SAILOR MOON: INSURRECTION

Autor: Lord Kal-el
Formato HTML de Hukarovi Yanoki

Aclaración: Yo no poseo los derechos de los personajes en los que esta basado este fanfic, les pertenecen a los grande autores de Japón o a quien sea que le hayan vendido sus derechos ahora.


Capitulo 12:

Doukoku no sora
(Las lamentaciones del cielo)

"Vivir es salir en un viaje... no, salir en un viaje es vivir. Encarar el viento o seguirlo, todos los caminos llevan a la muerte... La luz en la que todos los viajes son tomados es engañosa... no esperanzadora, sino más bien descorazonadora. Y la lucha nunca termina... en todas partes de la tierra la vida emerge. Somos soplados por el viento. Las palabras que escribimos en la arena desaparecen y finalmente, cuando somos tragados por el mar no oímos las olas. Todas las criaturas deben enfrentar estas barreras de sueños. No barreras, retos."

Gieve- Heroic Prince Arislan


Planeta Neptuno
Isla Poseidón

Sailor Uranus y Neptune aterrizaron sin problemas en lo que quedaba de la pista de su supuestamente inexpugnable fortaleza, por donde sea que vieran ellas podían ver los restos de Boomers y concreto, había muchas Delmos tratando de apagar los fuegos que ardían ferozmente en el lugar.

Cuando salieran de la nave vieron a Sailor Mercury para en medio de la pista con un grupo de Delmos detrás de ellas, y todas ellas portando su armas.

"Necesitamos hablar." Les dijo ella.

Ambas Sailor asintieron y empezaron a caminar al lado de Mercury hacía la entrada de la fortaleza.

"¿Cuantas?" Preguntó Sailor Uranus

"Veinte hasta ahora por nuestro lado, y aun no hemos contado las bajas que sufrieron los otros." Respondió Sailor Mercury sin inmutarse.

"¿Cómo paso?" Pregunto Neptune.

"Hasta donde sabemos. Interceptaron una nave de prisioneros que venía para acá y se infiltraron suplantando a todos adentro, su tripulación esta siendo interrogada en estos momentos, pero no creo que nos digan mucho."

"¿Cuál era su blanco?" Preguntó Sailor Uranus aunque de alguna manera ya sabía quien era.

"El profesor Fuyutsuki escapo con ellos, junto con los demás prisioneros que se encontraban aquí." Le contesto Mercury mientras las tres chicas entraban a la fortaleza.

"¿No pudieron rastrearlos?"

Mercury negó con la cabeza. "Fue imposible, ellos lograron sabotear los satélites de vigilancia, y tenía rutas de escape diferente, es imposible siquiera determinar si siguen en el planeta."

Después de respirar hondamente. Uranus preguntó "¿Dónde esta la comandante Hagen?"

"Muerta." Contesto Mercury con pesar en su voz.

"¡¿Qué?!" Exclamo Neptuno casi en shock. "¡Esos bastardos, como se... miserables!"

Sailor Uranus golpeo la pared del pasillo con fuerza. "¡Malditos!"

"Ahora, YO quiero que contesten algunas preguntas." Dijo finalmente Mercury que parecía ya no ser capaz de contener la ira que había estado guardando. ¡¿Qué demonios estaba pasando en este lugar?!"

Las Outers la miraban a ella fríamente, como si les indignara que ella les preguntara tal cosa.

"¿A que te refieres?" Pregunto Sailor Neptuno.

"No soy tonta Neptune." Le contesto Mercury. "Sé bien que algo sumamente extraño esta ocurriendo aquí, ¿Desde cuando este lugar se convirtió en una prisión de alta seguridad?"

"¿De que estás hablando?"

"Hice unas cuantas preguntas." Le respondió ella. "Aparentemente tenías gente arrestada aquí mucho antes de que sucediera lo de Júpiter."

"Eran simples revoltosos, nada más."

"¿En serio? Entonces me puedes hablar de tu arma secreta."

Eso llamo la atención de las Outers. "¡¿Cómo puedes saber tú de ella?!" Le pregunto Uranus. "Es información altamente clasificada."

"¿Incluso para mi?"

Sailor Uranus solo la miro y Mercury pudo ver que no le iba a responder, por lo que decidió decirle que lo sabía, ya después arreglaría cuentas con ella, por ahora tenía que manejar la crisis presente. "Bueno, según los testigos la Comandante Hagen la uso para enfrentar a los rebeldes logrando destruir la nave en que llegaron y acabar con todos dentro, pero aparentemente un demonio apareció que termino destruyéndola a ella y al arma."

"¿Ella la uso?" Pregunto Sailor Neptuno, y Sailor Mercury no pudo evitar notar que ella parecía estar más preocupada por el arma que por su Comandante.

"¿Sorprendida?" Sailor Mercury le replico sin ocultar su enojo hacía ella.

"Claro, recién estamos en nivel experimental, no sabemos nada de sus efectos aún, la Comandante Hagen no debió usarla, pero es admirable en verdad." Le contesto Uranus.

"Ahora lo que quiero saber es ¿Quien te dio permiso para crear nuevas armas?" Sailor mercury la dijo de frente.

"La Neo-Reina." Le contesto ella.

"¡Serenity nunca haría nada como eso!"

"Lo hizo cuando nos dio permiso de prepararos para poder defendernos para cualquier amenaza alienígena." Le respondió Sailor Uranus. "¿O acaso no lo recuerdas?"

"¡Tu lo has dicho! Una amenaza alienígena, no contra nuestra propia gente." Exclamo con furia Sailor mercury.

"Por lo que sabemos, eso es aun posible o acaso no hablaste de un demonio." Le replico Sailor Neptuno. "Este nuevo enemigo es poderoso, quien sabe a cuantos humanos tiene bajo su poder, tú más que todos debes saber lo que pasara si no tenemos mas recursos para detener sus planes."

"Tu tenías recursos y mira lo que paso" Le replico ella sin dejar de mirarla a los ojos.

Esto pareció molestar mucho a Sailor Uranus. "Recuerda mis palabras 'Ami' este ataque traicionero lo pagaran muy caro, cueste lo que cueste."

Sailor Mercury no se impresiono mucho por sus palabras, ya estaba acostumbrada a su carácter, claro que sabía que ellas estaban ocultando mucho más de lo que decían, pero aun si las presionaba ellas no le iban a decir nada que 'Necesitara saber', lo que sea que eso signifique.

"¿Ya has hablado con la Neo-Reina?" Pregunto Neptune.

"Después, primero quería hablar con ustedes sobre lo que paso." Le respondió ella. "He pedido que nos pongan en una línea segura para presentar nuestro reporte."

"Bien." Uranus dijo con una sonrisa que estaba lejos de ser amistosa. "¿Qué estamos esperando entonces? Tenemos trabajo que hacer."

Asintiendo las tres Senshi entraron a la sala de control, les esperaba una larga noche tratando de averiguar como fue posible que todo esto haya pasado.

* * *

"¿Ella esta bien?" pregunto Genryu.

"Está bien." Le contesto Lynna. "No sufrió ninguna herida, solo algunos raspones, ahora esta durmiendo."

Ambos se encontraban en la enfermería de la base bajo el hotel Bublegum, viendo descansar a la pequeña Reiko en una cama, el traje que llevaba había sido removido y reemplazado por un traje de hospital.

"Tiene el sueño bastante pesado, yo pensé que ella ya estaría despierta para esta hora." Exclamo él.

"Lo sé." Respondió ella. "Pero se ve tan linda que nadie del equipo se atreve a despertarla."

Genryu miro como ella miraba cariñosamente a la niña aunque también el podía ver cierta tristeza, él la entendía en cierto modo, ella había sido la encargada de salvar a las personas que habían estado prisioneras en la fortaleza de las Delmo, aunque todo había salido bien, toda esa gente ahora sería perseguida justo como esa niña, las Delmo se vengarían, nadie lo dudaba.

"¿Han podido averiguar algo de ella?" Preguntó él tratando de romper el silencio.

"Nada aún." Respondió la chica. "No hay reporte sobre ninguna niña extraviada con sus descripciones aquí o en algún otro planeta, lo único que llevaba consigo era una collar en forma de llave y un extraño paquete de cartas."

Esto llamo la atención de Genryu. "¿No sujetaba ella un bastón? Estoy seguro que ella llevaba uno."

"No hay nada sobre eso en mi informe." Dijo ella mientras repasaba las hojas que llevaba. "Hey, tal vez se convirtió en una carta."

Genryu noto el tono de incredulidad en su voz. "Oye, sé lo que vi."

"Vamos Genryu." Le dijo ella. "Nadie aparte de las Sailor puede usar magia en estos días y ella es demasiado pequeña para haber pertenecido a la Black Moon Family, y de acuerdos a nuestros reportes el Mago Clow vive solo en Némesis con excepción de unas cuantas criaturas mágicas."

"¿Parece que hiciste toda una investigación sobre ello?"

"Lo hicimos." Replico ella. "Desde hace mucho nuestros agentes buscan alguna forma de igualar el poder de las Senshi, pero todo lo que pudimos encontrar fueron cientos hechizos y un montón de extraños artefactos, todos los cuales no sirven para nada, el Sello de la Neo-Reina impide que cualquier humano que no sea las Senshi use la magia, Clow se salvo porque estaba en Némesis cuando ella lo lanzo y escapo de su influencia."

"Entonces ¿Cómo fue que esta niña lo logro?" Pregunto el chico de la trenza.

"Tengo una pregunta mejor ¿Qué estaba haciendo ella allá?"

"Un pájaro azul gigante la llevo allá." Respondió él.

Lynna lo miro por un momento. "Por alguna razón, no tengo ningún problema en creer eso."

Hubo un breve silencio entre ellos, hasta que Lynna habló de nuevo. "¿Dime es cierto que te vas mañana temprano?"

"Así es." Respondió él. "Jet ya esta alistando la nave. Partiremos a la primera luz."

Beep, beep.

"Parece que te están llamando." Lynna dijo mientras apuntaba al localizador en su reloj.

Genryu lo observo y luego se dirigió a Lynna. "Tengo que ir a otra reunión."

"Buena suerte." Le dijo ella.

Él asintió y salió de la habitación, Lynna se quedo unos momentos más, arropo a la pequeña Reiko en su cama, dándole una última sonrisa, ella también salió de la habitación.

Cuando ella salió de la habitación, ella no fue capaz de ver a otra figura más que se encontraba ahí, el mago Clow/Elios, o mejor dicho su proyección astral, entro a la habitación y se puso a contemplar a la pequeña, la almohada de la pequeña empezó a brillar de un color amarillo y el observo a una criatura en forma de hada saliendo de ella.

"Gracias por el favor." Le agradeció él con un tono educado. "Pero no dejes que se despierte hasta mañana."

La criatura asintió y volvió a la almohada.

A pesar de ya no ser el poseedor de las Cartas Clow, Elios aún era amigo de ellas, ser su creador le daba ciertos privilegios especiales, aunque no pudiera usarlas como antes, todas ellas estaban dispuestas a ayudarlo en el mejor interés de su nueva ama. Tras escucharlo atentamente, las cartas habían aceptado su plan. Cuando salga el sol, la otra carta actuaría para ejecutar la penúltima parte del plan, después de eso todo dependería de Reiko.

* * *

Planeta Tierra
Castillo de Cristal Tokio.

Había pasado una hora desde que escucharon la noticia en la Tierra sobre el ataque a Neptuno, todas las Sailor se encontraban en el salón real junto a La Neo-Reina Serenity y el Rey Endimión, también estaban sus consejeros reales Luna y Artemio en sus formas humanas, su hija Diana acompañaba a la princesa Usagi que se encontraban, por alguna razón, un poco más alejados del resto.

Todos esperaban el llamado de Sailor Mercury, que había enviado un comunicado a la Neo-Reina que pronto se comunicaría con ella para darle un reporte exacto de lo que paso, todos conocían el carácter de Mercury para dar reportes precisos, por lo que en cierta manera entendían su tardanza, hasta ahora lo único que sabían era que el líder rebelde que había sido capturado había escapado junto con muchos más.

Sailor Venus se apoyo contra la pared del salón visiblemente frustrada. "Odio esta espera."

"No creo que tarde mucho." Le dijo Sailor Jupiter. "Ya sabes como es ella. Pero aún no puedo entender lo que esta pensando ese 'Dragón de las Tinieblas'"

"¿Qué quieres decir?" Pregunto Sailor Mars. "Es un simple villano como todos aquellos que hemos enfrentado antes."

"¿Lo es?" Le pregunto en respuesta Sailor Venus. "Porque entonces tomarse la molestia de liberar a uno de los suyos, ningún de nuestros anteriores enemigos hizo algo como eso."

"Puede ser que aún tuviera utilidad para él." Respondió Júpiter.

"Puede ser." Por su tono se podía ver que Sailor Venus no estaba muy convencida. "Pero entonces porque no ataco con la nave que vimos en Júpiter, con el poder que tenía, a pesar del poder que tienen los soldados de las Outers, creo que el enemigo hubiera sido capaz de acabar con todos en esa fortaleza en poco tiempo, ya viste las imágenes, ellos atacaron con solo un pequeño grupo de naves."

"Entiendo tu punto." Dijo la Neo-Reina habiendo escuchado a sus amigas. "Este nuevo enemigo actúa extrañamente, pero creo que no debemos sacar conclusiones hasta que Sailor Mercury nos llame."

Todas las Sailor presentes asintieron, ellas podían ver que Serenity también estaba nerviosa, y no podían evitar sentirse furiosas contra el 'Dragon de las Tinieblas' por hacerla sentir así.

Un pacificador entro en ese momento al salón real. "Disculpe Alteza, pero Sailor Mercury ha vuelto a llamar."

"Comuníquela inmediatamente."

El pacificador asintió y salió del saló, unos momentos después un pantalla holográfica apareció delante de ellos, gracias a la nueva tecnología de comunicaciones creada por Mercury en base a cristales esto era posible, por ahora esta solo existía en el palacio, y algunas bases Pacificadoras, pero había planes para hacerla accesible a todo el mundo. Pero ese era un pensamiento que no pasaba por ninguno de los presentes en estos momentos.

"Saludos Neo-reina." Dijo Sailor Mercury. "Disculpe mi retraso, pero tardamos un poco en reunir todos loas datos sobre lo que paso junto con las Outers Senshi."

Sailor Neptune y Sailor Uranus salieron en la pantalla.

"Gusto de ver que todas están bien." Exclamo Serenity.

Sailor Mercury asintió y luego continuó. "Hace cuatro horas fuimos atacadas por los soldados de la 'Rebelión', los cuales se infiltraron a la fortaleza usando una nave de transporte de prisioneros, de alguna manera que aun no logramos averiguar, ellos lograron introducir un virus a nuestro sistema de computadoras que inhabilito todos los sistemas de defensa automático, momentos después ellos atacaron, todos aquí fuimos tomadas por sorpresa con su ataque, yo misma quede inconsciente al poco tiempo."

"¿Estas bien Mercury?" Pregunto la princesa Usagi.

"Estoy bien pequeña dama." Le dijo ella con una sonrisa para tranquilizarla. "Solo un poco herida en mi orgullo, bueno como decía, los rebeldes lograron con éxito escapar con el Sub-comandante Tojo Fujutsuki y varios prisioneros, usando aparentemente dos vías de escape. En este ataque nuestro enemigo mostró unas increíbles armas y aparentemente cuenta con varios hechiceros, demonios, y robots de gran de poder."

"¿Qué?" Dijo con asombro el Rey Endimión. "¿Nuestro enemigo tiene tantos recursos?"

"Así parece." Contesto ella. "Pero hay incluso, todavía mas preocupante aún."

"¿Qué es, Sailor Mercury?" Pregunto la Neo-Reina algo intrigada.

"Hemos logrado acceder a los bancos de memoria de los Boomers que no fueron destruidos por completo y hemos logrado obtener algunos imágenes de nuestros atacantes. En estos momentos las estoy poniendo."

Otra pantalla holográfica apareció al lado de la en que se encontraba Mercury, en ella se podía ver la imagen de extrañas figuras robóticas, uno podría pensar que eran Boomers, pero después de ver bien, no se parecían a ningún boomer que ella hayan visto antes, su forma parecía casi femenina, podían ver que se trataba dos modelos uno blanco y otro azul marino.

Aclarándose la garganta, Sailor Mercury explico. "Estos son dos de los robots que nuestro enemigo uso, tenemos reportes que había uno de color verde oliva pero hasta ahora no hemos hallado ninguna imagen suya, lo que si sabemos es que su poder es mayor que el de los Boomers que usamos, tanto en reflejos como en fuerza."

"Increíble." Dijo Sailor Venus. "Siempre creí que los Boomers eran algo feos, y no apoyaba mucho la idea de su uso, pero la idea de que nuestro enemigo tenga algo mas poderoso que ellos es algo espeluznante."

"En verdad." Replico la Neo-Reinma. "Pero no creo que eso sea todo ¿No es así, Sailor Mercury?"

Sailor Mercury asintió. "He encontrado en verdad algo sumamente extraño."

Nuevas imágenes empezaron a aparecer en la otra pantalla, esta vez de seres humanos, había una chica de cabello negro portando unas extrañas mazas que lucían bastante pesadas, había una mujer con un traje extraño que las hizo recordar a las vestimentas Hindú, luego apareció un hombre de cabello pelirrojo, usaba una gabardina negra, pero su rasgo mas visible era su cicatriz en forma de X en su mejilla derecha, también apareció alguien que de inmediato capto la atención de la princesa Usagi, la imagen estaba en blanco y negro algo borrosa, como si se estuviera moviendo a alta velocidad, pero la foto había sido retocada un poco y se podía ver sus jóvenes facciones, su cabello estaba atado atrás en una trenza, y llevaba un traje de estilo chino.

"¿Ocurre algo Pequeña Dama?" Pregunto Artemis al ver su inquietud.

"¿Eh? No es nada." Usagi respondió con un poco de nerviosismo y luego siguió viendo las imágenes esta vez mucho más atenta que antes.

"Estos son unas imágenes de los atacantes principales." Exclamo Sailor Mercury. "No sabemos sus nombres, pero como pueden ver son personas bastantes particulares."

"No hace falta decirlo." Dijo Sailor Venus. "No recuerdo la última vez que vi a gente vestida así."

"Es mucho mas que eso." Dijo Mercury. "El sujeto que más me llamo la atención fue el joven vestido en ropas chinas, su imagen esta en blanco negro ya que el disco duro del Boomer que la capturo sufrió serios daños y fue la única que pude obtener, pero aún así, él es el vivo retrato del sujeto del que les hable, Ranma Saotome."

"¿Ranma Saotome?" Repitió princesa en voz baja.

"¿Estás segura?" Pregunto la Neo-Reina.

"No todavía." Dijo la Sailor. "Es por eso que hice una investigación de los otros para ver que más encontraba, cuando puse las señas del hombre vestido de Samurai, encontré algo interesante en la base de datos históricos de mi computadora, aparentemente había un samurai con la misma cicatriz y cabello pelirrojo durante la era Meiji llamado Hitokiri Battosai, aunque no estoy segura si ese es su verdadero nombre. De las otras chicas, no descubrí mucho excepto que aparentemente había una tribu de guerreras en China que usaba la misma clase de armas, de la otra identifique su vestido y joyas los cuales aparentemente usaban algunas familias de la India en el pasada las cuales eran de clase alta."

"Aun me sorprende de lo que eres capaz de averiguar." Le dijo Sailor Mars

"Pero..." Luna dijo, aunque no muy segura. "¿Qué significa esto? ¿Acaso crees que nuestro enemigo haya resucitado guerreros del pasado?"

"Es una posibilidad." Contesto ella. "No sabemos aún la magnitud de poderes que posee nuestro enemigo, pero si lo ha hecho les ha dado poderes increíbles, según los datos que tengo muchos de ellos fueron capaces de acabar con Boomers con simplemente sus manos, hay reportes de que un par de ellos usaban algún tipo magia, es difícil de confirmarlo ya que muchos de las testigos están todavía en shock y no recuerdan exactamente lo que paso."

"Pero es preocupante." Dijo la Neo-Reina. "Si en verdad nuestro enemigo puede hacer es, tenemos que actuar con mucho cuidado."

"Hay algo más que quisiera que viera su Majestad." Exclamo Mercury.

Las fotografías por otras que mostraban a un extraño ser, la imagen no estaba muy nítida, pero se podía distinguir a un ser con apariencia humanoide y que aparentemente tenía seis brazos.

"Perdón por la imagen." Dijo Sailor Mercury algo apenada. "Pero fue lo único que pudimos extraer de uno de los boomers."

"Ese es el supuesto demonio, ¿No es así?" Inquirió el rey Endimión.

Mercury asintió. "Así es, apareció solo al final y aparentemente fue el que mato a la Comandante Hagen después que esta se puso el traje de Batalla para acabar con los robots enemigos."

Esto tomo desprevenidos a muchos de los que estaban ahí, pero no a todos.

"Disculpa Mercury ¿Acaso dijiste 'Traje de Batalla'?" Pregunto Sailor Venus.

Sailor Mercury asintió.

"¿Pero que es eso?" Preguntó de nuevo la auto nombrada Sailor del Amor. "Yo nunca antes he escuchado sobre eso."

"Ni yo hasta ahora." Respondió la Sailor y luego miro a las otras Sailor que estaban de su lado. "Pero aparentemente era algo que estaba siendo creado aquí."

La Neo-Reina dio un paso adelante. "Yo di la autorización, Sailor Mercury."

La Sailor abrió sus ojos en sorpresa, aparentemente no esperaba que su amiga dijera eso. "Pero...su alteza... ¿Usted lo autorizo?"

Serenity asintió de nuevo, "Así es, las Outers Senshi me hablaron sobre un nuevo material que se había descubierto en Titán, el cual podía autorizarse para dar una mejor protección a la gente, es por eso que lo hice."

Sailor Mercury asintió, ella ciertamente entendía el razonamiento de su líder. "Disculpe su alteza, pero aparentemente este 'metal' fallo en su uso, una testigo que estaba en la pista, cuando la comandante estaba peleando con ella empezó a actuar de manera extraña, el traje le afecto de algún modo que hizo que caerá al suelo, momento en el cual el monstruo acabo con su vida. Ella no pudo hacer nada debido a que estaba demasiado herida para moverse."

"Lamento escuchar todo eso." Dijo la Neo-Reina con mucho pesar en su voz. "Pero si en verdad ese traje no funciona y es peligroso voy a tener que cancelar todos los experimentos que se están haciendo."

Sailor Neptuno y Sailor Uranus asintieron al mismo tiempo. "Como ordene, su Alteza."

"Le ruego alteza que nos perdone." Dijo Sailor Neptune apenada. "Por haberle fallado de esta manera. Este ataque nuca debió pasar en primer lugar."

"Aceptaremos cualquier castigo que usted crea sea justo." Termino Sailor Uranus.

"Por Favor, Neptune, Uranus." La cara de Serenity no se veía en ninguna forma enojada, más bien agradecida al ver que sus amigas estaban bien. "Estoy segura de lo que paso no fue su culpa, no tenían forma de saber que las iban a atacar."

"No es así." dijo Uranus. "Debimos estar mejor preparadas."

Sailor Neptune asintió. "Así es, pero le aseguramos que estos miserables pagaran por lo que hicieron."

"Entiendo su furia." Les respondió la Neo-Reina. "Pero por favor, no se entreguen a ella, todas juntas nos aseguraremos de que esos malvados reciban lo que se merecen."

Todas las Sailor asintieron, se había sacrificado mucho para lograr esta nueva era, y ninguna de ellas podía permitir que este nuevo villano la estropeara.

"Muy pronto regresare a la Tierra." Dijo Sailor Mercury. "Me quedare aquí por lo menos un día más tratando de encontrar a los responsables aunque temo que ya estén bien escondidos."

"No te preocupes." Le dijo Sailor Mars. "Tarde o temprano saldrán de nuevo y esta vez estaremos preparadas para ellos."

"Ya lo creo Sailor Mars. Pero mientras tanto enviare fotos de las imágenes a las distintas bases pacificadoras con suerte ellos podrán encontrarlos antes de que ataquen de nuevo."

"Bien entonces." La Neo-Reina le dirigió una sonrisa. "Estaremos esperando tu regreso, Sailor Mercury."

"Hasta entonces su Alteza." Se despidió Sailor Mercury, momentos después ambas pantallas holográficas se apagaron.

La princesa se acerco a su madre que permanecía aún pensativa por lo que había escuchado, así como el resto de las personas en el salón.

"¿Disculpa Madre?" Se disculpo ella.

"¿Qué ocurre hija?" Pregunto Serenity al ser sacada de sus pensamientos por ella.

"Quisiera excusarme si no es molestia." Le contesto ella.

"Te entiendo." Su madre exclamo. "Ha pasado por mucho estos últimos días, puedes retirarte a descansar, tus tías, tu padre y yo podremos encargarnos de todo ahora."

Asintiendo, la princesa Usagi salió del salón real seguida por Diana. Cuando la puerta se cero tras de ella, la madre de Diana, Luna se acerco a La Neo-Reina.

"¿Disculpe Su majestad?" Dijo ella con respeto.

"¿Qué sucede Luna?" Preguntó ella al ver que su cara lucía más preocupada que la suya.

"Estaba pensando, no cree que sea el tiempo de hacer la ceremonia de la Princesa."

"También lo pensé." Contesto ella. "Su cumpleaños es en un par de días y no quisiera agobiarla con tan pesada carga lo que debe ser un feliz acontecimiento para ella, pero como están las cosas no quisiera que se involucrara más."

"Creo, mi amor." El rey Endimión le habló. "Que es muy posible que vayamos a necesitar de ella para vencer a este enemigo."

Serenity asintió. "Tienes razón, pero aún así esperare hasta después de su cumpleaños, aunque estoy segura que no nos decepcionará."

"Nunca lo ha hecho." Contesto su amado.

"Mi Reina ¿Qué es lo que desea que hagamos?" Pregunto Sailro venus.

"Por ahora, será mejor doblar la vigilancia en Tokio de Cristal." Le respondió ella. "No vaya ser que nos interrumpan mientras celebramos el cumpleaños de la Pequeña Dama, hay que poner a los pacificadores en alerta ante cualquier señal sospechosa, nuestro enemigo puede sentirse confiado por lo que logro y sin duda querrá repetirlo, pero no dejaremos que eso pase."

Todas las Sailor asintieron y salieron del salón listas para cumplir todas sus órdenes, sin embargo una de ellas aún estaba con algo de duda, ciertamente sabía que su enemigo ocultaba algo pero no dejaba de pensar que su lado no era el único que lo hacía.

* * *

Planeta Neptuno.
Tienda de lencería 'Silky Doll'

"¿Estas seguro?" Pregunto Sylia.

"Lo estoy." Respondió Genryu.

En la oficina de Sylia Stingray, el nuevo comandante tenía su primera asamblea con todos los líderes de la rebelión reunidos, además de ella, Ritsuko Akagi, Misato Katsuragi, Tomoyo Daidoji, y el recién rescatado Sub-Comandante Kozo Fuyutsuki, cada uno ocupando una pantalla particular en la oficina.

"Aun no estoy convencida que sea una buena idea." Comento Ritsuko. "No sabemos casi nada de lo que sucede allá, como nuestro Comandante en Jefe no deberías exponerte así, lo que paso en la fortaleza de las Delmos lo prueba."

"Eso es algo de lo que también quería hablar." Respondió el muchacho de la trenza. "Con el señor Fuyutsuki con nosotros nuevamente, creo que ya no me necesitan como el Comandante."

"Te equivocas." Respondió el anciano hombre, el cual ahora hablaba desde una cama de hospital. "Aun cuando me recupere, yo no creo el adecuado para ocupar ese puesto, es más estoy a favor de que tu lo sigas ocupando."

"¡¿Yo?!" Pregunto Genryu con incredulidad. "Pero porque, yo no he estado con ustedes desde el comienzo, digo, no es mejor que uno de ustedes asuma el mando."

"Estamos en una fase critica." Le dijo Ritsuko. "Cualquier error que cometamos y las Sailor nos descubrirán, por ahora el Status quo en que estamos parece estar funcionando, contigo al mando la moral ha aumentado considerablemente."

"Estoy de acuerdo con lo que dijo Ritsuko-chan." Dijo Tomoyo. "Pero ciertamente debemos hacer algo con tu disfraz ante las cámaras."

"Eehh...bueno, vera." Genryu dijo con nerviosismo, no sabiendo como decirle que ni muerto el usaría un traje como ese otra vez.

"Dejando a un lado eso." Misato exclamo, ganando un silencioso 'gracias' de Genryu. "Sé que estás ansioso de ir hasta Urano, pero es demasiado peligroso."

"Lo sé." Contesto el joven Saotome. "Pero tengo que ir hasta allá, es la primera pista segura que tengo de mi padre y tengo que seguirla."

"Veo que nada de lo que digamos te hará cambiar de opinión ¿No es así?" Comento Ritsuko.

Genryu asintió. "También quiero saber que paso con toda la gente que fue llevada hasta allá, de una u otra forma voy a averiguarlo."

"Esta decidido entonces." Dijo el Sub-Comandante. "Apenas me recupere, iré a Júpiter para dirigir las operaciones de trabajo y después iré al 'Metatron.'"

"Es seguro que nos seguirán buscando a nosotros en el planeta," Dijo Sylia. "Pero si Genryu es exitoso en su misión, creo que lograra que desvíen su atención a otro lado."

"Bueno, cada uno de nosotros sabe lo que debe hacer." Dijo Ritsuko. "Buena suerte Genryu."

"Te enviare tu nuevo traje muy pronto." Le dijo Tomoyo mientras se despedía.

Los demás líderes hicieron lo mismo y en poco tiempo, solo Sylia y Genryu quedaban en la oficina.

"Bueno, creo que es tiempo de que vaya a dormir." Dijo Genryu que se veía muy cansado. "Mañana será un día muy largo."

Sylia asintió. "Buenas noches, Genryu"

Mientras Genryu salía de la oficina, el fallo en notar a otra figura entrar a su oficina. Cuando la puerta se cerro, Sylia se dio la vuelta y confronto al hombre que salía de las sombras.

"Debiste decirle." Le dijo Nygel, su jefe de mecánicos.

"Aún no es seguro." Le dijo ella. "Puede ser que sea solo casualidad, haré que mi gente revise la información de nuevo y descubrirán que esta mal."

"No lo creo, ni tu tampoco." Le contesto él.

"Me conoces demasiado bien." Sylia le mostró una débil sonrisa, se dio la vuelta de nuevo y puso las manos en su escritorio. "Solo espero que ambos estemos equivocados, si 'ella' sigue viva..."

"Lo sé." Exclamo él mientras le tocaba su hombro con su mano.

Sylia tomo su mano y la puso sobre su cara casi como si estuviera en busca de consuelo.

"¡Maldita seas!" Dijo ella mientras se paraba y abrazaba a Nygel. "¿Por qué no te quedaste enterrada? ¿Por qué tuviste que resucitar?"

* * *

Mackey Styngray estaba caminando por los pasillos de los hangares, ahora él se encontraba haciendo el reporte de daños de las naves que participaron en combate. A pesar de ser el hermano menor de la líder de la Rebelión en Neptuno, él no recibía tratamiento especial, por su propio pedido. Él trabajaba con el jefe de mecánicos Nygel, era piloto de rescate, se encargaba del papeleo. Muchos decían que el trabajaba demasiado, pero a él no le importaba, le gustaba mantenerse ocupado y no quería sentirse una carga para los demás, especialmente su hermana. Él también esperaba la llegada de Nene para poder contarle todo lo que había pasado y agradecerle por su ayuda.

Mientras terminaba de llenar sus planillas, el noto que había alguien más en el hangar, al cual él inmediatamente reconoció.

"¿Shinji? ¿Qué haces aquí?" Le preguntó el muchacho.

Shinji lo miro y Mackey noto que él lucía bastante triste. "Hola Mackey ¿Cómo estás?"

"Yo estoy bien, pero veo que tu eres otra historia ¿Qué ocurre?"

"Lo lamento, en que estaba pensando en lo que paso." Contesto él mientras continuaba con su mirada melancólica.

"¿Que tiene? La misión salió como se planeaba, fue todo un éxito."

"¿Éxito? ¿Qué hay de la gente que murió por mi culpa? Los pilotos que estaban bajo mi mando, se supone que yo los llevaría a la victoria pero..."

"Y eso hiciste" Le interrumpió Mackey que ya tenía una idea a donde estaba yendo esto.

"Pero varios de ellos murieron, yo no pude hacer nada por salvarlos." Shinji parecía estar a punto de llorar.

"Todos los sabemos. Estas cosa pasan, no se pueden evitar"

"¡¿Quieres que le diga eso a su familias?! ¡¡Que estas cosas pasan!!"

"No, claro que no." Le respondió él. "Mira, todos conocemos los riesgos, TODOS, el solo estar aquí es una sentencia de muerte para todos, pero es algo que escogimos, como también lo hicieron Joe, Cortez, Takemi, Kira y Nakeuchi, como también lo hiciste tú"

"¿Los conocías?" preguntó Shinji al ver que su amigo también lucía triste.

Mackey asintió. "Eran buenas personas, y conocían los riesgos de esta misión. Ustedes eran superados tres a uno, cualquier otro escuadrón hubiera sido aniquilado por completo, tu hiciste un excelente trabajo allá afuera y no tienes que castigarte por ello."

"Ojalá fuera tan sencillo de hacer."

"Lo sé," Él le puso una mano en su hombro. "Como dice mi amigo Nygel, cada uno de nosotros tienes sus propios demonios y los enfrentamos a nuestra manera, estoy seguro de que también podrás hacerlo."

Shinji lo miro con extrañeza y luego le mostró una sonrisa. "Parece que te están volviendo un filosofo en este lugar."

"O si yo te contara lo que pasa en este lugar," Mackey también le sonrió. "Pero creo que esa es un historia para otra ocasión, mira."

Shinji se dio la vuelta y vio que Rei se acercaba hacía ellos.

"Ikari-kun" Rei lo llamo.

"¿Qué ocurre Rei?," Pregunto él.

Reia asintió. "Tenemos orden de ir a la Nave 'Millenium Horse', saldremos por la mañana."

"¿Tan pronto?" Pregunto Mackey.

"La orden ya fue dada." Contesto la muchacha de cabello azul mientras se daba la vuelta y regreso por donde vino.

"Bueno," Mackey toco de nuevo el hombro de Shinji. "Creo que nos veremos luego entonces."

"Cuenta con ello." Shinji se despidió de él y rápidamente corrió para alcanzar a Rei.

Mackey sabía que su amigo todavía tendría muchos obstáculos y demonios personales que superar, pero él sabía que podría salir adelante, él también había sido como él alguna vez y gracias a la ayuda de la gente que lo rodeaba él pudo hacerlo, y esperaba que Shinji se diera cuenta de ello.

* * *

Solo en su habitación, Kenshiro observaba las heridas en su cuerpo, el había tenido dos costillas rotas, y varios golpes y hematomas por todo el cuerpo, él ya había recibido tratamiento y en un par de días estaría como nuevo.

Pero él no esperaría tanto tiempo.

Él aun no estaba listo.

Lo que paso en la fortaleza le enseño eso, él había perdido, aun cuando él había acabado para siempre con las Delmos Dorados, él había perdido. Él había perdido la batalla contra la Comandante, no era ninguna excusa que el haya estado cansado, derrota es derrota, era un milagro que él no estuviera muerto ahora.

Si no fuera por su sed de venganza, él desearía que la mujer haya acabado lo que empezó.

Ahora él necesitaba hacerse más fuerte, el enemigo que lo esperaba al final de su camino era aun más fuerte e inmisericorde que aquel que había enfrentado en esa isla.

Poniéndose de píe, él practico unos pequeños movimientos de espada, pero casi de inmediato el cayo de rodillas preso del dolor de sus heridas. Él golpeo el suelo con su puño en frustración, luego se puso de pie usando su espada como apoyo, cuando levanto su cabeza, él miro directamente el espejo de su cuarto, pero no vio su imagen reflejada ahí.

Él vio a un niño, diez años más joven que él, su cabello era pelirrojo, sus ropas estaban casi destrozadas, su mejilla derecha mostraba una profunda herida y en sus manos estaba un pedazo que alguna vez le había pertenecido a una espada.

Él luego vio otra vez a ese niño parado en frente de una tumba debajo de la lluvia, y observo como el chico se acercaba la espada rota a su rostro y aguantando todo el dolor él hizo otra herida en su mejilla del mismo tipo que ya tenía, formando una equis sangrienta.

Toc, toc

El golpe en su puerta lo saco de su transe y cuando miro de nuevo el espejo vio que ahí solo estaba él.

"Adelante." Dijo él finalmente mientras ponía su espada en su cinturón.

La puerta se abrió y Kensuke dio un paso adelante. "¿Kenshiro?" Llamo él en un tono nervioso.

"¿Qué es lo que quieres?" Preguntó el sin mostrar ninguna emoción.

"Gulp... bueno, Genryu dijo que vayamos a la nave, ya que mañana partimos a primera hora."

"Bien." Respondió él. "Ya puedes retirarte."

Kensuke asintió y se retiro rápidamente al notar que el espadachín definitivamente no estaba de buen humor.

Al irse el muchacho, Kenshiro saco nuevamente su espada, su cuerpo aún le dolía intensamente, pero no le importaba, él tenía que hacerse mas fuerte, el monstruo que lo había estado espantando desde que era un niño aun lo estaba esperando allá al final de su camino y necesitaba hacerse mas fuerte si deseaba intentarlo.

Y el lo sería.

Él definitivamente lo sería.

* * *

"Princesa ¿Qué es lo que pasa?" Pregunto Diana mientras entraba a la habitación de la princesa. "Porque no te quedaste en el salón con todas las demás."

"Estaba un poco cansada." Le respondió ella.

"No me engañas." Le contesto ella. "Soy tu amiga de toda la vida y reconozco cuando estás mintiendo."

Usagi la miro y vio que ella no se iría hasta obtener una respuesta. "Lo reconocí."

"¿De quien estas hablando?" Preguntó Diana, y luego de unos momentos ella abrió grandes sus ojos al darse cuenta de lo que estaba hablando. "¿No me digas que conoces a uno de los tipos que mostraron?"

Usagi asintió.

"¿Entonces porque te quedaste callada?" Le cuestiono su amiga. "Puede ser importante, dime ¿Quién fue? ¿No me digas que es ese tipo vestido de Samurai?"

"No," contesto ella. "Era el chico que tenía el pelo atado en una trenza."

Su amiga abrió grande los ojos. "¿Pero como? ¿De donde lo conoces?"

"Fue quien me salvo en el castillo Caronte." Usagi respondió. "Pero no estoy segura si es el mismo."

"¿Cómo que no estas segura?" Le dijo ella. "¿Es él o no?"

"Bueno, su imagen es la misma, pero el nombre que me dio fue otro." Le contesto la chica de largo cabello rosado. "Además la imagen esta en blanco y negro e incluso un poco retocada, puede ser que solo se le parezca."

"De cualquier manera tienes que decírselo a tu madre y a tu padre." Le aconsejo su amigo."

"¡No!" Dijo ella con un poco de miedo. "No puedo hacerlo, ellos podrían no entender y hacer que lo arresten, yo no puedo acusarlo solo porque se aparece a uno de esos villanos, puede que sea simple coincidencia."

"Pero amiga." Diana la miro fijamente. "Tu misma dijiste que él te rescato en Plutón, ¿No crees acaso que es más que simple coincidencia? ¡Él pudo haber sido el causante de tu hayas estado en peligro en primer lugar!"

Usagi no le respondió.

"Tenemos que decirle a la Neo-Reina." Dijo finalmente Diana y se dirigió a la puerta.

"¡No!" Grito la princesa mientras se interponía en el camino de su amiga.

"Pero princesa..."

"Por favor Diana, tienes que prometérmelo que le dirás a nadie lo que te conté."

"Pero..."

"¡Por favor, Diana!" Usagi miro a su amiga con ojos suplicantes. "Te lo pido, por favor no se lo digas."

Diana aparto sus ojos de ella. "Está bien. Pero entonces, tu tendrás que decírselo."

"Lo haré." Le contesto ella. "Después de que lo vea a él otra vez."

"¡¿Qué?!" Diana exclamó no pudiendo creer lo que su amiga dijo. "Acaso estás loca Usagi, no puedes hacer eso."

"Tengo que hacerlo, Diana." Le contesto ella. "Aun si es verdad que él es el enemigo, estoy segura de que él es una buena persona."

"¿Cómo puedes estar segura de eso?"

"Solo lo sé." Usagi respondió con una decisión en su voz que su amiga raras veces había visto.

Dando un suspiro, Diana preguntó. "¿Pero como lo encontraras? Él puede estar en cualquier lugar ahora."

"Ya encontrare la forma." Le contesto Usagi con una sonrisa.

Por alguna razón, Diana sabía que no le iba a gustar a donde todo esto iba a parar, lo único que podía hacer ahora era confiar en su amiga y en su buen juicio pero no podía evitar sentir un sentimiento raro en su interior que le decía que había algo más, algo que ni la misma princesa sabía que la estaba llevando a hacer esto, no era algo malo pero si misterioso.

* * *

La mañana siguiente
Hospital clandestino de la Rebelión.

Mientras Reiko dormía pacíficamente en su cama, su almohada empezó a brillar de nuevo de un color azul y la pequeña hada que había estado velando su sueño salió de ella, dándole una ultima sonrisa a Reiko, ella se convirtió en carta nuevamente y volvió al resto de la baraja que estaba ahora al lado de Reiko y segundos después una segunda carta emergió del montón, la carta brillo de un intenso dorado y se convirtió de nuevo a su forma original, el cual a primera vista parecía ser un corazón con grandes alas a los lados.

Era la carta de Movimiento.

Abriendo grande sus alas, la carta cubrió con ella a Reiko junto con sus hermanas de la baraja y en un instante, todas habían desaparecido del lugar.

Por lo general esta carta solo podía mover objetos y personas por unos cuantos metros cada vez, apareciendo y desapareciendo cada vez, pero esta vez era diferente ya que en pocos segundos había recorrido trece kilómetros, apareció en una oficina en un kiosco de revistas, luego en un onsen, por suerte era aún de madrugada y nadie la vio o si alguien la veía generalmente era explicada como una simple alucinación al despertarse que desaparecía al frotarse los ojos.

Finalmente la carta llego a su destino final en el aeropuerto aéreo-espacial, y no tardo mucho en encontrar la nave que le habían señalado la noche anterior, y en breves instantes, la carta puso a Reiko sobre una de las muchas camas que había en la nave, luego volvió a transformarse en carta y retorno con sus hermanas.

Reiko seguía durmiendo, ignorante de todo lo que acababa de pasar o lo que estaba a punto de pasar

Mientras tanto en otra parte de la misma nave.

"Esta todo listo Jet." Pregunto Genryu.

"Así es," Le contesto el ex-pacificador. "Aliste todo anoche, pero aun no entiendo porque tenemos que salir tan temprano."

"Yo tampoco." Dijo un soñoliento Kensuke. "Aun podemos descansar un par de horas si quieres."

"No, tenemos que irnos ahora." Contesto el muchacho de la trenza. "Nuestra gente del aeropuerto nos dijo que las Delmo planean hacer una inspección de todas las naves que llegaron a Neptuno en los último días, Nene nos aviso que tenían fotos y descripciones de varios de nosotros, es por eso que tenemos que irnos ya."

"Pero si nos vamos, las Delmo se darán cuenta y seremos obvios sospechosos." Exclamo Kensuke.

"Lo sé." Contestó él y luego de tomar un profundo respiro continuó. "Pero sabíamos que nuestra cobertura no iba a durar para siempre."

"Rayos, pero ¿Qué pasara si nos interceptan en el espacio cuando queramos atravesar la puerta?" Preguntó el joven con nerviosismo.

"No iremos por la puerta." Le respondió jet. "Me temo que por un buen tiempo vamos a tener que tomar el camino largo."

"¡¿Qué cosa?!" Él pregunto con asombro. "¡Pero nos tomará días llegar hasta allá!"

"Una semana por lo menos, no podemos ir en línea recta por la posibilidad de ser descubiertos." Le contesto el hombre mientras prendía la computadora.

Kensuke bajo su cabeza con resignación, pero luego sus ojos se agrandaron como si acabara de recordar algo importante y mostró una sonrisa. "Oh bueno, por lo menos eso me dará más tiempo para revisar lo que pude copiar de la fortaleza de las Delmo... lo cual es algo que ya debería estar haciendo."

Jet y Genryu miraban como Kensuke dejaba el cuarto de control con mucho apuro y una gran sonrisa. Segundos después, él asomo de nuevo su cabeza por la puerta. "Una cosa más."

"¿Que ocurre ahora Kensuke?" Preguntó el joven Saotome.

"Sabes que le pasa a la señorita Rouge, desde que entro a su camarote anoche, ella no ha querido por alguna razón salir de ahí ¿Sabes que le ocurre?"

Un poco de rubor llego a las mejillas del Comandante de la Rebelión. "Ehhh... no es nada, en verdad, ella se encuentra bien, por decirlo de alguna forma."

Kensuke parecía que quería preguntar algo pero él simplemente se encogió de hombros y siguió su carrera hacía su cuarto. Ninguno realmente queriendo saber lo que realmente iba a hacer.

"Iniciando proceso de despegue, todos los sistemas listos." Exclamo el ex-pacificador. "Despegue."

El 'Millenium Horse' empezaba a elevarse sin ningún problema, gracias a los controladores de inercia de la nave ninguno de los pasajeros sentía más que una ligera sacudida, la nave voló por unos momentos sobre el mar de Neptuno antes de salir definitivamente del planeta. Ellos habían enmascarado su huída bien, para que no sean captados por los radares de las Delmo, y aún si lo hubieran hecho, ellas no contaban por el momento con naves de persecución larga, ya que la mayoría estaba en Júpiter y el resto estaban custodiando la 'Puerta' al otro lado del planeta.

Jet Black sin embargo estaba más preocupado por su Comandante que por una posible persecución.

"¿Qué sucede?" Preguntó él.

"¿Eh? ¿Qué?" Genryu fue sacado de sus pensamientos por su viejo amigo. "¿Qué ocurre Jet?"

"Eso es lo que yo te estoy preguntando a ti." Le preguntó el ex-pacificador. "Veo que has estado muy pensativo desde que volviste tu misión y no creo que sea solo por esa pista sobre tu padre, o lo que sea que haya pasado con Rouge."

Genryu vio que no podía engañar al sabio hombre y asintió. "Paso mientras estaba allá en la fortaleza de las Delmo, no quise decirle esto a nadie, pero percibí una energía en ese lugar, una energía que estoy seguro haber sentido en otro lugar, pero por más intento no puedo recordar de donde, casi como si mi mente no quisiera hacerlo."

"Eso es raro." Jet exclamo. "¿Estas seguro de haber sentido antes?"

Genryu asintió de nuevo. "Así es. ¿Le puedo decir algo más que me preocupa?"

Jet le mostró una sonrisa esta vez. "No tienes que hacerlo. Se trata de tu padre ¿No es así?"

Genryu se sorprendió por sus palabras. "Así es, ¿Cómo lo supo?"

"Después de tantos años de búsqueda, por fin encuentras una pista, aunque débil pero una pista al fin y al cabo y tienes miedo de que lo encuentres allá no sea nada de lo que buscas o peor, que sea la verdad que tanto temes."

Genryu bajo la cabeza, incapaz de negar las palabras de su amigo.

"Vamos, anímate chico." Jet le sonrió. "No dejes que el peso de tus preocupaciones te aplaste, lo que sea que pase, pasara."

Genryu le mostró una sonrisa, él tenía razón no importa lo que encuentre allá, él lo enfrentaría. Su temor y nerviosismo no se habían ido por competo de él, pero ya no le preocupaban más, en una semana, él tendría una repuesta, sea cual fuera esta, al menos tendría una.

* * *

Planeta Urano
Factoría 101

Sailor Pluto caminaba por un largo pasillo, cada paso resonaba en el lugar que se encontraban completamente vació, eso no le molestaba en lo absoluto, ya estaba acostumbrada a eso, ella sabía que el camino en que se encontraba estaba lleno de trampas, pero no estaba preocupada por ellas, cada una de ellas había sido desactivada por completo cuando ella llego a este lugar, ella también sabía que cada trampa había sido reactivada poco después que ella paso por el lugar.

Por supuesto que todo hubiera sido mucho más rápido si ella sencillamente se hubiera tele-transportado al lugar que quería ir, pero no quiso hacerlo, Sailor Pluto sabía que debía caminar este pasillo para demostrar que aún tenía el control sobre la persona que habitaba este lugar, no que ella dudara que aún lo tuviera, pero tenía que hacerlo de vez en cuando para recordárselo.

Finalmente, ella llego hasta el final del pasillo, enfrente de ella estaba un puerta de acero sólido de seis metros de espesor revestida de gundanio, sin controles para abrirlos desde su lado, hasta ahora ella no conocía nada que pudiera atravesarla.

En segundos, la puerta se abrió permitiendo su entrada al lugar, una vez adentro la puerta se cerró automáticamente. Ella ahora se encontraba en el centro de mando de todo el complejo, y en el centro del lugar se encontraba el hombre que lo manejaba todo, sentado en su trono de acero como lo había estado por años.

"Saludos Lady Pluto." La recibió él en un tono reverencial. "Estoy muy agradecido que me honre con su presencia."

Sailor Pluto le mostró una pequeña sonrisa. "Supongo que sabes lo que esta pasando en el imperio."

"Así es." Respondió. "Lamento mucho lo que paso con su palacio, ya he preparado Boomers de ingeniería y reparación para que vayan allá a reconstruirlo de inmediato, le aseguro que lo dejaran como nuevo."

La sonrisa se puso un poco más grande. "Gracias, es muy atento de tu parte, y como están los otros trabajos que te encargue."

"Casi concluidos." Le respondió él. "En pocos días estarán terminados todos, son mis mejores creaciones hasta la fecha."

"No lo dudo." Exclamo ella. "Mientras tanto quiero que mandes dos G-13 a Marte."

"¿A Marte?" Preguntó él.

"Así es." Contesto Pluto. "Los rebeldes son más numerosos allá y con su nuevo líder se están volviendo mas problemáticos, dos G-13 podrán encargarse de ellos en caso de que intenten algo allá."

"Se hará como usted diga."

"Bien, luego quiero que mandes un centenar de Boomers de combate al Cuartel General de los Pacificadores."

"No será problema, ya los tengo preparados." Contestó el misterioso hombre. "Debo pensar que usted va a hacerlo finalmente."

"Si ya es tiempo." Sailor Pluto luego comenzó a desvanecerse. "Volveré cuando hayas terminado con la nueva serie."

El hombre asintió y cuando levanto la mirada la Sailor ya se había ido, pocos segundos después una pantalla holográfica aparecía en frente de él, y usando sus manos el empezó a trabajar en ella para ejecutar el pedido que le había encargado su Dama, una luz tintineante llamo su atención.

Se trataba de un mensaje desde Tokio de Cristal.

Acabando con su tarea en pocos momentos, él puso el mensaje en su pantalla, se trataba de un mensaje de advertencia que hablaba sobre unos individuos muy peligrosos relacionados con 'La Rebelión'. Él observo las imágenes, las cuales le llamaron su atención casi de inmediato al ver que se trataban de unas maquinas que nunca antes había visto, por su estilo parecían Boomers, pero su forma femenina era única y le obligo a pensar porque no había pensado en hacer algo como ello antes. Las siguientes le parecieron pintorescas, por decirlo de algún modo, había alguien disfrazado de Samurai, aunque podía ver que no era del tipo que se andaban con bromas, también estaba una mujer bastante bonita, aunque no tanto como Lady Pluto pensó él, luego salió la foto de un extraño demonio, el cual pensó se parecía mucho a una deidad hindú.

Luego llego la última imagen.

Sus ojos se agrandaron.

Su mente parecía casi incapaz de creer lo que veía.

"Ranma."

Sus labios dijeron ese nombre con incredulidad.

"Ranma."

Sus labios dijeron ese nombre con asombro

"Ranma."

Sus labios dijeron ese nombre con placer

"Ranma."

Sus labios dijeron ese nombre con maldad.

Finalmente, después de tantos años su espera había terminado o al menos eso creía, él miro la foto más de cerca, estaba un poco borrosa y en blanco y negro, por suerte el contaba con una de las computadoras más avanzadas (Y más secretas) en todo el imperio la cual junto con su gran intelecto, solo basto un simple tecleo con sus manos y la imagen ahora estaba bastante clara y a colores. Él luego la examino atentamente, todo parecía exactamente igual a la imagen que guardaba en su memoria, todo excepto sus ojos.

Un ojo para ser exactos, el otro era del color correcto, si no fuera por eso él juraría que era él, ya que la mirada era definitivamente la misma.

El apretó sus dientes al sentirse engañado de esta manera, luego miro la imagen mas de cerca nuevamente, el sujeto ahí se parecía demasiado a él para ser una simple coincidencia, tal vez un pariente o un clon, era difícil de decir.

Una pequeña sonrisa apareció en sus labios, sea como fuera era hora de hacer planes, él no tenía ninguna duda de que ese impostor vendría a verlo, si en verdad trabajaba para la rebelión, ellos lo mandarían acá para acabar con este lugar, estaba seguro de ello y el no sería tomado desprevenido.

Por un momento, el pensamiento de que él hubiera tenido algo que ver con la destrucción del palacio de su amada cruzo por su cabeza, la furia una vez más invadió su cara. Quienquiera que sea, él lo pagaría muy caro si se atreviera a venir hasta acá.

Solo necesitaba esperar.

Y muy pronto, Sailor Pluto le agradecería con toda su alma cuando le presente el cuerpo sin vida de ese insolente.

La vida era buena.

* * *

En algún lugar del espacio

Una nave carguero X-T323 cruzaba la vastedad del espacio, era una nave pequeña, usada generalmente para el traslado de pasajeros. En el pasado se habían usado muchas de esas naves cuando se estaban construyendo las Puertas, su forma estaba basada en los Transportadores espaciales usados en los últimos años de la antigua Era. Estaban equipadas para viajes largos entre los planetas, aunque no tenían la misma velocidad de un interceptor, su reserva de combustible era más extensa.

Después de que las Puertas fueron terminadas, estas naves cayeron en desuso y fueron reemplazadas por otras mucho más grandes y practicas, luego la mayoría llego a pertenecer a personas particulares y empresas turísticas pero también fueron reemplazadas al salir nuevos modelos más agradables a la vista y finalmente muchas de ellas se convirtieron en simple chatarra, y solo quedaban algunas que hacían simples viajes de un destino turístico a otro.

Esta nave había sido una de esas últimas naves.

Hace unos días, en esta misma nave habían estado las Sailor Asteroids las cuales la usaron para ir a la punta de la montaña Tártaro a divertirse, luego fue usada otra vez por ellas en una situación de emergencia cuando el Palacio Caronte fue atacado y ellas tuvieron que regresar rápidamente hasta el lugar, y después a la nave se la lleno por completo de combustible, algo que se había hecho en mucho tiempo, en caso de que las Sailor tengan que irse de emergencia del planeta con su princesa.

Pero ese nunca fue el caso. La crisis paso y la nave fue dejada en un hangar en espera de que su actual dueño vuelva y regrese a cumplir sus banales tareas de turismo, y eso mismo habría pasado si dos seres no hubieran entrado al hangar y la hubieran encontrado ahí, lista para despegar nuevamente.

Ahora la nave X-T323 surcaba de nuevo el espacio con sus nuevos dos tripulantes, su sistema de piloto automático había estado averiado por varios días por lo que uno de ellos debía estar constantemente piloteándola para evitar que deriven, a la nave no le importaba quienes eran ellos, su deber de llevar a destino siempre sería cumplido.

"¿Estas seguro que esto es lo más rápido que puedes ir?"

"Por milésima tercera vez, si." Dijo Ken en frustración mientras piloteaba la nave.

"Vamos, no te alteres."

"No me estoy alterado," Dijo el tratado de parecer calmado. "Es solo que nunca he navegado por el espacio bajo amenaza de muerte."

"No te preocupes, es mi primera vez para mi también."

"¿Nunca te habían amenazado de muerte?" Preguntó Ken con asombro y algo de miedo.

"Claro que si." Le respondió el misterioso ser con una sonrisa. "Hablo del espacio, es interesante, me parece increíble como ha avanzado la humanidad desde mi encierro. Pero aún no sé porque escogiste esta nave en primer lugar."

Ken Nakajima sabía que no podía decirle que había elegido esta nave por que creyó que sería fácilmente alcanzada por los mucho más veloces Interceptores de sus amigos, algo que aún no podía figurar por que no lo hicieron, ahora estaban demasiado lejos para ser alcanzados por ellos, así que necesitaría usar otras técnicas.

"Sabe, sería todo mucho más rápido si usáramos las Puertas." Le comentó él un poco nervioso.

"Bueno, por milésima tercera vez te digo que no, no confió mucho en esas cosas, y tampoco confió mucho en ti por el momento."

"¿Entonces porque quiere que sea su piloto?" Preguntó Ken, esperando no enojarlo.

"Creeme, si pudiera volar esta maldita cosa no te necesitaría."

"Disculpe se... ¿eh? aun no sé como debería llamarlo."

"¿Un nombre?" Dijo en voz baja casi como si le molestara la pregunta.

"¿Disculpe? No lo escuche."

"¿Cómo me llamaban esos compañeros tuyos? Me pareció que me decían algo mientras empezaban a gritar." Pregunto el encapuchado.

"Lo... lo llamaban Bestia del Caos." Respondió él con nerviosismos temeroso de despertar su ira por eso.

"¿Bestia del Caos eh? Bueno llámame así también, Caos si lo prefieres, lo que fui, hace mucho ya murió." Exclamo el ser encapuchado.

"Bueno, señor... Bestia del caos, el caso es que tardaremos bastante tiempo en llegar en la tierra en esta nave."

"No hay problema tengo paciencia, pero sígueme contándome de este futuro, quiero saberlo todo, todo, y mas que nada de las Sailor Senshi y la Neo-Reina Serenity."

Continuara...


Comentarios del Autor:

Bueno, eso es todo para el capitulo 12, y el final de la Saga de Neptuno, como también el comienzo de otra nueva aventura. En el próximo capitulo, un gran secreto sobre Reiko será revelado que impactara a muchos lectores.