Venganza ½

Agradezco a mis pre-lectores:
Ben aevan http://aevan.virtualave.red
Kevin D. Hammel http://www.anime.sobhrach.com/~khammel/
Cuchilla de Sangre http://www.geocities.com/Tokyo/Solapa/5920 Mike Rever

Visita mi sitio de web en
dzillman@ozemail.com.au
http://www.ozemail.com.au/~dzillman/fuego

Pre-disponibilidad de historia comprobada:

Familia Dark Moon invadiendo Tokyo...
Death busters activos y buscando cristales del corazón...
Outers Senshi despiertas con memorias fragmentas...
Sailor Saturn considerada amenaza por todas las Senshi...
Vengativos y preparados artistas marciales...
Delusionada familia Kuno...
Inner Senshi y artistas marciales en guerra...
Outers Senshi e Inner Senshi en guerra...
Death Busters y Familia Dark Moon en guerra...


Comprobado
Comprobado
Comprobado
Comprobado
Comprobado
Comprobado
Comprobado
Comprobado
Comprobado


Entorno de la historia cargando:

Batallas en todo Tokio...
Droids, Daimons e infestaciones malignas...
Adicionales malentendidos...
Sutiles detalles y dialogo de telenovela...
Violencia y batallas...




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Cargando...
Cargando...
Capacidad tope

Historia lista...
Música de entrada empieza...

Traducido por Kal-el.
Formato HTML de Hukarovi Yanoki


Parte 7: La Punta Del Iceberg

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Hotaru se apoyo en la pared baja y abrió su lata de refresco. Era un caluroso y exhaustivo de trabajo, pero ella no estaba dispuesta a parar. Esto era algo que ella sabia que necesitaba ser hecho, en lo profundo de su alma, todo el camino a través de su cuerpo a la medula de sus huesos. Ranma había hecho tanto por ella, este era el único camino en que Hotaru creía que ella podía devolver algo a su héroe.

Ayer ella había gastado mucho tiempo con Nabiki. Cuando se había mudado primero con Ranma, Hotaru pensaba que Nabiki la trataba como los otros chicos en la escuela solían hacerlo, pero ahora ella sabía mejor. Nabiki trataba a todos así. Donde Kasumi era amable, cálida y tan agradable todo el tiempo, Nabiki era siempre un poco mas distante... quizás incluso un poco mas. Si tú estabas en la misma habitación con ella, incluso sentada cerca de ella, la chica de pelo marrón de algún modo te hacía sentir como si estuvieras sola. Eso era por lo que Hotaru no había pasado mucho tiempo con la hermana mas joven, sin embargo, mientras ella llegaba a conocer a la chica mayor, ella empezaba a entenderla mejor.

Nabiki no era distante y fría con solo Hotaru. Ella era así con todos. De algún modo eso hacía toda la diferencia para la pequeña. Así a menudo en el pasado ella había estado rodeada de personas que la odiaban o al menos eran rudas y frías que ya estaba acostumbrada. Eso era por lo que Hotaru estaba deleitada cuando ella se dio cuenta de que Nabiki no la odiaba. Incluso si Nabiki la miraba como un pequeño insecto, su nueva hermana mayor hacia eso a todos, incluso a Ranma. Hotaru no podía entender por que a alguien le desagradaría Ranma, pero si Nabiki trataba a Hotaru de la misma forma que Ranma era tratado, eso era lo suficientemente bueno.

Cuando ella había trabajado con la chica más adulta, Hotaru había ido a través de un número de libros de teléfono de Tokio. Había mucha gente llamada "Saotome" en Tokio. Realmente, había sencillamente mucha gente viviendo ahí, así nombres incluso raros se repetían. Ese era donde el genio de Nabiki había entrado. De una de las gavetas al lado de su cama, Nabiki había sacado una copia del certificado de nacimiento de Ranma.

Hotaru no estaba todavía completamente segura de por que su nueva hermana tenía una copia del certificado de nacimiento, pero proporcionaba una información inestimable de su ídolo que ella no sabia. Información como el nombre de su madre. Ranma Saotome, hijo de Genma y Nodoka. Ahí estaba, en blanco y negro. Esa información solo era suficiente para eliminar a todos excepto un nombre del libro de teléfono. Sorprendentemente, la única referencia dejada en el libro era para " G y N Saotome". Después de diez años de ausencia, la madre de Ranma -asumiendo que era la correcta- aun se molestaba en poner el nombre de su marido y su nombre propio. Devoción y persistencia como esa mostraba de donde Ranma obtenía la suya.

Así fue como Hotaru llego a donde ella estaba. Nabiki la había ayudado a encontrar la dirección en el mapa, pero la chica mayor era incapaz de acompañarla. Mientras Kasumi miraba por la casa, Nabiki miraba por las finanzas. Ella iba fuera cada día, vendiendo sus talismanes y su consejo, y eso significaba que ella era incapaz de acompañar a Hotaru. Así esta mañana Hotaru había salido fuera por si misma y tomo el tren a través de la ciudad.

La casa de la madre de Ranma no estaba lejos. Normalmente Ranma y sus amigos andarían más lejos en un patrulla nocturna simple. Hotaru sabia que si ella estuviera andando con Ranma en la tarde, ella probablemente andaría casi esa distancia. A pesar de eso, ella no quería llegar toda sudada y cansada. Si ella iba a reunirse con la madre de su ídolo, ella quería mostrase en su mejor forma.

Eso era por lo que ella estaba descansando y teniendo una bebida de te helado desde la maquina expendedora. Esa casa, a través de la calle, era el lugar. El lugar donde Ranma debe haber corrido alrededor como un niño pequeño. Solo pensar en su ídolo como un adorable niño de cuatro años usando una trencita era suficiente para hacer a Hotaru sonreír y ocultar una risita detrás de su mano.

Terminando su bebida, Hotaru coloco y aliso su falda. Podía ser el mismo uniforme escolar que ella había estado usando desde que dejo la casa así de repente, pero bajo el cuidado y atención de Kasumi todavía lucía tan fresco y limpio como uno recién comprado. Hotaru solo esperaba que fuera suficiente para la primera vez que ella conocería a la madre de Ranma.

Subiendo a la puerta de la casa, Hotaru tomaba una respiración profunda, juntaba sus hombros, entonces dio un golpe firme a la puerta. Hubo un silencio tan largo que Hotaru casi llamaba otra vez pero justo antes de que su mano alcanzara la puerta ella escuchó pasos. En breve una alta, madura mujer en un excelente kimono abrió la puerta y la miro a ella.

"Hola. ¿Esta la escuela vendiendo boletos de rifa otra vez? Lo siento pero no me puedo permitir una en este momento."

"N-No..." Torciendo sus manos en el tejido de su falda, Hotaru sintió como correr en pánico. Ahora que ella estaba aquí, ¿Como se supone debía hablar con una completa desconocida así como así? ¿Como podía ella haber olvidado lo que ella quería decir? "¿Es-Es usted la señora Nodoka Saotome?"

La mujer sonreía. "Por favor, no hay necesidad de ser tan formal. Y si, mi nombre es Nodoka Saotome."

"¿La Nodoka Saotome?"

Nodoka inclino su cabeza y pensó por un momento. "Yo no estoy segura. Pienso que yo soy solo una Saotome Nodoka. Yo no estaría sorprendida si hubiera otra persona con el mismo nombre en Japón en alguna parte. ¿Imagino que no puedes ser un poco mas especifica, querida? No me digas que gane algo de ese día de exposición escolar al asistí hace rato. Honestamente, Yo estaba solo haciéndolo porque me gusta estar alrededor de niños jóvenes como tu."

Hotaru se enrojo. Naturalmente que era una pregunta tonta. "P-Perdón. Yo estoy un poco nerviosa... ¿Es usted... Es usted la madre de Ranma? ¿Tiene usted un hijo que es un artista marcial?"

Mas rápido que los ojos de Hotaru podían rastrear, Nodoka estaba fuera de la puerta y arrodillada en frente de ella. Nodoka tenía a la chica asustada sujetada por cada hombro y ella la miraba seriamente a la cara. Con una voz sacudidora y ojos que relucían con lágrimas apenas contenidas, Nodoka se forzaba a preguntar lentamente. "Acaso... ¿Conoces a mi hijo? ¿Sabe donde esta él?"

"S--" Su cabeza había solo empezado a asentir, y la palabra no estaba fuera de su boca completamente antes de que ella fuera empantanada en el abrazo de la mujer.

Teniendo a la chica pequeña apretadamente, Nodoka sintió un increíble, alivio indescriptible inundando a través de su sistema. Por diez años ella no había visto a su hijo. Por diez años ella había oído nada más que el ocasional telegrama escrito en la horrorosa letra de su marido y esas habían escaseado y parado hace meses. En todos los diez años desde que se fueron, ella no había visto una simple foto de su hijo creciendo, ni había ella recibido incluso una palabra simple escrita por el en una de las cartas infrecuentes de Genma.

La parte de ella que temía, la parte de ella que era una razonable mujer primero y una madre en segundo lugar había hace mucho empezado a insistir que algo terrible le había sucedido a su hijo. La parte que era una madre, la parte con determinación ilimitada y paciencia - esa parte irracional e irrazonable de su mente - continuaba insistiendo que su hijo estaba vivo y bien. Algún día ella esperaba reunirse con el, pero con el tiempo esa esperanza se había vuelto mas delgada y mas delgada. Sin darse cuenta, Nodoka se encontró que ella no estaba mas realmente creyendo en esa esperanza cariñosa. Ahora que la esperanza había sido restablecida, Nodoka encontró como un gran dolor rasgaba en su pecho, como si algo perdido hubiera sido devuelto y el creciente amor estaba intentando empujar todas esas otras emociones de su cuerpo.

Asustada por la reacción de Nodoka, Hotaru se coloco muda por largo momento mientras la mujer la sujetaba y grandes sollozos de alivio sacudían su cuerpo. Después de un tiempo, Hotaru alcanzo arriba y tentativamente puso sus manos alrededor de los hombros de Nodoka y devolvía el abrazo. Ella no tenía la fuerza de la mujer o entusiasmo, pero podía simpatizar. Ella sabia que si era separada de alguien como Ranma tanto tiempo como su madre había sido, ella estaría molesta también.

La escena estuvo así por muchos minutos largos. Cuando Nodoka finalmente gano control de ella misma y tomaba existencias de donde ellas estaban un sonrojo cruzaba sus caras. Aquí estaba, una mujer Japonesa respetable y decente, mostrando todas sus emociones fuera en público como esto. Respirando profundamente, ella arrastraba sus emociones atrás dentro de ella y se paraba. Cepillando lágrimas de alegría, Nodoka alcanzaba una mano y sonreía a la chica pequeña.

"Por favor, Querida. Ven adentro. Dime, por favor, dime todo sobre mi hijo. Yo... Yo no lo he visto en tanto tiempo, y quiero saber que ha sido de el hasta ahora. Yo quiero..." Ella dio una pausa y parpadeada atrás algunas lagrimas de alegría. "Yo creo que quizás intenté calmarme un poco antes de que vaya y lo visite, ¿hmm?"

"Nnn." Hotaru tomaba la mano ofrecida y ando dentro de la casa. No era completamente la recepción que ella había estado esperando, pero entonces, ella no estaba segura lo que ella había supuesto.

La casa, como la mujer que era dueña, estaba perfectamente mantenida y pulcra. Algunas simples y de buen gusto pinturas colgaban en una pared, mientras el mobiliario estaba todo perfectamente colocado y elegante. Distinto a la casa de su padre, este era muy tradicionalmente japonés. El suelo era todo de claras esteras de tatami, y el mobiliario era de madera laca. También distinto a la casa de su padre, este lugar hablaba de ambos gusto refinado y no excesivo gasto de dinero. Muchas cosas lucían como si hubieran sido enceradas o limpiadas mucho tiempo, pero no había nada de los caros vasos o floreros que su padre tenía. Al ojo inexperto de Hotaru parecía como si a alguien cuidaba muy profundamente de la casa, aunque ella fallaba en notar las señas de los ingresos tan pequeños que Nodoka tenía y como eso adversamente afectados su habilidad para reemplazar algo que se dañaba o se estropeaba.

"Por favor, toma asiento. Yo preparare algo de te para nosotras."

Colocándose en un cojín en frente de la mesa, Hotaru veía a Nodoka andar fuera y asentía ligeramente a si misma. Era fácil ver de donde Ranma obtuvo su piel y pelo hermoso. Hotaru no podía recordar como su propia madre lucía, pero ella esperaba que cuando ella fuera de la edad de la señora Nodoka, ella envejecería tan bien como Ranma quizás.

El te tomo un rato, pero cuando Nodoka volvió ella estaba limpia y tan bien compuesta como cuando ella primero abrió la puerta. Situando una taza de cerámica en frente de Hotaru, Nodoka la lleno con te verde cocido, entonces lleno una para ella. Una vez que cada una había tomado un sorbo del líquido caliente, Nodoka situado sus manos en la mesa, entonces esbozo una pequeña disculpa.

"Por favor perdóname por ser una anfitriona pobre. Perdón que no tenga galletas o bollos para comer mientras nosotras hablamos. Yo tan raramente tengo visitantes que..." Nodoka pauso un momento luciendo avergonzada en su carencia de etiqueta y provisión. "Si puedo, querida, siento que no escuche tu nombre."

Ahora era el turno de Hotaru para sonrojarse de vergüenza. Ella había sido invitada dentro de la casa de alguien, y no había dado su nombre. "H-Hotaru Tomoe, señora Saotome."

"Hotaru... Ese es un nombre bonito. Pero por favor, tu no necesitas ser tan formal."

"¡P-Pero... Usted es la madre de Ranma!" Hotaru exclamo, como si eso explicara todo. 'Seguramente la madre de alguien como Ranma merecía todo el respeto que puedes posiblemente dar', ella pensaba.

Por un momento, Nodoka sonreía en dicha absoluta. Para oir a alguien mas que hablaba del nombre de su hijo. Incluso más, por oír que lo decía con tanta adulación, tanto respecto; hacia a su corazón cantar. Teniéndolo dicho por una chica joven bonita en referencia a su hijo también hacía todo mas dulce. Alcanzándola a través de la mesa, Nodoka situó una mano en Hotaru. "Hotaru... Por favor, cumple a esta madre su deseo más ardiente. Por favor... Por favor dime sobre mi hijo... ¿Es todo lo que mi marido prometió que seria cuando el se llevo a mi niño?"

"Yo no se que le prometió el padre de Ranma, señora Saotome, pero ¡Ranma es la mas asombrosa persona viva! ¡El es elegante y es divertido y es absolutamente increíble!"

¡Cielo! "Mi marido iba a entrenar a nuestro hijo en el camino de las Artes Marciales de Combate Libre. ¿Sa.. Sabes si mi hijo ha aprendido el arte bien?"

Hotaru agarraba sus manos debajo de su barbilla y sus ojos relucían mientras ella recordaba como el la había estado entrenando. Ella recordaba cuando ella había visto a Ranma luchando con Ryoga o los demonios horribles que ellos luchaban. "¡Ranma es el mejor artista marcial en todo Japón! Absolutamente todos lo piensan así... Al menos todo los listos lo hacen. ¡El es tan fuerte, y el es realmente, realmente rápido! Lo que es mas el tiene esta cosa donde el como que... umm... mueve sus manos como esto y... Bien, yo no puedo describirlo realmente, pero nadie puede vencerlo. No solo eso, pero estoy segura que el sabe absolutamente todo cuando se refiere a luchar. ¡Yo voy a ser su estudiante!"

"¡Oh, Ranma!" Nodoka sintió su corazón solo estallando con orgullo. Después de todo este tiempo! Después de todo este tiempo, ella finalmente supo que su hijo esta todavía vivo, y el es todo lo que ella siempre esperaba y mas. Dando a Hotaru una mirada rápida, Nodoka intentado calibrar su edad. Honestamente joven, pero entonces, un hombre real planea para el futuro y no solo el presente. "Como conoces a Ranma, ¿Querida?"

Hotaru giraba y se ponía un poco roja en la cara. Ella no estaba segura como la madre de Ranma iba a tomar esto. "Bueno... realmente, yo vivo con el..."

Orgullo amenazaba con hacer su corazón estallar. ¡Su hijo! ¡Un chico soltero y una chica, viviendo juntos! ¡Cuan varonil! "Viviendo juntos..." Ella susurraba en deleitoso asombro.

"¡N-No, no es así, realmente! yo estoy permaneciendo con Kasumi y Nabiki en su casa. ¡Ranma estaba viviendo con ellas!"

Ahora Nodoka necesitaba que alguien la abrace. Incluso Genma nunca había sido tan varonil. El había tenido un tiempo suficientemente duro manteniéndose con ella, ¡Pero su hijo! ¡Oh, querido, un hijo tan varonil! Tres damas, ¡Todas en una casa! ¡Hermanas sin embargo! Y todavía el lograba llenar a esta chica con tal respeto y adulación. "¿Cuántos años tienen tus hermanas, Querida?"

"Ellas no son realmente mis hermanas, yo solo me gusta pretender, porque ellas me tratan tan amablemente. Umm... Yo pienso que Kasumi tiene diecinueve, y yo estoy bastante segura de que Nabiki es de diecisiete o dieciocho. Ella es muy inteligente y madura."

¡Ohhh, mujeres mayores! Nodoka estaba impresionada. Las chicas gustaban de hombres mas viejos, pero si su hijo podía encantarlas, el debe ser todo lo que ella había esperado. Ella se preguntaba con quien se acabaría casando. Ella podía contenerse apenas de reír a carcajadas en deleite y proclamar la grandeza de su hijo a todos en el vecindario. "Bien, Yo esperare conocerlas, en todo caso. Pero por favor, dime, ¿Como conociste a Ranma?"

Un aspecto de dolor pasaba a través de la cara de Hotaru y ella miraba fuera de la mesa.

"Oh, lo lamento, querida. ¿Dije algo malo?"

"N-No." Hotaru se abrazaba y empezaba su historia. "Yo conocí a Ranma cuando el me salvo la vida. Yo... Yo estaba andando a través de Tokyo yendo a ayudar a esas chicas mágicas, cuando ellos giraron e intentaron matarme. Yo... Yo creo que hubiera sucedido si Ranma no hubiera llegado a salvarme. Vera, Yo no me había dado cuenta de que ellas eran Sailor Senshi entonces. Ahora yo se. Ahora yo se que las Sailor quieren matarme, y... y ¡Ranma parece salvarme cada vez!"

Un páramo de lágrimas salía de los ojos de la pequeña en el momento que ella termino. Molesta por la pena de la chica, Nodoka estaba sorprendido aun por lo que ella había oído. Aunque las Senshi no tenían siempre favorables reportes en el periódico, Nodoka pensaba que ellas parecían tener su corazón en el lugar correcto; la mayoría del tiempo. Para actualmente creer que estaban intentando matarle... "Esta bien, querida. Yo estoy segura--"

Hotaru sacudía su cabeza, enviando lágrimas a volar. "No, no esta bien. Primero mi papá fue lastimado por esos demonios sucios, ahora las Senshi están siempre intentando lastimarme, y ¡No es justo! Si... Si no fuera por Ranma... Si Ranma no me salvara cada vez... Si Ranma no fuera el mejor artista marcial en todo el mundo... Entonces... Entonces... Entonces ellas lo habrían logrado..."

Decidiendo abandonar la decencia y formalidad, Nodoka se deslizo alrededor de la mesa y tomaba a la sollozante chica en sus brazos. Ella había estado impresionada que su hijo estaba viviendo con una chica joven, pero ahora ella estaba comenzando a ver las cosas en una luz diferente. Quizás Hotaru tenía una razón diferente para vivir con su hijo. Su hijo, ¿Posiblemente un varonil y heroico salvador de damiselas en peligro? ¿Podía algo tan maravilloso incluso ser posible?

Cuando Hotaru se sintió como para hablar otra vez, ella no se liberaba del abrazo de Nodoka pero en lugar hablo junto a ella. "Todo empezó cuando Ranma me salvo después yo me escape de mi Papa. De algún modo... de algún modo la mala y cruel asistente de mi papá le hizo algo malo. Yo siempre le dije que Kaolinite era mala para el, pero pienso que ella había empezado ya a tomar su mente para entonces. Cuando... Cuando me fui, el no era ya mas mi Papá. El intento lastimarme, intento hacerme como el; y mi Papa nunca haría eso. El me dijo que ya había tomado el cuerpo de mi Papá.

"Después, Ranma me encontró cuando esas horribles Sailor Senshi estaban intentando matarme. Yo estaba asustada, pero Ranma salto desde la nada y me llevo a un lugar seguro. ¡Era justo como en todos los manga! ¡Ranma era tan rápido y bravo! Si no fuera por el, yo no pienso que estaría viva hoy."

Hotaru descanso por un momento, intentando ordenar lo que era importante y que no lo era. "Esa fue la primera vez que el me salvaba. Después el lo hacia otra vez y otra vez. Cada vez que voy a patrullar con Ranma y sus amigos, parece que alguien tratara de lastimarme. Pero Ranma esta siempre ahí para salvarme, no importa cuan feos y malos y grandes son. Cuando yo crezca, quiero ser como Ranma. El esta enseñándome artes marciales también, ¡Así que yo puede ser!"

"¿Patrullar? ¿Que quieres decir con, 'patrullar'?" No era muy varonil llevar a una chica pequeña como Hotaru afuera a buscar problemas. Sera mejor que su hijo tenga una buena excusa.

Hablando sobre Ranma hacia parecer brillar a Hotaru. Quizás fuera sencillamente tener algo mas que sus propios problemas para pensar, o mas probablemente era el hecho que ella estaba hablando sobre su tema favorito. "Bien, cada noche Ranma y sus amigos van fuera y patrullan la ciudad, intentando mantenerlas segura de todos los demonios, Senshi y las chicas mágicas malas que están ahí afuera.

"Yo no estoy segura que realmente sucedió, porque nadie quiere hablar sobre eso realmente, pero yo pienso que la pequeña hermana de Kasumi fue asesinada por una de las Senshi cuando ella estaba luchando con un demonio. No... No Nabiki, pero otra hermana, pienso que su nombre era Akane. Yo nunca la conocí, pero a veces Ranma habla sobre ella. Pienso que realmente la extraña, porque eso es por que el y Ryoga esta haciendo esto. Pienso... pienso que Akane podía haber sido su novia o prometida, pero no estoy segura. Yo no quiero realmente preguntar.

"En la noche... Cuando es realmente silencioso... A veces puedo oírle hablando sobre ella en sus sueños. Es realmente, realmente triste."

Nodoka cerraba sus ojos y maldecía el hecho que ella permitió a Genma llevarse a su hijo. Por todas cuentas el debe haber hecho un trabajo verdaderamente estelar criando a su hijo, pero el lugar de una madre era junto a sus niños. Ella no sabía incluso que su hijo tenía una novia - y aunque ella esperaba que tuviera muchas novias, ella no podía estar segura. Ahora ella oyó de segunda mano que su hijo esta pasando a través de un tiempo traumático en su vida, y ella no estaba ahí para el. La hacia sentir menos que una persona, menos que una madre por no ser capaz de ayudarlo en su tiempo de necesidad.

"¿Que hay de ti, querida? ¿Por que estas haciendo esto? ¿Por que estas yendo a patrullar con mi hijo? Seguramente es muy peligroso para una dama joven como tu."

Por un momento Hotaru considero mantener sus poderes mágicos en secreto de la madre de Ranma pero ese momento pasaba rápidamente. Que Hotaru era una chica mágica era mas que un "secreto abierto" que algo mas. Prácticamente todos lo que la conocían estaban consciente de sus poderes. Ranma y todos sus amigos, su Papá y quienquiera que la atacaba... Por ahora, incluso las Sailor Senshi probablemente sabían quien ella era, y ellos estaban solo demasiado asustadas para venir y atacarla en la casa de las Tendo porque Ranma vivía ahí también, y ellas sabían que el le daría con todo si lo hacían enojar.

"Usted probablemente no me creerá, nadie nunca lo hace hasta que ellos pueden ver mis poderes, pero yo soy la mas poderosa chica mágica en el mundo entero. Yo no puedo ser capaz de usar mis ataques, pero tengo un hechizo de escudo realmente bueno, y puedo curar gente, también. Yo incluso cure a Ranma en una pelea una vez. Yo estaba colocada atrás para no ponerme en el camino de alguien, y eso significaba que yo era capaz de ayudarlo." Hotaru acabado en una nota triste, recordando su momento real de triunfo y gloria así tan lejano.

Asintiendo en entendiendo, Nodoka hablo con solo una huella de condescendencia en su voz. "Ahh. Tú quieres estar con mi hijo, así que lo sigues dondequiera que el va. Mientras estoy seguro que puedo entender eso, no pienso que realmente apruebo que te metas en peleas. Es solo no apropiado para chicas jóvenes como tu."

"Las Sailor Senshi lo hacen."

"Las Sailor Senshi son..." Ella no podía decir exactamente mitos; mientras ella tenia pensó que era el caso, Hotaru evidentemente no lo hacia. "... un caso especial."

Silencio descendió por un tiempo, con ninguna persona segura de como continuar la conversación. Bruscamente, Nodoka daba un principio y tapaba su boca en desconcierto. "Oh, por favor perdóname. Yo solo no me di cuenta que todo este tiempo he estado molestándote con historias sobre mi hijo, pero yo se nada sobre ti. Por favor, dime sobre ti."

"Oh... Mi nombre es Hotaru Tomoe, y yo tengo doce años...." Nodoka espero pacientemente que Hotaru continuara.

Cuando el silencio se volvió incomodo y Hotaru empezaba a temblar nerviosamente, Nodoka intento sugerir algo para charlar. "Eso es hermoso, querida, pero ¿Que hay sobre pasatiempos o deportes que te gustan?"

"Yo... no realmente hago deportes, y nunca he tenido realmente algunos pasatiempos. Actualmente, eso no es completamente verdad. ¡Yo estoy empezando a aprender artes marciales ahora! De esa forma puedo ser tan fuerte como Ranma o Shampoo. Wow, ¡Yo puedo decir finalmente que hago un deporte! ¿No es eso genial?"

"Eso es hermoso, Hotaru. Estoy segura que mi marido diría que escogiste lo correcto para hacer. Personalmente, pienso que una joven señorita como tu se dedicaría mas a artes femeninas y haciéndose una novia mejor, pero puedo entender por que estas interesada en las artes marciales. Algo que pueda tenerte mas cerca a ese excelente, hijo varonil mío, ¿No es verdad?"

Hotaru se puso tan roja como el kimono de Nodoka. "¡Esa no es la única razón!" Entonces ella se puso incluso más roja cuando se dio cuenta de lo que ella había dicho.

Cuando Nodoka terminaba su risa bien intencionada a expensas de Hotaru, ella continuaba intentando y obtener mas detalles de ambos Hotaru y su hijo. Mientras las manos del reloj parecían correr alrededor de la cara, Hotaru hablo solo poco sobre si misma. Ella ya no iba más a la escuela porque su padre enseñaba donde ella solía ir, y no tenía algunos amigos que extrañar. Teniendo tan poco para decir sobre ella, Hotaru más hablaba con su verbosidad en el tema de Ranma Saotome. Cuando ella hablaba sobre el, Hotaru era completamente servicial y capaz de charlar por horas.

Como las manos del reloj pasando a hurtadillas de las dos de la tarde, Hotaru de repente se dio cuenta de que ella estaba tardándose para sus lecciones con Ranma. Ellas pueden solo ser una oportunidad para andar juntos y mejorar su resistencia en el momento, pero ella había estado segura que toda era entrenamiento. Eso significaba que incluso solo hablar sin dar pausa de su ídolo estaba realmente mejorando sus habilidades de artes marciales.

Inclinándose a su anfitriona y explicando por que ella necesitaba urgente irse, Hotaru hizo su camino al vestíbulo de entrada. Mientras ella se ponía sus zapatos, Nodoka se colocaba tras ella y esperaba pacientemente.

"Hotaru, Yo quería agradecerte desde lo profundo de mi corazón por traerme estas maravillosas noticias sobre mi hijo. Yo se que estoy imponiéndome a ti, pero ¿Hay alguna oportunidad de que pueda ser capaz de unirme a ti esta tarde, para que pueda reunirme con Ranma? Han sido diez largos años desde que vi a mi hijo."

Hotaru estaba mortificada. Como podía ella haber olvidado preguntar a la madre de Ranma para venir y visitarlos. "¡Ahh! ¡Señora Saotome! lo siento, ¡Lo siento! Olvide pedirle que venga a una comida antes de que nosotros nos vayamos. Es verdad, ¡Honestamente! Eso fue por lo que yo vine aquí en primer lugar. Por favor, ¡Tenga esta invitación!"

Doblándose en casi un ángulo recto en la cintura, Hotaru sujeto un sobre blanco a su anfitriona con ambas manos. Ella no miraba arriba hasta que Nodoka lo tomo, e incluso entonces ella era cuidadosa, de alguna forma asustada de que la madre de Ranma estuviera enojada con ella por olvidar algo como eso. En lugar de eso, lagrimas fluían por las mejillas de la mujer mientras ella leía lo que estaba escrito.

La nota era solo una corta, pero cortésmente invitaba a Nodoka Saotome para unirse con su marido, hijo y todos sus amigos para una comida y una reunión en el Dojo Tendo, dirección proporcionada. Hotaru había planeado que sea una reunión especial, y ella había escrito la nota en su mejor letra, incluso yendo tan lejos como para usar algún papel lindo de Nabiki. No solo eso, pero Kasumi había ofrecido cocinar algo muy especial si Hotaru lograba realmente encontrar a la madre de Ranma.

Empapada con felicidad, las lágrimas de los ojos de Nodoka fluían de alegría. Incapaz de hablar, ella podía solo asentir silenciosamente antes reunir a la chica pequeña en otro abrazo agradecido. Eventualmente, mientras su voz volvía, ella susurraba "Gracias" una y otra y otra vez.

Cuando Hotaru fue finalmente capaz de irse, Nodoka cerro la puerta y respiro profundamente. Mientras ella intentaba ordenar sus arrolladoras emociones ella se inclinaba contra la pared del vestíbulo. Ella podía apenas pararse o pensar correctamente porque estaba tan feliz pero tenia tanto por hacer. En solo unas pocas horas ella necesitaba limpiarse y preparar un buen kimono para su reunión. Solo tan importantemente, ella necesitaba tomar la promesa solemne de Genma donde el documento colocado en su relicario de familia.

Cada día ella rogaba al relicario, rogaba que Genma tuviera éxito en hacer de Ranma un hombre entre hombres, y que sus condiciones en el contrato fueran reunidas. Hoy, ella finalmente seria capaz de quemar ese pedazo horrible de papel. Su pequeña invitada no había dejado ninguna duda en su mente de la virilidad de Ranma, y ella quizás disfrutaría de ser capaz de pasar un simple día sin el temor de necesitar decapitar a su propio hijo por fracaso a obedecer.

Andando hacia el baño para que ella pueda limpiarse, Nodoka susurraba. Solo unas pocas horas más, y ella estaría con su hijo otra vez. Un indiscutible hombre entre hombres.

* * *

Kodachi Kuno se sento en la base de su estatua y corría una mano por una de las piernas excelentemente esculpidas. En todos sus dieciséis años en este planeta, ella no podía recordar ver una más fina o más bella estatua. La magnifica, aturdidora y refinada dama de la estatua había crecido en tamaño bajo su cuidado y amistad. Ahora la visión de cristal negro de perfección casi alcanzaba el techo de la habitación, y era de unos buenos dos metros y medio de alto.

La estatua tampoco lucía más como la tonta mujer vieja que había sido cuando ella la vio primero. Ahora la estatua lucía como Kodachi en toda su gloria.

Enfocada en pensamientos felices, Kodachi se paro y corría su mano junto al brazo de la estatua. Donde antes la mano de cristal había estado vacía, ahora contenía una rosa. Una rosa negra, hecha del más fino, afilado cristal que Kodachi podía imaginar.

Ella había descubierto rápidamente como hacer a la estatua crecer. Había sido tan fácil en tantas formas, dado que nutrir a sus plantas trabajaba en casi exactamente la misma forma. Enfocarse en pensamientos felices, en brillantes, limpias, claras imágenes de un futuro mejor y el cristal respondería como deseabas.

Naturalmente esta técnica requería que tú puedas enfocarte en dos ideas completamente separadas al mismo tiempo - los pensamientos felices y el camino guía para el cristal - pero ser de sangre noble Kodachi Kuno no tenía problemas actuando aunque ella tenia múltiples personas corriendo alrededor dentro de su cabeza, cada una haciendo su propia tarea.

Decidiendo que ella había hecho la estatua suficientemente alta, ella quería que siguiera creciendo, y vino con un nuevo plan. Mas que crear algo de belleza pura - su imagen propia - ella expandiría la base, construyendo una escena entera del cristal. Arrodillándose otra vez en frente de la negra masa de cristal, Kodachi permitió enfocar su mente, por una vez permitiendo la influencia guía y sus pensamientos felices volver a ser uno y el mismo.

Empezaba como una protuberancia del cristal negro cerca de los pies de la estatua, pero en breve la masa empezaba a tomar forma, adoptando las líneas del pensamiento feliz que Kodachi había gastado tanto tiempo enfocando recientemente. Para ella, era una imagen de como su batalla de Artes Marciales de Gimnasia rítmica habría acabado. Ella triunfante, con la despreciable chica pelirroja a sus pies.

La cara de la chica pelirroja era ahora claramente visible en el cristal. Toda desde su amplia boca abierta en un grito silencioso a las líneas alrededor de sus ojos mostraba temor sin límite y dolor. Este era el pensamiento feliz de Kodachi. La Chica pelirroja en dolor. La Chica pelirroja sufriendo. La Chica pelirroja humillada en publico y lamiendo los fuertes pies de Kodachi Kuno. Era un pensamiento feliz que Kodachi había atesorado por muchos largos meses, y era lo que permitía a su arte y embellecer su estatua.

Sencillamente observar a la estatua tomar forma más y mas detalles de la derrota de la chica pelirroja venía a su mente. Esto hacía que tome más forma el cristal negro, conduciendo a Kodachi a alturas nuevas imaginadas de despiadado sadismo y tortura.

Si solo estuviera dentro de su poder tener a la Chica Pelirroja en su misericordia así. Por tenerla atrapada y atada, sus heridas siempre negando a ella la belleza necesitada para tentar a querido Ranma. Para tenerla mendigando por misericordia que nunca vendría. Kodachi quizás empezaría a regocijarse completamente con la Chica Pelirroja y luego seguiría su camino sobre cada otra chica que ose intentar seducir a su querido Ranma. Ella les haría pagar por sus pecados como la patética figura en la estatua.

Oh, como ella la haría pagar.

"Así fue como uno de nuestros Cristales Negros llego a ser activado."

La voz era profunda y grave. Pero fría. Tan fría. Fría como lo mas negro del espacio. Fría como las profundidades del océano. Fría como incluso un minuto sin el amor de su querido Ranma. Era una voz que dejaba desesperación y temor. Enviaba escalofríos arriba de su espina e hizo a Kodachi pensar en las ultimas horas de su madre.

Ella amaba la voz desde el primer momento que ella la oyó. Si su Ranma podía ser posiblemente algo mas perfecto, el poseería esa voz.

A pesar de la forma en que ella atesoraba la voz, y sabia que ella soñaria Largamente con ella cuando durmiera esta noche, Kodachi giro alrededor con imperial lentitud para mirar a quienquiera que seria tan atrevido como para entrar a los vestíbulos de Kuno sin ser invitado. Cuando ella alcanzo al propietario de la voz y apreciaba su apariencia de criado, ella decidó que el cuerpo y traje que iba con la voz dejaba mucho que desear.

El hombre, si verdaderamente era un hombre, llevaba una capa gris floja que lo tapaba de la cabeza al dedo del pie. La capa, que casi parecía ser hecha de las sombras mismas, era todo lo que ella podía ver realmente del hombre mas que sus manos. El estaba sentado en el suelo en una manera con las piernas cruzadas, y la capucha estaba puesta adelante, enviando su cara dentro de la impenetrable oscuridad.

Las manos del hombre tenían largos, dedos pálidos que nunca completamente lograban permanecer quietos. Las manos - casi mortalmente blancas - estaban perfectamente limpias aunque pertenecían a un cadáver embalsamado. Pero ningunas manos de cadáver alguna vez se habían movido tan libremente alrededor de la cambiante, bola de cristal multicolor que parecía revolotear en frente del hombre. Esas manos no parecían lograr algo con su movimiento, pero ellas no paraban, y el no hablaba otra vez.

"Naturalmente se da cuenta, campesino, que esta violando las tierras de los Kuno." Kodachi giro arriba su nariz en una forma insultando y el modo de una clase superior.

"Usted debe perdonarme, Kodachi Kuno. Yo he venido aquí solo para ver su trabajo. Para ver que energía oscura podía haber repostado crecimiento tal en mi cristal."

"Usted sabe mi nombre." No era una pregunta. Alguien de la clase Kuno no hacia preguntas a plebeyos. Ellos sencillamente les ordenaban.

"Yo se muchas cosas. Parece que no aprecie verdaderamente su talento antes de verlo por mi mismo. Hasta este día, creía que era el único capaz de formar el Cristal Oscuro a mi antojo."

Kodachi reía en sus maneras de señora. Ella siempre pensaba que era importante para la gente menor saber cuando ellas la habían divertido. Alcanzando donde la Chica pelirroja se arrodillaba en un tributo sin fin al dolor y retribución, Kodachi prolongaba su mano y la ponía en el cristal por un momento. Pensando sobre una forma de acabar a intrusos, Kodachi cerraba su mano alrededor de un pomo nuevamente creado y pensaba adelante un largo trozo de cristal. Con la belleza del pensamiento y volviendo a la acción, el trozo se formaba en una destellante, espada de corte afilado, mientras al lado la chica pelirroja desarrollaba una abierta, sangrante herida para mostrar de donde la arma haía sido sacada adelante.

Apuntando su espada nueva al intruso de capa gris, Kodachi daba una risa corta. "Como usted puede ver, yo puedo causar que el cristal haga todo lo que yo deseo. Desafortunadamente para usted, usted no será capaz de ver la forma final de mi obra maestra. Porque - como con todos los intrusos de nuestra casa - usted no será visto otra vez. Yo le pediría a un criado realizar el servicio, pero me temo que no disfrutaría el trabajo suficientemente."

Ella no podía ver su cara, pero Kodachi podía jurar que sintió al hombre sin nombre sonreírle. Sin un simple cambio en sus acciones o una palabra simple, la espada se derretía de nuevo. Fluyendo como si estuviera vivo, el cristal parecía construirse a si mismo hasta que ella no sujetaba una espada, pero una miniatura de su estatua propia. Completa hasta el detalle mas diminuto, el magnifico trabajo de ella con una vencida Chica pelirroja era todo lo que permanecía de su arma.

"Como usted puede ver, yo tengo alguna habilidad en como trabajar el cristal... Mi cristal. Usted haría bien nunca olvidar eso, Kodachi. Soy yo el que controlo el Cristal Oscuro de Némesis. No otro. Yo puedo permitirle usarlo, pero siempre seré yo el que sea el amo."

Kodachi se quedo quieta entonces bruscamente soltaba la miniatura en el frió mármol del suelos donde se destruía dentro de millones de pedazos. "Parecería que usted esta en lo correcto... Para un campesino, usted es molesto y tenaz. Sin embargo..."

Silenciosamente, Kodachi dio un paso aparte del hombre sentado y gesticulo a su trabajo de talento artístico. "Sin embargo, usted claramente no tiene mi habilidad o talento. Yo no estoy cegada a lo sucedido de nuestra bella ciudad, y reconozco la forma de la estatua en las noticias. Veinte metros de alto y rompiendo a través de un edificio para que todos puedan verla, y ¿Aun usted todavía persiste en esculturas tan crudas? Honestamente, incluso un campesino como usted mismo tendría alguna apreciación para el arte."

Si el hombre tomo a mal su observación, el no daba seña de ello. Por el último mes y medio, Esmeralda había estado poniendo estatuas de ella misma en puntos de poder situados por toda la ciudad. Dondequiera que ella la activaba, inmediatamente empezaría a absorber ligeramente la energía oscura que la rodeaba mientras simultáneamente arrastraba mas poder desde el Cristal de la Oscuridad que formaba el meteorito Némesis lejano en los exteriores del sistema solar. Naturalmente, mientras la energía venia, la estatua crecía hasta que era evidente para incluso la mocosas Sailor Senshi. En tiempos como esos, alguien llegaría hasta intentar y desbaratar sus planes destruyendo la estatua.

Ocasionalmente los episodios como estos serian capturados en las noticias, y el mundo vería a las Senshi o los Death busters llevarse la victoria. Sin embargo nadie había visto a sus agentes situando cristales sin activar como el que Kodachi había encontrado. Solo cuando la Familia Dark Moon estuviera lista ellos los activarían. Solo entonces los residentes de Tokio conocerían el verdadero miedo.

"Yo lamento que es verdad, yo carezco de su... fineza... con el Cristal Oscuro. Donde Yo puedo controlar y empuñar los poderes que ofrece, no tengo su sutileza. Yo puedo hacer que el Cristal copié su trabajo, pero no puedo crearlo por mi mismo. Las estatuas que hacia para mi criada son funcionales, pero ellas no tienen el... el detalle o el cuidado amoroso que el suyo. Yo puedo ver en este un grado de pasión y exactitud que merece ser reconocido."

"¡Ohh! ¡Ho, ho, ho, ho, ho, ho!" Una dama seria suficientemente cortes para cubrir su boca cuando reía, y Kodachi no era la excepción. Su cabeza lanzada atrás en risas, su mano izquierda estaba en frente de su cara para que ella pudiera disfrutar sin alguna indecencia. "Yo puedo asegurarle que las habilidades de todo Kuno, yo misma en particular, excede grandemente a cualquier plebeyo."

Otra vez había esa sensación de que la figura encapotada estaba sonriendo condescendientemente. "Yo concederé su habilidad, Kodachi, pero no puedo conceder su poder."

"¿Oh, realmente? ¿Tú puedes dudar de la fuerza de Kodachi Kuno?" En un destello, una cinta de cristal aparecía en sus manos. Con práctica se estaba volviendo más fácil de controlar, y su cólera con el hombre que la ridiculizaba proporcionaba amplio combustible para hacer el cristal crece a la longitud y flexibilidad que ella deseaba. Hilando la cinta de cristal sobre su cabeza como ella había practicado tan a menudo en gimnasia, Kodachi empezaba a atacar a ambos lados del hombre de negro.

"Dado que usted realmente quiere entrar a mi casa y luego osar cuestionar mis habilidades en alguna forma... ¡Toma esto! ¡Y esto! ¡Y esto!" Con ataques como un látigo, la cinta de cristal sonaba a ambos lados del hombre. A través de todo, el se sentaba ahí, inalterado. En ningún momento trato de eludir, ni sus manos paraban su movimiento desigual alrededor de su brillante bola.

"Ese no es el verdadero poder del Cristal Oscuro Kodachi. Para todo su talento artístico, solo yo puedo abrirle al poder verdadero de Némesis. Solo una vez que el cristal es activado verdaderamente puede mostrar el poder necesitado para hacer esto..." Entonces su mano paro su movimiento. Brevemente el hombre levanto su palma derecha adelante y dirigía un rayo brillante de energía púrpura oscura por el vestíbulo.

Atraída por el rayo y la tremenda explosión, la cabeza de Kodachi miraba alrededor. Ciertamente, su invitado había solo hecho un agujero en una de sus paredes, pero eso era algo que ella podía perdonar. Su Ranma era afecto a hacer la misma cosa cuando el la visitaba, pero ella nunca lo había visto hacer algo como este hombre había hecho. ¿Como podía este hombre poseer energía y poder capaz de romper paredes y demoler a sus enemigos con facilidad igual? ¡Ella debe tenerlo!

Mientras ella giraba de vuelta al hombre, su boca colgó abierta ligeramente, Kodachi vio su estatua. La estatua en que ella había vertido tanta energía dentro de días recientes se había encogido. Donde antes había estado en unos bueno dos metros y medio de alto, ahora estaba apenas a la altura de la cintura. "¿Q-Que le sucedió a mi bella estatua?"

La figura encapotada daba unas bajas risitas que causaba que los pelos en su nuca se pararan en una más seductora manera mientras escalofríos corrían arriba y bajaban por su espina. "Ese es el verdadero poder del Cristal Oscuro. Ese cristal al que eres tan cariñosa es un trozo de Némesis, un asteroide flotando a través de los límites de nuestro sistema solar. Un asteroide compuesto enteramente de energía negativa.

"Mientras usted alimentaba su energía negativa dentro de la estatua, usted causaba que creciera. Odio, envidia, dolor, temor. Todos estos sentimientos negativos son la fuente de energía del Cristal Oscuro. Pero toda esa energía es inútil a menos que pueda ser usada, y solo yo puedo otorgar el permiso para usar ese poder. Por que yo soy Wiseman, y yo soy el señor del Cristal Oscuro de Némesis. Yo, y esas personas a las que yo otorgo permiso para poder usar el poder del Cristal Oscuro. Eso es lo que le sucedió a su estatua. Cuando yo use su poder, se encogió, pero esta todavía ahí. Némesis esta lleno con energía oscura como esta, mas poder del que seria necesitado para cubrir este planeta entero."

Hubo silencio. "Dámelo a mi."

"Yo dije que me des el poder del Cristal Oscuro, tonto. Yo soy Kodachi Kuno, y yo demando que usted me de este poder."

"Yo estoy dispuesto a darle acceso al poder... Con algunas condiciones..."

Los ojos de Kodachi se estrecharon. Ella sabía que este hombre era astuto. Ella podía sentirlo. El hombre, Wiseman como el se llamaba, osaba la misma confianza que Nabiki Tendo. Sin duda el era justo tan digno de confianza... Pero eso no importaba, Kodachi Kuno estaba dispuesta a lidiar con cualquiera que necesitara para que ella pueda adquirir lo que era suyo por derecho. Si eso significaba que ella necesitaba aceptar sus condiciones ahora y luego negociar mas tarde, así sería. Una vez que ella tuviera acceso a todo ese hermoso poder y tenerlo bajo su control, ella sabia que sería enteramente capaz de tomar control en la manera que convenía a alguien de su posición.

"¿Y que clase de condiciones busca usted imponer en la hija mayor de la Casa Kuno?"

"Quizás yo deba aclarar a usted lo que estaría obteniendo a cambio de su sumisión. Cuando yo le de acceso a los poderes del Cristal Oscuro, usted será capaz de tanto o mas que el ataque conmovedor que yo demostré. Ese ataque saco su poder de la estatua detrás de usted, y esa estatua es diminuta. Llenada sola con las energías oscuras que usted había sido capaz de dar, había apenas suficiente poder para ser capaz de hacer un agujero en la pared.

"Nemesis es un asteroide, un cristal de kilómetros de energía oscura pura. Tanta energía oscura reunida junta es una auto-generadora fuente de odio, avaricia, violencia, cólera y depresión. Todas las emociones oscuras que nublan el alma humana se manifiestan ahí, creciendo en nosotros mismos para crear la máxima arma. Nemesis es el máximo poder, y con el usted puede lograr todo lo que usted deseé. Todo lo que yo quiero en retorno es que me obedezca y me ayude a mi a traer ese poder a la tierra."

"Tal Poder..." Kodachi pronunciaba. "Tal poder dentro de mi puño. Con esa clase de poder, mi querido Ranma me adoraría como una Reina. Yo podría aplastar a todos mis enemigos. ¡Yo podría hacer todo lo que desee! ¡Ranma seria mío! yo, Kodachi Kuno seria la Reina de Tokyo, no... Japón. Mejor aun, ¡Del mundo entero!"

Wiseman reía suavemente mientras su risa tocaba una campana, sacudiendo las paredes de la casa con su intensidad. "Si, Kodachi. Usted trabajaría completamente bien junto al Príncipe Diamante mientras ambos me estén trayendo la energía oscura a este mundo."

A media risa, Kodachi de repente se silencio. "¿Príncipe Diamante?"

Wiseman no dijo nada mientras ella lo veía a el. "¿Príncipe Diamante, hmm?... yo no estoy segura si encuentro eso aceptable. Por que si voy a ser la Reina y Ranma va a estar a mi lado, yo no creo que sea correcto que exista otro hombre llamándose 'Príncipe'. Me temo que usted tendrá que deshacerse de el. Es solo no aceptable."

Eso causo que el diera una pausa. Antes de que viniera a ver a Kodachi, el había considerado incontables opciones. Todo desde ella ser una inquebrantable agente del bien a ella cayendo dentro de sus manos tan rápidamente y fácilmente como ella lo había hecho. Sin embargo, el nunca había considerado que ella se quisiera deshacer del Príncipe Diamante sin siquiera conocerlo.

"Kodachi, su nombre es solo eso, un nombre. Príncipe Diamante no es mas un príncipe que otro hombre en la calle. Como usted puede imaginar bien, nuestras posiciones altamente públicas combinadas con la necesidad de inducir temor y respeto en nuestros contrarios han conducido a muchos en nuestra posición a adoptar seudónimos. Los seguidores de Diamante son conocidos como Esmeralda y Rubius, estableciendo un modelo al mismo tiempo que muestran su fidelidad a el."

Con un desdeñoso sorber de su nariz, Kodachi bajo y giro al vestíbulo ligeramente. Mientras ella andaba, ella tocaba ligeramente su barbilla, inconscientemente hablando en voz alta. "Lo que usted dice tiene merito. Yo empiezo a entender por que eres llamado Wiseman... Quizás necesito algo similar. Yo nunca revelaría mi verdadero nombre a todos los plebeyos y comunes de la ciudad, para que ninguno de ellos se vuelva celoso y atormente a mi querido hermano excesivamente..."

"Mientras no puedo dudar usar un nombre para situarme en ascendencia sobre este Príncipe Diamante, el puede ser bien un peón útil por un tiempo. Hasta que yo haya tomado completo control de este maravilloso poder, puedo necesitar depender en estos cretinos en alguna forma. Muy bien entonces, esperare un tiempo hasta que me declare a mi misma Suprema Diosa Reina Sobre Todo. No será hecho para intimidar a mis terrestres aliados mucho inicialmente."

Alcanzando el fin de su pensamiento, Kodachi giro y empezaba a ir de vuelta tranquilamente esperando a Wiseman. "Yo estoy pensando que empezaría a indoctrinar a la gente en un estado temprano a mi estatura y magnificencia. Algo más refinado que mi actual apelación. ¡Wiseman! ¡Atiéndeme! ¡Desde este día adelante!, yo seré conocida como... ¡Black Lady!"

Por un instante, las manos de Wiseman paraban su movimiento interminable sobre su bola de cristal. "Eso... No seria aconsejable, Kodachi. Desafortunadamente, Yo no le había informado aun que yo recientemente reclute a una dama de poder extraordinario. Mientras su arte y meticuloso, habilidad palidecen en comparación suya, ella empuña poder con una habilidad inusual en alguien tan joven. Esta persona, quien viaja por el nombre de Black Lady, es improbable que guste con su selección de nombres, y su habilidad de dirigir el poder de Némesis es segunda solo a la mía. ¿Puedo yo pedirle que considere otro nombre, Kodachi?"

"Humph. Bien, si una plebeya ha empezado ya a ensuciar el nombre con su uso, no sería apropiado que alguien tan fina como yo misma lo use. Muy bien, entonces. Como por tantos años yo he sido la gloriosa joven estrella del círculo de gimnasia de mi escuela, una flor entre malas hierbas, Yo creceré más allá que ser sencillamente la Rosa Negra de la preparatoria San Hebereke. Yo ahora seré... ¡Black Rose! ¡Pronto a ser la Suprema Diosa Reina Sobre Todo!"

Una vez más Kodachi lanzaba su cabeza atrás y reía. Evidentemente esto era alguna clase de señal. Ella había trabajado tan dura para encontrar un nombre que inculcara ambos temor y respeto en sus nobles, y ahora ella puede tomar ese nombre sobre el estrado del mundo para empezar el siguiente acto en el drama que era su vida.

Wiseman sonreía, el era muy feliz. La Rosa Negra haría una adición excelente a sus fuerzas. Físicamente ella era bella, sus maneras eran crueles y frías, la única cosa que venia cerca a igualar su ego era su considerable habilidad, y ella era misericordiosamente libre de las cargas de la inteligencia. Tan lejos como Wiseman estaba interesado, solo una persona en la Familia Dark Moon tenía permitido pensar, y ese era el. Príncipe Diamante podía jugar a ser el jefe todo lo que quiera, mientras el y sus seguidores obedecieran a Wiseman. El se sentía seguro de que esta Kodachi Kuno seguiría su bondadosa orientación, y cuando llegara el tiempo de reemplazar al Príncipe Diamante, ella seria un adecuado peón para su caída.

Juntándose a Black Rose mientras reía, Wiseman era un redoble de bajo junto a su soprano. Incluso mientras ellos reían y lo disfrutaban, Wiseman seguía pensando lo que necesitaba ser hecho para asegurar su éxito. La siguiente cosa en su lista era otorgar a Black Rose sus nuevos poderes, y darle una probada de lo que realmente significaba jurar lealtad a alguien de su poder.

Alcanzando con un comando mental, Wiseman activo la estatua, quitando las metafísicas barreras que impedían que absorbiera toda la energía oscura de los alrededores. Tan pronto como el hacia eso, alternantes anillos de púrpura oscuro y negro empezaban a salir fuera del centro. Con cada latido, con cada ola poder drenado, la estatua crecía. Mas que tomar una noche completa para crecer al tamaño del techo como bajo las administraciones de Kodachi, ahora tomaba solo momentos.

"Ahh, que bien se siente tan. Seguramente este lugar es un sitio de un gran e intolerante mal para proporcionar tanta energía oscura a mi estatua. Ven, Black Rose. Únete a mi, ¡Siente el poder que esta ahora a tu mando!" Mientras decía las palabras, Wiseman abrió una conexión desde Némesis a Kodachi. Como el mal por todas las centurias, el podía ofrecer la tentación, pero el no podía forzarla dentro del mal verdadero. El podía ser capaz de controlar las mentes de los tontos débiles que lo rodeaban, pero incluso entonces el seria el que controle el poder oscuro, no ellos. Corrupción verdadera, conversión verdadera al mal no venia a través de control, pero a través de sumisión. El podía ofrecer a Kodachi el poder, pero solo ella podía tomarlo.

Cuando Kodachi sintió la masiva ola de poder ofrecida a ella, ella no se detuvo a considerar. Esto era todo el poder que ella había imaginado. Este era el poder para lograr algo y todo lo que ella había deseado siempre. ¡Con poder como este a su disposición, ella nunca necesitaría justificar sus acciones otra vez! Sin una mirada hacia atrás, Kodachi se volvía la Black Rose; una sirviente del mal, un soldado de Wiseman.

"¡Oh, si!" La Black Rose gritaba en delicioso éxtasis mientras ola tras ola de poder atravesaban su cuerpo. Sacudiéndola de placer, sus rodillas se ponían débiles y sus ojos rodaban atrás mientras el placer mas intenso que cualquier orgasmo que ella haya tenido. "¡Si, Wiseman! ¡Me someto! ¡Me someto! ¡Ohhhh!"

Profundo dentro de su capucha, Wiseman giraba un ojo curioso a su nueva discípula. Esa no era la reacción normal a poder ilimitado. Alguna gente lloraba, otros gritaban con gloria. Esta era la primera vez que el había visto a alguien... bien... alguien hacer todo lo que la Black Rose estaba haciendo.

Un minuto más tarde, mientras la estatua de Kodachi y la suplicante Chica Pelirroja atravesaban el techo del cuarto, la Black Rose lograba un retorno parcial a sus sentidos. Ella todavía crispada ligeramente, y su boca estaba abierta mientras ella daba pequeños, pocos gritos profundos por aire. "Oh, Wiseman... Eso se sintió taaaaan bien. Yo puedo sentirlo. Yo puedo sentir el poder por todo mi cuerpo. Yo puedo sentirlo en todas partes... y se siente tan bien. ¡Permíteme usarlo! ¡Por favor, Wiseman! Déjame usarlo. Yo quiero sentir el poder. Yo quiero sentir la fuerza a través de mi otra vez hasta... Ohhh... Yo quiero usarlo tanto!"

'Si', pensaba Wiseman. 'Black Rose fue un excelente hallazgo. Es tan raro en estos días y época encontrar a alguien que honestamente codiciara poder por su amor propio. Todos, Diamante, Black Lady, las Senshi; ellos desean poder por lo que puede darles. Esta chica, la Black Rose, ella aprecia el poder y oscuridad para ella mismas. Eso solo la hará a ella grande.'

"Si, mi discípula. Puedes usar todo el poder que desees. Mientras más energía oscura traigas dentro de este mundo, mas puedes usar. ¡Sientelo! Siente el poder dentro del cristal. Siente como el puede volverse una viviente, ¡Respirante entidad! ¡Siente como tú puedes llamar tu propio Droid para seguir tus ordenes!"

La Black Rose podía sentirlo. La ola inicial de poder había retrocedido en una quemadura constante de placer en su matriz y un escozor junto a sus miembros, pero ella podía sentir lo que Wiseman describió. Ahí estaba, alojado dentro de la estatua, una vida nueva, esperando sus ordenes para venir y soltarse en el mundo. Ella estaba a punto de liberar su primer Droid cuando ella vacilaba y examinaba la estatua más estrechamente. No... Para soltarlo de la manera que Wiseman le había mostrado era inelegante. La Black Rose merecía un Droid no menos que perfecto de lo que ella era, una maquina viviente de mal puro sin limite mas de la fuente de la que fue creada. Si ella seguía las direcciones de Wiseman, la muerte del Droid destruiría su hermosa estatua, y eso nunca lo haría.

"¡Vamos adelante, mi esclavo!" Apuntando su mano a la sólida estatua - de ya seis metros de alto y comenzando a romper a través del tejado sobre el suelo del segundo piso- la Black Rose llamó a su criado. Lentamente, aunque bajo presión, el cristal se movió y relució. Con un paso que era lento y parando primero pero mas rápido con cada segundo que pasaba, un Droid salía de la estatua. Completamente adulto, era de unos buenos dos metros y medio de alto, con su cabeza redondeado cepillando el techo levantado de la habitación.

"Estoy impresionado, mi niña." Verdaderamente el lo estaba. Wiseman nunca había incluso considerado que era posible hacer lo que la Black Rose había justo hecho. Él ya sabia que la mujer no tendría la habilidad de Black Lady para directamente desencadenar la energía - la Black Rose seria afortunada si podía igualar a Esmeralda o Rubius en esa materia - pero su talento para la manipulación era extraordinario. Aunque el no podía entender aun como ella lo hacia, Wiseman ya sabia que ella había creado un Droid sin la inherente debilidad de sus antecesores. Bajo la orientación de Black Rose, una estatua sola seria capaz de producir un flujo constante de Droids ¡hasta que la ciudad entera fuera invadida!

Asumiendo naturalmente que ella lograra controlar las convulsiones de placer que la tenían yaciendo en el suelo susurrando. Quizás ella disfrutaba su trabajo solo un poco mas de lo debido.

La Black Rose estaba solo poniendo su excitación bajo control y estaba intentando gatear de vuelta a sus pies cuando una voz tocaba una campana a través de la habitación de púrpura iluminada.

"¡Alto! ¿Qué forma de prueba del diablo te has embarcado esta vez, hermana torcida mía? ¡Saber ahora que yo, Kuno Tatewaki, el Trueno Azul de Tokyo, ha jurado derrotar al mal en todas sus formas!"

* * *

"Sabes, tu has estado incluso mas feliz que lo normal hoy, Hotaru. ¿Algo bueno te sucedió hoy que no me entere?"

Ellos estaban regresando a casa de su caminata, y Hotaru no había parado de sonreír todo el tiempo. Incluso cuando ellos habían subido la colina y su aliento llegaba en cortas, afiladas llegadas, ella había estado sonriendo. Sencillamente el hecho que ella se había mantenido todo el tiempo entero y no necesitar descansar era suficiente para hacer a Hotaru sonreír normalmente, pero hoy ella había conocido a la madre de Ranma y la había invitado a cenar. Que era incluso más causa de sonrisa, pero dado que iba a ser una sorpresa, ella no quería decirlo.

Mirando a Ranma por un momento, Hotaru seguía sonriendo mientras entraban al jardín de la casa Tendo. "Yo solo estoy feliz por estar con usted, Ranma. Yo se que si sigo con esto, realmente seré capaz de ayudarle algún día. Y quizá, algún día, seré capaz de ayudar a mi Papá también."

"Esa es la idea. Cada día tú mejoras más que antes. Más pronto que lo que crees, serás tan dura y sana como el resto de las chicas aquí". 'Claro que no serás tan buena como yo, pero hey, ¿Quien lo es?'

Otras - particularmente pequeñas, marimachos de pelo corto - podían haber tomado eso como un insulto y intentar golpearle en la cabeza por ello, pero Hotaru sencillamente levanto la mirada con adoración en sus ojos. "Yo se que nunca seré tan bueno como usted, Ranma, nadie lo es. ¡Pero solo espere! le haré estar orgulloso y algún día seré justo tan buena como Shampoo o Ukyo."

Considerando cuan adelante sus prometidas estaban ya, Ranma pensó que esa propuesta era tan probable como él alguna vez renunciando a su virilidad para permanecer como una chica permanentemente. El estaba preparando para decir eso cuando el olor del alimento llegaba hacía la entrada donde se estaban quitando sus zapatos sucios de la calle. Distraído por el pensamiento de Kasumi cocinando, Ranma era suficientemente afortunado para no hacer su comentario, y aplastar para siempre las esperanzas de la joven chica.

Después de un rápido lavado y limpiarse, Ranma y Hotaru siguieron sus narices y llegados al comedor parta unirse el resto del grupo mientras ellos se sentaban para una comida. Incluso con un espacio vacante alrededor de la mesa, no había suficiente campo para todos para sentarse junto a la comida con tantos artistas marciales ahí. Consecuentemente Ryoga y Shampoo se sentaban junto a una de las puertas, con platos grandes de alimento mientras el resto de la gente se sentaba al alcance de los platos.

Cuando Hotaru se sentó abajo, Nabiki miro desde donde ella estaba sirviéndose algo de arroz. Normalmente ella no comía mucho en las comidas, pero estando fuera ganando dinero todo el día la ponía hambrienta. Peor aun, ella normalmente tenía una dieta pesada de bocadillos que la mantenían entre clases o después de la escuela. Vendiendo talismanes falsos desde la mañana hasta la tarde impedían los bocadillos a los que ella estaba acostumbrada, y consecuentemente ella estaba tan hambrienta como algunos de los luchadores para el momento en que la noche llegaba.

Mirando los montones grandes de alimento desaparecer solían hacerla enojar hacía Ranma y su padre libre de cargas, pero ahora Nabiki lo tomaba como un signo de esperanza. Gente tan hambrienta ha estado entrenando duro, y tendría la energía necesitada para pelear con el mal otra vez esta noche. El hecho que eran sus esfuerzos que proporcionaban el dinero para poner alimento en la mesa hacían que el gusto de la comida incluso mejor. Ella no podía luchar, pero ella podía contribuir en otras formas para eventualmente lograr la venganza que su hermana merecía.

"Así, Hotaru, ¿Tuviste un bueno día?"

Mirando arriba a Nabiki, los ojos de Hotaru miraron a Ranma luego de vuelta a ella otra vez. "Yo lo tuve, Nabiki. Salí fuera esta mañana, y he estado esperando la comida desde entonces."

Nabiki daba a ella una sonrisa breve. Ella sabía lo que Hotaru había estado tramando, y la idea de tener a la madre de Ranma alrededor apelaba. Quizás Saotome seria servicial para ayudar a Kasumi en la cocina, o incluso proporcionar el muy necesitado toque femenino a la casa. Podía estar mayormente llena con mujeres, pero Ukyo, Shampoo y la obsesión de Ranma con luchar como chica apenas parecía como el balance tranquilo que ella recordaba como una niña con su madre alrededor.

Nabiki estaba a punto de decir algo más cuando hubo un llamado en la puerta. Parándose de su silla, Kasumi se movió a la puerta. "Yo atiendo." Ninguna objeción vino de los otros, muchos de los cuales estaban demasiado ocupados comiendo para haber oído algo.

Cuando Kasumi abrió la puerta, ella encontró una alta, serena mujer parada ahí. Ella llevaba un bello modelo de Kimono con flores hechas en colores bondadosos contra un fondo blanco. En sus manos ella llevaba una caja pequeña - la de la clase que te dan en una panadería o dulcería - y en su espalda estaba un objeto largo atado. La elegante mujer daba un saludo. "Disculpe por interrumpir. Yo estoy buscando a Hotaru Tomoe. ¿Esta ella disponible?"

Kasumi sonrió y dio un paso a un lado para que ella pudiera invitar a la mujer a entrar. "Si, solo un momento y la buscare por usted."

Justo entonces, la chica en cuestión paso a Kasumi y tomaba una de las manos de la mujer. "¡Señora Saotome! ¡Usted ha venido! Yo no le dije a Ranma que usted vendría, porque quería que fuera una sorpresa. Por favor, ¡Entré! Nosotros estamos comiendo, así que hay mucha comida disponible."

La mujer paso al camino de la entrada y se quito su zori, el tradicional calzado que iba con su kimono. Dando otro saludo a Kasumi, ella hizo a la ansiosa Hotaru esperar unos pocos momentos mas presentándole la caja. "Buenas tardes. Por favor tomé esto como un gesto de mi gratitud por tenerme aquí. Mi nombre es Nodoka Saotome. Yo soy la madre de Ranma."

"¡Oh Dios! Por favor, entré. Usted es más que bienvenida aquí. Ranma y el señor Saotome esta en el comedor."

Dando una sonrisa, Nodoka permitió a Hotaru llevarla a través de la casa. Al entrar al salón comedor, Nodoka estaba maravillada por la multitud de gente y armas ahí. Parecía como si cada persona tenía alguna clase de arma sentada junto a ellos, y ella podía decir por la forma en que ellos se sentaban y la miraban, que muchos de la gente joven aquí eran artistas marciales como su marido. Sus ojos vagaban por la habitación, Nodoka intentaba reconocer a su hijo y marido. Habría sido una tarea fácil considerando el hecho que había solo tres hombres ahí, pero ella no tenía éxito.

Había un chico con pelo negro largo. El podía haber sido su hijo, pero su hijo no tenía mala vista, y este chico tenía los lentes más gruesos que ella jamás había visto. Igualmente, la casta China de sus características lo descartaba. Al otro lado del salón estaba un chico de aspecto rudo. Nodoka habría estado sorprendida si el fuera su hijo. El chico lucía áspero y común, un fornido peleador, en nada como el virtuoso hombre con quien ella se había casado.

El último hombre en la habitación ella reconoció inmediatamente. Soun Tendo no había cambiado mucho con los años, y todavía retenía el mismo aire de calma, a pesar del hecho que estaba comiendo su comida junto a un panda. En muchas casas, tener un panda presente - mucho mas teniendo uno con un cartel diciendo "Hola completa extraña" seria causa de preocupación, pero ella recordaba a Soun siendo una inmovible roca de hombre, sólido y capaz de depender de él en toda situación. La década o más desde que ellos se vieron por última vez evidentemente no lo habían cambiado a él en nada.

Mirando abajo a la pequeña chica de pelo negro junto a ella, Nodoka forzaba una sonrisa a su cara. "Disculpa, querida. ¿Donde esta mi hijo?"

Hotaru parpadeaba y apuntaba a la húmeda, chica pelirroja que veía feo al panda. "Ese es él."

Nodoka sonreía indulgentemente, pero con una huella de tensión. "Hotaru, esa es una chica. Mi hijo es un chico."

Con ojos abiertos, Hotaru miro a Ranma. "¿Quiere decir que no siempre te podías convertir en una chica, Ranma?"

"¿Huh?" La pelirroja dijo. Parándose, la pequeña, chica esbelta andaba para donde Hotaru estaba hablando con la invitada. "¿Acaso no te dije como yo obtuve la maldición? Humph. Creo que no lo hice."

Girando para que ella pudiera mirar a la señora alta con el oscuro, cabello de color de vino rojo, Ranma estrecho sus ojos en concentración. "Disculpe, usted me resulta familiar. ¿La conozco?"

"¡Ranma!" Hotaru sonaba escandalizada. "¡Esta es su madre!"

"¿Huh? ¿Mi madre?"

Nerviosamente, como si ella no pudiera creer lo que ella estaba viendo, Nodoka lentamente alcanzaba una mano. "R-Ranma... ¿Eres realmente tú?"

"¿M-Mamá?"

Con un gemido repentino, Ranma ganaba unas muy necesitadas pulgadas y masculinidad. Una mirada rápida a su lado mostraba a Nabiki una vez mas usando su habitual gesto que ella parecía haber perdido desde lo que le paso a Akane. "Tú puedes pagarme por el agua caliente en otra ocasión, Saotome."

Los ojos de Nodoka se volvieron tan amplios como platos de comida. En frente de sus ojos, la pequeña chica pelirroja ahora era un chico. No. Mas que un chico, un hombre. Un hombre con pelo tan negro como la noche, y ojos tan azules como el cielo. Donde la chica había sido linda y tierna, el hombre que la reemplazaba era alto y exudaba una fuerza y confianza que podía solo venir de fuerza interior verdadera.

"¡Ranma! ¡Eres eres tu!" Más importantemente, el hombre llevaba una cara que ella nunca olvidaría, la de su propio hijo. Años lo habían cambiado del tierno pequeñín que él había sido cuando ella lo vio por última vez, pero no había confusión del hombre que había crecido de su propia carne.

Sepultado en un abrazo, Ranma sintió unas millones de memorias removiéndose desde donde habían sido ocultadas hace ya muchos largos años. El olor, el sentimiento, la comodidad que venia de ser sujetado por la única persona que nunca podía ser reemplazada en el mundo. Cuando el habló, era casi un sollozo de alegría, casi una oración de gracias. "Mamá..."

Mirando la alegre reunión, solo un par de ojos logro permanecer secos. Incluso Mousse y Ryoga, enemigos una vez jurados de Ranma sintieron un desconocido picor en sus ojos seguido por un empañamiento de vista y una estrechez en su pecho. Nabiki, una vez conocida por su cinismo y exterior frió se encontraba como movida por la experiencia como su hermana. Kasumi - una secreta aficionada de películas dramáticas nocturnas que miraba mientras consumía tazones de helado- tenía lágrimas fluyendo por su cara mientras ella abrazaba a Nabiki y Hotaru. Para ver a Ranma reunido con su madre después de tanto tiempo, y sentir el amor entre ellos era suficiente para mover a cualquiera.

Completamente literalmente, la vista de Ranma siendo abrazado por Nodoka era suficiente para mover a Genma. Moviéndose tan silenciosamente como un panda podía, el hombre salía por atrás de la habitación. 'Nodoka ha visto al chico cambiar.' Era el único pensamiento corriendo a través de su diminuto cerebro de panda. 'Nodoka ha visto al chico cambiar.'

En la limitada visión del mundo de Genma, ahí podía solo haber un resultado de tal terrible acción. Mientras gente llorando por la reunión en el momento, él sabia que todos muy pronto estarían llorando sobre el cadáver de Ranma. Ranma era demasiado honorable para correr del contrato de seppuku. Cuando su madre revelara su contrato para cometer suicidio si el chico no era un 'hombre varonil', todo habría acabado. Ranma se apuñalaría en el estomago, y Nodoka cortaría su cabeza. Ese seria el fin de Ranma, y todo a causa de esa podrida maldición. '¿No podía el chico haberse imaginado ya por que su padre no lo había llevado a su casa?'

Solo porque Ranma estuviera dispuesto a poner su vida por honor, no significaba que Genma Saotome lo estaba. El admitía que la maldición podía haber tenido algo que ver con su culpa, pero seguramente eso no significaba que el necesitaba seguir su lado del contrato. Genma había hecho lo mejor que podía para criar al chico. Es mas, el era necesitado aquí para que el pudiera entrenar a los otros. Sin el, ¿Como podrían ellos ganar contra las fuerzas del mal? Si, era mucho mejor que se fuera a hurtadillas ahora, luego retornar mas tarde preferiblemente una vez que ellos hubieran limpiado después que su hijo terminara.

Genma estaba a mitad del camino a la pared de la yarda Tendo cuando el oía una voz llamando tras de el. "Ahí esta, Mamá. Papá fue maldecido en convertirse en un panda al mismo tiempo que yo fui maldecido a volverme una chica."

Genma brevemente sujetaba arriba un cartel diciendo 'Traidor' entonces giro y corría a la pared. El estaba escalando el lado - completamente un truco para un panda de su generosa corpulencia - cuando una voz tocaba una campana en su cabeza. "Genma Saotome... Si ese eres tu, entonces detente ahora, o ¡Yo te cazare como la bestia que eres!"

La habitación quedo en silencio al sonido de la voz de Nodoka. Donde no había llevado nada más que amor por su hijo largamente perdido, nada ahora contenía mas que acero. Diez años de nada sino temor y miedo ponía autoridad dentro de su voz que ningún entrenamiento o artes marciales podían enseñar. Cuando ella hablo, el panda se detuvo, vacilo, pensó sobre seguir, entonces giro de vuelta a encarar la música.

Nodoka tomaba sus brazos alrededor de Ranma, pero ella no lo soltaba enteramente. Agarrando apretadamente una mano como si estuviera asustada de que ella pudiera perderlo de repente otra vez, la alta mujer camino hacía el porche en la parte de atrás. El panda, su marido, había nerviosamente andado atrás al lado del estanque Koi de la casa, y estaba nerviosamente moviendo sus pies.

"Ranma... Hijo... Yo vi lo que esa chica te hizo a ti antes. ¿Era agua lo que causaba que volvieras a tu verdadera, forma varonil? Si es así, ¿Serías tan amable como para tener a uno de tus amigos de la joven bonita proporcionar algo más? Aunque yo no te he visto en tanto tiempo, no he visto a mi marido en diez años tampoco. Además, pandas nunca han sido conocidos por dar explicaciones claras por sus acciones."

Antes que Ranma pudiera incluso abrir su boca la hija mayor Tendo andada hacia ella llevando un termo amarillo grande. "No se preocupe, señora Saotome. Nosotros siempre guardamos un buen suministro de agua caliente para Ranma y su padre."

Mientras vapor ondulaba alrededor del panda y un hombre robusto en un blanco Gi era revelado, los ojos de Nodoka se ensancharon. Ella estaba asombrada aunque ella había visto el acto hace solo unos pocos minutos cuando una chica desconocida - casi la vivida imagen de las fotos de niña que Nodoka una vez había visto de su propia madre - cambiada a su hijo. El hombre parado por el estanque empujado su pañoleta atrás en posición perfecta en su cabeza y jadeaba ligeramente. "Por favor, Kasumi. No tan caliente."

"Genma, Genma, Genma." Nodoka sacudía su cabeza lentamente de atrás para adelante mientras ella andaba hacia el. Porque su hijo no necesitaría seguirla dentro del césped y ensuciar sus pies, ella soltó su mano, pero el todavía permanecía cerca. Cuando ella se colocaba en frente del hombre con quien ella se había casado hace dieciocho años, Nodoka podía creer apenas que el día había finalmente llegado. El día en que ella se reuniría finalmente con el hombre que ella había amado más que su vida misma.

¡SLAP!

El sonido de su palma en la mejilla de Genma tocaba una campana como un disparo de pistola en el silencioso vecindario. Tambaleando por el golpe entregado, Genma cayo a medias mirando arriba a ella por el dedo de una mano que gentilmente tocaba el lado golpeado de su cara.

"Genma, ¿Como pudiste? Tan... Tan indescriptiblemente cerca a la perfección, pero tuviste permitir que algo suceda. ¿Como pudiste permitir que mi pequeño niño sea maldecido? Tú hubieras hecho un trabajo estupendo criándolo si no fuera por eso. El es un hombre casi perfecto, pero tú dejaste que esto pasara. ¿Como? ¿Como Genma? ¿Como?"

La habitación estaba en silencio mientras todos intentaban entender lo que ella estaba diciendo. Ella había solo conocido a Ranma y ¿Ella estaba diciendo que maravilloso padre Genma debe haber sido? Seguramente eso no podía ser posible. Ella nunca había visto a Ranma pelear - mucha gente consideraba que era su único punto fuerte - ¿Y aun ella pensaba que el era perfecto? Ranma tenía mas bordes ásperos que un pedazo manoseado de papel de lija. Había días cuando aun Kasumi tenía un tiempo dificil para no decir algo sobre el, y eso extendido los muchos reinos de probabilidad.

"Es... Fue un accidente de entrenamiento, Nodoka querida... El chico y yo estábamos entrenando en China cuando sucedió. ¡No había advertencias! ¡Nada! ¡Nosotros fuimos afortunados al escapar con nuestras vidas! ¡Honestamente! ¡Por que, nosotros fuimos afortunados al salir de ahí con solo las maldiciones! Si yo no hubiera---"

"Querido, estas balbuceando."

Genma cerró su boca con un chasquido. Si su hijo sabia o no, su vida todavía colgado en la balanza. "Un... acerca del contrato, Nodoka... tú ha... eso es, la maldición..."

Los ojos de Nodoka se ensancharon y ella se situaba protectivamente entre Ranma y su padre. "¡Querido! ¡Que vergüenza! ¡¿Como puedes tú decir tal cosa?! La maldición es un problema, yo no puedo negar eso, pero ¿Como puedes tú, de todas las personas, implicar que nuestro hijo no es varonil? ¡Tú lo criaste!"

"¡Nonononono!" Genma farfullaba negaciones como una ametralladora. A pesar de la ferviente defensa de su esposa a su hijo, el estaba preocupado que ella todavía podía cambiar de parecere y decidir que el no era un hombre entre hombres. "¡El es un hombre! ¡El es un hombre! yo solo... quería oír tu razonamiento."

"Mi hijo, viviendo en una casa rodeada por mujeres bellas, va fuera cada noche a pelear contra las fuerzas de la oscuridad. Mi varonil hijo, rasgado por la pérdida de una chica que él amaba profundamente, ha levantado un ejército de artistas marciales quienes están dispuestos a luchar a su lado para destruir las legiones que demandaron su vida. ¿Que clase de hombre él habría sido si el no lo hacia, no podía hacer eso? ¿Que clase de hombre habría sido el si daba su espalda a la difícil situación de Tokyo y no hacer todo en su poder para retornar la paz?

"Genma, querido, mientras yo lloro en el pensamiento de mi apuesto y fuerte hijo siendo forzado a usar la apariencia de una flor frágil, eso no cambia quien el es. Tú has criado un hijo que es - por todas las cuentas - el más grande artista marcial de esta generación. El es atrevido, el es fuerte, el es apuesto... normalmente, el es determinado, el es leal, el es valiente y el esta rodeado por mujeres que lo adoran, lo aman y lo desean. El inspira grandeza en amigos y desconocidos, y es temido por sus enemigos."

Arrastrando el fardo envuelto fuera de su espalda, ella sacaba las cubiertas y movía la espada en un movimiento suave. Poniendo el borde desnudo cerca de ella, ella miraba abajo al aún cubierto hombre. "Yo mas pronto tomaría esta hoja en mi propio corazón que verlo arrodillar ante mi en preparación. Por ver un hijo tan varonil como Ranma muerto... Seria como destruir cada trabajo de Miguel Ángel sencillamente porque David no era suficientemente bien dotado."

Genma sacudía su cabeza y se paro, poniendo una tentativa mano a Nodoka. "Por favor, querida. Tú puedes poner la espada fuera. Yo había planeado llevar a Ranma de vuelta a ti pronto pero yo estaba... Umm... Yo estaba solo completando su entrenamiento. ¡Si! Completando su entrenamiento. ¡Yo sabia que él era un hombre entre hombres todo el tiempo! yo solo quería que este totalmente listo para ti. Hee Hee. Seguro. Eso es."

Mirando abiertamente y tan confundido como todos los demás en la habitación, Ranma no podía tomar finalmente más. "¡¿Quiere alguien por favor decirme que rayos esta pasando?! ¡Mama! ¡Viejo! Por que hablan como si yo no estuviera aquí."

Nodoka lo miro en confusión. "A causa del juramento, Ranma."

"¿Que juramento?" Su confusión era tan evidente en sus caras como lo era en su voz.

Cuando Nodoka miro a Genma el daba una sonrisa y se encogió de hombros. "Yo... Eso es... ¡Yo se! Yo pensé que seria mejor si el chico solo aprendía para vivir de la forma correcta, más que estudiar para una clase de prueba. Si, eso es exactamente. El tiene que vivirlo, justo como el Arte. ¿No es verdad, Nodoka?"

Mientras Nodoka cabeceaba en acuerdo solemne, Ranma intento otra vez. "¿Que juramento?"

Así ella explico.

Antes que Nodoka había dejado a Genma tomar su hijo en su peligroso y largo viaje de entrenamiento, ella lo había hecho tomar un juramento. Si Genma no criaba al pequeño Ranma para ser un hombre entre hombres, un vivo ejemplo de todas las virtudes varoniles, ambos él y Genma cometerían suicidio ritual. La idea era de Genma pero Nodoka aseguro que él estaba dispuesto a vivir hasta ello.

Naturalmente, Ranma era de unos muy maduros seis años, así que ellos habían obtenido también su acuerdo antes de que se fueran. Bajo los ojos vigilantes de Genma, el había puesto su impresión de palma en el contrato, sellando su acuerdo antes que Genma había presentado el documento a Nodoka.

Nodoka había guardado ese documento en el relicario de la familia, re-leyéndolo cada día por los pasados diez años. Su hijo seria magnifico, Genma aseguraría eso. Sin embargo, si por alguna casualidad remota el fallaba, y Ranma no era un hombre entre hombres, un dechado de todas las virtudes varoniles, ella estaria lista. Por precisamente una hora tras leer la prenda de sus hombres, Nodoka practicaría con su katana. Ella sabía solo un par de básicos kata y un golpe especial, pero después de diez años de costumbre, Nodoka podía asegurar al menos a sus hombres que ella podía entregar el golpe-de-gracia con precisión y exactitud, si ellos eran llamados a cumplir su honor.

Para el momento en que Nodoka había terminado de explicar todo esto, ambos Ranma y Genma estaban nerviosamente tocando sus gargantas. Cuando su madre había dictado las virtudes varoniles que habían salvado su vida, Ranma se había vuelto incluso más nervioso. Si Akane hubiera todavía estado alrededor y ellos habían estado teniendo sus peleas regulares, a el no le gustaba sus oportunidades de sobrevivir la valoración de su madre. Pero entonces, eso significaría que Akane todavía estaría viva, y el no podía decir que cambiar su vida por la de ella seria un mal trato.

Sintiendo la necesidad de una distracción, Nabiki hablo, cambiando el tema completamente. "¿Alguien ha visto a Kuno? Esta completamente oscuro ahora, y yo pensé que nosotros estábamos esperando por el."

Los artistas marciales miraron alrededor, encogiendo sus hombros. Ahí no había seña de Kuno desde ayer cuando el fue a su casa después de su patrulla.

* * *

El magnifico Kuno Tatewaki obstruía otro ataque por el horrible demonio de hampa que se colocaba en frente de el. Seguramente nadie más que el habría sido capaz de lograr lo que el podía, para no solo sujetar el Droid pero para también derrotarlo. Todo simple manualmente como testamento a su habilidad, dado que su demente hermana estaba actualmente cacareando junto a un pequeño, hombre sentado, ambos estaban observándolo intensamente.

Casualmente obstruyendo otro ataque, el Poderoso Trueno Azul sonrió por la facilidad que él tenia. Desde su entrenamiento en la Isla de sandias, incluso esa escoria de Saotome no había sido capaz de derrotarlo con un fruto. Ahora, de todas las cosas, un Droid estaba atacándolo, modelo de parecido casi idéntico a las sandias contra las que el había entrenado.

Con un cuerpo verde grande, y bulbosos brazos en tiras negras, la gran torcida hermana de Kuno había llamado la forma menos eficaz para luchar contra el. Mientras su aturdida mente no había considerado a su hermana a ser ligeramente excéntrica - ella era una Kuno después de todo, el apenas habría dicho que ella era completamente demente - incluso alguien tan observador como el no se había dado cuenta de que ella había cometido su alma a sus enemigos. Mientras el Droid no podía ser verdaderamente una sandia, su apariencia era lo suficientemente cerca para que su entrenamiento automáticamente tomara efecto.

Con aturdidora facilidad, cada vez que una mano, brazo o otra parte de cuerpo del Droid venia dentro de alcance, el divino Kuno Tatewaki había cortado el ofendedor objeto. Los gritos de dolor del Droid había sido una cierta música a sus oídos. Mientras Wagner o Bach era mas apropiado para alguien de su estatura regia, los gritos del sufrido Droid eran suficientes para asegurar que el era suficientemente recompensado en su noble búsqueda para traer victoria sobre su hermana y sus acciones oscuras.

Toda sabiduría y entendimiento que el tenía, incluso alguien del inmenso conocimiento Kuno era incapaz de discernir como incluso alguien tan perverso como su hermana seria capaz de juntarse con las fuerzas del mal. Porque seguramente todos esos que se oponían al benévolo Kuno Tatewaki eran malos por naturaleza. Kuno era bien consciente que la gente que hacía los Droids eran los enemigos de la bondad y la luz, y casi seguramente ellos eran las fuerzas oscuras que habían esclavizado a sus amores al hechicero sucio que sujetaba sus corazones en esclavitud.

Si, era evidente que la maligna mente maestra de Tuxedo Kamen había enviado a su lacayo a esclavizar a su hermana en un intento de ganar ventaja sobre el. Solo alguien tan descarrilado y malo como el hombre en el negro tuxedo pensaría en algo como eso, y hablaba de la traición que era segunda naturaleza en toda su clase baja. Sencillamente mirando el criado de Tuxedo Kamen que estaba sentado... errar, flotando... junto a su hermana, Kuno podía decir que despreciable, sombrienta persona era. Héroes verdaderos como el Trueno Azul no tenían necesidad de ocultar sus caras en sombras. Ese hombre debe ser maligno.

"¡Sucio parásito! Egoísta aunque ella puede ser, Kodachi es todavía una Kuno, y yo, ¡el Trueno Azul De Tokio la liberara de tu garra!"

Moviéndose en desafió al lado con su gracia normal y habilidad, Kuno evadió otro ataque mientras paraba dos mas. Su bokken era una mancha de justicia, entregando castigo a todas las partes dentro de su alcance, pero el era todavía incapaz de alcanzar a su hermana.

Entre una formación de cuchilladas y obstáculos que dejarían a muchos hombres en nudos y sería imposibles para todos excepto los mas avanzados espadachines, Kuno veía como la figura encapotada hablaba a su hermana. Aunque ella era tan querida para el como alguna otra parte de la propiedad Kuno, el generoso Trueno Azul podía solo aguantar estallidos cortos de su risa, así que el estaba completamente contento cuando ella terminaba. Lamentablemente, momentos mas tarde, el deseaba que ella continuara riendo y nunca parara, para entonces ella estaría demasiado ocupada para tomar parte en las acciones despreciables que ella hacia.

Evidentemente bajo alguna forma insidiosa de control mental que cambio su naturaleza amorosa porque ella no sentía más su normal fraternal amor y devoción para el, Kodachi se dirigió a la gran estatua de cristal y agitaba su mano. Después de un periodo corto otro Droid salía libre, este era lucía oscuro marrón, con corta piel tapando mucho de su cuerpo.

Aunque el batallaba y se defendía contra el Groid sandia con su maravillosa destreza e inigualable habilidad, el intrépido Trueno Azul era interesado ligeramente de la presencia de la segunda monstruosidad. Porque mientras todos sabían que ser un Kuno era ser grande mas allá de todo los otros y el, Kuno Tatewaki era el coronado ejemplo de la línea de sangre de las viejas centurias - había limites para incluso su grandeza. Por que, si ellos llamaban otros veinte o treinta de esas cosas, el podía volverse incluso ligeramente presionado.

Lo más degradante de todo para Kodachi, era la forma en que las fuerzas de la oscuridad la hacían someterse a ellas. Tras llamar el Droid, su torcida hermana había caído al suelo, chillando y agarrándose. Bien hacia el al reconoces sus poses, para Kuno había visto la expresión de placer indescriptible en sus pretendientes anteriores, atrás en los días cuando las nobles Akane Tendo y la Chica Pelirroja se habían lanzados a si mismas a él. Mientras el había logrado finalmente convencer a la Chica Pelirroja que su amor verdadero estaba con sus queridas Venus y Fuego, el podía recordar bien la forma en que sus amores habían caído al suelo en éxtasis por su mera apariencia. Para ver tal... devoción afligida en una Kuno era imperdonable.

"¡Demonio sucio! ¡Yo deberé cortarte en pedazos verdaderamente y liberare a mi hermana de tus garras!"

Aunque el invencible e infatigable dominio de Kuno de la espada lo veía a el en buen estado contra el Droid sandia, en alguna camino el otro parecía ser capaz de resbalar a través de su guardia. Evidentemente el estaba usando alguna otra forma de magia innatural, porque incluso el hombre que había sido su mayor enemigo - Ranma Saotome - nunca había logrado golpearlo sin recurrir a técnicas tramposas. Su noble cabeza tocaba una campana por el golpe de conductor de camión entregado por el Droid, Kuno miraba arriba y centelleaba su más carismática sonrisa.

"Eso... No dolió."

* * *

Mientras el grupo de artistas marciales llegaba a las puertas de la residencia Kuno, Hotaru habló. "Por favor esperen, todos. Yo pienso... Yo puedo sentir algo maligno ahí."

Mientras en su mágico uniforme de chica, Hotaru poseía la habilidad para sentir el mal. Normalmente no era muy útil, dado que tú podías ver normalmente a los tipos malos con tus ojos justo tan bien como ella podía sentirlos, pero quizás en este caso ella podía ayudar. Era mejor que Ranma y sus amigos vayan con el conocimiento de que el lugar era peligroso, más que esperar que la casa de su amigo sea perfectamente segura y normal.

"¿Estas segura de que no quieres decir que puedes sentir algo estúpido ahí, querida?" Ukyo pregunto. Todos daban una pequeña sonrisa, eso sorprendió a la cocinera, dado que ella no estaba segura que Shampoo reía por algo más que sus enemigos.

"No, yo lo digo en seria. Ahí algo realmente mal. Yo puedo sentirlo. El es---"

No había exactamente forma de decir los que era "el" por definición de Hotaru, porque un masivo movimiento, y atronador ruido de repente resonado desde la casa, y una oscura, forma morada podía ser vista sobre una ala. Mientras los artistas marciales se paraban ahí y veían, la forma de cristal crecía revelándose a si misma ser un modelo sólido de la cabeza de Kodachi. Exacto en cada detalle, los artistas marciales podían casi sentir la cabeza mirando maliciosamente a ellos en exactamente la mismo forma en que la gimnasta siempre había hecho.

"Parece que nosotros encontramos el mal de Hotaru." Ranma dijo. Ryoga solo gruñó en respuesta, pero el alisto su fiel paraguas. Donde había estatuas de cristal oscuras gigante, había normalmente Droids y Senshi.

"No, no es solo eso, ahí también---"

"Perdón, querida. Yo no pienso que tengamos tiempo para todos los detalles en el momento. Así que, Ranchan. ¿Como manejaras tú todo esto? ¿Nosotros solo vamos a saltar sobre la valla luego pasar a través de una de las ventanas?"

"Nosotros no podemos hacer eso, Ucchan. Esta es la casa Kuno de la que estamos hablando, y esta mas trampeada que nada que conozcas. Me temo que esta vez solo vamos a ser Shampoo y yo. Nosotros ya estuvimos ahí cuando estábamos buscando el Nanniichuan Japones, así que sabemos lo que vamos a esperar, que es mas o menos todo."

"Que ahí de mi, Saotome?" Ryoga sujeto arriba un puño, como osando a la pelirroja pequeña a olvidar. "¿Tú no estabas realmente pensando en ir ahí sin mi, o si? Tú no eras el único que buscaba el Nannichuan, sabes."

"Confía en mi, Ryoga, me gustaría tenerte al lado, pero tengo dos buenas razones para ti. 1: Midorigame. ¿Como es que P-Chan va a manejarlo si una de las trampas de Kodachi lo suelta dentro del estanque con su mascota cocodrilo?"

Ryoga daba un gruñido bajo, como intentando luchar la lógica detrás del argumento. "¿Y que mas?"

"Senshi. Con esa cosa sobresaliendo en lo alto de la casa, tú puedes apostar a que cada sicótico en Tokio va a estar viniendo aquí en cualquier momento. Te necesito a ti, Ucchan, Mousse y Hotaru para mantenerlas fuera hasta que nosotros podamos sacar a Kuno fuera. No me importa quien destruya la estatua, pero no quiero que alguien más muera a causa de ellas. Tú tienes que comprarme algo de tiempo."

Ellos permaneciendo atrás asintieron su cabeza solemnemente. Ellos también se habían dado cuenta que dependiendo de quien llegara, ellos podían quedar con la parte dura del trato. Afortunadamente, desde que Ryoga estaba concentrando en la imagen de golpear a la Senshi de falda roja mientras el era inmune a su fuego, el completamente perdió el comentario que murmuraba Ranma sobre como Ryoga también seria mas una responsabilidad si el se perdía ahí.

Cogiendo los ojos de cada persona en el equipo, Ranma esperado para su asentimiento de aprobación. El podía haber sido el que diera el plan, pero sin su soporte, el no lograría nada.

"Sea cuidadoso, Ranma."

"Si, Ran-chan. Asegúrate de volver en una pieza."

Dando a las chicas una mueca que inadvertidamente irritaba sin fin a los chicos, Ranma asentía. "Vamos, Shampoo. Nosotros vamos a salvar el trasero de chico palo."

Shampoo asintió y apretaba su agarre del bombori mientras ella saltaba a lo alto de la puerta. La entrada principal era el camino mas fácil dentro de la residencia Kuno dado que ellas necesitaban dejar el claro de emboscadas para vehículos de entrega. Desafortunadamente, también las enviaba directo a la entrada principal, que era casi tan lejos de su destino deseado como era posible, y tú podías estar seguro de que cada centímetro del camino estaría cubierto de trampas.

Acceso no era problema, Shampoo era una maestra en crear puertas dondequiera que eran necesitadas. Una vez en la casa, ellos esquivaron las trampas evidentes e hicieron su camino dentro del santuario interior. El alambre de hojas de afeitar y pelotas caídas suspendidas desde el techo eran trampas de grado aficionado, apenas merecedor de los esfuerzos de Kuno, pero actuaban como un aviso para el resto de la casa. Esto no seria fácil.

Desde la sala de baile principal en el medio de la mansión, Ranma y Shampoo caminaron a través de los pasillos oscurecidos con un aumentado sentimiento de miedo. Ellos habían estado aquí por varios largos minutos, y mientras ellos no habían sido golpeados gravemente, ambos mostraban algunos cortes menores y magulladuras. Incluso peor, ellos habían solo evadido justo caer dentro de uno de los pozos ocultos o laberintos debajo de la casa dos veces. Mientras la caída no seria suficiente para lesionarlos, ellos sabían de experiencia que era el bajo nivel que contenía los trucos realmente sucios. Si ellos caían abajo, quizás los retrase a ellos dramáticamente, y no podrían ser capaces de alcanzar a Kuno y su hermana en el tiempo que sus amigos serían capaces de sostener afuera algunos agresores que aparecieran.

Por el cálculo de Ranma, ellos habían alcanzado casi el lugar donde habían visto la estatua eructando desde el tejado cuando un desafortunado mal paso accionaba otra trampa. Tan afiladas como una de las agujas de acupuntura del Dr. Tofu, un río de dardos salían desde la pared inmediatamente en frente de Ranma. Moviendo más en instinto que planeándolo, Ranma saltaba a su lado izquierdo al mismo tiempo que su mano derecha atrapaba el primer dardo primero en el aire, desviándolo de su cara.

Segura, Ranma rodado de vuelta a sus pies - cuidadosamente evitando el escalón gatillo - mientras ella miro a Shampoo. "¿Estas bien? ¿Te dieron?"

"Shampoo excelente. Shampoo apenas raspada." Inclinándose mas cerca, Shampoo levantaba su manga en lo alto y le mostraba la línea roja delgada que corría a través su carne pálida. Como ella había dicho, no había nada de que preocuparse. Sin embargo, Shampoo tomaba otro paso mas cerca. "Ranma comprobar por otras marcas en Shampoo, ¿si?"

"No ahora, shampoo. Nosotros tenemos que sacar a Kuno de aquí."

Ella había casi retornado a la puerta de la habitación cuando Shampoo casi se lanzaba a los brazos de Ranma. "¡Shampoo!" Ella decía con una huella notable de cólera en su voz. "Te dije que no tenemos tiempo para eso ahora."

Pero Shampoo no se movía, ni se disculpaba o hablaba en alguna forma. Lanzando un brazo alrededor de su cintura delgada, Ranma la rodaba hacia atrás en una posición que era casi la postura clásica para sostener a tu pareja de danza. Excepto que en danza, la que sostenía a la persona era normalmente un hombre, y él es normalmente más alto que su compañera. Por ahora Ranma y Shampoo eran chicas, y la pequeña estatura de Ranma significaba que la cabeza de Shampoo iba hacia atrás sin soporte decente y la pelirroja tenía que luchar para mantener un agarre decente en la chica mientras ella intentaba inspeccionarla.

"¡Hey! ¡Shampoo! ¡Vamos, levántate!" Dando una sacudida parecía no evocar respuesta, así que Ranma la acostó y miro dentro de sus ojos. Los ojos de la chica China, normalmente tan brillantes y vibrantes estaban nublados y quietos.

"Veneno." La palabra salía como una maldición. De todos los trucos sucios que Kuno empleaba, Ranma gustaba menos de la predilección de Kodachi por veneno. Trampas y armas tú podía luchar contra eso, pero veneno era insidioso y tan peligroso como una víbora en la hierba. Tú nunca podías saber que estaba ahí hasta que te golpeaba, y podía ser cada pizca tan mortal como un arma que un artista marcial podía emplear, todo con un simple toque.

Arrugando su frente en fastidio, Ranma se paro y evaluó sus opciones. Ella podía ir y sacar a Kuno, y depender en ser capaz de volver por Shampoo. Eso podía funcionar bien si no había mucho peligro, pero a Ranma no le gustaba sus opciones. En el pasado, estatuas como las que estaba subiendo del tejado era guardado a menudo por un Droid. Por si misma, o incluso con asistencia de Kuno, Ranma no le gustaba sus posibilidades de ser capaz de derrotar al Droid. Ella podía hacerlo, pero el esfuerzo de sacar a Shampoo fuera de la casa en una gran prisa después no seria bueno. Ni sus perspectivas de ser capaz de ayudar a sus amigos con los Senshi que inevitablemente llegarían.

Susurrando en resignación, Ranma deslizo sus manos bajo Shampoo y levantaba a la Amazona a sus hombros. Ella sabia que Shampoo habría hecho casi cualquier cosa para ser llevada alrededor así si ella estuviera despierta, así que la única razón por lo que Ranma estaba haciéndolo ahora era porque su amiga estaba inconsciente. La posición bombero era eficaz y fácil de mantener, pero Ranma sospechaba que Shampoo disfrutaría la posición solo un poco más de lo debido si ella despertaba. Resolviendo mover a Shampoo a sus brazos a la primera vez que su cabeza púrpura se moviera, Ranma se puso en marcha otra vez. Solo unos pocos cuartos más para llegar.

Ranma escucho sonidos de lucha antes de que ella pudiera verlos. Fue solo cuando ella rodeo la esquina de una ligeramente rota pared que fue capaz de ver la batalla. Honestamente, incluso mientras ella estaba parada ahí, el mayor artista marcial de Japón, Ranma tenía que admitir que ella estaba impresionada por la habilidad de Kuno y resistencia.

El Kendoista estaba colocado con su espalda a Ranma cuando ella entraba, pero ella podía ver como su estado. Sus ropas colgaban en jirones alrededor de él, y ella podía ver una formación amplia de grandes magulladuras y cortadas tapando su espalda y lados. Dispersado alrededor de el estaba un numero de bokken rotos, cada uno testamento de un golpe poderoso que había alcanzado a través de el, o un bloqueo que había sido exitoso en abatir el choque de un sólido ataque.

Mientras ella no podía acreditar su habilidad estar tan cerca de la suya, Ranma tenia que dar a Kuno completo puntos por persistencia. Él solo estaba encarando tres Droids, cada uno más feo que el último. Mientras el oscilaba en sus pies y luchados para guardar su arma apuntada en la enemigo mas cerca, el respecto todavía mandado. Poca gente permanecería en la misma habitación con esa fuerza del mal, menos aun tener la audacia de enfrentarla.

Esperando que los Droids no la vean, Ranma silenciosamente puso a Shampoo en el suelo. Era peor de lo que ella había pensado, y ella había considerado algunas cosas muy malas. No había brujas aquí, y ni Esmeralda ni Diamante estaban ahí para comandar los Droids, pero mirando la forma en que Kodachi se paraba ahí junto a una figura sombrienta, Ranma podía solo concluir que su prístino, estado ileso solo significaba una clase de coalición.

"Alto... Viles demonios... Liberen a mí... Liberen a mí hermana... y el gran Kuno... Trueno Azul de Tokio... puede aun tener misericordia de ustedes." Había mas suspiro y jadeo en el discurso de Kuno discurso que palabras, pero el todavía lo dijo con la misma creencia de confianza que el siempre mantenía.

Escondiéndose tras un pilar, Ranma se acerco a la acción a tiempo para oír la respuesta de Kodachi. "Querido hermano. Yo me temo que no hay absolutamente ninguna liberación para mi, ni nada de que liberarme. Este admirador generoso y amable mío se ha visto libre de dotarme a mi con poderes mas allá de la comprensión de tu conmovedor mente."

"¡Mentiras! Un miembro de la Casa Kuno nunca se bajaría para desechar en los canales como esos comunes malvados hacen."

La Black Rose estudiaba sus uñas por un momento, como si buscara una adecuada respuesta a eso. "Sabes, querido hermano, yo me encuentro creciendo mas y mas cansada de tus desilusiónales formas. Dado que tú no puedes parecer aceptar lo que es evidente antes ti, y tú continúas rehusando mi oferta, yo me temo que yo no tengo elección. Considera esto mi forma de hacerte primero entre iguales, un último regalo de despedida de mi... ¡Droids! ¡Matenlo!"

Así diciendo, Kodachi tomaba la mano del hombre sentado junto a ella, y el instante siguiente ellos se habían ido. Brevemente ellos parecían parpadear, como si la recepción era mala en una televisión vieja, pero muy pronto Kuno estaba solo, encarando tres grandes, enojados Droids; pero entonces, ¿Acaso los Droids vienen en algún otro tipo aparte de enojado y grande?

Eso era todo lo que Ranma necesitaba. Corriendo en piernas impulsadas por Ki y cuerpo batiendo con tanto Ki como ella podía generar, Ranma se dirigió adelante. Por un momento breve, incluso los Droids parecían moverse en lento movimiento mientras ella agarraba lo que permanecía de la camisa de Kuno y giraba alrededor. Afortunadamente el tejido pesado junto al collar había sobrevivido el castigo que había recibido en las peleas de Kuno, y el era arrastrado mientras su salvador lo arrastraba fuera de los Droids.

Aturdido más allá de lo creíble, Kuno miro sobre su hombro para ver una colita roja familiar meneando en el aire. "¡Chica Pelirroja! ¡Viniste por mí! ¡Seguramente no puede haber mayor signo de tu amor!"

In-ceremoniosamente soltándolo, Ranma prescindía un momento de sus contemplaciones. "Molesta a las Senshi, no a mi, Kuno. Ellas lo merecen."

Poniendo sus manos en frente de ella, Ranma soltó todo el pesado Ki que ella había reunido dentro de una pelota verde. "¡Shi Shi Hokodan!"

Desgarrando a través del lugar en un destello de luz misteriosa, la bola verde golpeaba la pared y abría una salida. "Puerta al instante. Sígueme, Estúpido."

Levantando a Shampoo sobre su hombro derecho como un saco de trigo, Ranma agarro la mano de Kuno y lo arrastraba tras ella. Aunque el todavía quería quedarse y luchar, mucho de ese impulso se había ido fuera de el. Contento de seguir, Kuno pronto se encontró en un vestíbulo. El corría en paralelo a la habitación en que ellos habían justo estado, y era justo tan lleno con trampas como el resto de la casa.

Un empujón desde atrás, y Kuno se encontró conduciendo a la partida por el vestíbulo. "Vamos, Kuno. Nosotros tenemos que salir de aquí. Esos Droids estarán tras nosotros pronto, y ni tú o Shampoo puede luchar muy bien por el momento."

"Umm... Si. Yo entiendo." Firme en su resolución, Kuno vio a la izquierda luego a la derecha. El había vivido en esta casa toda su vida y sabía cada pasillo como la palma de su mano. Por el bien de la Chica Pelirroja, el se puso en la mejor velocidad que el podía lograr. Ahora que el no estaba mas encarando peligro, Kuno podía sentir dolor gateando dentro de sus miembros y cuerpo. Todo sobre el dolía, y sus piernas chillaban para que el parara y descansara, pero el seguía moviéndose. Profundamente, en alguna parte bien oculta de su personalidad llamaba para auto conservación, así que el corría, poniendo tantas trampas de la infestada casa entre ellos y la Droids como era posible.

"Estas trampas... Ellas los retrasaran por unos momentos, pero no siempre, Chica Pelirrojas. Nosotros tenemos que salir de aquí, a menos a que mi desarreglada y traidora hermana decida que ella es seria en su intento."

"Excelente. Solo vamos a la puerta principal. Todos los demás están esperando ahí. Una vez que estemos juntos, entonces podemos ver el hacer algo sobre esas ventosas feas."

Kuno asintió y presiono solo un poco mas duro. Quizá era su imaginación, pero los sonidos enojados de los Droids persiguiendolos no sonaban lejos.

* * *

Solo un par de minutos había pasado desde que Ranma y Shampoo habían entrado a la propiedad Kuno, pero ya esos que permanecieron fuera se estaba poniendo ansiosos y nerviosos. Mientras ellos permanecían en guardia y esperaban para alguna - seña de dentro, sus nervios subían y los segundos parecían pasar como horas.

"¿No deberían ellos haber vuelto ya?"

"Es la quinta vez que has preguntado eso, Ukyo." Ryoga sonaba fastidiado, pero el no podía culparla por preguntar.

"¿Pero cuanto tiempo llevan? Tiene que ser al menos media hora. Eso es mucho para que entren y salgan. Pienso que necesitamos ir tras ellos."

"Solo han sido dos y medio minutos, Ukyo. Eso es exactamente veinticinco segundos desde que tú preguntaste exactamente la misma cosa." Mousse sonaba mas tranquilo que Ryoga, pero no mucho.

"Oh, y ¿Como los sabes?"

Mousse levantado arriba su brazo y soltaba un reloj de abuelo tamaño completo sobre la calle. Su respuesta era seca, pero era claramente un intentar por mitigar la tensión. "El tiempo es muy importante para el Estilo de Arma Ocultas de artes marciales."

Ukyo gimió aunque ella tomaba su punto. Intentando calmarse, ella empezaba a pasear hacia atrás y adelante. Ella era la prometida de Ranma. Ella no se supone que se pare al lado y se preocupe por él así. Ella se supone que este con el, encarando los mismos peligros que el, salvándolo de destinos terribles y cosas así.

"¿No deberían ellos haber vuelto ya?"

Antes que Mousse pudiera replicar, Ryoga ponía arriba su mano y apunto a un oscuro callejón a través de la calle. "¡Espera! ¿Alguien mas vio algo?"

Cuando el coro de 'no' vino, Ryoga sacudía su cabeza y empezó a ir a la dirección del callejón. "Esperen aquí mientras yo reviso. Y esta vez, traten de mantener sus ojos abiertos. No quiero saber que nos sucedería si las Senshi nos tomaran por sorpresa."

Abochornados, Hotaru, Mousse y Ukyo vieron la espalda de Ryoga mientras el lentamente y cuidadosamente avanzaba hacia el callejón. Justo cuando el estaba entrando a la oscuridad, Ukyo miro sobre la cabeza de Hotaru y hablo al chico Chino. "Oye... me estaba preguntando... No debería uno de nosotros ir con el, tú sabes, ¿Solo en caso de que se pierda o algo?"

"¿Que clase de persona se puede perder bajando un callejón?"

Las adolescentes parpadeaban simultáneamente entonces giron y fueron al callejón. "¡Ryoga! ¡Espera por nosotros!"

Mientras ellos frenaban alrededor de la entrada al callejón con Hotaru en sus talones, obtuvieron su respuesta. Ryoga era una persona que podía perderse donde sea. No había huella de él, ni algo mas que pudiera haber llamado su interés.

"¡Maldición!" Mousse doblaba sus brazos en irritación y arrugo su frente. "Ahora estamos en problemas. Ryoga probablemente no será capaz de encontrar su camino de vuelta por días."

Justo abajo pasando la esquina de una calle transversal al callejón, Ryoga levanto su cabeza. "¿Huh? ¿Acaso alguien dijo mi nombre?"

Mirando hacia atrás y adelante para la fuente de la voz, Ryoga se dio cuenta que el se había distraído y perdió la pista de que callejón había salido. El se había estado concentrando tanto, asegurándose de que sabia exactamente donde ir para que pudiera volver con los otros, y había lanzado todo por la ventana porque el pensó haber oído a alguien hablando de él.

Tomando una idea sobre que dirección sería mejor seguir, Ryoga cruzo la carretera y salto para dirigirse de vuelta a la mansión Kuno. No le tomo mucho para volverse preocupado de que algo estaba mal, dado que el estaba muy seguro - no total por alguna razón, pero honestamente seguro sin embargo - de que no le había tomado media hora para andar del callejón desde donde el había estado colocado en guardia.

Encogiendo sus amplios hombros, Ryoga continuo, no había mucho que el podía hacer. La vida le había enseñado a que nadie lo encontraría; el necesitaba encontrar su destino, no importaba cuanto eso le tomara. El estaba pasando otra calle estrecha cuando oía voces familiares. Girando a la izquierda dentro de la calle al instante, Ryoga empezo una sacudida lenta con su cabeza girando hacia atrás y adelante. Nadie pronto, Ryoga alcanzo el fin de la calle y salía a una carretera principal. Una carretera casi vacía de gente, pero aun conteniendo dos de sobra.

Mirando alrededor una vez mas, Ryoga fervientemente espero que sus amigos estuvieran cerca lo suficiente para oír la batalla, porque a el no le gustaba sus opciones. Solo el y Black Lady, y con esa figura delicada no pensaba que ella lo haría muy bien en combate, a pesar de lo que ella había dicho la ultima vez que se encontraron. Dando un último gruñido de cólera, Ryoga puso sus manos en frente y tomo puntería. "¡Shi Shi Hokodan!"

Verde, energía furiosa pasaba a través de la calle y saco a la despreciable Sailor Neptune de sus pies. Ahora que el se había anunciado, Ryoga camino adelante. Contra un par de Senshi, el no pensaba que seria capaz de ganar en una batalla oscilada. Entonces otra vez, eran esos muchos pensamientos - y la vista de Neptune poniéndose de pie ilesa - que reanudaba su depresión. "¡Shi Shi Hokodan!"

Mirando a la aqua Senshi caer sobre su trasero otra vez, Ryoga dio un bufido. Si ella podía seguir aguantando su mejor ataque, Ryoga sabia que pronto alcanzaría niveles de depresión suficientemente grandes a empujar su ataque incluso más lejos hasta que ella lo notara. En muchas formas, el Shi Shi Hokodan era el ataque perfecto. Si tú ganabas, tú eras feliz, pero entonces tú no necesitabas nada más. Si tú perdías, tú te vuelves más deprimido, llamando más y más poder hasta que al final tu ataque sea arrollador.

Ryoga podía haber continuado atacando a Sailor Neptune completamente con éxito, pero su socia no era muy aficionada a esa idea, y ella estaba enteramente dispuesta a ignorar a Black Lady lo suficiente para distraer a la ruda persona que había cortado su baile. Habiendo mantenido a medias un ojo en la alta Senshi, Ryoga fue capaz de eludir el World Shaking mientras cruzaba a través de lo alto de la calle. Saltando al lado el sufría nada mas que raspones menores mientras energía amarilla chispeaba la viajante bola de destrucción. Lamentablemente, el edificio tras de el no era capaz de eludir tan bien. Mientras el tocaba abajo desde lo alto la fachada daba un quejido siniestro y empezaba a balancearse. Momentos más tardes el chico perdido era enterrado completamente en escombros.

"¡No!" Débilmente en la oscuridad bajo el frente del edificio derrumbado Ryoga podía oír a su amiga gritando. Bien, Ryoga asumía que Black Lady era su amiga. Ella estaba luchando contra las Senshi y el había visto su pelea con los death Busters antes. El viejo lema de "El enemigo de mi enemigo me es amigo" era siempre un bueno punto de entrada. Los ladrillos lograban tapar algo del sonido, pero no había duda que la lucha se había solo vuelto mas intensa.

Black lady estaba ahí fuera luchando, y el estaba atrapado abajo. Esforzando sus hombros, Ryoga podía sentir el cambio de ladrillos, pero no mucho. Rechinando sus dientes, el intentaba otra vez sin provecho. Alrededor de el, podía empezar a sacar los escombros que lo tapaban. Energía verde proporcionaba limitada iluminación, pero eso solo hacía a todo parecer más y más desesperado. Si el no podía levantarse fuera de esto, esas Senshi harían pedazos a Black lady, y seria todo su culpa.

La luz era mas brillante ahora, lo suficientemente brillante para leer. Inspiración golpeada al mismo tiempo que el oía ataques consecutivos llamado por encima de el. "¡Bakusai Tenketsu!"

Roca estallaba alrededor de él, enviando fragmentos a todas partes. Mientras el polvo empezaba a aclararse, Ryoga se paro ahí con su corazón aporreado y mirando como un buscador de luz verde en la niebla. Depresión e inutilidad pasaban a través de su cuerpo como si el estuviera hecho de ello. El pulso a través de sus venas y podía sentir el rizado de los pelos en sus brazos. Él sabia que Ranma nunca sufriría una décima de depresión tan grande como esta, todo solo le iba perfectamente para el fastidioso cambiador de sexo; ese hecho lo ponía mas deprimido.

"¡SHI SHI HOKODAN!" Más que una Ráfaga de Rugido de León saliendo de sus manos, este era más como un cañonazo de Rugido de León. Grande, sucio y empaquetado con cada gramo de energía en su cuerpo, el ataque habría sido notado incluso por alguien tan fuerte como la Senshi. Habría, si golpeara. Cuando lanzo su ataque de todo o nada, Ryoga momentáneamente olvidaba que mientras las Senshi eran tan resistentes como él lo era, ellas eran también tan rápidas como Ranma.

Una sorprendida Sailor Uranus miro a través de ella a donde ella había estado parada, directamente detrás de ahí la tienda había sido completamente destruida por la explosión. "¡Cuidado, Neptune! Eso no puede haber sido lo que el estaba disparando antes, es mucho mas poderoso. Pienso que el debe haber sido recargado de alguna forma."

"¡De acuerdo!"

"¡WORLD SHAKING!"

Agotado, Ryoga miro hasta ver otro ataque rodando hacia el. El estaba demasiado cansado para moverse, pero si permanecía ahí, ellos estarían recogiendo pequeños trozos de él de las paredes. Un instante antes que la energía amarilla lo superara, Ryoga se sintió levantado por la parte de atrás de su camisa, alejándose de la zona de peligro.

Primero el miraba abajo, y vio que el estaba realmente solo unos pocos metros arriba, a pesar de como se sentía. Cuando el miro hacia arriba, vio una sonrisa en esa cara angelical. "Black Lady..." El susurro.

Moviéndose a través la calle ahora, ella miraba abajo a el. "Ryoga."

Su boca se abrió grandemente. "Tú... ¡Tú recordaste mi nombre!"

"Como podía olvidar el nombre del único hombre que siempre viene a mi defensa. El único hombre que trata y me salva o me muestra alguna bondad. Y ahora mira, tú lo has hecho otra vez, y esas horribles, horribles Senshi han intentado atacarte a ti."

Por un momento un aspecto de desagrado real cruzaba la cara de Black lady y Ryoga resolvió nunca hacerla enojar. Ella todavía parecía como una flor frágil a él, le asentaba bien luchar a pesar del hecho que ella estaba llevando su considerable corpulencia a través del aire sin alguna dificultad aparente. El no sabía lo que ella había planeado para las Senshi pero el sabia que lo disfrutaría mucho mas que ellas.

Bajándolo, ella lo sitúo junto a una pierna sólida hecha de cristal morado. "Descansa aquí, Ryoga. Yo tengo algo de que encargarme."

Descansando su espalda contra la piedra, el veía a Black Lady levantar vuelo otra vez, ingeniosamente eludiendo un riachuelo de agua que salía de las manos de Neptune. Una vez que ella estaba a una altura sobre el campo de batalla y podía dirigir sus ataques contra las Senshi con facilidad la mujer de cabello rosado paraba su consentimiento y miro abajo. Lamiéndose una vez sus exquisitos labios, ella levantaba su mano derecha y la sujetaba encima de su cabeza.

"¡Pienso que es tiempo de que las outers Senshi aprendan a respetar el poder de Némesis!" Con eso, ella solto su mano y un rayo de energía negra paso por ella. Luciendo como un río de pintura negra, el ataque volaba directo y seguro, golpeando el suelo entre las dos chicas.

Calle y escombros estallaban en todas partes enviando a las dos chicas a volar. El cráter era enorme, de al menos diez metros de diámetro, y los escombros destruían las pocas ventanas que permanecían intactas en edificios cercanos. Mas que dejara a las Senshi irse con solo un aviso, Black Lady traía su otra mano abajo y empezaba a disparar rayo tras rayo de oscuridad en donde Sailor Neptuno habría aterrizado. Mas explosiones resultaban y lo que quedaba de la calle y acera eran desgarradas en ruinas.

Sonriendo a Ryoga, Black Lady bajaba al suelo y empezaba a ir donde su victima estaba. "Ves, Ryoga. No había peligro real. Yo puedo llamarle 'Ryoga', ¿No es verdad?"

Ligeramente nervioso, Ryoga asintió. Si ella podía volar cosas así y volar alrededor, ella podía llamarlo como ella quisiera y el no objetaría. El estaba todavía asintiendo cuando vio dos figuras aparecer fuera del polvo. Sus ojos se ensanchaban mientras el intentaba gritar un aviso incluso cuando el ataque de Uranus impacto a Black Lady en su estomago.

"¡No!" De repente impulsado por adrenalina, Ryoga se paro en un arrebato de rabia, solo para derrumbarse atrás otra vez casi inmediatamente mientras su agotamiento lo golpeo. Apoyándose atrás con una mano, Ryoga se agarro a la pierna de la estatua, intentando calmarse lo suficiente para ganar su aliento.

Antes de que Black Lady goleara el suelo Ryoga sintió su energía regresando dentro de su cuerpo. Oscuridad, depresión, cólera, todo este desembocado desde la estatua. Toda la energía pesada que el había usado en su Shi Shi Hokodan regresaba a el, llenándolo otra vez así el podía continuar la pelea. Prescindiendo de una mirada asombrada para la estatua, Ryoga giro a la Senshi con una feroz mueca en su cara, colmillos mostrando como se sentía ansioso para la batalla.

"¡Tú no vas a lastimara a Black lady como lo hicieron con Akane!" Con una mano en la estatua y una en frente de el, sus ataques de depresión venían tan rápido y fácilmente como si el estaba arrojando un chorro con una pistola de agua. Distinto a una pistola de agua, ellos hacían mucho mas daño cuando golpeaban. No podían haber sido tan poderosos como su último intento había sido, pero su habilidad para lanzar una cantidad ilimitada hacía que incluso las Senshi lo tomaran seriamente como un blanco.

Con ataques verdes volando hacia las Senshi como flechas en un blanco, ellas rápidamente se separaron y lo forzaron a dividir su fuego. El no tenia que dividirlo por mucho sin embargo, dado que Black lady volvía a levantarse mas pronto de lo que el habría creído posible. Su frente desplegaba una aterrorizante fruncido de ceño, Black lady cepillada fuera algo de polvo de su vestido. "¡Me hicieron ensuciarme! ¡Ustedes pagaran por eso!"

Saltando al aire, Black Lady se paraba ahí con una pierna rizada debajo de ella por un momento antes de ver a Sailor Uranus, la mujer que tuvo la audacia de atacarla y enviarla al suelo y el polvo. Desencadenando una cantidad grande de energía, Black Lady sistemáticamente la coloco destruyendo todo alrededor de la Senshi, restregando la tierra para obtener su presa. Edificios eructaban y restos volaban en todas partes, pero ella había solo empezado a liberar su poder. Acceso completo a los poderes de Némesis otorgado por Wiseman, Black Lady sabia que ella podía llevar este distrito entero a la nada si lo deseaba, pero eso no realizaría su misión, ni le permitiría a ella salvar a Ryoga.

Con Black Lady enfocada en destruir a Sailor Uranus, Ryoga enfoco su fuego a Sailor Neptune. Capaz de concentrarse en solo una Senshi, el podía mantenerla corriendo lo suficiente para que se encuentre casi imposible retornar el fuego. Desafortunadamente, la diferencia entre "casi imposible" y "imposible" puede ser muy grande. Forzado a mantener su mano en la estatua para que el pudiera mantener su poder, Ryoga era incapaz de eludir.

Cuando el ataque de Sailor Neptuno lo golpeó, Ryoga fue forzado hacia atrás, lanzado a través del cristal. Por un momento, su mundo completo se volvía nada más que dolor y la visión de trozos negros de cristal. Todo alrededor de su dolida cara reflejaba en un millón de facetas. Casi en movimiento lento, Ryoga se sintió caer en el suelo, su espalda lastimada por una multitud de pedazos. Encima de el, el veía la figura de la estatua lentamente caer hacia el, los bordes dentados buscando su corazón mientras descendían.

Cerrando sus ojos, Ryoga se abrazo a si mismo, rezando por que fuera rápido y que Black Lady seria capaz de lidiar con las Senshi por si misma. Poniéndose rígido, Ryoga aguanto su aliento, el aliento que suponía sería su ultimo. En lugar de eso, una brisa caliente pasaba a través de su cara y el sintió una fina lluvia de polvo.

Logrando abrir un parpado, Ryoga miro arriba e intento entender que había sucedido. La estatua se había ido. Todos esos horribles, perforantes pedazos se habían ido. Todo lo que existía era él... y Black Lady. "T-Tú me salvaste."

Black lady se sonrojaba ligeramente, un excelente rojo mostrando fácilmente sus características pálidas. "Tú habrías hecho lo mismo por mi."

Entumecidamente, Ryoga asintió. Aquí estaba ela, justo junto a el, y él no podía pensar que decir. Ella probablemente era la mujer mas bella que el había visto, y ella estaba gastando tiempo con el. Era más de lo que su cerebro podía adaptar. Aunque Akane era bella, aunque tantas de las prometidas de Ranma eran aturdidoras, Black Lady las llevaba a todas ellas a la sombra. Ella era alta, delgada, refinada, y su risita era como los sonidos de pájaros en la mañana primaveral.

"Yo... Yo lo siento. Yo debo haberme quedado mirando."

Alcanzándolo, ella lo ayudaba a levantarse. Su mano era diminuta, pero no había duda de la fuerza que tenía. "Por favor. Yo soy la que necesita disculparse. Si no hubiera sido distraída con esas Senshi, tú no te habrías vuelto implicado. Por favor, Ryoga, acepta mi disculpa... Y mi agradecimiento."

Miro abajo, Ryoga se rascaba la parte de atrás de su pelo revoltoso y daba una risa corta. "Hee Hee. Yo no podía solo dejarlas atacarte así como así. Las Senshi son enemigos de todos, no solo tuyos. Rayos... te habría ayudado sin importar con quien estuvieras luchando."

"¡Oh dios!"

Más que la confidente y ligeramente bronceada chica que el había visto en batalla, Black Lady de cerca parecía ser justo tan tímida como el era. Nerviosamente moviendo sus pies, Ryoga pateo aparte algo del polvo que se había reunido. Por un momento, un pensamiento nervioso empezaba a tomar raíz en su mente. "D-Dime... Esta estatua... ¿Tú no la estarás usando para producir Droids o Daimons o algo, o sí?"

El era recompensado por esa risa perfecta otra vez. "Naturalmente no, Ryoga. Como veras, la estatua es nada más que un sitio de almacenaje para la energía oscura. Yo no he necesitado crear algo tan débil como un Droid para hacer mi trabajo por mi."

Mitigado, Ryoga daba sus risitas pequeñas propias. Por las últimas pocas semanas ellos habían aprendido a asociar las estatuas gigantes con la presencia de Droids y Esmeralda o Diamante que los controlaban. Como el había esperado, Black lady confirmaba que ella no era un partido en esa clase de hechos. Era la gente que hacía los monstruos que eran justo tan culpables por la muerte de Akane como las Senshi, y el estaba contento que su amiga no estaba afiliada con ellos.

Sorprendiéndolo con su acción, Black Lady tomaba la mano de Ryoga y lo conducía fuera de la escena de su batalla. "Yo no estoy seguro si logre librarme de Sailor Uranus o no, pero Sailor Neptune esta todavía ahí afuera. Vamos, camina conmigo por un tiempo. Probablemente seria mejor para ambos si nos fuéramos antes de que llega la policía."

Asintiendo con su cabeza, Ryoga sujeto sus dedos delgados en sus amplios codos y camino junto a ella. Su cara se sentía como si estuviera ardiendo de vergüenza, y su corazón estaba latiendo mas duro que cuando el estaba luchando, pero el no habría cambiado su tarde juntos por nada.

* * *

"¡Shampoo!"

La vista de Mousse no podía ser mejor incluso con sus vidrios de fondo de botella, pero incluso él podía ver bien lo suficiente mientras las usaba para reconocer la forma viniendo hacia ellos. En una más que todo extraña manera, la pequeña, chica Ranma era el centro de atención con su amor Shampoo lanzada sobre un hombro porque sus pies casi tocaban el suelo y su pelo largo recogía el ocasional palo u hoja de la hierba. En la izquierda de Ranma, el alto heredero Kuno estaba apoyado lánguidamente. Dado que Ranma normalmente no permitiría que el chico la tocara, Mousse al instante sabía que algo estaba mal.

"¡Shampoo!" Llamando el nombre como un grito de batalla, Mousse paso las puertas de frente y corría a Ranma mientras ella cruzaba el césped. Alcanzándolos en parte del camino, Mousse tomo a Shampoo en sus brazos y amablemente abrazo a la chica inconsciente. "¿Que sucedió? ¡Shampoo! ¡Respóndeme!"

"Ella estará bien, Mousse. Una de las trampas la alcanzo, pero es solo un tranquilizante. Kuno dijo que ella estará bien."

El chico Chino no le prestaba atención, corriendo fuera con Shampoo en sus manos. Arrastrando al tambaleante Kuno con el, Ranma no podía seguirlo, y Mousse volvía al lado seguro de la puerta justo cuando Ukyo estaba cruzando en la dirección opuesta para ayudar a Ranma. Entre los dos, los adolescentes sacaron a Kuno fuera de su propia casa y lo sentaban en la calle.

"¿Donde esta Ryoga?" Ranma pregunto, preocupado por el segundo luchador más fuerte.

"Perdido." Había desprecio mezclado con lamento y vergüenza en la voz de Ukyo.

Maldiciendo suavemente, Ranma giro de vuelta a las puertas y miro dentro. Mousse seria casi inútil dado que el estaba preocupado más sobre Shampoo. Con Ryoga perdido y Kuno lesionado eso lo dejaba a él y a Ukyo como los únicos luchadores capaces de permanecer. Contra un Droid, el se habría arriesgado. Contra tres...

Ranma giro de vuelta a sus amigos y se agachaba en frente del kendoista. El estaba luciendo mejor ahora que Hotaru estaba usando su curación en el, pero ella parecía estar poniéndose mas pálida y mas pálida cada segundo. "Hey, Hotaru. ¿Te encuentras bien? No luces muy bien."

"Yo estaré bien, Ranma. Solo necesito seguir curando a Tatewaki."

Sonriendo un poco enclenque, Kuno puso arriba una mano para pararla. "No, Yo digo a usted, bella enfermera. Mientras tus administraciones son mas que apreciadas, mis heridas me irritan insuficientemente para estorbarla a usted así. Mejor que yo deba encarar los demonios de todos los nueve infiernos mientras ellos vienen desde mi domicilio que yo tome reposo bajo su cuidado tierno."

Hotaru parpadeo un par de veces. "¿Eso significa que quiere que me detenga?"

"Meramente."

Con un suspiro, y no enteramente de mala gana, Hotaru se sentaba atrás en sus talones y corría un antebrazo a través de su frente. Incluso como una chica mágica, curar gente tomaba mucho de ella. Desde que ella había estado con Ranma y sus amigos, ella había obtenido mucha práctica cada noche y estaba asiendolo mejor, pero esta vez había tantas lesiones que tratar, era muy estresante. Ella no estaba segura por que ellos eran diferentes, pero una de las cosas que ella amaba sobre Ranma y todos sus amigos era que ellos la querían mas por su habilidad para curar, más que despreciarla como los otros niños en la escuela. Era un agradable sentimiento.

Kuno se forzó a ponerse de pie e inestablemente andaba su camino hacía las puertas de su mansión. "Después de todos estos años, los perros del infierno finalmente ladran en las puertas. Refugiándose dentro la casa creada para defendernos de tales peligros ellos ladran y muerden, ansiosos por el pensamiento de nuestra almas."

Inclinándose adelante, Kuno ponía su cabeza contra las barras, lagrimas invisibles bajaban por su cara. "Hace ya ocho años antes, esta casa se volvía nada mas que una fuente de pesar. Quizás yo pudiera arrastrar todo abajo, para tirarla al suelo antes que dejarla con tales pagana criaturas residiendo dentro."

Hubo silencioso por un rato, entonces una voz blanda venia junto a su codo. "Acaso... ¿En verdad quiere decir eso, Tatewaki? ¿Usted realmente destruiría toda su casa antes que permitir que los Droid sobrevivan?"

El daba unas pequeñas risitas. "Si fuera solo eso posible, yo no vacilaría siquiera un segundo. Esta casa paro de ser una casa desde que la locura vino esa noche. A la fortuna Kuno, tal casa como esta no es nada, y no habría pérdida de amorosas memorias dentro de sus paredes, por que todas esas fueron limpiadas fuera en una noche. Si, yo digo que si yo fuera a tener el medio, yo limpiaría este suelo, ladrillo por ladrillo, nada permanecería de casa o Droid."

"Yo... Yo puedo hacerlo... Si usted realmente quiere..."

De repente, alarmantemente, Hotaru sintió que ella era el centro de atención. Sonrojándose, ella bajo su cabeza y sujeto el Silencio Glaive a través de su cuerpo en un gesto inconscientemente defensivo.

Mirando abajo a ella, Kuno habló lentamente. "Doncella bella, soldado pequeña del camino de la justicia, ¿Dice usted la verdad? ¿Puedes tú conceder esta bendición a mi línea?"

"Bien... Seria un poco difícil..." Hotaru podía sentir a todos relajarse, como si ellos la hubieran tomado distraída. "Pero pienso que puedo hacer el ataque lo suficientemente pequeño."

Eso causo que todos pararan y tomaran medidas. Como uno, todas las cabezas presentes giraron y mirar la mansión. Grande para el estándar de una casa, era enorme para las proporciones de Tokio. Incluso más, se sentaba en el medio de un jardín privado que estaba mas cerca a un bosque o un parque. Para decir que era grande no hacia justicia a la riqueza de Kuno o los grandes esfuerzos de su personal de criadas y guardas.

"¿Tú tendrás un problema haciéndolo suficientemente pequeño?" Por una vez incluso Ranma sonaba impresionado.

Las palabras estaban apenas fuera de su boca cuando Kuno mostraba que el era bueno con sus palabras. No esperando un segundo mas, el se arrodillaba en frente de Hotaru y tomaba una de sus manos. "Soldado pequeño, yo le suplico. Por favor has lo que puedas. Si tú triunfas o fallas, sepa que yo estaré agradecido por el intento. Sepa que mis oraciones irán con usted, deseando su éxito en esta ventura."

Hotaru observo a Ranma y vio un pequeño asentimiento. Asintiendo a si misma, ella agitaba su brazo y ordenaba a todos atrás. "Esperen solo tras de mi. No quiero que alguien salga lastimado."

Una vez que ella estaba segura que todos estaban seguros, Hotaru encaro el lado de las puertas y levanto el Silence Glaive. De algún modo, solo la intención de usarla hacia a la sólida arma sentirse incluso ligera, como si la alentara a ella a seguir liberando la destrucción que ella sabia guardaba como en una botella cada día de la semana. Ella estaba concentrándose en el tamaño, intentando medir el lugar para asegurarse que no se sobrepasaría cuando los Droids finalmente salgan fuera de la casa. Sin un Kuno que los guíe a través de las trampas, los tres Droids habían sido retrasados considerablemente, pero ellos eran tan implacables como eran indetenibles.

"Um... Hotaru, ahora seria un momento realmente bueno para empezar..."

Mostrando a Ranma una sonrisa rápida, Hotaru giro de vuelta a las puertas, completamente despreocupada por los tres, grandes, amenazantes formas que estaban cruzando la hierva en zancadas anchas. Ellos no eran amenaza.

"¡SILENCE GLAIVE SURPRISE!"

Soltando el fin de su glaive en un arco, la cuchilla tocaba el suelo, y el Silencio era liberado. Todo ruido desapareció, y entropía parecía colocarse en la vista de todos. Los Droids, una vez poderosos enemigos, apenas lograron otro paso antes de que ellos desaparecieran. Aunque poco tiempo pasaba, apenas un segundo, todos podían ver claramente cada momento increíble como la carne y huesos parecían despegarse de los monstruos y se disolvían en el aire.

Así también, la casa, los árboles, las rocas y todas las otras cosas dentro del rango de ataque de Hotaru eran rodeados por el todo consumidor Silencio. Paredes desintegradas y el tejado despegado de la casa, silenciosamente y rápidamente volviéndose nada. Mientras la destrucción andaba su camino a través de la propiedad Kuno visitando todo sin favoritismo, ningún sonido era oído. Por que este era el Silencio, el todo consumidor fin que alcanzaba por todo.

Con la precisión de un reloj cronometro, ese simple suspendido segundo de destrucción y Silencio pasaba. Desde donde el Silence Glaive de Hotaru toco el suelo exterior unas grandes masas de tierra habían sido arrasadas. De los árboles y mansión, no había quedado ni una simple señal. No había escombros o ruinas; todo en el camino de su arma se había sencillamente ida, mas a fondo que lo que alguna compañía podía posiblemente lograr.

El arma había golpeado en el nivel del suelo, limpiando la casa y algo encima del suelo pero desde donde ellos se colocaban podían ver bodegas y tubos clavados arriba. Ocasionalmente un chorro pequeño de agua arrojaba un chorro arriba, testimonio al hecho de que presión de agua todavía existía, incluso si los grifos no estaban más ahí.

Girando a sus amigos, Hotaru tenía una primavera en su paso y una sonrisa en su cara. "¡Eso fue divertido! Nunca he tenido ocasión de usar algunos de mis ataques antes. ¿Que vamos a hacer ahora?"

La boca de ranma colgaba abierta flojamente. "W-Wow... ¿F-Fue ese tu ataque mas grande? Tú me dijiste antes como ellos eran realmente poderosos..."

"¡No, naturalmente que no, Ranma!" Hotaru se sintió brillante y despierta tras haber desencadenado el Silencio, y lo mostraba en su discurso. "Ese fue mi mas pequeño ataque. Eso es por lo que no puedo usarlos en batalla."

Mirando a la casa - o donde solía estar - Ranma podía solo sacudir su cabeza en asombro. Incluso su más poderoso Shi Shi Hokodan no podía hacer incluso un centésimo de eso. ¿A quien estaba engañando? ¡El no podía hacer una milésima de eso! Viendo eso, el casi podía entender por que las Senshi estaban tan asustadas de la pequeña Hotaru. Tanto poder en las manos de la persona equivocada sería aterrorizante más allá de lo descriptible.

A pesar del ambiente puro de destrucción, lo que asustaba a Ranma mas era cuan fácilmente ella lo había hecho. En el pasado, el había visto a Hotaru lista para derrumbarse después de una carrera de cien metros. Pero ahora ella había sola nivelado la entera propiedad Kuno y no había sudado una gota. Todos los que conocía, incluso Cologne o Happosai, se cansaban con sus grandes ataques. Si esto era solo un calentamiento para Hotaru, el temía lo que ella podía producir cuando estuviera presionada.

"Vamos... Vamos a casa. Tenemos que encontrar a Ryoga, y pienso que Kuno necesita un descanso. Además, no quiero quedarme por aquí mucho más de lo necesario. No solo eso, pero pienso que mejor nos digas todo sobre tus ataques otra vez... Y estoy seguro que vamos a escuchar realmente bien esta vez."


Fin del Capitulo.