SAILOR MOON: INSURRECTION SIDE-STORY

Autor: Lord Kal-el
Formato HTML de Hukarovi Yanoki

Aclaración: Todos los personajes de anime pertenecen a sus respectivos autores y compañías, espero que no me demanden.


Dragon Negro Vs Dragon Rojo

Todokanu No Omoi. Tajishita Kenshiro to Genryu
(Recuerdos Inalcanzables. El primer encuentro de Genryu y Kenshiro)

Odio es el lugar donde un hombre, que no puede soportar la tristeza, va. La Venganza es mas oscura que una mancha de sangre, la tristeza es una daga que ha sido afilada para dar en tu corazón, mientras los días pasan, se hace más y mas afilada, hasta que la única cosa que queda de ti es el poder para afilarla.

Godo-Berserk


¿Cómo llego hasta aquí?

La respuesta le llega casi de inmediato.

Una promesa.

Una simple promesa

Aunque él sabía que había muchos factores y le era difícil pensar en uno en particular, por alguna razón eso fue lo primero que le vino a la mente. Pero pensándolo mejor si tenia que nombrar uno, él diría que la culpa de todo la tuvo la Neo-Reina Serenity.

Por lo menos eso es lo que pensaba Keitaro Urashima

La nueva era de la Neo-reina Serenity no era tan asombrosa como todos pensaban, una vez que ella asumió el poder, había tanto que arreglar en la Tierra que ella delego muchas cosas a sus Sailor Senshi. El rey Endimión se encargo de los asuntos de Salud, Sailor Mars estaba a cargo de los grupos religiosos, Sailor Júpiter de recursos humanos, Sailor Venus de los asuntos políticos, Sailor Neptuno y Sailor Uranus se encargaban de la seguridad, y él aun no estaba seguro de cual fue el trabajo de Sailor Pluto, y Sailor Saturn exactamente, pero el que mas le afectaba a él fue el trabajo de Sailor Mercury.

Ella se ocupo del sector de educación, y vaya que se ocupo del cargo. Elevo los niveles de educación en todos los niveles, en todas partes del planeta la educación era la misma para todos, con una calidad insuperable. Maestros capacitados, aulas apropiadas, material didáctico y comprensible, Sailor Mercury había logrado lo que muchos habían calificado de imposible.

En el curso de cinco años, ella había echo que todas las universidades del mundo tuvieran la misma gran calidad de excelencia que en su tiempo tuvieron universidades como Harvard y Todai, y ahora todas compartían. Pero aunque esto era una gran verdad, eso no dejaba que ciertas tradiciones y reputaciones se mantuvieran. Fue una de estas que hizo que la vida de Keitaro cambiara tanto.

La promesa.

Cuando era apenas un niño, él hizo una promesa con una niña de que cuando fueran adultos entrarían a Toudai juntos, ya que ellos habían escuchado que la pareja que entre a este lugar juntos, serian felices por siempre. Cualquiera pensaría que eran simples cosas de niños sin importancia alguna, pero para Keitaro significaba mas, mucho mas.

Sabia que era algo tonto, el querer entrar a Toudai solo por eso, pero algo que nunca pudo claramente explicar lo impulsaba a ello, además, estaba seguro que no importaba donde tratara, la prueba de admisión iba a ser la misma. Sailor Mercury se había encargado de que todas las universidades del Imperio tuvieran el mismo nivel académico de las prestigiosas universidades de antes, pero eso también significaba que todas ellas tendrían el mismo difícil examen de admisión, sin privilegios para nadie, no importaba la región o planeta del que proviniera.

Le costo tres años entrar, pero no se quejaba, gracias a ello fue que el fue capaz de conocer a la gente de la posada Hinata, Sou, Mokoto, Shinobu, Kitsumi y mas que todo el fue capaz de conocerla a ella.

Naru Narusegawa.

La chica que se convertiría en el amor de su vida.

Claro que no lo sabia en ese momento, y como todos los demás, ellos tuvieron sus problemas al principio, él todavía se sonrojaba al pensar en los embarazosos momentos en que la había encontrado a ella, y a veces se preocupada que hubiera pasado si se hubieran conocido en la época antes de la purificación de la Neo-Reina, ¿Habría actuado ella de diferente modo? ¿Con ira tal vez? No, eso era algo imposible. él estaba seguro que siempre seria la misma amable y tierna Naru, que preferiría hablar antes de recurrir a la violencia.

También estaba esos extraños líos en que se metían, los malentendidos que surgían, su unión estuvo un poco accidentada al principio pero luego se solidifico gracias al sueño de ambos de entrar a Toudai, el cual, gracias a la ayuda de su amiga Mutsumi, Naru y él descubrieron que lo habían estado compartiendo desde que eran niños.

Cualquier duda sobre la palabra 'Destino' que haya tenido hasta entonces se esfumo cuando supo que Naru era la chica de la promesa. Ni en un millón de años él habría pensado en esa posibilidad, ¿Cuáles son las probabilidades de encontrarte con tu primer amor y descubrir que te habías enamorado de ella de nuevo y ella de ti? Después de eso todo fue mas fácil, después de reconocer sus sentimientos el uno al otro, ellos tomaron el examen y lo pasaron con una gran facilidad y gran felicidad.

Ya habían pasado tres años desde entonces, gracias al apoyo de su profesor y amigo Seta, Keitaro se decidió a estudiar arqueología, y había logrado un puesto en el departamento de cultura de Imperio. Aunque las cosas le estaban saliendo bien, él lamentaba haber perdido contacto con muchas de sus amigas de la posada Hinata, de Sou y Kitsune sabia que ahora se encontraban en Marte trabajando en una tienda de modas, Shinobu se encontraba en Venus con sus padres aparentemente estudiando en un nuevo instituto, lo ultimo que supo de Mokoto fue una carta que envió la cual decía que ella había encontrado por fin una causa para su vida, eso alegro a Keitaro, ella siempre se encontraba melancólica por no ser capaz de practicar la artes de su familia, aunque le daba un poco de curiosidad saber que era exactamente lo que había encontrado.

Naru ya le había asegurado que todas ellas estarían para la boda, su cara esbozo una sonrisa al pensar en ello, la sola idea de por fin estar casado con ella era lo que le motivaba en estos días. Al solo faltar solo dos semanas para la boda, cualquiera hubiera entendido si él hubiera rechazado la oferta de enviarlo a investigar unas supuestas ruinas que hubieran sido descubiertas, y Keitaro lo iba a hacer, pero Naru le insistió que no lo hiciera, ya que si resultaban ser ciertas podría ser la oportunidad de una vida y ella no quería que eso pasara, después de todo Seta ya le aseguro que él se encargaría de todo hasta que el pudiera regresar de su Luna de Miel para volver a dirigir las excavaciones el mismo, si es que las había por supuesto.

Gracias a eso, Keitaro pudo ir al sitio sin preocuparse por nada, él debía admitir que estaba emocionado, era su primera expedición solo sin Seta, con él como el encargado, aunque Keitaro estaba yendo solo para evaluar el lugar primero y después de eso decidir si llevar o no mas equipos para estudiarlo. Debido a lo accidentado del terreno, él tenia que ir en una nave de transporte, aunque tampoco iba completamente solo, un escuadrón de Pacificadores se encontraba con él para ayudarle, ellos estaban con sus armas pero ninguno creía seriamente que las iban utilizar, todo era simple preocupación por si acaso encontraban algún animal salvaje en esas regiones. Las montañas Bayankala eran lugares casi vírgenes, muy pocos seres humanos habían ido allá.

él admitía que estaba un poco emocionado de ir con los Pacificadores, los cuales eran muy amables con él y rápidamente se hizo amigo de ellos, tanto así que ellos le habían prestado un uniforme de sobra que tenían para que lo usara, algo que, sin dudarlo dos veces, él hizo, ya le gustaría ver la cara de Naru cuando él le mande las fotos aun si no encontraba nada en esa tal Montaña Fénix, había sido un viaje divertido.

Fue entonces que recibieron la llamada.

Habían recibido la alerta de que se había divisado a un hombre sospechoso que portaba una espada, un arma prohibida, vagando cerca del lugar por donde se encontraban volando, al principio el capitán dudaba de su curso de acción ya que primero estaba su misión con él a pesar de que era los únicos en el área, sin embargo Keitaro lo convenció para que fueran a cumplir con su deber, después de todo él no era un extraño a se tipo de caso ya que había visto a Mokoto meterse en varios líos así por practicar con su espada en lugares públicos, y estaba seguro de que esto era la mas probable que haya pasado, en todo este tiempo, él nunca había escuchado que hubieran arrestado a alguien por ello, mucho menos lastimado. Fue en ese momento que su mente se ilumino, lo había descubierto, ya sabia quien era el verdadero culpable.

Él mismo.

"¡Argh!"

El grito del pacificador lo trajo de vuelta a la realidad, algo que ciertamente no deseaba. La sangre, los gritos, nunca en su vida había escuchado o visto algo así. él no podía creer que esto estaba pasando, esto no debería estar pasando, no debería ¿Cómo puede ser posible?

Las heridas en su torso y en su pierna le recordaban nuevamente que esto era real, él simplemente se había bajado para hablar con ese tipo y hacerle ver que no le iba hacer daño.

Y ciertamente no se lo estaban haciendo.

Viendo de nuevo a ese 'monstruo', le era difícil llamar hombre al ser que estaba en frente de él, viendo con horror como acababa con la vida del resto de sus compañeros, ya no le quedaba duda, él iba a morir este día.

Pero eso no podía ser.

Él tenía que vivir.

Por Naru.

El DEBÍA vivir.

Mirando desesperadamente por todos lados, Keitaro finalmente logro con su vista un poco borrosa divisar algo, una esperanza. La nave transportadora que los había traído aun estaba intacta.

Arrastrándose lo más rápido que pudo, Keitaro trato de llegar hasta ella, él no tenía ni la más remota idea de cómo pilotearla, pero tenia que intentarlo, por Naru, por ellos, él no se daría por vencido, él tenia que sobrevivir, casarse con ella, tener muchos hijos, ser felices toda su vida.

"Naru."

"Naru."

El repetía su nombre varias veces para darse fuerzas, para no perder de vista su meta, su razón de vivir, le faltaba muy poco, ya casi llegaba, le faltaba tan poco.

Él estaría con ella nuevamente.

Solo un poco mas.

Ellos serian felices.

Por fin llego.

"Naru..."

¡¡¡SLASH!!!

...

* * *

Kenshiro giraba su espada y terminaba de destrozar el cuello del Pacificador, él lo había escuchado decir algo pero no lo entendió ni tampoco le importaba. El luego simplemente saco su espada y con un movimiento rápido él la limpio de su sangre y a puso de nuevo en su vaina.

él se dio la vuelta y observo lo que había hecho, ciertamente él había esperado mas de los Pacificadores, supuestamente los mas grandes guerreros de la humanidad, el diría que eran simples perdedores si se lo preguntaran. Pensó en dejar uno con vida para que contara lo que paso, así el miedo se esparciría y que sería mejor que lo piensen dos veces antes de enfrentarlo, pero esto también serviría como mensaje, un mensaje que esperaba llegara a 'ella'. Que supiera que él estaba aquí, ya estaba listo, con su espada y sus técnicas no tenia nada que temer de nadie, él obtendría su venganza.

"¡¿Por qué lo hiciste?!"

Kenshiro salto para atrás en sorpresa al escuchar esa voz poniendo su mano en su espada, y entonces vio a un chico joven de mas o menos su edad que lo miraba a él con ojos acusadores, él no podía creerlo, ¿Cuándo había llegado ese sujeto? él no había sentido su presencia en ningún momento, definitivamente no era un tipo normal.

"¡¿Porque mataste a esas personas?!" Pregunto él, y podía sentir la rabia contenida en su voz.

"¿Quien eres?" Pregunto Kenshiro ignorando sus preguntas de antes y sacando su espada.

"Mi nombre es Genryu Saotome y creo que te hice une pregunta a ti primero." Le respondió el tipo de la trenza en un tono desafiante.

"No tengo porque responder a nadie." Le respondió Kenshiro y luego lo amenazo con su espada. "Y es mejor que salgas de mi vista rápido si es que no quieres morir."

"No lo creo." Le respondió él mientras se ponía en una posición de combate.

La mirada de Kenshiro se agudizo, casi sentía pena del tipo, no sabía a que se estaba enfrentando, casi. "Tu lo has querido."

Sin aviso, Kenshiro se abalanzo y ataco con su espada, pero para sorpresa suya en el ultimo instante antes de que su espada lo despedazara, él desapareció de su vista, sin perder tiempo él se movió a la derecha junto en el instante para evadir una patada suya, la cual paso a un centímetro de su frente. Sus sospechas iniciales se confirmaron, este tipo no era normal.

Esto era algo que ciertamente no había esperado encontrar cuando decidió venir a esta región para entrenar. Según lo que sabía, él podría estar trabajando para la Neo-Reina, pero ella y sus ayudantes solo usaban magia. Las artes marciales habían sido virtualmente eliminadas del planeta con la excepción de su estilo Hiten Mitsurugi, hasta ahora, jamás se puso a pensar de que otras artes también hayan sobrevivido y que todavía hubiera gente que las practicara.

"¿De donde rayos saliste?" Le preguntó sin quitar su vista sobre su enemigo. "Eres muy diferente a todos los que me he enfrentado antes, ¿Acaso trabajas para la Neo-Reina?"

"Yo no trabajo para nadie." Le contestó él mientras se colocaba en una nueva posición de pelea. "Y yo soy el que pregunto primero."

'¿Qué le pasa a este sujeto? Acaso no se da cuenta de la situación en la que se encuentra' Pensó Kenshiro para si y luego lanzo un pequeño suspiro. "No es de tu incumbencia, simplemente eran ellos o yo."

"¡No me vengas con eso!" Le contesto él con furia. "Eras mas poderoso que ellos, pudiste haberlos vencido sin tener que matar a nadie."

"Cállate, tu no entiendes nada." Exclamo el samurai.

"Entiendo que eres un hombre con mucha rabia." Le dijo él.

"¡Silencio!"

Kenshiro ataco nuevamente tratando de cortarlo con su espada, pero cada golpe era esquivado por su oponente, lo que le causaba mucha frustración, pero también gracias a la velocidad que le había otorgado el Hiten mitsurugi, él era capaz de evadir los ataques de su rival, él cual no dejaba de contraatacar con sus puños y piernas. él se daba cuenta que aunque su espada lo tenía a raya, un pequeño descuido y podría traspasar su guardia para golpearlo.

"Tus habilidades de artes marciales son dignas de ser reconocidas." Comento Kenshiro después de hacer un poco de distancia entre ellos. "Creo que es hora de subir el nivel de la pelea."

"¡Hiten Mitsurugi, Soh Ryu Sen!"

Con un rápido y poderosos movimiento de su espada, Kenshiro creo un poderosa onda de choque que despedazaba el suelo mientras se dirigía a su oponente el cual para su sorpresa no trataba de esquivarlo, algo para lo que estaba esperando para poder atacarlo por sorpresa, sin embargo, antes de que lo golpeara su contrincante toco el suelo con su dedo.

"¡Bakusai Tenketsu!"

Kenshiro vio como su ataque era anulado cuando el suelo en frente de su oponente exploto y cancelo la onda de choque de su ataque.

"Tienes una increíble técnica, me intrigas, ¿Cual es tu Ryu?" pregunto Kenshiro.

"Musabutsu Kakutu Ryu."

"Es la primera vez que escucho hablar de el." Kenshiro comento mientras se sacaba su abrigo y puso en posición su espada. "Es una pena que sea la última."

Sin mas palabra, Kenshiro ataco nuevamente a Genryu, pero esta vez, sus fuerzas habían sido liberadas, a diferencia de su antepasado, él había entrenado su cuerpo para poder usar el Hiten Mitsurugi en toda su gloria, el no solo se había quitado su abrigo por comodidad, este también servia para restringir la fuerza que poseía, una fuerza que ahora estaba desencadenado.

El primer corte paso cerca de su oponente que se movió lo bastante rápido para esquivarlo, pero no lo bastante para evitar que su espada le haga una herida en su pecho, pudo haberlo acabado ahí, pero este tipo le molestaba en verdad, su final no sería tan rápido. Kenshiro ciertamente había pensado eso pero cuando vio que su adversario lo empezaba a atacar directamente esta vez con su guardia baja, 'Acaso habrá perdido la razón.'

Decidió no pensar en eso y acabar con él de una vez por todas con su vida si ese era su deseo. él se lanzo adelante para enfrentarlo y lo ataco de nuevo velozmente, ya estaba a punto de cantar victoria cuando su espada atravesó el cuerpo del chico de la trenza, pero en ese instante se dio cuenta de que algo andaba mal, primero al no percibir el aroma de la sangre y luego al sentir que estaba golpeando aire, en ese preciso instante Kenshiro vio algo por la esquina de su ojo, sin tiempo que perder el ataco por ese costado pero otra vez tocando aire donde debería haber un cuerpo "¿Que de-?"

Mirando por todos lados vio que ahora se encontraba rodeado por tres personas, todas iguales al chico de la trenza, él ataco sin dudar a todas ellas esperando encontrar al verdadero, en esta rabia no noto que cuando desapareció uno de los espejismos, otro más apareció detrás de él, pero un feroz golpe en su costado derecho, lo hizo ver que no era una alucinación, agitando su espada hacia ese lado, el hizo distancia entre él y el chico de la trenza para tratar de recuperar algo de aire. él no podía creer de alguna manera ese sujeto había borrado por completo su presencia y creado 'dobles' de si mismo.

"¿Que fue eso?"

"Técnica de la multiplicación, aun no la domino muy bien" comento el chico de la trenza. "Pero creo que tiene sus usos, tu tampoco te quedas atrás, casi no la cuento cuando aumentaste tan rápido tu velocidad."

"Ese truco no te servirá de nuevo." Afirmo el muchacho pelirrojo con frialdad pero todavía algo sorprendido por la habilidad de su oponente y tratando de suprimir el dolor que venia de donde lo había golpeado.

"Lo sé, pero aun tengo muchos mas." Respondió él con una sonrisa. "Suficientes para acabar con este duelo."

"Hablas como si yo fuera a perder." Kenshiro esbozo una sonrisa también, aunque mas cruel que la de su adversario. "Esto se esta poniendo divertido, nunca antes encontré a alguien que pudiera igualar la velocidad del Hiten Mitsurugi y lograra golpearme aunque sea una vez, en cierta forma, estoy feliz de haberte encontrado, eres un digno rival, después que te mate esa será mi señal de que estoy listo para acabar con las Sailor y culminar mi venganza."

"¡¿Es por eso que has hecho todo esto?! ¡¿Una estúpida Venganza?!"

"¡Callate! ¡No tienes idea de lo que estas hablando!" Dijo el espadachín furioso por las palabras de su rival.

Kenshiro ataco de nuevo con la velocidad del Hiten Mitsurugi, tratando de acabar de una vez con esta lucha, pero ciertamente no le resultaba nada fácil, ese tipo llamado Genryu ciertamente parecía estar leyéndolo a el como si fuera un libro, el trataba de hacerle perder su ritmo, pero este seguía cada uno de sus movimientos, siempre evadiendo sus ataques por muy poco, no podía perder la guardia en ningún segundo, sus golpes eran poderosos, aun ahora su lado derecho le dolía por el golpe recibido, pero estaba confiado que le ganaría, el no iba a perder por ningún motivo, la victoria tenia que ser suya, el no debía perder.

Para Genryu la situación era casi igual, aunque ciertamente cuando se despertó esta mañana no tenia idea de que iba a estar peleando por su vida antes de almorzar.

Todo había comenzado como un día típico para Genryu, con sus ejercicios de rutina ordenados por su maestra, mil flexiones con los dedos y mil abdominales colgando de una cuerda al borde de un profundo precipicio, luego el desayuno hecho por Nuku-nuku, básicamente comer tres pescados casi crudos, luego una carrera a través de los bosques con Coral, esto técnicamente no era una carrera, ya que solo era básicamente él tratando de escapar de Coral y sus supuesta obligaciones 'matrimoniales'. Fue durante esto ultimo que él lo 'sintió,' de inmediato le ordeno a una reluctante Coral que volviera mientras el iba a investigar.

El reconoció el olor a muerte, era el mismo que había sentido cuando fue a la montaña fénix por primera vez, pero aun así, fue un shock para él ver lo que había sucedido. No podía encontrar palabras para la masacre de la que era testigo, pero al ver a ese tipo pelirrojo parado ahí en el medio de todo esos cuerpos una gran rabia invadió su cuerpo y rápidamente confronto a esa persona.

Una pelea entre los dos fue inevitable, nunca en su vida se había enfrentado a nada semejante, ya había peleado contra personas con espadas antes, y con muchas otras armas aun, pero el tipo en frente de el usaba una técnica que no parecía de este mundo, gracias al entrenamiento con su sensei, él era capaz de esquivar sus feroces ataques aunque casi siempre por un pelo, y ciertamente el tipo no era un tonto, estaba siempre en guardia para su contraataque, y cambiando los patrones de sus ataques, tuvo suerte en hacerlo enojar ya que sus emocione solo lo traicionaban lo suficiente para que pudiera anticipar sus movimientos y para saber cuando estaba fingiendo una baja en su guardia para atacarlo por sorpresa.

La técnica de Multiplicación que le enseño la anciana Cologne había resultado útil, pero era claro que necesitaba mas que eso para poder derrotarlo. Había unas pocas cortadas en su cuerpo, nada serio, pero eran prueba de que su enemigo estaba cerrando cada vez mas la brecha que había entre ellos. El no pudo sentir más que admiración por la técnica que usaba.

Pero el estaba lejos de darse por vencido.

"¡Genryu!"

La voz femenina atrajo la atención de ambos luchadores que vieron la llegada de una chica de cabello negro y una pequeña mujer bastante anciana.

"No te preocupes Genryu." Dijo Coral mientras sacaba su Bombori. "Te vamos a ayudar.

"¡No intervengan!" Grito Genryu a ambas mujeres con bastante resolución en su voz. "Sensei, Coral, por favor no se metan en mi pelea."

"Pero..." Coral no podía entender el proceder de su amado.

"Ya lo oíste mi niña." Le dijo Cologne. "Esta no es nuestra pelea."

Coral miro a su bisabuela y vio como ella centraba su atención en los dos combatientes, ella tenía deseos de protestar y unirse a la pelea de todas formas, pero al final desistió.

Cologne miraba con detenimiento al joven pelirrojo. 'Esa posición con la espada, ¿Acaso será posible que sea el Hiten Mitsurugi?'

"No te preocupes, no interrumpirán nuestra pelea." Le dijo Genryu a Kenshiro mientras regresaba a su posición de pelea.

"Seria mejor que las dejaras." Le recalco él. "Así tendrías mas oportunidad."

"Conmigo es mas que suficiente para acabar contigo."

"¿Qué dices si ponemos eso a prueba? ¡Ryu Kan Sen!"

Ambos se lanzaron al ataque al mismo tiempo, Kenshiro uso su técnica para dar un giro completo y aprovecho la fuerza del impulso para lograr mas velocidad y fuerza a su ataque, Genryu logro apenas pudo evadirlo y los que observaban pensaron que había perdió el equilibrio e iba a caer al suelo, pero poniendo una de sus manos como apoyo él logro sostenerse y lanzar una patada hacia Kenshiro, el espadachín no estaba desprevenido esta vez y logro atrapar su pierna con su brazo libre y de inmediato trato de usar su posición para intentar darle una estocada con su espada, pero en medio de su movimiento Genryu intercepto su espada con su otro pie y luego se impulso con sus brazos hacia arriba liberándose de su agarre y dando media vuelta en el aire se lanzo sobre él, al tiempo que liberaba su feroz ataque.

"¡Katchu Tenshi Amaguguriken!"

Cientos de golpes impactaron sobre el pecho y la cara de Kenshiro que fue enviado a volar tras el ultimo golpe cayendo unos siete metros lejos de Genryu.

"¡Qué bien! ¡Genryu ya gano!" Grito con alegría Coral.

"Aun no mi niña." Le replico Cologne mientras su vista se agudizaba sobre el rival de su yerno.

Kenshiro empezó a pararse, se podía ver en su cara que el ataque de Genryu le había afectado bastante, pero sin embargo él esbozo una sonrisa. "Debo decir que me sorprendes, eres ciertamente talentoso, honestamente nunca pensé que detendrías mi ataque con tu pie."

"No me dejaste muchas opciones." Le contesto el artista marcial. "Tu velocidad es increíble, me costo mucho controlar tu ataque."

"Pero no saliste ileso." Recalco él mientras apuntaba a su pie con su espada.

Coral vio con horror un charco de sangre formándose en el pie derecho de su amado, su primer impulso fue el de ir a ayudarlo, pero se detuvo casi de inmediato, a diferencia de su agresor, ella había visto el entrenamiento al que Genryu había sido sometido y las heridas que había sufrido durante el curso de este, la herida puede haber sido profunda, pero no era nada en comparación con las otras cientos que ya había sufrido.

Genryu, por su parte, utilizando dos dedos de su mano se golpeo su pie y de inmediato dejo de sangrar, luego volvió de nuevo a su posición de pelea.

Kenshiro apretó fuertemente sus dientes, su oponente había asestado más golpes aunque él ciertamente recibió la peor herida, pero ciertamente eso no le preocupaba, se recuperaba bastante rápido. El también se puso de nuevo en posición de combate.

Una vez más se lanzaron de nuevo a la lucha.

Coral apenas podía seguir la batalla con sus ojos, cada uno de ellos se movía a una velocidad que ella jamás había visto y aunque confiaba en su amado, Coral temía por su seguridad. "Bisabuela, tenemos que ayudar a Genryu, ese tipo es un asesino, esta no es como las batallas de entrenamiento."

"Si lo haces, él ciertamente te odiara por eso." Le regaño su abuela. "Abre tus ojos niña, y observa sus auras de pelea."

Coral la miro un poco confundida y luego recordó lo que le había enseñado su padre, concentrándose y enfocando su vista ella vio de nuevo a los combatientes y en verdad se sorprendió de lo que ahora veía. "Parecen... dos dragones ¡Sus auras lucen como dragones!"

"SON dos dragones." Le afirmo la anciana Amazona. "Por primera vez en la historia el estilo Hiten Mitsurugi y Musabutsu Kakuto están peleando el uno contra el otro, nunca imagine que tendría la suerte de poder ver semejante lucha de titanes."

"Bisabuela, ¿Acaso conoces a ese tipo pelirrojo?" pregunto Coral.

"No, pero reconozco el estilo." Aclaro ella. "Lo vi en mi juventud en uno de mis viajes a Japón, ahh, si solo no hubiera estado casada en ese momento".

"Deja de soñar abuela, esto es serio, por favor dime, ¿Acaso Genryu puede perder?" Pregunto una preocupada Coral.

"No lo se mi niña," Contesto su bisabuela. "En esta pelea todo puede pasar."

"¡Hiten Mitsurugi, Ryu Tsui Sen!"

Kenshiro dio un poderoso salto hacia arriba para luego baja rápidamente para dar un corte vertical, Genryu sonrió ya que le daba la perfecta ocasión para usar una de sus más poderosas técnicas.

"¡Moko Takabashi!"

Kenshiro fue tomado por sorpresa por este ataque que lo golpeo de pleno, pero debido a que su espada estaba delante suyo, él había logrado disminuir un poco la energía del ataque con su arma, pero no pudo evitar ser llevado para atrás por la fuerza del impacto y caer con estrépito en el suelo, todo su cuerpo le ardía mientras se ponía nuevamente de pie. "Un ataque usando tu ki, leí sobre ello una vez pero es la primera vez que lo veo, en verdad me dejas asombrado."

"El que me deja asombrado eres tu, al ser capaz de soportar mi ataque." Comento Genryu. "Sabes, antes pensé que eras un monstruo pero ahora puedo sentir en tu algo mas, puedo sentir la pena que sientes en tus acciones, mas allá de esa furia y ese odio que muestras aun late el corazón honorable de un guerrero."

"¡Cállate!" Replico con furia el espadachín mientras se lanzaba de nuevo a atacar con su espada.

Genryu esta vez pudo esquivar con más facilidad sus ataques. "No se lo que te volvió así pero te detendré."

"¡He dicho que te calles!" Grito Kenshiro nunca dejando de atacar. "Tu no entiendes nada, no viste morir a tu familia ante tus ojos sin nada que pudieras hacer para evitarlo."

"Te equivocas, te entiendo perfectamente." Replico Genryu con algo de melancolía en su voz. "No eres el único que ha sufrido en este mundo, pero te equivocas en tu manera de buscar venganza."

"¡¿Me equivoco?!" La mirada de Kenshiro se puso más aguda. "Ellos tienen que pagar por lo que han hecho ¿O acaso quieres que olvide la pena de aquellos que fueron cruelmente asesinados? ¿Cómo pueden aquellos que los mataron sonreír en este falso mundo?"

"Se que lo que tratas de hacer te parece justo y yo mismo lo he pensado muchas veces, es un camino que tarde o temprano estoy obligado a recorrer." Le replico Genryu en una voz bastante seria. "Pero también se en lo mas profundo de mi interior que mis manos pueden estar bañadas en sangre y aun así eso no traerá de vuelta a mi madre o a mi padre, y se también que alguien vera esa sangre y llorara porque una persona que quiere ha muerto."

Kenshiro obviamente se sentía muy molesto por las palabras de Genryu, la herida en su mejilla comenzaba a abrirse y un fino hilo de sangre bajo por su cara, pero ni siquiera lo noto, él solo agarro con fuerza su espada aunque esta vez uso una nueva posición de ataque.

"¡Shoha To Sei!"

Usando su mano para dar mas poder mas poder al movimiento de su espada, el se lanzo a Genryu, su oponente pudo esquivarla pero la onda de choque que provoco fue lo suficiente para impactar directamente en su cuerpo aunque Genryu cruzo sus manos delante de si para aminorar un poco el daño.

"¡Esa no es una técnica del estilo Hiten Mitsurugi!" Exclamo Cologne tras presenciar el ataque de Kenshiro, ella conocía lo suficiente de los estilos japoneses con la espada para reconocer la diferencia entre ellos.

"Esa anciana tiene razón." Replico Kenshiro sin dejar de ver al golpeado Genryu. "Yo no solo me entrene en el arte de Hiten Mitsurugi, también estudie las otras artes de la espada, adquirí sus mejores técnicas y perfeccionar aun mas mi estilo."

En ves de mostrar temor, Genryu se mostró más ansioso por seguir peleando. "No importa cuantas técnicas espaciales tengas, aun si pudieras ser capaz de partir en dos una montaña no hay manera de que me vayas a ganar ¡Genryu Saotome jamás pierde!"

Kenshiro le mostró una breve sonrisa por su comentario para luego poner su espada en otra nueva posición. "¡Gatotsu!"

Con un rápido movimiento, Kenshiro se lanzo para adelante en un movimiento de estocada directamente a su pecho, cuidando su guardia por si trataba de evadir y contraatacar usando su técnica de multiplicación. Como había anticipado su espada nuevamente encontró aire cuando impacto el cuerpo de Genryu, sin perder su compostura el se detuvo, cambio el agarre de su espada e hizo varios ataques detrás suyo y a sus lados esperando encontrar mas clones decidido a acabar con todos esta vez, pero para su sorpresa no encontró ningún otro. Esa sorpresa que sintió se convirtió en dolor tras recibir un poderoso y rápido golpe en el pecho.

"¡Dokuja Tanketsu Sho!"

El ataque sorpresivo logro impactar a Kenshiro con gran efectividad, todo su cuerpo le pareció que se iba a desquebrajar al sentir la onda de choque expandirse desde su pecho hasta la punta de sus dedos, por un momento casi soltó su espada por el dolor que sentía. él estuvo tendido en el piso por un momento, pero reuniendo todas las fuerzas que le quedaba empezó a ponerse de pie, usando su espada como apoyo, sus piernas todavía le temblaban, podía sentir sangre en su boca

"¿C-como hiciste eso?" Pregunto él al recuperar sus fuerzas para hablar mientras lograba levantar su espada de nuevo.

"Ese fue uno de los golpes del Yama Sen Ken" Le respondió Genryu. "También use las técnicas de mi Umi Sen Ken para desaparecer mi presencia lo suficiente para lograr golpearte, ambos son arte de las técnicas secretas Saotome diseñadas para acabar con cualquier tipo de oponente, no importa que estilo utilices, tu espada no podrá vencerme."

"Pongamos a prueba esa teoría ¿Quieres?" Inquirió Kenshiro que con un movimiento sorpresivamente rápido se lanzo sobre un asombrado Genryu que no podía creer que él aun tuviera las fuerzas para moverse así.

"¡¡¡Kuzu Ryu Zen!!!"

Cologne se horrorizo al escuchar el nombre de la técnica, sus peores temores se hicieron realidad al ver como Genryu recibía la técnica de los nueve dragones que golpearon en su hombro derecho, hombro izquierdo, brazo derecho, brazo izquierdo, pierna derecha, pierna izquierda, entre las piernas, la cabeza y el pecho. Los nueve puntos vitales de cualquier guerrero. Genryu cayo de inmediato al suelo mientras un charco de sangre se formaba alrededor de su cuerpo.

"¡¡¡Genryu!!!" Grito Coral, quien ya estaba a punto de correr a su lado cuando la mano de su bisabuela la detuvo.

"¡Detente, mi niña!" Le dijo la anciana con firmeza. "¡Esta lucha aun no ha terminado!"

"¡¿De que esta hablando Bisabuela?!" Sollozo Coral. "¡Tenemos que ayudar a Genryu, el esta a punto de...!"

"¡No interfieras Coral!"

Coral se quedo callada al escuchar el grito de su amado y ver como empezaba a ponerse de pie nuevamente, sus heridas le sangraban bastante, Genryu talvez haya sido incapaz de evitar ser cortado pero pudo evitar que los golpes hayan sido fatales para su cuerpo, aunque sus heridas eran profundas, él de alguna manera se puso de nuevo en posición de pelea. "¡Ya dije que él no me va a ganar!"

Kenshiro estaba irritado por la obstinación de ese sujeto. "¡¿Porque no te mueres?! ¡Kuzu Ryu...!"

"¡Yama Sen Ken, Kijin Raishu Dan!"

Tomado por sorpresa, Kenshiro fue incapaz de cubrirse de las cuchillas de vació que le lanzo Genryu, las cuales le producieron grandes heridas en su ya lastimado cuerpo, y tanto él como Genryu cayeron de rodillas bastante debilitados por su heridas y los movimientos que habían utilizados, pero se podía ver en sus ojos que ninguno se iba a dar por vencido.

Ambos guerreros lucharon de nuevo para pararse, Genryu estaba bastante débil por la perdida de sangre, su pie nuevamente empezaba a sangrar por el esfuerzo que hizo para lanzar sus ataques a tal velocidad. Kenshiro estaba en las mismas condiciones por los terribles golpes que había recibido, el solo respirar le dolía terriblemente, y usaba su espada nuevamente como apoyo. Cualquier otro hombre ya habría caído pero la voluntad de ambos era de acero, ellos no se rendirían.

Ambos guerreros se miraron, en un momento que pareció durar por horas. Kenshiro enfundo de nuevo su espada y se puso en posición para aparentemente efectuar un nuevo ataque con una técnica Batto. Genryu también se puso en posición llevando su puño derecho hacia atrás mientras este empezaba a brillar de un profundo color azul.

"Ha llegado el momento mi niña," Dijo Cologne. "Todo se decidirá con este ultimo ataque de ambos."

Coral no le respondió, ella solo quería gritar e interponerse entre los dos para evitar que se mataran, pero no podía moverse ni tampoco hablar, ella podía ver las auras de ambos guerreros que chocaban fuertemente entre si, dos dragones en una encarnizada lucha tratando de morderse entre si, estaban heridos, pero el poder de ambos parecía estar incrementándose cada vez mas y mas, algo que nunca antes había visto.

Los segundos parecían eternos mientras Genryu y Kenshiro se preparaban, ya nada los detendría ahora, ellos no trataban de analizar que tipo de técnica tenía el otro, todo seria decidido en un segundo, solo esperaban una señal.

Una hoja de cerezo empezó a caer lentamente al suelo, seguida en su camino por los ojos de ambos jóvenes, ellos vieron como se movía por el aire lentamente hasta abajo, el viento meneándola suavemente en todo su viaje, hasta que finalmente toco el suelo.

La señal.

"¡¡¡NEO Hiryu Shoten Ha!!!"

"¡¡¡Ama kakeru Ryu no Hirameki!!!"

Cologne y Coral se tuvieron que tapar sus ojos y oídos por la poderosa explosión que ocurrió cuando ambos ataques chocaron entre si y un gran nube de polvo se levanto en el lugar, las ondas de choque casi hacen caer a ambas. Cuando por fin pudieron levantar sus miradas el polvo aun no se había disipado.

"Bisabuela ¿Qué paso? ¿Quién gano?" Pregunto Coral con gran preocupación.

"Es increíble." Dijo la anciana. "Ese muchacho uso el Amakakeru Ryu no Hirameki, la técnica suprema el Hiten Mitsurugi, la verdadera velocidad de Dios, siendo mas rápido que el mas rápido de los ataques, aunque Genryu logro evitar el primer corte, la espada creo un vórtice de vació para atraparlo y dejarlo completamente abierto para el segundo ataque que fue mucho mas poderoso que el primero."

"Eso quiere decir..."

Coral se llevo la mano a la boca mientras se volvía a ver la nube de polvo, sus ojos con lágrimas al imaginar lo peor. Sin embargo sus ojos comenzaron a brillar cundo vio aparecer a Genryu todavía de pie, su oponente se encontraba en el suelo con sus ojos blancos y sus ropas destrozadas, ella podía ver que aun respiraba pero con irregularidad.

Cologne tampoco pudo evitar derramar unas lágrimas de emoción. "Mi querido aprendiz nunca deja de sorprenderme, usando su ataque de aire comprimido él ataco directamente por el vórtice, y desafiando los vientos huracanados del Dragón, él se logro poner en la posición perfecta para liberar la fuerza de su técnica, su Hiryu Shouten Ha modificado es el mismo que uso su padre para vencer al dios Fenix Zafron, aunque si no hubiera disminuido su poder al pasar por el vórtice su oponente habría sido hecho pedazos, pero aun así me sorprende que ese chico este con vida tras recibir semejante ataque."

"Por favor sensei," Exclamo un jadeante Genryu. "Cure las heridas de él primero, él corre mas peligro que yo."

Acto seguido Genryu también cayo inconsciente tras haber agotado todas sus fuerzas en la batalla y por la tremenda perdida de sangre, lo último que pudo ver fue como ambas guerreras amazonas se apresuraron hacia ellos.

* * *

Kenshiro empezó a ver su vida pasar a través de sus ojos, eso no le sorprendía, había averiguado que eso pasa cuando uno esta a punto de morir, y el iba a morir, nunca podría cumplir su juramento, todo lo que hizo fue por nada, ahora lo único que le quedaba era ver esos días de nuevo, aunque no podía decir si era algo bueno o no mientras miraba esas memorias, pero era algo que no podía evitar.

Kenshiro era un niño otra vez.

Era feliz otra vez.

él y su hermana mayor estaban peleando otra vez en el dojo de su familia, el pequeño Kenshiro estaba dando todo su esfuerzo en tratar de golpear a su hermana con su bokken pero solo conseguía darle al aire mientras su hermana sin hacer mucho esfuerzo lograba esquivar todos sus golpe, hasta que al final ella aprovecho una gran apertura en su defensa y golpeo a su hermano en el hombro aunque sin mucha fuerza.

"No es justo Onee-chan." Se quejo el pequeño Kenshiro. "Yo aun no te puedo ganar ni una sola vez."

"Deja de quejarte hermanito." Le contesto su hermana. "Aun tienes mucho que aprender antes de que puedas ser un digno rival para mi."

"Te prometo que algún día tú serás quien no podrá poner un dedo sobre mi." Le grito él.

"Ja, como si eso algún día llegara a pasar." Se burlo su hermana.

"¡Kenshiro, Kaoru!" La voz de su padre podía ser escuchada. "Vengan aquí. Tengo que hablar con ustedes."

La pequeña sonrisa de los labios de Kenshiro se esfumo al recordar lo que paso este día en especial.

Kenshiro y Kaoru fueron a hablar con su padre y recibieron la noticia que cambiaria la vida de ellos y de su familia por siempre. La Neo-Reina había prohibido las Artes Marciales, era algo que nunca se habría esperado, el ciertamente estaba molesto, no porque no podría usar su espada si no porque ya no tendría la oportunidad de vencer a su hermana, su hermana también estaba un poco molesta, pero ciertamente era mas comprensible.

"Nuestro Dojo enseña el arte de proteger con la espada con el estilo Kashin, siempre lo ha sido y siempre lo será, es una de nuestras mas grades tradiciones familiares." Les dijo su padre. "Continuaremos enseñando, por que es nuestro deber proteger el legado de nuestra familia como a nuestros congéneres, y espero con seguridad que la Neo-Reina comprenda nuestra posición."

Y así fue, mi padre ignoro la ley y siguió enseñando el Arte, había menos estudiantes, pero el siguió haciéndolo de todos modos, al principio el recibió una advertencia por correo, después un Pacificador vino a visitarnos, fue bastante amable pero su orden era clara, mi padre ya no podía enseñar a nadie, con gran pena, mi padre tuvo que cerrar el Dojo al publico, sin embargo no vio ningún motivo por el cual no podía seguir enseñándonos a nosotros en privado.

Tres noches por semana en forma clandestina mi padre mi hermana y otros cuatro estudiantes practicaban el arte. Ellos no estaban planeando una revolución, mi padre solo quería seguir enseñando a la gente a protegerse a si mismos y a proteger a la persona que amas.

El quería también seguir estudiando técnicas mas avanzadas con su padre, pero él se lo prohibió, diciendo que aun era muy joven para esa clase de técnicas, aunque sospechaba que el solo trataba de no involucrarlo más de lo que ya estaba, pero había prometido enseñarle en un par de años más.

Eso le molesto bastante, Kenshiro quería seguir practicando, quería seguir mejorando para lograr sobrepasar a su hermana. Al ver que no haría que su padre cambiara de idea, él empezó a educarse a si mismo, viendo las practicas desde una ventana y entrando a hurtadillas al salón privado de su padre y leyendo sus manuales y notas sobre el manejo de su espada, el había encontrado grandes cosas en especial un manual escrito por Yahiko Yashin, uno de los mejores estudiantes que tuvo el dojo, donde se describía las técnicas secretas del estilo Kashin y también escribía otro estilo completamente desconocido para él. El 'Hiten Mitsurugui'.

Eso lo dejo desconcertado ya que según lo que sabia, su familia solo practica el estilo Kashin, no fue hasta unos días después que él lo descubrió todo. Su madre lo había mandado a limpiar el ático de la casa, y fue ahí donde el encontró un baúl muy antiguo, el tiempo pasado había debilitado su cerradura y fue muy fácil para él abrirlo, movido por su curiosidad él empezó a ver las cosas que contenía, el encontró un pequeño espejo de mano de diseño bastante antiguo, luego para su sorpresa, unos dibujos y textos que contaban la historia oculta de su familia y relatos acerca de un antepasado suyo llamado Kenshin Himura, también conocido como Hitokiri Battosai, el hombre con una cicatriz en forma de cruz en su mejilla izquierda, él empezó a leer de sus batallas en los días del Bakumutsu, y en los principios de la era Meiji, algunas estaban escritas por Yahiko Kashin, otras por su esposa Kaoru Kashin, y otras, las que mas le impactaron, estaban escritas por su hijo Kenji que había puesto en un manual todas las técnicas del estilo que su padre y el usaban.

Fue en ese momento que su padre lo encontró.

él aun podía recordar el discurso que le dio ese día, era la primera vez que el veía a su padre tan molesto con él, después de eso y viendo que no había forma de hacerle olvidar lo que había visto, su padre decidió contarle sobre su antepasado, él lo llevo al templo familiar y lo vio tomar y desenvainar la espada que se encontraba ahí descansando sobre el altar, era la primera vez que Kenshiro la veía y se sorprendió bastante al ver que era una espada con el filo invertido. Su padre le contó todo sobre Kenshin Himura las cosas que hizo y porque las hizo, su técnica con la espada era inigualable pero a la vez demasiado letal, aunque logro salvar a Japón con ella, su antepasado e hijo de Kenshin, Kenji decidió sellar su técnica pero dejo los manuales por si algún día el mundo necesitara del Hiten Mitsurugui.

Después de eso, su padre saco el baúl del ático y lo llevo al jardín de la casa donde lo enterró, luego hizo que Kenshiro le prometiera que nunca le revelaría a nadie sobre el baúl o lo que acababa de contarle. Kenshiro asintió rápidamente, y de alguna manera se sintió bastante importante al ver que su padre le confiaba tan preciado secreto familiar a él y solo a él.

Nunca ni por un momento se el ocurrió a él que algún día volvería a abrir ese baúl, ni que ese llegaría mas pronto de lo que pensaba.

El trato de cerrar sus ojos, pero le era imposible, su mente o tal vez su alma lo estaba forzando a ver de nuevo este día, el día en que Kenshiro murió.

Vinieron en una noche oscura, una noche sin luna, como si no hubiera querido estar presente y ver lo que estaba por pasar. Como siempre, él se había escondido en un armario para ver el entrenamiento de su padre y sus alumnos, su madre también se encontraba en el dojo para dejar toallas limpias para todos, aunque el secretamente esperaba que ella se uniera a la practica, después de a su padre a Kenshiro le encantaba ver a su madre manejar la espada, cuando lo hacía parecía que fuera una delicada bailarina pero con un gran fuego en su interior.

De repente vio como algo llamaba la atención de su padre, y antes de que cualquiera pudiera hacer nada, las puertas del dojo se abrieron de par en par. Con gran rapidez vio que comenzaron Pacificadores, la nueva clase de policía que había sido implementada por el gobierno de la Neo-Reina. Ellos se dividieron en filas paralelas al lado de la puerta principal y entre ellos puedo ver como entraba al Dojo alguien nuevo, completamente diferente a los pacificadores.

Una persona que hasta ahora él solo había en la televisión.

Una Sailor.

Kenshiro no podía creer lo que estaba pasando, desde su posición no podía escuchar mucho de lo que decían pero sabía que era malo. El abrió un poco más la puerta del armario para poder escuchar y ver mejor. Lo primero que noto fue a su padre parado en frente de la Sailor, esta era la primera vez que el veía una tan de cerca, debería estar maravillado, pero en su lugar estaba mas aterrado que nunca, los tonos oscuros de su uniforme y mirada cortante llenar luego él empezó a escuchar la conversación que cambiaria el resto de su vida para siempre.

"Todos ustedes fueron notificados varias veces en el pasado." Dijo la Sailor que estaba con los pacificadores.

Kenshiro veía que la expresión de su padre era muy seria. "Y hemos hecho caso de cada una de ellas"

"¿En serio?" Contesto ella con cierto sarcasmo.

"Todas las personas aquí son amigos de mi hija que están aquí por su propia voluntad." Replico su Padre. "Ellos no han pagado nada por estas lecciones."

"Creo que usted ha malentendido la nueva ley." La voz de la Sailor se volvo mas fría. "Ya que no solo se trata del cierre de las escuelas de artes marciales, sino de su total erradicación, ni siquiera a usted se le permite practicar de nuevo las artes marciales o enseñarla a sus hijos."

"¿Pero eso es una estupidez?" Replico su hermana con bastante enojo en su voz. "El arte de la espada es una tradición de la espada pasado desde el inicio de nuestra familia, y además ¿Como quiere la Neo-Reina que nos defendamos si no estamos entrenados para ello?

"¿Defenderse de que?" Contesto la Sailor. "La paz ha sido traída a la Tierra. No creo que hemos de vivir en un mundo si violencia uno tiene que dejar de usarla también."

"¿Pero que tal si surge una amenaza contra la tierra?" Le pregunto uno de los estudiantes. "Acaso nosotros no podemos..."

"Ustedes no harán nada." Le interrumpió la Sailor. "Los pacificadores y nosotras somos mas que suficiente para defender la Tierra de cualquier amenaza, sin importar de donde venga."

"Pero tenemos el derecho a defendernos nosotros mismos." Contesto su padre.

"Esa clase de derechos ha llevado a muchas guerras sin sentido en el pasado." Replico la Sailor. "La Neo-Reina no esta dispuesta a que vuelva a pasar de nuevo. Me temo que todos los que se encuentran en esta casa se encuentran desde ahora bajo arresto."

"¡Esto es una injusticia!" Clamo su hermana.

"Según su punto de vista." Le respondió ella. "Desde el nuestro no hay nada mas justo."

Eso era suficiente, Kenshiro ya no podía seguir mirando.

"¡¡¡¡NO!!!"

El pequeño niño salió de su escondite para tratar de impedir que se llevaran a su familia. Fue una acción refleja que tuvo consecuencias que un niño de diez años jamás pudo hacer anticipado.

Los pacificadores que estaban con la Sailor acababan de salir de la academia, eran los primeros de su clase, pero esta era su primera misión, el nerviosismo era inevitable. Todo ocurrió casi como un parpadeo, uno de los pacificadores estaba mas nervioso que los demás, él había leído historias de cómo esta clase de situaciones siempre terminaban en violencia, era obvio para él que esta gente no se rendiría sin pelear, la Sailor podría salir herida, sus amigos podían salir heridos, él no podía permitir eso, fue por eso que cuando vio una sombra, él no dudo en apuntar su lanzas de poder y disparar.

Esa luz aun lo atormentaba en sus sueños.

Kenshiro vio todo en cámara lenta, el pacificador apuntándole con su lanza, la brillante luz que se formo en frente de él y después de la nada esa gigantesca sombra que cubrió su vista. No fue hasta momentos después cuando alzo la vista que se dio cuenta de que se trataba o mejor dicho, de quien.

Su padre se encontraba ahora en frente de él, con una sonrisa en sus labios pero con una mirada melancólica en sus labios.

"¿Padre?" Un asustado Kenshiro pregunto, aun no estaba seguro de lo que había pasado exactamente. él extendió su mano hacía su padre, pero antes de que lo pudiera tocar, él cayo de rodillas mientras un delgado hilo de sangre empezó a correr por su boca, con una de sus manos tomo el hombro de Kenshiro y parecía que estaba a punto de decir algo pero solo pudo seguir sonriendo como si estuviera feliz de que el estuviera ileso.

Kenshiro soltó el Bokken que llevaba mientras trataba de sostener a su padre, sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas al darse cuenta de lo que estaba pasando. El entro en un estado de shock, el podía escuchar y ver todo lo que estaba pasando, pero no podía reaccionar en ninguna forma.

"¡¡¡Papá!!!"

"¡Sensei!"

"¡Cariño!"

"¡¡¡Alto todo mundo!!!" Grito la Senshi. "¡Desde este momento todos están bajo arresto!"

"!Maldita!¡Como te atreves a hacerle eso a mi padre!" Su hermana no pudo contener su rabia y se lanzo adelante con su bokken en la mano.

"¡No, Kaoru, ten cuidado!" Clamo su madre, pero ya era demasiado tarde. Fue incapaz de contener a su hija y al resto de los estudiantes de lanzarse hacia delante para atacar.

"¡Nosotros vengaremos al Sensei!" Fue el grito de todos los estudiantes.

Un grito que fue apagado por otro.

"¡Space Sword!"

Su madre lo cubrió con su cuerpo pero él fue capaz de ver sobre su hombro la potente luz amarilla que en un segundo acabo con la vida de todos los que osaron enfrentársele. Luego sintió algo en su mejilla derecha, casi como si hubiera sido rozado por una suave rosa.

"¡Hermana!" Grito él, saliendo de su shock pero solo para enfrentar a la dura realidad.

"¡Vamos Kenshiro!" le grito su madre mientras lo alzaba en sus brazos. "¡Tenemos que salir de aquí!"

Acto seguido, ella corrió a todo prisa hacia una de las paredes del dojo y la atravesó por completo protegiéndolo a él con su cuerpo."

"¡Deténganlos¡" Kenshiro pudo escucha de nuevo la voz de la senshi que parecía provenir de todas partes. "¡No dejen que escapen!"

Su madre lo llevo a él dentro de su casa, lo puso en el suelo y cerró su puerta, sin tiempo que perder, lo tomo de la mano y lo llevo hasta la sala donde ella tomo una de las espadas que estaban decorando la pared y luego ella rápidamente movió la mesa y levanto la alfombra para revelar a Kenshiro una puerta oculta en el piso.

Kenshiro no tuvo tiempo de sorprenderse por lo que su madre le estaba revelando.

"Ven Kenshiro," le dijo su madre mientras abría la puerta y lo ayudaba a bajar por las escaleras. "Este túnel te llevara hasta un lugar seguro."

Kenshiro se dio cuenta que su madre no lo estaba acompañando. "Mamá ¿Qué ocurre? ¿Por qué no vienes conmigo?"

"No puedo hijo," Le contesto ella mientras le mostraba una débil sonrisa. "Tienes que irte, yo los entretendré."

"!No, mamá!" clamo él sollozante. "¡Fue mi culpa, fue todo mi culpa!"

"¡Nunca repitas eso de nuevo!" Le contesto ella en un tono que nunca antes le había oído. "¡Nada de este es tu culpa! ¡¿Entiendes?!"

El asustado niño asintió mientras trataba de secarse las lágrimas con su mano.

"Escúchame Kenshiro, tu tienes que vivir," Le dijo su madre mientras se escuchaba como los Pacificadores estaban tratando de abrir la puerta de su casa por la fuerza. "¡Pase lo que pase, tienes que sobrevivir! ¡Promételo Kenshiro, prométeme que vivirás!"

"¡Te lo prometo Mamá!"

Su madre le mostró una última sonrisa mientras le cerraba la puerta. "Te quiero mucho hijo."

Fue en ese momento que Kenshiro se dio cuenta de lo que en realidad le pasaba a su madre, no solo por el extraño tono de las palabras de ella, sino también por las consecutivas gotas de sangre que caían de su espalda hacia el piso, el trato de llamarla pero ella ya le había cerrado la puerta, él iba a empezar a llamarla a gritos, pero otros gritos aun mas fuertes que los de él silenciaron su voz.

Le era imposible saber lo que sucedía arriba, él solamente podía ver el destellar de luces a través de las rendijas de los tablones del piso, luego mas gritos, un destelar aun mas fuerte que el de antes, un fuerte golpe en el piso y después un silencia ensordecedor.

Por un momento el sintió la necesidad de subir, de asegurarse que su mamá estaba bien, su madre era una gran luchadora de Kendo de seguro había ganado ¿No es así? Para el joven Kenshiro sus padres eran imponentes e invencibles. No había forme de que los hubieran derrotado tan fácilmente ¿No es así? Sus padres eran fuertes, su hermana era fuerte, todos los estudiantes eran fuertes.

Solo él era débil.

No hay manera de que el siguiera con vida y los demás hayan muerto.

Todos estaban bien, tenían que estarlo.

La multitud de voces que había estado escuchando de pronto callaron, por un momento los ojos de Kenshiro se iluminaron se iluminaron pensando que tal vez su mamá había ganado, fue en el instante que él escucho esa voz que aplasto todas sus esperanzas.

"¡Encuentran a ese niño, rápido!" Dijo la voz. "¡Debes estar por aquí en alguna parte!"

Kenshiro estuvo a punto de decir algo, pero recordó la promesa que le hizo a su madre, y con lágrimas en los ojos, se interno mas y mas en el oscuro túnel incierto de cual seria su destino en una y otra forma.

La mañana llego, el túnel había llevado a Kenshiro debajo de un puente en un canal a cuatro cuadras de su casa, el se había quedado ahí escondido, inseguro de que iba a hacer, el pudo escuchar unas sirenas a lo lejos pero no les presto ninguna atención, en lo único que podía pensar ahora era su familia y como los había perdido. La tarde llego, y finalmente Kenshiro reunió el suficiente valor para regresar a su casa. El se desplazo sigilosamente por los callejones evitando ser visto.

Cuando por fin llego a una distancia desde él podía ver su casa, el no pudo creer lo que veían sus ojos. Donde alguna vez había estado su casa y el Dojo de su familia ahora solo quedaban un montón de cenizas.

Kenshiro estaba tan atónito por lo que estaba viendo que apenas pudo escuchar los pasos de unas personas que bajaban por la calle. él se escondió de inmediato y empezó a escuchar en secreto a esas personas a quienes reconoció como unos vecinos de su familia.

"¿Ya saben que fue lo que paso?"

"Dicen que fue una falla eléctrica, como era una casa de diseño antiguo el fuego se expandió con rapidez, primero el dojo y luego su casa."

"Pero en verdad es una tragedia, toda una familia y sus estudiantes, muertos de esa manera, no puedo imaginar el dolor de sus familias."

"Ni yo, a pesar de que vivimos en esta nueva época de paz, cosas tan lamentables como esta aun pueden pasar."

"Pero esto hubiera sido evitado si tan solo el señor Himura hubiera hecho caso a la ley."

"Es verdad, sus hijos y los hijos de muchas personas mas podrían aun seguir con vida."

Kenshiro no podía creer lo que estaba escuchando ¿Un accidente? ¿Su padre de algún modo responsable? El tenía tanta rabia en ese momento que casi estuvo de salir de su escondite y encarar a esas personas, pero sabía que no podía hacerlo, tenía una promesa que cumplir.

La noche llego.

Una tormenta se desato.

Los pacificadores que estaban apostados vigilando los restos de su hogar se habían ido, y la lluvia caía pesadamente sobre las cenizas que quedaban. Kenshiro estaba en medio de todo ello, la lluvia se mezclaba con las lagrimas de sus ojos mientras el caminaba por lo que había sido una vez todo su mundo.

El escarbo entre los escombros, tratando de recuperar algo de lo que había perdido, pero lo único que encontró fue un viejo álbum de fotos familiar, y la punta partida de una Katana, no necesito verla mucho para darse cuenta de que era de la espada de su madre.

Mirando el álbum de fotos él trataba de recordar los momentos felices que había pasado ahí, la primera vez que sostuvo una espada, la primera clase con su padre, la primera vez que vio a su madre manejar la espada, su cumpleaños, las risas que compartía con su familia.

Pero no podía.

Lo único que podía escuchar eran los gritos.

Las voces se hacían cada vez más fuertes. Ni siquiera los truenos podían enmudecerlas. Gritando una y otra vez una sola palabra.

Véngame.

¡Véngame!

¡¡¡VENGAME!!!

Las voces hablaban.

Y el escuchaba.

Con una mirada decidida, el fue al lugar donde hace solo unos días que el y su padre habían jurado mantener en secreto, lo encontró fácilmente aunque sabia que aun si hubieran pasado años, él igualmente los hubiera encontrado.

Con sus manos desnudas el empezó a cavar en la tierra lodosa. Al principio con dificultad, pero después se le hizo mas fácil, Kenshiro ahora tenia una meta, ser el mas fuerte, y para eso necesitaría la ayuda del que alguna vez lo fue. Después de una hora de cavar, el niño finalmente encontró la caja que su padre y él habían enterrado, a duras penas el logro sacarla del agujero que había hecho.

El llevo el baúl debajo de un árbol del que alguna vez fue su jardín, la lluvia ya había calmado un poco aunque de vez en cuando un relámpago centelleaba por los cielos iluminando la noche.

Kenshiro abrió la caja nuevamente con el pedazo de espada que tenía para cerciorarse que todo estaba en su interior, un relámpago ilumino los cielos y le permitió a él una buena vista del contenido del baúl, todo estaba exactamente como él y su padre lo habían dejado, incluido el antiguo espejo de mano. La vista de Kenshiro se poso sobre esa extraña reliquia que parecía desentonar con el resto de las cosas de ahí adentro.

Mientras más y más relámpagos iluminaban la noche anunciando que la tormenta continuaría. Kenshiro pudo ver como había quedado su rostro después de los sucesos de anoche, cruzando diagonalmente su mejilla derecha se encontraba una profunda cortada, que sin duda era debido al ataque de aquella Sailor. Pensar en ella había llenado de furia los ojos de Kenshiro.

Ya había tomado su decisión.

Esta noche él moriría también.

Tomando de nuevo la punta de espada, el la acerco a su rostro. Apretando su dientes, el empezó a cortar la piel de su cara, el dolor era intenso, pero no le importaba, el siguió bajando la cuchilla por su cara haciendo una herida de un tamaño casi igual a la otra que tenía, cuando termino su rostro lucia una sangrienta herida en forma de equis, él se miro al espejo y sonrió.

Kenshiro Himura moría esta noche.

Kenshiro, el nuevo Hitokiri Battosai nacía.

"¡Padre! ¡Madre! ¡Hermana!" Grito Kenshiro a los cielos y su voz desafiaba los truenos. "¡A todos aquellos que murieron injustamente en este lugar! ¡Yo les juro que no descansare hasta que acabe con la vida de cada uno de sus asesinos! ¡Jamás me rendiré! ¡Nunca! ¡No importa cuanto me tome, les juro a todos ustedes que los vengare, LO JURO!"

El Kenshiro adulto observaba esta escena, y bajo la cabeza en vergüenza. él les había fallado, el había sido derrotado. Había estado todos estos años incansablemente entrenando, pero fueron un desperdicio, el había sido vencido en el día que había empezado su cruzada contra la Neo-Reina por alguien que no tenía nada ver con todo esto.

El levanto su cabeza y vio que su joven yo, su antiguo vecindario, todo había desaparecido, él ahora se encontraba en un pasillo oscuro, Kenshiro no estaba seguro que camino seguir. Entonces el sintió una luz sobre su cara, el dirigió su mirada hacia esa calida luz, una luz que lo llamaba, que le ofrecía paz, a Kenshiro le pareció escuchar la voz de su familia, llamándolo, el ya estaba a punto de ir hacía ella pero algo lo detuvo.

Dándose vuelta, Kenshiro vio que no estaba solo, mas allá entra las sombras, el podía divisar una figura, no sabía de quien se trataba, él solo podía distinguir sus ojos debido a que su brillo resaltaba en esa espesa oscuridad, uno de ellos brillaba de un intenso color rojo que emanaba una furia atemorizante que rivalizaba con la suya, el otro brillaba de un color azul que mostraba una frialdad estremecedora, la figura lo estaba llamando.

Le decía que la pelea aun no terminaba.

La luz detrás de él lo llamaba.

El se alejo de ella, y desenvaino de nuevo su espada mientras se dirigía hacía la figura.

El tenía un juramento que cumplir.

Una batalla que pelear.

Una persona que matar.

Continuara...


Notas del Autor

Bueno, aquí esta la primera parte del primer Side-Story, recibí varios correos queriendo que les hablara mas sobre el pasado de mis personajes, y observe que no había muchos lugares en la historia principal para ponerlo, no me gusta usar muchos los 'Flashback' a menos que sea absolutamente necesario, ya que siento que desvían mucho la atención de la trama.

Mi plan original era sacar toda la historia en un solo capitulo, pero al final me decidí por partirla en dos. Espero que les guste, y espero que me manden todas sus dudas y comentarios.

Kal_el27@hotmail.com