SAILOR MOON: INSURRECTION

Autor: Lord Kal-el
Formato HTML de Hukarovi Yanoki

Aclaración: Todos los personajes pertenecen a sus respectivos dueños, yo solo los uso para fines de entretenimiento.


Capitulo 7:

Seishi shita yami no naka de
(En la quietud de la oscuridad)

"Aquellos que olvidan la historia, están condenados a repetirla. Aquellos que no aprenden correctamente la historia están simplemente condenados".

Andrómeda, la serie.


¿Dónde estoy?

Esa era la pregunta que se encontraba en la mente de Rei Hino aka Sailor Mars en estos instantes.

Por lo que ella podía ver, ella se encontraba en medio de la nada, si, esa sería la palabra, nada, mirara por donde mirara, ella no podía ver nada, no había personas, no había árboles, no había nubes, solo un piso y un cielo, nada más.

Un sentimiento de soledad comenzó a invadirla, ella no recordaba la vez en que había experimentado tal sentimiento, ahora recordaba cuanto lo odiaba. Sus ojos desesperadamente portado el lugar, tratando de encontrar algo familiar.

Finalmente, ella pudo ver algo. Estaba muy lejos y no podía distinguir de quien o que se trataba, rápidamente se dirigió hacía allá, por momentos tenía la sensación de que estaba corriendo por horas pero cuando finalmente llego tuvo la extraña sensación deque nunca estuvo corriendo. Alzando la vista, ella vio que enfrente de ella estaba un hombre extraño, vestía unas extrañas ropas, su cabello era de color negro y tenía los ojos cerrados pero por alguna razón ella sentía que podía ver todo, él se encontraba sentado en frente de una mesa que tenía un extraño símbolo grabado en ella, y sobre ella se encontraba una serie de extrañas cartas colocadas en tres hileras que de alguna forma la hacían recordar a las del Tarot.

"¿Quien eres tú? ¿Dónde estamos?" Le pregunto ella.

El extraño siguió colocando cartas en la mesa sin hacerle el menor caso.

"¡Respondeme!" Le dijo ella ya perdiendo la paciencia. "¿Es esto un sueño o una visión?"

El extraño sonrió. "Para que quieres que te responda si tu ya sabes la respuesta ¿O no?".

Rei lo miro de una forma dudosa, pero por alguna razón ella podía entender sus palabras, obviamente ella estaba en un sueño, pero estaba consciente de lo que pasaba a su alrededor así que también era una visión, ¿Pero de qué?

"¿Dime?" Le pregunto ella finalmente. "¿Quién eres?"

"Solo un simple observador." Le contesto él sonriendo. "Pero también soy un experto en cartas, no quisieras que te las lea."

"No creo en eso". Le contesto ella. "Pero como eres una visión supongo que lo harás de todas formas."

El joven extraño asintió mientras le señalaba la primera fila superior que estaba compuesta por cinco cartas. "Estas cartas que están alineadas aquí representan el pasado".

"No necesito saberlo". Le contesto ella sin pensarlo mucho. "Yo ya conozco mi pasado".

"¿En serio?" Le pregunto él mientras empezaba a voltear las cartas.

Los ojos de Rei se agrandaron al ver lo que mostraban.

Absolutamente nada.

Una tras otra las cartas eran volteadas y todas tenían la misma característica. Todas estaban en blanco.

"La cartas dicen que desconoces el pasado" le contesto él de nuevo con su sonrisa de siempre.

"Desconocer mi pasado, eso es ridículo"

"¿Lo es? Recuerda que conocer un pasado no significa que conoces el pasado" Le contesto el mientras le señalaba la segunda línea de cartas. "Entonces veamos que dicen de tu presente".

"..."

Rei veía con asombro como todas las cartas aparecían en blanco otra vez. "¿Estas bromeando, no es así? ¿Cómo es posible que todas estén en blanco? Por lo que se, el Tarot no tiene ninguna carta en blanco, al menos ellas deberían mostrar algo ¿No es así?"

El extraño siguió sonriendo mientras le respondía. "Las cartas solo muestran lo que usted ya sabe, pero tengo curiosidad, veamos que dice sobre su futuro".

"No, espera" Rei trato de detenerlo pero él de nuevo empezó a voltear las cartas y como las otras veces, salían en blanco. Ella miraba las tres hileras bastante confundida luego miro de nuevo al extraño hombre. "No entiendo lo que esta pasando, dime, es que acaso no te sorprendes de que todas tus cartas aparezcan en blanco."

"¿Sobre lo que dicen sobre el futuro?, No" Le respondió él. "El futuro de una persona siempre esta en blanco, sobre lo demás le puedo decir que las cartas son un reflejo de lo que usted ya sabe".

"¿Lo que ya sé?" Le pregunto ella muy confundida. "¿Qué quieres decir con eso? ¡Dímelo! ¿Quién eres?"

"Me temo que las respuestas tendrá que buscarla por usted sola" le contesto él con un poco de pena en su voz y para sorpresa de la Sailor, él comenzó a desvanecerse. "Solo espero que no las encuentre demasiado tarde".

Rei al ver como empezaba a desaparecer de su vista le grito. "¡No espera, no te vayas todavía!"

"¡ESPERAAAAA!"

Rei se despertó en ese momento, ella estaba empapada de sudor y le tomo un poco de tiempo darse cuenta de que estaba de vuelta en su cuarto en la nave de su Reina, su mente poco a poco se calmaba de lo que había visto y pronto miles de preguntas empezaron a surgir en su cabeza.

¿Fue eso una visión? ¿Quién era el? ¿De donde vino? ¿Qué significaba todo lo que le había dicho?

Rei se sentaba en la orilla de su cama tratando de encontrar las respuestas a esas interrogantes pero sin éxito alguno, por un momento ella desearía tener a alguien con quien hablar, ella podía recurrir a sus amigas o a su Reina, pero no quería preocuparlas hasta no tener algo en concreto, la visión que había tenido no le había mostrado mucho a diferencia de otras que por lo menos le habían mostrado algo de lo que podría llegar a suceder.

Por un momento Rei empezó a pensar en ello profundamente, tratando de recordar la última vez que tuvo una, pero no podía hacerlo. Ni siquiera antes de que la familia Black Moon los invadiera ella tuvo una visión, pensar en ello aun le molestaba, ya que a pesar de que ellas sabían de antemano lo que iba a pasar, no pudieron hacer nada al respecto ya que Sailor Pluto les había hecho olvidar ese suceso para no perturbar la línea del tiempo y solo después de que ocurrió ellas pudieron recordar todo lo que paso cuando eran jóvenes. Ella aun pensaba en las vidas que pudieron salvarse pero sabía que era lo mejor que podía hacerse para no dañar el futuro.

Pero ahora...

* * *

"¡¡Chicos a comer!!"

La voz de Rouge se escuchaba por toda la nave a través de los altoparlantes, y ahora todo lo que necesitaba hacer era esperar al resto de la tripulación, ella había preparado varios tipos de comida para sus nuevos amigos y no tuvo que esperar mucho por ellos ya que unos instantes mas tarde Nuku-Nuku atravesaba rápidamente la puerta y veía la comida que ella había preparado.

"¡¡¡Sushi!!! ¡¡¡Rouge-chan hizo sushi!!! ¡¡¡Nuku-Nuku esta muy feliz!!!"

Rouge sonrió al ver la cara de felicidad de su amiga, y por alguna razón melancólicos recuerdos le llegaban a su mente, recuerdos de una vida que era tan cercana y lejana al mismo tiempo, pero pronto estos recuerdos se hicieron a un lado cuando vio que entraban Genryu y los demás.

"¡Vaya que banquete!" Dijo Kensuke sorprendido al ver las diferentes clases de comida que había sobre la mesa de metal del comedor.

"Es verdad" Touji continuó. "No había visto tanta variedad de comida desde el cumpleaños de Misato".

"A decir verdad eso fue variedad de bebidas" Le corrigió Genryu y luego se dirigió a Rouge. "Pero no debió molestarse tía Rouge, con una comida simple hubiera bastado".

"¿De que hablas Genryu?" Le dijo Kensuke mirándolo de reojo. "Tú eres el que siempre se queja de la comida que yo hago y... ¡Oye! ¿Cómo es posible que ya tengas tu plato lleno cuando apenas nos hemos sentado?"

"Tengo... chomp... mis... glup... mis métodos" Le contesto él ante la mirada atónita de su amigo que veía como desaparecía la comida de su plato, después de recuperarse de la impresión el simplemente se encogió de hombros y empezó a comer antes de que desapareciera la comida de toda la mesa.

Rouge no pudo evitar mostrar una sonrisa por la escena tan familiar que ella veía delante, y por un momento ella pensó que Herb iba a llegar y empezaría a discutir con Ranma, pero ese pensamiento muy pronto lo dejo al ver que los que estaban en frente de ella no eran esas personas con la excepción de una.

Sentándose junto a ellos, ella vio a todas esas personas comer, Shinji, Touji y Kensuke se habían servido takiyaki y parecía que Shinji era el menos desesperado por comer al ver la velocidad en que comían sus dos amigos. Su amiga Nuku-Nuku se había servido Sushi y el pescado entero que había puesto e la mesa especialmente para ella, a su lado estaba esa chica llamada Rei que estaba comiendo solamente arroz y aparentemente era la que mas modales tenía en toda la mesa, el hombre llamado jet estaba comiendo el estofado que había hecho y aparentemente lo disfrutaba mucho. Sobre Genryu, ella no estaba muy segura que era lo que estaba comiendo o acababa de comer ya que un pedazo de comida no duraba mas de dos segundos en su plato, Coral estaba a su lado llevándole comida a su boca la cual el aceptaba gustoso y al otro lado de la mesa ella pudo ver a Kenshiro que se había servido Tofu y varios vegetales hervidos, aunque de vez en cuando ella podía sentir su mirada sobre ella, casi como si esperara que ella hiciera algo.

"Y dígame Señorita Rouge" Jet pregunto casi casualmente mientras almorzaban. "¿Qué hacía usted en una prisión escondida del Cristal Millenium? Creo que usted debió ser sumamente peligrosa para ellos si la tuvieron todo este tiempo congelada".

El humor de la mesa empezó a cambiar repentinamente, mientras todos los ojos se posaron sobre ella.

"Es verdad" Dijo Kensuke mientras masticaba su comida. "No puedo creer que no haya pensado en ello antes".

"Bueno..." Rouge no sabía que contestar, a decir verdad ni ella misma lo sabía. "No puedo todavía entender lo que paso realmente, un momento estábamos celebrando el final de la guerra y de pronto..."

Rouge se quedo callada un momento mientras esos dolorosos recuerdos pasaban por su mente. "Todo fue tan confuso, alguien sonó la alarma, vi... vi a Nuku-Nuku caer abatida y luego vi algo como una luz brillante encima mío que empezó a jalarme hacía arriba y después... después todo se pudo oscuro".

Genryu tomo su mano. "Está bien, tía Rouge. Entendemos si no puede recordar todavía".

Todos en la mesa asintieron con la excepción de Kenshiro.

Ella asintió. "Lo siento, es que siento como si hubiera ocurrido hace tan poco tiempo que..." Rouge dio un suspiro melancólico y decidió cambiar de tema. "Pero dime Nuku-chan aun no me cuentas como es que lograste sobrevivir".

Nuku-Nuku se encogió de hombros. "Nuku no sabe exactamente que es lo que paso tampoco, solo sabe que fue Genryu-sama el que arreglo a Nuku-Nuku".

"Vamos Nuku, sabes que eso no es verdad" Dijo Genryu sonriendo un poco. "Yo apenas si sabía lo que estaba haciendo cuando te encontré."

"Oye, Genryu" Dijo Kensuke. "Porque no le cuentas a tu tía como fue que encontraste a Nuku-Nuku".

"Bueno, no sé si estaría bien"

"Nuku-Nuku tiene razón" Dijo Coral mientras se colgaba del cuello del chico. "A mi me gusta escuchar mucho esa historia Airen".

"Por favor Genryu" Le pidió Rouge. "En verdad me gustaría escuchar la historia."

"Esta bien" Contesto él finalmente mientras trataba de zafarse de Coral por un poco de aire. "Todo empezó hace unos años antes de unirme a la Rebelión o de encontrar a Kenshiro, yo estaba aun entrenando bajo la tutela de Cologne-sensei, pero debido a que yo quería conocer más sobre mi padre, me escabullí del entrenamiento un día y fui a escalar la montaña Fénix por mi cuenta..."

>>>>Flashback<<<<

Genryu se agarro lo más fuerte que pudo, el viento a su espalda amenazaba con hacerlo caer por quinta vez ya, la gran altitud estaba empezando a tener un efecto en él, el aire empezaba a faltarle y sus cuerpo empezaba a dolerle.

Él había pasado por duros entrenamientos en los últimos años, pero este ciertamente se ganaba el premio, las rocas de las que se agarraba eran lisas y resbaladizas, sus manos le dolían de solo sujetarse a ellas, una sonrisa esbozaba su rostro mientras pensaba que tal vez sería bueno volver después para entrenar más. Pero decidió dejar ese pensamiento para después, levantando la vista vio que aun le faltaban por lo menos unos mil metros para llegar a la cumbre. Dando un suspiro de resignación, el decidió seguir escalando.

Fue en ese instante que algo llamo su atención.

El apoyo su oreja contra las frías rocas, tratando de no hacer ruido al respirar, por un rato no pudo escuchar nada solo el sonido del viento que aullaba a su espalda, pero él sabía que había escuchado algo detrás de la roca.

Climp.

"Ahí está" Dijo él con alegría, sabía que no se había equivocado, había algo detrás de la roca. Genryu se tomo un momento para pensar en lo que haría, su situación era muy precaria para intentar abrirse paso a golpes, estudiando la situación con calma, el se decidió por el mejor plan de acción que podía pensar en el momento.

El miro por todos lados hasta que por fin pudo encontrar una saliente, el apunto su mano hacía allá, y rápidamente un gancho salio disparado de su manga el cual estaba atado a una delgada cuerda. Genryu probo la cuerda para probar si estaba bien sujeta, todo parecía estar bien, pero como la cuerda había sido hecha por el padre de Coral, el decidió probarla una vez más, él le había dicho que la cuerda podía soportar el peso de diez hombres, pero también sabía que no le caía muy bien que digamos por el simple hecho de que su hija estaba tan interesado en él.

Después de asegurarse de que todo estaba bien, se preparo para poner en marcha su plan, concentrándose, el levanto un dedo hacía arriba y con un movimiento rápido lo impacto contra la roca.

"¡BAKUSAI TENKETSU!"

Apenas su dedo choco contra la piedra, Genryu uso sus piernas para impulsarse hacía un lado mientras una feroz explosión ocurrió producto de su técnica. Por unos minutos él estuvo ahí, cubierto por una nube de polvo y sostenido por una delgada cuerda a más de dos mil metros sobre el suelo, la onda de choque amenazaba con sacar el gancho de su lugar, pero por algún milagro eso no ocurrió.

Después de que el polvo se disipo, pudo ver con satisfacción el fruto de su trabajo, donde antes se encontraba una pared de roca sólida ahora estaba la entrada a una caverna en la montaña. Sonriendo para si mismo, él se balanceo hasta la cueva y con gran agilidad logro llegar, una vez allí, Genryu hizo su camino a las entrañas de la montaña fénix.

Pero él solo había avanzado unos pasos lejos de su entrada cuando lo 'sintió', no sabía porque pero todos sus sentidos se pusieron alerta por esto, no porque estuviera en peligro, no, era otra cosa, un sentimiento extraño, abrumador, un sentimiento cruel.

Él había leído los terribles sucesos que habían sucedido aquí, y tenía una idea de lo que seguramente iba a encontrar aquí, pero nada de lo que sabía lo había preparado para lo que estaba experimentando.

Dando unos pasos más, Genryu dio con lo que le había llevado hasta esta caverna, se trataba de un pequeño goteo en el rocoso techo y que había formado un charco en el suelo. 'Probablemente sea del hielo de la cima de la montaña'. Pensó él mientras seguía con su caminar, 'Ya es principios de verano así que la nieve debe estar derritiéndose allá arriba'.

Continuando su camino, Genryu vio como se le era mas difícil caminar, la oscuridad en la caverna era total y el no trajo ninguna linterna así que tuvo que poner su mano en una de las paredes para poder guiarse, su estrategia rindió frutos, ya que pronto se vio escalando una escalera de roca, por suerte su mano pronto choco con algo extraño y al examinarlo con su tacto vio que trataba de una antorcha. Agarrando una roca del piso, la golpeo contra la pared hasta producir las chispas que necesitaba para encenderla.

Cuando por fin pudo lograrlo, Genryu la levanto para observar mejor el lugar en el que se encontraba, la vista que vio lo asombro, él se encontraba en una escalera eso era verdad, justo al lado de un gran y profundo abismo, en las paredes al otro lado, él podía ver diversas cavernas que habían servido de hogar a la raza de personas que vivían aquí.

El empezó a subir esos interminables escalones, su nerviosismo creciendo a cada paso que daba, no porque tuviera miedo del lugar en donde estaba, si no por qué no sabía como reaccionaría a las respuestas que encontraría aquí. Después de un buen tiempo Genryu se encontró en frente de unas grandes puertas de piedra, y pudo admirar las figuras del Fénix y del Dragón grabadas en ellas como eternos guardianes de ese ancestral lugar.

Por un momento se quedo allí, mirando tan bello arte, sintiendo una gran admiración por las personas que pudieron crear esa maravilla. Finalmente, el empezó a empujar las puertas para tratar de abrirlas, al principió él no pudo tener éxito, tanto tiempo cerradas había hecho que sea casi imposible moverlas, haciendo uso de todos el continuo empujando hasta que al fin pudo lograrlo.

Y en ese momento deseo nunca haberlo hecho.

Si pudiera describirlo de alguna manera, el podría decir que había entrado a un cementerio de ángeles.

El veía horrorizado la vista que se alzaba ante él, fue en ese momento que supo lo que era la extraña sensación que lo había estado molestando todo el camino desde que entro en la montaña y podía decir que era la primera persona de este mundo en experimentarla con tal magnitud y repudio en mucho tiempo.

Era la sensación de Muerte.

Donde fuera que mirara, el podía ver los restos de las personas que alguna vez vivieron aquí, yaciendo sobre lo que alguna vez fueron los pasillos del salón real, abandonados ahí sin siquiera tener una tumba decente, sus huesos dejaban ver la forma en que habían muerto. Asesinato a sangre fría. Los huesos estaban destrozados en muchos de ellos, eran muy pocos los que llevaban armas y por la posición en que estaban parecía que hubieran querido huir de algo o de alguien que no había tenido reparos en dispararles por la espalda.

Él en verdad sentía lastima y mucho pesar por la que gente que había perecido allí. Eran guerreros orgullosos, que gracias a los poderes del valle en el fondo de la montaña habían sido dotados con alas. Ellos se habían aislado del mundo moderno para conservar su cultura, su padre una vez venció a su líder tras una épica batalla solo para después unírseles para pelear en la última guerra de la antigua Era.

La tribu Fénix.

Genryu cerró sus ojos para ofrecer una plegaria silenciosa por los caídos, prometiendo darles más tarde un descanso más apropiado y digno, luego él continuó su camino por aquellos pasillos encontrando más y más cuerpos a cada paso sin evitar notar que había niños entre ellos.

Él finalmente logro encontrar más escaleras, las cuales subió hasta llegar hasta el salón principal, esté estaba rodeado de columnas hechas de granito puro, y en el fondo del mismo, Genryu pudo ver el trono de Azafrán, el dios Fénix, cubierto por mil años de polvo pero aun conservando su orgullosa imagen.

Genryu saco el diario de su padre, y busco una página en especial, después de hojearlo un poco logro encontrarla, la escritura de su padre dejaba mucho que desear, pero tenía que admitir que sabía dibujar muy bien. Haciendo comparaciones, vio que su padre había copiado hasta los más mínimos detalles del lugar, y eso que el dibujo fue hecho antes de que empezara la segunda era de hielo, su padre había venido hasta este lugar para rescatar a una de sus prometidas, él había solo estado en este lugar por poco tiempo pero fue lo suficiente para que lograra impresionarlo tanto que lo dibujo en su diario.

El guardo el diario de nuevo en su lugar y prosiguió explorando el lugar, pero no importaba donde mirara, los cuerpos seguían apareciendo, cada vez más y más, y no solo eso, el podía sentir algo más, este sentimiento le era mas familiar, Genryu era uno de los pocos que lo experimentaba en todo el planeta así que no tuvo problemas en reconocerlo.

Odio.

Pero no salía de los cuerpos como cualquiera lo hubiera pensado, no, Genryu podía sentirlo bien, el odio venía de todos lados, estaba en las paredes, en el piso, en el mismo aire que respiraba, Genryu supo ahí que los que hicieron esta masacre, lo hicieron con un gran odio en sus corazones y es más, él podría jurar que ellos disfrutaron haciéndolo.

Él apretó sus puños con fuerza al pensar en eso ¿Qué clase de monstruo fue el que hizo esta masacre? ¿Un general de Hielo de la Reina Kaguya, tal vez? No, eso era muy difícil de creer, ellos no actuaban así, su padre había puesto mucho sobre ellos en sus diarios, gracias a ello sabía que ellos actuaban más por obediencia que por odio, y eso si es que alguna vez llegaban a expresar algo en lo absoluto, inclusive había uno que entendía el concepto del honor.

Fue en ese instante que sus ojos captaron algo, o mejor dicho 'alguien' que lo saco de sus pensamientos.

Genryu se acerco más para ver mejor pero a pesar de eso aun no podía creer lo sus ojos le mostraban.

Justo en frente se encontraba el cuerpo de una bella joven, y a diferencia del resto de los que estaban ahí, su cuerpo no estaba descompuesto, ella estaba casi completamente intacta, se encontraba recostada contra la pared con sus ojos cerrados, su cabello rosado caía sobre sus hombros, si no fuera por la gran herida que presentaba su estomago, él podría haber llegado a pensar que estaba dormida.

"Tu debes ser Nuku-Nuku". Genryu dijo arrodillándose frente a ella, y con un poco de tristeza en su voz porque sabía que no iba a haber respuesta alguna.

Su padre había escrito mucho sobre ella, de cómo su inocencia y poder fueron importantes para todos los que encontraban ahí, para cualquiera ella podría parecer algo tonta y demasiado amable pero una vez que entraba en batalla era una guerrera sin igual. El hecho de que no era humana nunca pareció importarle a alguien ahí (Claro que no eran humanos precisamente 'normales' los que vivían ahí tampoco) ella se había hecho gran amiga de su padre y su madre hasta el punto de autonombrarse su protectora personal cuando él nació, al parecer algo que hizo hasta el final.

Examinándola más de cerca, Genryu no puso más que admirar lo bien conservada que estaba, a pesar de todo el tiempo, que había pasado ella permanecía en el mismo estado en que su padre al había dejado hace mil años. Examinándola de cerca, él pudo ver que el ataque que había recibido había logrado traspasar su piel y llegado hasta sus circuitos, por alguna razón él llevo sus mano hasta ahí, pero rápidamente la aparto cuando varios voltios de electricidad golpearon su mano.

"¡Increíble! ¡Aun tienes energía!" Dijo él en voz alta. Genryu en verdad tenía que reconocer que quien sea que la haya creado había hecho un muy buen trabajo, incluso la última generación de boomers pacificadores que había salido no tenía la calidad de este, ellos difícilmente pasarían como seres humanos, y menos aun tenían el mismo poder que ella, un poder que ni siquiera en mil años se había disipado por completo.

"Esperen un momento" Pensó él en ese momento. "Ella es una especie de robot, si aun tiene algo de energía tal vez la memoria en su cerebro esté aun intacta, la persona adecuada podría sacarla de su cabeza y..."

Genryu se detuvo al darse cuenta en lo que estaba pensando, no importaba si ella era una maquina o no, ella había sido una amiga muy querida de sus padres que había dado su vida por él, hacer eso sería un insulto para todos aquellos que estaban aquí. Los restos que se encuentran aquí deben ser honrados, no profanados. Dando un suspiro, el se levanto y siguió su camino.

Había un último lugar que el tenía que ver.

Pero mientras se alejaba, él no noto algo más que estaba pasando a sus espaldas. Genryu en verdad no sabía de la genialidad del hombre que creo a Nuku-Nuku, un hombre que siempre estaba preparado para cualquier eventualidad que enfrentaría en el futuro. Viendo los peligros que corría sus hijo por culpa de su ex-esposa el había dotado a Nuku-Nuku de un inmenso poder y con capacidades que ningún androide poseía, y aunque la había dotado con un cuerpo casi indestructible, él sabía que no era invencible y que tarde o temprano recibiría serios daños.

Es por eso que el instalo un sistema de auto-reparación que empezaría a repararla automáticamente si ella quedaba desactivada por una pelea y enviaría una señal de emergencia a su laboratorio para que él pudiera ir de inmediato a ayudarla. Infortunadamente, él jamás imagino que la tierra se congelaría por completo y que él y su hijo quedarían atrapados en el Gran Sueño, así que cuando Nuku-Nuku fue malherida en combate, su cuerpo se desactivo por completo y el intenso frió descompuso sus sistemas de auto-reparación y su señal de emergencia jamás pudo ser oída por nadie.

Y así estuvo ella por mil años desactivada, y lo hubiera seguido estando de no ser por Genryu, que sin notarlo había provocada una reacción en cadena en el cuerpo cibernético de la chica-gato, solo una chispa fue necesitada para que poco a poco los sistemas de Nuku-Nuku empezaran a cobrar vida y ahora sin la presencia del acosador frío ellos pudieron hacer la acción para la que fueron creados.

Poco a poco, la electricidad era mandada por todo el cuerpo de la chica por una batería de poder auxiliar, si un circuito estaba dañado una ruta alterna era usada hasta que finalmente llego al cerebro, las felinas neuronas muy pronto comenzaron a volver a la vida, uno hubiera llegado a pensar que eso jamás sucedería, pero sin embargo sucedió.

Los ojos de Atsuko comenzaron a llenarse de vida nuevamente, y así cada uno de sus agudos sentidos. Su conciencia comenzaba a despertar y comenzaba a recibir la información del lugar en el que se encontraba, sus nervios le transmitían un gran dolor desde su estomago producto de la herida que había recibido y del cual sus sistemas ya se estaban encargando de reparar. Ella pudo haber estado así en forma semiconsciente por un largo tiempo mientras se reparaba pero su olfato capto algo que la hizo despertar completamente.

Era un olor familiar.

El olor de alguien indefenso, alguien puro, alguien a quien tenía que proteger.

A duras penas, Nuku-Nuku empezó a ponerse de pie, su cuerpo sufría los frutos de estar mil años inactivo, pero eso no la detuvo, con su gran fuerza de voluntad ella empezó a caminar, sus piernas no le respondían como antes pero aun así logro mantener su equilibrio, no importaba cuanto le doliera nada la iba a detener en su cometido.

Mientras tanto, Genryu era ignorante de todo lo que ocurría. Él estaba ocupado mirando con asombro un lugar que jamás llego a creer conocer algún día, su cuarto, el cuarto de sus padres.

Su primer hogar.

Como regalo de bodas, Azafrán les había otorgado a sus padres un nuevo lugar, cerca del salón real, estaba bien amueblado y tenía un cuarto para él con una cuna regalada por su madrina Kiima, la cual ahora reposaba pacíficamente en la cama de la habitación.

Por un rato él estuvo contemplándola un rato, su padre había cubierto su cuerpo con una sabana de seda antes de partir de la montaña por última vez junto con él, fue uno de los momentos mas dolorosos para él, perder por segunda vez a toda la gente que apreciaba, su esposa, sus amigos que habían peleado a su lado por tanto tiempo, si no hubiera sido por su madrina, él también hubiera estado entre ellos.

"Gracias"

Sentía que tenía que decir algo más, pero las palabras no parecían venir a su boca con facilidad ¿Qué se le dice a la persona que dio su vida por salvar la tuya? ¿Cómo se puede agradecer tal acción? Es un honor que muchos no quieren por que no saben si se ha sido digno de el o si alguna vez lo serían.

"Le prometo que la muerte de todos ustedes no quedara impune, no sé como no se cuando, pero los culpables serán castigados."

Después de decir ese juramento, Genryu se alisto para marcharse, ya habría tiempo de explorar mejor en otra ocasión, lo primero sería volver a la aldea de las amazonas para buscar algo de ayuda y luego...

"Ran-ma-san".

Genryu se quedo completamente tieso al escuchar esa extraña voz, él en ningún momento había sentido de que hubiera alguien más ahí y por lo que él podía sentir aún no había nadie, sus músculos estaban duros como roca pero logro el suficiente control para mover su cuello para atrás, solo para ver a una chica caminando hacía él con pasos torpes y con chispas saliendo por su estomago.

"Ran-ma-san"

"¡¡¡¡¡Waaaaaahhhhh!!!!!"

Por poco y él se incrusta en la pared por el susto que le dio, uno no ve a una chica muerta caminando todos los días, su temor aumento un poco más al ver que lentamente se aproximaba hacía él.

"Ranma-san te-ne-mos que apre-surar Genryu-chan peligro".

Al escuchar lo que ella estaba diciendo, Genryu comenzó a calmarse un poco, viendo bien a la persona que estaba ante el, pudo ver que la conocía, era Nuku-Nuku. "No puede ser posible" Dijo el sin creer lo que veían sus ojos.

"Rápido Ranma-san, gencha..., kir..., todos un ataque".

"¿Eh?" 'Parece que ella se encuentra muy mal'. Genyu no podía culparla, aunque no sabía como ni porque, ella había despertado y al aparecer todos estos años habían hecho mella en ella, reuniendo su coraje, él le hablo. "Ehhh, disculpa, ¿Tú eres Nuku-Nuku, no es así?"

Nuku-Nuku se detuvo y comenzó a ver sus manos, luego miro al espejo de la recamara, ella miro su reflejo a la luz de la antorcha por unos momento antes de volverlo a ver a él. "Si, Nuku-Nuku es Nuku-Nuku ¿Por qué pregunta... pregunta eso Ranma-san?

"Vaya" Genryu estaba aun un poco sorprendido por lo que estaba pasando que apenas si presto atención lo que ella estaba diciendo.

En ese instante Nuku-Nuku sintió algo extraño, ella olfateo el aire una vez más para estar segura, la mismo información fue recibida por su cerebro, y ella no pudo evitar preguntar el porque de ello. "Ranma-san ¿Porque huele como Genryu-chan?"

Esa frase saco a Genryu de sus pensamientos, aunque no sabía bien como contestarle. "Bueno, veras... bueno, no sé bien como contestarle, no soy Ran... perdon, no soy mi padre, soy Genryu, Genryu Saotome hijo de Ranma Saotome".

La joven androide lo miraba confundida. "¿Que esta diciendo? Porque Ranma-san esta diciendo ser..."

Fue en ese momento que la muchacha pudo ver bien los ojos del muchacho en frente de ella, ojos de diferente color, los mismos ojos que tenía el bebé que ella solía tener en sus brazos hace solo unas horas. Todo indicaba que era imposible lo que estaba pasando, pero ella sabía que no estaba equivocada, la persona delante de ella, era aquella a la que había jurado proteger aun con su vida.

"¿Genryu-chan, en verdad eres tú?"

El joven artista marcial no sabía exactamente que hacer, lo único que pudo fue asentir lentamente, y de repente se vio envuelto en un gran abrazo, actuando casi por instinto el la abrazo de vuelta, miles de emociones pasaron por su mente en ese momento, nunca en su vida el había experimentado algo así, de sus ojos empezaron a salir lagrimas no de tristeza si no de felicidad, no sabía como ni porque, pero era como si una parte de su pasado se le hubiera sido devuelto, y a pesar de que no tenía ninguna memoria de ella, él sintió que la había extrañado toda su vida.

Estuvieron por un rato así en silencio, hasta que Nuku-Nuku se aparto un poco para poder mirarlo de nuevo. "¡WOW, Genryu-chan ha crecido mucho!"

El solo pudo reír tontamente mientras se rascaba su nuca con una mano.

"Nuku-Nuku tan confundida, Genryu-chan ¿Cuánto tiempo estuvo dormida Nuku-Nuku? ¿Dónde esta Ranma-san y Kirika-san? ¿Dónde están todos los amigos de Nuku-Nuku?"

Genryu dejo de reírse en ese momento, y tuvo que agachar la cabeza para no mirarla a los ojos, incapaz de poder decirle la verdad. "Yo, este... han pasado mil años Nuku-Nuku".

"¿Mil años?" Dijo Nuku-Nuku con sorpresa. "Genryu debe ser realmente viejo ahora, como es que no estás caminando con bastón ahora".

Genyu casi se cae para atrás cuando la escucho. "No, no es como crees, no fue si no hasta hace 15 años que la Segunda Era de hielo termino, y todos los que estaban durmiendo fueron despertados".

"Vaya" Dijo ella. "Tantas cosas pasaron mientras Nuku-Nuku estaba durmiendo que Nuku-Nuku no..."

Genryu vio asustado como el cuerpo de la chica androide comenzaba a lanzar chispas por sus articulaciones y comenzaba a caer. Moviéndose rápidamente, él pudo atraparla antes de que topara el suelo.

"¡¿Nuku-Nuku que te ocurre?! ¡¡¡Por favor contéstame!!! ¡¿Qué es lo que tienes?!"

Nuku-Nuku alzo su cabeza y le mostró a Genryu una forzada sonrisa. "Nuku Nuku sen... sentirlo pero... pero Nuku ya no tiene mucha energía... Nuku sentirse débil".

"No te preocupes" Le dijo él mientras la cargaba en sus brazos. "Yo te voy a sacar de aquí y vamos a encontrar a alguien que pueda arreglarte, ya lo veras".

La joven asintió y Genryu se la llevo de nuevo por el pasillo, por suerte el había encendido unas cuantas antorchas en la pared y había suficiente luz para poder caminar sin temor a tropezarse, sin embargo sabía que sería muy peligroso tomar el camino por donde vino así que decidió tomar otra ruto, esperando que su padre haya descrito correctamente el lugar. Después de un rato ellos finalmente llegaron hasta el pie de unas escaleras, la luz solo llegaba hasta ahí y tendrían que subir a oscuras, dando un suspiro Genryu empezó a subir.

"¿Genryu-chan?" Le pregunto ella en voz baja.

"¿Qué ocurre señorita Nuku?"

"¿Dónde están todos? ¿Qué paso con Kiima-chan y los demás amigos voladores de Nuku-Nuku? ¿Están felices?"

'¿Acaso, ella no se habrá dado cuenta? Después de ver todos esos cuerpos' Pensó él, Genryu creía que ella ya sabía lo que había pasado con la gente fénix. "Lo siento Nuku, pero todos ellos..."

Genryu se quedo callado al ver el rostro de la bella chica androide bajo la poca luz que había, sus ojos queriendo expresar emociones que su artificial cuerpo no podía, él podría jurar que ella deseaba con toda su alma llorar. Fue en ese instante que se dio cuenta de la gran realidad.

Ella ya lo sabía.

"Por favor Dime Genryu-chan ¿Ellos están bien?" Su voz sonaba entrecortada casi como una suplica.

El se quedo callado por un momento no sabiendo que decir, luego subió la mirada y una tenue sonrisa acudió a su rostro. "Mira Nuku-Nuku, allá adelante"

La joven miro donde le dijeron, sus ojos se agrandaron al ver lo que había adelante mientras rayos de luz iluminaron su cara por primera vez después de mucho tiempo, las escaleras que habían tomado los habían llevado directamente a la punta de la montaña fénix, desde ahí ellos podían ver todo el paisaje del valle Bayankala, y como el cielo se extendía hasta el horizonte donde parecía volverse un solo con la tierra mientras el sol bañaba de luz y vida los verdes campos.

"Ellos ya partieron, hace mucho". Genryu continuo mientras de sus ojos caían las lagrimas que ella tanto quería derramar. "Están ahora en un lugar calido, Nuku-Nuku, allá el frió no existe y la oscuridad ya no puede alcanzarlos, y donde por fin ellos pueden volar libremente en un cielo infinito".

Nuku-Nuku volvió a sonreír. "Nuku-Nuku esta feliz, esta feliz por todos ellos."

"Descansa ahora Nuku" Le dijo él. "Yo me encargare de que estés bien."

La chica androide asintió y volvió a apagar sus sistemas, con el deseó callado de alguna vez poder ver a sus amigos una vez más.

>>>>Fin del Flashback<<<<

"Después de eso volvimos a la aldea de las Amazonas, por suerte el padre de Coral tenía conocimientos electrónicos y pudo reparar algunas de sus funciones, luego volví junto con varias amazonas a la montaña y les dimos un funeral apropiado a todos ellos."

Todos se quedaron muy callados cuando Genryu termino su historia, Rouge parecía la más conmovida de los que estaban ahí, después de quitarse unas lágrimas e sus ojos ella tomo su mano. "Gracias" Le dijo ella, todos los presentes sabían que no solo lo decía por haberle contado la historia.

"Vaya" Dijo Kensuke finalmente. "Siempre que escucho esa historia me da escalofríos, quien pudo haber hecho tal masacre"

"Es verdad" Dijo Coral mirando a su 'esposo' fijamente. "Mi bisabuela y varias amazonas expertas inspeccionaron el lugar pero nunca pudieron encontrar pistas sobre el culpable, lo único que pudieron averiguar fue que el o los culpables usaron una magia muy fuerte."

"¿Puede ser que hayan sido las Senshi?" Dijo Jet. "Después de todo, tu tía estaba encerrada en su castillo y no creo que la Neo-Reina no supiera nada de eso".

"¡Es verdad!" Dijo Kensuke sobresaltado. "Todo apunta a ellas."

"No saques conclusiones tan apresuradas jovencito" Le previno Jet rápidamente. "Es cierto que tenemos varias sospechas, pero son inútiles si no podemos probarlas ante el publico, recuerda que aun tienen una gran admiración por ellas sobre todo en la tierra y no creo que eso se pueda borrar de la noche a la mañana."

"Pero..."

"No te molestes Kensuke." Dijo Genryu mientras volvía a comer. "No hay pruebas suficientes para afirmar eso, ya que supuestamente ellas estaban dormidas al igual que el resto del mundo y no fue hasta mil años después que su líder fue capaz de despertar con su propio poder."

"Supuestamente." Recalco Jet mientras también terminaba de comer. "Aun ahí muchos misterios que quedan por resolver."

Genryu asintió. "Pero si llego a comprobar que ellas fueron en verdad las culpables, no habrás nadie que me impida cumplir la promesa que hice en esa montaña."

Las duras palabras de Genryu resonaron en todos los que estaban en la mesa, Kenshiro solo le lanzo una extraña mirada.

"Bueno". Dijo finalmente Rouge. "Por que no dejamos ese tema para mas tarde. No quisiera que por mi culpa se arruinara la comida de ninguno de ustedes."

"No se preocupe" Le dijo Touji. "Ya estamos acostumbrados a discutir cosas así en una comida."

"Así es". Dijo Genryu mientras alargaba su brazo para tomar el último pedazo de Tofu con los palillos, sin embargo su intento fue frustrado al encontrar algo que jalaba en dirección opuesta. Levantando la vista, vio que Kenshiro estaba jalando del pedazo del otro lado de la mesa.

"Disculpa" Le dijo cortésmente Genryu. "Pero creo que este pedazo que estas agarrando es mío."

"Me parece que estás en un error" Le contesto Kenshiro fríamente. "YO lo vi primero".

"Buenoo, creo que ya termine" Dijo Kensuke con una sonrisa forzada y mientras se levantaba de la mesa. "Así que, si me disculpan, me retiro."

"Voy detrás de ti compañero" Dijo Touji.

"¡Esperenme!" Grito Shinji.

"¡¿Como que lo viste primero?!" Dijo Genryu mientras se esforzaba por mostrar una sonrisa cortes. "Es quien lo agarra primero lo que vale".

"Da igual" Le contesto Kenshiro. "Es mío de cualquier forma".

Jet se levanto y tomo la mano de Rouge. "Es mejor que nos vayamos, creame, por lo que he escuchado, no sería nada bueno quedarse aquí".

Rouge asintió y lo siguió fuera del comedor, Rei, Coral, y Nuku-Nuku no tardaron en seguirlos.

"¡Como de que tuyo!" Genryu comenzó a prepararse. "¡Yo no vi tu nombre escrito por ningún lado 'pelirrojo'!"

"¡Como si supieras leer 'Trenzitas'!" Contesto Kenshiro mientras alistaba su espada.

La puerta del comedor se cerraba mientras fuertes ruidos de pelea podían ser escuchados en el.

"Vaya, de la que nos salvamos" Dijo Kensuke con alivio.

"Si" Contesto Shinji. "Todavía recuerdo lo que paso en Venus, aun no puedo creer que casi destruyen el Instituto por un simple camarón."

"Pues creélo ahora" Le dijo Touji.

De todos los que estaban ahí, Rouge era la única que llevaba una sonrisa, hecho que no paso desapercibido por Jet Black.

"Dígame señorita," Le pregunto el ex-pacificador. "¿Por que ese cambio de animo? Pensé que la inmadurez de esos dos la enfadaría."

"No, por el contrario" Respondió ella manteniendo su sonrisa. "Es solo que estoy muy contenta de que Genryu haya encontrado tan buen amigo en su vida".

Todos los presentes se miraron las caras, con grandes gotas de sudor en sus cabezas.

"Bueno, 'amigos' seria el termino que yo menos usaría" Dijo Kensuke, luego pensó un poco más y añadió. "Si es que alguna vez lo uso."

"Créeme." Le dijo Rouge alegremente. "Cuando se trata de la familia Saotome, sus términos de amistad son muy distintos a los de muchos, me gustaría mucho saber como ellos llegaron a conocerse."

"Confíe en mi, señorita Rouge" Dijo Coral esta vez. "ESA es una historia que es mejor que no escuche aun."

Kensuke asentía a lo que decía Coral y luego miraba su reloj. "¡Dios Santo, miren la hora!" Dijo él con sus ojos bien grandes y fijos en su reloj. "¡¿Dentro de unas horas vamos a llegar y yo aun no alisto mis cintas y cámaras?!"

Rouge lo miraba con una mirada desconcertada no sabiendo el porque de su emoción.

Al mirar su confusión, Jet puso una mano en el hombro de Rouge. "Es mejor que no pregunte, no creo que le guste la respuesta". Y luego se retiro.

Rouge miro a Nuku-Nuku que solo puso encogerse de hombros e ir con los demás jóvenes. Ella decidió finalmente encogerse de hombros también y seguir al grupo que ahora se dirigía a relajarse un poco en el Área de descanso, mientras trataba de no hacer caso a los movimientos que hacía la nave por culpa de la 'conmoción' en la cocina.

* * *

Planeta Neptuno.

"Entiendo, ¿Para cuando espero su arrivo?"

"Ellos llegaran en unas cuantas horas."

"Muy bien, estaré preparada para su llegada. Silya fuera."

Sylia Stingray estuvo contemplando su pantalla apagada en meditación, analizando la información que se le había dado, ella no había estado esperando que el nuevo Líder de la rebelión actuara tan rápidamente, pero en cierta forma estaba agradecida por ello, este cambio de planes si resultaba le resultaría mejor de lo que pensaba, estaba segura de ello, pero también si todo salía mal arruinaría meses de duro trabajo en un segundo.

Le había costado mucho hacer que una de sus colaboradoras entrara como espía al cuartel de sus enemigos a diferencia de otras bases, esta era demasiado 'selectiva' en cuanto al grupo de gente que quería y fueron muchas las veces en que su amiga estuvo a punto de perder su empleo.

Pero también sabía que la situación en la que estaban era bien comprometida, el sub-comandante Fuyutsuki era muy preciado para ellos, no solo para la rebelión si no también para ella, él fue casi como un tío para ella que siempre velo por ella después de la muerte de su padre, no había vuelta de hoja su decisión ya estaba tomada.

Ella de inmediato empezó a marcar los números para localizar a su equipo, ellas necesitaban prepararse de una vez, aunque claro esta, sería mejor para sus intereses que no le dijera aun quien era el nuevo líder de la Rebelión, no porque podría afectar su desempeño, solo que en verdad le gustaría ver la cara de Priss cuanto lo vea.

Sylia no pudo evitar una sonrisa, la única que podía darse el lujo por ahora, ella tiene que hacer los preparativos para recibir a sus huéspedes y luego a empezar la lucha contra las Outer Senshi y las poderosas DELMO.

* * *

"¡Reiko! ¡Reiko! ¡¿Dónde estás Reiko?!"

Tomoyo llamaba por todas partes del aeropuerto de Júpiter, buscando a Reiko, ellas habían acordado verse después de una hora, eso había sido hace casi dos horas, y ya estaba empezando a ponerse realmente nervioso. Viendo que no tenía muchas opciones decidió ir a las oficinas del Aeropuerto para que la ayuden a buscar a su sobrina.

Ahora en verdad estaba empezando a arrepentirse de haber traído a la niña a Júpiter, ella sabía que estaba haciendo mal, pero deseaba tanto volver a vivir esos días de su niñez que paso con su amiga Sakura. Claro que sabía que su querida sobrina no podría usar magia debido al sello que pudo la Neo-Reina, pero el pensar en verla con uno de sus disfraces era demasiado tentador para dejarlo pasar.

Ahora todos esos pensamientos eran insignificantes a la sola imagen de su sobrina en algún lugar, sola, asustada y clamando a llantos por ella. Llegando por fin a las oficinas del aeropuerto, ella se preparo para entrar.

"No te molestes Tomoyo, Reiko no esta en ningún lugar de este planeta."

Tomoyo fue tomada por sorpresa al escuchar esa voz detrás de ella, dándose la vuelta rápidamente, ella vio una cara que creyó jamás volver a ver. "Elios" dijo ella con voz susurrante.

El joven mago asintió. "Así es, veo que aun no te has olvidado de mi."

"¿Cómo podría?" Dijo con una sonrisa, ella quiso decir algo más pero de repente se acordó de lo que él había dicho al principio y se apresuro a preguntarle. "¿Dime Elios que es lo que dijiste de Reiko? ¿Por qué dices que ella no esta en este planeta?"

Elios sonrió con su antigua expresión que realmente no había cambiado en nada. "Lo digo porque es cierto Tomoyo, Reiko ya no esta en Júpiter."

Una expresión de asombro y miedo se apodero de ella mientras agarraba al poderoso y antiguo mago por el cuello. "Dime por favor, ¿Le ha ocurrido algo malo? ¿No te perdonare si le has hecho algo?"

A pesar de que estaba sorprendido por la reacción de su antigua amiga, Elios aun mantuvo su sonrisa. "No te preocupes Tomoyo". Le dijo él para calmarla. "Nada malo le ha pasado, confía en mi."

"¿Qué confié en ti?" Le dijo ella. "Desapareces por mas de diez años, haces a todos pensar que estas muerto, ahora reapareces de la nada para decirme que mi sobrina se ha ido ¿Y me pides que confié en ti?"

"Así es."

Tomoyo tenía ganas de decirle muchas cosas más pero se dio cuenta de que no serviría de nada así que solamente dio un suspiro de resignación. "Bien, veo que no has perdido tu toque. Pero dime de una vez ¿Qué ha pasado con Reiko? ¿A dónde se fue? ¡Tengo que estar con ella!"

"Ha ido a cambiar su destino." Le contesto él simplemente. "Y me temo que no será posible que te le unas aun, pero no te preocupes por ella, Reiko no estará sola, otros viajan por su mismo camino."

"¿Otros?" Dijo ella con incertidumbre. "¿De quien estás hablando? ¿Y porque no puedo estar con ella?"

"Lo sabrás todo muy pronto". Respondió él mientras empezaba a desaparecer ante sus ojos. "Como dicen, todo a su debido tiempo".

"¡Espera!" Grito ella tratando de detenerlo. "¿Qué le dire a Sakura? ¿Qué paso con Kero y Yue...?

Vanos fueron los intentos de la mujer ya que el Mago ya se había ido, había tanto que quería preguntarle, queriendo saber más del destino de sus amigos, de Reiko. Eso era lo que más le preocupaba a ella, supuestamente Reiko tenía toda su magia sellada al igual que sus padres y no tendría forma de defenderse si se metía en algún peligro, a menos...

Tomoyo sonreía para si, no sabía exactamente porque pero tenía la sensación de que su sobrina estaría bien, esto era justo lo que ella deseaba y no necesitaba a su tía para que sea su chaperona, bueno no por el momento al menos, además ella estaba segura de que la volvería a ver muy pronto, después de todo le había prestado uno de sus trajes y como su madre ella le había prometido devolvérselo. Ahora, la única preocupación en su corazón era como explicarle a Sakura todo eso.

La vida es muy difícil a veces.

* * *

Planeta Plutón.

Un panorama desolador se alzaba delante de él. Antes, el solo había escuchado lo que había pasado, pero nunca pensó que hubiera sido tan grande, él había visitado el palacio Caronte varias veces desde que había llegado al planeta, y cada vez lo asombraba su presencia. Ahora también lo asombraba pero de una manera muy diferente.

Solo ruinas quedaba del antiguo Palacio Caronte, aún ahora era muy difícil creer que había pasado, Ken Nakayima sencillamente no podía creerlo.

Despedirse de su nueva amiga había sido duro, tenía el deseo de expresar emociones que nunca antes había sentido, se sentía confundido, inseguro de lo que tenía que hacer ahora, fue por eso que él había ido hasta allí. Tratando de ocupar su mente de otras preocupaciones y por increíble que parezca, parecía estar funcionando.

Las rocas del Palacio Caronte aun calientes por el intenso calor al que estuvieron expuestas despedían vapores al cielo, el palacio había colapsado sobre si mismo y eso había impedido que hubiera victimas fatales entre las personas que estaban fuera del palacio, él pudo ver a muchos pacificadores empezando a remover escombros, más allá el podía ver una tienda de campaña que servía para los heridos que encontraran.

"Oye Hermano. ¿El de allá no es acaso Ken?"

"Si, creo que es él."

Nakayima se dio la vuelta para ver quien estaba hablando y grande fue su sorpresa al reconocerlos. "¡Teppei! ¡Koutaro!"

"¡Ken! Que gusto verte de nuevo" Contesto Teppei mientras él y su hermano se acercaban a él para saludarlo.

"Mas gusto me da a mi verlos a ustedes" Contesto él mientras le daba la mano. "Pensaba que algo les había pasado a ustedes".

"A nosotros nos preocupaba también" Respondió Koutaro. "Nos dijeron que todo tu escuadrón fue derribado."

Ken bajo la cabeza al escuchar esto, avergonzado de haber fallado tan miserablemente, Koutaro noto esto y puso su mano sobre el hombre de Ken.

"No sientas mal por eso, amigo" Le dijo Koutaro. "A nosotros también nos vencieron."

"Así es". Continuó Teppei. "Era nuestro turno de guardia, cuando de un momento a otro aparecieron de la nada esos sujetos y nos noquearon debieron ser como treinta sujetos eran casi unos animales que..."

"Teppei" Koutaro miro a su hermano con una mirada reprochadora.

"Bueno, esta bien, eran cuatro" Dijo él finalmente, y luego miro a Ken. "Pero ustedes no pueden reclamar nada, por lo que he escuchado, tu equipo perdió contra solo dos naves".

Ken bajo la mirada avergonzada. "Si, lo sé."

"Ya vez lo que haces hermano." Le reprocho Koutaro a su hermano.

"Lo siento Ken." Se disculpo Teppei. "Creo que hable de más".

"No tienes que disculparte Teppei" Le dijo Ken. "Fue nuestra culpa que ellos hayan podido hacer esto."

Ambos hermanos veían a lo que él se refería, la destrucción del Palacio Caronte era también culpa suya, y ellos también bajaron la mirada, avergonzados de que no pudieron hacer nada tampoco para evitarlo.

"¿Qué vas a hacer ahora, Ken?". Le pregunto finalmente Koutaro.

"Bueno..." Contestó él. "Creo que lo primero será llamar a Miyuki para decirle que estoy bien, ella debe estar bastante preocupada por mi."

"Oye, tal vez después puedas juntarte con nosotros" dijo Teppei. "Desde que llegaste no hemos tenido tiempo de charlar sobre como están las cosas allá en Marte."

Ken estaba a punto de negarse pero vio que ambos hermanos en verdad necesitaban un rato alegre y también él. "Está bien, ¿Qué les parece a las ocho en los cuarteles?"

"Nos parece bien". Contesto Koutaro.

Click

"¿Huh?" Teppei miro por todos lados sin estar seguro exactamente porque.

"¿Ocurre algo Teppei?" Pregunto Ken al ver a su amigo tan distraído.

"No estoy seguro" Contesto él. "Pero estoy segura de que oí algo."

"Debe ser tú imaginación hermano" Le dijo Koutaro y luego se dirigió a Ken. "Espera a que escuches su cuento sobre 'La Bestia del Caos' que vivía en el palacio".

"Eso no fue ningún cuento hermano" Le dijo Teppei un poco enojado.

Click

"¿Lo escuchas? Ahí esta otra vez." Dijo otra vez Teppei mirando al suelo. "Creo que viene de abajo."

Koutaro solo podía mover la cabeza por la imaginación de su hermano. "Teppei que no te has dado cuenta donde estamos, de seguro son solo ruidos de unas paredes que han colapsado en el subsuelo, es totalmente normal."

"Tu hermano tiene razón" Replico Ken. "No hay nada vivo allá abajo."

Teppei los miro a ambos por unos momentos y luego se encogió de hombros al darse cuenta de que ellos estaban probablemente en lo correcto y empezó a caminar con ellos de vuelta a la base.

¡Click!

Los tres jóvenes dejaron de caminar al escuchar esto, y se miraron entre ellos y luego al suelo, el ruido esta vez fue mas fuerte que las otras veces y definitivamente no era algo natural.

"¿Qué crees que sea Koutaro?" Pregunto Ken mientras seguía mirando al suelo.

"No lo se" Contestó él bastante sorprendido. "El sonido es demasiado regular para ser rocas en movimiento."

¡¡Click!!

"¡Por favor todos guarden silencio!" Grito Ken a todos los pacificadores que se encontraban trabajando ahí, que de inmediato hicieron caso a sus palabras mientras se preguntaban en silencio el porque de esa orden.

Un silencio ensordecedor se apodero del lugar, pasaron varios momentos pero nada solo se escuchaba el ligero silbido del viento helado de ese planeta. Viendo que nada pasaba, uno de los pacificadores de mayor rango se acerco a los tres jóvenes.

"Disculpen se puede saber porque dieron esa orden tan..."

¡¡Cranck!!

Todos se quedaron callados, el último golpe había sido escuchado por todos y muy pronto la confusión comenzó a difundirse.

"Koutaro," Grito Ken "Tal vez una persona este atrapada allá abajo."

"Es imposible." Dijo él. "Ya los contamos a todos y no falta nadie".

¡¡Cranck!!

"Bueno, pues hay algo allí abajo". Contesto el joven piloto.

Esta frase resonó de inmediato en la cabeza de Teppei que hizo que su razonamiento diera paso a su imaginación. "¡Hermano!" Grito él. "¡Debe ser 'La Bestia del Caos' de la que te hable!"

Todos se volvieron a ver a Teppei en ese momento, algunos de los que se encontraban ahí ya sabían esa historia del horrible monstruo que estaba apresado en lo mas profundo del palacio Caronte. Muy pronto, todos los que se encontraban ahí empezaron a sentirse atemorizados por el solo pensar de que fuera verdad.

"Pero que dices hermano". Le reprocho Kaoutaro. "Ya te dije que eso no es mas que una tonte..."

¡¡¡Crack!!!

La intensidad del golpe por poco envió al suelo a todos los que se encontraban ahí, el pánico comenzó a propagarse rápidamente en ese grupo de personas que apenas acababa de pasar por un momento traumatizante.

"¡Rápido, todos vayan por su armas!" Ordeno uno de los oficiales.

Su orden fue rápidamente acatada, en pocos momentos todos tenían una lanza de poder en sus manos, su temor era tanto que muchos habían puesto sus armas en estado letal, era la primera vez que ellos lo hacían, jamás creyeron que las usarían de esa manera.

¡¡¡Crammmm!!!

Koutaro tuvo que pensar rápido en ese momento, todo parecía apuntar a que lo que había dicho su hermano era verdad así que tenía que actuar rápido. Haciendo uso de sus grandes conocimientos para verificar exactamente de donde venían esos golpes, se necesito solo unos momentos para que el lo descubriera. "¡Allá!" Grito él mientras apuntaba a una montaña de escombras. "¡Lo que sea que este allá abajo va a salir por ahí!"

¡¡¡Crammm!!!

Las palabras de Koutaro muy pronto se tornaron verdaderas cuando todos vieron como las rocas empezaron a moverse, de inmediato los pacificadores rodearon el lugar alistando sus armas, Teppei, Ken y Koutaro estaban lado a lado, listos para todo.

¡¡¡¡Crammmmm!!!!

El miedo se podía ver en las caras de todos, era la primera vez que muchos lo sentían, y no sabían exactamente como reaccionar ante el.

¡¡¡¡Crammmmm!!!!

Pero su lealtad a la Neo-Reina era grande, su deber era protegerla de toda amenaza.

¡¡¡¡Crammmmm!!!!

Nada los haría retroceder, sin importar que tan fuerte era su enemigo.

¡¡¡¡¡Cranmmmmm!!!!!

Y por ese momento, al pensar en la Neo-Reina, por solo un segundo todos sintieron que no importaba lo que saliera, ellos podrían vencerlo gracias a la valentía que le daba su recuerdo.

Pero solo por un segundo.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡CRAAAAAAMMMMMMMMMMM!!!!!!!!!!!!

La fuerza de la explosión envió a muchos pacificadores a volar mientras los otros se cubrían los ojos para protegerse de la intensa luz que se había producido, Nakajima fue uno de los primeros en levantar la mirada, la imagen que vio estaría por siempre grabada en su mente.

Donde antes hubo una montaña de escombros del antiguo Palacio de Sailor Pluto ahora se encontraba una gran columna de fuego que parecía haber derretido todas las colosales piedras en un segundo.

Era casi como si el Hades se hubiera abierto para liberar a su último demonio, a su última bestia.

Y ahí estaba.

El fuego era intenso pero parecía no hacerle daño en absoluto, las llamas impidiendo que pudieran verla claramente, solo estaba ahí observándolos, Ken podía jurar que los veían con curiosidad.

Y como siempre, la naturaleza humana actuó como siempre actúa cuando encuentra algo que no puede entender.

"¡Fuego!"

Nadie supo nunca quien dio la orden, lo único que supieron fue que todos la obedecieron inmediatamente.

Una lluvia de letales lasers cayo sobre la criatura a la que todos llamaban 'La Bestia del Caos', una segunda explosión se produjo que acabo con las llamas y una gran nube de humo negro se produjo en su lugar.

Todos se quedaron inmóviles, esperando que el humo se disipara para poder ver el cuerpo de la criatura a la que ellos acababan de vencer.

Ellos nunca tuvieron la oportunidad.

Dos bolas de energía salieron de la nube y explotaron bajo sus pies, mandando a volara a casi todos los pacificadores. Ken Nakajima cayo de seco sobre la dura nieve, él recien había salido del hospital y parecía que tendría que volver más rápido de lo que había pensado. Su cuerpo estaba adolorido pero consciente, pero sin embargo en ese momento, el realmente deseaba no estarlo para así no tener que oír los terribles gritos de sus compañeros.

"¡No por favor, no!"

"¡Piedad! ¡Piedad!"

"¡Neo-Reina por favor protegeme!"

"¡Auxilio! ¡Por favor alguien que nos ayude!".

Ken levanto su cabeza para ver lo que estaba pasando, lo que vio era algo indescriptible, la criatura se estaba moviendo a una velocidad asombroso, derribando a todo lo que se le ponía en frente, ni importaba cuanto le dispararan nadie podía darle, era imparable. A su lado, él podía ver los cuerpos de Teppei y Koutaro y respiro con alivio al ver que todavía respiraban.

Fue en ese momento que empezó el silencio.

Todas las voces habían callado, como si el se hubiera vuelto sordo de repente.

Levantando la mirada de nuevo, el vio con asombro como todos sus demás compañeros habían caído, y yacían tiesos sobre la nieve. Mas allá el pudo ver a la criatura causante de todo, y por primera vez pudo verla con claridad, ¡Era humana! O al menos eso parecía ya que estaba alejada y su visión estaba algo borrosa por la contusión que había tenido. Y antes de que pudiera distinguir mejor, se puso un pedazo de telo sobre ella que ella había sacado de los restos de la tienda que habían puesto, cubriendo todo su cuerpo y por un momento le hizo recuerdo a Wiseman, uno de los líderes de la familia Dark Moon.

El lo estuvo mirando fijamente hasta que se dio cuenta de que lo estaba mirando a él ahora y empezaba a caminar hacía el, el pánico se apodero de Nakajima y trato de alcanzar su lanza de poder que se encontraba a pocos metros de él. Con todo su esfuerzo, el empezó a arrastrase hacía allá, el ya estaba punto de tomarlo cuando un pie aplasto su arma. Tragando saliva, Nakajima miro para arriba.

Y antes de que pudiera hacer nada, él fue levantado de el cuello por la criatura a la que llamaban 'La Bestia del Caos' que, aunque no podía verle el rostro, lo estaba mirando fijamente con una mirada que parecía llegarle hasta el alma.

"Nombre"

"¿Huh?" Ken estaba un poco confuso y no sabía si había escuchado bien.

"¿Pregunto por tu nombre?" Dijo otra vez con una voz seca, extraña, casi como si por primera vez expresaba palabra después de un largo tiempo.

"K-ken" Respondió él con nerviosismo. "Na-Nakajima ken."

"¿Eres Humano?" Pregunto con sorpresa, como si recién lo hubiera notado.

Nakajima solo logro asentir antes de volver de nuevo a sentir su mirada, esta vez más fuerte que antes.

"¡¿Qué años es?!" Pregunto con fuerza, su voz haciéndose cada vez más fuerte.

"¿Qué año?" Ken no estaba seguro exactamente que responderle.

"No me gusta repetir las cosas ¿Pregunte que año es?"

"Es... es el años 19 D.S." Respondió él finalmente.

"¿D.S.?" Pregunto confundida. "¿Qué demonios significa eso? ¡Responde!"

"Después de Serenity". Contesto Ken sorprendido por su lenguaje grosero. "Cambiamos las fechas en honor la Neo-Reina Serenity gracias a que ella nos salvo del Segunda Gran era de Hielo, sabe debería de dejar de hablar asi, la gente ya no habla así en esta epoca."

Por un momento, estuvo ahí parado, Ken podía sentir que quien sea que fuera, estaba bien confundido por lo que había escuchado, luego el volvió a sentir como su agarre se ponía mas fuerte y otra vez era acercado hacía su cara.

"Escucha" Le dijo con gran firmeza en su voz. "Parece que estuve fuera de circulación demasiado tiempo, y ahora TÚ me vas a ayudar a ponerme al día."

"¿Yo?" Preguntó el no pudiendo creer lo que acababa de oír. Y aunque no podía verlo, sabía que había una sonrisa en la cara del extraño frente a él mientras comenzaba a asentir.

"Así es, y tengo la certeza de que tu y yo seremos grandes amigos por un buen rato."

Si Ken Nakajima supiera el verdadero significado de sus palabras él se habría desmayado en ese mismo instante pero el poco sabía que este era el principio de una aventura que cambiaría para siempre su vida y la historia del Sistema Solar. Pero muy pronto lo sabría.

Solo era cuestión de tiempo.

Continuara...


Notas del Autor:

Bueno eso es todo por ahora, se que prometí a las Knight Sabers, pero me vi en la necesidad de explicar muchos cabos sueltos que estaba dejando y además tenía que hacer un preámbulo para la siguiente gran batalla. Pero no se preocupen, en el próximo capitulo la acción comienza nuevamente.