SAILOR MOON: INSURRECTION

Autor: Lord Kal-el
Formato HTML de Hukarovi Yanoki

Aclaración: Muchos de estos personajes, por no decir todos, pertenecen a otros autores del manga y el anime, yo los estoy usando solo por diversión.


Capitulo 13:

Tenshi no himitsu
(El secreto del ángel)

"Estamos buscando una razón para existir. Con nuestras propias fuerzas, porque tal vez la verdad es que no haya una razón para la vida en primer lugar. Todos esperan y tratan con ahínco de encontrar una razón para existir. La razón para nacer, para estar con alguien, de existir, creyendo que debemos encontrarlo con nuestras propias manos. Como encontrar un lugar para nosotros en nuestros sueños, en trabajos, en las personas. Las razones que encontramos pueden ser indefinitivas o frágiles. Las podemos perder también, pero de cualquier manera, queremos una razón. Mientras tenga vida, yo también la quiero. Si es posible, quiero encontrar una razón de existencia dentro de una persona, dentro de alguien."

Tohru - Fruit Basket


La Luna.
Centro de Mando de los Pacificadores.

A diferencias de los otros planetas y lunas del sistema solar, la Luna de la tierra no contaba con atmósfera propia, se hizo unos intentos en los primeros años del Imperio pero terminaron en rotundos fracasos, pero aún así se fundaron colonias ahí usando Habitads artificiales, los cuales sirvieron al principio para albergar expediciones arqueológicas, las cuales descubrieron las ruinas del antiguo Silver Millenium, y ahora eran un lugar turístico. Después del ataque de la Familia Dark Moon, se decidió construir la central de los Pacificadores en ese lugar gracias a su importante posición estratégica, si en un futuro otra nueva amenaza llegara a la tierra ellos estarían listos para enfrentarla y podrían responder con mucha más rapidez.

Esta instalación estaba dividida en dos domos principales, en el Domo llamado 'Jeru' se entrenaba a los aspirantes a ser pacificador y contaba con grandes espacios internos para los ejercicios de entrenamiento, aunque en el último año las admisiones habían bajado debido al uso de los nuevos Boomers de Combate. En el otro Domo, 'Salem', mucho mas grande que el de entrenamiento, ahí se encontraba el cuartel general de los pacificadores, sus cuarteles albergaban a cerca de diez mil personas, todas entrenadas para actuar cuando aparezca una emergencia.

Una de ellas, mucho más preparada que todas.

Ryoga Hibiki se levanto de su cama, una vez más él se encontraba durmiendo en el centro de mando de los Pacificadores, toda esta semana había sido así. Él no podía dormir tranquilo mientras ese tal 'Dragon de las Tinieblas' amenazara al Imperio, era por eso que él no podía ir a su casa en la Tierra junto a su esposa e hija.

Ryoga tenía que seguir en su puesto, preparado para luchar cuando ese villano muestre la cara. Desde que los Pacificadores fueron creados, el comandante Ryoga Hibiki fue uno de los que se inscribió primero, ya que sentía que debía reparar de alguna forma lo que la Neo-Reina había hecho por él, no paso mucho antes de que comenzara a escalar posiciones dentro de ese lugar gracias a sus asombrosos talentos. Su sentido de la orientación nunca antes había estado tan perfecto como ahora aunque no estaba seguro cuando se lo curo, estaba firmemente convencido de que había sido la Neo-Reina la causante de ese milagro.

Poniéndose de nuevo su uniforme de Comandante, él salió de su cuarto, hoy sería un día ocupado para él. A medio camino para llegar al centro de mando, Ryoga se detuvo y de dio un pequeño golpe en su frente con su mano, 'Oh, no' Se dijo para si. 'Me olvide de llamarlas.'

Siempre, desde que había sido elegido líder de los Pacificadores, él había llamado a su esposa e hija para ver como estaban, a veces no estaban en casa pero él igual dejaba un mensaje para no preocuparlas, él no podía entender como no lo había hecho ya, especialmente como estaba la situación en el imperio. Pero Ryoga finalmente se encogió de hombros, él acabaría pronto con sus tareas matutinas y podría llamarlas, no le costaba nada esperar un par de horas ¿No es así?

Ryoga siguió caminando hasta llegar al centro de Control de la gran Base. Una vez adentro todos los pacificadores se levantaron y lo saludaron.

"Buenos días Señor."

"Buenos días a todos." Saludo él. "Ya pueden volver a sus puestos."

Todos los pacificadores asintieron y volvieron a sus tareas en el lugar, el comandante pudo observar que uno de ellos se acercaba a él con unos papeles en sus manos.

"¿Qué ocurre soldado?" Preguntó Ryoga.

"Llego un mensaje de Neptuno, señor." Contesto el Pacificador. "Aparentemente pudieron fotografiar a varios de los que los atacaron y ya nos enviaron las imágenes."

"Muy bien." Exclamo Ryoga mientras tomaba las hojas del Pacificador. "Espero que ya los hayan mandado a las otras bases."

"Así se hizo Comandante." Respondió el joven.

Ryoga asintió y empezó a observar las fotografías que se le entregaron, las fotografías de lo que parecían ser Boomers enemigos no le impresionaban mucho, pero cuando vio al guerrero de la espada su mentalidad cambio, aunque no le gustara admitirlo, estaba impresionado por el nivel y capacidad de los guerreros que parecían tener sus enemigos, él pensaba que ya conocía a todos los que eran capaces de vender a un Boomer en un combate mano a mano, pero los reportes que tenía le decía que había aun muchos más los cuales estaban trabajando por el otro lado aunque de alguna manera eso le agradaba ya que podía pelear contra ellos.

La siguiente foto mostraba a una mujer que de alguna manera le parecía familiar, no sabía porque o de donde, la mujer era hermosa, claro que no tanto como su esposa, por como la foto la mostraba era muy probable que sea una poderosa guerrera, por un momento él pensó que tal vez sea alguien que haya estado en Nerima, pero rápidamente dejo esa idea, todos aquellas personas ya no eran una amenaza. Aunque, por si las dudas, el iba a hablar con Nabiki para verificarlo nuevamente.

La siguiente foto ciertamente le sorprendió, no conocía a la chica, pero toda su apariencia gritaba sobre su herencia amazona, eso ciertamente le aprecio raro ya que el mismo se había cerciorado de que ellas ahora eran un pueblo pacifico, seguidoras de la Neo-Reina, y él ciertamente pensaba que con una mujer en el poder ellas estarían conformes. Viéndola más de cerca, él pudo ver el enorme parecido que tenía con la guerrera amazona que conoció hace tanto tiempo el cual le hizo pensar que tal vez estaban relacionadas en cierta manera. Él tendría que hacer un viaje hasta allá para estar seguro.

El pasó a la última foto.

"..."

Ryoga pestañeo.

La imagen seguía estando ahí

Ryoga pestañeo nuevamente.

La imagen seguía estando ahí.

No era una alucinación, no importaba cuanto lo deseara, él seguía estando ahí.

Casi como si se burlara de él.

Su sola presencia era desafiante.

Él no podía creerlo, después de tanto tiempo, él había vuelto.

"¿Ocurre algo señor?" Pregunto el pacificador la extraña actitud de su comandante.

Ryoga no respondió, él simplemente salió de la sala de control sin hablar con nadie, una vez afuera él fue incapaz de contenerse más y golpeo con fuerza la pared del corredor, traspasando por completo el muro de acero sólido

"¿Por qué?" Ryoga pregunto a nadie en particular. "¿Por qué has regresado Ranma?"

La mente de Ryoga estaba en un caos, mientras pensaba los terribles cambios que ocasionaría a su vida su regreso, y ni siquiera quería imaginar lo que diría su esposa cuando supiera que estaba vivo. Él miro la foto en su mano, cuando de pronto el por fin noto algo que había estado pasando por alto. Estas fotos eran las del enemigo, lo que significaba que Ranma era uno de ellos, uno de los enemigos de la Neo-Reina.

Tratando de mantener su cabeza fría, él observo con mas cuidado la fotografía en blanco y negro, a pesar de los años que habían pasado su antiguo Némesis lucía bastante joven, casi como si el tiempo se hubiera detenido para él, lo cual, Ryoga sabía bien, era imposible, él no poseía tal poder. Esta idea llevaba a la posibilidad de que el chico de la fotografía tal vez no sea Ranma, era mínima pero era una posibilidad al final de cuentas. Él tenía que saber más. Aunque obviamente no importaba si era él o no, por sus actos contra la Neo-Reina, el ya estaba condenado.

"¡Comandante!" Le hablo un pacificador que había salido del cuarto de control. "¿Coman... pero que paso?"

Ryoga miro al pacificador y luego miro al agujero que había hecho en la pared. "Eh...no es nada soldado ¿Qué es lo que ocurre?"

"Uhhm, oh perdón señor, recibimos una llamada de Sailor Pluto, quiere hablar con usted."

"¿Sailor Pluto?" Dijo Ryoga con algo de escepticismo. "Eso es raro, bueno, pase la llamada a mi oficina."

"Si, señor." El pacificador se dio la vuelta para retirarse cuando Ryoga lo llamo.

"Soldado."

"¿Si señor?"

"Que venga un equipo de reparación a arreglar esto." Dijo el Comandante Pacificador señalando al hoyo en la pared.

"Enseguida señor." Dijo el Pacificador y se retiro.

Ryoga empezó a caminar hasta su oficina, su mente realmente no pensando mucho en la Sailor del Tiempo aunque si le causaba cierta intriga. Él ya no se animaba a ver de nuevo la fotografía, la cual por alguna razón se sentía como si pesara ya una tonelada.

No en su mano, pero si en su alma.

* * *

Planeta Júpiter

No era él.

Ella estaba segura de ello.

Era imposible que sea él.

Sailor Pluto miraba una vez más la fotografía en la pantalla, desde el primer momento que la vio ella sabía que no era él, no sabía quien era pero no era él, eso es lo único que importaba. Claro que su gran parecido le impresionaba y ella se pateo mentalmente por no haber investigado más sobre él cuando lo conoció, puede que exista la posibilidad de que sea su hermano, pero ella lo dudaba.

Otro pensamiento cruzo su cabeza.

Pero ella lo descarto rápidamente.

Era imposible.

¿O no?

Si lo que estaba pensando era verdad, sus problemas ciertamente empeorarían enormemente. La posibilidad de que lo fuera era extremadamente remota, pero por experiencia ella sabía que cuando se trataba de los Saotome eso no era ninguna certeza.

Una pequeña luz amarilla empezó a brillar en su tablero de control, apretando un botón, la imagen del Rebelde en la pantalla cambio por la de su Pacificador mas confiable.

"Saludos Lady Pluto." Dijo con cortesía el comandante Hibiki. "Tengo entendido que quería hablar conmigo."

"Así es." Respondió ella. "Supongo que ya ha visto las fotos de los rebeldes que atacaron la fortaleza de las Delmo en Neptuno."

El Comandante asintió, y Sailor Pluto podía notar claramente con que fuerza trataba de controlar sus emociones. "Lo hice mi lady, y debo decir que estoy bastante... sorprendido por lo que vi."

"No es él, Comandante." Le dijo ella sin titubeos.

La cara de Ryoga pareció iluminarse cuando la escucho decir eso. "¿Esta... esta segura?"

Sailor Pluto asintió. "Lo estoy."

El Comandante Hibiki aún parecía dudoso. "Pero su parecido es tan..."

"Estoy consciente de ello." Le interrumpió ella. "No sé con seguridad quien es ese sujeto, y hay la posibilidad de que en verdad este relacionado con 'él', pero no siento su participación en todos estos acontecimientos."

"¿Hay posibilidad de que lo este?" Pregunto él.

"Ninguna."

Escuchando la gran seguridad en su voz, el Comandante Hibiki solo puso asentir, él no era nadie para discutir con Sailor Pluto, aunque su instinto le decía a gritos que ella sabía más de lo que decía, aunque cuando se trataba con Sailor Pluto eso siempre era verdad. Ella solo daba la información que necesitaba saber, todos los demás detalles eran irrelevantes, aún si le molestaba no saberlos. "¿Qué desea que hagamos ahora?" Preguntó el finalmente.

Sailor Pluto mostró una sonrisa, algo raro en ella. "Dentro de tres días, llegara al Cuartel General unos refuerzos de Urano."

"¿Refuerzos?" Pregunto el confundido Comandante Hibiki.

"Así es," Respondió la Sailor del tiempo. "Los necesitara para cuando nos enfrentemos a 'La Rebelión'"

Los ojos del comandante se agrandaron. "¿Quiere decir que...?"

"Muy pronto estaré con usted para discutir todos los detalles personalmente." Le interrumpió ella por miedo a que la conversación este siendo monitoreada. "Sailor pluto fuera."

Apagando la comunicación con el comandante pacificador, Sailor Pluto se puso a meditar sobre su próximo movimiento, Hibiki sería bastante útil para ella en estos próximos meses, incluso si su peor pensamiento se veía confirmado, él podría encargarse fácilmente de ello sin hacer muchas preguntas, aunque era poco probable que pasara en primer lugar.

No importa que es lo que planee o haga el mago Clow o ese 'Dragon de las Tinieblas', tampoco esa persona quien quiera que sea, ella siempre estaría un paso adelante, aún sin el poder de la Puerta del Tiempo, el cual recuperaría, ella iba a cumplir su promesa, sin importar que o quien se cruce en su camino.

* * *

En algún lugar del espacio.

Reiko estiraba sus brazos mientras se despertaba de su largo sueño, ella aun recordaba algo de ello, robots asesinos, cartas Clow que se activaban por su cuenta, extraños monstruos, un héroe con los ojos de diferente color, todo ello le pareció bastante emocionante y se pregunto si podría volver a soñar con él después. Luego vio el reloj al lado de su cama y vio que ya eran las ocho de la mañana, si no se alistaba de inmediato ella iba a llegar tarde a la escu...

Fue en ese momento que se dio cuenta.

Ese no era su reloj.

Esa no era su cama.

Esa no era su habitación.

Todo lo que creía era un sueño en realidad había pasado.

Y estaba en el espacio otra vez.

Eso último por alguna razón, preocupo a Reiko más. Ella se acerco a la ventana de la extraña habitación en que se encontraba y vio que en efecto ella se encontraba en el espacio, ¿Acaso ella había sido capturada por el enemigo o peor aún, sus padres la habían encontrado?

Ella ciertamente preferiría lo primero.

Lo último que recordaba era estar en los brazos de ese chico guapo llamado Genryu-kun, y luego nada ¿Acaso estaba en su nave espacial? Era algo probable, pero ¿Por qué? ¿Qué había pasado exactamente en esa isla? ¿Por qué las cartas habían actuado de esa manera tan extraña? Todo era demasiado extraño para ella.

De pronto la puerta del cuarto se abrió de repente y un chico que nunca había visto entro. "Disculpa que te moleste Genryu pero Kensu..."

El chico dejo de hablar cuando vio que la persona que buscaba no estaba en el cuarto pero en su lugar se encontraba una niña que nunca había vista.

Hubo un gran silencio mientras se miraban el uno al otro en claro asombro.

"Hola". Dijo finalmente el chico.

"Hola." Respondió ella.

Hubo otro gran silencio entre ellos por un momento.

"Este... disculpa pero ¿Quién eres?" Preguntó el joven.

"Soy Reiko la Card Master." Casi inconscientemente, aunque no sabía si estaba bien decir su nombre de guerrera mágica.

"Oh." Respondió el chico solo algo sorprendido y luego hizo otra pregunta. "¿Qué haces en la habitación de Genryu?"

"El me dijo que podía quedarme." Mintió ella, no sabiendo que mas decir.

"Ya veo." Exclamo él, Reiko no podía decir si le había creído o no. "Bueno creo que me retiro entonces."

"Hasta luego." Se despidió ella respetuosamente.

El joven asintió con la cabeza y desapareció detrás de la puerta.

Reiko por alguna razón pensó que no era bueno que ella este aquí por el momento, así que decidió también salir por la puerta para saber exactamente en que nave se encontraba y a donde se dirigía exactamente.

* * *

Jet miraba como Genryu descansaba sobre su silla en la cabina de mando de la nave, el cansancio lo había alcanzado finalmente. Él lo entendía por supuesto, la misión a la que se dirigían era algo que el había estado esperando por mucho tiempo.

Con cuidado, él se acerco al joven Líder de la Rebelión y toco el hombro del muchacho, despertándolo con cuidado.

"¿Huh?" Genryu despertó algo sobresaltado de su silla y miro al hombre mayor. "¿Ocurre algo Jet?"

"No ocurre nada." Respondió el Expacificador. "Es solo que creo que es mejor que vayas a tu habitación a recostarte un poco."

"No se preocupe, estoy bien Jet." Contesto el muchacho. "Solo estaba descansando los ojos."

"Si, te creo." Replico Jet en un tono incrédulo. "Solo ve y duerme un poco, nos espera un largo viaje y necesitas recuperar tus fuerzas."

Genryu trato de dar algún pretexto pero vio que sería inútil, por lo que se levanto dispuesto a seguir el consejo de su amigo.

Fue en ese instante que Shinji entro a la cabina de mando.

Genryu y Jet veían como Shinji lucía un poco apenado. "¿Qué ocurre Shinji?" Le pregunto Genryu. "No me digas que vienes del cuarto de Kensuke."

"¡No!, bueno si, no, no es lo quería decir." Respondió el bastante sonrojado. "Es otra cosa."

"¿Qué ocurre?" Pregunto Jet.

"Bueno..." Shinji se rascó su nuca algo pensando exactamente que decir. "Es que yo, pues, fui a tu habitación a buscarte y encontré a esa niña y solo me preguntaba ¿Quien es ella?"

"¿Una niña?" Exclamaron ambos hombres al mismo tiempo.

"Algo que quieras decirme Genryu" Le pregunto Jet.

"¿Eh?" Genryu dijo con una expresión de sorpresa. "Pero si ni siquiera se de quien esta hablando él"

"Bueno..." Respondió Shinji. "Es una chica extraña que se hace llamar Reiko la Card Master o algo así."

Genryu de inmediato supo a quien se refería él. "¿Reiko aquí? Pero se supone que ella esta en Neptuno."

Beep, Beep.

Todos se voltearon y vieron como parpadeaba la luz del tablero de comunicaciones.

Jet se acerco y toco uno de los botones del tablero, después de ver la pantalla se volteo hacía Genryu. "Es un mensaje de Neptuno."

Genryu se llevo su mano a su cara. "Porque creo que no serán buenas noticias."

* * *

Reiko se encontraba ahora caminando por lo pasillos de la nave, ella conocía los suficiente sobre naves espaciales para guiarse en una, el diseño era bastante familiar, ella encontró pronto un elevador y se metió en el. Ella lo uso para bajar hasta el nivel más inferior.

Cuando se abrió la puerta, Reiko rápidamente se puso a un lado para evitar que alguien la viera, echando un vistazo ella vio que se encontraba en una especie de hangar, también pudo ver a una chica trabajando en una nave de un diseño que ella nunca antes había visto, al ver que la chica dirigía su vista al elevador, ella rápidamente se escondió y toco uno de los botones a su lado. La puerta del elevador se cerró de nuevo y ella dejo salir un respiro de alivio.

Cuando la puerta de abrió de nuevo, la chica vio que esta vez daba a otro pasillo casi idéntico por el que había caminado antes, ella decidió explorarlo.

Ella no había caminado mas de diez metros cuando ella escucho uno ruidos que venían de detrás de una puerta, acercándose más, Reiko puso su oreja sobre la puerta.

"¡Si, eso es!"

"¡¡Guauu!!"

"¡No puedo creer que podamos ver esto Kensuke!"

"Así es, ya puedo morir feliz."

"No puedo creer que Shinji se esta perdiendo de esto."

"Ya volverá. Aun tenemos 34 horas de grabaciones para 'revisar'."

"Es verdad puede haber importantes piezas de información aquí."

"Me pregunto que diría Hikari si..."

"Oye, ni se te ocurra mencionárselo."

"No te preocupes viejo amigo, tu secreto esta a salvo."

Reiko no estaba muy segura de lo que estaba pasando detrás de la puerta pero algo dentro de ella le decía que se aleje lo más posible de ese lugar. Sin embargo, ella tan solo había retrocedido tres pasos, cuando choco con algo.

Dándose la vuelta con rapidez, ella vio que en frente de ella se encontraba una chica pelirroja de unos dieciséis años que la veía ella con ojos curiosos.

"Hola." Le saludo ella con una sonrisa. "Mi nombre es Nuku-Nuku, ¿Cuál es el tuyo?"

"R-Reiko." Respondió ella con nerviosismo.

"¿Reiko-chan?" Inquirió ella, pero luego le mostró otra gran sonrisa. "Nuku-Nuku no saber que había alguien con ese nombre en la nave. Gusto de conocerte Reiko-chan."

"Gusto de conocerte Nuku-Nuku." Dijo ella, aunque no muy segura de lo que debía decir, Reiko no podía ver como una chica que luciera tan amigable sea una mala persona.

"¿Qué haces por aquí Reiko-chan?" Le preguntó Nuku-Nuku.

"Ehh... estaba recorriendo la nave y...y me perdí." Dijo ella finalmente, tratando de no mentir mucho.

"Ohhh" Exclamo la chica. "No te preocupes, a Nuku-Nuku le ha pasado muchas veces en el pasado, pero ya no, si quieres te puedo enseñar la nave."

"¿Lo harías?" Dijo no sabiendo si estar nerviosa o agradecida.

"Claro que si Reiko-chan." Le contesto ella, luego le tomo de la mano y empezó a caminar con Reiko por el pasillo.

"Esa es la habitación de Kensuke-kun" Dijo ella apuntando a la puerta en la que había husmeado antes. "Jet-san dijo que era mejor no acercarse por ahora, no sé porque ya que Kensuke-kun es muy amable."

Reiko solo asintió no sabiendo de quien estaba hablando.

"Esa de allá es la habitación de Touji-kun y al lado de ella esta la habitación de Shinji-kun, por allá esta la habitación con las plantas de Jet-san, las cuales no hay que tocar porque el se enfada mucho." Nuku-Nuku exclamo mientras apuntaba a diferentes lugares con bastante emoción en su voz y luego se ilumino como si se hubiera acordado de algo muy bueno, ella empezó más rápido casi arrastrando a Reiko. "Ven Reiko-chan, Nuku-Nuku te va a mostrar un lugar muy divertido."

Reio se dejo llevar aunque estaba un poco sorprendida por la fuerza de la muchacha de cabello rosa. Ellas caminaron hasta casi el final del pasillo y se toparon con una gran puerta de acero.

"¿Qué hay aquí?" Pregunto Reiko con curiosidad.

"Es el salón de juegos." Contesto Nuku-Nuku. "Aunque Genryu-sama lo llama Salón de entrenamiento, hay todo tipo de cosas divertidas ahí adentro y todos los juguetes que uno pueda desear."

"¿Genryu?" Pregunto ella realmente no escuchando nada más después que ella dijo su nombre

La chica pelirroja asintió y luego apretó un botón al lado de la puerta. Cuando esta se abrió, Reiko no pudo cree lo que sus ojos veían, justo en frente de ella estaba lo que parecía ser un campo de batalla, o un deposito de chatarra dependiendo de cómo se lo mire, resto de lo que parecían haber sido Boomers estaban esparcidos por todos lados, y en el centro del lugar se encontraban otros que parecían estar tratando de agarrar lo que ella podía describir como una mancha roja, ella no podía creer como la mancha roja se movía entre los robots. Cuando finalmente se detuvo ella pudo ver con claridad que esa mancha roja era en realidad un hombre pelirrojo con una espada en su mano y una cicatriz en forma de X en su mejilla derecha. Esto por si solo la hubiera sorprendido de no ser por el hecho que los Boomers que habían estado de pie ahora caían despedazados al suelo justo como los demás que había visto antes.

El hombre miro directamente hacía donde ellas, más específicamente sobre ella

"¿Quién eres?" Preguntó el con voz casi amenazante.

Las rodillas de Reiko empezaron a temblar ya que no sabía que responderle, y algo en su interior le decía que no era bueno mentirle a un hombre que podía destruir Boomers con su espada.

"Su nombre es Reiko-chan" Dijo Nuku-Nuku. "Ella es nueva y le estaba mostrando la nave Kenshiro-san, para que ella no se pierda de nuevo."

La mirada del hombre pelirrojo se puso muy aguda, Reiko supo en ese momento que había sido descubierta, y ella fue incapaz de moverse al ver que el hombre se acercaba a ellas, cuando de repente una docena de Boomers salieron de la nada y se abalanzaron sobre el hombre pelirrojo.

"Parece que el señor Kenshiro va a seguir jugando solo." Comento Nuku-Nuku y luego apretó otro botón en la pared que cerró la puerta ante ellas, luego le mostró una sonrisa. "Es mejor no molestarlo mientras juega, el se enoja mucho cuando lo interrumpen."

Reiko solo pudo asentir, cuando por fin pudo lograr decir alguna palabra, preguntó. "¿Qué fue todo eso?"

Nuku-Nuku la miro un poco desconcertada no sabiendo a lo que se refería, luego su cara se le ilumino al ver que se refería al cuarto. "Ahh, este es el cuarto de juegos, Jet-san dijo que tiene algo que ver con Joloframas o algo así, es muy divertido, puedes hacer que te lleve a diversos lugares, donde hay muchos grandes juguetes con que jugar."

Reiko supuso que la chica se refería a Hologramas, tenía sentido ya que explicaba el aparente gran espacio abierto donde estaba ese sujeto, en esta época eso era bastante popular y los veía en todas partes, pero nunca al nivel que había visto ahí.

Luego, una vez más se vio siendo llevada por la chica a través de los pasillos de la nave, y nada que pudiera hacer al respecto.

* * *

Genryu entraba a su habitación por primera vez desde que comenzó el viaje a Urano, después de mirar alrededor por unos momentos se dio cuenta que no había nadie más, luego miro hacía la puerta y vio a Jet y Shinji parados ahí.

"No esta aquí." Les dijo él.

"Rayos, ¿Dónde se habrá metido?" Exclamo Shinji.

"Es difícil de decir." Jet replico. "Es una nave grande, puede estar en cualquier parte, será mejor que haga sonar la alarma de intruso."

"Espera un momento Jet." Lo detuvo Genryu. "Eso podría asustarla, y no creo que sea una amenaza."

"¿No crees?" Le preguntó él. "Si mal no recuerdo, en tu informe pusiste que esa chica fue la culpable de esa tormenta que apareció de repente sobre la Fortaleza de las Delmo y que exhibía otros extraños poderes."

Genryu asintió. "Así es, pero no creo que sea una enemiga, es solo una niña puede que este asustada, mejor avisas a todos que estén atentos si ven a una niña y que nos avisen cuando lo hagan, y que no la asusten."

"Lo haré de inmediato." Dijo Jet y se retiro.

Genryu estaba apunto de seguirlo cuando la luz y la alarma del comunicador de su cuarto se prendió. Él apretó un botón y pudo ver a Kenshiro en la pantalla, y por su apariencia dedujo que había ignorado la recomendación del doctor de descansar y se había ido a practicar en la Sala de Entrenamiento.

"Kenshiro, que sorpresa, estábamos a punto de comunicarnos contigo y el resto de la tripulación." Exclamo Genryu.

"Esto tiene algo que ver con cierta niña que usa un disfraz raro"

Genryu se di cuenta por el tono que no era una pregunta. "Así es, la haz visto."

"Estuvo aquí hace unos momentos con esa androide tuya." Le replico el pelirrojo samurai. "Parecía que le estaba dando un Tour por toda la nave."

Genryu se sorprendió un poco por lo que le había dicho, ciertamente no esperaba eso, aunque en cierta forma era bueno ya que con el carácter de su amiga era muy probable que la tranquilizara pero también había la posibilidad que la asustara aun más.

"Tenemos que ir a buscarlas de inmediato." Le dijo Shinji.

"No hay necesidad." Le contesto él finalmente mirando su reloj. "Ya sé donde están."

"¿Huh?" Shinji no estaba seguro de cómo sabía eso.

* * *

"Reiko-chan debe estar muy hambrienta." Dijo Nuku-Nuku mientras se movía rápidamente por toda la cocina.

"No mucho." Exclamo ella. "En verdad no tienes que tomarte tantas molestias."

"No es molestia Reiko-chan." Le contesto la chica de cabello rosado mientras llevaba unos platos hacía donde ella estaba. "Un plato de pescado termino medio para Reiko-chan y otro para mi."

Reiko miro los platos sobre la mesa y vio que a su plato le faltaba bastante para ser término medio, y el de Nuku-Nuku estaba completamente crudo. Por supuesto casi no pudo ocultar su sorpresa al ver que la chica empezaba a comerlos sin titubear.

"No vas a comer Reiko-chan." Le pregunto ella.

Reiko ya iba a responder cuando alguien la interrumpió.

"Vaya, vaya, miren a quien tenemos aquí."

Reiko se asusto y dio un salto de su silla, dirigiendo su mirada a la puerta del comedor vio que ahí se encontraba una persona familiar, la única hasta ahora, y detrás de él muchas de las personas que había visto incluyendo el hombre pelirrojo, y también otras que no reconocía.

"Con que esa es la intruso, bastante bonita para ser una niña." Dijo un chico de cabello castaño y lentes que apuntaba una cámara a ella.

"Ya cállate Kensuke la vas a asustar." Dijo el joven a su lado. "Y apaga esa bendita cámara de una buena vez."

"Ella estuvo en la isla ¿No es así?" Exclamo el sujeto pelirrojo.

El joven que conocía como Genryu asintió. "La encontré en la isla de las Delmo, debo decir que fue de gran ayuda allá."

"No es la chica que dijiste que puede usar magia" Preguntó el chico al que llamaban Kensuke.

Genryu asintió y luego camino hacía ella, "Hola, este... Reiko ¿No es así?"

La joven asintió en contestación aunque no podía verle la cara por vergüenza. "Si, perdón por todas los problemas que cause."

"¿Que ocurre Genryu-sama?" pregunto Nuku-Nuku confundida por lo que estaba pasando. "Acaso Reiko-chan hizo algo malo."

"No es nada Nuku-Nuku, lo que pasa es que Reiko-chan aquí presente aparentemente se metió de polizón en nuestra nave."

"¿Es eso verdad Reiko-Chan?" Le pregunto Nuku-Nuku, pero luego ella estuvo pensativa y se dirigió de nuevo a Genryu. "Genryu-sama ¿Qué es un polizón?"

La mitad de los que estaban de ahí se cayeron para atrás mientras Genryu se tapaba la cara con una mano, luego le susurro unas cuantas cosas por el oído a la chica que asintió aparentemente comprendiendo lo que le había explicado.

"Lo lamento, yo no quería hacerlo." Se disculpo la chica. "¡Ni siquiera sé como llegue aquí!"

Reiko pudo ver la duda en la cara de muchas de ellos, no podía culparlos tampoco, al principio ella había pensado que había sido Genryu quien la había traído aquí pero no parecía ser el caso, entonces ¿Cómo es que ella había llegado hasta este lugar?

"Si quieren yo puedo dar algunas respuestas" Dijo una voz.

Tanto Reiko como los demás voltearon para ver a un hombre parado cerca de una de las ventanas y cuya apariencia era bastante familiar para la Card Master.

"¡Mago Clow!" Exclamaron Genryu y los otros que lo conocían.

"¿Mago Clow?" Reiko ciertamente no podía dar crédito a lo que escuchaba, aunque su gran parecido a las fotos que había visto de él era un punto a su favor.

"Debí saber que estarías metido en esto." Dijo Genryu. "¿Dime, acaso es conocida tuya?"

"Es hija de unos buenos amigos míos" Replico el mago. "Y mi estudiante."

"¿Su estudiante?" Exclamaron todos incluyendo Reiko.

"Así es," Le dijo el mago mientras se acercaba a la chica mientras le daba la espalda al grupo y con una señal de su mano le pido que guardara silenció y luego se dirigió de nuevo al grupo, "Yo la envié contigo, te aseguro que ella será de gran ayuda para ti y tu equipo."

"¡¿Cómo se te ocurre hacer eso?!" Replico él con bastante enojo en su voz. "Ella es solo una niña, no puede venir con nosotros. Jet da la vuelta a la nave de una vez, regresamos a Neptuno."

"Te aseguro que es vital que vaya con ustedes." Le advirtió el mago.

Genryu lo miro de reojo. "¿Tu sabes algo mas no es así?"

El mago no respondió solo se quedo ahí parado en frente de él.

Genryu se da cuenta que no iba ser fácil sacarle algo. "Bueno, para empezar por lo menos dime ¿Cómo es que ella puede usar magia? Pensé que tu eras el único humano con excepción de las Senshi que puede usarla."

Clow mira a Reiko y le mostró una sonrisa pero a diferencia de antes, ella podía ver tristeza en ella. "Bueno creo que es hora de que conozcas la verdad. Préstamelas un momento por favor."

Reiko se dio cuenta que se refería a sus cartas, y rápidamente le mostró su mazo, no sabiendo exactamente lo que estaba haciendo, pero algo le decía que confiara en él. Para sorpresa de ella, dos cartas salieron de la baraja por si solas y fueron a parar en frente del mago.

"¿Qué vas a hacer?" Pregunto Genryu.

"Les mostrare una historia." Le respondió el mago y luego miro a Reiko. "Vista a través de los ojos de una niña."

Las cartas que habían estado flotando empezaron a brillar de un color azul brillante y todos los presentes vieron como una se convertía en una chica cubierta por completo por una capa azul, y la otra se convertía en un extraño símbolo que nadie excepto uno de los presentes podía entender.

"Estas cartas son El Pasado y la Ilusión, y nos llevaron a todos a un viaje para conocer una de las tantas historias olvidados de este Reino."

"¿A que te refieres con lle...?"

Antes de que pudiera terminar su pregunta, ambas cartas empezaron a brillar fuertemente lo que obligo que todos con excepción del mago se taparan los ojos, cuando por fin pudieron abrirlos vieron que se encontraban en un extraño cuarto blanco.

"¡¿Dónde estamos?!" Preguntó un enojado Kenshiro mientras apuntaba su espada al mago.

Genryu lo detuvo con su mano y con un gesto le dijo que bajara su espada. "No te preocupes, su objetivo no es hacernos daño, pero ciertamente espero que nos respondas esa pregunta Clow."

El mago asintió. "Estan ustedes dentro de un recuerdo."

"¿Un recuerdo?" Pregunto Kensuke.

"Así es." Exclamo el mago y luego mira a la joven Card Master. "La tuya Reiko-chan."

"¡¿Qué?!" Exclamo ella con sorpresa. "¡¿La mía?! Pero si yo...bueno... ¿Cómo es posible?"

"Bueno, como sabes la carta 'Pasado' puede transportarte al pasado, pero debido al cierre de las puertas no puede hacerlo esta vez, sin embargo ella tiene otros poderes ya que al unirse a ilusión puede mostrarle diversos hechos del pasado de una persona."

Reiko estaba sorprendida, ella pensaba que sabía todos los poderes de las cartas de su madre pero obviamente estaba equivocada, y le hizo preguntarse si su madre sabía de esto también.

"Oye, si esta lugar es un recuerdo ¿Por qué esta en blanco?" Preguntó Touji

"Este es un recuerdo olvidado." Respondió el mago. "Pero no perdido, aún esta aquí. Lo único que hay que hacer es llamarlo."

Clow entonces golpeo el suelo con su bastón y todos vieron como salían ondas que se expandieron por todo el cuarto, y delante de ellos empezó a formarse unas imágenes, al principio estaban borrosas, pero luego comenzaron a aclararse, y se pudo distinguir a un joven de cabello gris, y a un extraño y pequeño ser de color amarillo que se encontraba volando al lado del joven, ambos estaban en un cuarto lleno de juguetes y en el centro de todo una pequeña cuna. Reiko no pudo evitar reconocer a estos personajes como Yukito y Kero, en sus formas normales.

"¿Pero como?" Dijo Reiko. "Si yo nunca los conocí."

"Pero lo hiciste." Le replico Clow/Elios. "Cuando eras muy pequeña."

Genryu se dirigió al mago. "¿Oye Clow, Que es todo...?

"Shhh, vean y escuchen."

Dicho esto, todos se quedaron callados, y vieron la escena que se desarrollaba ante ellos.

Kero y Yukito se acercaron a la cuna en la habitación y vieron al pequeño bebe que ahí dormía placidamente.

"Es muy hermosa" Dijo Yukito.

"Es igual a su madre." Respondió Kero. "Por suerte no se parece nada a ese mocoso."

"Pensé que ya habías dejado de llamarlo así." Comento él con una sonrisa.

"Él sabe que es de cariño." Le contesto el pequeño ser amarillo y luego su casa se puso seria. "Dime, has hablado con Touya."

"Le he dejado una carta." Contesto él con su cara seria también. "No le he explicado todo, pero si todo lo que necesita saber, ¿Y tú?"

"Sakura piensa que me voy donde Elios, esta enojada conmigo, aunque pensaría que iba a estar mas furiosa."

"Es posible que lo este, solo que no lo demuestra." Le respondió el chico. "Como dicen, en esta nueva era las emociones negativas ya no son necesarias."

"Me gustaría ver cuanto duraran de ese modo." Replico Kero forzando una sonrisa. "Sabes, yo podría..."

"No, no podrías." Le interrumpió él. "Necesitas de mi poder también, no podrás hacerlo solo."

Kero bajo su cabeza algo apenado. "Desearía que hubiera otra forma, hacer que Sakura entendiera lo que hacemos."

"Quiero mucho a Sakura-chan, pero ella nunca lo entenderá, el potencial de la pequeña Reiko... incluso Clow no puede medirlo, pero de lo que esta aseguro es que serán necesitados."

"Lo sé." Dijo apenado Kero mientras veía a la bebe. "Tan pequeña y con tan gran carga sobre sus hombros."

Yukito miro alrededor como si hubiera sentido algo. "Creo que ya es hora."

Kero asintió y de inmediato empezó a brillar en una luz dorada, mientras a Yukito le pasaba lo mismo aunque brillaba de un color blanco. Los que observaban con la excepción de dos se quedaron sorprendidos al ver a la extraña criatura convertirse en un león gigante con alas, y al joven convertirse en lo que parecía ser un ángel.

"Increíble." Dijo Reiko, aunque ya había visto imágenes de Yue y Kerberos en sus verdaderas formas, esta era la primera vez que presenciaba la transformación de ambos, algo que su tía Tomoyo nunca antes había logrado filmar o si lo hizo nunca se lo mostró.

Luego vieron como ambos seres se colocaban en cada lado de la cuna, y desplegaban sus alas, una extraña energía se pudo ver emanando de ellos la cual empezaba a circular por toda la habitación, un extraño símbolo pareció en el suelo de repente el cual Reiko reconoció como el símbolo del sol y la luna propios de Mago Clow. Por fin, ellos pudieron ver como lo que parecía ser un pared transparente se forma alrededor de ellos y la cuna, el pequeño bebé en ella sonreía alegremente.

"¿Qué están haciendo?" Pregunto Kensuke.

"Protegiéndola." Respondió Clow.

"¿Protegiéndome?" Pregunto algo sorprendida Reiko. "¿Pero de que?

Su pregunta fue respondida inmediatamente cuando una extraña y brillante energía dorada apareció de la nada en el cuarto y empezaba a chocar contra la barrera de los Guardianas de las Cartas, casi como si tratara de traspasarla. Reiko pudo ver en sus caras que ellos estaban haciendo un gran esfuerzo para que eso no pasara.

"¿Qué es lo que ocurre?" Pregunto Genryu.

"Es la magia del Gran Sello de la Neo-Reina." Respondió Clow/Elios con algo de tristeza en su voz. "Este es el día en que ella sello por completo toda la magia de la tierra, este es el día en que perdí a dos amigos."

"¡¿Qué?!" Reiko miraba al mago y luego de nuevo a las imágenes, ahora podía ver más claramente el dolor en las caras de Kerderos y Yue. "No puede ser, ¡Diles que se detengan! ¡Se están lastimando!"

"No podemos hacer nada." Le respondió él. "Estos son eventos que ya pasaron, y aun si pudiéramos ellos no nos harían caso, Kerberos y Yue están cumpliendo su destino, su labor final como guardianes de las Cartas."

"No." Los ojos de Reiko empezaban a mostrar lágrimas mientras los veía luchar desesperadamente contra la energía dorada.

"¡Yue!" Grito Kerberos mientras su cuerpo emanaba más energía. "Fue un gusto conocerte."

"El gusto fue mío." Contesto el Guardián de al Luna y luego miro a la pequeña que parecía confundida por lo que estaba pasando. "Cuidate pequeña, vive tus sueños y conquista tu destino."

"No sé si nos recordaras." Le dijo Kerberos. "Pero si lo haces dile a tu madre que fue la más grande amiga que tuve, y que lamento no haberle dicho adiós."

"¿Estas listo Yue?"

"Desde el momento en que fui creado."

Ambos guardianes mostraron una sonrisa, y luego empezaron a brillar con mas fuerza, sus bocas lanzando un grito que no podía ser oído, la energía blanca que despedían empezó a llenar el cuarto, ya no había necesidad de explicaciones, para todos era claro lo que estaban haciendo. La energía de la Neo-Reina era tremenda, muy poco o nada se le podría comparar. Sin embargo estos dos seres estaban usando todo su poder para detener lo imparable. No había arrepentimiento en sus ojos, unos ojos que Genryu sabía también había visto hace mucho, mucho tiempo.

Los cuerpos de Kerberos y Yue empezaban a desaparecer mientras su luz irradiaba todo el lugar disipando la energía dorada, con tanta fuerza que todos tuvieron que cubrir sus ojos, con la sola excepción de Elios que simplemente no podía dejar de mirar, lo que muchos no sabían, una escena que había visto demasiadas veces.

Cuando ellos por fin pudieron levantar la mirada, lo único que todos pudieron observar fue la habitación vacía con solo la bebé y sus juguetes, pero ningun rastro del Guardián Yue o Kerberos, casi como si nunca hubieran existido, momentos después Reiko observo como su madre entraba en su habitación seguida por su padre.

"¿Qué ocurre Sakura?" Preguntó él.

"Creí haber escuchado a Kero." Respondió ella.

"De seguro fue solo la magia de la Neo-Reina, no te preocupes hasta yo sentí algo extraño mientras su energía pasaba por la casa, pero te aseguro que ahora no hay anda que temer." Le aseguro él.

Sakura asintió, luego miro a su hija y mostró una sonrisa, Shaoran se le unió poniendo su brazo sobre su hombro, ninguno de ellos consciente de lo que realmente había pasado en ese lugar, y los sacrificios que se habían hecho.

En un instante, la escena desapareció y todos se vieron de vuelta en la nave, en el exacto lugar en el que habían estado antes.

"Genial, eso fue asombrosos." Dijo Kensuke con entusiasmo, pero luego calmo sus ánimos al ver que sus compañeros no lo compartían. No tardo mucho en darse cuenta del porque al ver a la pequeña Reiko de rodillas en el piso y con lágrimas en sus ojos.

"Yo-yo no sabía." Sollozo ella. "Mis poderes, nunca me pregunte porque los tenía, yo no... ¿Porque? ¿Por qué hicieron eso?"

Clow/Elios se arrodillo delante de ella y puso su mano sobre su hombre. "Perdón por haber mantenido este secreto de ti, pero no llores, ello no lo hubieran querido así, me temo que no podrás entender sus razones aún, pero lo harás te lo aseguro, aun si no lo sabes."

El mago luego se levanto y miro a Genryu sin decir nada, la pregunta ya estaba hecha hace mucho, Genryu dio un suspiro y se acerco a la pequeña que también se había parado, sus ojos todavía un poco vidriosos, él miro a Clow y le dijo. "Será peligroso, ella todavía es una niña."

El mago asintió y estaba a punto de responderle cuando una pequeña voz e interrumpió.

"Por favor Genryu-san." Dijo Reiko, sus ojos pudieron haber estado a punto de llorar antes, pero ya no, ahora su mirada era mas decidida que antes. "Por favor, déjeme ir con ustedes."

Genryu estaba mas que dispuesto a negarse de nuevo, pero al ver la decisión que mostraban sus ojos se le era difícil hacerlo, mirando alrededor vio que a los demás parecía que apoyaban a la chica, Kenshiro se había ido totalmente desinteresado en la decisión que tomara, y ciertamente él no sabía que hacer en ese momento.

Dando un suspiro, él asintió.

La cara de Reiko se ilumino con una sonrisa, casi no podía creer lo que estaba pasando, su sueño de ser una heroína se acercaba más y más, era tal la emoción que se había olvidado por completo preguntar exactamente quienes eran todos ellos.

El mago Clow se acerco y le dijo unas palabras al oído. "Felicidades pequeña, hablaremos después."

Reiko se sorprendió por sus palabras y se dio la vuelta para intentar decirle algo, pero no pudo verlo mas, había desaparecido en el aire. "Pero ¿Adonde se fue?"

"Ya lo conoces." Dijo Genryu. "Ese mañosos nunca esta en un lugar por mucho tiempo, me sorprende que estuviera en persona y no su usual holograma."

Reiko asintió nerviosamente, no sabiendo exactamente de lo que estaba hablando, pero su sonrisa nunca dejo su cara, ella lo había conseguido. Todo estaba pasando tan rápido, pero finalmente había pasado. Ella se había convertido en una luchadora de la justicia. Ella había soñado este momento por tanto tiempo, claro esta que en es sueño ella estaba rodeada por las Sailor Senshi. Hablando de ello, le parecía raro no haber visto a ninguna todavía.

"Ho-hola Genryu." Saludo una voz nueva.

Todos se voltearon y Reiko pudo ver a una hermosa dama parada en la puerta del comedor con un estilo de vestido que ella nunca antes había visto, ella lucía algo apenada y nerviosa.

"Heh, hola tía Rouge." Le saludo Genryu con algo también de pena en su voz.

La mujer entro al comedor y de inmediato noto a la joven Reiko. "Hola pequeña ¿Quien eres?"

"Ella es Reiko." Le contesto Genryu. "Bueno, creo que ella es parte de nuestro equipo ahora."

Reiko se sonrojo un poco y solo asintió.

"Esto es fabuloso." Dijo Kensuke entusiasmado. "Con una hechicera en nuestro equipo, me sentiré mas seguro cuando nos enfrentemos contra las Senshi."

"¿Eh?" Reiko levanto una ceja al comentario de Kensuke. "Perdone, ¿Pero que quiso decir de 'enfrentar a las Senshi'?"

"Bueno, ya sabes." Le contestó el joven con gafas. "Muy pronto es posible que nos enfrentemos a ellas y..."

"Vamos Kensuke." Le interrumpió Genryu. "No la asustes, aun nos falta mucho para que nos enfrentemos a ellas directamente, eso creo. Vamos Reiko te presentare a los demás, no sé lo que Clow te haya dicho de 'La Rebelión', pero creo que te agradaran."

Reiko aun conservaba la sonrisa en su cara, más por el shock que por felicidad, ciertamente su sueño de ser heroína de la Justicia había dado un giro que nunca habría imaginado.

Y como ha toda chica que le pasa este tipo de cosas...

Ella se desmayo.

Continuara...