Venganza ½

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Qué ha pasado:
El viaje en el tiempo del Príncipe Diamante y las Inner Scouts al final de Sailor Moon R ha causado una paradoja. Ahora las Outers Scouts están despiertas, los Death Busters están activos, y la Familia Dark Moon aun trata de conquistar el mundo. En una acción desesperada para detener un Daimon de ganar un Cristal de Corazón, las Outers Scouts fueron responsables de la muerte de Akane. Ahora Nabiki y Genma están proveyendo la ayuda para que el creciente equipo busque la derrota de los demonios y las Scouts.

Después de semanas de confusión considerando sus identidades reales, las Outers Scouts están juntas. Michiru y Haruka han encontrado que ellas son realmente las reencarnaciones de las defensores del Reino Lunar. Rehusando a reconocer a Sailor Moon como la merecida Princesa de la Luna real por sus acciones contra ellas, las Outers han decidido que el solo curso de acción es la derrota de todos sus enemigos en Tokyo y crear un nuevo Moon Kingdom. Desafortunadamente, esto también quitando del medio a esas "traidoras" Inner Scouts, algo que la fríamente calculadora Sailor Uranus no tiene nauseas en hacer.

Para Ranma, cada día su venganza parece un escalón mas cerca de ser cumplida. Ambas Shampoo y Ukyo planean unirse a el y a Ryoga cuando sea su próxima lucha. Suma a eso la asistencia de la pequeña Tomoe Hotaru, la misteriosa chica mágica que alega tener un poder sin igual, y tienes un poder para hacer a los mas fuertes correr de temor.

Traducido por Kal-el.
Formato HTML de Hukarovi Yanoki

Parte 5: Almas De Hielo, Corazones De Piedra

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Cologne se sentaba oculta en una sombra en un tejado. Ahí no había habido suficiente espacio para esconder una sombra ahí, pero el dominio de las habilidades marciales de su tribu estaban mas allá de comparación, y algo tan básico como el sigilo era casi su segunda naturaleza.

El tema de su mirada caminaba a través de los suelos del Dojo Tendo. Ella podía dificilmente llamar a eso el Dojo Tendo, dado que el Dojo en si mismo no existía mas. Suficiente decir, la causa de todo el dolor de Cologne, dolor y sufrimiento por el ultimo año estaba corriendo alrededor del patio de los Tendo, sin ninguna idea de que ella estaba aquí esperando. Por otro lado, esta misma persona que ella vigilaba era también la causa primordial de todo lo interesante en el ultimo año. Para su edad, algo interesante era mas valioso que el oro.

Para un ordinario mortal, especialmente un hombre, causar en una Matriarca del Joketsuzoku este nivel general de inquietud nunca había sido oído. Cualquier hombre que haya molestado a alguien de su importancia ya podía haber estado en un viaje corto a su nuevo hogar a seis metros abajo. Este hombre era especial. Este era el hombre que su bisnieta quería, y Cologne no podía negar nada a la chica.

Aunque Cologne paso dolores de cabeza para ser la mejor tutora posible para la niña, había muchas cosas que a ella se le escapo. Shampoo había entrenado para ser como ella, mas evidentemente. Cologne se culpaba, no a Shampoo por el hecho de que Ranma había vencido a la chica tan rápidamente y fácilmente cuando había entrado por primera vez a la villa de Joketsuzoku. Una vergüenza para el estudiante era una deshonra mayor para el profesor, especialmente cuando Shampoo había sido tan enormemente burlada por el resto del pueblo.

Una vez que ellas habían alcanzado a Japon, Cologne había sido mas que servicial para asistir Shampoo en su búsqueda del chico. Inicialmente, ella no había visto lo que Shampoo si; ella no tenia idea del potencial escondido dentro del chico. Cuando ella lo había entrenado primero en el truco de las Castañas, ella no había supuesto verdaderamente que Ranma lo aprendería, menos solo aprenderlo en unos pocos días. Lo que había sido su primera equivocación. Su segunda equivocación había estado en asumir que Ranma era contenido por las mismas reglas que sujetaban a todos los demás. Ranma era alguien a quien nunca podría ser contenido por reglas normales.

No que ella tenia alguna intención de informar a Ranma de alguna de la reglas particulares que ella había estado pensando recientemente. Como todas las reglas bien escritas o garantías, las leyes de matrimonio Joketsuzoku tenían un limite de tiempo escrito dentro de ellas. Si la mujer no se casaba con el hombre dentro de seis meses, el matrimonio no era mas una obligación. Opcional, si. Mandatario, no. Después de todo, si el hombre había eludido la caza, tú duramente querrías perder una mujer valiosa quien estuviera eternamente fuera en un búsqueda para encontrarlo.

En verdad, si ella o Shampoo lo deseaban, ellas podían haber empacado y volver a la villa casi hace un mes, pero ellas no querían. Ranma era un gran premio para perderlo. Ambas Shampoo y el pueblo completo se beneficiaria cuando el chico sea traído. Por esa razón, Ranma se podía también beneficiar.

Mirando la intensa, enfocada forma en que Ranma iba en su entrenamiento, Cologne se preguntaba si había todavía una oportunidad para que su bisnieta gane el corazón del chico. La forma vacilante ligeramente a través de la yarda era tan... determinada. La forma que se concentraba, la forma en que el solo vivía para el arte y para luchar con demonios y Sailor Scouts; estas cosas dichas de un hombre con espacio solo para una cosa en su corazón: Venganza.

Ranma siempre había sido dedicado al arte y a sus amigos, pero nunca hasta esta extensión. Literalmente todo lo que no era necesario para la victoria había sido dejado a un lado. Escuela, viajes a Ucchan o al Nekohanten, todos caían a un lado del camino. Cologne había visto suficiente gente para entender que no habría sucedido si hubiera todavía alguien verdaderamente importante en la vida de Ranma. Si la chica Kuonji hubiera muerto, Ranma habría estado furioso y triste, pero su hambre por justicia no habría sido tan fuerte.

Todo esto hablaba de una sola cosa a Cologne, y la hacia preguntarse si era correcto permanecer en Japon e intentar ayudar a Shampoo. Mientras la muerte de Akane puede haber hecho espacio en el corazón de Ranma para alguien mas, ese espacio estaría un largo tiempo para estar disponible. Por ahora... Por ahora, Ranma viviría con sus memorias, y Akane seria la cosa mas próxima a perfecta. En su búsqueda por justicia, el olvidaría las peleas y insultos que ella lanzo contra el. Ahora, Akane quizás solo parece mejor y mejor cada día que pasa.

Realizando el hecho de que Ranma estaba obsesionado, algún romance podía ser considerado un tema cerrado por meses si no años. Cologne gravemente considero saltar fuera del tejado e ir a su casa pero, otra vez, Ranma la detuvo.

Habiendo completado su entrenamiento en su forma mas fuerte de chico, Ranma voluntariamente salto dentro del estanque de Koi y cambio de sexo. Ahora, como una pequeña pelirroja, Ranma estaba realizando mas proezas. Mientras ella observaba a Ranma saltar desde una roca, caía en el aire, realizando un ataque Amaguriken a una enemigo imaginario, entonces descender limpiamente en el otro lado del estanque, Cologne susurro.

Esto era por lo que ella no podía irse. Esto era por lo que ella no abandonaría la caza de Ranma hasta que estuviera casado con alguien. Alguien que podía hacer lo que ella había visto era mas que un premio, era una leyenda en formación. Poca gente conseguía la habilidad para realizar la alta velocidad de la legendaria técnica ataque puñetazo Amazona. Menos todavía podía saltar y moverse como Ranma. El (o ella) podía hacer ambos, al mismo tiempo.

En el momento, Cologne no estaba segura si ella podía llamar a alguien en su pueblo que podía haber realizado ese movimiento, ella incluida. Tú perdías mucho poder en tus golpes haciéndolos en medio del aire así, pero el movimiento, la coordinación, la habilidad y velocidad requerida era completamente nata.

Tú no encontrabas una gema como Ranma Saotome dos veces en una vida, incluso si tú vivías trescientos años. Igualmente, una gema no es encontrada en tan perfecta forma. Debe ser pulida, redefinida y formada hasta cada ligera faceta. A pesar de todos de logros del increíble Ranma, el tenia solo dieciséis años. Lo que significaba que el pulido había solo empezado, y se dejaba a la mente para imaginar lo que el podía hacer para el tiempo que el sea de veinte-cinco si ella era su maestra.

No... No se rendiría con este chico. Ella permanecería aquí tanto como le tome, y luego mas quizás. Si el interés de Shampoo bajaba, Cologne encontraría otra del pueblo. Ella encontraría una docena, si eso era lo que le tomaba. Incluso si el no se casaba con Shampo, ella lo tomaría como una misión personal hacerlo un miembro de su tribu en alguna forma, o su aliado si todo lo otro fallaba. Un chico como este llegaría lejos, volviéndose verdaderamente poderoso.

Quizás incluso suficientemente poderoso para derrotar un a omnipotente dios como Saffron, Señor de la Montaña Fénix.

* * *

"¿Podrías por favor repetir eso?"

"Dije..." Las palabras fueron ahogadas por el repetido martilleo de un carpintero encima de ellos. Cuando ese ruido acabo, Tomoe miro alrededor brevemente, abrió su boca para empezar a hablar, y entonces la cerro otra vez cuando un sierra empezó de nuevo a hacer unos nuevos maderos para el suelo.

"No importa. Ven, hablaremos afuera."

Una vez fuera de la casa Tomoe - tal como estaba - el nivel de ruido bajo considerablemente. Justo debajo de la calle, había espacio para que ellos se sentaran y hablaran en la sombra. Al menos, Souichi Tomoe se sentó. Mimete declino con un movimiento de sus ojos y una vuelta de su uniforme de personal.

"Esta bien... ¿Ahora donde estábamos nosotros?"

"Usted estaba a punto de decirme como me había promovido encima de esas otras tontas y me ponía a cargo de las 5 Brujas?" Aunque Mimete intentaba sonar inocente y asombrada, ella no podía manejarlo completamente mientras intentaba subir en el poder al de sus hermanas del mal.

"Suficiente, estas casi en lo correcto." El Ojo artificial de Souichi destellaba mientras sonreía.

"¿Q-Q-Que?"

"Debido a ciertos... Sucesos imprevistos, yo estaré situándote a cargo de buscar los Talismanes."

"¡¿Yo lo haré?!" Ardientemente, Mimete abrazaba sus manos debajo su barbilla y miraba a su señor con relucientes ojos. Este había sido su sueño desde que las Brujas 5 habían sido formadas. Finalmente, ella seria la numero uno. Ella seria la que estaria a cargo de atacar. Con esta oportunidad, ella no fallaría. Le mostraría a Kaolinite, Tellu y a todas las otras brujas quien era la mejor ahora.

"Verdaderamente. Desde ahora, es tu misión asegurar los tres Talismanes que Mistress 9 necesita. Tú, y solo tú serás responsable por ellos."

"Naturalmente, Doctor Tomoe. Yo no le fallare."

El jefe de los Death Busters - la fuerza maligna dedicada a llamar a su Señor Pharaoh 90 y traer el Silencio a la Tierra - cabeceaba lentamente y concentro sus ojos a su subordinada. "Triunfa, y tú serás recompensada, Mimete. Mistress 9 recuerda esos quien han servido bien. Pero estas advertida... Su tolerancia para el fracaso es mucho menor que la mía, y mucho como tú temes mi cólera, su ira es unas miles de veces peor. Tú sola ahora cargas la responsabilidad de encontrar y recobrar los Talismanes necesarios para crear la Copa Lunar."

Sobria por su tono, pero solo ligeramente, Mimete asentía. Sus ojos todavía brillando con excitación, ella buscaba detalles donde sus tontas aliadas habían fallado. Si ella podía evitar sus equivocaciones, tendría incluso mas ventaja sobre sus enemigos. "¿Que sucedió con Kaolinite y Eudial?"

"Kaolinite sufrió un... accidente... en el curso de sus deberes. Tú no estarás oyendo de ella otra vez."

"¿Un accidente? ¿Tendrá eso algo que ver con el hecho de que usted esta reconstruyendo su casa?"

Tomoe sonreía. "Verdaderamente. Parecería que mi hija errante es una de las Sailor Scouts. Ella y yo tuvimos una ligera diferencia y mira que sucedió. Los niños de estos días. Ellos solo no tienen respeto por su propiedad."

Mirando atrás sobre su hombro, Mimete parpadeo un par de veces. ¿La hija del Doctor Tomoe hizo eso? La entera sección superior de la casa se había ido. Mimete no sabia que clase de ataque tenía la chica, pero no quería ir contra ella en combate si eso era alguna indicación. Incluso en su mas poderoso guerrero, el Charm Búster de Mimete no seria capaz de hacer tal destrucción.

Peor todavía, no había ningún signo de lo que ella habría supuesto de una pelea mayor. Lo que sea que Hotaru Tomoe había usado debió haber eliminado a Kaolinite mas rápido de lo que Mimete había podido posiblemente lograr en una pelea directa. No importaba que, esa chica era peligrosa, y eso era vital para saber. Talismanes o no talismanes, Mimete sabia en que dirección debía correr la próxima vez que ella viera a la pálida, y vulgar cara de la hija de Tomoe: Lejos.

"Eso todavía no explica por que usted esta reconstruyendo su casa."

"Un cebo. Nada mas. Hotaru es todavía importante a mi plan, posiblemente incluso mas ahora que ella ha revelado este poder. Ella es una pequeña, chica enferma, sola en Tokyo. La escuela y esta casa son las únicas cosas que ella conoce y donde se siente segura. Quizás ella vuelva y encuentra la casa restablecida a su estado original ella estará fuera de guardia, vulnerable. Cuando eso suceda..."

"Ella será nuestra." Mimete termino por el.

"Exactamente."

"Y que hay de Eudial? ¿Que sucedió con ella?"

"Nada. A Eudial le ha sido dado otra tarea." Tomoe no podía hacer mas que sonreír mientras el escuchaba a Mimete maldecir silenciosamente y golpear un pie. "Mientras yo supongo que seas capaz de manejar a esas entrometidas Sailor Scouts, hay otro grupo del cual preocuparse. Mejor y mas fuerte organizado, nosotros debemos asegurar que ellos no triunfen antes de que Mistress 9 este despierta. Una vez que ella este de nuestro lado, seguramente nosotros no podemos fallar."

"¿Así... Así que a Eudial le ha sido dado algo mas importante que a mi?"

"¡Para de lloriquear! Tu responsabilidad son los Talismanes. Primero y ultimo, eso es todo lo que te debe importar. Eudial no te debe preocupar, y tú no estas en alguna competición con ella. Todo lo que importa es que ambas sirvan a Mistress 9 al máximo de sus habilidades. Solo cuando nosotros seamos victoriosos serán recompensadas apropiadamente por sus servicios."

"Si, señor. Yo entiendo."

"Bueno. Ahora, empieza tu trabajo. Yo tengo que volver y supervisar esta construcción. ¡Y juro, si esos trabajadores han puesto aserrín en mi almuerzo otra vez, tendré los intestinos de alguien como ligas!"

Mimete estuvo todavía ahí por varios minutos mientras su maestro se retiraba. Cuando el volvió dentro del esqueleto de la casa que había sido levantada, ella finalmente soltó su control y empezaba a saltar alrededor. Danzando de pie a pie, Mimete cantaba una tonada pequeña estúpida, saboreando su buena fortuna y alegrándose de todos los regalos que ella estaba segura que recibiría. Ella era mucho mas bonita que las otras brujas, no había forma de que ella pudiera fallar.

Tanto como ella permaneciera lejos de la hija del Doctor Tomoe. Ella no la había conocido, pero asustaba a la bruja.

Girando para empezar la búsqueda por los Talismanes, la sonrisa de Mimete crecía incluso mas aún. Solo porque a ella se le había sido dicho no preocuparse sobre el trabajo de Eudial, no había razón para que ella no pueda visitarla. Mimete sabia que su trabajo era mucho mas importante. Así que era realmente en el mejor interés de todos si ella se asegurara que Eudial fallara de algún modo. Después de todo, si ambas Eudial y Mimete triunfaban, entonces ellas tendrían que compartir las recompensas. Seria mucho mejor para Mistress 9 si ella solo tuviera que estar agradecida con Mimete. Y Eudial era siempre tan malhumorada, también.

Con una risa y una primavera a sus pasos, Mimete bajo por las calles de Tokyo. ¡Pronto, la victoria seria suya, y solo suya!

* * *

"¿Que estas haciendo aquí?"

La pregunta podía haber venido de ambas, pero esta vez Ukyo logra ganarle a su adversaria y preguntar primero.

"Shampoo aquí para ayudar a Airen. Mostrar a Airen la razón real para el casarse con esposa Amazona. ¿Por que tú aquí?"

"Yo soy la prometida de Ranchan. Yo no trato de atraparlo con algunas leyes tontas, ¡El me ama!" Tirando su pelo atrás sobre su hombro, Ukyo daba a Shampoo una larga mirada de lado. "Además, Yo solo estoy haciendo lo que cualquier buena prometida haría, ayudándolo cuando el necesita una mano. Mostrándole cuanto una real prometida se preocupa por él, no como..."

Ukyo dio un paso atrás y miro alrededor culpablemente. Por tantos meses, ella había estada arraigada a la idea de compararse con Akane, ella solo resbalada dentro del habito. Ahora que ella no estaba mas aquí, era solo ella y Shampoo. Aunque Ukyo siempre habia sabido a quien Ranma escogería, ella se sentía mal sobre lo que ella había casi dicho sobre Akane. Akane podía haber tratado a Ranma terriblemente, pero no había razón para seguir reluciéndolo.

"Digamos que yo solo estoy actuando como la linda prometida de Ranchan debería actuar. ¿Estas aquí para entregar ramen o algo?"

"No, Shampoo aquí para pelear al lado de Airen. Esposa amazona no solo buena cocinera y buen cuerpo. Ella mejor peleadora. Shampoo entreno con bisabuela. Bisabuela enseñar Shampoo todo lo que ella necesita saber. Shampoo protege Airen en batalla."

Dando una envidiando asentida, Ukyo tuvo que reconocerlo. Shampoo podía ser un poco odiosa, pero ella tenia su corazón en el lugar correcto. Sonriendo, ella se inclinaba mas de cerca a la Amazona de cabello púrpura. "¿Yo no supongo que la bisabuela estaría interesada en venir aquí y entrenarme? He logrado que ese idiota de Genma me entrene. Si tuviera la mitad de conciencia el podía ser un peleador decente, pero, dioses, no puedo entender como Ranchan ha permanecido con el tanto tiempo."

"Shampoo entiende. Hombre-Panda malo para Airen." Ella bajaba su frente. "Hombre-Panda probablemente consiga a Airen muerto. Airen estaría mejor entrenado con bisabuela. Nada mejor que técnicas Amazona."

"Trata de decirle eso a Ranchan. Yo lo amo, pero el puede ser tan terco algunas veces. ¿Por que no puede el ver cuan malo su padre es? Quizá... Quizá si nosotros trabajamos en el, podamos convencerlo de mudarse y dejar a su padre. El puede permanecer en mi casa, yo tengo abundante espacio."

"No. Ranma es Airen de Shampoo. El quedarse con Shampoo y bisabuela. Nosotros enseñamos todo lo que necesita saber."

"Lo apuesto. Ustedes le lavarían el cerebro y huirían con el. Yo prefiero que permanezca aquí con su idiota padre que permitir que eso suceda."

Hubo silencio por un momento. "Piensas... Piensas que tú puedas convencer a la Abuela para que venga aquí y nos entrene a todos?"

Era una concesión grande para Ukyo, voluntariamente ofreciendo un camino para que su rival gaste incluso mas tiempo con Ranma, pero lo valía. Ella no estaba segura que entrenamiento Ranma estaba haciendo con su padre, dado que el rehusaba permitir que lo vean. Desafortunadamente, eso solo la preocupaba aun mas. Si Ranma no quería que ella sepa lo que su padre estaba haciendo para entrenar, eso probablemente significaba que era algo que definía nuevos limites para las palabras "irrazonable", "peligroso" y "increíblemente estúpido".

Ukyo no hacia necesariamente confiar en Shampoo o Cologne con su prometido, pero ella hacia confiaba en ellas con su bienestar general. Cologne quizás no haga mas que exponer a Ranma a una peligrosa técnica de aprendizaje de lo que haría quizás a Shampoo. Genma, por otro lado, probablemente empezaría soltando a Ranma por la Torre de Tokyo para enseñarle a volar a menos que alguien lo pusiera en su lugar.

"Shampoo piensa que idea es buena. Shampoo permanece aquí también. Manteniendo a Airen caliente en la noche."

"Yo no pienso que esa es una buena idea. ¿Piensas que tú puedas solo ser un poco mas sutil por un tiempo? Yo se que Ranchan me va a escoger a mi eventualmente, pero no quiero apurarlo. Es bastante claro que el debe al menos querido a Akane un poco, porque parece estar bastante herido. Yo solo no quiero apurarlo o nada."

Lentamente Shampoo asentía y cambiaba su asidero en su bonbori. "Shampoo... entender. Shampoo no dice nada. Shampoo actúa como guerrero. Ayudar a defender Airen en batalla."

En muchos formas, Ukyo sentía pena por Shampoo. Evidentemente ella amaba profundamente a Ranma, pero Ukyo sabia que no había forma de que Ranma quizás escoja a la chica China. Ella deseaba que Shampoo quizás solo acepte que Ukyo estaba destinada a estar con Ranma. Eso sería mucho mas simple para todos, y salvaría a Shampoo la angustia del rechazo al final.

A pesar del hecho de que ella habría preferido si Shampoo no estuviera intentando capitalizar su buena idea de quedarse alrededor Ranma esta vez en que verdaderamente eran necesitadas, ella no intentaría disuadirla. Ella nunca había conocido a las Scouts personalmente, pero al pensar en alguien capaz de sostener a Ranma y Ryoga al mismo tiempo y ganar era algo de que preocuparse. En ese caso, cada par de manos que ellos tengan valía oro.

Además, mientras mas pronto ellos derrotaran a las Scouts, mas pronto ella podía establecerse con su prometido y ayudarle a construir nuevos recuerdos felices y lograr pasar la muerte de su amiga.

Las chicas no tenían que esperar mucho antes de que el objeto de su atención saliera de la casa. Siguiéndolo de cerca atrás estaba Ryoga, quien era gritando a Ranma atrás. "Perdón, Ucchan, no quería mantenerte esperando, pero P-... Ryoga aquí casi se pierde en la salida del baño. Yo tenia que salvarlo."

Ryoga se enojo por un momento, pero el no parecía tener una buena excusa a la acusación. Buscando una forma para desviar la atención de el, Ryoga asintió a Shampoo. "Oye. Cuando yo no te vi por unos pocos días, estaba preocupado de que Ranma te había asustado."

"Shampoo nunca abandonar Airen. Shampoo entrenar con bisabuela. Ahora ella lucha con Airen. Ayudar a derrotar el mal."

Ambos chicos cabecearon. No había mucho que ellos podían decir contra eso. Además de ellos mismos, la gente parecía estar honradamente indefensa contra el creciente reinado de terror que tenía a Tokyo en las cuerdas. "Es bueno verte otra vez, Shampoo. La Vieja momia vino el otro día, fastidiando como siempre, pero es agradable ver algunas caras familiares."

"Yo se lo que quieres decir, Ranchan. Si no fuera por mi restaurante yo nunca podría ver a nadie. Además que correr alrededor de la ciudad en la noche, ¿Has estado afuera recientemente? Nadie te ha visto en la escuela."

Ranma sacudía su cabeza en negación. "No. Es solo que no parecía importante nada mas. No que siempre lo fuera. Además, si Ryoga puede estar fuera vagando alrededor del país toda su vida y nunca encontrar la escuela, yo creo que pueda estar sin ella por un rato."

"Bien, no la dejes por mucho tiempo. Tú no quieres perderte una educación." Ukyo contraataco.

"Humph. No como si eso importe. La Escuela no me va a ayudar a manejar un dojo."

"Ven a juntarte a las Amazonas. No necesitar escuela. Ranma ser lo que Ranma es."

Preocupada de que Shampoo podía ser capaz de tentarlo lejos con tal apelante ofrecimiento, Ukyo rápidamente puso sus propios dos centavos. "Oh, pero tú no necesitas preocuparte sobre esa clase de cosas en nada. Yo puedo sostenernos a ambos bien con mi restaurante."

La frentes de Ranma bajaba. Esto no era realmente lo que el había planeado cuando había invitado a las chicas a pelear con el contra los demonios. "Miren. Yo terminare la escuela y todo eso, solo lo haré a su tiempo. Y no estoy interesado en esa clase de cosa por el momento, ¿OK? Todo en lo que yo estoy pensando es en la pelea, y eso es todo lo que ustedes deberían pensar también. ¿No es así, Ryoga?"

El consentimiento del chico perdido gruñía. Aunque el tenía sentimientos mezclados sobre permitir que gente tan débil como Ukyo y Shampoo pelee con ellos contra los demonios, el no podía encontrar alguna grieta en la lógica que declaraba que cuatro contra cinco eran posibilidades mejores cuando pelearan contra las Scouts. Era de algún modo perturbador considerar que las mujeriegas maneras de Saotome habían causado tanta pena en el pasado, pero era ese mismo efecto que ahora había enredado a los dos mas fuertes de Nerima como aliados en la lucha contra la oscuridad.

"¡Aiya! Shampoo no saber que Airen tiene hermana! Ella crecer, y hacer buena Amazona, ¿Si?"

Mirando alrededor, Ranma y Ryoga observaron a Hotaru salir de en frente de la casa. Ella estaba usando todavía su uniforme escolar, dado que ella no poseía algunas otra ropa. Al menos por ahora Kasumi había limpiado y reparaba lo peor de el. Dando un quejido, Ryoga daba una palmada a Ranma atrás de su cabeza. "¡Idiota! Se supone que saliéramos temprano para que así ella no intentara seguirnos. Pero noooo, tú tenias que pararte alrededor hablando con tus novias. ¿Ahora que es lo que vas a hacer?"

"Cállate, Ryoga. Yo solo le voy a decir a que no puede venir."

Viniendo a pararse cerca del grupo de artistas marciales, Hotaru miraba arriba en asombro. ¿Podían ser estas reales chicas mágicas? Quizá Ranma estaba ayudándoles... O quizá, dado que Ranma era tan bueno, ellas eran las que estaban ayudándolo a él. Dando una proa, ella les sonrío. "Hola. Yo soy Hotaru Tomoe."

"¿No hermana de Airen?" Shampoo preguntado en desconcierto.

Simultáneamente, Ukyo giraba a Ranma con una mirada peligrosa en su ojo y una mano en su espátula de batalla. "Ella mejor no sea otra prometida, Ranchan."

"No, no, no, no. Ella es solo una amiga, eso es todo. Hotaru quiere ayudar a pelear contra los demonios y esas cosas. Ella dijo que su papá fue poseído por uno. Eso es por lo que ella esta permaneciendo aquí."

Dando a la chica joven un aspecto escéptico, Ukyo soltó su arma. "¿No es ella un poco... Joven?"

Vigorosamente, Hotaru sacudía su cabeza. "No, Yo no soy demasiado joven, en verdad. Yo he venido con ustedes porque yo soy la mas poderosa chica mágica en todo el mundo." Dando una ligeramente nerviosa mirada a su ídolo, ella continuaba en una mas silenciosa, voz ligeramente avergonzada. "Yo soy incluso mas poderosa que Ranma."

Shampoo se agacho abajo en frente de la tímida, frágil chica y empujaba un simple dedo en su frente. "Chica Pequeña no luce fuerte."

Ligeramente nerviosa, dado que la Amazona de cabello púrpura era mucho mas grande, y completamente evidentemente armada, Hotaru abrazaba sus manos en frente y desafiaba la valoración. "Mouu... Yo soy poderosa. Yo solo no puedo usarlo sin lastimar gente. Pero esa no es razón para molestarme y ser mala."

Inclinándose cerca de Shampoo, Ukyo daba una sonrisa ganadora. "Perdón, pequeña. Nosotras solo no queremos que salgas herida. Yo soy Ukyo, y ella es Shampoo. Yo no estoy seguro sobre ti, pero ambas hemos estado entrenando desde que éramos realmente pequeñas. ¿Estas segura que quieres hacer esto?"

"Bien... No como estoy, pero si me cambio yo puedo."

"¿Cambiar?"

Dando una ardiente cabeceada, Hotaru sujetaba arriba su pluma de transformación. "Ves, es mágica. Yo puedo usar esto y hacer toda clase de realmente asombrosos mágicos poderes."

Mirando al lado. Ukyo preguntaba con duda en su voz. "¿Ella habla en serio, Ranchan? ¿Puede ella realmente hacer magia?"

Para sorpresa de todos, fue Shampoo la que respondió. "Shampoo cree Chica Pequeña. Bisabuela sabe mucho de magia, tener muchas cosas mágicas. La hace demasiado poderosa incluso si ella no sabe artes marciales. Si Chica Pequeña tiene vara mágica, quizá ella tiene también magia."

"Que tal esto, dulzura. Dado que va a ser bastante peligroso ahí afuera, ¿Quieres permitirme tomarla? Si tú me enseñas como usarla, yo podía tomar tu lugar. De esa forma tú puedes permanecer aquí seguro y dejar la lucha a las chicas mas grandes... Y los chicos también, naturalmente. Yo no te olvidaría, Ranchan."

Hotaru se encogió de hombros y paso la pluma. "Tú puede intentarlo. No funcionara en ti, pero puedes intentarlo."

Tomando la pluma azul amablemente porque pensaba que podía romperse, Ukyo sujetaba su aliento. Después de unos pocos momentos cuando ella no sentía algo diferente, ella hablo. "Umm... ¿Se supone que deba hacer algo para hacerla funcionar?"

"Sujétala arriba y di: 'Saturn eternal power, make up'. Pero no funcionara contigo."

Haciendo como a ella le fue dicho, Ukyo se enderezo y - sintiéndose mas tonta - dijo la frase de requisito. Por mucho largos segundos, todos se pararon ahí observándola, hasta que ella bajara la pluma. Su cara roja de vergüenza, ella entrego la vara de vuelta a la chica. "¡Vaya! Si que me siento tonta después de eso!"

Tomando el objeto, Hotaru inmediatamente se sintió mejor. Ella tenia pensado que Ukyo no podía usarlo, pero de algún modo ella se sintió mejor una vez que estaba segura. Ella tenía razón, era especial. Justo tan especial como Ranma, en su propia forma.

Capitalizando la tregua mientras Ukyo estaba todavía ahí sintiéndose tonta y luciendo tan roja como la camisa de Ranma, Hotaru sujetaba arriba la pluma. "¡SATURN ETERNAL POWER, MAKE UP!"

Brillando, una luz gloriosa la rodeaba, y Hotaru sintió la majestad de su transformación. Cuando ella termino, Hotaru se puso en su especial, postura de chica mágica al fin, sintiendo todos los ojos sobre ella. Con un sonrojo ligero en su cara, Hotaru se sintió tan orgullosa. Este mágico hecho la hacía a ella su igual. Su magia la hacía la mas fuerte de todos ahí, y solo ella lo sabia. Además de eso, ella realmente le gustaba su uniforme mágico. La falda obscura completa y las botas la hacían parecer tan adulta, pero al mismo tiempo, los lazos y alas lucían tan lindos. Si ella no estuviera intentando estar seria y impresionar a los amigos de Ranma, habría reído con excitación.

Bizqueando sus ojos ligeramente, Shampoo se concentro en la chica transformada en frente de ella. "Yo no siento fuerte Ki. Ella seguir siendo chica pequeña. ¿Como tú fuerte?"

"Bien... he obtenido dos ataques realmente fuertes, y puedo sentir el mal, y puedo volar, y yo puedo---"

"Hotaru..." Ranma hablo suavemente. Parándola en su hablar, la pequeña chica de pelo negro miraba y giraba hacía su ídolo. "Hotaru, Yo... Yo estoy preocupado por ti. ¿Que si nosotros no podemos protegerle? ¿Que si necesitamos correr a ayudar a alguien, o incluso escapar. Yo no quiero eso, pero... Pero solo en caso..."

"¡Pero... Pero, Ranma! Se supone que deba ayudarte. Eso es por lo que yo soy una chica mágica, yo estoy segura de ello. Honestamente. Yo no seré una carga para usted. Soy mucho mejor como estoy. Puedo correr todo el camino por la calle si yo lo necesito."

Oyendo eso apuñalo dentro el corazón de Ranma mas que ningún otra cosa que Hotaru hubiera dicho. El sabia que ella estaba enferma, ella le había dicho a el mucho antes, pero el nunca se dio cuenta cuan mal ella estaba. Cuando una chica joven de su edad pensaba que era un gran logro ser capaz de correr unos pocos cientos de metros, tú sabias que había problemas.

Poniéndose de rodillas en frente de ella, Ranma miro a la cara pequeña triste. "Hotaru... Por favor... ¿Recuerdas cuando Ucchan primero vino aquí? le dije a ella que necesitaba entrenar antes de que pudiera venir conmigo. Yo creo... Yo creo que lo que trato de decir es que pienso que también necesitas algún entrenamiento. Por favor, Hotaru... A nadie de nosotros le gustara que salieras herida..."

Luciendo profundamente abatida, Hotaru giro fuera ligeramente. "Yo entiendo, Ranma. Usted no me quiere alrededor."

"¡No! No, Hotaru, no es eso. Es solo que... Es solo que me preocupo por ti, eso es todo. Vamos, te prometo que te ayudare a que te pongas mejor porque tú puedes ayudarnos en el futuro."

Hotaru puso afuera el Silence Glaive que había sido llamado como parte de su transformación. Cerrando con llave sus manos juntas en frente de ella, ella giraba atrás y miraba dentro de los ojos azules de Ranma. Buscándo por alguna señal de engaño, ella pensaba sobre lo que el había dicho. Lo que el quería decir cuando el pensara que ella era suficientemente fuerte, suficientemente buena, el la tomaría con ellos. El se lo había dicho, y ella le creía. Su Ranma nunca intentaría de engañarla.

Lanzando sus brazos alrededor del cuello de Ranma, Hotaru le daba un gran abrazo. "OK, Ranma. Seré buena. Una vez que tú pienses que yo estoy lista, entonces iré con usted."

Sintiendo la tensión en el aire atrás, Ranma rápidamente se separo de la pequeña chica mágica. Obtener abrazos de una chica en un traje de leotardo de piel y falda corta era un camino rápido a un montón de dolor si era hecho en la presencia de Ukyo o Shampoo. Al menos ellas estaban dispuestas a esperar y permitir a la cólera crecer, distinto a cierta marimacho.

Con ese pensamiento en mente, Ranma miro y se coloco alrededor, rostro serio y intentándolo. "Vamos. La noche esta llegando, y ni las Scouts, ni los demonios ni las brujas nos esperaran."

"¡Ranma!"

Salida determinada y dramática rota, Ranma miro atrás. "¿Si, Hotaru?"

Mostrando un recipiente pequeño de agua, ella lo miro. "Kasumi me dijo que estabas planeando en cambiar antes de salir. Eso era por lo que traía esto en primer lugar."

Dando una palmada a su propia cabeza en repugnancia de su carencia de memoria, Ranma cabeceaba y entonces se salpico con agua fría.

"¡Esta bien! ¡Salgamos bien esta vez!" La pequeña, intensa, pelirroja empujo sus golpes húmedos atrás y salió por la puerta en frente de la yarda de los Tendo. Sus pantalones y camisa eran demasiado holgados y demasiado grandes, pero ellos siempre lo eran después de una transformación. Con velocidad nacida del habito, ella se había ajustado casi con el tiempo que todos la habían seguido.

Fuera de la puerta, otra voz traía a la pelirroja a un alto. Sintiéndose irritado y frustrado, Ranma lentamente miraba y giraba al alto Chico chino inclinando nostálgicamente contra un mástil de utilidad. "¿Que quieres Mousse?"

Mirando abajo a la pequeña chica que conducía al equipo de cuatro, Mousse permitió que la luz del sol de la tarde se refleje dramáticamente en sus lentes por un instante. "Yo estoy aquí por mi querida Shampoo."

"Shampoo ocupada, Estúpido Mousse. Tú ve a casa."

"¡No! Yo nunca te abandonaría, Shampoo. Saotome... Tú me conoces. Yo nunca odie a Akane. Nunca habría permitido que algo como eso pasara si pudiera haberlo detenido. Personalmente, yo preferiría volver a China con Shampoo a mi lado, pero si ella esta aquí, entonces este es mi lugar también. Por favor, Saotome. Permíteme pelear junto a ti para que pueda mantener a mi querida Shampoo segura."

"Mujer amazona no necesita protección de estúpido hombre. Ve a casa junto a bisabuela, Mousse."

Antes de que Shampoo golpeara el cerebro de Mousse con su bonbori y lo pusiera fuera de la pelea, Ranma levanto arriba una mano y la detuvo. Ella podía sentir su sinceridad, y podía entender su necesidad. Si Ranma hubiera estado alrededor cuando ese demonio y las Scouts habían atacado a Nabiki y Akane, Akane podía estar todavía viva hoy. El puede estar muerto, pero eso no importaba. El habría hecho algo para salvarlas, y el sabia que Mousse se sentía de la misma manera por Shampoo.

Distinto a Hotaru, Mousse no escucharía razón. También, Mousse era un maldito buen luchador - otra vez distinto a Hotaru. Mousse podía tomar cuidado de si mismo, y si Shampoo era golpeada y ellos necesitaban escapar de las Scouts, Ranma sabia que el podía contar en el chico medio ciego para hacer eso perfectamente. El unico riesgo de tomar a Mousse era su mala vista, pero el había adivinado ya que ese seria el precio de admisión al creciente equipo de Ranma. Cuando Mousse estaba esperando, el había estado usando sus lentes, y Ranma sabia sin preguntar que Mousse continuaría usándolos.

"Esta bien, Mousse, estas contratado. Ahora nosotros tenemos cinco, y ellas tienen cinco. Pero esta vez, ellas saben que estamos viniendo."

El rudo, grupo sombrío de adolescentes empezaban una carrera por la calle. Como con todas las batallas, había una posibilidad de que ellos no puedan volver, pero estaban haciendo lo que era correcto, y eso hacía una diferencia. No solo eso, pero ellos eran todos amigos, y leales entre si. Si había un forma para pasar a través de un problema, habría alguien en el equipo que puede hacerlo.

Con ojos relucientes, Hotaru observo el equipo de héroes irse. Ahh... Ranma. Ahora había un héroe real. Tan fuerte y apuesto como un chico, el era todo lo que su manga dijo que un hombre real seria. Pero como una chica... Hotaru susurro, y deseaba que ella pudiera ser la mitad de genial de lo que Ranma era. Incluso cuando ella estaba usando su magia, Hotaru sabia que Ranma era mucho mas dura y mas rápida que ella. Ella era bonita, y fuerte y elegante y... y... y Hotaru estaba segura que Ranma era todo lo que una real chica mágica seria.

Eso era por lo que Hotaru no podía desilusionarlo. Eso era por lo que necesitaba probar a Ranma que ella era suficientemente buena para ser una chica mágica y ayudar a defender a Tokyo. Ella sabia que nunca seria tan fuerte y sana como Ranma. Si ella necesitaba entrenar y esperar para que eso pasara, nunca obtendría una oportunidad de ayudar. El único camino para probar a Ranma que ella debería ir con ellos sería actuar como una real chica mágica.

Girando fuera desde la puerta de enfrente, Hotaru corría al lado de la yarda de los Tendo. Ella no podía ser capaz de saltar como Ranma, pero una pared baja como esta no era obstáculo en absoluto... Si tú podías volar.

Con solo unas pocas batidas de las blancas, frágiles alas en sus espalda, Hotaru estaba sobre la pared y en la calle mas allá de ella. Mirando alrededor para asegurarse de que Ranma no la haya visto y le pida que se quede en casa, ella sonreíe. Trayendo fuera el Silence Glaive una vez mas, Hotaru va por una calle en forma fortuita. Hotaru Tomoe, suprema chica mágica, estaba lista para probar a Ranma, a sus amigos, y a todo los malos en Tokyo solo cuan lista ella estaba.

* * *

Makoto nunca pudo decir que la hizo mirar hacía arriba en ese momento. ¿Destino? ¿Coincidencia? ¿Mala Suerte? Alguna o todo esto quizás. Pero con un ligero girar de su cuello, el destino del mundo cambiaba.

Ella había estado teniendo un mal día. Mas exactamente, el ultimo par de semanas habían sido bastante malas. Todos lo que ella conocía aparte de las Scouts la excluían a ella como a una paria, haciendo su mundo parecer solitario y pequeño. Incluso Makoti de el Crown no quería hablar con ella; su entrada ahí había sido alguna clase de 'incidente' entre sus amigas, Usagi y Ami. Las chicas estaban trabajando en arreglar cosas así siempre que ellas encuentran problemas como estos, pero había solo tanto que ellas podían hacer poco inmediatamente.

No teniendo una escuela a donde ir, y no teniendo amigos con quien juntarse habían hecho cada día largo y aburrido. En un intenta de curar su aburrimiento y estar al día con lo que sus amigas estaban haciendo, Makoto había procurado usar un libro de texto de Ami y leerlo en el parque. Naturalmente, dado que era un texto actual para escolares, Ami no lo necesitaba, ella se había movido ya al próximo libro en la serie así que ella podía permanecer delante.

Leer había sido monótono, y a esa hora de la tarde, la mayoría de los trabajadores de oficina habían ido a casa, haciendo la calle silenciosa mientras ella estaba sentaba ahí. Si ella hubiera bajado su cabeza por solo unos pocos segundos mas, habría perdido a la chica bajando por la calle. Diez segundos mas, y ella habría sido obstruida de ver por el gran árbol de cereza cerca de la entrada al parque. Como era, Makoto Kino tenía abundancia de tiempo para apreciar solo a quien ella estaba viendo, y reconocer el peligro que Luna había descrito a ellas.

Falda azul, botas azules a la altura de la rodilla, y profundos y oscuros, lazos de sangre roja. Solo podía ser una persona vestida así; la infame Scouts de la Destrucción: Sailor Saturn.

Un toque simple traía su comunicador a la vida, y unas pocas sentencias cortas garantizaban que ella pronto tendría refuerzos. Makoto no estaba segura lo que ellas harían una vez que estén aquí, pero ella sabia que ella no iba a encarar a Sailor Saturn por si misma. Si la descripción de Luna era solo medio cierta, la chica era peligrosa para estar alrededor, y solo tenerla a ella en la ciudad era un riesgo para todos.

Transformado y oscureciendo a la chica pequeña, Sailor Jupiter estaba sorprendida por cuan joven era, y cuan frágil parecía. Ella lucía mas madura que Chibi-Usa normalmente, pero no por mucho. Ciertamente era mas joven que alguna de la Inner Scouts, que la hizo mucho mas joven que las Outers Scouts. Jupiter se preguntaba si había alguna razón tras eso. La mas poderosa Scouts era también la mas joven, pero por otro lado, parecía que mientras mas vieja la Scouts era, mas poderosa se volvían.

Mientras las otras Scouts llegaron en sucesión rápida, Jupiter se sintió mas confiada. No importaba que sucedía ahora, ellas lo harían como un equipo; y como un equipo ellas casi nunca perdían. Verdadero, había el momento ocasional donde ellas habían sufrido un revés, pero juntas harían su mejor esfuerzo.

"Bien, Sailor Moon, ¿Que piensas?"

"Umm...."

Luna fue rápida para saltar dentro del vació creado por la indecisión de Moon. "Su Majestad, Yo odio sugerir algo como esto, pero usted tiene que pensar en lo mejor para todos. Sailor Saturn es demasiado peligrosa. Incluso si ella no intencionadamente atacar a alguien, sus ataques son solo... arbitrarios. Imagine que sucedería si ella lanza su ¡Death Reborn Revolution! Puede usted puede arriesgarse a ello? ¿Puede usted honestamente?"

Luciendo afligida, Sailor Moon roía un dedo enguantado por un momento. "¡N-No... Yo no puedo hacerlo! Ella se supone ser una de mis Scouts. Yo no puedo atacarla solo porque ella es demasiado fuerte."

"Pero Su Majestad... No es solo eso. ¿No puede usted recordar como era antes en el Moon Kingdom? Ella era solo una niña entonces, y ella todavía lo es ahora. Todo lo que ella quiere hacer es jugar con ese poder. Ella es como un niño con una arma de fuego. Por el amor de la gente en la ciudad, usted tiene que hacer algo."

Sailor Mars y Jupiter lucían como si ellas estaban listas para seguir el consejo de la gata. Si una de ellas estuviera a cargo, sin duda las Scouts estarían confrontando a esa pobre chica en este momento. Para proteger a Tokyo y a todos en el, quizás ellas realmente necesitan atacar a Sailor Saturn? ¿Eso no las haría a ellas iguales a las Outers? ¿No las haría tan malas como la gente que ellas estaban intentando detener?

"Luna... lo siento... no puedo hacerlo. Yo tengo que intentar ayudarla primero. Yo tengo que intentarlo y hacerlo mejor, tratar de quitar ese descuido por la vida humana."

Agarrando el cetro Lunar en su mano, Sailor Moon dio un paso a la calle, seguida por una línea de Scouts. Sailor Saturno estaba a una distancia corta de ellas, pero todavía enteramente cerca lo suficiente para lo que ella había planeado.

Blandiendo el Cetro, la luz del sol brillada fuera del Cristal del Silver Imperium que estaba situado en la base de la luna creciente adornando el alto del cetro. Llamando para obtener la atención de la chica, Sailor Moon se preparo a hacer su ultimo trabajo. "¡Sailor Saturn!"

El tema de la llamada no respondía hasta que Mars gritaba calurosamente. "¡Oye, tú! ¡Mira cuando te habla Sailor Moon!"

Empezando culpablemente, la chica joven giraba atrás y las miraba con ojos culpables. Quizás por temor, quizás por instinto, o quizá como una preparación de ataque, la chica de repente revelaba una arma sólida. Temiendo lo peor, Sailor Moon reaccionó antes de que los horribles avisos de Luna se volvieran reales.

"¡MOON... HEALING... ESCALATION!"

Mientras luminosas líneas blancos de luz flotaban fuera hacia Sailor Saturno, una brillante forma de luna creciente también dejaba el Cetro Lunar. Ideado para liberar personas del mal y curar sus males, Sailor Moon valoraba este, su segundo ataque, como su favorito. Sus otros ataques podían ser mejores en destruir demonios y fuerzas del mal, pero eso no podía compararse al sentimiento de ayudar a alguien. Si las cosas iban bien, pronto Sailor Saturn seria curada de sus egoístas y mortales maneras. Con ayuda de Sailor Moon, la chica podía ser capaz de comportarse como una apropiada Scouts, luchando contra el mal en el nombre de la luna.

Eso era, si todo iba bien.

Levantando ya el Silence Glaive, la reacción de Hotaru estaba rápidamente volviéndose instintiva. Siempre que ella se encontraba con un grupo de chicas mágicas, ellas inmediatamente empezarían su ataque. Después de su experiencia con las chicas grandes, Hotaru era capaz de llamar la Silence Wall antes de que la Moon healing escalation de Sailor Moon la cubriera.

En una lluvia de centelleos dorados, la magia de Sailor Moon se malgastaba a si misma contra la barrera impenetrable que encaraba. Tras la barrera levantada por la arma grande, la chica pequeña había cambiado. De la inocente, sonriente, cara feliz que ellas habían visto inicialmente. Ahora, ella estaba arrugada. En otras circunstancias, y preferiblemente con alguien menos peligroso, la cara habría sido cómica. Los ojos grandes de Hotaru se estrecharon, y sus cejas estaban juntas en un ceño que no sentaba bien con su expresión normalmente feliz.

"Mouuuu... Yo lo he hecho otra vez. Ranma se va a poner realmente furioso conmigo cuando nosotros volvamos a casa. Quizá esto era por lo que ella no queria que viniera. Yo no puedo asustarlas para que se vayan sin lastimar a mucha gente. Quizá... Quizá yo puedo hacer un intento con eso..."

Las Sailors estaban escandalizadas de lo que ellas habían visto. Un numero de gente habido resistida la curación de Sailor Moon antes, pero nadie lo había sencillamente bloqueado así. Cuando ellas vieron su cara ir de sonriendo a airada, y vieron a ella quejarse a si misma, las chicas conocieron el temor real. Esa no era la cara de una persona que no estaba dispuesta a perdonar, y ellas habían justo despertado a la durmiente bestia que era la Scouts De la Destrucción.

"¿Um... chicas? ¿Pueden mantenerla ocupada? yo necesito probar otra vez! Nosotros no podemos solo rendirnos y tratar de matarla sin al menos dar nuestro mejor esfuerzo."

Asintiendo sus cabezas, las otras Sailors aceptaron y alistaron sus ataques. En breve, multicolor magia estaba yendo a las chica refugiada tras el mágico escudo, asegurando que ella no tendría el tiempo que ella necesitaba para atacarlas. Ninguno de los ataques fue apuntado directamente a ella en el caso de que de algún modo lograran pasar - pero estaban todos lo suficientemente cerca para que ella no fuera capaz de arriesgarse a moverse.

Como sucedía, Hotaru estaba demasiada asustada por los ataques de las chicas horribles para incluso considerar correr. El instante en que ella se moviera, seria cortada por sus ataques, porque ella no seria capaz de mantener arriba su Silence Wall.

"Esta bien, todas... una vez mas... ¡MOON... HEALING... ESCALATION!"

Esta vez, Sailor Moon guardaba y concentraba el riachuelo de magia curativa. Una y otra vez, la intensa curación mágica golpeaba la Silence Wall, buscando superarla, penetrarla, alcanzar a la chica vulnerable detrás de la magia. Para traer la cura que Sailor Moon desesperadamente quería dar.

Todavía enviando ola tras ola de creciente luz ligera, Sailor Moon hablo a través de apretados dientes. "Chicas... Yo no puedo... pasar a través de... Nosotras tenemos que tratar... y debilitar la barrera... juntas..."

Asintiendo como una, las cuatro restantes Inner Scouts cambiaron sus ataques, y dedicaban sus esfuerzos a golpear el escudo. Una vez que estuviera abajo, ellas podían parar, y Sailor Moon seria capaz de ayudar a la chica.

Lo que ellas no suponían era un grupo de muy, muy enojados artistas marciales descender por el aire, aterrizando alrededor de ellas con patadas, puñetazos y furia justiciera.

Casi al instante, los ataques contra Sailo Saturn cesaron, mientras las Scouts se volvieron a proteger a su líder. Aunque ellas estaban en números iguales ahora - incluso excedidos en numero si incluías a Sailor Saturn - las Scouts eran soldados, y ellas reaccionaban como tal.

Al instante pararon sus ataques y retrocediendo para proteger a su líder, las chicas vieron con ojos llenos de odio al chico y chica que las había atacado a ellas antes. Este vez, esos dos eran seguidos por otros tres, dos mujeres y un hombre. A los ojos de las Scouts, sus atacantes vestían un surtido moteado de ridículos y ajustadas ropas. Mas que generales o mayores monstruos que ellas estaban acostumbradas a pelear, este grupo lucía como uno que las fuerzas oscuras había seleccionado como un grupo de adolescentes de la calle y los corrompió, llenándolos con sus poderes oscuros.

Esa explicación ciertamente parecía ser verdadera cuando ellas atacaron. Aunque los originales dos era los mas fuertes, los otros eran demasiado rápidos para ser humanos normales. Solo la posesión podía considerar esa velocidad, fuerza y ferocidad con que ellos atacaban. Esa velocidad y fuerza no era suficiente contra las Scouts esta vez, porque las chicas sabían los que ellos estaban enfrentando, y estaban mejor organizadas. Mas que permitirles ser separadas completamente, ellos se dividieron en pares y protegían a su princesa mientras ella continuaba tratar de salvar a Sailor Saturn.

Venus y Mercury, las dos luchadores mas débiles, tomaron a los nuevos mientras Mars y Jupiter tomaban a los jefes de las fuerzas oscuras. Luchando contra las dos chicas, Mercury tomó un momento para pensar en eso, la de su lado no tenia las faldas mas cortas en la batalla. La chica China - aunque su vestido rojo era muy bonito - actualmente mostraba mas pierna que la Scouts. Igualmente, la otra chica con la arma divertida, lo que sea que fuera, al menos tapaba sus piernas, dado que su vestido era mas una chaqueta larga que un vestido real.

Mientras Mercury distraía a las otras dos, Venus veía como el chico Chino con los vidrios de fondo de botella planteaba las brazos en su túnica blanca y se lanzaba adelantes. Aunque ella estaba asombrada por las cadenas metálicas que salía de él, Venus no permitió que las cadenas entraran en contacto con ellas mientras ella ágilmente las evadía. "¿Tú piensas que eso fue bueno, China Boy? ¡Prueba esto! ¡VENUS LOVE ME CHAIN!"

Situando una mano en sus labios, Venus pestañeo y dibujo una cadena dorada, de brillantes corazones adelante. Agitando la mano alrededor de sus caderas, ella dibujaba fuera una cadena larga de corazones, entonces la lanzo al chico de blanco. Con casi mente propia, la mágica cadena culebreaba fuera y alrededor. Aunque el eludió el primer pase, el chico evidentemente suponía que su magia actuaba como una arma normal, y no estaba esperándola cuando vino de atrás, rápidamente y eficazmente atándolo como una momia dorada.

"¡Shampoo!" El gritaba, pero nadie le daba alguna atención, dado que las cosas se estaban poniendo enérgicas en todas partes.

Mercury - nunca la mejor en combate- se había encontrado en retirada muy rápidamente. Aunque ella era mágicamente mas rápida que sus contrarios, ellas parecían tener habilidad increíble y ese hecho marcaba la diferencia muy rápidamente. Aunque Mercury podía actuar mas rápido, ambas chicas estaban armadas, y parecían saber lo que ellas iban a hacer bien en su avance a Mercury. Esto condujo a la desafortunado Scouts a recibir un golpe sucio a la cabeza por la arma grande que la morena estaba llevando.

Bajando una rodilla, Sailor Mercury miraba arriba a través de ojos de dolor empañado. La chica de pelo púrpura con la refinada, características exóticas estaba trayendo sus grandes, maza para un golpe decisivo. A pesar del hecho que Mercury pedía a sus piernas que se movieran, el tocar de una campana en su cabeza hizo todo mas dificil, y ella podía decir que no había forma de que la chica mas grande iba a desperdiciar su oportunidad.

No había forma de que ella pudiera fallar, eso era, hasta que alguien grito "¡Mercury!" y un rayo de magia dorada paso sobre la cabeza de la chica de pelo azul y llevaba a la chica China a través de la calle con humo saliendo fuera de ella. Con cólera en sus ojos que la hacía centellear como un océano azul claro en un día ventoso, Sailor Moon daba saltos adelante hacia la ultima persona colocada en el grupo.

"¡Esa es mi amigo a quien golpeaste, tú persona enferma. Por eso, yo voy a convertirte en polvo lunar!"

Ukyo podía solo observar con miedo mientras ambas chicas que la encaraban ponían sus brazos para un ataque. Lista para moverse, y con su espátula de batalla lista como un escudo, Ukyo sintió una repugnante seguridad de que ella quizás no solo sea incapaz de eludir, pero el metal de hoja pesada de su arma apenas quizás diminuya sus ataques.

"VENUS CRESCENT BEAM!"
"MOON SCEPTRE ELIMINATION!"

Pestañeando, Ukyo se abrazo a si misma, deseando que ella hubiera sido lo suficientemente brava para obtener el beso de Ranma que ella había querido siempre. Pero ahora, seguramente este era el fin.

El fin, sin embargo, no venia. Tímidamente abriendo uno de sus ojos apretadamente cerrados, Ukyo miraba la llamarada de luz mientras dos mágicos ataques continuaban estallando casi a un pie de su cuerpo. Parpadeando en confusión, ella miraba alrededor, para ver a una chica pequeña muy determinada colocada unos pocos metros adelante. "¿H-Hotaru? ¿Eres tú... lo que sea que es?"

"Ukyo..." Su voz era esforzada. "Agarre a Shampoo. ¡De Prisa! Yo no puedo sujetarlas por siempre."

Ella estuvo tentada a discutir, tentada a decir que ellos seguirían peleando, pero la vista de la Sailor en azul recobrándose de pie y lanzando incluso mas magia a su dirección era suficiente para convencerla. "¡RANCHAN! ¡Tenemos que salir de aquí!"

Con eso, ella giro y corría atrás donde yacía Shampoo medio quemada enterrada en la pared de una tienda. Su respiración era poco profunda, pero ahí estaba, y eso era lo principal. Agarrando la Amazona en sus brazos, Ukyo estaba a tiempo para ver a Ranma y Ryoga ejecutar una maniobra que ellos habían practicado evidentemente juntos.

Aunque ellos eran luchadores significativamente mejores que sus amigos, Ranma y Ryoga no habían sido capaces de superar a quien ellos habían estado enfrentando. La ultima vez que ellos lucharon contra las Scouts, las chicas habían sido obstaculizadas por la esperanza que ellos obedecerían con capacidades humanas normales y conductas. Ahora que Mars y Jupiter sabían que no era verdad, ellas tomaban a sus contrarios mucho mas seriamente. También, sin la ayuda de la sorpresa, ellos no eran capaces de obtener el balance de la pelea ir en su dirección.

Aunque Ryoga era duro, el no era tan rápido como ambas Scouts. Cada vez que el intentaba acercarse a una de las chicas, ambas intentarían y freírlo en alguna forma. El sabia que la terapia de electrochoque había sido considerado la mejor cura para la depresión, pero no estaba interesado en recibir su dosis de medicina. Siempre desde que el había empezado a cambiar en P-Chan, había sufrido un temor muy real de ser asado vivo, y la Scout de pelo negro quería hacer eso.

Quemado y ardido, Ryoga estaba casi tan lejos de una victoria decente como el había estado al principio de la pelea. Sus dos golpes decentes habían asombrados a sus blancos, pero las chicas se habían recobradas fácilmente lo suficiente. Verdadero al formato, Ranma no había sido golpeado, mostrando que su entrenamiento de velocidad había funcionado, pero ella había hecho incluso menos daño que Ryoga. Lo mejor que Ranma había manejado era distraerlas y golpear a las chicas ligeramente, impidiendo a su aliado mas lento tomar peor daño.

Cuando la llamada de Ukyo llego, ellos se dieron cuenta de que era tiempo de poner su plan de escape en acción. Sin esperar para que Ranma confirmara su disponibilidad, Ryoga clavo su dedo dentro del suelo, llamando "¡Bakusai Tenketsu!" mientras el destruía una sección de pavimento.

No lo suficientemente cerca para gravemente herir a las chicas, pero brevemente forzarlas a cubrir sus caras, y eso era todo lo que Ranma necesitaba. Cubierta por la explosión, ella volaba adelante, acabando entre las dos Scouts. Sin mirar arriba, Ranma fue cogida en sus manos, y puntualmente atacaba primero con su pierna derecha, entonces su izquierda. Ella sabia que los golpes serian demasiado blandos para dañar a sus enemigas, pero estaban perfectamente colocado para hacerlas caer.

Mientras una roja y una verde Sailor caían al suelo en una agitación de brazos y piernas, Ranma saltaba hacia atrás dentro de la expandida nube de escombros. Por un breve instante, los números estaban nivelados otra vez, y las Scouts reaccionaron a sus instintos y entrenamiento otra vez. Mas que presionar el asalto en sus enemigos que estaban fuera del escudo de Sailor Saturn, Moon, Venus y Mercury rápidamente corrían a sus amigas caídas, inconsciente de que la explosión sólida no las había dañado.

En el segundo que sus espaldas giraron y los ataques pararon, Ranma y Ryoga estaban moviéndose otra vez. "¡Ucchan! ¡Corre! ¡Hotaru!"

Sin necesitar de decirlo dos veces. Llevando a la inconsciente Shampoo, Ukyo corría por la calle, y Hotaru soltaba la Silence Wall, permitiendo al mas victorioso de los artistas marciales atravesar. Derrapando una parada en frente de la chica de pelo negro, Ranma miraba abajo a ella.

"Hotaru, ¿Esa alas funcionan?" Ella preguntó apresuradamente.

"Unn."

"¡Bueno! Vuela hasta lo alto de este edificio y empieza a correr. No pares hasta que llegues a casa. ¿Entiendes? ¡Ryoga! Agarra a Mousse y síguela. No permitas que salga de tu vista, te necesito parta protegerlos a ambos."

"¡R-Ranma! ¿Que es lo que va a hacer?"

"¡Yo voy a mantenerlas ocupadas por un rato, y permitir que escapen. No te preocupes, estaré justo tras de ti. Vete!"

Mirando solo lo suficiente para maravillarse de la brillante manera en que Hotaru flotaba libre del suelo y giraba hacia el edificio, Ranma giraba atrás a la batalla. Ryoga vería por Hotaru, el sabia eso. Ranma estaba también seguro que Hotaru no seria capaz de correr como ella hacia a veces y permitir a Ryoga perderse. Con Ucchan tomando cuidado de Shampoo, eso significaba que todo lo que ella necesitaba era ganar algo de tiempo.

Con una mueca en su cara, la fogosa pelirroja entraba a una postura de combate con una guardia baja y piernas espaciadas para facilitar correr y miraba a las alineadas Scouts. Tras ella, podía sentir ya a Ryoga desaparecer y se sintió mitigada. 'No mucho', ella pensó. 'No tengo que mantenerlas aquí mucho para que los otros estén seguros.'

"¿Esta bien pollitas. Quien de ustedes quiere ser la primera?"

Cuatro chicas gruñían hacía ella, y la central con las dos colas de caballo largas lucía realmente enojada mientras apuntaba un dedo a ella. "¡Mi nombre es Sailor Moon. Por atacarnos sin razón, y por servir a los poderes oscuros, yo te castigare en el nombre de la Luna!"

Con un chasquido de sus brazos y sus pies, Ranma cambiaba dentro a la pose del 'Tigre Blando'. Para usar contra contrarios mas fuertes, o cuando lo excedían en numero, se enfocaba en acelerar y lanzar mas que hacer daño a través de golpes. También ponía énfasis en moverse y permanecer ileso. Las posibilidades eran malas, sus enemigos la excedían en numero, cada una era casi tan rápida, y todas ellas era mas duras y mas fuerte que su forma de chica. Sonriendo con una canción en su corazón y relámpagos cantando en sus venas, Ranma daba un llamativo movimiento con su mano. "¡Ven y castiga esto, Sailor Girl!"

Con eso, ella corría adelante y intentaba ver solo cuanto ella podía mantenerlas ocupadas. Esto era para lo que ella vivía. Esto era por lo que ella había entrenado toda su vida. De repente, todos los años en el camino parecían merecer la pena. Ella estaba aquí, protegiendo a sus amigos, salvando a incontable gente de estas asesinas, y todo descendía a su habilidad y a su entrenamiento. Ranma nunca se había sentido mas vivo en toda su vida.

Corriendo adelante, Ranma las cogió mal paradas, pero ellas se recobraban rápidamente. Un par de rápidos agarres y una barrida en la pierna vieron a Sailor Mercury en el suelo, pero Ranma fue forzado a retirar antes de una serie de altas, crecientes patadas casi tomaban su cabeza. La Scout en naranja no era muy hábil, pero con velocidad como la suya, ella no necesitaba serlo.

Su ventaja de velocidad era nada como la que ella normalmente mantenía sobre Ryoga, pero era la suficiente para que sea capaz de circular a la Scouts de naranja y empezar a agarrares con la alta de verde, Sailor Júpiter. Para su consternación, Ranma descubrió que esta chica tenia alguna habilidad en el arte. En ninguna forma cerca de la suya, naturalmente, pero con el impulso mágica que la Scout recibía, ponía a Ranma en una desventaja. El par siguió a través de ocho barras de brazo y lanzaba agarres antes de que Ranma se zafara, dejando a Mars maldiciendo mientras su fuego navegaba debajo de la pelirrojo para incrustarse en una pared completamente inocente.

Jupiter hizo la equivocación de intentar seguirla en el aire, y fue rápidamente puesta abajo. Ella podía tener velocidad y alguna habilidad, pero a menos que pudiera volar, tú asumiría ser aventajada por Ranma en el aire. El combate aéreo era la especialidad en el Combate libre, y poca gente podía emparejar por el tamaño y duración de sus saltos, mucho menos las acrobacias y combate que ellos eran capaces durante el vuelo.

Haciendo una voltereta para evitar un rayo de hielo azul helado, Ranma dejo que su pie alcanzara y diera atrás de la cabeza de la chica. No habría dolido mucho, pero era lo suficiente para permitir Ranma alterar su vuelo y evita el próximo ataque mágico viniendo a ella. Trayendo sus piernas juntas, el artista marcial pequeño se permitió soltar como una piedra tras la líder de los atacantes, la jactanciosa Sailor Moon.

Unas series de puñetazos de conejo corto a los riñones de la chica desde atrás traían al líder a sus rodillas, pero otra vez Ranma fue forzado a retirarse mientras Mars y Jupiter intentaban esquinarla. Ella fue tentada a continuar e intenta pelear, pero el dolor repentino mientras algo como una viga dorada dejaba una línea de carne cruda a través de su espalda cambiada su manera de pensar. Ella lo estaba haciendo bien, no había duda en eso, pero no estaba ganando. Sus ataques eran insuficientemente fuertes, y contra esos números, ella estaría abajo mucho mas pronta que ellas quizás... Asumiendo que las chicas mágicas podían cansarse.

Un par de saltos pusieron a Ranma en lo alto de un café. Desplegando un vistazo, ella miraba a las Scouts. "¡Biiii-da! ¿No pueden incluso atrapar a alguien tan pequeño como yo? ¿Como se supone que van a tomar Tokyo? Ha ja ja--- Urk!"

Llevado hacia atrás por el choque del Shine Aqua Ilusion, Ranma se dio cuenta de que ella debió haber puesto mas atención a la pelea que en ridiculizarlas. Cuando ella aterrizaba, sacudía su cabeza y escuchaba cuidadosamente. Las Scouts estaban viniendo, podía oírlas correr alrededor en la calle. Agradecido de que ella ya estaba en su forma de chica y no de improviso cambiar por el ataque de agua fría, Ranma rodaba a sus pies y saltaba a través al tejado próximo.

Por tres cuadras ella continuó así, solo para de repente parar y cambiar de curso. Con solo un poco de suerte, ella usada un salto fuerte para cruzar una calle llena de Scouts y eludirlas. Mientras sus asaltantes pensaban que ellas estaban todavía siguiéndola en el suelo, había obtenido realmente estar detrás de ellas. Brevemente fue tentada con la idea de lanzar un Shi Shi Hokodan a sus espaldas, pero desde su ultima pelea, ella estaba consciente de cuan poco daño realizaría. Mejor dejarlo por ahora y regresar donde los Tendos.

Lo que realmente necesitaba era mas entrenamiento. Solo unos pocos meses, y ella sabia que seria capaz de derrotarlas. El único problema era, que no tenia meses.

* * *

Un coro bajo de quejidos y gemidos llenados el patio Tendo. Ranma y Shampoo estaban sentados atrás del porche, mientras Ukyo, Mousse y Ryoga descansaban atrás de la yarda. Shampoo y Ranma habían sido los mas gravemente heridos, pero incluso entonces no era nada que amenazara su vida. Kasumi había justo terminado de vendar las costillas de Shampoo, y confidentemente les dijo que la Amazona estaría excelente, con solo algunas feas magulladuras.

Ranma, desafortunadamente, tenido una quemadura en línea justo a través del alto de su espalda, cruzando casi en la base de sus omoplatos del hombro. Un recordatorio de la pelea del Crescent Beam de Sailor Venus, era para dejar una cicatriz para el resto de su vida. Con su camisa fuera y su espalda girada para que Kasumi pudiera sentar en el borde del porche detrás de ella, Ranma esperaba con labios firmemente apretados por el aguijón frió de la quemante medicina.

"Oh dios, Ranma. Esto luce completamente mal. ¿Estas seguro de que no quiere ver a un medico?"

"No, Kasumi. Nabiki dijo que ella necesita todo el dinero que pueda obtener para buscar a los asesinos de Akane. Yo no necesito ir gastándolo en algo tonto como esto."

"Estoy segura de que no le importaría. Esto es la clase de cosas que ella tenia en mente."

"Si, pero no es la clase de cosas que yo quería para el. Además, un pequeño dolor me ayudara a recordar ser mas rápido la próxima vez."

Junto a la puerta de cocina Tomoe Hotaru, todavía en su traje de Marinerito, lagrimas silenciosos caían de sus mejillas. Era todo su culpa. Si ella no hubiera ido, Ranma y Shampoo no habrían sido heridas. Si no hubiera intentado ser una real chica mágica, sus amigos todavía estarían bien. Era toda su culpa.

Mirando abajo a sus manos, Hotaru pensaba en toda la humillación y desconcierto que su poder había causado en el pasado. Desde la primera vez que había curado la rodilla raspado de un chico en la escuela, todos se habían reído de ella. Ella no quería que eso sucediera aquí, pero ¿Que mas podía hacer? Ranma había sido golpeado por su culpa, y estaba diciendo que no podía incluso ir a un medico.

Parpadeando sus lagrimas y aclarando sus grandes ojos púrpura ligeramente, Hotaru miraba una vez mas a sus manos. Lo haría. Ella ayudaría a Ranma, incluso si significaba que ellos se reirían de ella como todos los chicos en su escuela. Ella debía Ranma eso y mucho mas por todo lo que había hecho.

"K-Kasumi... ¿Puedo ayudar?"

Ella había estado yendo a declinar, planeando poner la crema de quemaduras ella misma, pero al ver el rostro de Hotaru apenada ablando su corazón ya amable mas aun. Poniendo arriba el tubo de crema, ella invitaba a Hotaru a sentar en frente de ella. "Ahora, tú solo necesita poner esto muy cuidadosamente."

Cuando Kasumi dio su permiso, Hotaru se movió adelantes y puso sus palmas fuera, revoloteando a centímetros de la piel quemada de Ranma. Cerrando sus ojos para concentrarse, Hotaru podía sentir el dolor de Ranma, podía sentir el deterioro a su piel. 'Ponte mejor,' ella pensó. 'Curate.'

Justo a punto de corregir a la chica, Kasumi paró con una boca abierta cuando ella vio la incandescencia luz blanca emanando de sus palmas y hundiéndose dentro de la piel de Ranma. De ser alguien mas, eso podía haber sido causa de alarma, pero Kasumi sabia cuanto Hotaru adoraba a Ranma. Cuando Ranma dio un quejido inconsciente de placer, Kasumi daba un grito de asombro. La piel quemada en toda la espalda de Ranma se estaba moviendo, cambiando de color desde un airado negro y rojo de vuelta a un normal blanco rosado. Ampollas estaban desinflándose y desapareciendo.

Pronto, la quemadura de piel ya no era mas, la piel solo ligeramente roja. "Hotaru... ¿Como hiciste eso?"

"Yo... Yo estoy contenta de ser una chica mágica esta vez..." Dijo Hotaru en una voz muy pequeña, antes de silenciosamente derrumbarse a un lado. Kasumi trato de agarrarla, para impedir que su cabeza golpeara el suelo duro fuera del porche, pero otra vez era la velocidad increíble de Ranma la que la alcanzo primero. Poniendo a la chica pequeña en sus brazos, Ranma daba a la medio inconsciente Hotaru una sonrisa de agradecimiento".

"Lo que sea que fuera, Hotaru... Gracias."

"Es... Mi poder especial. Incluso antes de que yo me volviera una chica mágica, podía curar cosas. Lo lamento, Ranma. Si yo no hubiera salido ahí hoy. Por favor no me odies."

"Oh, Hotaru, no te odio. Nosotros íbamos para pelear con ellas, no es tu culpa. Además, ¿Ves esa chica ahí con la gran espátula?"

"¿Ukyo?"

"Si. Ucchan es mi mas vieja amiga en el mundo. Si no fuera por ti ahí, y hacer esa cosa de escudo mágico, Ucchan no hubiera estado aquí ahora. ¿Como puedo estar molesto contigo? 'Especialmente después de lo que tú hiciste por mi."

"Pero... Usted queria que yo esperara hasta tenia mas entrenamiento."

"Aww... Hotaru, eso es solo porque yo estaba preocupado por ti. Vamos, animó. Tu salvaste a Ucchan, tú incluso trajiste a Ryoga a casa, y eso no es nada fácil. Además, yo pienso que todos necesitamos mas entrenamiento. Danos una sonrisa, y no estés tan decaída, ¿Esta bien?"

Dando un sonrisa pequeña, Hotaru estaba preocupada todavía. Ella no había estado corriendo mucho después de que dejó la pelea antes de que necesitara parar. Si hubiera sido solo ella, podía haber sido capturada otra vez. Afortunadamente, las mágicas cadenas de Mousse habían desaparecidas para entonces, y Ryoga había sido capaz de llevarla sobre sus hombros. Esa era la razón real por la que ella había sido capaz de traer a todos a casa. No a través de su habilidad o valor como Ranma había mostrado cuando ella las había protegido, pero a través de tener a otros mejores que la ayudaban. Eso la hacia sentir tan inútil y triste.

Algunas consideraciones mas fueron bruscamente puestas aparte mientras el grito de "¡Saotome!" sacudió el aire. Mirando alrededor, Ranma estaba de repente muy contento de que ella había cogido a Hotaru mas temprano y estaba todavía en posesión de ella. Mientras Ranma no tenia un sentido de modestia femenina, teniendo su camisa fuera alrededor de Kuno era una receta para el desastre.

"¡Ahh! ¡Chica de Cabellos de Fuego! Por favor, decidme que no es verdad. Decid al Poderoso Trueno Azul que lo que el ha oído es una mentira."

Oyendo el Kendoista vociferar y delirar era completamente normal, pero de algún modo su voz era diferente. Estaba distraída, llenada con emociones mas que el normal egoísmo. Tomando un paso atrás en caso de que ella necesitara poner a Hotaru abajo y lidear con el chico, Ranma preguntó cautelosamente. "¿Decir que no es verdad que, Kuno?"

"Yo he oído algo terrible, noticias terribles, que espantan los oídos incluso a unos tan grandes como los míos. Chica de Cabellos de Fuego, yo te lo ruego. Por favor, pon un fin a los rumores que me atormentan a mi así!"

"¿Que rumores, idiota?! Tú incluso no me los has dicho aun."

"Aunque yo había extrañado a la fogosa Akane Tendo en nuestro distinguido centro de educación, yo había creído que ella había sido sencillamente lanzada afuera por el maligno Ranma Saotome. Pronto, yo pensé, pronto ella se liberaría de sus nefastos embragues como ella ha hecho siempre en el pasado. Era un tormento a mi alma que yo no podía ayudarla, dado que incluso su hermana mercenaria no estaba ahí para dirigirme a su localización, pero yo estaba ocupado concediendo los beneficios de mi sabiduría y grandeza a la gente de nuestra institución."

Hubo silencio mientras todos intentaban entender lo que fue dicho. Inclinándose mas cerca a su amiga, Hotaru susurró al oído de Ranma. "¿Necesita el medicamentos? yo puedo ir y obtener alguno."

"Nah. Todo lo que el necesita es un par de patadas rápidas a la cabeza. No es nada grave que la inconsciencia no remedie."

"Mientras yo, en mi grandeza, andaba a través de las calles de nuestra bella ciudad, encontraba un común pasante, observando sus manera. Naturalmente, la persona - una Miko yo sospecho - me mendigada favorecerla a ella con mi costumbre, pero yo diferí. Ahh, fue esa vez que yo, Kuno Tatewaki, cabeza de la fuerte Casa Kuno, heredero a nuestra legado de riqueza familiar, poder, inteligencia y belleza, fue entonces que yo oía lo siguiente:"

Kuno descanso y vio a Ranma con una mirada fija. Dando un risita ligero, Ranma apretaba a Hotaru para asegurar que nada estaba mostrando. Tras sufrir tras el cuento tan largo, ella no quería que Kuno se distrajera y empiece desde el principio otra vez.

"Akane Tendo esta muerta."

Hubo silencio. Grillos chirriaban. Después de un tiempo, incluso los grillos callaron.

"Chica de Cabellos de Fuego... Usted no lo ha negado."

Poniéndose cansada - de ambos Kuno y el peso de Hotaru - Ranma colocó a la pequeña chica en el azul y blanco fuku en el suelo. Colocándose tras ella por modestia, Ranma puso una mano en cada uno de los hombros de Hotaru y miro a Kuno.

Ella sabia que podía hacerlo. Ella podía mentir a Kuno, decirle que Akane solo se había ido de viaje por un rato. Kuno le creería. Rayos, Kuno le creería a si ella le decía que el sol no saldría hoy. Ella podía lograr librarse de el si quería. Pero no lo haría. Ella no se libraría de el porque el merecía saber. El podía ser fastidioso. El podía ser una de la mas irritantes personas en todo el mundo, pero en su propia forma extraña y pervertida, el también había cuidado de Akane. Eso solo era suficiente para hacer que Ranma perdonara sus muchos pecados. Dado que Akane se había ido, Ranma había descubierto que ella toleraría muchas grandes cosas que ella no habría hecho mientras Akane estaba viva.

"Ella se fue, Kuno. Akane esta muerta. El rumor es verdadero."

Kuno permitió salir un grito de rabia y sufrimiento que podía ser oído por todo el distrito y agarraba su cabeza en dolor. "¡Oh Akane! ¡Oh, tu dulce, dulce belleza! ¡Para ser privada de la vida tan joven! ¡Para nunca saber las profundas verdades de mi amor por ti!"

El continuaba con esta vena por algún tiempo, ignorando la forma en que tanta gente en frente de el lo miraba como si se estuvieran volviendo mas airados y tensos. A mitas de su sollozo, el de repente se paro y miro a Ranma con sus ojos estrechos a rajas. Con un lento, movimiento cuidadoso, Kuno levantaba su bokken y lo sujetaba antes el.

Viento enrollaba su pelo, y su obscura hakama se remolinaba ligeramente en la brisa. "Dime, Chica de Cabellos de Fuego. ¿Dime quien es el que ha hecho esto? ¿Quien es el que privo al mundo de alguien tan perfecto? ¿Como osaría encarar la cólera de Kuno tomando a la mujer que quizás un día sea su novia? Habla, Chica de Cabellos de Fuego, y yo iré y entregare la única justicia que ellos merecen."

Otra vez, Ranma estudio al chico mas viejo. Si ella no le decía, el lo descubriría por si mismo de algún modo y si el hacia eso, seguramente seria muerto en combate solo, sin el soporte de sus compañeros de clases. Alternativamente, Ranma podía decirle. Ella podía decir a Kuno sobre el equipo que ellos habían reunido para el propósito de traer a las Scouts, las brujas y los demonios a la justicia.

Kuno era mas débil que ella, no había cuestión de eso en la mente de Ranma. Sin embargo, cuando el iba con todo, el podía ser incluso capaz de vencer a Shampoo o a Ucchan. No garantías, pero el estaría cerca lo suficiente para no ser una conclusión sacrificada. Incluso si el no podía vencer a las chicas, era un talentoso Kendoista, y cada persona que tenían con ellos cuando encaraban a las Scouts seria una bendición. El había visto como Mousse, Shampoo y Ukyo habían sido vencidos mas temprano. Si tenían a Kuno con ellos...

Así Ranma hablo. Amablemente, tranquilamente, y sin mucho de la cólera y pasión que verdaderamente sentía. Cualquier días del año, el habría ido a cualquier lugar solo para evitar a Kuno, pero hoy lo necesitaba. Hoy, mañana, y hasta que el mal estuviera limpiado de Tokyo. Para eso, ella seria cortes. Ella hablaría como lo harías con un ordinario humano.

No tomó mucho para que Kuno acordara en juntárseles. Verdaderamente, tomó mas esfuerzo convencerlo para que se fuera a casa por la noche. Considerando que ellos habían sido vencidos por las Scouts, el estaba lleno con inventiva y un deseo de batalla. Finalmente el los dejo, jurando volver a ellos mañana y pelear juntos, para castigar a la gente que haría tales cosas a los que el amaba.

* * *

Mientras el nuevo día aparecía, los residentes de la casa Tendo despertaban y empezaban a moverse. Al menos, dos de ellos lo hacia. Kasumi y Soun Tendo despertaban mientras el día empezaba y comenzaba su trabajo. El trabajo de Kasumi había sido largo de colocar, la preparación de la comida y la casa para su familia. Era algo que le traía un gran placer, pero asociado con algún dolor pequeño. Era difícil preparar una comida sin pensar en esa extra porción para alguien que no estaría comiendo. Con el tiempo, el dolor se aliviaría, pero por ahora, ella vivía con el, intentando recordar cuan mucho Akane habría amado ver a sus amigos todos trabajando juntos tan bien como ellos lo hicieron ayer.

La rutina diaria de Soun había empezado solo recientemente. Desde que su pequeña niña había sido atacada, había sido contento con soñar, para disfrutar los olores de desayuno que su hija mayor preparada. Ahora, el sueño era un enemigo, llenado con lamentos e imagines de una esposa y una niña que el nunca vería otra vez.

Trabajar había sido la única cura para esos sueños, el único camino que el conocía para pelear fuera los pensamientos de lo que sucedería con el resto de su familia ahora que demonios vagaban por la ciudad que incluso Ranma y sus amigos no podían derrotar. Labrando la tierra en el jardín una vez mas, Soun cuidadosamente evitaba mirando los restos del dojo en su yarda. El podía haber limpiado - era su casa y dojo - pero el no lo hacia. Ese dojo y los restos en la yarda era una inspiración a Ranma y sus amigos. El no tomaría eso de ellos.

Aunque solo había estado ahí por un tiempo corto, malas hierbas ya estaban comenzando a crecer entre las tablas que estaban en el suelo. Ninguna mala hierbas era permitida en otra parte en el jardín, y la caza despiadada de ellas era una cosa que Soun podía contar en ayudar mientras pasaba el día.

"Ese es un divertido entrenamiento el que estas haciendo ahí, Tendo. Algo como 'El Agachado del Tigre Feroz', ¿Aasumo?"

"Saotome..."

El hombre grande se coloco tras el y lo llamo para que se pare. "Tiempo para volver a ponerte en forma. Vamos, es tiempo para una sacudida. Hagamos que algunos de esos músculos blandos entren en condición."

Aunque el resistía la idea, Soun se encontraba obedeciendo a su viejo socio de entrenamiento. Antes que el supiera lo que había sucedido, ellos habían estado corriendo por unos veinte minutos a través de los barrios, y de vuelta a la casa, jadeando y con una respiración silbante pero a tiempo para algo del desayuno de Kasumi. Mas que estropear la comida para todos, ellos sentaban sus sudantes, cansados cuerpos atrás de la casa y comieron un especial "desayuno entrenamiento" de arroz y tortilla.

"Saotome... Yo puedo decir honestamente que no puedo recordar sentirme peor de lo que yo me siento."

Dando una gran risa de barriga, Genma lo golpeo en la espalda. "Esa es la idea Tendo. Siempre procurar hacer algo mejor que antes."

"Ohhh... Yo no pienso que este hecho para las artes marciales mas."

"Disparates. Tú estas solo un poco fuera de forma. Vamos, un poco de ejercicio, un poco de Kata, nosotros le tendremos sintiendo en alto del mundo otra vez en poco tiempo."

Así era cuando los cansados adolescentes se levantaron de su descanso, ellos eran saludados con la vista de dos hombres viejos en la parte de atrás del patio. Aunque Kasumi había oído sus planes, incluso ella fue golpeada por la visión de su padre otra vez ocupando el arte que el había una vez abandonado. Después de un desayuno corto, Ranma daba un puñetazo a Ryoga en el hombro e hizo un gesto hacia atrás de la yarda.

"¿Que va a pasar? ¿Vamos a permitirles tener toda la diversión?"

"Tú no eres mucho, Ranma, pero yo tendré un mejor trabajo luchándote que entrenando a Ukyo." Con eso, Ryoga agarro a su socio comiendo y lo lanzaba a través de la puerta abierta y dentro del estanque.

"¡Ryoga idiota!"

"¡Oye! De esta forma tu puedes ir con todo con esos débiles puños de chica tuyos. Solo piensa en mi, yo he tenido que contenerme para no romperte!"

Con un gruñido, Ranma salió desde el todavía turbulento estanque, agarró a Ryoga y lo lanzaba a través del patio y directo a la pared opuesta. "¡Solo veamos quien necesita contenerse!"

"¡Con placer!"

Para el tiempo que Hotaru descendía - todavía usando una de las camisetas grandes de Kasumi - Shampoo y Ukyo estaban también fuera en el patio, cambiando la mañana Tendo en unas series de pequeñas batallas. Parpadeando varias veces ante el brillante de la luz del sol de la mañana, Hotaru miraba alrededor por algo mas cerca a lo que ella consideraba una mañana normal.

Cuando ella vio a Kasumi tarareando en la cocina, la cara de Hotaru se ilumino con una sonrisa genuina. Acercándose a la chica, Hotaru puso sus manos en frente y dio un saludo, "Buenos días, Kasumi!"

"Buenos días, Hotaru. ¿Como estas hoy?"

"Muy bien, gracias, Neechan. Yo se que es tarde, pero ¿Tiene algo del desayuno?"

"Naturalmente que si, Pequeña luciérnaga. Tú ve y siéntate en la mesa, y yo traeré algo en un momento."

Asintiendo una vez, Hotaru fue. Sentada en la mesa, ella pensaba lo mucho mejor que ella se sentía en el momento de lo que ella normalmente hacia. Sonriendo mientras ella veía el saltar de la gente alrededor del patio en formas que ella no habría creído posible solo hace una semana, ella sabia por que se sentía tan bien. Alrededor suyo, ella tenia amigos. Amigos reales. Gente que la quería, hablaba con ella y la hacían sentir bien solo estar con ellos. Eso era incluso mejor que la otra razón por la que ella se sentía así de bien.

La ultima noche, ella había sido una heroína. Una genuina, honesta, cien por ciento chica mágica. Ella había salido a Tokyo y hecho su mejor esfuerzo para hacerla mas segura, un lugar mejor para todos. Eso era por lo que ella estaba aquí, eso era por lo que tenia estos poderes, y ella lo había hecho finalmente. Después de todos los días que habían pasado desde que ella había ganado primero sus poderes, había hecho finalmente las cosa bien, y se sentía bien! Había ido afuera con sus amigos, y había hecho una diferencia, por una vez, la gente la había realmente querido ahí, había honestamente necesitado su ayuda.

Se sentía bien.

Un sonata ligera anunciaba un cociente tazón de miso y la llegada de algo de arroz, huevos y vegetales. Aunque no una comida grande, la vista y olor de tan hermoso alimento hizo agua la boca de Hotaru mientras un fuego ardía. "Mmm. Eso huele muy bien, Kasumi."

"Muchas gracias." Tomando un sorbo de algo de te que ella había traído para si, Kasumi sonreí bellamente a Hotaru y veía su compañía en el desayuno. "Tú debes haber tenido una excitante noche ayer, Hotaru. Ya es pasado las nueve."

Una poco avergonzada, Hotaru bajo los palillos en su miso y puso el tazón abajo. "Yo estuve hasta tarde con Ranma y Ryoga. Todos permanecimos hasta tarde hablando."

"Bien, siempre y cuando no te canses con todo eso de correr alrededor. Todavía pareces un poco pálida. No queremos que te enfermes otra vez, ¿No es así?"

Hotaru sacudía su cabeza y engullía un poco mas del arroz. Aunque para ella se sentía como si ella estaba mezquinando su alimento y siendo muy ruda en frente de su nueva hermana mayor, Kasumi lo veía diferentemente. A los ojos de Kasumi, acostumbrados a artistas marciales hambrientos, Hotaru tranquilamente y delicadamente comía su alimento, con mejores modales de lo que ella podía recordar ver en esta casa por años.

Cuando la chica pequeña daba un pequeño, eructo cortes y ocultaba su boca con su mano mientras su cara se volvía rosada, Kasumi sonreía. "Parece que necesitabas eso. ¿Vas a estar entrenando con ellos hoy? Si es así, por favor se cuidadosa. Tienes que recordar que no eres tan fuerte y grande como Ranma."

"Nnn. Ranma es realmente bueno... Pero yo no voy a estar haciendo esa clase de cosas por un rato. El dice que quiere que me ponga mejor antes de que el empiece a enseñarme artes marciales."

"¿Ranma te va a enseñar artes marciales?"

"Si. El dijo que todos debian saber como defenderse."

"Tú debes estar muy orgullosa. Ranma es muy bueno. Y estoy segura de que el hará un profesor excelente."

"Ranma es el mejor."

Kasumi reía. "No permitas que oiga eso. El te creerá."

Mirando arriba a su nueva hermana mayor, los ojos de Hotaru relucían. "¡Pero lo es! yo se que el debe ser el mejor. El puede convertirse incluso en una chica así nosotros podemos luchar contra el mal juntos!"

Fuera de la puerta, el artista marcial en cuestión estaba completando un complejo contraataque sobre Ryoga mientras el se defendía de ambos Genma y Soun. "Bien, Yo ciertamente no se de alguien mejor que el. Excepto posiblemente Cologne. La abuela es muy buena."

"Estoy contenta de que pienses así." Una voz vieja vino desde la esquina a la izquierda de Kasumi.

Cuando ambas chicas habían pasado su shock de ver a la antigua matriarca sentada en la mesa con ellas, Hotaru continuaba la conversación con la confianza sublime de un creyente verdadero. "Ranma es mejor."

Dando Hotaru una mirada divertido, Cologne amontonaba arriba un tazón con alguna de las sobras del y se servía. "No aun, Niña. No aun. Mi yerno tiene alguna camino que recorrer aun."

Sacudiendo su cabeza con completa fe, Hotaru respondió. "Usted solo no sabe lo suficientemente bien. Nadie puede vencer a Ranma. Quizás ni siquiera yo."

Eso causo que Cologne riera en voz alta. La chica tiene menos poder de lucha que Kasumi, pero aun ella pensaba que era mas poderosa que ella o su yerno. Eso era muy divertido.

"Oye, Viejo momia. Gracias por venir finalmente aquí."

Cuando Cologne termino de reír ella vio que Ranma se había juntado con Ryoga, Mousse, Ukyo y Shampoo. Un verdadero ejercito de artistas marciales, Cologne podía solo sentir pena por alguien que decidiera atacarlos a todos. Mientras ellos no podían todos ser tan poderoso como su yerno, ellos eran cada uno una fuerza para ser tomada en cuenta. Incluso ese tonto de Mousse.

Tras moverse al patio, todos estaban tensos y ligeramente nerviosos. Aparte de Hotaru. Ella estaba colocada próxima a Ranma, así ella sabia que estaba segura de algo o alguien. Para todos los otros, era una oportunidad de tratar y descubrir que había ido mal ayer. Ellos tenían mas gente de su lado, pero habían sido todavía vencidos por las Scouts. ¿Que podía haber sucedido?.

Shampoo había ofrecido los servicios de su Bisabuela en intentar analizar la batalla y trabajar en algunas estrategias nuevas para ellos. Nabiki estaba sentada a un lado escuchando, pero ella no suponía ser capaz de contribuir mucho a esto. Su mente analítica no podía ser segunda a nadie, pero ella no pensaría de intentar emparejar talentos con Cologne cuando venia a planear y pelear batallas. Trabajando con ella estaba seguramente en las cartas.

Para los artistas marciales reunidos, era un tiempo que ellos habían estado mirando adelante con miedo. Ahora sus habilidades entrarían en cuestión, sus capacidades escrutiñadas, y sus acciones tomadas aparte en detalle. No era un placer molestar a sus conciudadanos o a ser mostradas arriba, pero ellos necesitaban hacer esto. A menos que supieran por que ellos habían perdido la ultima vez, estarían condenados a repetirlo.

Preguntando a los peleadores que se le unieran afuera, Cologne estaba sorprendido cuando la pequeña con quien ella había estado hablando se les unió. Asumiendo que ella estaba solo mirando como Nabiki, Cologne no se dirigió a ella, pero se concentro en Ranma y sus aliados.

"Yerno, quizás tú puedas empezar diciéndome cual fue tu principal problema."

Ranma daba un puñetazo a su palma. "La gran cosa que no comprendo es por que nosotros lo hicimos tan mal esta vez. La primera vez que Ryoga y yo luchamos, bien, nosotros no lo hicimos mejor, pero al menos no deje a una sin estar bien golpeada. Esta vez teníamos a Ucchan, Shampoo y Mousse, pero ellas todavía nos vencieron fácil."

Cologne cabeceaba sabiamente. "El factor sorpresa. Un hombre con un arco y flecha puede derrotar a un hombre con un tanque si tiene la sorpresa de su lado. Lo mismo es verdad aquí."

"Pero Abuela," Ukyo empezaba. "¿Podía ser realmente eso? yo digo, nosotros todavía logramos acorralarlas esta vez."

"Si, pero esta vez ellas sabían lo que ustedes podían hacer. La ultima vez, ellas no habrían supuesto que mi yerno era tan bueno. Poca gente esta en su nivel. De lo que Shampoo me ha dicho sobre sus enemigos, ellas no estarían acostumbradas al ataque de peleadores entrenados, gente que podía resistir. La ultimo vez, ellas probablemente solo supusieron que se caerían y morirían. Esta vez, ellas sabían que tenían que tomarlos seriamente."

Nabiki asintió junto a ella. "Ella tiene razón. Yo he gastado algún tiempo haciendo búsquedas de algunas de sus victimas. Nadie de ellos parece ser artistas marciales. Ahí el ocasional deportista, pero no del tipo que llamaría fuerte o rápido."

Por un tiempo parecía como si Ukyo protestaría algo mas, pero el soporte de ambos Shampoo y Ranma a lo que Cologne había dicho causaba su echada para atrás. Si esto era lo que había sucedido a ellos cuando ellos sorprendían a las Scouts, que sucedería si la Scouts los sorprendía a ellos.

Cuando ellos dieron el análisis de lo que sus enemigos eran capaces, Cologne estaba sorprendido cuando todos miraban a la chica pequeña sentada silenciosamente junto a Ranma. Rápidamente una propagación de sonrojo cayo en sus mejillas y ella miraba el suelo, evidentemente avergonzada. Cologne encontró completamente eso divertido considerando los egos de todos los otros alrededor.

"Y por que todos están tan interesados en ti, Niña?"

"..."

"¿Disculpa?"

"Yo soy una chica mágica, también. Yo soy la mas poderosa chica mágica en todo el mundo."

"¿En verdad? Bien, quizás tu puedas mostrarme algunos de tus ataques entonces. Seria agradable ver solo una nuestra de lo que los enemigos son capaces."

"Yo no puedo." La chica se puso incluso mas roja.

"¿Por que? Somos todos amigos aquí. Yo estoy segura que Ryoga seria suficiente amable de actuar como un voluntario si nosotros lo necesitamos." Ryoga lucía nervioso, pero no tan nervioso como Hotaru.

"¡No! ¡Yo no puedo! Eso... Eso mataría al pobre de Ryoga. Eso es... Eso es por lo que yo no puedo usar ataques. Ellos solo hacen demasiado daño. Si... Si Yo disparara de esa manera..." Hotaru gesticulado fuera hacia la puerta de en frente. "Destruiría todo el camino por la calle. Eso es por lo que yo nunca podía parar a ninguna de las chicas que me atacaron."

Cuando todos se sentaron silenciosamente digiriendo eso, Hotaru lucía mas nervioso. Cuando sus ojos empezaban a brillar y su labio inferior temblaba ligeramente, Ranma puso una mano en su cabeza y exclamó felizmente. "Ya lo tengo! ¡Tú puedes hacer esa cosa como escudo! Eso estuvo muy bien ayer. Si las Scouts no pusieron pasar a través de el cuando ellas lo intentaban, quizá nosotros si. Eso pudiera mostrar a la Vieja momia alguna forma fácil para derrotar su magia."

Hotaru se aclaro inmediatamente y empezó de una vez. Cuando ella se transformó, los ojos de Cologne se estrecharon a rajas pequeñas. 'Así,' ella pensó. 'Esta es una chica mágica. Puedo sentir su poder, pero no es nada como el que yo suponía.'

"Muy bien, Niña. Por favor, muéstrame ese escudo."

Andando fuera del grupo, Hotaru planto en el suela la Silence Glaive y se concentro. "SILENCE WALL!"

Todos esperaron.

"Se supone que veamos algo, cariño?"

"No... Yo no pienso así. Yo puedo ver donde esta, pero yo no creo que alguien mas pueda. Solo aparece en frente de mi Glaive. Usted serian capaces de sentirlo entonces."

Lentamente el grupo se aproximo hasta que ellos estaban dentro del alcance de la barrera invisible. Con muestras de maravilla en su cara, ellos pasaba sus manos sobre la Pared del Silencio, maravillándose de la fuerza suave que no eran capaces de ver. Otro que Ryoga, había dado accidentalmente chocado con ella, y su nariz dolorida era testamento suficiente de la solidez de la Silence Wall.

"¿Estarás segura si nosotros tratamos de romperla?" Cologne preguntó. Cuando la pequeña, chica vestida de fuku asintió, Cologne les gesticulo a ellos adelante y todos golpearon la barrera con sus armas, pies o puños. Después de un minuto de este, Cologne les ordeno parar y otra vez se dirigió a la chica.

"¿Como se sintió? ¿Comparado con lo que sentiste ayer?"

"Realmente... No fue tan malo. Yo creo que puedo parar esa clase de cosas completamente por un rato..." Mientras Hotaru se callaba, ellos entendían su preocupación. Si dos o tres Scouts era mas que una amenaza a ella que su grupo completo, ellos tenían problemas reales.

"Yerno, Ryoga. Si ustedes gustan, ahora seria un buen tiempo para demostrar ese nuevo movimiento que me han contado."

Otra vez cuando Hotaru asintió, todos se movieron atrás y Ranma y Ryoga tomaban posición. Poniendo sus manos juntas, ellos enfocaban lo que era necesitado para el ataque de depresión. Akane, las Scouts, su inadecuación propia en batalla. Todo esto y mas vertido en las esferas verdes creciendo en sus manos. Sin alguna señal, los dos chicos lanzaron simultáneamente. "SHI SHI HOKODAN!"

Energía verde se incrustaba en la pantalla y salpicaba inofensivamente. Inofensivamente a Hotaru, pero el resto sentía el retroceso, y el suelo fue golpeado pesadamente. "Mejor... Pero esas dos chicas grandes eran mucho mas fuertes..." Ahora Hotaru lucía muy triste.

"Que tal el Bakusai Tenketsu, Viejo momia. ¿Tú quieres tratar eso?"

"No, yerno. Yo puedo ver desde aquí. O mejor, yo no puedo ver. No hay punto débil alguno en esa pared. No es un objeto como nosotros sabemos. No se agrieta de la misma forma en que una roca o piso lo haría.. El Truco de la explosión no funcionara." Empujando un suspiro, Cologne agitó su mano a Hotaru. "Relajate, Niña. Nosotros no continuaremos esto."

Cuando Hotaru se junto de nuevo con el grupo, se transformó de vuelta a su normal forma y luciendo nada de pena de lo que usaba, Cologne susurró. "Yo estaría interesada en tratarte en combate, para ver si el igual que como con las otras chicas. Desafortunadamente, puedo ver que no estas bien. Quizás en el futuro, pero por ahora, yo veo poco de lo que nosotros podemos ganar de ello."

Con todos viéndola por la sabiduría por la que ella era tan renombrada, Cologne descansaba para pensar. "Hasta que sepamos mas, no se de alguna técnica secreta que serian completamente apropiadas para ti. Por ahora, les recomendaría concentrarse en mejorar cada una de sus especialidades. Ustedes deben ser mas rápidos, mejores, mas fuertes... Ser el mejor artista marcial ya no es suficiente. Ustedes deben encontrarlo dentro de si mismos para volverse mas, pero sin eso, seguramente fallaran."

"Yo no voy a fallar, Vieja momia. Y no voy a parar hasta que hayamos ganado esta guerra."

La mueca de Ranma era de confianza, pero dentro el sentía preocupación. Ellos parecían estar un largo camino detrás del enemigo si incluso la pequeña Hotaru podía derrotarlos tan fácilmente. Pero entonces, ellos no estaban peleando con Hotaru, y ellos habían visto ya que su enemigo podía ser herido.

* * *

Souichi Tomoe estaba sentado en su laboratorio del sótano y lamentaba. Si solo el hubiera conocido hace una semana que su hija era Sailor Saturn, todo este inconveniente podía haber sido evitado. Un hechizo, lavarle el cerebro, enfocar su poder mágico, incluso sencillamente encerrarla con llave a ella en su habitación... Casi cualquier cosa podía haber sido hecho para parar su escape, si el lo hubiera sabido a tiempo.

Ahora... Ahora era demasiado tarde. El pájaro habido volado del nido en una manera demasiado literal. Un lapso en la supervisión apretada en que el tenía a Hotaru, y ella había sido capaz de manifestar los poderes de una Scouts. En solo unos pocos pasos cortos, ella se había liberado de su apretón, y ahora el estaba perdido en que hacer para recobrarla.

Souichi tenía que saludar a Mistress 9 por su selección de huéspedes, si ella verdaderamente sabia que Hotaru iba a ser Sailor Saturn. Eliminando un enemigo mientras al mismo tiempo ganaba los poderes inherentes de la hermosa soldado era un plan brillante. Por el otro lado, si ella sabia pero no había dicha nada, era una de las mayores metidas de patas en toda su historia.

Mas que intentar situar la culpa y mira hacia atrás en que había sucedido, Tomoe decidió aceptar que la completa situación era una coincidencia. Improbable, pero significaba que el no tenia que estar en la inenvidiable posición de tener una Mistress que había puesto en jaque toda su misión, ni tenia que admitir a nadie su propia falta. Anticipando que el huésped para su posesión era una Scouts era evidentemente mas de lo que alguien habría supuesto.

Primero lo primero, el necesitaba a su hija de vuelta. La posesión no procedería a tiempo a menos que el tuviera contacto frecuente. Peor, Mistress 9 estaba en riesgo constante si Hotaru estaba asociándose con las otras Sailor Scouts. No tomaría mucho antes de que una de las otras jóvenes guerreros vieran los defectos en el espíritu de Hotaru. Souichi se estremeció al pensar que sucedería a la desafortunada Mistress 9 si Sailor Moon era capaz de lanzarle su Moon Healing Activacion contra ella. Cuando Mistress 9 estuviera en completo control, no habría riesgo, pero por ahora, ella era vulnerable.

Sencillamente encontrar a su hija era suficiente desafió. Tokyo era una masiva ciudad, una de las mas grande en el mundo, y no era como si el puidera buscar sencillamente en la guía telefónica bajo 'S' para "Scout, Saturn". Las chicas tendían a ser mas discretas con su identidades que eso.

El había dicho a sus lacayos que busquen a la chica, pero incluso así, el no estaba seguro que ellos pudieran lograrlo. Si Sailor Saturn tenía sus poderes - y parecía como que si los tiene - no seria fácil su captura. Siendo como eran, ellos lo intentarían... Al menos el podía mirar adelante para castigarles cuando fallaran... Ese pensamiento traía un sonrisa a su cara; una totalmente distinto a la que su hija podía haber visto en el pasado.

Usando puramente mundano medios estaba fuera demasiado. La policía seria la ruta mas simple, pero ¿Que podía el decirles? El podía ver como la conversación iría: "Hola, mi hija ha huido de casa, necesito su ayuda para encontrarla."

"Oh, si, Señor ¿Y por que haría eso?"

El reiría. "Ella pensó que yo estaba poseído por el mal e intento matarme."

"¿Y por que ella piensa eso?"

Tiempo para el sudor. "Umm... ¡No tengo idea! ¡En verdad! Y si ella ofrece convertirse en Sailor Saturn y probarlo, no le crea!"

El dio un bufido. No, el no podía ir a la policía. Ellos podían encontrar a su hija, pero una explicación corta a los trabajadores sociales mas tarde, y ella seria libre o bajo examen ridículamente cerrado cada día por una sociedad que solo no aceptaría que el sabia lo que era mejor para ella.

Descansando su cabeza en las palmas de su manos, Souichi miro solemnemente un libro de apuntes de su trabajo. Solo asumiendo que la encontrara a ella... ¿Como se supone que la traería y la conservaría? Las Brujas 5 eran buenas; no había duda sobre ello. Con su astucia, ellos podían casi ciertamente atraparla, pero ¿Podían realmente suponer atraparla y llevársela cuando el resto de las Scouts la estaba protegiendo? ¿Incluso si triunfaban en raptarla podían superan sus poderes de Scout y controlarla mientras ella estaba activamente resistiéndose?

Por milésima vez, Souichi deseó que el hubiera conocido sobre esta pequeña complicación antes de que su hija volara fuera.

No, la única cosa que el podía esperar realmente era su plan actual. Una trampa. Agradable, simple, y elegante. Con la casa reconstruida para lucir como lo hacía siempre, y mas sus investigaciones y trabajo movidos a otra parte, seria duro para Sailor Saturn reconocer el mal que una vez residía aquí. Ella vendría, confiada, estúpida y inocente, y el atacaría súbitamente. Cuando ella vea la casa como ella estaba acostumbrada, y cuando el le dijera que ella había solo tenido otro de sus desmayos y imagino todo...

Souichi sonreía. Con su vulnerabilidad y confianza, ellos atacarían. Ella estaría en su poder y bajo su control mas rápido de lo que ella podía resistir. Lo mejor de todo, haciendo lucir las cosas normales y pacificas, nadie de sus amigas Scouts se vería implicada. Verdaderamente, era el mejor plan.

¡Si solo la chica se apresurara y cayera dentro de la trampa!

* * *

La tarde estaba otra vez comenzando a caer. Por todo el jardín Tendo, artistas marciales estaban terminando sus peleas y preparándose para unas pocas horas de descanso. Un día de duro entrenamiento podía solo ir hasta ahí, y ellos necesitarían toda la energía que podían reunir cuando tuvieran una buena pelea otra vez mas tarde.

Relajándose en la habitación estaba un grupo de gente a quien nadia habría supuesto que verdaderamente sean capaces de relajarse juntos. Quizás seria mas exacto decir 'reunidas en la habitación estaba un grupo de gente pretendiendo relajarse juntos'.

Nabiki - en un papel mas demandante que algunos de los conflictos que ella había empezado siempre - estaba jugando a guardar la paz. En los últimos quince minutos, ella había logrado parar no menos que dos peleas entre Shampoo y Ukyo, otras tres entre Ranma y Ryoga o Ranma y Kuno, sin mencionar al menos tres intentos de Mousse de atacar a ambos una olla o a su hermana mientras demandaba que ellas eran Ranma.

Parecía que las únicas personas en la habitación no tratan una pelea con alguien era, Kasumi y Hotaru. De algún modo estaba apenada de que ella no podía hacer alguna sexista observación sobre como era que las hormona de los chicos empapados causaban toda la inquietud, dado que Shampoo y Ukyo estaban causando tanta o mas inquietud como los otros.

No importaba cuanto las dos restantes prometidas intentaran ocultarlo, Nabiki veía tan claro como el día que ellas todavía querían a Ranma, y de alguna forma ellas eran serviciales para ganar por la muerte de Akane. Ella quería odiarlas por eso, pero no podía. Ellas estaban aquí, y estaban luchando para vengar a su hermana, y eso era realmente lo que importaba. Quizás si Ranma estuviera volviendo sus atenciones ella podía haberse enojado, realmente enojado apenas habría sido una palabra centésima tan fuerte de lo necesario. Como era, el era incluso mas terco y obtuso de lo normal. Para el, había solo la pelea; todo lo demás podía esperar.

Kasumi estaba trayendo fuera una bandeja de bocadillos cuando Hotaru pregunto una pregunta tan obvia, que hizo a la gente preguntarse porque nadie jamás la había preguntado antes. "Kasumi, ¿Acaso tu mamá te ayuda cuando estas cocinando? Es muy buena, pero yo nunca logro verla y darle las gracias."

La cara de Kasumi cayo ligeramente. "Gracias, Pequeña, pero yo hago toda la comida estos días. Nuestra madre... No esta mas con nosotros."

Un surtido de cabezadas venían de alrededor de la mesa, entendiendo en todas las caras de la gente. "Papa siempre me dijo que mi madre estaba en un lugar bello mas allá del cielo. Donde todo es siempre bello y ella siempre seria feliz. Yo estoy segura que tu madre esta ahí también, Kasumi."

Mientras Kasumi y Nabiki asentían, Ukyo daba una sonrisa brava y hizo su contribución propia. "Mi mama murió justo antes de que yo conociera a Ranma. Yo creo que es por eso que me llevo tan bien con el, Ranma estando por su cuenta con su idiota padre y todo. Cuando Ranchan y su padre... Ummm... Bien, Yo deje a mi padre no mucho después de eso, así que creo que nunca realmente me dijo que sucedió. Yo era solo una chica pequeña en ese tiempo."

"Yo era así. Herede mi mal sentido de dirección de mis padres. El normalmente solo toma unos pocos días para obtener unos remedios de la calle. Según los médicos en el hospital, mi madre se levanto una noche para ir al baño un par de días después que yo nací, y yo no la he visto desde entonces. Yo veo a Papá ocasionalmente, y mi madre me deja cartas en la casa una que otra vez... Yo creo haberla visto una vez hace un par de años, pero yo no estoy seguro."

Yendo alrededor del circulo, todos los ojos pararon en Kuno. Con un aspecto de cansancio, posiblemente desdén, la cabeza de la Casa Kuno miraba fuera. "Mi historia no esta hecha para decirse en la presencia de oídos inocentes y jóvenes. Un niño como este no debería haber testigo del horror de lo que sucedió a mi madre antes de que ella..." El aclaraba su garganta. "En esto yo diferiré a Saotome por su historia. Mi hermana no tomó bien las noticias cuando a ella se le fue dicho, y yo seria mas desinclinado a ver lo que sucede a un soldado del camino de la luz a tan joven edad."

Por un momento, el gran Kuno Tatewaki, Trueno Azul de Furinkan, miraba a la distancia, viendo escenas que solo el podía. Un tiempo cuando la familia Kuno estaba completa, indemne y completa. Y otro tiempo, un tiempo menos sabroso, un tiempo cuando el mundo se vino aparte para todos ellos. Todos fueron tocados en su propia manera ese día; madre, hija, padre e hijo. Tres sobrevivientes, pero Kuno se preguntaba si su madre puede haber sido la afortunada en ese día de horror. Ella sola no tenía que lidiar con los efectos dejados por la estela de sucesos.

Parpadeando confusamente, Ranma rasco su cabeza. "Umm... Yo no se... Yo creo que nunca realmente pregunte. Puedo recordarla un poco de cuando yo era joven, pero he estado en el camino con mi papá desde que tenía seis, así que no se realmente. Yo creo que asumí que ella... Yo no..."

Mirando alrededor, Ranma vio a su padre ejercitando ligeramente con el patriarca Tendo. "¿Oye! ¡Viejo!"

Cuando entonces el fornido artista marcial entro a la habitación, todos lo miraron. "¿Papa, que sucedió con Mama?"

"Que quieres decir con que le sucedió?"

"¿Yo digo si se murió o pateo tu trasero de su casa o algo? ¿Que sucedió?"

Genma rasco la pañoleta tapando su cabeza. "Nada, Chico. ¿Que crees que paso?"

"¡¿Que?! ¿Que quieres decir con 'nada'? ¡¿Que rayos hicimos vagando alrededor todo este tiempo si Mama todavía vive?!"

"¿Estas loco, Chico? Te das cuenta de lo que haría si ella---" Genma corto fuera su sentencia a la mitad. Lentamente el volvía afuera. "No, Chico, tu entrenamiento no a terminado aun. No, hasta que estes listo para ser el señor de la Escuela, nosotros no podemos devolver a tu madre. Costumbre, Chico. Es necesario, ¿Correcto Tendo?"

Rascando su bigote, Soun miraba tristemente dentro de la distancia. Mientras Genma lo tomaba por el codo y lo conducía fuera, ellos podían oír todavía la charla por un rato. "Ahh, Nodoka. Una hermosa mujer. También buena cocinera. Dime, Saotome, parezco recordar hablando sobre un fetiche que ella tenia... ¿Que era? ¿Costura? No... ¡Ah! ¡Es verdad! Ella estaba obsesionada siempre con cortar cosas. Tú estabas siempre diciendo que era una afeitada gratis o algo tonto como eso... Dime, ¿Ella acaso no acostumbraba llevar una katana alrededor? Hermosa mujer además de eso naturalmente, solo hermosa, y tan dulce como algo..."

Sudando nerviosamente, todos miraron atrás al centro de la mesa y estaban en silencio. Ellos sabían que Ranma era extraño, pero ellos asumían que lo había obtenido de su padre. Quizá esa no era la única fuente de sus problemas. En un esfuerzo por guiar la conversación fuera de los padres de Ranma, la gente vio a Shampoo quien estaba a su derecha.

Ella en torno los entretuvo con historias de su madre. Naturalmente, la feroz guerrera Amazona había sido ambas increíblemente bella y hábil, como toda su línea. Lamentablemente, cuando fue excedida en numero enormemente por los luchadores inferiores de los Musk, ella había caído. Ahora sin embargo, ella estaba en un lugar parecido al que Hotaru había descrito, excepto que esta era la versión Amazona del cielo. Batalla continuas rotas solo para festejos, celebración y otras luchas. En muchos formas evocaba a las historias de los dioses nórdicos, y sus visiones de Asgard... pero ligeramente mas violento y femenino.

Las historias de Shampoo de gloria y batalla condujo a hablar sobre sus hazañas propias y las grandes batallas que ellos habían luchado en el pasado. En poco tiempo, cada uno de los artistas marciales estaba moviéndose alrededor de la habitación, contando a los cielos sobre cuan poderosos ellos eran y como ningún enemigo podía derrotarlos. Mirando la puerta deslizándose para donde su padre y su invitado todavía practicaban unos Kata, Nabiki vio la reunida y sonrío.

"¿Si todos están sintiéndose tan confiados, quizás ahora seria un buen momento para salir?"

Hubo una vacilación ligera, pero solo ligera. En poco tiempo, un coro de vivases y determinadas voces tocaba una campana fuera, y el grupo anunciaba su compromiso. Colocándose como uno, los artistas marciales se levantaron y dejaron la habitación. Después de un momento, Ranma volvió y miro abajo a una de las chicas sentadas en la habitación. "¿Así que, vienes, Hotaru?"

Con asombro en sus ojos, la chica miraba arriba y parpadeada a su ídolo, otra vez chica mientras ella se preparaba para una noche de trabajo. "¿Tú... Tú quieres que vaya contigo?"

"Yo dije que podías venir cuando estés lista." Ranma daba una mueca. "Yo creo que los que nos mostraste ayer dice que estas lista. ¿Que piensas?"

Cuando la transformada Hotaru salía para juntarse a los otros luchadores reunidos en el patio de en frente, ella no podía recordar la ultima vez que había estado tan orgullosa. Toda su vida, ella había sido 'Hotaru, la débil, enferma chica extraña'. Ahora ella no lo era. Colocándose entre todos estos luchadores fuertes, era un miembro valorado de un equipo. Finalmente, después de todos esos años, era un miembro del grupo mas importante en el mundo... Ella era una parte de un grupo de amigos, era uno de 'nosotros', no un desconocido que miraba por fuera.

Sintiéndose diez pies mas alta y suficientemente fuerte para tomar al equipo entero de las Sailor Scouts de una vez, ella andaba orgullosamente en el medio del grupo. Su sólida arma y notable traje blanco se oponía contra los colores mas blandos que los otros llevaban, pero ella no habría cambiado eso en un instante. Su magia la hacía merecer la pena.

Andando juntos, Hotaru no notaba la forma en que los otros se situaban alrededor de ella de forma que ellos podían protegerla. Por mas que ella halla probado su habilidad para formar un escudo inexpugnable, ella era la mas débil de todos. Para toda campaña y propósitos, ella era también incapaz de atacar a sus enemigos; no importaba que poderes ella podía demandar. El hecho que ella pesaba menos que el paraguas de Ryoga no tenía nada que ver con su instinto protector, pero algo en la chica inspirada sus instintos protectores.

Una hora de patrulla, Hotaru estaba montando en lo alto de la espalda de Ryoga. Ella no estaba aun demasiado cansada para andar, pero su peso era insignificante para el, y eso permitir al grupo correr y saltar, cubriendo enormemente mas suelo en una noche de lo que ellos podían esperar mientras andaban. Descansando la mayoría del tiempo también permitía Hotaru añadir una nueva dimensión a sus exploraciones que ellos nunca habían tenido antes: vuelo. Por periodos cortos, Hotaru volaba alto con sus gruesas alas, buscando los problemas que querían, tomando ventaja de sus mágicos poderes para mas que solo escapar.

Naturalmente, fue una de esas veces en que ella estaba descansando cómodamente - o tan cómodamente como uno puede mientras se sentaba en lo alto de una dura mochila que estaba actualmente moviéndose por la calle a alta velocidad - que ellos encontraron a su enemigo de la noche.

Esmeralda, una de las malignas hechiceras al servicio de un grupo llamado Dark Moon Family. Ellos no habían luchado antes con ella, pero esta vez parecía que lo harían. La mujer estaba riendo villanamente tras su abanico viendo un edificio lleno de gente no lejos de ellos. Con un alarido y una ola, Ranma incito al equipo adelante. Si ella estaba sola, esta podía ser su gran oportunidad. Ellos serian capaces de vencerla y hacer Tokyo mas seguro.

Sin esperar a los otros, Ranma corrió adelantes, planeando en tener la sorpresa de su parte y hacerla arrepentir de su desatención. Tras ella Hotaru ágilmente aterrizaba mientras ella saltaba fuera de la mochila de Ryoga, y el resto de los artistas marciales sacaban armas y corría adelante.

Sintiendo su oleada de sangre, Ranma saltaba, tapando los últimos diez metros a Esmeralda con su pierna izquierda prolongada para una devastadora patada. A menos de un metro y medio de su blanco, Ranma fue impulsada de repente al lado, golpeada a un lado por un fuerza de relámpagos negro. Humeando ligeramente, Ranma rodaba a sus pies y sacudía su cabeza. Esmeralda, ahora encarándoles reía otra vez mientras sus caras bajaron cuando ellos se dieron cuenta de la verdad. La verdad que ellos no la habían agarrado desprevenida, pero habían otra vez subestimado a sus enemigos.

"¡Príncipe Diamante me dijo que sea cuidadosa de otros aquí esta noche, no solo las Scouts. Yo pensaba que se refería a los Death Busters, alguien peligroso, no solo un grupo de niños como ustedes! ¡Droid! ¡Destrúyelos! Sácales su energía y usa el a poder del Cristal!"

El Droid, la fuente de la energía oscura que había golpeado a Ranma salio del edificio. Incluso Ranma y Ryoga - fortificados por ira y odio - dieron un paso atrás al horror de la vista que ellas veían. Todavía de algún modo femenino en apariencia, el Droid era un parodia de los juguetes del almacén del que venia. Grande, luciendo aletas plásticas sobresalidas de sus brazos superiores, y ella era tapada en enganchados platos de armadura plástica o metálica. Mas su cara era tapada por una mascara evocando a un gigante mecha de anime. El hecho que el Droid era de unos saludable dos metros y medios de alto y pesaba lo suficiente para romper el pavimento cuando andaba hacía mentira el pensamiento de que era solo un juguete débil.

"¡Yo me encargo de esta cosa. Ustedes encárguense de la vieja!" Con eso Ranma otra vez ataco, pero esta vez ella estaba segura de su blanco, buscando ocupar al Droid mientras ellos realizaban su misión real.

"¿'Vieja'?" Esmeralda chillaba. "Te haré saber que yo soy la persona mas bella en toda la corte del Príncipe Diamante."

"Shampoo piensa que corte no debe tener otra mujer."

Gruñendo, Esmeralda chasqueo su abanico cerrado y apunto a ellos. "¡Destrúyelos! ¡Destrúyelos a todos! No pares hasta que ellos estén muerto!" Mirando ella murmuraba. "Ni incluso las Scouts son tan insultantes..."

Lento para responder inicialmente, el Droid fallaba en parar a Ranma mientras la pelirroja se lanzaba y entregaba unas series de patadas laterales a su cabeza antes de levantarlo alto del suelo en frente de el y barriendo fuera ambas piernas. Hubo un sólido crujir como hormigón destruido cuando la monstruosidad plástica aterrizaba. Colocándose arriba, Ranma movió su trenza atrás sobre su hombro con un pulgar negligente. "Feh! Eso no fue tan duro."

"¡Ran-chan!"
"¡Airen!"
"¡Ranma!"
"¡Idiota!"
"¡Saotome!"

Un coro de voces tocaban una campana fuera, pero era demasiado tarde. Ni siquiera rasguñada por las patadas y golpes, el juguete/mecha/chica/Droid/cosa azotaba fuera con su propia patada. No tenia la fineza de Ranma, pero tenia diez veces el poder, mas que suficiente para coger a Ranma en el medio de la espalda y enviarla a dar un portazo dentro de la pared de frente del almacén. Mientras todos veían, el Droid seguía su victoria y agarraba a la brevemente aturdida Ranma fuera del hormigón en que ella había sido empotrada.

Agarrando el frente de la camisa roja, el Droid aceptó un golpe de bonbori a un lado por el placer de poner atrás su puño sólido y enviar un golpe a la improtejida mandíbula en frente de el. Rasgando una sección grande de camisa de la frente de la pelirroja, el golpe del Droid la envió volando alto al cielo, cayendo flojamente como una muñeca de trapo.

El aterrizaje de Ranma habría sido mas sucio, pero una forma pequeña que había estado reacia para entrar en la pelea de repente tomo vuelo y la agarro. Hotaru no podía haber sido lo suficientemente fuerte para llevar a alguien mas grande como Mousse o Ryoga, pero la forma chica de Ranma no era mucho mas grande que ella, la fuerza de roca de la artista marcial se ocultaba dentro de una cáscara aparentemente frágil. Sudando por la tensión, Hotaru no podía volar con su amiga, pero podía asegurar un seguro y blando aterrizaje. Cuando ellos tocaban el suelo, ella brevemente olvido la pelea y se concentro. Ella tenia que ser capaz de hacer algo para ayudar mientras sujetaba la inconsciente forma de Ranma en sus brazos.

Enfurecido por la vista de su prometido ser tratada de esa forma, Shampoo y Ukyo se movieron para demoler el horror plástico. Una lluvia de espátulas lanzadas sencillamente rebotaron inofensivamente, pero los ataques combinados de las chicas lograron enviar astillas plásticas volando mientras el Droid fue forzada a parar y proteger su cara. El impulso no duro mucho, para cuando los chicos lograron entrar en posición para juntarse a la pelea, Shampoo fue enviada a volar hacia atrás con un golpe suficientemente fuerte para hacer crujir sus costillas.

Cogido por la volante Shampoo, Mousse fue enviado a otro camino, mientras sus gafas volaban en la otra dirección con un siniestro tintineante sonido. Para el tiempo que el había vuelto a sus pies, el mundo se había vuelto una mancha casi uniforme. Solo las masivas cantidades de brillantes, colores primarios identificaban a su adversario, pero hasta que el pudiera dar con un par nuevo de gafas, tendría la misma capacidad que Ranma había inicialmente temido.

Al menos, el podía ser una responsabilidad para otro del equipo. El no podía decir donde estaba sus compañeros, pero Ryoga era fácil de ver. Al menos, Mousse asumió que era Ryoga. El esperaba que fuera Ryoga. Alguien mas capaz de brillar un arremolinada, esfera verde que pase a través de su nivel de visión dañada era alguien que el esperaba que solo exista una vez en este mundo.

La depresión de Ryoga era evidente. Kuno había sido vencido por Esmeralda tan pronto como el había intentado atacarla con su bokken. Ranma estaba abajo. Hotaru estaba cuidandolo. Shampoo y Mousse yacían en el suelo. Y Ukyo... Ukyo estaba colgando por su garganta mientras la Droid lentamente sacada el aire de ella.

Canalizando Ki dentro de sus manos, Ryoga permitió a su Shi Shi Hokodan crecer. El no podía atacar a Esmeralda porque ella estaba tras la Droid, y el no podía golpear al Droid sin freír a Ukyo. Inútil, fracaso, desesperación; estas cosas solo reforzaban su ataque incluso mas. Ardía con ira, Ryoga juraba que esta no seria otra batalla que ellos perdieran.

"¡Droid! ¡Mátala! ¡No dudes! Nosotros tomaremos su energía y creceremos, mas poderosos que nunca!"

Lentamente, la Droid cerraba sus dedos rechonchos alrededor de la delgada, garganta de Ukyo hasta...


Fin del Capitulo.

Bien... ¿Pueden ustedes decir "Cliff-hanger"? ¡Bien hecho! yo se que podían.

¿Que va a pasar con Ukyo? ¿Será Shampoo finalmente reconocida como la ultima sobreviviente de las prometidas de Ranma? ¿Será que Ukyo de repente se de cuenta que sea improbable que sea llamada Sailor Oort Nube, la travestí medio hermana de Sailo Pluto? Será que ella de repente gana asombrosos poderes y salva a todos en Tokyo de un solo golpe? ¿Podrá alguien poner algún sentido dentro de estas vociferaciones?

¡Todo esto y mas, en el próximo, Venganza Y Media 06!


Fin De tonterías del Autor.