía haberse cambiado por un vestido rosa rojizo de casi exactamente el mismo diseño. Apenas sobresalía realmente, antes llevaba una blusa blanca, ahora era una amarilla. Los calcetines amarillos también, él notó ausentemente. Bien, aunque le quedaba bien a ella, nadie acusaría jamás a una tomboy de tener sentido de la ropa.

"¡Oye, Akane! ¿Cambió la escuela sus colores o qué?"

Una bandeja en su cara era la única contestación que ella le dio. Cuando se saco la bandeja de la cara para poder ver de nuevo, Akane ya estaba atándose los zapatos. Mientras él dejaba la bandeja en la mesa y se paraba detrás de ella, Ranma notó ociosamente que ella no llevaba el jersey verde que le favorecía con esa combinación. Eso debe significar que ella sólo salía por un rata. Nada de que preocuparse entonces.

"'¿Oye tomboy , a donde vas a salir?"

Sin aún mirar, Akane barrió el brazo izquierdo hacia atrás a donde ella sabia que él se paraba. Gruñendo en la frustración en la comodidad que él saltó su huelga, ella continuó mirarlo y abrochó la correa de su segundo zapato.

"Si te interesa saber realmente, salgo de compras por un rato. Es el cumpleaños de Yuka la próxima semana, y a diferencia de algunas personas, a mi me enterasen esas cosas y siempre trato de llevar un lindo presente."

'Me pregunto si ella sabe mi cumpleaños', Ranma pensó mientras la veía pararse y mirar alrededor. 'Sé el suyo. Ya tengo dinero ahorrado y todo. Y se exactamente lo que le voy a dar esta vez. 'Aunque ella necesita un tratamiento de belleza más de lo que necesita lo que tengo planeado, pero oye, no todos pueden ser tan guapos como yo.'

"¿No te vas a ir muy lejos, o sí? Tú sabes que ellos tienen todavía problemas con demonios y esas cosas."

"Tienes razón, Ranma. ¿Eso pasa, qué, una vez a la semana o algo así? Además, todos saben que lo que tienes que hacer es hacerte a un lado y dejar que las Sailors se encarguen. No es que sea tan estúpido como para tratar de vencer a uno por mi misma."

"¿Oye, Tú dices que soy lo suficientemente estúpido para tratar? No es que tenga miedo ni nada, es que tengo mejores cosas que hacer con mi tiempo, eso es todo."

Un cartel agarro a Ranma desprevenido y lo tiró al suelo. Dándole la vuelta, el panda permitió que Akane lo leyera. Mirando del caído Ranma al oso sonriente, ella mantuvo su cara neutral. "¿Usted va a llevar a Ranma de entrenamiento?"

"<Así es! Ranma necesita-->" El panda giró el cartel otra vez.

"<Alcanzar a Ryoga.>"

"¿Qué quieres decir con "alcanzar"?"

"<¿Viste esto venir?>"

"¿Ver que, oso viejo estúpido?" Mientras él estaba ocupado gritando a su padre y tratando de leer el próximo signo, Genma uso la oportunidad para agarrarlo por sorpresa y lo golpeo detrás de su cabeza. Con Ranma inconsciente a sus pies, la inmensa forma peluda se inclino a Akane y presentó otro signo. "<Ten un buen día.>" Entonces: "<Regresaremos pronto.>"

Viendo el panda arrastrar a su hijo inconsciente por la casa, Tendo Soun no podía ayudar pero podría dar una sugerencia. "Saotome-kun. ¿No habría sido más sabio permitir que Ranma acompañar a Akane a hacer sus compras? Usted sabe que las chicas aprecian los presentes, joyería, y cosas como esas y quizás Ranma se anime a comprarle un anillo de compromiso si él ve el correcto mientras espera por ella en la tienda.

Asintiendo con su cabeza, el panda gruñó algo brevemente. Le dio gracias a Kasumi otra vez como un humano, él se puso sus lentes otra vez y permitió que parte del agua caliente se secara. "Tiene razón, tiene razón, Tendo-kun. Pero recuerde esto:"

Genma hizo una postura y señaló a su hijo. "¡La ausencia hace que el corazón crezca más grande!"

Sentándose otra vez, Genma se inclinó casualmente hacia la cabeza de su hijo mientras hablaba. "Mientras estoy seguro de que mi desagradecido hijo ama a su hija y espera el momento correcto para casarse, yo pienso que esto los ayudará a ambos".

"Piensa en ello. Una semana separados. Trabajaré en el entrenamiento de Ranma, y por culpa de el tiempo que ellos estén separados. Después de una semana sin ver su sonrisa amorosa o el toque tierno de Akane, el chico estará mendigando para volver al hogar. Por qué, yo apuesto que por todo ese tiempo, Ranma estará tirándose el cabello por estar separado de ella."

Haciendo un movimiento repentino, Ranma apareció enfrente de los dos hombres con ambos de las mochilas de los Saotome ya listas. "¿Una semana sin ese tomboy? ¡Tú ya tienes un trato! Vamos al entrenamiento, papá."

Levemente tomado por sorpresa por el nuevo entusiasmo, Genma se dio cuenta de algo. Algo que Ranma parecía haber obviado. "¡Espera! ¡Espera! ¡Acabo de recordar! ¡Que pasa con Ryoga! ¡Debemos permanecer aquí para entrenar!"

"¡Ha! ¡No te preocupes por eso, papá! Ryoga no estará aquí por lo menos en una semana. ¡Venga! ¡Vamos!" Arrastrando su a padre ahora reacio, Ranma se marchó fuera de la casa. Akane podría cuidarse fácilmente. Por fuertes que los demonios sean, ellos eran bastante raro.

Las oportunidades de toparse con uno de ellos era minúscula. Además, un tomboy con piernas tan gruesas y cubiertas con músculo como las de ella no debería tener problemas para escapar de uno.

¿Una semana sin Akane o cualquier otra prometida? Sería el paraíso, aunque él tengan que ir con su padre.

* * *

Setsuna gritó en agonía.

Más precisamente: Sailor Pluto gritaba de angustia. La angustia que sólo un Guardián Del Tiempo podría saber realmente. Agarrando su cabeza por el dolor, Sailor Pluto se tambaleó y se sostuvo con su bastón del tiempo. Ella no se había dado cuenta aún que ella se había caído hasta que ella necesito levantarse, el dolor había sido tan grande. Algo había fallado. Algo había ido terriblemente mal con el tiempo.

El dolor que tuvo cuando la Familia Dark Moon se había metido a sí misma en la historia había sido suficiente malo, pero eso era el tipo de paradoja que el guardián de la Puerta del Tiempo estaba allí para proteger. Ella había usado todo su poder y limitado su invasión a un tiempo cuando las Sailor Sailors existían y estaban preparadas para enfrentarlos. Ella había logrado también cerrar casi todo su acceso a la corriente del tiempo.

Sólo gastando cantidades inmensas de energía oscura pudo la familia Dark Moon viajar por el tiempo. Pero ellos lo hicieron, y lastimaban a Sailor Pluto mucho. Algo tan fuerte... algo como esto significaba que ellos no sólo habían cruzado el tiempo cuando ellos no debían, ellos violaban las leyes de la casualidad.

Examinando la Puerta del Tiempo, Sailor Pluto se estremeció. ¿Causalidad violada? ¡Ellos rasgaban todo el concepto a trozos! Causalidad requería para esa causa el efecto precedido. Eso era normalmente una cosa bastante fácil de hacer; deja caer una piedra a un precipicio y caerá.

Diga alguien que su ser amado esta en peligro, y ellos van a tratar de ayudarlo. Pero... ¿Qué tal si podrían ellos viajar en el tiempo? Ellos llegarían antes de que hubiera algún peligro, ellos nunca habrían necesitado volver y salvar a sus amigos. La paradoja.

Cuándo el príncipe Diamante había vuelto al pasado, él no había vuelto a la línea de tiempo usual, él había ido antes que nadie llegara a salir.

El príncipe Diamante, Black Lady y Wiseman todos habían vuelto una semana antes que las Sailors y la pequeña Dama hayan ido al futuro. Eso era el dolor que ella sintió. Una onda de la paradoja se había rizado fuera de la Puerta y golpeado todo dentro de la corriente de tiempo.

Cuándo Esmeralda - uno de las leales sirvientes del Príncipe Diamante - había vuelto al futuro, ella había vuelto como un fracaso. Había sido su misión de abrir nexus en el presente de Sailor Moon que permitiría que la energía oscura de Némesis pudiera ser mandada. Némesis era el asteroide gigantesco en que la familia Dark Moon había sido exiliada por la Reina Neo Serenity, y era su base mientras procuraban usurpar el poder de reina.

El plan del príncipe Diamante era sencillo y elegante. Todos los mejores planes que implican viajes en el tiempo eran sencillos, las cosas se confundían bastante como ellos eran. Volviendo en el tiempo al presente de Sailor Moon, ellos planearon traer la energía oscura del Némesis del futuro a Tokio en el pasado. Una vez que ellos hayan reunido suficiente energía oscura en su ya escogido tiempo, la familia Dark Moon habría sido capaz de correr desenfrenada sobre la protección de Sailor Pluto de la corriente de tiempo. Cuándo esto aconteciera, el Príncipe Diamante reinaría supremo.

Con el poder de Pluto roto por las masa de energía oscura en el siglo vigésimo en Tokio, el príncipe Diamante había pensado traer a Némesis a la Tierra en esa era. Con el increíble poder que él tendría, él habría sido capaz de prevenir que Sailor Moon fundara Tokyo de Cristal. El futuro que Sailor Pluto se esforzaba por proteger habría sido destruido sin siquiera haber existido.

Sailor Moon y sus Sailors habían parado las primeras dos tentativas de la gente del Príncipe Diamante. Primero Rubeus, luego Esmeralda había sido derrotada. Rubius había muerto, pero Esmeralda había vuelto al futuro para permitir que Diamante sepa los detalles de su derrota. Temiendo que la madre de Chibi-Usa, Sailor Moon en el futuro, estuviera en grave peligro, todas las Inner Sailors habían seguido a Esmeralda al futuro.

Todos estos viajes injustificables del tiempo había traído un dolor inaudito al Guardián del Tiempo, cuando ella se esforzó para ayudar a la corriente de tiempo en permanecer sin daños. Normalmente no habría problema, especialmente desde que Esmeralda había muerto no mucho después de su regreso al futuro. Desgraciadamente, el príncipe Diamante y su gente habían decidido hacer otro viaje. Era ese tercer viaje decisivo hacia atrás lo que causó el daño.

Al tiempo que el Príncipe Diamante viajaba, Esmeralda apenas había llegado. Ella estaba todavía viva, y apenas había comenzado su reinado de terror dentro de Tokio. Volviendo al tiempo cuando ella estaba viva, el Príncipe Diamante sería capaz de darle su gran poder e inteligencia.

Ahora existía la posibilidad de que ella no fallara. Adicionalmente, desde el punto de vista del Príncipe Diamante, él habría visto su muerte, y ahora ella estaría viva otra vez.

Tal catástrofe pondría en peligro el proceso entero del tiempo. La sucesión de la causa y el efecto se ponía en peligro. Cuándo esto aconteció, las ondas de la paradoja aparecerían dentro de la corriente de tiempo. Normalmente éstas eran diminutas, desapercibidos para cualquiera como deseos de la gente o acontecimientos extraños del tiempo modificado levemente. Un acontecimiento de esta magnitud causaría ondas de paradoja que cambiarían la realidad espontáneamente. Desde su posición exterior del tiempo, Sailor Pluto estaría en la posición perfecta de presenciar estos cambios... Ella estaba también en la posición perfecta de ser golpeada por la energía inmensurable que estas paradoja representaba.

Sintiendo su fuerza volver después del impacto de la primera onda, Sailor Pluto levantó su bastón del tiempo. Ella quizás no sea capaz de reparar el dañó, pero ella podría prevenir más viajes a este período...

Por lo menos por un rato. La corriente del tiempo necesitaba curarse.

Cuando ella estaba a punto de meter su bastón en la corriente de tiempo y sellar el pasillo del tiempo, su sangre se congelo. Allí, moviendo por el tiempo, estaban las Inner Sailors. Su Reina, sus amigas, la única razón por la que ella se había parado vigilando esa Puerta durante miles de años. Si ella sellaba la corriente de tiempo ahora, ellos se perderían para siempre. La pequeña Dama nunca vendría a la existencia; la Familia Dark Moon nunca habría venido a la existencia. Esta cadena entera de acontecimientos, y los siglos de la corriente de tiempo se desplomarían en una paradoja.

Su vacilación momentánea permitió que las Sailors salir de la corriente de tiempo y volver a la "realidad". Y cuando ellas se desaparecieron de su vista, hubo un destello brillante y breve.

"¡NO!"

¡Las Sailors habían ido al tiempo erróneo! ¡Ellas habían seguido al Príncipe Diamante! De regreso a su propio pasado, una semana antes de que ellas se fueran, en un tiempo antes que ellas supieran aún que ellas podrían viajar al futuro. Peleando hacia atrás de la Puerta del Tiempo, ella trató de cerrar las masivas puertas, pero ya ella podría ver que era demasiado tarde. El daño ya se había hecho.

Afuera en el tiempo una onda había formado, como dejar caer un piedra en el agua, pero la corriente del tiempo no era agua ordinaria. Cuando la pequeña primera onda se lanzaba sobre ella, Sailor Pluto fue tirada de espaldas de la Puerta por el impacto. Las energías temporales estalladas en la Puerta del Tiempo parecía un horno en explosión, rasgando y rompiendo la frágil realidad en la que ella vivía. En su posición como Guardián Del Tiempo, Sailor Pluto estaba íntimamente ligada a la corriente del tiempo. Ella podría sentir en alma viva como ningún otro puede. Cuándo la primera onda secundaria de la paradoja pasó sobre ella, su mente estallaba en agonía, y su estómago apretaba en nauseas.

Después de retorcerse en el piso por varios minutos - subjetivamente - Sailor Pluto trató de ver qué había acontecido. Una mirada mostrada a ella que esta era la primera de muchas ondas de la paradoja, y ellas se hacían más grande. Ya ella podría ver el daño ocurrido al tiempo. Los duplicados de las Sailors habían desaparecido, existiendo sólo esos que habían viajado en el tiempo. Ella casi había localizado otro falla que comenzaba a formarse cuando la próxima onda de la paradoja se lanzo sobre ella.

Ella abrió los ojos. Ella no tenia la menor idea de cuánto tiempo había estado desmayada, pero ella necesitaba ver cuando la próxima onda llegaría. Apoyándose sobre sus rodillas, el estómago de Sailor Pluto se rebelo, y ella perdió la lucha para mantener su dignidad y su almuerzo. Juzgando por la sangre que manchaba el piso ahora, ella no sobreviviría una onda más grande.

Arrastrándose sobre la Puerta, ella miró en la corriente en donde la falla se había solidificado. ¡No! ¡Ellos no podían comenzar todavía! Las Inner Sailors no podrían manejar ese tipo de enemigo todavía, menos aun enfrentar a la Familia Dark Moon y los Death Busters ambos al mismo tiempo. Llevaría meses de preparación y de instrucción para que las jóvenes chicas dominaran los poderes que ellas necesitarían para ser capaz de combatir el equipo de Brujas de Mistress9 y los Daimons que ellas controlaban.

Sailor Pluto era el Guardián Del Tiempo. Era su trabajo de prevenir estos tipos de cosas. Ella había tratado, Kami sabe que ella había tratado, pero ella había fallado. Lo mejor que ella podría hacer ahora era descender en el tiempo correctos y tratar de reparar el daño.

Cuando la próxima onda estaba a punto de chocar sobre la Puerta Del Tiempo, Sailor Pluto supo no había suficiente tiempo para hacer su trabajo apropiadamente. Todo lo que ella podría hacer la era su mejor esfuerzo, y esperar que fuera suficiente. En un movimiento, Sailor Plutó ejerció todo su poder. Quizá... solo quizá, ella salvara el mundo.

Como la imagen de la Sailors más vieja se desteñía del no espacio tiempo, la onda chocada sobre ella. Mientras la angustia indescriptible de poder pasaba por su cuerpo, Sailor Plutó mandó la orden de convocar a las Outers Sailors. Quizás, aún sin su instrucción y guía, ellas harían la diferencia necesitada en este loco mundo.

Mientras ella se iba, Sailor Pluto selló también la Puerta. Eso pararía a cualquiera de entrar aquí, y el caos en la corriente del tiempo los cerraría fuera de allí. No habría regreso para el Príncipe Diamante en el futuro cercano. Ejerciendo el pequeño poder dejado en su cuerpo agonizante, Sailor Pluto actuó como aceite en el agua en la corriente del tiempo. Una semana hacia atrás, eso era todo lo que necesitaba. Si ella podría proporcionar la ayuda que las Sailors tan desesperadamente necesitaban... Quizás ella podría limitar el daño a lo que había ocurrido ya...

* * *

Kaiou Michiru tocaba con el piano, pensando en la recitación que ella tuvo hace dos semanas. Hoy en la escuela ella y Haruka tuvieron ambos los sentimientos más extraños de deja-vu y premonición. Era como si ellas esperaban algo, pero no era la primera vez que ellas esperaban. Ella estaba a medio camino por una frase cuando el llamado de convocación de las Outers Sailors la impacto como un relámpago de un cielo claro.

Una porción pequeña de memorias antiguas había inundado su sistema como cuando un proyector termina una película. Jadeando por el golpe, ella sostuvo su cabeza. Ella supo cosas... muchas cosas... las cosas mas terribles de la historia. Una historia de un Reino que fue destruido por una invasión. Ella supo también que la Tierra estaba en peligro otra vez. Eso era todo lo que ella sabia. Había una amenaza allí afuera, y ella era necesitada. También a Sailor Uranus.

¿Quién era Sailor Uranus?

Buscando en su memoria azotada ella podía volver una imagen de amor y amistad. Sailor Uranus era alguien que ella había conocido antes. Alguien a la que ella amó. ¿Pero... quién?

Un sonido violento de la otra habitación trajo su atención de vuelta al presente. Agarrando un pedazo de madera costoso, Michiru corrió a la puerta entonces puso cuidadosamente la cabeza alrededor del rincón.

Había una mujer alta yaciendo en el piso. Si Michiru adivinara , ella se debe haber caído del aire y aterrizado en la mesa, aplastándola, junto con el jarrón y las flores. ¿Pero era eso imposible... o no? Cuidadosamente camino hacia la inmóvil mujer y Michiru la estudió. Ella tenia cabello verde muy largo, y una cara madura de edad indeterminada.

Ella se acerco un poco mas, su respiración era entrecortada y ella parecía estar inconsciente. Cuando Michiru observo la horrible quemadura de la mano izquierda de la extraña, y la manera como la sangre chorreaba por sus orejas y por su boca, ella pensó que quizás estar inconsciente era una bendición.

Michiru casi había llamado una ambulancia para la extraña mujer cuando sus nuevas memorias vinieron a ella. Sailor Pluto: Guardián Del Tiempo.

Esta era una mujer que ella no podría colocar en las manos del sistema normal del hospital.

Por el tiempo Michiru ya había colocado a la mujer en una cama y la tenía cubierta, algunas de sus memorias comenzaban a clarificarse ahí mismo. Esta era Sailor Pluto, y ella era Sailor Neptune. En algún lugar allá afuera estaba Sailor Uranus, su amiga y socia más cercanos. Cuándo ellas se reunieran con la Sailors, Michiru sería capaz de identificarla.

La falda azul y el arco amarillo. Ella tendría a dos aliados cuando Sailor Pluto se recuperara.

Michiru trató de recordar algunos otros detalles. Ella debía saber quien era Sailor Uranus. Todo dependía de eso. Después de un tiempo, ella se rindió, sacudiendo la cabeza desconsoladamente. Sentada en un taburete cerca de Pluton por unos pocos momentos, Michiru trajo la imagen de Sailor Uranus en su mente y todos los sentimientos que sentía hacia ella. Ella la amaba. Ella no podía recordar quién era Sailor Uranus, pero ella sabia que la amaba.

Cuándo ella había comenzado a salir con Tenou Haruka hace algunos meses, Michiru no había pensado realmente de ella misma como un lesbiana. Era apenas Haruka, ella se dijo. Haruka era apenas tan perfecta, cualquiera la amaría. Ella no era realmente un lesbiana; la única chica que ella amaba era Haruka. Ahora que ella había recibido algunos de sus memorias de cuando ella era Sailor Neptune, Michiru se preguntó acerca de sus afirmaciones. Sonriendo levemente, Michiru decidió calmamente que si ser una lesbiana significaba que ella encontró alguien con quien ella compartía un amor tan magnífico, no había ningún problema.

Ambas Sailor Neptune y Uranus eran mujeres, no había duda acerca de eso.

Michiru estaba enteramente dispuesta a admitir que ella era Sailor Neptune, las memorias en la cabeza rehusaron permitir que ella lo crea de otro modo. Luchando hacia un temor momentáneo, Michiru esperó sinceramente que quienquiera que Sailor Uranus fuera, recibiera también las mismas memorias. Cuándo ellas se reunieran - Michiru estaba segura que ella y Uranus se reunirían pronto - ella sabia que ella quizás sea capaz de durar diez segundos antes que ella cayera de amor por Sailor Uranus otra vez. Había simplemente algo innegablemente atractivo acerca de la guerrera rubia que le gustaba a Michiru.

Se estremeció al pensar en lo que la llegada de Sailor Uranus haría a su relación con Haruka. Admitiéndolo, ambos blancos de su cariño eran rubias altas, pero las oportunidades de que ellas sean la misma persona era casi nulas. Michiru había vivido lo suficiente para darse cuenta que algunas cosas parecieran acontecer por suerte, para otros era destino. Ella pensó en que su amor actual sea la misma persona que ella vendría a amar en los meses venideros seria más que una coincidencia que ella no creía podría aceptar.

Lastimaría a Haruka espantosamente cuando ellas se separaran. Eso en cambio lastimaría a Michiru, pero no había nada que ella podría hacer al respecto. Ella sabia que su corazón, que su amor estaba destinado a Uranus. Estaba escrito en las estrellas, en el conjunto de los planetas que les daban sus poderes. Ella sabia que ella amaría a la otra Sailors, y no había nada que podría pararla. Nada las podría mantener separadas, ni la distancia, ni la dificultad, ni aún la guerra ni la destrucción...

Si ella era realmente afortunada, ella nunca vería a Sailor Saturn. De lo poco que ella recordaba, la chica era la Sailors de la Destrucción.

Ella era la que traía el Silencio, el poder de destruir el mundo. Sola, ella podría deshacer todo lo bueno que el resto de las Sailor juntas podrían hacer. Tenia el arma, tenia el poder, y ninguna compasión. Eso era todo lo que ella podría recordar de la Sailors de la Destrucción.

Ella quizás estaba equivocada, pero contra ese tipo de riesgo, no podía arriesgarse mucho. Sailor Saturn estaba en Saturno, todavía dormida o ser una amenaza. Con enemigos desconocidos que abundaban alrededor de ellas, ellos pueden proporciona el riesgo necesario para despertar a Saturn de su paz.

Después de limpiar todo lo que Pluto había destruido, Michiru se detuvo a tomar el aliento. Ella sabia quiénes eran sus enemigos, y ella sólo esperaba que Sailor Uranus llegara a las mismas conclusiones. En las últimas semanas, demonios de algún tipo habían recorrido las calles de Tokio, generando una matanza. Los periódicos decían que ellos eran dirigidos por una mujer de poder increíble que se llamaba a si misma Kaolinite.

La próxima vez que Kaolinite decidiera atacar gente, ella le tendría una sorpresa guardada.

* * *

Ranma siguió a Akane a la casa y observo como ella subía las escalera delante de él. Su fuerza y entrenamiento parecieron darle ese resorte de exceso en su paso cuando ella caminaba. Parándose en el fondo de la escalera, él admiró la manera que sus piernas eran tan firmes, no como otras chicas en la escuela, que parecían estar tan gordas como las de su padre. Ranma se estremeció al pensar en eso.

"Buena idea, Akane. Mejor cámbiate con algo más agradable o tú nunca tendrás a un esposo. Algo como una bata y un velo. ¿No desearas asustarlo demasiado rápido, o sí?"

El azotar de su puerta era la única respuesta que él obtuvo, así que él se dio la vuelta y sonrió. Él tenia que recordarle de vez en cuando cómo las cosas eran, de otro modo ella quizás comience a pensar que él la apreciaba. Ranma penso. ¿Yo, gustarme un tomboy? No creo que eso pase.

"Que tal Kasumi... ¿Qué hiciste hoy?"

Kasumi sonrío, y Ranma casi podría haber jurado que él oyó el comienzo del trinar de los pájaros al fondo. "Apenas limpie la cocina y algunos trastos. Ah, y tu amigo Ryoga-kun te mandó una carta hoy."

"Kasumi, Ryoga no es exactamente mi amigo. Tú sabes que él siempre trata de matarme o cosas así."

Increíblemente, Kasumi sonrió aún más. "¿No es agradable? Usted dos siempre juegan alrededor. ¡Son tan buenos amigos!"

Ranma esperó unos pocos momentos para que Kasumi le de la carta, pero ella parecía estar concentrada en limpiar las esteras de tatami en el comedor principal. Odiándose por interrumpirla desde que ella era la única que parecía hacer todo el trabajo aquí, Ranma tosió levemente.

"¿Ah, sí, Ranma-kun? ¿Te apetece un bocado? Podría hacer algo para ti si quieres."

"Nah, yo quería saber si me puedes dar la carta. .."

"Ah claro, yo lo siento. Tú padre la tomó ya. Pienso que él decía algo de hacer un viaje para entrenar contigo." Kasumi estaba tan turbada por la culpa que sentía que su sonrisa bajó hacia un nivel que se asociaba con humanos normales.

Girando para buscar a su padre, Ranma fue saludado por el peso de una mochila repleta que azotaba a su pecho. Siguiendo el reflejo, él lo agarró, y logró pararla antes que le diera a Kasumi.

"Lento, chico, muy lento."

"Aww, cállate, papá."

"Esto... " Genma alzo un pedazo de papel. "Esto es una carta de desafío. Para un duelo de hombre a hombre. ¡Por el honor de la escuela Saotome Musabutsu kakitu Ryu tú debes aceptar este desafío y derrotar a tu adversario!"

Teniendo su mochila en una mano, Ranma trató de arrebatarle la carta, pero Genma se movió con una velocidad que desafío su bulto. "¡Espera, chico! Las oportunidades de que me golpees son tan pocas como -".

"¿Como las tuyas de golpeare a mi?" Ranma dijo sutilmente.

Empujando sus lentes sobre su cara, Genma le dio una mirada grave a él. "Ranma, me entristece ver cuán flojo te has vuelto en tu entrenamiento. Así... que por la próxima semana, tú y yo entrenaremos en las montañas. ¡Sólo volveremos cuando tengas la voluntad para derrotar a Ryoga y su nueva técnica secreta!"

"¿Él tiene una técnica secreta nueva?"

"Claro que él la tiene." Genma puso su cabeza para agarrar el sol de la tarde de sus lentes y dijo. "Una técnica conocida por su poder imparable. Una técnica tan fuerte, que pocos son capaces de dominarlo, y menos todavía son capaces de enseñarlo. Sólo alguien como yo puede -".

"¿No sabes tú cual es, o si?"

"Yo... ¡Cállate, chico! ¡Ponte los zapatos ya! Salimos inmediatamente."

"¿Adonde, vamos a ir al centro y ver si podemos luchar contra un demonio?"

"¡No muchacho estúpido! Dije entrenamiento. Tú todavía no estas preparado para luchar contra algo como eso. Por supuesto, yo podría contra tres o cuatro de ellos, pero tú todavía tienes mucho que recorrer antes... "

Kasumi veía como Ranma caminaba hacia la puerta anterior con su padre y sonrió, otra vez. Esos dos, ellos siempre iban en busca de diversión.

Por lo menos esto daría a los peces una oportunidad de descansar. Ella sabia que ellos debían estar muy cansado por tener que eludir cada vez a Ranma o su padre cuando caían en la charca de Koi. Por lo menos los pequeños pájaros parecieron gozar el exceso de gusanos en el césped y la charca.

Hablando de padres, Kasumi estaba tan orgullosa de la manera en que Saotome-san estaba dispuesto a llevar a su hijo de entrenamiento. Ella había oído a él y a su Padre discutiendo después que ellos leyeron la carta de Ranma. Genma estaba tan dispuesto a ayudar a su hijo a entenderse con su hermana pequeña que él estaba dispuesto a perderse una semana de cenas de Kasumi. Por supuesto, Saotome-san no supo que Kasumi planeaba Sukiyaki esta noche, pero ella estaba segura que él habría estado dispuesto a tomar a Ranma lejos sin preguntar qué había en el menú. Saotome-san era tan bueno en eso.

Bajando por la escalera, Akane puso derecho su vestido y se verificó otra vez. Era su vestido de color rosa roja agradable, al que le quedaba tan bien con la camisa y calcetines amarillos. Ella sabia que a Ranma le gustaba, porque él siempre la molestaba más cuando ella lo llevaba. Por supuesto, para molestarla acerca de eso, él la tenia que seguir mirando. Mirando alrededor de la habitación, Akane trató de encontrar a su prometido. No que le importara mucho, ella solo quería saber dónde estaba él para que ella le pudiera golpear cuando él dijera algo estúpido.

"¡Oye, Kasumi! ¿Dónde esta el idiota?"

"¡Akane-chan! ¡Eso es no manera de hablar acerca de Señor Saotome, él es nuestro huésped!"

"Yep, yo no quise decir el papá de Ranma, yo quise decir Ranma."

"Ah, creo que los perdiste a ambos. Ellos acaban de ir a un viaje de entrenamiento por unos días."

Akane se mordió el labio. Esto era malo. Ella había estado esperando que ella pudiera haber convencido a Ranma de ir de compras con ella. Es verdad, ella era un artista marcial y podría cuidarse sola, pero a veces es agradable tener alguien contigo. Aunque el sea un idiota que no puede decir una sola cosa agradable.

En su frentes se dibujaron líneas de cólera al pensar en las observaciones que ella sabia que Ranma habría hecho si él hubiera estado ahí, Akane pasó a través de la habitación hacia la puerta anterior.

"Bien, salgo por un rato, Kasumi. Volveré para la cena."

Naturalmente, Kasumi sonrió, asintió y le dijo que tuviera cuidado. Ella le preguntó si no quería que le pasara un jersey, pero Akane lo rechazó, diciendo que ella no saldría por tanto tiempo como para necesitarlo. Ir de compras eran un poco de necesidad actualmente, no importaba a cuantas partes de ella no les gustara la idea. Ella iba a ir al cumpleaños de Yuka en una par de semanas, y ella necesitaba comprar un presente.

En ir de compras no había nada malo, pero la idea de salir en la noche puso un poco nerviosa a Akane. El anochecer era cuando los demonios eran muy comunes, y ella sabia que las cosas estaban bastante mal actualmente. Varias personas habían muerto anoche, y en las noticias dijeron esas que las ventas estaban al por menor y que bajarían este mes a causa del impacto que eso tenía.

Akane recordaba cómo hace apenas hace algunos meses. Los demonios eran una rareza, y uno sabia que podía contar con las Sailors Sailors para ayudarte. Estos días eso no siempre parecía ser verdad. Si uno estaba en la misma área con un demonio, uno parecía estar en tanto peligro de las Sailors como del demonio. Ella no estaba segura si le gustaba esta vuelta en los acontecimientos, pero con tantos como tres ataques que ocurrían en una sola noche, Akane estaba insegura de lo que las Sailorss podrían hacer.

Firmemente abrocho sus zapatos, Akane se paró en la puerta delantera por un momento. Las oportunidades de toparse a o demonio o a una Sailor eran bastante pequeñas. Aunque ella los viera, ella era un artista marcial y podría cuidarse sola. No había manera que algún demonio estúpido ni algunas chicas estúpidas en faldas cortas le impidieran obtener regalo de Yuka.

Con esa resolución firmemente en su mente, Akane le dio un adiós a su hermana y a su padre y se fue. Todo lo que ella necesitaba era una hora.

* * *

Ella estaba en el coche. Su cinturón de seguridad estaba activado, la llave puesta y había gasolina en el tanque. Todo estaba en su lugar, y funcionando, Haruka debería haber estado arrojándose hacia el camino en una desrazonablemente alta velocidad. Pero ella no lo estaba, ella se sentaba simplemente allí.

Golpeando el manubrio en frustración, las palmas de Haruka resonaron en el cuero suave y absorbente. Cualquier otro día, ella habría salido hacia el camino sin una duda. Hoy era el primer día en el que ella no quería entrar a su coche, menos aun tratar de encenderlo. Todos tienen un accidente alguna vez en su vida, pero para Haruka, el cercano- el accidente fue hace dos días y fue un golpe que aplasto a su orgullo.

Todo había sido su culpa.

Ella había estado conduciendo por entre el tráfico, gozando el viento que azotaba su cabello. Siempre un conductor seguro, Haruka siempre mantenía la distancia mínima requerida. Ella había estado cambiando carril, pulgadas apenas atrás de un Mercedes azul cuando algo le había acontecido a ella. Algo que nunca le había pasado en sus enteros diecisiete años.

Ella perdió el control.

Sin advertencia, ella había sido asaltada por una tempestad de imágenes y sonidos, que se confundían con su presente. Dominada por el dolor, ella puso sus manos en su cabeza. La tragedia había sido milisegundos atrás cuando el sonido de una bocina la trajo de vuelta al presente. Su vista había sido sobrecargada con imágenes del paraíso y la guerra, y los sonidos del tráfico sólo la hicieron recordar las explosiones de cañones.

Liberada de la desorientación, Haruka luchó con el manubrio. No era más su amigo y una parte integral de su cuerpo, el coche parecía un extraño, otros coches en el camino eran enemigos a ser evitados a toda costa.

Sudando del esfuerzo de ignorar el ataque violento de memorias, su convertible comenzó a estremecerse mientras sus manos se movieron por instinto.

Insegura si era un demonio de tres cabezas en su espejo trasero o un Commodore rojo, a ella no le importo. Se acercaba demasiado rápido para su consuelo. Pincho el embrague y clavo el acelerador, llevando el manubrio a la izquierda. Ella paso el Mercedes, y segura que no había realmente un demonio atrás de ella, ella puso su coche en primera y azotó el pie en el freno mientras ella estaba agobiada por la visión de su amante morir en un mar de sangre.

Cuando ella pudo abrir los ojos otra vez, ella tembló al ver que estaba a menos de dos centímetros de una barricada de concreto. Los peatones que pasaban la habían mirado extrañamente, pero no tan extrañamente como ella se veía. Eso había sido hace dos días, y esto era la primera vez que ella se había sentado en un coche desde aquello. Ella había llamado un camión de remolque para llevar su cuche a su hogar.

Desde entonces ella había sido tentada de ir a ver un doctor y chequear si fue un mal alimento o algún tipo de droga, pero dos cosas la pararon. La primera eran sus memorias. Ella recordó cosas; cosas horribles. Un reino tan hermoso y perfecto que ella penso que quizás nunca lo vea otra vez. Un reino destruido en una lucha; por monstruos y gente con tan poca humanidad en ellos que sólo su apariencia difiere de los monstruos que acechaban en las calles. Los monstruos se parecían a los que rondaban Tokio con una alarmante irregularidad.

La único otra cosa que paró realmente ella de llamar a un doctor eran sus poderes. Ella podría haber dudado las visiones; ella podría haber rehusado creer en las memorias que parecieron tan fuertes y claras que ella supo que ella debe haber estado allí. Pero no había la manera que ella pudiera dudar de sus poderes.

Mientras caminaba a su hogar a la luz nocturna de la noche del accidente, Haruka había sentido el mal. Eso era la única manera en que ella podría describirlo. Algo que estaba simplemente mal, una mancha que necesitaba ser limpiada. Si ella hubiera estado sana, ella sabia que ella se habría escapado inmediatamente. Las calles de Tokyo no eran seguras en las noches. Pero cuando ella había corrido, no se alejaba de esa aura maligna, sino hacia su fuente.

Corrió por razones que ella todavía no podía entender, ella había tenido arriba un pluma que ella nunca había visto antes y dicho palabras que ella nunca había oído. "¡Uranus Planet Power! ¡Make up!"

¿Ella era Sailor Uranus, eso era claro, pero qué era Sailor Uranus? Incluso después de luchar ineficazmente contra el monstruo hasta que escapo, ella todavía no tenia la menor idea de quien o que era ella.

Incluso ahora, dos dias despues del ataque, ella todavía no tenia idea. Ella estaba en su auto, con miedo de manejar, porque le preocupaba volver a recaer. Peor, incluso esta vez podría matar a alguien.

Haruka tenia sus dedos en las llaves, cuando de pronto, ella sintió algo, ¡Allí estaba de nuevo! Era un monstruo, demonio, o espíritu de alguna clase, ella no lo sabia. Lo único que sabia era que quizás era la única en Tokyo que podría pararlo. Incierta por lo creía era su deber, Haruka salió fuera del coche y puso de nuevo en alto su pluma que parecía venir de ningún lado y desaparecer cuando dejaba de usarla.

Corriendo por el pavimento a una velocidad que habría puesto a un corredor Olímpico avergonzarse, Sailor Uranus trato de localizar la fuente del aura que ella rastreaba. Las botas azules hasta el tobillo con tacones bajos no habrían sido su primera elección de zapatos para correr, pero ellos ciertamente no parecieran estar dándole problemas.

No debe haber sido práctica mágica, porque ella estaba segura que ella nunca llevaría tacones a un recital de violín.

Doblando en una esquina, ella hizo una parada, patinando en el suelo unos pasos antes de parar. Con una pierna todavía extendido, ella se agachó para tener equilibrio mientras se paraba. Mientras echaba una mirada alrededor, algo tan sencillo como no equilibrarse no era su asunto. ¡Allí! ¡Estaba cerca! Apenas pasando la cerca de madera al final de la calle.

Avanzando una docena de pasos más, Sailor Uranus puso sus manos juntas.

La primera vez que ella hizo esto, la agarró por sorpresa más a ella de la que hizo a su adversario. Esta vez ella estaba lista, y cualquier cosa a la que ella atacaba no debe tener la menor idea que estaba a punto de ser lastimada. "¡WORLD SHAKING!"

Saliendo lejos de sus manos, la magia amarilla hacia honor a su nombre. Un terremoto en miniatura destruía la calle, atravesando la cerca de madera. Gotas de sangre púrpura volaban también en el aire, haciendo a la Sailors sonreir mientras se acercaba a distancia. Ella no podía ver a la criatura por la nube de polvo, pero ella sabia que estaba todavía alrededor. Ella podría oír los chillidos gemelos del dolor que significó que la criatura se marchaba.

Penetrando en el humo, ella vacila un momento. ¿Dos chillidos? ¡Pero había sólo un monstruo! Algo tocó suavemente su bota, la que causo que Uranus mirara hacia abajo. El cuerpo, inconsciente, uno; ella lo catalogó subconscientemente. Blanco adicional de investigación como masculino, de 22-28, y no combatiente. El chillar venía definitivamente de: mujer, consciente, gritando, de 20-25, no combatiente en un vestido amarillo. El grito era debido al hecho de que su brazo izquierdo pendía del codo hacia abajo.

Sailor Uranus tiritó levemente. Ella no sabia lo que la perturbaba más, la sospecha de que ella podría haber lastimado a la mujer, que ella no se había sentido asqueada a la vista de la sangre y el hueso, o de su falta general de emoción. Ella se sentía... distante. Había un trabajo que hacer, y ella era lla única que podía hacerlo. Hasta que ese demonio estuviera muerto, Sailor Uranus era la única persona que defendía Tokio.

¡Ella tenia que encontrar a ese demonio!

Un sonido tintineante hizo que Uranus reiniciara su cacería. Mirando hacia abajo, sus nuevas memorias le dieron inmediatamente el nombre para el artículo con que ella había tropezado literalmente hablando. Era brillante, de color rosa y tan brillante que parecía una estrella. Un Cristal del Corazón, era la personifación física del alma de alguien.

Deduciendo rápido, ella sabia que debe haber venido del hombre inconsciente en el suelo. Si ella no lo devolvía pronto, él moriría.

Mirando hacia abajo al Cristal, Sailor Uranus lo miro detenidamente. Para sus ojos mágicamente entrenados, ella podía ver las impurezas emocionales en su alma. Si un alma era pura, el Cristal habría sido así de grande, pero habría habido más espacio en el. Una persona ordinaria llenaba su alma con cosas insignificantes, pero con alguien que era puramente bueno o malo - alguien con las actitudes sencillas y emociones limpias era definidas por el Cristal mismo - algo como eso podría almacenar verdaderamente algo allí. Tomaba magia poderosa para almacenar algo en un Cristal de Corazón, y uno se arriesgaba a matar a la persona si su alma cambiaba mucho, pero se podría hacer.

Eso debe haber sido lo que el demonio quería. Cazaba algo. Cazaba un Cristal de Corazón que era suficientemente puro para guardar algo. Por otro lado, quizá solo quería su energía, no importaba realmente: ella tenia que detenerlos. Dándose la vuelta, Sailor Uranus se dirigió hacia la dirección donde ella podía sentir todavía el mal.

Ella se detuvo. Sailor Uranus no podía creer que esto estaba pasando.

Ella no tenia problemas luchando contra demonios ni descubrir que ella era repentinamente un enciclopedia acerca de almas de hombres, pero lo que ella no podía creer es que iva a dejar a esas dos personas como estaban. Ella pensaba correr teniendo todavía el Cristal.

Forzándose hacia el hombre y su esposa, Sailor Uranus trató de bloquear el sentido de malgastar el tiempo. Chuchicheandose calladamente a si misma, Sailor Uranus se agachó al hombre. "Puedo agarrar al demonio en un momento."

"¿Q... qué?" La mujer dijo de golpe. La pérdida de sangre, no temor, ella lo notó ausentemente. Ella se desmayará pronto.

Urano la ignoró y volvió el Cristal al hombre. Él debe sobrevivir. La mujer la miraba con ojos anchos. Los labio azules, pupilas dilatadas y manos temblorosas. Definitivamente shock. "¿Te duele?"

En confusión, la mujer se enfocó lentamente en la Sailors. "¿Q.qué?"

"¿Su brazo, le duele?"

"¿M... mi brazo?"

Por la primera vez la mujer miró hacia abajo al codo de su brazo. Ella debe haber sido su primer vistazo de la sangre, porque ella tomó una mirada horrorizada de asombro. Sailor Uranus sonrió. Fue bueno que el shock bloqueara el dolor. Urano no tenia otra manera de anestesiarla mas que golpearla hasta dejarla inconsciente, y eso sería muy peligrosos dado su pérdida de sangre.

Urano señaló atrás de la mujer. "Mira hacia allá."

Cuando la mujer giro, Sailor Uranus asió el brazo herido y colocó la palma de su guante blanco sobre la herida. Obviamente los nervios todavía estaban trabajando, porque la mujer se convulsionava por el dolor y comenzó a gritar mientras Sailor Uranus comenzó a acanalar su poder mágico para cauterisar la herida. El olor era terrible, y el dolor debe haber sido peor, porque la mujer yacía alrededor como un títere en las manos de un epiléptico. Uranus se preguntó si ella sacaría la mancha de sangre de su guante.

Cuando la herida se cerró, no había peligro de que la mujer se muera. Eso salvaba su conciencia y era su acto bueno del día, Sailor Uranus se alejo de allí. El demonio había dejado un sendero claro por los callejones, así que no había problema en rastrearlo. En unos segundos los recuerdos de esas personas se borraron de su cabeza.

Cuándo ella salió a la calle, el demonio combatía con otra mujer vestida con el mismo atuendo que ella tenia. A diferencia de Sailor Uranus que tenia botas y falda azules, esta persona parecía tener un traje verde que emparejó agradablemente con su cabello. Mientras ella lanzaba su World Shaking, Urano notó ociosamente que los zapatos de la mujer eran verdaderamente sandalias con corbatas largas que ivan de los pies a los tobillos. La similitud inconfundible en sus uniformes debe haber significado algo, pero ella no estaban segura qué era.

Liberando su World Shaking, Uranus lo guio hasta la mitad de su blanco antes de hacerlo ir lejos, evitando al demonio y a la Sailors. El frente de una tienda estalló, los libros y papeles volaron por todas partes, pero a Sailor Uranus no lo vio. Ella miraba fijamente a la otra Sailors, y repentinamente ambas supieron.

"Tú estas muerta... Yo te vi morir. .."

Sailor Uranus se sacudió. ¿Quién dijo eso? ¿Ella misma o Sailor Neptune? La otra Sailors tenia un nombre ahora, y peor, ella tenia una historia.

Ella era una mujer muerta, devuelta a la vida para atormentar a Uranus.

Ella era una mujer a la que Uranus amó una vez más que a su vida misma, y ahora ella regreso. Pero Haruka tenia ya otra persona, y POR más que ella recordara su amor por esta mujer muerta, no había manera que ella tirara el amor deMichiru por culpa de algunas memorias muertas.

Por supuesto, si ellas estaban interesadas...

Ella volvió a la realidad cuando Sailor Uranus se movió repentinamente.

"¡Se esta escapando! ¡Podemos hablar después!"

Lado a lado ellas corrieron por la calle. La basura y las bolsas de hacer las compras ensuciaron las calles donde las personas habían corrido ya, por el curso que el demonio tomaba, sería fácil alcanzarlo.

En la esquina, ambas giraron exactamente al mismo tiempo, ellas apresuraron el paso. Una vuelta más, y ellas estaban en otra calle principal, y alcanzando finalmente al demonio.

Aún su momento breve de vacilación les había costado mucho. La muchedumbre se dispersaba , quedando solo dos chicas, ninguna de mas de veinte. Una de ellas estaba tirada en la calle. La otra se encontraba en los brazos del demonio que extrajo su Cristal del Corazón.

"¡Dispárale! ¡Esta tras esos Cristales!"

World shaking y Deep Sumerge golpearon al demonio en un despliegue de pirotecnia que lo llevo hacia atras. El sangraba levemente, pero estaba todavía preparado para el combate. Con un bandazo, volvió a sus pies.

Primero uno, entonces dos pasos en su dirección. Sin advertencia, giró y vió a una mujer en un vestido corto parada en un edificio. Ambas Sailors tambien la veían, sólo sintieron su poder maligno ahora que ella se reveló.

"¡Daimon, regresa! ¡Yo, la Bruja Kaolinite, te lo ordena!"

En un flash de luz, primero el Daimon, luego la Bruja desaparecieron.

Ellas dispararon demasiado tarde al Daimon, pero ellos pueden haber tenido suerte suficiente en haber herido a la mujer. Ciertamente el daño en la orilla del techo era suficiente para testificar sus esfuerzos. Por lo menos sus enemigos tenian nombres ahora.

"¡Sailor Uranus! ¿Estas bien? ¿Que tal la chica?"

"Estoy bien," ella contestó cortamente. Debo recordar a Michiru. "No había nada que pudieramos hacer para salvar a la chica. Si nosotros no hubiéramos destruido el Cristal de Corazón, el Daimon lo tendría ahora." Cuándo Sailor Neptune giró para mirar donde yacía pesadamente el dañado cadáver en el camino, y la otra chica que lloraba sobre el, Uranus tomó la oportunidad para huir.

"¡Espera! ¡Sailor Uranus! ¡Necesito hablar contigo!"

Ignorar la voz era difícil. Especialmente desde que cada fibra en el cuerpo de Sailor Uranus demandaba que ella volviera y abrazara a la mujer tan fuerte como pudiera. Ella sabia que Sailor Uranus no sería capaz de encontrarla, especialmente cuando ella cambio de vuelta a Tenou Haruka y comenzó a caminar a su hogar a un paso normal.

Ella tenia mucho de que pensar acerca de esta noche, y la noche apenas comenzaba. Ella había matado esta noche. Por primera vez en mucho tiempo, y ella estaba segura que no se cuestionaría a si misma por lo que hizo, ella sabia que ella haría la misma decisión cada vez. Si costaba la vida de una persona para salvar el mundo de los Daimons, ella estaría dispuesta a hacer ese sacrificio. Aún su vida o la vida de Sailor Neptune.

Aliviada sólo por los sonidos de las sirenas, Haruka salio del lugar, y penaba en una respuesta. ¿Estaría ella dispuesta a sacrificar la vida de Michiru también? Ella la amaba más que el aire que respiraba. ¿Podía Haruka tomar una decisión que condenaría a la mujer que ella amaba?

* * *

Kasumi puso de nuevo el teléfono en su lugar y echó una mirada alrededor. Su padre barajaba desconsoladamente los pedazos de madera alrededor de la mesa, incapaz de jugar un juego apropiado sin el Señor Saotome. Akane estaba tranquila afuera haciendo compras, pero ella no pensó que ellos serían capaces de esperarla. Caminando calladamente donde su padre se sentaba, Kasumi compuso su cara y se arrodilló en el pórtico de madera.

Cuándo él no miró inmediatamente a su hija mayor, Kasumi puso su mano sobre los dedos de su padre cuando el sostenia un mosaico de madera. -

"¿Padre?"

"Kasumi, hija. Tú... tú luces preocupada."

Tratar de esconder su temor, Kasumi dio una sonrisa breve y levantó su mano de la mesa. "Vamos, padre. Acabo de recibir una llamada de

Nabiki-chan. Ella... ella dice que está en el hospital y nos necesita para que vayamos a recogerla."

Las lágrimas comenzaron a vertir por su cara. - "¡Ah, mi pobre bebé!

¿Ella está bien, Kasumi? ¿Esta lastimada?"

Parándose, Kasumi dirigió a su lloroso padre a la puerta del frente y comenzó a ponerse los zapatos. "Ella no me habló a mí lo suficiente, pero por el sonido de su voz, yo pienso que ella debe haber sufrido algo serio. Vamos papá, yo creo que acabo de oír el taxi."

El viaje al hospital fue callado y libre de conversación. A pesar de su naturaleza normalmente efusiva y saliente, Kasumi estaba tan preocupada por su hermana menor que no se comprometió en la broma que hizo el conductor del taxi. La perturbó ser tan grosera como para ignorarlo, pero ella no podía hacer nada sino sentir que algo terrible había acontecido a Nabiki. Ella era siempre una chica determinada, si ella quiso que su familia fuera al hospital, la pobre chica debe estar en un estado terrible.

Innecesario decir, que el único sonido que Soun hizo fue el de llorar.

Él no dejó de llorar en todo el viaje ni incluso cuando entraron al hospital. Él vigiló entumecidamente como Kasumi se presentaba a la enfermera en la sala de admisiones. Su constante llorar recibió unos pocas miradas extrañas, pero como esto era la sala de admisiones de emergencia, ellos no eran enteramente nuevos en los casuales llantos, ni a los parientes a menudo turbados.

Kasumi echó una mirada alrededor y tomó el codo de su padre para dirigirlo por un pasillo. Ella no había estado jamás en esta sección del hospital antes, pero ella podría leer los signos fácilmente. No sólo eso, ya que la amable enfermera le dio las instrucciones de cómo llegar a la habitación de su hermana. Caminando a travez de las paredes blancas absolutas, Kasumi fue golpeada por el recuerdo de cuando ella había venido a un hospital cuando su madre había muerto.

Kasumi a menudo se recordaba que la asociación de la muerte de madre y hospitales no tuvo nada que ver con el por qué ella no había seguido un grado médico. Era solo porque su familia la necesitaba, eso era todo, Kasumi se recordó. Por qué, por el tiempo que ella había gastado leyendo los libros del Dr. Tofu y los diarios médicos la habrían calificado como una enfermera si ella tenia tiempo de tomar los exámenes. Quizá... quizá una vez que Nabiki este mejor y Ranma y Akane se casaran... Quizá entonces ella podría reservar algo para ella misma.

Parándose fuera de la puerta de una habitación privada de recuperación, Kasumi se detuvo brevemente. Si Nabiki estaba adolorida, Kasumi supo que su pequeña hermana necesitaría un hombro fuerte donde llorar, alguien que la alivie. A pesar de la manera en que Nabiki trató de mantener su distancia, las dos hermanas permanecian cercanas, ampliamente porque Kasumi nunca permitiría que nadie a la que ella amaba se vaya de su vida.

"¿Esta usted preparado, papá?"

Soun gimoteo levemente, mumuró algo acerca de su pobre bebé, y puso derecho su espina dorsal. Después de unos momentos, Soun lucia como la figura que Kasumi recordaba tenia cuando era joven. "Para... Para mi pequeña Nabiki-Chan, yo estoy siempre listo. Por favor, dirige el comino, Kasumi."

Empujando para abrir la puerta, Kasumi dio un vistazo breve mirando fijamente a Nabiki adelante, perdida en alguna visión que sólo ella podía ver. En cuanto su padre y su hermana mayor entraron, Nabiki enjuago su cara con la manga izquierda de la bata del hospital y les dio una sonrisa valiente. Antes de que su hermana y su padre entraran completamente en la habitación, Nabiki había vertido cinco copas de té y las había colocado en una mesa al lado de la cama.

El hecho de que Nabiki había vertido el té a la izquierda no había pasado desapercibido para cualquiera de los Tendo cuando ellos entraron a la habitación. El razonamiento era aparentemente bastante doloroso, en la forma de un molde blanco grande que cubrió el antebrazo izquierdo de Nabiki, hacia cualquier tipo de movimiento difícil, y presumiblemente bastante doloroso.

Mientras Kasumi caminaba a la izquierda de Nabiki y tomaba su mano, Soun perdió la serenidad que el había mantenido brevemente. Descomponiéndose en lágrimas, él se apresuró adelante y engullo a su hija mediana en un abrazo, cubriéndola completamente, y causando que la chica liberara un quejido breve de dolor mientras Soun sobaba su brazo enyesado.

"¡Oh, Nabiiiiiikiiiii! ¡Ohhhh, Mi querida hija pequeña! ¡Ohhhhh!" Él podía haber pasado bastante rato ahí, pero Nabiki liberó su mano buena de Kasumi y lo tocó tiernamente en la espalda, callándolo en silencio. Cuándo él se calmo lo suficiente, Nabiki se dirigio a Kasumi, permitiendo que su hermana viera el dolor en sus ojos brevemente.

"¿Dónde están Ranma y el Señor Saotome?"

Tomando asiento en la cama, Kasumi recuperó la mano de su hermana posesivamente y acaricio su cabello marrón corto mientras la miraba.

"Ambos se fueron a un viaje de entrenamiento esta tarde. No creo que regresen hasta dentro de unos dias. Akane tambien salió a hacer unas compras, le dejamos una nota. Pero no creo que llegues a verla hasta que lleguemos a casa esta noche".

Rápidamente Nabiki miro hacia otro lado, pero Kasumi vio como le salían mas lagrimas, ella tenia miedo de que su padre la abrazara de nuevo.

"Eso... eso tal vez sea lo mejor, yo hablare con él mas tarde".

Súbitamente el tono de Nabiki cambio. Era sospechoso, pero Kasumi tuvo poco tiempo para pensar acerca de eso cuando su hermana le paso una taza de té a ella. ."Bebe esto. Vamos, usted también, papá. Eso es, bebanlo mientras yo les digo que pasó."

Kasumi pensó que el té savia levemente extraño, pero eso debe ser por la marca que usaban en el hospital. Ella se volvió aún más sospechosa cuándo Nabiki comenzo a dar vueltas al asunto por unos momentos. Ella habló de su tarde, la escuela, Ranma, de todo menos de lo que la lastimó. Después de unos pocos momentos - mas o menos el mismo de lo que tardo en terminar su taza - Kasumi se sentía particularmente calmada, al mismo tiempo advirtió que su padre había parado el llanto mientras su hermana no había tocado aún su taza de té.

Por FIN, la hija mediana de los Tendo fue al grano de su historia.

"Supe que Akane no estaba en la casa porque yo me choque con ella cuando yo regresaba a casa. Ella estaba yendo a hacer algunas compras, así que pensé en unírmele. Tú sabes, cuidar de la hermana menor y todo eso.

"Entramos a Ginza para hacer las compras. ¿Sabias que Akane queria comprar un regalo para el cumpleaños de su amiga? Era dentro de dos semanas, y Akane quería hacer sus compras ya. ¡Maldición! Si solamente ella hubiera esperado... "

Cuando vio a su hermana golpear la sabana de la cama con su puño bueno, Kasumi fue hacia ella y le tocó el brazo en una manera calmante. "Ya, ya. Nabiki. Esta bien. Quizá tú debas beber del té también."

"No, los doctores dijeron que con la medicación yo me relajaria. .." Cuándo Nabiki era una chica pequeña y era agarrada con las manos en el frasco de galletas, ella lucia justo como ella lucia ahora. Kasumi le dio una sonrisa ancha para mostrar que ella la entendió, y silenciosamente gesturo con la misma mirada a su padre. Soun no había advertido el calmante en la bebida, así que no había la necesidad de decírselo a él.

Limpiándose la garganta, Nabiki trató otra vez. "Caminábamos por la calle, y repentinamente Akane me empuja hacia a un lado. ¡Tú sabes cuán fuerte ella es! Acabe cayendo en el piso, justo en frente de la puerta de un local."

Soun pareció que trataba de ser una torre humeante de cólera por las acciones de Akane, pero con el efecto de lo que sea que habia en el té, todo lo que logro fue un resoplido de disgusto.

Apretando el puño y dejando que las lágrimas corrieran libremente por su cara, Nabiki miro a su hermana, como si buscara algo en su cara. "No es justo Kasumi. Yo era su hermana mayor. ¡Yo soy la que se supone debía cuidar de ella! Ella me empujó fuera del camino. Si... ¡Si ella no hubiera hecho eso, nunca le habrían dado! ¡Fue mi culpa! Si yo no hubiera estado allí, ella... ella. .."

La revelación pareció traspasar por los dos visitantes. La razón por la que Nabiki los había llamado al hospital no era por ella; era por su hermana. Algo grave le debe haber pasado a la hija mas joven de Soun.

Algo tan terrible que reduciría a su hija mediana a lágrimas que sacudían su cuerpo de la pena. Nabiki quizás para la mayoría de las gente se ve como una chica fría, pero ella era su hija querida, y él la conocía como ninguna otra persona en el mundo. Kasumi quizás dedique cada minuto desde que despierta a cuidar de la familia, pero él sabia que muy al fondo, Nabiki amaba a sus hermanas tanto como ella.

Era justo como el hecho de que ella siempre había caminado junto a su hermana pequeña a la escuela hasta que Ranma llego. Él sabia que Nabiki le jugaba artimañas a Ranma a veces, pero eso era para acabar de reforzar su amor por Akane. No importa lo que ella diga, Nabiki siempre había garantizado que hubiera suficiente dinero para que todos coman, y eso a nadie jamás realmente los molestó. A pesar de la cercanía de las hermanas, Nabiki era una de las mas completas y controladas chica que él había conocido jamás. Mirarla a ella sollozar sin consuelo contra su hija más vieja agarró la atención de Soun como nada más podía.

"Nabiki-chan... ¿Dónde esta Akane?"

Ella miro a su padre y trató de contestar. Ella realmente trató, pero POR más que ella abria la boca, las palabras no vinieron. Compartiendo una mirada con Kasumi con que la instruyó para permanecer con su hermana, Soun se paro y dejó la habitación.

Él debe haber sido ido por varios minutos antes que Nabiki reuniera fuerzas para continuar su historia a Kasumi. Mientras tanto, Kasumi se había sentado apenas allí calladamente, escondiendo su propia tensión para que ella pudiera apaciguar a Nabiki. Esa misma bondad hizo que la hermana mediana - ahora la más joven - se sintiera aún peor. Con ojos llorosos, Nabiki se maldijo por ser tan inútil. Si ella no hubiera estado allí... Si Akane no se hubiera sacrificado...

"No te culpes, Nabiki. Akane no habría querido eso. Ella querría tú recuerdes cuánto ella te amó. No piense acerca de nada más, recuerda solo cuánto te amó, y como todos lo hacemos."

Sentándose ella misma en la cama para que ella pudiera abrazar a su hermana otra vez, Nabiki mantuvo un puño apretado mientras ella habló suavemente en el tibio hombro de Kasumi. "Tú tienes razón. Tú siempre tienes razón, Kasumi. Si no era Akane, habría sido otra persona. Ellos ivan por sangre, y eran... Éramos apenas... ¡Maldición! ¡Ella no merecía morir por estar en el lugar y la hora equivocada!"

"¿Ellos? ¿Significa que tú pudiste verlos? ¿Podríamos llamar nosotros a la policía?"

Nabiki hizo un ruido en algún lugar entre una risita y un sollozo. "La policía no puede hacer nada. Nadie puede. Era otro de esos demonios,... le hizo algo a ella. En cuanto Akane me empujo fuera del camino, la atrapo y... ¡Yo no sé! ¡Yo no sé lo que hizo! Un momento ella pateaba y gritaba, y el próximo, ella pendía de su brazo. Quiero decir, ella respiraba todavía, pero ella estaba toda pálida y... Creo que la mataría de algún modo."

"¿Entonces la mató el demonio?"

"Lo iba a ser, estoy segura de eso, pero no tuvo la oportunidad. Esas dos chicas los golpearon. Yo no sé quiénes ellas eran; cazadores de demonio de algún tipo, creo. Ellas querían matar ese demonio, y dispararon directamente sobre ella. ¡ "Ellas ni siquiera trataron de salvarla, Kasumi! ¿Por qué no trataron de salvarla?"

Mientras Nabiki otra vez se disolvia en lágrimas, Kasumi acaricio su espalda y recordó cómo ella había hecho la misma cosa por Akane poco tiempo despues cuando ellas habían perdido a su madre. Sintiendo sus propias lágrimas comenzar, Kasumi volvió a abrazarla, deseando que hubiera alguien que podría cuidarla cuando el dolor fuera demasiado para soportar. Y su padre - su pobre y apenado padre - él debe estar peor, caminando errante por el hospital en algún lugar.

Soun quizás estaba cegado por las lágrimas la primera vez que llego ahí, pero ahora él encontró fácilmente su regreso al escritorio de admisiones. Parándose alto y fuerte, él se inclinó sobre la enfermera de admisiones y miró fijamente a la mujer de edad mediana.

"¿En qué habitación esta Tendo Akane?"

Después que él se identificó como su padre, la enfermera verificó en la computadora. "Lo siento. Nadie con ese nombre se admitió hoy. ¿Usted está seguro acerca de ese nombre?"

"¡Por supuesto que estoy seguro acerca de ese nombre, ella es mi hija! Mire, su hermana Nabiki me dijo a mí que ella fue lastimada. ¿Ahora dónde esta ella?"

El enfermero comenzó a pestañear levemente entonces. "Ah, la hermana de Nabiki Tendo. Señor Tendo, lo siento. Lo siento realmente. ¡Yoshiko san! Lleve a Señor Tendo hacia abajo. .." Ella verificó su computadora otra vez. "A ver el 496."

Soun se confundió, pero siguió al silencioso enfermero. El enfermero identificado como Yoshiko no dijo una sola palabra, dirigiéndolo simplemente por los pasillos del hospital. Su aprensión cuando el pasó la sala de recuperación crítica subió y entonces cayo otra vez. Avanzaron mas y mas, luego pasaron la habitación de recuperación en la que Nabiki descansaba.

Cuándo el enfermero entro a un elevador y lo invitó a seguirlo, él se confundido completamente. Seguramente su pequeña hija no estaría en uno de los pisos superiores; ellos eran para la recuperación a largo plazo.

Una sacudida hacia abajo del elevador lo confundió más.

Las puertas del elevador silbaron cuando se abrieron, y aire frió se lanzo sobre él, haciendolo titiritar. Por otro parte, eso pudo haber sido el temor. La vista de brillantes cajas de acero, y pisos blancos hicieron que algo en él se aterrorizara y era la parte de padre.

Entumecidamente, Soun siguió al enfermero hasta que el paro. Volviéndose hacia él, Yoshiko le dijó. "Señor Tendo... Yo siento lo de su hija. Estaba aquí temprano y... Yo no estoy seguro que usted quiera ver esto. Nosotros no hemos tenido tiempo de limpiarla todavía."

Sin una palabra, Soun alcanzó el paso al lado de el y asió un asidero de metal. 496 era el número que la enfermera había dicho. Ese era el número de la pequeña puerta de metal. Hace demasiado frío aquí abajo. Demasiado frío para su pequeña Akane. Ella siempre apreciaba los lugares tibios.

Su madre los apreciaba tambien, siempre llevando un suéter o algo. Esta habitación fría no era lugar para su pequeña Akane-chan; ella prefería los lugares tibios.

Con un tirón, Soun abrió la puerta de manera entera. Viendo con asombro, Soun se sorprendió que su mano no pareció temblar en nada. De su propio acuerdo, su mano trato de agarrar la blusa de Akane, pero estaba quemada también. No había suficiente tela para cubrirla... Para cubrir todo el... Para cubrir...

Aún su cara... No se quemó, estaba... Ella siempre había estado tan orgullosa de su cabello bonito... Ella usualmente lo tenia tan... Suavemente Soun acaricio el lado izquierdo de su cabeza donde su cabello no estaba...

Ranma amaba ese corte de cabello... Su tomboy, él así la llamaba... Ahora era... Era...

Apartando la mirada, Soun notó ociosamente que perdió un zapato. Ella llevaba los calcetines amarillos. Por un momento, él había pensado que ella había salido con los de color rojo, pero entonces él recordo que ésos estaban en el lavado y... Un zapato perdido. Parecía tan importante, de algún modo.

"¿Puede ponerle usted una frazada, por favor? Ella nunca apreció el frio."

Rechazando al elevador, Soun pensó en la vergüenza de que ella haya perdido un zapato. Ella siempre apreciaba ser tan ordenada.

Y aun así las lágrimas no salían.

* * *

Sailor Mercury echó otro banco de niebla y jadeó profundamente. ¡Ella pensó que ser una Sailors había sido antes un trabajo dedicado, pero esto! Esto estaba yendo mas allá de lo ridículo, esto se estaba volviendo inmanejable. Mercury era una ingeniosa y ordenada niña; ella firmemente creía que todo tenia su lugar, y todo debería estar en su lugar. Tal vez ella era ingenua, pero siempre asumió que el lugar de las Sailors era entre los ganadores. Pero desde que volvieron del futuro, ella había aprendido a cuestionar esa creencia.

Había sido suficientemente malo que ellas hayan sido forzadas a luchar contra Chibi-usa en cuanto ellas habían llegado. Chibi-usa era la hija de Usagi del futuro, no podían pensar en ella de otra manera. En estos días Chibi-usa se llamaba a si misma Black Lady, y ella era una de las corrompidas por las fuerzas malignas de la Familia Dark Moon. La Familia Dark Moon eran insurgentes violentos de Tokyo de Cristal, una ciudad distante en el futuro, y ellos habían corrompido de alguna manera a Chibi-usa. Ahora ella estaba contra sus amigos, y ni aún la curación de Sailor Moon había sido capaz de salvarla cuando ellos tuvieron su primera encuentro.

Luchar contra una de su clase no era lo que esforzaba realmente a Mercury. Luchaba lo que pareció ser un suministro interminable de bestias dementes y deformadas ansiosas de caos y destrucción. Antes que ellas viajaran al futuro, ellos podrían haber luchado contra un demonio cada semana, algunas semanas ellas no necesitaron luchar en nada. Ciertamente los sirvientes de la Reina Beryl no habían logrado hacer más que eso, ni siquiera Esmeralda, una de la Familia Dark Moon.

Desde que Black Lady había escapado de ellas el primer día, ellas habían luchado contra tres demonios. Eso fue hace sólo dos días, y desde entonces ellas habían perdido también el ataque de tres demonios. Dos de ellos habían sido parados por algún grupo misterioso de chicas que vestían como ellas, pero eso había dejado todavía un ataque de demonio completamente indetenible. Sailor Moon se sentía muy infeliz con la idea de que había alguien allí afuera arruinando el nombre de las Sailor Sailors. Las dos chicas pueden haber parado a los demonios, pero el costo en gente herida había sido demasiado alto. Había rumores de que alguien puede haber muerto.

Agarrando una vislumbre de Sailor Moon por la niebla que se despejaba, Mercury se preguntaba que era lo que su líder ahora pensaba de su "buena suerte". Ayer, cuando ellas habían averiguado que Esmeralda aparentemente no había muerto en el futuro como ellas pensaron, pero estaban tranquilas ya que seguía sus viejas mañas, Sailor Moon había estado extática. Ella había estado tan triste acerca del hecho que Esmeralda se había vuelto loca y haya muerto en el futuro, que ella lo tomó como un milagro verdaderamente tranquilo el estar luchando contra ella otra vez. El hecho que esta nueva Esmeralda tenia poderosos Droidos que mantenían a las Sailorss contra las cuerdas hicieron que ella olvidara su pronto entusiasmo.

Cuando la niebla mágica se despejo, Mercury se dio cuenta del hecho desagradable que mientras ellas luchaban actualmente con Black Lady, había una oportunidad de que un demonio o esos asesinos implacables de demonio estén activos en otra parte en la ciudad. Ellos habían considerado aumentar el número, pero el voto era unánime de permanecer juntos. Black Lady era demasiado poderosa para permitir que Moon la combatiera sola, y tambien, ella era una de los suyos. Wiseman puede haber labado sus memorias y corrompido su pequeña alma inocente de chica, pero muy en el fondo, todo las Sailors creían que Chibi-usa continuaba en el interior de Black Lady.

Con un panorama claro de su adversario - nadie quería pensar en Black Lady como un enemigo, a pesar de sus acciones - Mercury brevemente se maravillo de los cambios físicos forjados por la magia de Wiseman. No contento con lavar la mente de Chibi-Usa, él rehizo el cuerpo de Chibi- usa pensando ese canalla a lo que debía parecerse. La cara de Black Lady taladraba todavía una semejanza definida con la familia de Sailor Moon, pero a eso sólo añadió al insulto de su forma. Ahora la chica pequeña había llegado a ser una alta, madura, con una belleza sensual. Pero era fría, con una belleza cruel. Donde habia una vez una sonrisa brillante y feliz. Black Lady la reemplazó con una maliciosa sonrisa revelada a causa del dolor.

Dónde una vez la chica pequeña había llevado un uniforme pequeño modesto de escuela, ahora Black Lady llevaba un vestido nocturno que nada dejaba a la imaginación. Tenia una abertura completa de su tobillo a la cadera, y con la manera con que ella caminaba y se paraba Black Lady mostraba tomó el placer de revelar su larga piernas en la oscuridad de su vestido. Un vestido de un color rojo profundo que podría ser erróneamente confundido por negro por causa de la luz. La cima no era mejor, pues mientras la cubría del todo, la materia delgada y transparente hacia bajo de sus brazos y a través de la cima del pecho insinuaba cosas que usted no habría considerado al mirar a la Reina Neo Serenity con su bata blanca real.

Un choker grueso, taconado y negro no hizo nada para dañar la imagen que Black Lady insinuaba.

Mientras ella veia a sus compañeras de equipo corren delante tratando de dominar a la flotante Black Lady, Mercury reflejó que por lo menos ella era honesta con ella misma. No importaba lo que dijera Mercury del tema, ella estaba secretamente un poco celosa que ella no podiera llevar un vestido tan seductivo como el que llevaba Black Lady, y realmente Chibi- usa era años menores que ella. Mercury cabeceo cuando ella insistió en que ella sólo estaba un poco celosa.

Las Sailors querían que Black Lady volviera a la normalidad, y Usagi quería de regreso a su hija. Lo qué ellas necesitaban realmente era tiempo: tiempo para que Moon pudiera lanzar su curación sin que Black Lady se escapara El plan había sido suficientemente sencillo; el resto de las Sailors la tendrían ocupada, y Moon atacaría por su espalda. Si las cosas salían mal, siempre habría una segunda oportunidad.

Mars y Venus yacían en el suelo, caídas por los ataques de energía oscura de Black Lady. Mercury y Júpiter casi la tenían a su alcance cuando Black Lady fue golpeada por detrás por explosiones gemelas de magia, derribándola al suelo y sobre las Sailors.

El grito de rabia de Sailor Moon y la descarga de su Tiara Lunar, hicieron que Mercury tratara de levantarse y volver a la batalla. No importaba donde ella girara ni cómo ella se revolviera, ella parecía estar cubierta en un enredadera de miembros y de tela negra, sedosa y suave. Unos pocos gritos y algunos gruñidos hicieron que Mercury se pusiera de rodillas, y ella empujo una pierna de su hombro.

Mirando abajo brevemente, Sailor Mercury se sonrojo profundamente. En todo su lucha había logrado empujar a Black Lady de espaldas, entonces Mercury habia empujado la pierna lejos cuando había descansado contra su cuello. Innecesario decir, que la ley de Murphy había dictado que ahora una pierna a cada lado de la avergonzada Mercury, y para la pobre chica estaba ahora bastante claro el hecho de que la ropa de Black Lady no era toda oscura, rojo oscuro eran los zapatos rojos soleados en pies. Había algunas cosas que Mercury realmente no necesitaba saber.

Parándose levemente, Mercury estiró el vestido negro, cercano y largo en una colocación más modesta. Fue sólo cuando ella se levantaba para unirse a sus amigas en la batalla que se dio cuenta de que Black Lady no se había resistido en ninguna manera. Por el movimiento del pecho, Mercury podía ver que ella respiraba todavía, pero ella obviamente estaba fría, aturdida por la explosión mágica del lugar.

Con una mueca, Sailor Mercury se levanto y se unió la batalla. Sailor Venus estaba aturdida a un lado, tratando de sacudir lejos los últimos efectos de la magia de Black Lady, pero nada podía mantener a Sailors Mercury de defender a Moon cuando ella pensaba que la chica estaba en un problema. Cuándo Mercury vio quién era su enemigo, ella supo que problemas era la descripción correcta.

Había dos chicas, vestidas como Sailors Sailors, pero obviamente no eran parte del equipo. Ellas eran demasiado viejas para comenzar, y ninguna Sailors, bajo cualquier circunstancia, atacaría posiblemente a Sailor Moon como ellas lo hicieron. La falda de Sailor Moon se rompió, y ella sangraba por unas pocas heridas de su brazo izquierdo. A pesar de la manera que Mars y Júpiter atacaron a las chicas más viejas, sus adversarios parecían determinadas a golpear con todas sus fuerzas y terminar lo que ellas comenzaron en Black Lady.

Cuándo Sailor Moon recibió un ataque poderoso de la magia verde justo en su pecho y voló hacia atrás con un grito de agonía, Sailor Mercury vio rojo. Ella nunca había estado tan enojada antes. Aún cuando ellas habían luchado contra Beryl en el Artico, ella no había sido forzada a ver a su líder sufrir tanto. El sonido desgarrador de Sailor Moon chasqueó algo dentro de Mercury normalmente calmado y callado.

El Shabon Spray Freezer de Mercury nunca había sido el mas poderoso de sus ataques, e incluso eso era mejor que el Shabon Spray que ella había sido restringida a durante las batallas con Beryl. Aún Mercury había admitido que era la más débil de cualquiera de la magia de chicas. Pero ver a Moon volar hacia atrás en dolor hizo que algo chasqueara. En algún lugar dentro de ella, Sailor Mercury recordó. Con movimientos tan elegantes como cualquier bailarina, Sailor Mercury trajo sus brazos en un círculo para finalizarlos señalando a la mujer de cabello verde que se atrevió a atacar Sailor Moon.

"¡SHAINE AQUA ILLLUSSION!"

Era la primera vez que Mercury había hecho ese ataque, pero ahora que ella había golpeado a esa mujer con su nuevo poder, Mercury supó que ella podría recordar exactamente lo que ella hizo. Como muchas otras cosas desde su reencarnación, tomaba el motivo apropiado para causar que ella recordara. Ver a Sailor Moon ser herida dio su acceso a otra de sus ataques del Moon Kingdom. Un ataque poderoso para hacerla bastante un adversario digno de cualquiera.

Mercury sonrío en una manera muy excepcional, entonces gritó de rabia y cargó contra la mujer rubia que luchaba todavía. Asustada por la ferocidad de su amiga que era generalmente tan mansa como un ratón, la otra Inner Sailors fue lenta en reaccionar. Sin embargo, ellas rápidamente se unieron a la caza después de apenas unos pocos momentos aturdidas, corriendo ambos contra esas mujeres.

No tomó mucho hacer huir a sus atacantes, pero después de un rato dejaron su persecución. Cuándo Mercury vio a su líder, ella reflexionó de lo que ella había visto y había aprendido. Había sin duda que sus enemigos eran fuertes, ningun duda. Aún con su ataque nuevo, Mercury dudó que ella podría emparejar el poder del Deep Sumerge que su contraparte había usado. En su mente, era sólo el hecho que las mujeres lucharon como dos individuos, antes que un equipo lo que permitió a las Sailors hacerlas huir tan fácilmente.

No todo era fácil, Mercury encontró en su consternación. Mientras ella había estado ocupada dirigiendo la carga, y Sailor Moon se había incapacitado, Black Lady se había recuperado y escapado. Dado de que no había rastro alguno de hacia donde había escapado, la Sailors ayudó a su líder a levantarse y desaparecer en la noche.

Habría un tiempo y un lugar para luchar estas batallas otra vez. De eso, Sailor Mercury estaba segura.

* * *

Ryoga miró la pared familiar y dio gracias silenciosamente a cualquier Kami que le había sonreído a y proporcionado la guía para traerlo aquí.

Él solo estaba un poco tarde para su desafío a Ranma, pero no más que una semana. El hecho que su amada Akane y su odiado enemigo Ranma residieran en el otro lado de esta pared permitían que él reconociera donde estaba.

A fin de cuentas este vez, Ryoga había encontrado finalmente el Tendo Dojo otra vez, pero esta vez, él poseía la última técnica.

En un solo salto, Ryoga libro la pared. La mayoría de las gente se habría lastimado a sí misma de sola tratar de levantar su mochila o su paraguas, pero él podría saltar con ellos fácilmente. Seguro en sus pasos, Ryoga caminó a la casa, seguro de su propio poder. No habría derrota para él esta vez. Esta noche, Ranma colgaría de la mano de Ryoga cuando él se preparara para dar el golpe final. Cuándo él probara finalmente cuán débil Ranma era, y cuán fuerte él era, Akane caería en sus brazos.

Su visión de la belleza perfecta se quebrantó cuando su pie tropezó con algo cuando descendía, y provoco su caída. Por un momento Ryoga yacía allí, tratando de decidir donde él había fallado. ¿No era su sueño que Akane caería sobre él, no que él se caería en el centro de la yarda? Seguro por el hecho de que debe haber sido alguna astuta trampa colocada por Ranma por su temor, Ryoga se levanto y echó una mirada alrededor.

El anochecer quizás había estado comenzando, y el sol estaba ya debajo del nivel de la pared, pero había todavía suficiente luz para que Ryoga pudiera ver el dojo, o lo que quedaba del dojo. Lo qué fue una vez un dojo era ahora un montón de escombros. Un montón de madera en la yarda, eso era todo lo que quedaba, y era un trozo perdido con lo que había tropezado mientras él concentraba en su amor por Akane.

Con un respiro de decisión, Ryoga empujó hacia atrás su cabello y continuó su camino a la casa. Y que, Ranma debe haber perdido contra otro destructor de dojos. Obviamente él no era bueno suficiente para Akane. Una vez que Ryoga mostrara a todos la verdad de eso, él construiría con su amor un dojo nuevo, en algún lugar en el que los dos podrían criar a sus niños pequeños en la perfecta felicidad.

Primero, Ranma. Ranma debe pagar. Ranma debe morir. Ranma debe sufrir por todo lo que él le había hecho a Ryoga a travez de los años. Dejando su mochila, Ryoga asió su paraguas y saltó derecho hasta el cuarto superior del hogar de los Tendo.

Con un choque de madera y vidrio, Ryoga entró por la ventana, logrando perfeccionar la sorpresa contra su enemigo mas odiado. Ranma, obviamente aturdido por el poder y ferocidad de la entrada poderosa de Ryoga todavía se sentaba allí. Sin permitir que sus dedos se dañaran por los restos de la ventana, Ryoga agarro al artista marcial en una mano y se preparó a finalizar con su vida.

Parándose allí en medio de la oscuridad de la habitación sin luz de Ranma, Ryoga sacudió a su enemigo unos pocas veces. Nada. Ninguna respuesta. Ni aún una sacudida. Tenia que ser alguna nueva artimaña.

"¿Qué pasa, Ranma? ¿Quieres que te mate?"

La voz era callada. Casi silenciosa, pero las orejas de Ryoga eran buenas. Quizás demasiado bueno. "Sí."

"¿Qué dijiste!?"

La luz se encendió, y Ryoga parpadeó por el repentino deslumbre. Acudiendo a la puerta, él vio a la hija mediana. Con un brazo enyesado, Nabiki se paró allí, una sonrisa sardónica cruzaba por su cara.

"Ah, no tengas ningún incoveniente por mí, Ryoga. Aplaudiría si pudiera, pero yo no estou bien como puedes ver."

Cambiando miradas entre Nabiki y donde Ranma colgaba todavía débilmente a su alcance, Ryoga se aventuró con una sonrisa nerviosa. "Esto... No es lo que parece a."

Con un gesto exagerado, Nabiki chasqueó sus dedos y estampó el pie.

"Gee, eso esta muy mal. Veraz, lo que esperaba realmente era que tú estés aquí para matar a Ranma."

Ahora él se parecía realmente un niño con la mano agarrada en el frasco de galletas. "Oh... Bueno... Eso es... "

Con unos pocos pasos rápidos, Nabiki se paró justo delante de él. Ella no reservó a Ranma una sola mirada, ella sólo miró a Ryoga derecho a los ojos. Nabiki a menudo había mirado fijamente a él antes cuando ella queria forzarlo a hacer algo, pero esta vez, había algo diferente en su mirada. Esta vez, había muerte en su mirada, y lo espantó.

"¿Cuánto odias a Ranma?"

"¿Qué? ¡No hay suficientes palabras para decir cuánto lo odio! ¡Quiero matarlo! ¡Quiero sacar su corazón por lo que él me hizo a mí! Quiero a-"

Nabiki corto su monólogo. "Pero tú amas más a Akane. ¿Entonces, cuánto odiarías a alguien que la haya insultado?"

Ryoga sacudió su presa como una muñeca de trapo, y Nabiki se dio cuenta que ella podría haber comenzado demasiado templada. - "¿Esta bien, que tal alguien que la golpeara? Tú sabes alguien que diera un puñetazo verdaderamente a Akane. Aún que sabes que Ranma nunca haría eso."

"Yo... Yo lo... "

Ella todavía no se había movido, pero Nabiki casi pareció forzarlo contra las cuerdaa con el poder de sus palabras. "Tú tienes razón. No bastante. ¿Que tal alguien que la golpeara brutalmente? Alguien que realmente la lastimara. No apenas una pelea, sino una paliza verdadera." Ryoga no advirtió el idioma excepcionalmente tosco aún de Nabiki. Cuando Ranma resbaló de sus dedos como un juguete olvidado. Caminó a la ventana y él miró fijamente hacia abajo al dojo roto. ¿Era eso lo que significaba? ¿Había golpeado el destructor de dojos a la pobre Akane? Mientras él había estado entrenando lejos y había estado dominando su técnica nueva, Akane había estado sola, sin nadie para defenderla, sólo Ranma alrededor.

Mirando fijamente hacia abajo en sus manos, Ryoga podía sentirse el poder que desaguaba en ellas. Él lo reconoció ahora después de las semanas de practica. La energía de Ki: la oscuridad, poderosa y enojada. Cuando sus manos resplandecieron verdes, él cerró los ojos por un momento y pensó acerca de Akane, quizás la herida Akane. Quizá... Quizá aún magullado en su hermosa cara angelical. "¡SHI SHI HOKODAN!"

El rayo verde se dirigio a las ruinas del dojo, y mando volar madera por todas partes. Cuándo él se calmó lo bastante, Ryoga vio a Nabiki a sus lado.

Nabiki vio a Ryoga y entonces hacia abajo al dojo otra vez. Verdaderamente, ella encaró el montón de pedazos rotos, pero ella no lo vio. Ella recordaba lo que estaba ahí cuando ella regresó del hospital. Ambas ella y Kasumi estaban en shock, pero era su padre quien realmente la preocupaba. Todos los días desde que su madre murió, él había llorado. A veces él lloraba todo el día.

Él no había sacado una sola lágrima desde que él fue a ver a Akane en la morgue.

Ahora él se acostaba después que Kasumi y se levantaba antes que ella lo hiciera, su día entero limpiaba o atendía los gastos. Él trabajaba en el jardín, limpiaba platos para Kasumi o enceraba el piso. Todo lo que pudiera hacer, todo el día, para mantenerse ocupado. Él les hablaba a ellas, pero algo había muerto dentro de su padre. Él se apenó por su hija, pero para él parecía no poder llorar ya. Años de lágrimas habían disminuido su valor, así que ahora él sufría en silencio.

Hace dos días ellos todo había estado en esa viva habitación. Nabiki miraba fijamente a su computador nuevo que ella había comprado el día que ella salió del hospital. Kasumi había estado ayudando a su padre a limpiar la pequeña vajilla de plata que ellos tenían. Cuando ellos oyeron las voces felices que venian por el portón, su padre se había parado instantáneamente.

"Kasumi, Nabiki. Permanezcan aquí. Cualquier cosa que hagan, no vayan afuera. Yo iva a ser su suegro. ... Es mi deber a. .." Soun había inhalado profundamente, se reforzó y entonces fue a saludar afuera a los Saotomes cuando ellos volvieron del entrenamiento.

Las chicas habían vigilado silenciosamente como Genma entró a la habitación. Él estaba todavía repleto de vida, emocionado después que gastó una semana con su hijo en hace lo que ellos hacían mejor. Ambas chicas lo ignoraron cuando ellos escucharon los sonidos en la yarda.

Una puerta deslizante se abrió y cerró. El sonido se repitió, entonces Soun había reaparecido en la viva habitación. Él cabeceó a sus sobrevivientes hijas y abrió la boca para decir a Genma los hechos horribles cuando un grito lleno el aire.

Simplemente era Ranma. Una y otra vez, él gritó en negación. Así que sus grandes gritos sacudieron la casa pero ellos apenas lograron cubrir el sonido de madera pasmosa. Los cuatro habían sido forzados a escuchar esos sonidos terribles por mas de tres horas. Cada solo pedazo de madera, cada teja, cada panel. Ranma los aplastó de uno en uno.

Todo el tiempo él gritaba en tormento, pero él no había hablado desde entonces.

Nabiki regresó al presente a ver a Ryoga parado allí, ya Ranma tirado en el suelo. Ranma entendió. Ella sabia eso. El dojo no había estado allí para él, había estado allí para Akane. Para ellos. Para sus niños. Sin Akane, no había dojo, ningún futuro. Ranma entendió eso.

"Asi que, eso es lo que estuviste haciendo la semana pasada. Entrenamiento."

"Yo... Entrenaba en las montañas."

"Eso es por lo qué tú no estabas aquí para proteger a Akane."

"Bueno, yo -".

"Ranma entrenaba también, así que no pienso que puedas culparlo." Ryoga se volvió a su enemigo. "Pero él -".

Nabiki con su brazo bueno lo asió del cuello y lo estiró para mirarlo directo a los ojos. No podía haber habido más que una par de centímetros entre ellos. "Dije para. Yo lo necesito, y tú lo necesitas. Él es inútil actualmente, pero tu lo traerás a mí, porque yo lo necesito." Empujando lejos al chico más grande, Nabiki se dirigió al centro de la habitación y asió una puñado del cabello de Ranma. Levantando su cabeza arriba, Nabiki lo miró fijamente a los ojos. Ellos estaban sin vida, pero ella estaba segura que él oyó cada palabra de lo que ella dijo. Ryoga - ella estaba así de segura - estaba atento a cada sílaba.

"Nadie golpeo a Akane, Ryoga. Ella fue asesinada. Ella fue asesinada a sangre fría. Ella me aparto, me salvé, y ella murió por mi. Esos bastardos la asesinaron, y yo los necesito a ti y a chico maravilla aquí para obtener mi venganza. ¿Tengo yo su atención?"

Sólo tomó un vistazo al artista marcial, resplandeciente para saber que ella lo tenia. Ahora todo lo que ella necesitaba era a Ranma. Por todo lo que ella había visto, uno de ellos sólo no habría tenido probabilidades contra las brujas mágicas que mataron a su hermana, o los demonios que acechaban en las calles de Tokio. Ambos, juntos.

Inclino la cara de Ranma para que forzarlo a mirar al Ryoga resplandeciente que había estado rígido de cólera, Nabiki se arrodilló abajo y colocó su boca cerca de su oreja. Ella hablo bajo, pero en el silencio de la habitación, ella estaba segura que ella podría ser oída por ambos.

"Sé quién es ahora. Yo no sé todo, pero sé bastante. He obtenido los nombres, y yo trabajo en lugares. Ahora he obtenido también a los dos mejores artistas marciales en Nerima, quizá en Japón, juntos en una habitación. ¿Qué van a hacer? ¿ "Se sentarán ustedes allí y lloraran? ¿Correrán lejos en un ataque de rabia? ¿O escucharán usted a su muy buena amiga Nabiki, cuando ella les diga exactamente cómo ustedes dos trabajarán juntos?"

Por la primera vez en dos días, Ranma mostró signos de vida cuando él se levantó para mirarla fijamente a ella. Su sonrisa cruel emparejó a la de Ryoga, y ella casi podría sentir la esperanza. La esperanza de que estos dos héroes serían capaces de obtener para su hermana la justicia que ella nunca podría lograr sola.

"¿Están los dos dispuesto a trabajar juntos para matar a cada una de las Sailors Sailors, y cada bruja y sus condenados demonios?" Nabiki tuvo su completa e indivisa atención.

El fin Del Capítulo.

Nota del traductor:
Si te gustó esta historia y te gustaría mandar tus comentarios te aviso que el solo habla y lee ingles, pero puedes escribirme a mi y yo con gusto le mando tus comentarios al autor.
Kal_el27@hotmail.com