SAILOR MOON: INSURRECTION

Autor: Lord Kal-el
Formato HTML de Hukarovi Yanoki

Aclaración: Todos los personajes aquí mostrados pertenecen a distintos autores y autoras del manga y el anime, yo solo los uso por simple diversión.


Capitulo 14:

Asu e no geito mienai heredo
(La puerta hacia el mañana aun no puede verse)

"Un sueño. Estoy mirando un sueño. Un sueño que veo todos los días. Un sueño sin fin. El día que el sueño no termino ¿Cuándo fue? ¿Fue hace mucho tiempo o hace solo minutos? La respuesta debe yacer en el sueño... en el tiempo en que no te diste cuenta que estaba pasando. Tú solamente espera."

Ayu - Kanon


La princesa Usagi se despertó en su habitación a las 7:30 AM como todas las mañanas, sin embargo esta mañana no era una mañana normal, ella lo sabía muy bien. Hace unos pocos días ella había estado esperando esta mañana en especial con gran entusiasmo, pero ya no. Después de todos los peligros que le pasaron en Plutón y las cosas de las que había enterado anoche su mente estaba en otra parte.

En otros días, su amiga Diana entraría a su habitación para ayudarla a cambiarse, se reirían de algo que hubiera ocurrido el día anterior y luego se reuniría con sus padres para desayunar. Un típico día.

Pero hoy no era un típico día.

Terminándose de arreglar, ella se dirigió al salón comedor. Caminando como siempre por lo pasillos del palacio, ella contemplo las estatuas de cristal multicolor que los adornaban, junto con otras hermosas pinturas, el piso estaba increíblemente limpio y brillante, uno casi podía ver su reflejo en él. La princesa llego finalmente a unas grandes puertas blancas, generalmente había dos guardias a cada lado que le abrirían las puertas para ella, pero ahora no estaban. Sin embargo, sin que ella hiciera nada, ambas puertas se abrieron ante ella.

"¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!"

Usagi mostró una sonrisa.

Su cumpleaños había llegado.

Ella pudo ver que todos las Senshi estaban aquí, incluso Sailor Saturn, eso ciertamente le sorprendió más que nada, ella siempre daba una excusa por no poder asistir en todos sus anteriores cumpleaños, ella le lanzo una sonrisa, a pesar de que ella ya no era la niña que conoció en el pasado, ella seguía siendo su querida amiga, las otras Sailor le habían dicho que su figura ahora lucía como la que tenía Mistress 9 pero solo hasta allí llegaba el parecido, lo único que le molestaba era que sus ojos todavía seguían mostrando una soledad que Usagi no podía entender, ahora ella le sonreía pero Usagi todavía podía ver esa soledad, pero no importaba, ella se encargaría mas delante averiguar que provocaba eso y encontraría una forma de ayudar a su querida amiga.

También le sorprendió un poco ver a Sailor Mercury aquí junto con Neptune y Uranus, ciertamente no las esperaba al conocer como había quedado la situación de Neptuno, incluso Sailor Pluto estaba aquí.

Sus padres caminaron hacía ella y su madre fue la primera en abrazarla. "Feliz cumpleaños hija."

"Gracias, mamá"

"Feliz cumpleaños Pequeña Dama." Su padre le dijo mientras tocaba su cabeza suavemente con su mano.

"Papá, ya te dije que no me llames así." Usagi le contesto bastante avergonzada y con sus mejillas coloradas.

"Oh, lo lamento hija." La Neo-Reina le respondió. "Pero a tu anciano padre siempre le cuesta creer que su hija ya se ha convertido en toda una mujer."

Esto hizo que la princesa se ruborizara un poco.

"Hey, no soy tan anciano," Su padre exclamo. "Es cierto que me siento un poco nostálgico al ver lo rápido que creces, pero me siento orgulloso de ti, en verdad."

Usagi asintió a las palabras de su padre, aunque todavía estaba un poco molesta, el sobrenombre de Pequeña Dama estaba bien cuando era niña pero ciertamente ella ya no lo era más.

"Feliz cumpleaños princesa." Las Senshi le dijeron mientras se acercaban a ellos y cada una le daba un abrazo tomando turnos.

"Feliz cumpleaños Pequeña dama." Le dijo Sailor Pluto al oído, una de las pocas personas que aún permitía que la llamara así. "Lamento mucho todo lo que tuvo que pasar en mi castillo."

Usagi movió su cabeza hacia los lados. "Por favor, no te disculpes Puu, no fue tu culpa. Después de todo, tú no tenías idea de lo que iba a pasar."

Sailro Pluto bajo la cabeza todavía un poco avergonzada.

"Vamos Puu, levanta ese animo, es mi cumpleaños después de todo," Exclamo ella tomando una nota mental de hablar con mas calma con Puu y luego miro a Sailor Mercury y a las Outers. "Mercury, Uranus, Neptune no esperaba verlas aquí."

"Pudimos lograr que una nave nos trajera por Las Puertas," Respondió Sailor Uranus. "Auque infortunadamente no podremos quedarnos mucho tiempo ya que tenemos que regresar pronto como se podrán imaginar."

"Lo entiendo." Contesto ella con una pequeña sonrisa de aceptación. "Pero de igual forma me alegra de que estén aquí."

Luego ella se dirigió a su amiga de la infancia. "Me da mucho gusto verte aquí Sailor Saturn."

"El placer es todo mío." Le contesto la Senshi de la destrucción. "Aunque creo que como las demás no podré quedarme mucho tiempo."

"Es una pena." Dijo la Princesa. "Me gustaría platicar contigo, hay algunas cosas que me gustaría contarte."

"Cough, cough."

"¿Huh?" La princesa se dio la vuelta y vio a las Sailor Asteroids paradas en el centro del salón, detrás de ellas, ella pudo ver que había alguien pero no podía distinguir quien era solo observar su silueta.

"Princesa." Dijo Sailor Celes. "Hay alguien mas aquí que desea felicitarla."

"¿Eh?" La princesa no pudo imaginar quien era, no era Sailor Saturn ya que su silueta era diferente.

Las Sailor Asteroids se apartaron, permitiendo a Usagi ver a la misteriosa persona.

Por un instante el tiempo se detuvo para la princesa Usagi.

De repente era una niña de nuevo y viviendo en el siglo XX, una niña que había encontrado a un extraño ser. Juntos habían tenido muchas aventuras, ella había guardado su secreto y él la había ayudado a ella y a sus amigas en sus horas de más necesidad, hasta que por fin pudieron detener al enemigo que amenazaba a la Tierra, luego ocurrió la inevitable partida y una promesa de verse nuevamente en un futuro.

Ahora la promesa se había cumplido.

"¡¡¡Helios!!!"

Gritando su nombre con alegría ella corrió a los brazos del chico que fue su primer amor. Él la recibió con sus brazos abiertos y ambos se sostuvieron el uno al otro en un largo abrazo que parecía durar una eternidad.

"Feliz cumpleaños Princesa." Le dijo él mientras le mostraba una sonrisa de ensueño.

"Helios." Repitió ella devolviendo la sonrisa. Ellos rompieron su abraso y pudo admirarlo mas de cerca. Él había cambiado desde la última vez que se vieron pero no mucho, su apariencia ahora era mas madura, había crecido bastante casi a la altura de su padre, su cabello blanco estaba largo y parecía que le cubría la mitad de su espalda, pero él usaba casi las mismas ropas de antes y aun conservaba su rasgo mas distinguido en su frente con la joya roja que representaba su cuerno mágico que era la fuente de su gran poder.

"Nunca espere verte aquí hoy." Exclamo ella apenas logrando articular palabra.

"Sabíamos que te sorprendería." Dijo una voz detrás de ella.

Al darse cuenta, ella se sonrojo al ver como su familia la estaba viendo, ella puso ver como Sailor Venus y Júpiter trataban de esconder sus risas. Ciertamente este año la habían sorprendido en una manera que ella nunca creyó posible. Sailor Saturn le sonreía, una sola mirada de su amiga le dijo todo, ya habría tiempo de hablar después, este día lo debía compartir con alguien más.

Desde el otro lado del salón, su amiga Diana sonreía mientras miraba a su mejor amiga reunida con el primer chico que amo, ella ciertamente esperaba que esta reunión la disuadiera de ir en busca de ese chico que la rescato en Plutón, le daba dolores de cabeza el solo pensar en lo que pasaría si no.

* * *

Planeta Neptuno.

La situación de alerta en el planeta aun estaba activa, en el Aeropuerto-Aero espacial cada nave era revisada minuciosamente antes de ser permitido su despegue como también las naves que llegaban, sus identificaciones eran revisadas y autentificadas tres veces antes de su aterrizaje.

Sin embargo, a pesar de todas esas precauciones, una simple nave civil estaba a punto de quebrantarlas todas.

En la Torre de control del Aeropuerto, el operador Takuto Keneshiro estaba a punto de terminar su turno cuando un pequeño punto verde apareció de repente en su radar, esto capto de inmediato su atención, usando su monitor el pudo identificar el objeto como una pequeña nave de diseño antiguo, su ruta de vuelo era extraña y parecía aumentar y disminuir su velocidad a cada momento, por esto él supo de inmediato que algo andaba mal.

"Maki, ¿Capta algo tu radar?" Pregunto él a su compañera de a lado.

"Si te refieres a esa pequeña nave de diseño antiguo que acaba de aparecer y que vuela a ritmo irregular, si, se puede decir que la capto." Contesto ella. "Creo que hay que notificar a las Delmo."

Takuto asintió y estaba a punto de hacer eso cuando una voz de repente se escucho en su auricular.

"Atención Torre de Control, Nave X-323, con un solo tripulante solicita permiso para realizar un aterrizaje de emergencia, cambio."

Ambos operadores se miraron entre ellos y asintieron, las Delmo podían esperar hasta que averiguaban lo que pasaba en realidad. A pesar de los nuevos sistemas de seguridad, ellos estaban familiarizados con las emergencias con ese tipo de naves, de hecho les sorprendía que alguien todavía las usara para atravesar el espacio.

"Copiado Nave X-323, díganos cual es el motivo de su emergencia." Contesto el joven operador de Radar.

"Motores dañados, falla en los controladores de emergencia, y daños en la computadora de la nave."

"Enterado Nave 323, ¿Puede aterrizar en esas condiciones?" Pregunto Takuto, aunque al escuchar los primeros dos problemas ya estaba rezando por el alma del que iba en esa nave.

"No hay problema Torre." Respondió el piloto con una confianza que ni Takuto ni los demás a su lado podían creer. "Solo necesito un largo espacio libre."

"Copiado." Logro decir el operador y después reviso su pantalla. "Puede usar la pista 15, boomers de emergencia serán enviados para asistirlo."

"Enterado." Contesto el piloto y corto la comunicación

"¡Vaya!" Dijo Maki. "Ese es un piloto bastante valiente, yo en su lugar estaría aterrorizada."

"No creo que tenga otra opción." Replico Takuto y luego se volteo para ver a sus otros compañeros. "¿Ya esta todo despejado?"

"Enseguida lo estará." Contesto uno de ellos mientras el resto asentía.

Takuto asintió en respuesta, en los diez meses que él había estado junto con ellos, todos habían sido capaces de formar un gran equipo en el cual cada uno sabia que hacer en caso de problemas sin siquiera decírselos. En momentos todas las naves en ese sector del Aeropuerto habían salido de la pista y le habían dado el campo libre a la averiada nave.

Takuto sin embargo, era alguien cuidadoso y no creía mucho en las coincidencias, y ciertamente no era el momento para algunas. "Maki, junto a los Boomers de emergencias envía a unos de seguridad ¿Quieres?"

"¿No confías en ese piloto?" Pregunto su amiga.

"No lo sé." Respondió él. "Ese tipo de nave casi ya no se usa mas para cruzar el espacio, y que haya aparecido justo en estos momentos me parece algo sospechoso."

"Creo que tienes razón." Exclamo su amiga. "Aunque por ahora estoy rezando para que él logre aterrizar en una sola pieza."

Él asintió y su amiga de inmediato mando la orden. Takuto esperaba que esto no sea nada, y que sus sospechas estuvieran mal infundadas, y como su amiga, también esperaba que los que estuvieran en esa nave pudieran sobrevivir el aterrizaje.

* * *

En la orbita del Planeta Neptuno.

La nave X-323 se encontraba entrando a la atmósfera el planeta con muchos problemas, Ken Nakajima estaba usando todas sus fuerzas para mantener la nave de una sola pieza, él sabia que si podía hacer una reentrada exitosa lo demás sería un poco mas simple, peligroso si y con 95% de posibilidad de estrellarse, pero al menos tenia todavía un 5% de posibilidades de lograrlo.

Él podía sentir el calor mientras entraba al planeta, y era incapaz de limpiar su sudorosa frente ya que Ken sostenía el timón con toda sus fuerzas tratando de controlar la nave desesperadamente, él no tenia copiloto y su computadora no servia, por lo que tenia que revisar solo todos los instrumentos para saber su situación, su mente hacia todos los cálculos a un ritmo que él no creía posible, él había entrenado para cualquier tipo de accidentes con su nave Pacificadora pero esta nave no era suya, y los problemas que tenia sobrepasaba por mucho cualquiera en el que haya sido entrenado antes.

Sin embargo, su padre le había enseñado cosas que la academia nunca había hecho, una de ellas eran que en situaciones desesperadas, no importa la clase de transporte que usaba uno, sea este una motocicleta, un auto, o nave espacial, todo era una cuestión de tiempos, un tiempo para doblar, un tiempo para frenar, un tiempo para levantar la nariz y evitar estrellarse, un tiempo para rezar, este ultimo se hacia extremadamente corto si no hacías bien los anteriores, especialmente el tercero.

Cualquier otra persona ya se habría dado por vencida y hubiera aceptado su fatal destino pero no Ken, él se negaba a flaquear, sin importar como, él volvería con su amada Miyuki, él sobreviviría, el fracaso no era opción. Su mente hizo los últimos cálculos, y reuniendo con todas las fuerzas que le quedan empezó a levantar el timón, la nave empezaba a temblar más fuerte que ates, amenazando con romperse en dos por las terribles fuerzas G, pero no se dio por vencido, ya había pasado el punto de no retorno.

La nave se sacudió bastante mientras lentamente se colocaba en la posición que Ken quería. Él casi no podía creer lo que estaba pasando mientras casi por arte de magia la vista ante el se hacia mas clara y él de repente podía ver con claridad el inmenso océano de Neptuno, con un último esfuerzo, él logro por fin poner la nave en la dirección correcta.

Ken dejo salir un suspiro de alivio, luego noto como la luz de comunicaciones parpadeaba.

"Felicidades nave X-323." Dijo con voz alegre el joven en la torre.

"Gracias amigo." Respondió Ken todavía algo escéptico de lo que acababa de pasar.

"¿Puede llega hasta el aeropuerto?"

"Pan comido." Respondió él, ya que no había manera de que unos motores dañados lo alejen de Miyuki.

"Muy bien. Lo estaremos esperando, los Boomers de emergencias ya están listos."

"Enterado."

Después de cortar comunicación, él dejo salir otro suspiro. Él había sobrevivido lo imposible.

Bueno, 'ellos' habían sobrevivido lo imposible.

Ken se dio la vuelta para ver a su captor, que se hacia llamar a si mismo 'La Bestia Del Caos', este todavía se encontraba en su asiento, el no parecía muy afectado por lo que acababa de pasar, el solo miraba a ningún lado en particular y mas bien pareciera como si estuviera en otro lugar muy distante de donde estaban ahora. Él ya iba a hablarle cuando volteo su cabeza hacia Ken.

"Ves te dije que todo saldría bien." Exclamo él, casi como si todo lo que acababa de pasar fuera rutinario para él.

"Bueno creo que tenia razón." Respondió el pacificador mientras sonreía para si mismo ya que sabia que aquí recibiría la ayuda que necesitaba para acabar con esta amenaza. Ellos finalmente llegaron al Aeropuerto, y con la excepción de unas leves sacudidas, Ken no tuvo problemas en aterrizar la nave y luego dirigirla muy cera de un hangar, estaban algo lejos del edificio principal, pero Ken decidió que eso era mejor para proteger a los civiles del obvio conflicto que iba a suceder pronto.

"Y dime ¿Puedes evitar que esas cosas se acerquen a la nave sin levantar sospechas?" Pregunto él de nuevo mientras veía por el vidrio reforzado de la cabina a los Boomers que se acercaban.

"Imposible, van a querer saber porque no dejo que traten de ayudarme." Respondió él, que ya había anticipado su pregunta, aunque le resultaba extraño el no ver más naves en el Puerto Aeroespacial, el cual sabía que era muy concurrido, en especial en esta época del año.

"Tienes razón, aunque me parece un poco raro que la nave empezara a fallar en el preciso momento en que llegamos a este planeta."

"Ya estaba fallando de antes." Contesto él algo molesto por su insinuación. "Cosa que no hubiera pasado si me hubiera obligado a hacer esos cambios en los motores ahora aumentar la velocidad de la nave."

"De que te quejas, ¡Funciono!"

Ken lo miro con clara frustración en sus ojos. "Es un milagro que hayamos llegado aquí con vida ¡Casi muero por ello!"

Ken realmente pensaba eso, todavía podía recordar cuando el empezó a habar con él, en ese momento creyó que solo estaba aburrido del viaje y buscaba algún tipo de conversación, y aunque le disgustaba admitirlo, él también se sentía así, nunca antes había piloteado durante tanto tiempo, hablaron de varias cosas, incluso le comento de su apodo de el 'Halcon Blanco de Marte', le sorprendía lo amable que estaba siendo después de lo brusco y cruel que había sido antes, claro que no lo engañaba, obviamente estaba haciendo todo eso para obtener su confianza.

Nakajima no encontraba las palabras para responderle a ese tipo, después de que sin querer le comento sobre un método que había diseñado su novia para incrementar la velocidad de las naves, gracias a su gran bocota, después su nuevo compañero no tardo mucho en 'convencerlo' para hacer esas modificaciones en la nave, él tuvo que salir afuera en un traje espacial, y hacer las 'mejoras' al motor, las cuales no eran tan difíciles a decir verdad, solo mover tubos, cerrar válvulas y cruzar algunos cables, simple ingeniería aeroespacial, sin embargo todos esos cambios, convertían al motor interplanetario en una bomba de tiempo. Ciertamente era un plan arriesgado, pero aunque no le gustara también tenia que admitir que era algo que debía hacer, no había provisiones para el largo viaje a Neptuno, las que había en la nave ya habían sido consumida por la 'Bestia del Caos', el cual las devoro como alguien que no había comido en miles de años, y le aterraba el pensamiento de que tal vez lo considerara a él 'apetitoso' mas adelante.

"Creame, no me estoy quejando." Finalmente dijo un Ken mas calmado. "Pero creo que su suerte se ha acabado."

"¿Por que lo dices?"

"Solo mire por la ventana." Apunto Ken con su dedo. "Allá vienen los Boomers de mantenimiento pero acompañados con los Boomers de seguridad, al momento que lo detecten lo arrestaran en seguida."

Su interlocutor hizo exactamente eso y aunque no podía ver su cara, él podía adivinar lo que estaba pensando, ya que él obviamente no era rival para los Boomers, puede que él sea poderoso pero no más poderoso que diez Boomers de vigilancia. Ken estaba seguro que lo detendrían, así el quedaría libre y podría volver con Miyuki otra vez.

Lo vio tomar un casco de color negro, parte del inventario de la nave, y en ese momento se dio cuenta de que tramaba algo, esto le preocupaba ya que no tenía idea de lo que podría pasar si el se negaba a cooperar con los Boomers. No noto a nadie cerca, así que no había peligro de daños a los civiles, claro que esto lo dejaba a él solo, atrapado en el fuego cruzado, sus manos le sudaban un poco, el ya había cumplido su deber pero le hubiera agradado tener la oportunidad de ver a Miyuki una vez mas.

Los Boomers finalmente llegaron donde estaba la mano, los boomers de mantenimiento automáticamente se pusieron a trabajar en la nave, mientras que los de seguridad empezaban a escanear la nave por cualquier anormalidad, y no tardaron en darse cuenta que había mas de una persona en la nave.

*SE DETECTA DOS SERES EN LA NAVE* Dijo uno de los boomers en una fría voz metálica. *UN OCUPANTE HUMANO, ESTA UNIDAD ES INCAPAZ DE DETERMINAR LA NATURALEZA DEL SEGUNDO SER, SE PROCEDE A ALERTA DE NIVEL 2*

El resto de los boomers de combate se colocaron en su posición asignada, preparando sus armas, se les había informado de que solo había un ocupante en la nave, al detectar el segundo ser, esto activo sus sistemas de combate de inmediato. Sin embargo los boomers seguían trabajando en la nave, su función de reparadores no se había detenido.

*A TODOS LOS OCUPANTES DE LA NAVE, SE LES PIDE QUE TIREN SUS ARMAS Y SALGAN CON LAS MANOS EN ALTO O ESTAS UNIDADES SE VERAN OBLIGADOS A DISPARAR CONTRA USTEDES*

"¡No estamos armados!" Grito Ken al escuchar la advertencia del Boomer.

"Silencio" Le dijo su compañero de viaje, mientras le pasaba el casco negro que había estado agarrando. "Es mejor que te pongas esto."

"¿Para que?" Pregunto Ken con un poco de nerviosismo.

"Creeme, me lo agradecerás después." Le aseguro el y luego se dirigió a la puerta de la nave.

"Por favor, no disparen" Dijo el mientras salía de la nave con las manos en alto y la cabeza agachada, Ken noto que usaba guantes negros como si tratara de ocultar deliberadamente cada parte de su cuerpo. Ken lo siguió después, esperando su oportunidad para escapar

"No hay de que agitarse, solo quiero presentarme." El se encontraba calmado a pesar de la situación en la que se encontraba. "Ustedes pueden comunicarse con sus líderes ¿No es así?"

*ESTA UNIDAD ESTA CONECTADA A CIRCUITOS DE VIGILANCIA. TODO LO QUE ESTA UNIDAD OBSERVA Y ESUCHA ES TRANSMITIDO AL CENTRO DE MANDO. DESEA REPORTAR SU RENDICION INCONDICIONAL*

"Creo que no, pero si me gustaría mandarles un mensaje." Replico el. "Bueno, si me están escuchando díganle a su llamada Neo-Reina Serenity que 'yo' ya he regresado."

"Gracias a mi leal sirviente aquí presente" Dijo el mientras apuntaba hacia Ken.

"¿Quien? ¿Yo?" Ken dijo con incredulidad.

"Así es, gracias a la ayuda de... el 'Halcón Negro del Espacio' he podido escapar de la prisión en la cual fui confinado injustamente. Es posible que no sepan quien soy, así que se los diré."

"Yo soy aquel que no estuvo ahí, soy el monstruo que crearon, soy aquel que las acechara en las sombras, podrán correr pero no tendrán ningún lugar a donde esconderse, yo siempre estaré allí. ¡Yo soy la BESTIA DEL CAOS!"

"..."

Por unos momentos todos los presentes se quedaron parados ahí sin saber exactamente que decir, incluso los Boomers. Finalmente fue la Bestia del Caos el que hablo nuevamente.

"Vaya, creo que eso sonó muy sobreactuado, ¿Podría repetirlo de nuevo?"

*SUJETOS IDENTIFICADOS COMO TERRORISTAS ENEMIGOS DEL IMPERIO. UNO DE ELLOS AFIRMA HABER ESCAPADO DE UNA PRISION DEL IMPERIO Y EL OTRO AFIRMA HABERLE AYUDADO. SE PROCEDE A LA DETENCION DE AMBOS, SI USTEDES SE RESISTEN SE NOS HA PROGRAMADO PARA USAR TODA LA FUERZA NECESARIA PARA SU ARRESTO.*

"Esperen un momento, yo no tengo nada que ver, mi nombre es Ke..."

"A un lado." Le aviso la Bestia Del Caos mientras lo tomaba por la espalda. Antes de que Ken pudiera darse cuenta el se encontraba volando por los aires hasta caer detrás de los boomers.

La bestia del Caos levanto la mano y disparo una ráfaga de energía roja contra el boomer que estaba en frente de el, los otros Boomers empezaron a disparar de inmediato sobre el, pero el rápidamente se movió fuera del camino de sus disparos. Antes de que los boomers lograran enfocarlo, el comenzó su ataque, colocándose debajo de uno de ellos y lo golpeo en su pecho atravesándolo por completo, y desde esa posición disparo una nueva ráfaga de energía hacia otro Boomer.

Los tres Boomers restantes trataron de disparar contra el, pero su adversario hizo un rápido movimiento con su mano que Ken apenas alcanzo a ver, no sabia lo que había pasado pero los Boomers se quedaron inmóviles por un momento y luego cayeron al suelo partidos en dos, como si una espada invisible los hubiera atacado.

Ken estaba anonadado por lo que vio, sabía que el era fuerte desde la primera vez que lo vio en Plutón, pero nunca creyó posible que fuera tan poderoso. ¿Quién era? ¿Qué era? Esas respuestas aun no la conocía, pero algo dentro de él le decía que si algún día las encontrara, se arrepentiría bastante.

La 'Bestia del Caos' se acerco a el y estiro su mano hacia él. "Levántate."

"Us-usted me salvo." Dijo Ken recordando como el lo había empujado fuera del peligro. "Pensé que iba a dejar que me mataran."

"Aun me eres útil, pero no pierdas la esperanza aun." Le respondió él y luego miro a los restos que quedaban de los Boomers. "Que decepción, pensé que estas maquinas me darían mejor pelea, ciertamente este futuro deja mucho que desear."

"Mas unidades vendrán." Dijo Ken y luego se pateo mentalmente por advertirle a su enemigo del peligro y luego recordó las palabras que su secuestrador había intercambiado con los boomers. "¡Hey, usted les hizo creer que yo soy de su bando!"

"Así es." Contesto el.

"¡¿Por qué?!" Las implicaciones de esa afirmación amenazaban con darle un severo dolor de cabeza.

"Bueno, lo hice por si acaso tu llegaras a traicionarme, lo único que tendría que hacer es revelar tu verdadera identidad, y...bueno, creo que podrás imaginarte el resto."

Ken cayo de rodillas al darse cuenta de lo que le iba a pasar, el sería un criminal, jamás nadie le creería, el tendría una recompensa sobre su cabeza, Miyuki jamás se lo perdonaría.

"Vamos, súbete a la nave, quiero irme antes de que lleguen mas refuerzo." El le hablo a su nuevo 'compañero' con bastante tranquilidad mientras se dirigía a la nave donde se detuvo y observo a los Boomers que seguían trabajando en ella. "Crees que esas cosas ya habrán acabado de arreglar la nave."

"No lo creo." Contestó el ahora ex-pacificador convertido en supervillano, por ahora decidió continuar siguiéndole el juego hasta que pueda hallar la forma de acabar con sus planes, cualesquiera que fueran, y limpiar su nombre, no solo por su bien si no el de su amada y toda la gente del Crystal Millenium. "Los daños eran muy grandes para que los repararan en tan poco... eh ¿pero como? Es increíble, no entiendo ¿Como es que lograron hacer esto?"

La sorpresa de Ken era entendible, solo le tomo un vistazo para darse cuenta que los Boomers habían reparado buena parte del motor, el no había visto la parte de arriba, la cual sabia que era la mas dañada, pero ellos ciertamente hacían un buen trabajo en la parte de abajo, los propulsores estaban reparados y adaptando las modificaciones que le había hecho en el espacio, obviamente con ciertas mejoras para evitar futuros accidentes. "No entiendo como pudieron hacer esto, ellos no deberían estar programados para este tipo de tareas."

"No me importa eso." Exclamo la Bestia del Caos. "¿Puedes hacer volar esta cosa?"

"Yo creo," Contesto Ken todavía asombrado por lo que veía. "Los boomers ya repararon suficiente del motor para poder volar por la atmósfera del planeta, aunque no se si podré terminar las reparaciones que faltan."

"Un simple 'si' hubiera bastado." Replico el mientras miraba a los Boomers de una manera extraña. "No te preocupes por lo demás, ya lo resolveremos luego, solo súbete y sácanos de aquí."

Ambos fugitivos subieron a la nave, una vez adentro, Ken se puso de inmediato en el asiento del piloto para poder encender la nave, para evitar problemas el envió una orden a los Boomers a través de la computadora de la nave para que esto dejaran de trabajar y se alejaran de la nave. Eso era sencillo ya que todas las naves tenían esos comandos universales para los Boomers con lo que se evitaba accidentes y hacían las cosas mas sencillas en los momento de mantenimiento.

Infortunadamente, Ken se dio cuenta de que la orden que les había dado no era obedecida por los Boomers que seguían trabajando con la nave.

"Algo anda mal." Dijo el. "Los Boomers no hacen caso a ninguno de mis comandos."

"Las cosas van mas mal de lo que piensas." Le replico la bestia del Caos mientras con una mano apuntaba hacia delante.

"¿Que rayos esta... aaaaahhhh?" Ken se asusto tremendamente al ver por la ventana del frente de su nave. Afuera, observándolos por la ventana, se encontraba uno de los Boomers de mantenimiento, o al menos eso parecía, su cuerpo y cabezas lucía como si hubieran recibido un baño de ácido que lo estaba derritiendo, pero en lugar de actuar dañado parecía casi como un ser vivo. Y los estaba observando.

"¿Q-que es esa cosa?" Pregunto un Ken bastante asustado.

"Creo que es uno de esos robots mecánicos." Le contesto su misterioso compañero. "Aunque creo que ahora es mas que eso."

Entonces Ken recordó algo que había escuchado en Marte, no lo creyó en su momento, y solo tomo como simples rumores sin fundamento, hasta ahora. "Creo que he escuchado sobre esto. Dicen que algunas veces los Boomers enloquecen y cambian de forma, nadie sabe como ni porque, pero esta es la primera vez lo veo, yo ni siquiera lo creía antes."

"Como puede una maquina enloquecer." La Bestia del Caos se acerco a la ventana y observo al Boomer. "¿Estas seguro de que son maquinas?"

"¿Que quiere decir?"

Antes de que le pudieran responder a Ken, la nave empezó a moverse, primero dando ligeras sacudidas, y luego el ruido de los motores pudo ser escuchado.

"¡¡Estamos despegando!!" Grito Ken mientras trataba de controlar la nave moviendo las palancas y tocando botones, pero todo era en vano, la nave simplemente ya no lo obedecía. "¡No puedo detenerla!"

"¿Qué es lo que hicieron esas cosas?" Preguntó su compañero con una calma que sorprendía a Ken.

Tomando un poco de aire Ken recordó su entrenamiento y se dio cuenta que no debía perder la calma, examinando el monitor que mostraba el estado de la nave, aunque no lo controlaba, este aun daba información exacta, era la primera vez que veía algo así pasarle una nave y le era difícil responder a la pregunta que le hicieron. "Es solo una suposición pero parece como si esos Boomers se hubiera fusionado con la nave."

El escucho su respuesta y luego se acerco a una de las paredes de la nave, esta ya se comenzaba a mover y se dirigía de nuevo a la pista, el parecía estar meditando por un momento y luego se volvió hacia Nakajima de nuevo. "¿Dime todo lo que sepas de estos 'Robots' llamados Boomers?"

Ken noto el tono que le había puesto en la palabra 'Robot', como si esa palabra no fuera la correcta. "Bueno, no se todos los detalles, pero fueron creados para ayudar a la gente del Imperio, podían hacer todo tipo de quehaceres, limpieza, cocinar, al principio fueron manufacturados en Mercurio y salían nuevos modelos cada semana pero hubo un grave accidente que obligo al cierre de su fabrica, se abrió una nueva en Urano, pero solo hace Boomers de tipo industrial y seguridad para los Pacificadores, pero ¿Por qué quieres saber todo eso, no sería mejor bajarnos ahora antes de que esta cosa despegue?"

"Obviamente no sabes nada." Le replico él haciendo caso omiso a su sugerencia "Puedo sentir su ira, su odio. Lo que sea que sean estas cosas, no son simples robots, tienen vida."

Ken quedo sorprendido por las palabras de la Bestia del Caos, era algo imposible, él lo sabía, no había manera de que esas cosas estuvieran con vida. Además, él era un villano, y él no podía confiar en los villanos ¿No es así?

Antes de que Ken pudiera decidir, él fue lanzado al piso por una fuerte sacudida de la mano, su compañero perdió un poco el equilibrio pero logro mantenerse firmemente de pie. Antes de que Ken pudiera lograr volver a su asiento, pudo sentir como la nave empezaba a alzar vuelo. No podía asegurarlo, pero el casi podía sentir que algo aun mas raro le pasaba a la nave, como si estuviera cambiando de forma, esta sospecha se volvió una realidad cuando empezó a sentir el piso de la nave empezar a disolverse.

"¡Oh no! ¡Están disolviendo la nave, vamos a morir!" Grito Ken.

"Ya cálmate" Le sugirió la Bestia del caos cuya calma aun conservaba intacta. "Vamos a ver que es lo que tratan de hacer estas cosas realmente."

Ken vio como su atemorizante compañero golpeo con su puño una de las paredes, esta cedió fácilmente aunque en lugar de romperse simplemente lo recibió como si el hubiera puesto su mano en un bote de mantequilla. Ken pensó que su ataque había fallado cuando vio que el empezaba a hacer algo mas, una extraña luz azul empezaba a formarse alrededor del brazo incrustado, la nave empezaba a moverse de un lado para el otro, Ken trataba de sostenerse pero le costaba mucho hacerle debido al estado de la nave, lo único que podía era ver a la Bestia del Caos y esperar que lo que sea que estuviera haciendo, funcionara antes de que sea demasiado tarde.

La nave empezaba a acelerar más y más, mientras el pobre Ken estaba perdiendo las esperanzas de ver a su amada Miyuki de nuevo.

De pronto todo se detuvo.

Después de unos momentos, Ken abrió los ojos y vio que la nave estaba de vuelta a su estado original o por lo menos así lo creía, de alguna manera sintió que había algo diferente con la nave ahora, él se puso de pie en el ahora firme piso y vio hacia adonde estaba la Bestia del Caos, el seguía con el puño incrustado en la pared, pero observo como el lo retiraba y la pared volvía ala normalidad.

"¿Qué rayos fue lo que paso?" Pregunto el ahora llamado Halcón Negro Del Espacio.

"Hice un trato con la nave." Le contesto su compañero como si lo que hubiera pasado fuera de lo más natural pero al ver la cara de incertidumbre en la cara de Ken decidió explicarle. "Esos Boomers parecen haberse fusionado en una sola entidad con la nave dándole una mente propia y esta de acuerdo con llevarnos donde queramos siempre y cuando les hagamos un favor."

"¿Un favor?" Ken ciertamente no entendía nada, ¿Qué es lo que podrían querer una nave o esos boomer? "¿Qué cosa es lo que quiere?"

"Ya lo sabrás cuando sea el momento." Le contesto la Bestia del Caos mientras se sentaba de nuevo en su asiento.

Ken no supo bien como debía reaccionar pero sabía que lo que planeaba no iba a funcionar. "Bueno, no se lo que trama, pero no hay manera de que podamos seguir usando esta nave, ahora que saben que la usamos."

"Eso ya esta arreglado." Le respondió el mientras con un ademán lo invitaba a colocarse de vuelta en su asiento.

Ken con algo de nerviosismo se coloco de nuevo en su asiento, y de inmediato descubrió lo que él había querido decir al mirar por la ventana y notar que la forma y color de la nave habían cambiado, su punta ahora era de forma mas puntiaguda casi como la de uno de los antiguos diseños de Jets que le había mostrado su padre cuando era joven y el color era de un color negro que rivalizaba con el color del espacio. Viendo la pantalla de diagnostico de la nave, pudo observar que la nave había cambiado internamente también, los motores habían sido modificados de una manera que nunca había visto, pero aunque no era familiar con el diseño podía deducir que su poder había incrementado bastante al igual que su velocidad y resistencia. Las alas habían sido modificadas para hacer a la nave más aerodinámica, no tanto como los Interceptores de los Pacificadores, pero ciertamente les podría dar feroz batalla. Ken tomo el control, quito el piloto automático y empezó a pilotear la nave.

"Muy bien." Le dijo su nuevo 'compañero.' "Dirigete a la ciudad mas cercana, primero iremos por provisiones, tenemos un largo viaje por delante."

Ken asintió, sabía que por ahora no podía hacer nada para detenerlo, pero ciertamente el haría todo lo posible para acabar con sus planes maquiavélicos cuando lo situación se presentara, el único problema para Ken es que lo mas seguro es que su captor ciertamente lo estaba esperando también. Mirando donde se encontraba, vio con extrañeza que el miraba para arriba y pudo sentir algo de inquietud proviniendo de el.

"¿Ocurre algo malo?" Pregunto Ken, no sabiendo exactamente el porque de su preocupación por el.

La bestia del Casos lo miro y luego volvió a su asiento. "Lo que paso con esos Boomers no fue algo al azar, algo o alguien lo provoco, pude sentir una presencia que estaba controlándolos antes de que interviniera."

"¿Qué?!" Exclamo con sorpresa el pacificador. "Pero eso es imposible."

"No existe tal cosa como lo imposible." Le contesto su encapuchado compañero. "Solo cosas que nadie aun no ha visto o logrado hacer, je, esto parece que será mas interesante de lo que yo pensaba."

Un poco perturbado por sus palabras, Ken trazo el curso que le habían indicado, un pequeño escalofrió de paso por la espalda al pensar que algo hacia que los boomers se estuvieran transformando de esta manera, ¿Podría ser cosa de los rebeldes? Si es así ¿Qué tal si lo pueden hacer con los demás Boomers en los demás planetas? ¿Qué tal si ocurre en Marte, donde se encontraba su amada Miyuki? Estas preguntas comenzaban a agobiar la mente del joven pacificador, por ahora solo podía hacer todo lo que quiera por sobrevivir su cautiverio hasta que pueda lograr escapar y prevenir a todos.

* * *

En ese momento.
Planeta Mercurio.

En las profundidades de una antigua fabrica de aspecto abandonado, algo nuevo se estaba produciendo. Antes ese era el lugar donde se produjeron los nuevos Boomers para el Crystal Millenium hasta que ocurrió un terrible accidente que ocasiono que todos en el planeta Mercurio huyeran de allí. Era conocimiento general de que ya no había nadie mas viviendo en ese planeta tan cercano al sol, pero sin tan solo ellos supieran.

Ahí, escondido a plena vista, se encontraba un laboratorio funcionando, sus equipos eran de la mejores que tenia el imperio, y había muchos que el imperio ni siquiera sabía que tenía. Todo en el lugar era automatizado, con la excepción de la presencia de un hombre aparentemente de avanzada edad que se encontraba sentado frente a una gran pantalla, el estaba usando su teclado mientras imágenes del planeta Neptuno aparecían en su pantalla, otros datos adicionales aparecían de vez en cuando, el los miraba y luego seguía trabajando, una gran sonrisa adornaba su cara después de leer los últimos datos que llegaron.

No podía estar más feliz. El juego empezaba a ponerse interesante, nuevos participantes entraban, ¿Qué pasaría de ahora en adelante? Ya esperaba con ansias la respuesta a esa pregunta.

Detrás de el, se encontraba una cámara de tubo situada en el centro del laboratorio, estaba llena de un desconocido liquido anaranjado y en su interior la silueta de una persona de sexo femenino se podía distinguir perfectamente. Su hora de despertar aun no había llegado, pero el anciano del laboratorio sabía que su momento para unirse a este juego también se estaba acercando. Sonriendo para si, el anciano hombre tomo una cucharilla y probó un bocado del postre de Flan que estaba sobre su escritorio. "Hummmm, que delicia."

Recostándose sobre su asiento y poniendo sus piernas sobre el escritorio, el anciano siguió observando sus monitores, esperando con ansias los nuevos sucesos.

* * *

Por el transcurso de toda la mañana, la princesa no dejo el lado de Helios, haciéndole un sin numero de preguntas, preguntándole que había sido de él en estos mil años. Ella pudo enterarse que gracias a su naturaleza mágica, Helios había permanecido relativamente joven aunque su rasgos eran un poco más maduros que antes, él había permanecido como el sacerdote de Eliseo hasta ahora, esperando por el día en que cumpliría la promesa de verse de nuevo con ella, la cual él hizo hace tanto.

Usagi estaba sorprendida al escuchar esto y algo apenada por ello, no sabía porque ya que debería sentirse halagada, él luego empezó a preguntarle sobre ella y todos los eventos que habían ocurrido recientemente, ella le contó todo lo que había pasado aunque por alguna razón que no se pudo explicar, ella no menciono a Genryu, el joven que la había salvado.

"Vaya," Exclamo él cuando ella termino su relato. "Debió ser muy aterrador para ti."

"No lo fue tanto" Le contesto ella. "Recuerda que cuando estuve en el pasado pase momentos mucho mas peligrosos."

"De todas maneras, me da mucha pena no haber estado ahí para ayudarte." Replico él con algo de tristeza en su voz.

"No te preocupes." Usagi dijo con una sonrisa. "Como ves, estoy sana y salva."

"Y no sabes lo feliz que me hace oír eso." Helios acerco su mano hacia ella, pero ella aparto su cabeza apenada.

"¿Ocurre algo?" Pregunto Helios preocupado por su reacción.

"No, no es nada." Respondió ella rápidamente aunque un poco nerviosa.

"Oigan ustedes, se que les gustaría estar solos, pero la fiesta aun esta empezando." Comento Diana mientras se acercaba a ellos.

Usagi bajo la cabeza un poco avergonzada, aunque ella evito hacer contacto con los ojos de Helios, algo que solo Diana noto.

Las actividades del día transcurrieron casi como todos los años, un saludo de los representantes de las diversas ciudades capital del sistema solar, y de muchas otras ciudades importantes de la Tierra, muchos de los cuales ella jamás había conocido. Finalmente llego la hora de la gran fiesta en el gran salón del Palacio, todos los dignatarios estaban ahí junto a su familia.

Todos la comenzaron a aplaudir a ella cuando entro en el gran salón, acompañada de Helios y detrás de ellos los seguían las Sailor Asteroids. Usagi mostraba su gran sonrisa mientras observaba a todos los presentes. Su madre estaba sentada en el Trono Real al lado de su padre, las Sailor estaban colocadas al lado de ellos las Inner a un lado y las Outers del otro. Usagi noto el aspecto ceremonioso en todo esto, muy diferente al de sus cumpleaños anteriores, y se dio cuenta que la llegada de Helios podría no ser la única sorpresa del día.

Su madre le devolvió la sonrisa mientras se ponía de pie y con voz alta, hablo a todos los presentes. "Saludos a todos, agradezco a todos de corazón el que hayan venido a festejar el cumpleaños de mi hija. Este es un gran día para mi, no solo porque celebro un año mas de vida de mi hija, sino porque también este día marcara un nuevo comienzo para ella, si es que lo acepta."

Usagi ahora se encontraba intrigada, ella ciertamente no esperaba ninguna otra sorpresa aparte de la llegada de Helios, cualquiera que sea su familia ciertamente lo había guardado bien. Los eventos de la noche anterior aun estaban en su mente y eso la hizo suponer que tal vez esto estaba ligado con ella, aunque no podía imaginar como.

"Como todos saben, una nueva amenaza sobre todos nosotros." Continuo su madre aunque ahora su tono era mas serio. "Nuestro enemigo es astuto y cruel, sus planes son aún un misterio para nosotros y es casi imposible de predecir que es lo que hará después. Es por eso que necesitamos toda la ayuda posible."

Los ojos de Usagi se agrandaron al darse cuenta de lo que estaba hablando su madre. "Mama, acaso es que..."

"Hija mía." Le hablo su madre mientras lentamente caminada hacia ella con sus manos sobre su pecho, como si estuviera resguardando algo. "Honestamente, esperaba que este día nunca llegara, pero me temo que así sucedió. En este momento de necesidad te pregunto ¿Estas lista para tomar el manto de Sailor Moon?"

Su madre le mostraba lo que guardaba en la mano, el broche de Sailor Moon que ella misma había usado por primera vez hace un milenio atrás, Usagi estaba anonadada, su corazón le latía fuertemente, ella ciertamente había esperado este día desde que tenia ocho años, pero jamás pensó que llegaría tan pronto o en esta clase de circunstancias, ella miro a su madre, luego a su padre y al resto de las Sailor, todos ellos le sonreían.

Dando un profundo suspiro, ella tomo el broche que le ofreció su madre. Ella tenía razón, había llegado su momento, no se necesitaba mas palabras, de nadie mas.

Levantando el broche con su derecha ella dijo las palabras que todo el mundo ansiaba escuchar.

"¡MOON CRYSTAL POWER, MAKE UP!"

En un momento, ella era suspendida en el aire mientras una intensa luz dorada la rodeaba, ella ya había experimentada esta sensación como Sailor Chibi-Moon, pero esta vez era diferente, el flujo de energía que recorría por su cuerpo era muy diferente a aquella transformación. Su forma era más pura y refinada, parecía como si estuviera tocando el cielo. Lazos de luz envolvieron su cuerpo y empezaban a formar sus nuevas ropas, primero el traje, luego las botas, guantes, una pequeña joya apareció en el centro de su frente para luego ser adornado por una tiara y por ultimo sus adornos que sostenían sus trenzas.

Cuando la intensa luz por fin se calmo, la princesa Usagi había desaparecido, en su lugar estaba la nueva guerrera del Cristal Millenium. Con una sonrisa en los labios, la Neo-Reina declaro. "Sailor Moon ha vuelto"

* * *

En otro rincón del Sistema Solar.

Elios sintió el flujo de magia, finalmente había llegado el día. Las energías astrales se estaban congregando cada vez más y más, la nueva guerrera que nació este día será arte de algo mucho más grande de lo que ella podría imaginar, y de lo que él mismo podría imaginar. Por ahora, lo único que podía hacer por ahora era entrenar a la siguiente guardiana elegida por las cartas.

"¿Estas lista Reiko?" preguntó el Mago Clow/Elios. "Vamos a ver que es lo que tienes."

La aspirante a heroína asintió y se preparo, ella vestía su traje de nuevo y su bastón mágico estaba en sus manos. Ambos estaban en la sala de entrenamiento de la nave, él le había propuesto este entrenamiento a Reiko para ayudarla a controlar mejor sus poderes, ella había aceptado y con el permiso de Genryu podían usar estas instalaciones. Él podía sentir que el corazón de Reiko aun tenía dudas por todo lo que estaba pasando.

Cuando ella despertó de su desmayo después de oír donde ella había llegado a parar exactamente, Reiko y Elios hablaron sobre su situación. Ella estaba bastante confundida por lo que estaba pasando.

>>>>Flashback<<<<

"Yo no puedo estar aquí." Exclamo Reiko, mientras caminaba de un lado para el otro de la habitación en la que se encontraba.

"¿Porque lo dices?" le pregunto la figura astral del mago.

"¡¿Como que porque?! ¿Ellos son los villanos, no es así?" Respondió la nueva Card Captor o mejor dicho 'Card Master'. "¿No se supone que debería estar luchando con ellos o algo por el estilo?"

"¿Crees tú que son villanos?" Preguntó él con bastante serenidad.

"Bueno... pero todos lo dicen." Contesto ella con algo de confusión en su voz. "Un momento, usted los esta ayudado ¿No es así? ¿Porque? Pensé que usted era uno de los buenos o al menos eso creía, rayos ya no se que o quien creer."

"Eso en parte es bueno." Exclamo el mago.

"¿Como de que es bueno?" Dijo algo molesta Reiko.

"Lo que es verdad o no, solo puedes decidirlo tu y no debes dejarte influenciar por nadie." Replico el mago.

"Pero dígame ¿Ellos son los buenos o los malos?"

"Como te dije que tienes que decidirlo tú." Le contesto el Mago.

"Pensé que eran los malos," Dijo un poco apenada Reiko. "Pero el señor Genryu me rescato cuando estaba en problemas en esa isla y no siento que el sea una mala persona, pero el esta luchando contra la Neo-Reina y ella es una buena persona ¿No es así?"

El mago se inclino ante la pequeña niña. "Pequeña, has elegido el camino de la magia y en ese camino encontraras muchas dudas y encrucijadas. Hasta ahora solo has visto una de muchas clases de realidades y verdades, aun hay tiempo de regresar pero si continuas, encontraras que tarde o temprano, tendrás que tomar una decisión sobre cual de ellas aceptar."

"No entiendo mucho de lo que dice." Dijo ella un poco confundida. "Pero cuando decidí tomar las cartas de mi madre sabía que no había marcha atrás, solo espero estar tomando las decisiones correctas."

"Cada uno de nosotros es forzado a tomar decisiones sobre nuestro propio destino," El mago continuo hablando en una forma enigmática. "Tales decisiones pueden convertir a una chica ordinaria en una Reina, o reducirla a una simple peón. Con el destino del mundo en tus manos, ¿Qué es lo que harás?"

"¿El destino del mundo?" Pregunto ella.

El mago asintió "Ya lo descubrirás por ti misma. Por ahora, te quisiera pedir que confíes en ellos y escuches lo que tu corazón te dice, si en cualquier momento sientes que quieres irte de aquí yo estoy dispuesto a llevarte de nuevo a tu casa si así lo deseas. ¿Esta bien?"

Ella asintió, todo estaba pasando muy rápido pero algo en su interior le decía que podía confiar en las palabras del mago, a pesar que sentido común le decía que aceptara la oferta del mago de una buena vez.

"Bien entonces comenzaremos tu entrenamiento mañana" Dijo el mago con una sonrisa.

"¡¿Entrenamiento?!" Exclamo ella con sorpresa.

"Bueno, creo que debo enseñarte un poco de cómo manejar las cartas, para evitar incidentes como los que sucedieron en Neptuno ¿No lo crees así?"

"Jeje, creo que tiene razón." Contesto Reiko, en su interior ahora ella estaba algo emocionada, ella iba a estudiar bajo la tutela de un mago tan poderoso como lo era el Mago Clow. Sus anteriores miedos y preocupaciones casi se habían esfumado de su mente al escuchar tal noticia, su sueño de ser una verdadera chica mágica se iba a volver pronto una realidad.

>>>>Fin del Flashback<<<<

"Esto es una pesadilla". Dijo Reiko.

La pobre niña estaba tratando de perseguir a un extraño animal en forma de liebre que estaba correteando por todo el lugar, ella trataba de atraparlo pero el solo saltaba sobre su cabeza cada vez que ella se acercaba, ¿En que estaba pensando cuando activo la carta Salto? Ella no lo sabía pero ciertamente no fue una de sus mejores ideas. Ella ya no sabía si debía cubrirse su cabeza o tratar de atraparlo. El Mago Elios sola la veía con una sonrisa en su cara.

"Veo que tienes un problema bastante interesante con la cartas." Menciono el mago.

"¿Usted lo cree?" Respondió ella mientras se cubría su cabeza de la rápida criatura que seguía saltando a su alrededor. "¿Pero porque actúan así? A mi madre nunca le paso esto."

"Bueno, la primera lección. Las cartas son tus amigas." Le explico él mientras hacía un ademán con la mano que atrajo a la pequeña criatura hasta él y se poso sobre su hombro derecho. "Ellas harán todo lo que les pidas que hagan, lo único que tienes que saber es como pedírselos."

Reiko se asombro al ver lo que acababa de hacer el hechicero. "¡Vaya! ¿Pero como hago eso?"

"Ellas ya saben lo que necesitas." Le repico el mago mientras acariciaba a la criatura con un dedo. "En el pasado, lo único que necesitaría sería la voluntad para convocarlos, algo de lo que no careces, pero..."

"¿Pero?" Pregunto ella con un tono de temor en su voz.

"Infortunadamente, el sello sobre la magia que puso la Neo-Reina es muy fuerte y a pesar de que aun puedes usar la magia, todavía ejerce cierto efecto en ti."

"¿Qué clase de efecto?" pregunto la niña con curiosidad.

"Bueno, las cartas aun están conectadas con tu madre, y aun si tu pudieras tu nombre sobre ellas, no estarías ligada a ellas como lo esta tu madre, tienes poder para convocarlas, aunque solo en su forma libre, y hacer que te obedezcan tomara tiempo."

"¿Cómo es que puedo usarlas entonces?" Reiko estaba asustada de la respuesta que podría darle el mago.

"Ellas son capaces de sentir tu corazón" le respondió el mago. "Si ellas sientes que estas en problemas, saldrán a ayudarte, pero estoy seguro de que muy pronto con un poco de entrenamiento ellas empezaran a obedecer tus ordenes."

"¿En verdad?"

El mago asintió a la pequeña, luego toco a Salto con su dedo y esta regreso a su forma de rata y voló de regreso al mazo de Reiko. El mostró una sonrisa mientras pensaba en lo parecidas y diferentes que eran Reiko y su madre, sentía que debía aclarar las cosas mejor con la niña, pero aún no era el momento. Aún no. 'Hay cosas que no se pueden explicar con la palabra destino'. Pensó el mago 'Tendrás que verlas por ti misma, solo espero que tu corazón sea capaz de soportarlo'.

* * *

En otro rincón de la Nave.

"¿Estás seguro?" Pregunto Rouge.

Genryu asintió. "Si, el enfrentamiento que tuvimos en Neptuno me hizo ver que aun me falta mucho por entrenar para poder derrotar a mis enemigos."

"Je, son casi las mismas palabras que me dijo tu padre una vez cuando me pidió lo mismo." Rouge dijo en un tono de voz casi melancólico. "Solo espero que no pase lo mismo que antes."

"¿Que fue lo que paso exactamente? Yo pensaba que uno tenia control sobre la forma con la maldición de Jusenkyo." Pregunto el joven Saotome con un poco de vergüenza en su voz.

Rouge se ruborizo un poco antes de contestar. "En la mayoría de los casos si, Pero la maldición de Ashura es diferente, es como si fuera una entidad diferente a la mía, una segunda personalidad por decirle de una forma. Generalmente puedo controlara en cierta manera, pero cuando estuve cerca de ti... bueno, ya sabes, creo que tiene algo que ver con tu padre."

Genryu asintió. "Si, mi padre escribió sobre ello en su diario, vaya que le provoco varios dolores de cabeza con mi madre."

Rouge asintió, ahora un poco más avergonzada que antes. "Creo que ya debes saber que mi parte Ashura sentía cierta atracción por tu padre, por lo que pude sentir tenia que ver con una energía que emanaba de él, la cual es irresistible para ella. Y de alguna manera creo que tu emanas la misma clase energía aunque esta es algo diferente."

"Lo mismo me dijo una vez mi Sensei, Cologne. Pero nunca me pudo explicar exactamente que era, solo que era algo que algún día descubriría por mi mismo." Exclamó él.

"Yo tampoco lo sé." Dijo ella. "Pero ciertamente le di dolores de cabeza a tu padre y a tu madre especialmente."

"Bueno, creo que podemos averiguarlo después." Replico él mientras se preparaba y le mostraba una sonrisa.

"Creo que tienes razón." Sonriéndole de vuelta.

"¿Estas listo?" Ella pregunto de nuevo.

El solo asintió.

A esta señal, ella se echo el agua que tenía en un vaso sobre su cabeza, el cambio fue inmediato y Rouge fue reemplazada por Ashura.

"Hola cariño." Le saludo la diosa demoniaca. "¿Me extrañaste?"

Genryu trago un poco de saliva, él había tenido peleas duras en su vida, pero esta amenazaba con ser la peor que haya tenido, en mas de un sentido. "Espero no molestarla srta. Ashura."

"Ya te he dicho que me llames Ashu-chan, mi querido Gen-chan" Su tono de voz sonaba coqueto y meloso.

"Muy bien, Ashu...chan." El ciertamente se sentía algo incomodo de llamarla así, pero vio que no tenía otra opción. "No sé si usted lo sabrá, pero yo quería pedirle..."

"Ya se lo que me vas a pedir Gen-chan." Le interrumpió ella. "Pero me has decepcionado un poco, me pudiste haberme pedido muchas cosas más, y yo con gusto estaría dispuesta a enseñártelas."

Genryu empezó a sudar bastante.

La diosa le sonrió y como de la nada ella saco seis espadas, una en cada mano. "No digas que no te lo advertí."

Genryu asintió y se preparo, la Diosa demoníaca fue hacía él y empezó a atacarlo con sus espadas, el chico de la trenza comenzó moverse para evadirlas, y rápidamente noto que estaba seriamente sobrepasado. Pudo notar que los ataques de Ashura eran simples pruebas para ver lo que podía hacer, pero poseían un poder y velocidad impresionantes. Apenas habían pasado quince segundos de la pelea, y su ropa ya tenía serios cortes en ella. No le habían ocasionado heridas aun, pero supuso que era porque ella así lo había querido, Genryu mostró una sonrisa. Hora de subir el nivel de esta pelea.

Ashura recibió con agrado el aumento en su velocidad, a ella le agradaba un reto, sea este es una pelea e en cuestión de amores, ella aún no estaba segura de como pudo haber perdido en aquella otra ocasión, pero ahora su destino le había dado otra oportunidad, y no se sentía con ganas de perder una segunda vez, esta vez ella se quedaría con este Saotome.

Mientras tanto, desde el otro lado de la habitación, Rei y Coral observaban la pelea, bastante asombradas con el nivel que poseían ambos combatientes, aunque solo Coral mostraba sus emociones ya que Rei solo lo miraba, su cara nunca perdiendo su neutralidad.

Coral observaba a la chica, su entrenamiento en las artes marciales la había capacitado a ella para poder interpretar el más pequeño de los movimientos en la cara de sus rivales, ella podía predecir de esta forma como esta actuaría aun antes de que hicieran su primer movimiento, pero la cara de esa chica era un misterio para Coral. Ella no era tan despistada como Genryu, para ignorar las señales de una chica. Ella era una rival, lo presentía, pero no lo podía confirmar aún, no sabía que clase de entrenamiento había realizado, pero Rei era ciertamente muy buena en esconder sus emociones. Si ella fuera una guerrera, sería una feroz combatiente.

Aún así, Coral sabía que ella aún tenía mucho que hacer para ganar el corazón del hombre al que amaba, a pesar de que lo tenía tan cerca, sus sentimientos aún estaban enfocados en su padre y en esta guerra. Ella podía sentir que su amado aún tenía un largo viaje por delante, con más y peligrosos enemigos. Ella necesitaba entrenar y volverse más fuerte para poder luchar a su lado.

Por ahora ella estaba contenta con solo poder mirarlo, ella podía esperar, tanto como se necesite.

* * *

Palacio de Tokio de Cristal.

La noche había llegado y todos los invitados se habían retirado con la excepción del Comandante Hibiki que se encontró caminado por los pasillos en búsqueda del lugar que le habían indicado. Por un momento su mente recordó los viejos días donde semejante hazaña hubiera sido imposible para el eterno chico perdido, eso le trajo una sonrisa melancólica a su cara, mientras una vez mas su mente mandaba una alabanza a la Neo-Reina por haberlo curado de esa otra maldición que poseía.

El llego hasta el lugar donde lo habían citado, la biblioteca del Palacio, una vez adentro tomo un momento para admirar el lugar, por lo que sabía este lugar era el favorito de Sailor Mercury, lleno con todos los volúmenes permitidos en el nuevo imperio, a su hija ciertamente le encantaría este lugar y tomo una nota mental de traerla cuando se le presentara la ocasión. Le tomo solo un momento más localizar a la persona con quien se debía encontrar, y la diviso rápidamente al otro lado de la biblioteca. Detrás de ella estaba un ventanal de cristal transparente por donde pasaba la luz de la luna, Ryoga noto como la luz caía sobre la figura dándole un aspecto ligeramente misterioso y mágico, dones que sin duda poseía Sailor Pluto.

"Saludos Lady Pluto" La saludo él mientras se acercaba donde se encontraba "Tengo entendido de que quería hablar conmigo."

"Así es, Comandante Hibiki." Le contesto ella, Ryoga pudo notar cierto tono de preocupación en su voz. "Lo llame aquí porque tengo cierta información que entregarle."

"¿De que se trata?" Preguntó él un poco intrigado.

"Es sobre la localización de la base de los rebeldes."

Los ojos del Comandante Hibiki se agrandaron al darse cuenta del significado de eso, sin decir una sola palabra, él asintió y escucho muy atentamente lo que la Sailor le decía.

Continuara...