¿Quieres ser mi prometido?

(Una Ranma ½ Alt Historia)

Por Lord Kal-el
Idea original de Ammadeau Roy
Formato HTML de Hukarovi Yanoki

Aclaración: Todos los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi, y espero que ella nunca se entere lo que he hecho con ellos.


La suerte de Ranma, a pesar de su opinión, no era siempre mala. A veces podría ser bastante buena, ya que él y Akane llegaron a clase justo antes de que el profesor lo hiciera. Pero a menudo había un pero. Esta vez ambos habían estado ansiosos de llegar a la clase antes que el profesor pero olvidaron que se sostenían las manos todo el tiempo; algo qué no fue omitido por sus compañeros de estudios. Los rumores sobre ambos crecieron.

Capítulo 5: Cinco Hombres Muy Grandes (y una Mujer más Grande aun)

Ranma mismo era sordo a estos rumores, y ciego a las miradas que él actualmente recibía debido a ellos. La clase había comenzado y él daba una concentración sólo marginal a la lección. Esta vez no era porque estuviera demasiado cansado o aburrido para prestar atención, sino porque sus pensamientos estaban demasiado ocupados en este momento para prestar atención a algo.

Las chicas ocupaban su mente en este momento, algo de lo cual su madre habría estado orgullosa de haberlo sabido. Ranma siempre tenía problemas con chicas. Él tenía problemas con chicos también, pero a un grado algo menor. Los chicos, al menos, eran más fáciles de entender para él. Caían en tres categorías: los chicos que querían golpearlo, los chicos que querían trabar amistad con él, y muchachos que solamente no hacían caso de él. Ranma pensó que había demasiados del primero y no suficientes del segundo. Él sólo tenía un verdadero amigo, y a él no lo había visto desde que eran niños. Pero esto estaba bien para Ranma, al menos ellos eran fáciles de tratar.

Las chicas eran otro asunto por completo. De la forma en que actuaban alrededor de él por lo general le dejaban confundido o con miedo, a veces ambos. Aquella muchacha Kyoko le había dado una mano en la pelea de hoy, pero cuando él la vio mirando en su dirección, ella fruncía el ceño. ¿Entonces por qué le ayudó si ella le tenía aversión?

Estaba Nabiki, a quién él había tenido la intención de tratar de hablar antes de la escuela para encontrar algún modo de entenderla, pero entonces esos tipos lo habían atacado. En su opinión, su cita entera había sido un desastre, y aún la explicación que ella le había dado sobre estar en su protección no tuvo sentido. ¿Cómo era eso divertirse? ¿Sobre todo bastante para hacerla besarlo en la mejilla? Ranma no olvidaría eso durante mucho tiempo por venir. Al final de su cita, Nabiki había actuado en una forma que lo había hecho instintivamente querer escaparse en el pasado, pero por alguna razón él no sintió la necesidad de escapar de ella. ¿Por qué era esto? ¿Y por qué esperó con impaciencia él verla otra vez?

Luego estaba Akane, quizás la más confusa de todas. Él no tenía absolutamente ni idea de como ella actuaría cuando se encontraran. ¿Estaría enfadada, feliz, o indiferente? Juzgando casos pasados, no había ningún modo de decirlo. Él estaba confundido, pero al mismo tiempo esperaba con impaciencia averiguarlo.

*¿Por qué no pueden ser todas las chicas como Kasumi?* Ranma lamentó su confusión. *Yo puede entenderla, al menos*

* * *

Genma notó que uno de los otros sensei con quien trabajaba parecía nervioso hoy. Era un hombre que él conocía durante años y años - incluso se habían entrenado bajo el mismo maestro - pero apenas podrían llamarles los mejores compinches o algo así. Así que Genma no hizo caso de ello, no era su problema.

Él había terminado su primera clase del día cuando Sakamoto finalmente se acercó a él. "¿Ah, Saotome-san, tiene un minuto?" él preguntó un poco nervioso.

Genma asintió despacio mientras alzaba las cosas para su siguiente clase. Normalmente, sería responsabilidad de los estudiantes, pero ya que la siguiente clase estaba compuesta de pre-escolares no les permitían hacer cualquier trabajo pesado. Genma se mofó de la idea; su propio hijo había sido capaz de hacer todo eso a la misma edad. "¿Recuerda usted hace aproximadamente doce años cuándo mi familia se quedó en su casa? Fue cuando el maestro reapareció para entrenarnos otra vez."

Genma se estremeció. "¿No me digas que él ha vuelto?" él preguntó con miedo.

"¡No, no, no!" Sakamoto contesto rápidamente, al mismo tiempo enviando un rezo silencioso de que su suegra lo atrape ante de que suceda otra vez. "Es solo que mi hija y su hijo eran amigos hasta que ella se fue a China. ¿Ella acaba de volver recientemente, entonces me preguntaba si fuera posible tener una pequeña reunión de familia un día, discutir viejos tiempos?"

Genma frotó su barbilla pensando. Un compinche de bebida/Un buen compañero de entrenamiento y la esposa del hombre para mantener a la suya ocupada. Nodoka probablemente haría una de sus comidas de lujo para tal ocasión. Esto parecía el modo perfecto de pasar un fin de semana, excepto que había algo sobre la idea que le molestaba. Algo que solamente no podía explicar...

Genma se encogió de hombros. Si él no podía recordarlo, no podía ser tan importante. "Yo no veo por qué no-"

Sus palabras de repente fueron cortados por un retumbar como truenos muy cerca. Tanto él como Sakamoto giraron en sorpresa al ver a cinco enormes hombres entrar en el dojo. Cada uno tenía que bajar su cabeza para pasar por la puerta, y ponerse de lado para que sus amplios hombros puedan caber.

Genma nunca había visto a alguien tan grande como ellos, sus cuerpos se hinchaban de músculo, que eran fáciles de ver ya que ninguno de ellos llevaba camisas. Ellos usaban vaqueros gruesos, llenos de suciedad y grasa, y pesadas botas de trabajo. Cada uno llevaba una gran herramienta, uno llevaba una bola metálica en una cadena, otro sostenía lo que parecía ser una viga de soporte.

"¡¿Dónde está Genma Saotome?!" El que estaba en el frente bramó. Él era el único que no llevaba nada, aunque sus puños eran más grandes que las cabezas de la mayoría de la gente.

La mayoría de la gente presente eran maestros de artes marciales con años de experiencia contra fuertes enemigos. Todos se dieron la vuelta y apuntaron a Genma inmediatamente. Ellos podrían ser expertos, pero ellos no iban a entrar en cualquier pelea si pudieran evitarlo.

Genma estuvo un poco decepcionado por la traición de sus colegas, aun cuando él hubiera hecho la misma cosa en su lugar, pero él todavía confrontaba al líder con orgullo. "¿Quién quiere saber?"

El hombre sonrió abiertamente. Sus dientes eran grandes como el resto de él, y nacarados blancos. "El Equipo de Demolición," Dijo él mientras rápidamente recogió Genma por el cuello con su mano, "Nos gustaría saber donde esta tu hijo."

* * *

Kuno con orgullo dio un paseo hacia fuera por el patio de la escuela en busca de su nuevo rival... ¿Estudiante? ¿Amigo? Ninguna palabra parecía apropiada para la relación profunda y compleja que él y Ranma ahora compartían. Una amistad nacida del combate, madurada por el entendimiento, para brillar bajo el sol de verano como una rivalidad verdadera entre hombres de más o menos igual capacidad.

La gente se alejaba de Kuno mientras comenzaba el discurso enfático con él otra vez. Él había estado actuando aún más loco que de costumbre últimamente. Muchos eran de la opinión que su derrota final contra Ranma había roto su ya provisional sanidad.

* * *

"Um, hola, " Akane nerviosamente saludó a Ranma, encontrándolo bajo la sombra de un árbol que él había hecho su lugar de hora del almuerzo.

"Hola", Ranma saludo de vuelta, también nervioso. Ella era todavía un misterio completo para él, y no tenía pista de como actuar alrededor de ella aún, cada una de sus reuniones por lo general lo dejaba aún más confundido.

Unos momentos de silencio de tensión pasaron antes de que Akane preguntara, "¿Te importa si almuerzo contigo?"

Ranma alzó la vista a ella. Él había estado esperando esta pregunta desde - por alguna razón que él aún tenía que entender- que ella había almorzado con él durante los dos días pasados, aunque ella no pareciera tan nerviosa como la vez pasada. Él rió provisionalmente a ella y contestó, "Me gustaría."

Akane sonrió con gratitud, y tomó un asiento al lado de él rápidamente para cubrir el aumento repentino de nerviosismo que sintió. Ambos comenzaron sus comidas y comieron en silencio durante un tiempo.

"Fue una cosa realmente fea lo que los muchachos te hicieron hoy," Akane dijo después de tragar un bocado de arroz. "Digo, ellos han hecho algunas cosas bastante bajas en el pasado, pero esta tiene que ser la peor. Perdón por no ayudarte antes."

Ranma se sintió un poco avergonzado de haber sido ayudado en una pelea, por una chica, no una vez, sino dos veces. Él recordó la explosión anterior de Akane y decidió que él no debía mencionar que no importaba como él se sentía sobre ello. Él había aprendido a mantener su boca cerrada a veces, a pesar de la opinión de su hermana.

Él estuvo algo preocupado de como sus padres reaccionarían si lo averiguaran. Su padre seguramente lo acusaría de aflojar en su entrenamiento e idearía aún más agotadores ejercicios ridículos. Su madre se aseguraría de que comenzara a salir con Akane para agradecerle su ayuda, y probablemente insista en conocer a la muchacha ella misma. Gracias a dios, sus padres no tenían ningún modo de saber lo que pasó en la escuela.

"No fue tan malo. He estado en peleas injustas antes. Rayos, mi padre hace trampas todo el tiempo en nuestras contiendas. Y... gracias por la ayuda. Eres una artista marcial bastante buena."

Akane acepto la alabanza al principio, pero entonces sacudió su cabeza, recordando sus pensamientos de esta mañana. "No, no lo soy. Soy demasiado lenta."

Ranma tuvo que admitir que tenía un punto. Él había notado eso inmediatamente en sus peleas juntos. "Bien, la velocidad no es todo. Tienes algunas técnicas buenas contra múltiples oponentes que contrarresta eso un poco, y no tienes que golpear a alguien tanto porque eres tan fuerte como un gorila."

"¿Disculpa?" Akane preguntó en un tono más frío que antes, su mirada bastante cerrada.

Ranma se preguntó si Akane había aprendido la mirada de su hermana de algún modo, o era algo que cada chica podía hacer. De una u otra forma, esto lo hizo sentirse como un bicho justo antes de ser aplastado.

"Quise decir eso como un elogio, realmente," Ranma dijo rápidamente, agitando sus manos para rechazar cualquier ataque repentino. "Tú eres probablemente más fuerte que yo y puedes aguantar un golpe tanto como puedes dar uno."

Akane asintió, pareciendo apaciguada, y aunque su tono no era tan frío como antes, todavía carecía de un poco de su calor anterior. "El énfasis de la Escuela de artes marciales Puño de Piedra es la fuerza y resistencia contra muchos oponentes. Es lo que he estado entrenando toda mi vida."

Ranma asintió. "Combate Libre es bastante como el nombre lo dice. Aunque a mi padre le gusta concentrarse en velocidad y agilidad, y no hace bastante caso de todas las técnicas armadas. Pienso que mi padre piensa que las armas son formas intrínsecamente más débiles, pero yo tenía un amigo que era más o menos tan bueno como yo era con armas. O al menos él era, ha pasado mucho tiempo desde que lo vi."

"Viéndote pelear, pensé que era algo así," Dijo Akane finalmente, aunque ella parecía luchar con las palabras. "De hecho, yo me preguntaba si tu..."

Las palabras de Akane se calmaron cuando ellos de repente estaban cubiertos por la oscuridad. Tanto ella como Ranma alzaron la vista y encima vieron las caras de cinco hombres muy grandes que se habían juntado alrededor de ellos. Todos los hombres reían, aunque ellos lucían lejos de ser amistosos.

"Así que te hemos encontrado por fin, Ranma Saotome," el que estaba al medio dijo, su voz profunda retumbaba.

Ranma rasguñó su cabeza en confusión. "¿Te conozco?"

"No, pero te conocemos," Contestó él. "El Equipo de Demolición esta aquí para hacerte pagar por lo que le hiciste a nuestro hermanito. "

Ranma de pronto recordó la razón por la que él había sido transferido a Furinkan en primer lugar, todo debido a aquel maestro de Artes Marciales de Demolición. Él había estado gritando sobre el Equipo de Demolición algo.

"No pensé que le hice tanto daño," dijo Ranma. En realidad, él estaba bastante seguro de que él no lo había hecho daño en absoluto. El tipo había perdido la lucha porque él había derribado el gimnasio sobre él.

"¿Hacerle daño?" Su líder dijo con la cólera. "Hiciste algo peor que dañarlo. ¡Aniquilaste su alma! ¡Aplastaste su voluntad! ¡Rompiste su espíritu! ¡A causa de ti, él es ahora una cáscara patética de la persona que él una vez era, a quien la muerte sería una piedad!"

"¿No exageras solo un poco?" Akane preguntó. Por lo que ella había visto de sus peleas, Ranma se contenía bastante, incluso cuando eso arriesgaba a que él saliera lastimado. Ella realmente no podía verlo arruinar la vida de alguien así.

Las lágrimas ahora se derramaban por los ojos de cada miembro del Equipo de Demolición mientras su líder hablaba otra vez. "Toshi estaba destinado a la grandeza. De todos nosotros, él tenía el mayor potencial y aprendía más rápido que nadie. No sólo era él un gran artista marcial, sino también inteligente, sabio, y artístico. ¡El mayor ser humano que el mundo alguna vez conoció!"

Ranma realmente tuvo que preguntarse si ellos hablaban del mismo tipo. Su japonés había sido ordinario aún para las normas de Ranma, y él olía como si el baño era un concepto extranjero a él. Por no mencionar que había derribado un edificio encima de él. Él apenas había sido un modelo de virtud.

"¡Él era el pináculo de perfección, hasta que ese demonio asqueroso llamado Ranma Saotome se cruzo en su camino y con maldad pura sin ayuda de nadie arruinó su vida!"

"¿Pero qué exactamente hizo Ranma?" Akane preguntó.

"¡¿Qué hizo él?! ¡¿Qué hizo él?!" el líder gritó, estimulándose en un frenesí. "¡No sólo Ranma derribo un edificio que Toshi, como se suponía, destruiría, sino que él lo engañó en derribar un edificio que él no debía!"

Akane frunció el ceño. "Yo no veo porque eso sea gran cosa."

"¡No es gran cosa! ¡¿No es gran cosa?!" el líder gritó mientras sus ojos prácticamente se hinchaban. Los demás tuvieron que contenerlo, por lo cual Akane se alegró. Ella podía ver la saliva volar de su gran boca cuando hablaba. Ella definitivamente no quería acercarse más. "¡Las capacidades del Equipo de Demolición se propusieron para servir al bien! ¡Pero esta criatura... Ranma ha hecho que la capacidad de Toshi, que era seguramente un regalo de los dioses, a servir el mal! ¡Toshi nunca será capaz de levantar su poderosa palanca otra vez!"

El líder se dio vuelta a Ranma, algo calmado. "Y es por eso que hemos venido, Ranma Saotome. A vengar la injusticia hecha a nuestro hermano. Disponte a ser destruido. "

Ranma se levantó. Él sabía que estaba en grandes problema luchando cinco contra uno así pero él realmente no tenía ninguna opción. Él no sería capaz de afrontar a alguien si él alguna vez se echara para atrás de un desafío. Esto avergonzaría el nombre Saotome.

Le tomó a Akane aproximadamente tres segundos para decidirse. Ella nunca había afrontado a oponentes tan grandes y resistentes como este Equipo de Demolición antes, pero ella no iba, no podía, dejar a Ranma luchar solo. Eso iría en contra de todo lo que ella creía como un artista marcial. Además, ella todavía se sentía endeudada con él por terminar sus peleas de la mañana, aún después de la ayuda hacía él esta mañana.

Antes de que ella pudiera hacer o decir algo sin embargo, una voz familiar resonó, "¡Alto, demonios!"

* * *

Nabiki también se sentaba fuera a almorzar, rodeado por sus varios empleados, y en una posición ventajosa para observar a Ranma y Akane. Ella dijo que ella solamente cuidaba de su hermana menor, pero su verdadera razón, la cual ella aún no quiso admitir aún a ella misma, era que quiso asegurarse de que no estuvieran muy cerca.

Como amigos estaba bien - Nabiki tuvo que admitir que Kasumi tenía un punto esta mañana sobre Akane necesitando a un amigo masculino - pero ella no quiso que ello fuera más lejos que eso. Ella sabía que el rumor sobre ellos sosteniéndose las manos era solamente una exageración, pero esto removió sus emociones sin embargo. Si resultara ser verdad que ellos habían ido más allá de la amistad, Nabiki debería tomar medidas, mostrando donde el interés de Ranma debería estar, y esto podría poner en peligro su negocio entero.

Nabiki era la reina incuestionable de Furinkan porque nada podía detenerla. Ella no se enojaba, ella sólo se vengaba. Una confrontación con ella era una competición de voluntades, y una que ella siempre ganaba debido a su control de hierro. Si ella perdiera esto, la estructura entera podría derrumbarse sobre ella, aún sus propios empleados se volverían contra ella.

Nabiki fue vuelta al presente cuando cinco hombres muy grandes se acercaron a Ranma y Akane, y ellos no parecían demasiado amistosos tampoco. Confirmaron aquella sospecha como uno de ellos comenzó a gritar con ira, aún al punto donde él tuvo que ser contenido por sus aliados.

"Parece que el espectáculo de esta tarde está a punto de comenzar," Nabiki dijo a sus amigos y ayudantes. "Parece que Ranma va a tener otra pelea. Naoko-chan, consigue la cámara de vídeo del club AV y prepárate a grabar la acción. Podemos vender copias para mañana. Miyuki-chan, encuentra a Gosunkugi y dile que quiero fotos de todos los participantes, sobre todo Ranma. Podemos usar el equipo del club de periodismo para imprimir algunos folletos agradables para ir con el vídeo. Kyoko-chan, eres responsable del fondo de apuesta, con las probabilidades de cuatro a uno contra los recién llegados. El resto de usted comienza a tomar apuestas."

Sus empleados asintieron y empezaron sus tareas dadas, la mayoría yendo sobre la muchedumbre creciente, tomando apuestas de la gente habitual. Ellos fueron directo a los jugadores regulares, y lograron atraer algunos otros. Nabiki había hecho todo lo posible para convencer a sus compañeros de estudios que las apuestas eran un juego de diversión, que las peleas en la escuela se hacían más interesantes cuando uno tenía un interés en ellos.

Nabiki misma mantuvo sus ojos sobre Ranma. Inadvertida al lado de ella, Kyoko frunció el ceño ligeramente. No le gustaba que Nabiki aún pareciera interesada en Ranma después de su desastrosa cita.

"Sempai", Kyoko dijo con cuidado, "¿Cómo puede usted estar tan segura de que Ranma ganará? Es cinco contra uno, y todos esos hombres parecen resistentes."

"Ante todo, es tres contra uno, Kyoko-chan," Nabiki replico en un tono de lectura, sus ojos nunca dejando a Ranma. "Mi pequeña hermana tiene un hábito de sobresalir por el desvalido, ella ya le contesta al tipo. No hay manera de que va a dejar a Ranma pelear solo. Y si Akane está implicada, Kuno no estará muy lejos.

"Y... Tengo fe en Ranma. Sé que él ganará de algún modo."

Kyoko trató de no hacer caso del hueco que sentía en su estomago mientras comenzó a tomar las apuestas que los otros ayudantes habían comenzado a traer.

* * *

El Equipo de Demolición giró sus cabezas para mirar fijamente a este nuevo intruso, que con arrogancia cruzó de un tranco hasta ellos, un bokken sostenido lánguidamente en una mano. Su expresión era una mezcla de cólera y desdén mientras evaluaba a cada uno de ellos, no pareciendo en todo impresionado.

"¿Qué quieres?" el líder de el equipo de Demolición le preguntó.

"Si tú deseas la mano de la sublime Akane Tendo," Kuno dijo mientras apuntaba su bokken, "¡Entonces tendrá que derrotarme primero!"

"¿Quién?" el líder preguntó en confusión. "La única persona por la que nos preocupamos aquí es Ranma Saotome."

"¡Ajá!! ¡Los seres como Tatewaki Kuno nunca serán engañados con una estratagema tan obvia! Puedo ver claramente que tu plan consiste en que derrotando a Saotome, usted será capaz de reclamar a Akane para si. ¡Esto yo no lo permitiré!"

"Ellos no mienten, Kuno," Ranma dijo el kendoista. "Ellos están aquí para pelear conmigo y eso es todo. No tienes que implicarte en esto."

Kuno sacudió su cabeza tristemente. Mientras podría ser verdad que Ranma era un excelente artista marcial, él era demasiado ingenuo cuando trataba con bandidos como los que él actualmente enfrentaba. El engaño y decepción eran sus contraseñas, y uno podría estar seguro que ellos ocultarían sus motivos verdaderos al final. Aún así él no podía atreverse a romper las ilusiones delicadas de Ranma de un mundo más simple, más amable.

"Independientemente de sus motivos," Dijo Kuno finalmente. "Yo los veré derrotado por mi mano."

* * *

Un silencio cayó por el patio de la escuela mientras espacio era hecho para la lucha. La muchedumbre de estudiantes era curiosa por mirar, pero pensó que era más seguro mantener su distancia. Aquellos con la mayor parte de sentido común decidieron mirar de dentro de la escuela, preferentemente varios pisos encima de la acción. Kuno tenía el hábito de cortar directamente por árboles y piedra en medio de la batalla, y este Equipo de Demolición lucía aún más peligroso.

Gosunkugi llevó su cámara a su percha encima de un árbol. Nabiki había alquilado sus servicios para conseguir las fotos de los participantes para vender después. Él suspiró mientras él de mala gana enfocó lejos de Akane y sobre el muchacho con la trenza que estaba parado esperando que la lucha comenzara. Nabiki había sido bastante insistente que la mayoría de las fotos sean de Ranma.

Nabiki se había movido a la posición más segura del segundo piso de la escuela con la ventaja añadida de ganar una vista panorámica sobre la lucha. Kyoko estaba al lado de ella, más enfocado en su jefe que la acción debajo.

* * *

Ranma sonrió con satisfacción a Kuno, que estuvo de pie al lado de suyo con su bokken levantado, sus pies firmemente plantados, esperando algo. Él solamente no podía creer que en unos días ellos hubieran ido de enemigos a aliados. De algún modo por una vez él no había hecho un enemigo de toda la vida.

"¿Qué dices, Kuno? Tomaré los tres de la derecha, tu toma los dos a la izquierda."

Kuno sacudió su cabeza ligeramente, sus ojos nunca dejando a los cinco oponentes que estaban de pie ante ellos. "Más bien, es mejor que yo derrote a los tres a la izquierda mientras tú desafías a los dos a la derecha."

"Yo solamente me sentaré y miraré a ustedes dos ser pulverizados," El líder del Equipo de Demolición habló, dejándose bajo la sombra de un árbol. "Así esto será una pelea justa."

"¡¿Pelea justa?!" Akane gritó, "¿Cómo es dos contra uno justo?"

"Cien de estos perros viles no sería bastante para derrotar al gran Tatewaki Kuno," el kendoista anuncio, bokken levantado al cielo. "Acepto su desafío patético."

Ranma sonrió abiertamente. Sus oponentes lucían voluminosos y lentos. Con su velocidad, aún dos de ellos trabajando juntos no serían capaces de tocarlo. "Vamos a terminar esta lucha ya, quiero terminar mi almuerzo antes de que toque la campana."

Ninguno del Equipo de Demolición parecía intimidado por sus palabras. Ellos sonrieron abiertamente mientras cambiaban señas con su líder, luego giraban para afrontar a sus adversarios, instrumentos de destrucción listos en sus grandes manos.

Durante varios momentos los seis combatientes sólo estuvieron de pie, mirando fijamente el uno al otro en silencio, esperando que alguien haga el primer movimiento. Entonces una hoja se cayó de un árbol cercano, revoloteando en su camino lento a la tierra. Sin hacer un sonido, la muchedumbre la miró caer, y cuando finalmente aterrizó, la batalla había comenzado.

* * *

Los dos oponentes de Kuno rápidamente cerraron el hueco entre ellos, mientras Kuno mismo estuvo de pie listo, dejándoles venir. Uno maniobraba su pesada viga como un palo mientras el otro aplastaba el aire con una pala de acero.

Kuno nunca había estado tan enfocado en su vida. Esto pudo haber sido la preparación mental para su ahora entrenamiento abortado con Ranma o el hecho que por una vez él luchaba por Akane que contra ella, pero independientemente de la razón, su mente estaba vacía con la lengua florida o los pensamientos de su antigua herencia de samurai. Él era un luchador que trata de ganar una batalla, nada más.

Como tal, él podía ver los movimientos de sus oponentes antes de que ellos lo hicieran, el tensar de sus hombros, el movimiento de sus brazos, la colocación de sus pies, y el doblamiento leve de sus muñecas. Los signos que habían sido casi inexistentes en sus peleas con Ranma. Esto le recordó sus peleas con Akane, pero con estos dos no había ninguna preocupación sobre hacerles daño. De hecho, era exactamente su intención.

El Bokken de Kuno se tensaba mientras bloqueaba la viga que paso sobre su cabeza, al mismo tiempo girando su cuerpo para evitar la pala que apuntaba a su estómago. Él esquivó a su primer oponente y añadió a su momento un golpe a su espalda con la parte de atrás de su 'espada', causando que los dos miembros del Equipo de Demolición cayeran uno encima del otro.

Él sólo estuvo apenas sorprendido por la repentina porra que se elevaba de la muchedumbre. Kuno salto a una postura dramática y declaró a sus enemigos caídos, "¡Ahora que ustedes han atestiguado la gran habilidad del Trueno Azul, ríndanse, ahórrense el dolor y la humillación de la derrota total!"

El Equipo de Demolición sólo respondió levantándose y levantando sus armas otra vez. Ambas caras estaban torcidas en cólera mientras ellos miraron airadamente a Kuno.

Tatewaki no estaba en lo mínimo intimidado. "Muy bien. ¡Si ustedes rechaza ceder, no tengo ninguna otra opción, mas que enseñarles el error de sus caminos!"

Con un gruñido de animal, los dos miembros del Equipo de Demolición atacaron.

Ranma se apresuró a sus oponentes, tratando de hacer todo lo posible para terminar esto cuanto antes. Él todavía tenía hambre y él sabía que el período de almuerzo no duraría mucho más tiempo.

Él tuvo que esquivar una gran llave de tuercas que iba a su cabeza, en el momento siguiente haciendo un salto sobre una bola y cadena enviada para entrampar sus piernas. Este Equipo de Demolición no estaba bromeando, él comprendió de pronto, ellos estaba dispuestos a dañarlo seriamente.

Otra vez la bola y cadena intentaron atraparlo otra vez cuando él estaba sólo a pulgadas del hombre que lo manejaba. Ranma dio un gran salto apoyándose sobre los hombros del hombre, forzándolo a la tierra con su impulso, mientras la bola de la cadena regresaba directamente al estomago del otro hombre, haciéndolo caer de rodillas.

Ranma golpeó la otra llave de la mano de su otro oponente, e iba a terminar con un puño en la cara, pero se paró de pronto cuando él vio la sonrisa del hombre. Después de aquella bola en el estómago, la última cosa que él debería haber estado haciendo era reír.

El silbido leve del aire detrás de él fue la única advertencia de Ranma mientras se agacho rápidamente, sólo para mirar a la llave lanzada antes volver a golpear a su lanzador directamente en la cara, tirándolo al suelo.

Ranma era apenas consciente de los aplausos de la muchedumbre mientras respiraba pesadamente, no del esfuerzo, pero de un poco de miedo. Si aquella llave en verdad hubiera impactado en su nuca, esta batalla ya habría terminado, sin mencionar que dejaría a Ranma con un mar de dolor.

A pesar de esto, sus dos oponentes ya se paraban de nuevo. Ellos sonreían abiertamente mostrando sus dientes, aunque sus ojos eran planos y duros. Con un aliento final profundo, Ranma pasó a una postura y lo espero a que vengan otra vez.

* * *

"Parece que tu Equipo de demolición es puro espectáculo y nada de capacidad," Akane dijo a su líder con aire de suficiencia, ocultando el alivio que ella sintió.

El hombre frente a ella sonreía abiertamente. "Esta lucha sólo ha comenzado."

* * *

El hombre con la pala despacio se acercó a Kuno, sosteniendo su arma como un bokken, mientras su otro oponente con una viga de acero que ahora descansaba sobre su hombro se quedaba atrás y miraba. Kuno encaro al oponente que manejaba la pala, rodeándolo despacio, sostuvo listo su bokken para un ataque mientras él seguía con un ojo al otro hombre.

Kuno era normalmente alguien que iba y atacaba primero, pero en este caso dos oponentes semi-calificados dictaron una postura defensiva. Si él atacara a uno, él se dejaría vulnerable a un ataque del otro. Pero si él se contuvo y esperaba un ataque de uno, él podría contestar y todavía estar listo a enfrentar a su otro enemigo. Esto era desde luego la estrategia perfecta.

Y luego la espera termino. El enemigo que manejaba la pala atacó, todavía telegrafiando su movimiento lo suficiente para que Kuno adivinara donde terminaría, aunque él lo ocultaba mucho mejor que antes. Kuno se movió para bloquear y atacar, sólo para que de repente perdiera su equilibrio mientras la tierra se sacudía bajo él. Él fue apenas capaz de obstruir que la pala desgarrara su hombro derecho, pero la fuerza de ello le envió cayendo a la tierra.

Kuno se paro inmediatamente y miró a sus oponentes que sonreían abiertamente con cautela, estudiándolos un poco. Su forma había sido perfecta, sólo para tener la tierra misma traicionarlo. Obviamente, había algún engaño. Él adivinó que era obra del hombre con la viga de apoyo, pero no podía entender lo que él había hecho.

Otra vez el hombre armado con la pala se acercó a él, aunque él pareciera mucho más confidente que antes. Ellos comenzaron a dar vueltas, pero esta vez Kuno estaba listo para cualquier truco que ellos hubieran aprovechado antes. Una vez que él percibió de donde el ataque era lanzado, él simplemente tuvo que hacer doblemente seguro su equilibrio. Así que ni siquiera un terremoto pueda interrumpir su forma más perfecta.

Entonces el ataque vino. Kuno lo vio venir hacia su inferior izquierdo y puso a punto su postura así como su 'espada'. Sólo en el último momento, el movimiento entero del hombre cambió, con una sonrisa la dirección de su pala cambió y golpeo contra el suelo directamente bajo los pies de Kuno, destruyendo el hormigón y todo, enviando al Kendoista volando directamente en camino a su segundo oponente. La viga de apoyo daba vuelta con una oscilación poderosa, golpeando a Kuno en la espalda y enviándolo directamente al pavimento.

"Eso dolió, sabes," Comentó Kuno mientras avanzaba lentamente del pequeño cráter que su impacto había hecho y temblorosamente se ponía en posición. Su traje de kendo estaba ahora andrajoso y sucio, aunque él tuviera la mirada de desdén orgulloso sobre su cara mientras levantaba su bokken listo para el siguiente asalto.

Ranma sabía que sus adversarios serían fáciles de vencer si él solamente pudiera acortar la distancia entre ellos y usar uno de los movimientos especiales que había aprendido en más de una década de entrenamiento. El problema era que sus oponentes no le daban esa posibilidad, manteniéndolo a raya con sus llaves boomerang y cadenas sobre él. Ranma era bastante rápido para evitar ser golpeado por estos, pero con su propia inhabilidad de atacar estaban atascados en un empate.

Otra vez la llave voló, Ranma esquivo a la derecha para evitar ser golpeado en el codo. Un poco extraño ya que el hombre normalmente estaba atacando su estómago u objetivos delanteros, mucho más fáciles. Él no tenía mucho tiempo para pensar mientras la cadena seguía justo después, tratando de entrampar su cintura esta vez, pero estaba tan mal lanzada que él realmente no tenía que esquivarla. ¿Estaban sus oponentes cansados y esta afectaba su objetivo? Para Ranma, ellos aún no parecían jadeantes.

Ranma se echó a un lado cuando él oyó el silbido revelador de la llave que volvía, sólo para parpadear en sorpresa cuando algo frío comenzó a sentirse alrededor de su cintura. Él miró abajo para ver que la cadena había de algún modo atrapado la llave y usó su impulso para hacerlo caer en la trampa. Ranma trató de quitarse su agarre, pero el hombre que manejaba la cadena pronto la tiró dolorosamente apretada, cortando su fuga y arrastrando al muchacho de la trenza más cerca. Ranma enterró sus pies y se retiró con toda su fuerza; era solamente apenas suficiente para parar su progreso.

La segunda llave fue volando, apuntada a la cabeza de Ranma. Ranma logró esquivarla, pero aquel cambio de equilibrio fue suficiente para que el hombre con la cadena lo tirara a tierra. Con sus caras sonrientes, los dos miembros del Equipo de Demolición se acercaron a él.

* * *

"¡Ranma!" Akane gritó, avanzando para ayudar, sólo para ser detenida por la mano pesada del líder del Equipo de Demolición sobre su hombro.

"No te involucres en una lucha entre hombres, niña. Tú sólo terminaras lastimada."

Akane lo miró airadamente, quitándose su apretón, pero no fue y ayudó a Ranma. Él tenía razón sobre una cosa. Esto no se pareció a la lucha de esta mañana. Ranma había estado de acuerdo con esto, ella no tenía ningún verdadero derecho de interferir.

* * *

Kuno hervía en cólera, tanto que si alguien hubiera estado cerca de él en este momento ellos habrían notado un brillo débil azul alrededor de todo su cuerpo, las señales de su aura de batalla parpadeando con la brisa débil.

No una vez, sino dos veces estos enemigos inferiores habían golpeado al gran Tatewaki Kuno, el Trueno Azul de Furinkan. Él había sido demasiado descuidado antes por permitir que esto pasara, confiando en la defensa como un cobarde. Bien, no más. Kuno silenciosamente se hizo voto de que esto terminaría aquí y ahora.

Con un grito bajo, Kuno ataco al oponente que manejaba la pala. El hombre estuvo tan sorprendido por el repentino y poderoso ataque que él fue apenas capaz de levantar su pala de acero a tiempo para bloquear el golpe, sólo para mirarla ser cortada en la mitad por una espada de madera justo ante sus ojos. Es decir hasta que el segundo golpe impactara en su pecho y lo enviara volando contra la pared de la escuela.

El hombre armado con la viga de apoyo estaba un poco intimidado cuando la cruel mirada de Kuno se poso sobre él - sobre todo después de ver lo que acababa de pasar a su camarada - pero esto rápidamente fue substituido por una sonrisa confiada. Kuno despacio se acercó a él, sólo para ser casi tumbado cuando el hombre golpeó la tierra con su pesada viga de apoyo, causando un terremoto menor.

"No puede usar ese truco sobre mí si no puedes acercarte," Indicó el hombre con aire de suficiencia.

"Verdad", Kuno contestó, firmemente plantando sus pies y presentando su bokken ante él. "¡Ataque final de la Escuela de Kendo Kuno!"

El hombre, esperando a Kuno tratar de atacarlo, puso a punto su viga de apoyo para golpear la tierra con toda la fuerza que él podría reunir.

"¡Ataque! ¡Ataque! ¡Ataque!" Kuno comenzó a gritar una y otra vez mientras su bokken se hizo un poco borroso ante él, como si combatiera a un enemigo no visto. Sus pies permanecían bien plantados, sin embargo, no haciendo ningún movimiento para acercarse a su oponente.

El hombre que lo afronto sonrió más abiertamente, pensando que el kendoista finalmente había enloquecido; fue hasta que él sintió algo cortar su brazo, su pierna derecho, su cintura. Él parpadeó y miró fijamente. Kuno estaba todavía a una distancia lejos de él, pero se sentía como si él estuviera ahí, golpeándolo por todas partes. Él levanto su viga de apoyo en frente de él, sólo para ver como la presión que Kuno generaba lo reducía a pedazos. Su sorpresa sólo duró un momento mientras Kuno mismo finalmente ataco, poniendo todo su impulso en un golpe directo al estómago del hombre, enviando a este oponente por la valla de la escuela y en la acera del otro lado de la calle.

Kuno estuvo parado orgulloso, levantando su bokken al cielo mientras una gran aclamación vino de la muchedumbre. Él lucía noble e invencible, pero en realidad le tomaba todo lo que él tenía solo para estar de pie.

* * *

Estando sobre la tierra, Ranma hacía todo lo posible para parecer desvalido y derrotado. La cadena apretaba dolorosamente sus muñecas, pero él no hizo caso de ello, enfocado en cambio en sus oponentes mientras se movían poco a poco más cerca y más cerca. Era un esfuerzo no sonreír abiertamente, pero por suerte sus oponentes estaban demasiado enfocados en dañarlo en su forma propensa para notarlo.

Mientras el hombre con la llave bajó su arma contra el estómago de Ranma, este de repente giro, poniendo sus piernas alrededor del brazo del hombre y lo levanto por el aire hasta hacerlo caer de espalda contra el duro suelo, con un gruñido, el hombre que aún sostenía la cadena tiró a Ranma más cerca, sólo para ver en sorpresa como el muchacho con la trenza se ponía de pie nuevamente y lo golpeaba con la cabeza y con fuerza su pecho, aflojando su agarre de la cadena y quitándole todo el aire.

Ranma se para con confianza en frente de sus oponentes. Uno totalmente desarmado y parecía que tenía dificultad en respirar; el otro estaba caído sobre su espalda con sólo una llave en su mano. Los dos oponentes que Kuno habían enfrentado acababan de reaparecer, pero ninguno de ellos lucía capaz de luchar en este momento.

* * *

"¡¿Dónde crees que vas?!" Akane gritó al líder del Equipo de Demolición mientras él se ponía de pie y dio un paso hacia Ranma.

Él le volvió una sonrisa y dijo, "Creo que es mi turno de enseñarle a este Ranma una lección."

"Dijiste que solo ibas a estar sentado esta vez," Indicó Akane.

"Mentí," Contestó él encogiendo sus hombros.

Con su cara llena de ira, Akane saltó delante de él, bloqueando su camino. "¡Tendrás que pasar sobre mí primero!"

Ella no estaba segura que la enojaba más en este momento; este 'Equipo de Demolición' con sus excusas cojas y tácticas sucias o averiguar solo cuanto Kuno había estado conteniéndose en sus peleas juntos, nunca realmente habiéndola tratado como una seria artista marcial. De uno u otra forma, ella estaba impaciente por sacar sus frustraciones sobre alguien.

"Akane, no te metas en esto," Ranma le dijo, viendo que pasaba entre ella en el líder. "Ellos están aquí por mí. No es tu pelea."

"Concurro," Kuno añadió mientras se acercó a ella después de terminar su propio duelo. "Permítenos ser la mano de tu venganza sobre estos sinvergüenzas por atreverse a pensar que ellos podrían ganar el derecho ha salir contigo."

Akane pensó que la verdadera razón que ellos no querían que peleara con ellos era porque ella no era tan buena como ellos, y ella tenía que admitir que ellos tenían razón. Ranma había salido del camino de cada golpe suyo, y después de ver a Kuno ir con todo contra los tipos del Equipo de demolición, ella ahora sabía que él había sido mejor que ella todo este tiempo. *Yo probablemente solamente estaré en su camino* ella pensó mientras comenzaba a retroceder, de repente sintiéndose deprimida.

"Así es, niña," El líder del Equipo de Demolición le dijo mientras ella retrocedía. "Las chicas como tú no deberían luchar. Tú debes aprender a cocinar, coser y otras cosas de niñas así. Deja las peleas a los hombres."

"¿Qué dijiste?" Akane preguntó en un tono frío, dando un paso adelante otra vez.

"¡Ah, la niña esta enojada conmigo!" El líder dijo en horror fingido, mirando a sus hombres que ahora se habían juntado alrededor de él. "¡Estoy tan asustado!"

Ranma parpadeó cuando él sintió un calor repentino intenso. Él tragó aire para ver a Akane, su cabeza abajo, sus manos en puños. Pero lo que era realmente impresionante -y en alguna forma atemorizante- era el brillo azul que la rodeaba, un aura de batalla más grande de la que él haya alguna vez visto antes.

Ranma trató de decirle algo, pero la mano de Kuno lo detuvo. El Kendoista ahora esta parado al lado de él, inclinándose un poco en él por apoyo. "Sería mejor no interferir con Akane Tendo como esta ahora," Él dijo, su voz solemne. "No sea que ella dirija su ira sobre ti también. "

Ranma tomó otro vistazo en Akane y asintió. Su bien templado sentido de peligro actualmente gritaba bastante para dejarlo sordo. Además, algo qué asustaba al kendoista sumamente arrogante tenía que ser malo.

El líder del Equipo de Demolición no era una persona cautelosa por naturaleza, lo que era probablemente por lo qué él dijo lo que dijo. "¿Qué pasa, niña? ¿Vas a llorar?"

La cabeza de Akane se alzaba. El fuego ardió con llamas en sus ojos. Era un fulgor que prometía una muerte larga y dolorosa a quien se atreviera siquiera a ver en su dirección. Otros miembros del Equipo de Demolición involuntariamente dieron un paso atrás, pero el líder todavía estaba parado ahí como un ciervo cogido en linternas.

"¡Técnica definitiva de la Escuela Tendo de artes marciales de Puño De piedra!" Akane rugió mientras su brazo derecho se extendía, apuntado al estomago del líder del equipo. "¡Rock Fist!"

El líder era aproximadamente cuatro veces el tamaño de Akane y una montaña de músculo, pero su cuerpo se inclino fácilmente con el impacto de su puñetazo, su boca escupió un poco de sangre. Akane dobló su brazo ligeramente y lo envió volándose a la estratosfera. Todos los demás sólo podían mirar en temor hasta que él no fuera más que una mota en el cielo.

Akane miró a los miembros restantes del Equipo de Demolición, su aura de batalla todavía ardía intensamente, la llama azul parpadeaba con furia, reflejada en sus ojos. "Bien," ella gruñó. "¿Quién es el siguiente?"

Los cuatro gigantes tomaron una mirada a ella y escaparon.

* * *

El resto del día escolar voló para Ranma, y antes de que él lo supiera, ya había terminado. Él quiso dirigirse a Akane después de la lucha en el almuerzo, sobre todo después de verla usar aquella técnica. Su interés en aprender un movimiento así en realidad venció su vergüenza de haber sido salvado por una chica en una lucha otra vez. Aunque él estuvo un poco sorprendido que la gente no le había molestado por ello.

Él trató de dirigirse a ella justo después que la campana sonó, pero ella recogió sus cosas y prácticamente voló a clases. Ranma encontró esto un poco extraño, pero solo imagino que ella tenía alguna actividad extraescolar a la que no quería llegar tarde, y él realmente no quiso retenerla. Después de verla realmente enojada, la última cosa que él quiso hacer era molestarla.

Ranma estaba también analizando sobre buscar a Nabiki. Por un lado, él realmente quería hablar con ella sobre la cita de anoche y con esperanza aliviar un poco su confusión. Pero por otra parte, él estaba sumamente nervioso sobre hablar con ella otra vez. ¿Y si ella había cambiado su manera de pensar sobre la cita y lo odiaba ahora? ¿O si ella sentía lo mismo, o aún más fuerte, que anoche? Él no podía decidir que era peor.

Antes de que lo supiera, sus pies lo habían llevado a la salida. Ranma suspiró y refunfuñó, "Realmente soy un cobarde."

"No, no lo eres," Una voz susurrado al lado de él.

Ranma casi saltó y se dio vuelta con sorpresa cuando él oyó la voz de Nabiki. No había nadie más en el pasillo, pero entonces él descubrió su cara echando una ojeada por una puerta en parte abierta.

Él abrió su boca para decir algo, aunque él no estaba aún seguro de lo que él debería decir, cuando ella sostuvo su dedo a sus labios para silenciarlo, entonces le señalo que se acercara. Asintiendo, Ranma de mala gana fue a la puerta. Cuando ella le dejó entrar y cerró detrás de él, cuidadosa de no hacer un sonido.

Ellos estaban en la oficina de la enfermera, ahora vacía. Nabiki sonreía abierta y extensamente, como si ella acabara de jugar una gran broma pesada sobre alguien. Ranma no podía menos de recordar sus palabras a su hermana anoche. Nabiki era muy bonita, especialmente cuando ella sonreía.

"¿Apuesto que quieres saber por qué soy tan reservada tan de repente, no es así Ranma-chan?"

Ranma parpadeó al escuchar '-chan', pero entonces despacio asintió. Parecía que mientras más tiempo pasaba con Nabiki, más extraña ella lucía.

"Solamente quise explicarte algo que yo debí haberte dicho anoche. Veras, mi situación en la escuela es más bien... delicada. Tengo una cierta reputación que mantener, y si se supiera que he salido en una cita, pues eso podría manchar aquella reputación. No es nada personal, Ranma, esto sería igual para cualquier chico. Entonces quiero mantener en secreto nuestra relación, al menos por ahora. Nosotros aún no deberíamos actuar como si nos conociéramos. ¿Eso esto bien para ti? "

Ranma estuvo en silencio durante un momento, sobre todo porque él ahora estaba aún más confundido que antes. Él había estado esperando durante un momento que ella explicara algunas cosas que pasaron en su cita anoche, sobre todo como ella había reaccionado, pero en cambio ella había añadido confusión adicional al ocultar su 'relación', independientemente de lo que ella quería decir con esto, en la escuela por motivos que él aún no podía comenzar a comprender.

"Seguro", él dijo finalmente. Ranma no entendió, pero si eso era lo que ella quería él realmente no tenía un problema con ello. Su situación en la escuela era bastante complicada ya.

"Genial", Nabiki contesto con una sonrisa. "Podemos comunicarnos por correo electrónico, ya que apuesto que no tienes tu propia línea telefónica. ¿Tú tienes un correo electrónico, verdad?"

Ranma sólo podría mirarla fijamente. "¿Qué es un correo electrónico?"

Nabiki rió en silencio. "Estoy segura de que Hitomi estará dispuesto a explicártelo todo, Ranma. Yo te enviaré el correo a su dirección mientras tanto, marcándolo para ti. Yo debería ser capaz de conseguir una cuenta para ti en unos días en el servidor Furinkan. Yo podría hacerlo más rápido, pero no quiero que nadie más sepa que hago algo por ti."

"Gracias", Ranma contesto, no completamente seguro por lo que le agradecía.

Y luego toda la postura de Nabiki cambio de repente mientras caminaba hacía él, sus ojos centelleaban con alegría, una pequeña risa sobre sus labios. Ranma no estaba seguro por qué, pero él de pronto se sintió muy nervioso. Él casi temblaba cuando ella puso sus brazos alrededor de su cuello, casi saltando lejos cuando ella puso su cabeza contra su pecho.

"Siento que tenga que pasar por todo esto, Ranma. No estás enojado, ¿Verdad?"

"N...no," él le contesto, su voz apenas audible. El instinto para escapar era fuerte, pero él pareció paralizado. No como había estado esta mañana, él podría moverse si tuviera, pero por alguna razón él había perdido la voluntad de hacerlo.

"Me alegro," Dijo ella suavemente mientras comenzó a hacer círculos sobre su pecho con un dedo. "Sé que tienes un largo camino a casa, así que no te detendré mucho más tiempo. Solamente quiero saber que hay contigo y esa muchacha Akane. Hay rumores por todas partes de la escuela que usted dos salen, pero no es así, ¿Verdad?"

Ranma no estaba tan desconcertado para no notar el filo de su voz cuando ella había hecho esa pregunta. "No, no es nada así. Aún no pienso que somos amigos, es solamente... Aún no sé que. Akane solamente me confunde."

"Akane confunde a todos. Apenas la entiendo."

Nabiki despacio, casi de mala gana, libero Ranma y se aparto un pie o más de él, examinando sus ojos confusos. "Hablo contigo pronto, Ranma. No olvides preguntar a tu hermana sobre el correo electrónico. Tú probablemente no quieres que lea mi correo para ti."

"Um, no pasara" Ranma contesto, preguntándose solamente que Nabiki planeaba poner en aquellos correos electrónicos.

Ellos se miraron fijamente el uno al otro en silencio antes de que Nabiki finalmente dijera, "Puedes irte ahora, Ranma."

Ranma se rió nerviosamente. "Es verdad. Gracias, Nabiki."

Nabiki parpadeó. "¿Por qué?"

Ranma se encogió de hombros. "No sé, por la cita, y no estar enojada por como fue. Yo tuve un buen momento... contigo."

Nabiki sonrió abiertamente y lanzó sus brazos alrededor de su cuello otra vez, dándole un beso sobre la mejilla. "Eres muy dulce, Ranma-chan. "

Ranma sólo podía ruborizarse en respuesta.

* * *

Ranma no estuvo sorprendido en nada al encontrar que su madre tenía invitadas cuando volvió de la escuela. Sus amigas eran colegas amas de casa que parecían sólo reunirse para jactarse de sus niños y quejarse de sus maridos.

Ranma trató de ir de puntillas a su cuarto, adhiriéndose a las paredes para evitar ser visto, pero su madre siempre tenía el oído agudo.

"¿Ah, Ranma?" Nodoka lo llamo. "¿Puedes venir aquí por un momento?"

Resignado a lo inevitable, Ranma cayó de hombros y obedeció. Él se encontró por las sonrisas de cuatro mujeres de mediana edad con quien él era demasiado familiar, ya que ellas parecieron compartir las opiniones de su madre sobre el hijo y la hija ideal. Él estaba agradecido que dos de ellas no visitaran tan a menudo. Él estuvo seguro que era sólo su mala suerte que todas estaban allí ahora.

"Tu madre nos ha estado contando sobre tus varoniles proezas de anoche" Una con quién estaba menos familiarizado dijo. Ella llevaba una mochila con ella y lucía lista para viajar en cualquier momento, por lo que él siempre pensó que ella era parte de una familia de exploradores o algo así. "Como quisiera que mi propio hijo pudiera ser tan varonil, pero solamente la mención de una mujer y él se cae a pedazos. Aika, no sé como voy a criar su matrimonio arreglado a su hija. "

Aika era la más familiar de las mujeres para Ranma. Ella vivía en algún sitio cercano y era la mejor amiga de Nodoka, aunque él siempre hiciera todo lo posible por quedarse bien libre de ellos. Ranma estaba sobre todo agradecido del matrimonio arreglado del cual ellas hablaban, porque su madre había insinuado pesadamente que si no fuera por eso, él sería el prometido de su hija. Y un problema así era la última cosa que necesitaba.

Aika sonrió sobre una taza del té mientras ella dirigió sus ojos al muchacho con la trenza. "No debes preocuparte tanto de ello, Kiba. Quizás el hijo de Nodoka podría darle unas lecciones. Sé que mi hija sería más apreciativa. Ya la he informado sobre el compromiso y ella lo espera con impaciencia. "

"Si yo pudiera encontrar al muchacho, tal vez haría eso. Mi marido supuestamente iba a llevarlo a ver a un viejo amigo suyo, pero los llamé allí y ellos no han llegado aún. A veces me pregunto por qué me casé con ese idiota, siempre se pierde." Kiba suspiró mientras ociosamente tiró el pañuelo amarillo y negro que llevaba alrededor de su cuello.

"Crees que tiene problemas," Dijo la cuarta mujer, tocando nerviosamente una pequeña espátula. "Mi pobre hija. Cuando pienso lo que mi marido le ha hecho-"

"Ya, ya, Chiyo-chan," Nodoka dijo a su amiga, acariciándola el hombro. "Está bien."

Ranma a veces se preguntaba que cosa horrible el hombre había hecho a su propia hija que su esposa lo mencionara en cada una de las reuniones en las que él alguna vez había estado.

"Tal vez yo solo deba aceptarlo," Chiyoko finalmente dijo en su acento habitual de Kansai. "Ella ha recorrido este camino por demasiado tiempo para que cambie ahora. Yo solo debería encontrarla un hombre que no le moleste lo que ella es. A no ser que creas que ella es-"

"He considerado lo mismo sobre mi propia hija," Interrumpió Aika. "El enviarla a una escuela solo para chicas puede haber sido un error, aunque yo sólo lo hice para mantenerla pura para su matrimonio arreglado. Ella se ha hecho un poco... excéntrica, aunque esto no es ninguna sorpresa considerando a su padre. Como un hombre puede cambiar tanto después del matrimonio nunca lo sabré. Simplemente me he quedado sin cosas de hacer con las piñas que él sigue enviándome. "

Ranma trató de moverse lejos durante su conversación, pero su madre no se lo permitió. "Quizás mi hijo puede ser de alguna ayuda," Nodoka ofreció, con cuidado pero firmemente agarrando su manga antes de que él pudiera escaparse.

"¿Qué sugieres?" Aika preguntó, luciendo curiosa.

"Propongo que mi hijo y tu hija salgan en una cita. Si tu hija permanece natural por la virilidad extrema de mi hijo, entonces nosotros sabremos de seguro si tal problema existe. Te aseguro que mi hijo tiene bastante autocontrol que tu hija permanecería intachable."

Ranma se ruborizaba horriblemente. ¿Cómo podría su propia madre hablar de él así, directamente en frente de él?

"Es una idea excelente," Se entusiasmó Aika. "Estoy segura de que a Dachi le gustar un paseo por la noche en la ciudad. Ella debe aburrirse de estar tanto en la casa con sólo su jardín y su pequeña mascota de compañía. Si no fuera por la escuela y su gimnasia, dudo que ella dejara la casa en absoluto."

"Entonces estamos todas de acuerdo con entonces," Dijo Nodoka, apoyada adelante, sus ojos brillantes. "¿Cuándo deberían ellos salir?"

"¡¡Eh!!" Ranma trató de protestar en, "¿No tengo yo-?"

Sólo para ser ignorado por todas los demás allí. "¿Por qué esperar?" Aika dijo con una sonrisa. "Estoy impaciente por descubrir los resultados de este pequeño experimento. Con mis conexiones familiares fácilmente puedo tener todo listo para mañana por la noche."

"Entonces esta arreglado," declaró Nodoka. "Mi hijo saldrá en una cita con la hija de Aika mañana por la noche para decidir de una vez por todas si ella está interesada en hombres o no. Y si ella no lo esta, quizás un arreglo entre dos muchachas sería posible."

"Ah, eso solucionaría todo," Estimulo Chiyoko, dejando su gran espátula para que ella pueda inclinarse cómodamente. "Al final, todo lo que quiero es la felicidad de mi hija."

Las cuatro madres asintieron de acuerdo al plan mientras Ranma gimió en desesperación, sabiendo que no había ningún modo que él podría evitar uno de los esquemas de su madre.

* * *

Kasumi llego hasta el mercado, su risa siempre alegre sobre sus labios, pero por una vez no era genuina. A pesar de sus esfuerzos por quitárselas, sus preocupaciones de la mañana todavía no la dejaban. Y ella dudó que fuera capaz de liberarse de ellas hasta que viera a Ranma otra vez.

En las semanas después de que ella primero lo había encontrado, ellos se habían hecho muy buenos amigos. Esto era una sorpresa verdadera para Kasumi, que nunca había tenido muchas relaciones con muchachos en el pasado, pero Ranma era tan abierto y amistoso, si un poco ingenuo de vez en cuando, que ella no podía menos que gustarle. 'Gustar' era la palabra vigente. Esto se desarrolló en una amistad bastante cercana, pero era todo era para Kasumi por un tiempo. Ella fácilmente podía recordar el día cuando todo eso cambio; pensar en ello tantas veces había quemado el incidente en su memoria. Todo pasó hace unos meses...

Había sido más o menos un día típico para ellos. Ella se había reunido con Ranma y ellos habían ido a las tiendas a comprar, Kasumi usaba su conocimiento del área para mejor dirigirlo a los ingredientes superiores. Ranma siempre buscaba algún modo de recompensarla por su ayuda, pero Kasumi estaba más que satisfecho por solo ayudar.

Ranma había parecido más nervioso y agitado que de costumbre ese día. Él con frecuencia miraba alrededor como si él esperara que alguien le saltara.

"¿Ranma, qué ocurre?" Kasumi preguntó finalmente, preocupada por su nuevo amigo.

"Nada", Ranma inmediatamente contesto, mirando alrededor otra vez.

"Por favor dime que te molesta, Ranma. Puedes decirme. ¿Soy tu amiga, verdad?" Kasumi pidió con un poco de preocupación. No sólo le disgustaba ver a alguien sufrir, pero ella también estuvo preocupada de que Ranma no vio esta como la amistad que Kasumi creía.

"Bien, es algo realmente tonto," Ranma finalmente dijo, avergonzado. "Tú probablemente pensaras que estoy preocupado por nada."

Kasumi sacudió su cabeza. "Si es serio para ti entonces es serio a mí. Dime que te molesta."

Kasumi estuvo orgullosa sobre sus habilidades de escucha, que han sido un hombro para inclinarse, y a veces llorar, para sus hermanas, y de vez en cuando para su padre, durante años. Y mientras ella no pensó que podría solucionar los problemas de cada uno, ella estuvo segura que al menos hablando de ellos siempre hacía la persona sentirse mejor.

"Bien," Ranma presentó con un pequeño suspiro. "¿Promete que no te reirás?"

"Lo prometo", Kasumi contestó con una sonrisa. Ranma actuaba muy extraño hoy. "Bien, lo que pasó es yo vi a un gato naranja y blanco en el camino aquí hoy, y siempre que veo uno, algo malo siempre me pasa."

Kasumi frunció el ceño. "¿No se supone que es un gato negro que cruza tu camino?"

"¿Huh?" Ranma dijo, confundido.

"Es una superstición Occidental sobre la cual leí una vez. Si un gato negro cruza su camino entonces es un signo de mala suerte. "

"No sé nada sobre eso. Es solo que por alguna razón, desde que era pequeño, siempre que veía un gato naranja y blanco algo realmente malo me pasaba. Y mientras más pasaba entre ver al gato y que pase esa cosa, peor sería. Ha pasado un rato ahora, entonces comienzo a estar realmente preocupado."

"Entonces quizás tú deberías-" Kasumi comenzó a decir, cuando la valla al lado de la que andaban de repente exploto, alarmándola. La fuerza fue bastante para enviar a ambos al suelo.

"¡Ranma!" Una voz profunda femenina bramó desde la nube de humo y polvo que se había formado. Mientras comenzó a pararse, Kasumi podía distinguir la imagen de una mujer muy grande más allá. Ella era claramente demasiado pesada, cubierta por un enorme gi blanco, y tenía su pelo arreglado al estilo de luchadores de sumo.

"Ah, no," Ranma se lamentó. "Cualquiera menos ella. No Lady Sumo."

"¡Ven a mí, mi amor!" La enorme mujer gritó en regocijo, sus brazos estaban estirados, mientras ella despacio se movió hacia él, cada paso sacudía la tierra.

Ranma se puso verde. "Tengo que alejarme de ella, Kasumi. Tú mejor te retiras."

Kasumi asintió y trató de estar de pie, pero inmediatamente cayo de nuevo al suelo, gritando de dolor.

"¿Pasa algo malo?" Ranma preguntó en preocupación.

"Mi tobillo debe haberse torcido en la caída," Explicó Kasumi. "Estaré bien. Tú debes escapar mientras puedas, Ranma."

Ranma echó un vistazo a lady Sumo, despacio haciéndose camino a ellos y haciendo volar besos. Ella aún no pareció ver a Kasumi, que estaba justo en su camino.

Él asintió con decisión, levanto a Kasumi en sus brazos, y escapó.

"¿Ranma, qué haces?" Kasumi preguntó con enojo una vez que ella se había sobrepuesto del shock inicial. Ellos podrían ser amigos, aún cercanos, pero esto no le dabas derecho a sostenerla así. La gente podría tener la idea incorrecta sobre ellos.

"Escapando", Ranma contestó rápidamente, echando un vistazo atrás. Él había estado corriendo a toda marcha durante varios minutos, y no había ningún signo de lady Sumo en ninguna parte.

"¡Bajamé en este instante!" Kasumi gritó, horriblemente avergonzado. Ella podría sentir los ojos de cada persona sobre ella en la calle.

"Pero tu tobillo..."

"Estaré bien, Ranma. Solo bájame," Kasumi le dijo, sintiendo sus mejillas quemándose de vergüenza. Una mujer como ella solo no debería ser vista ser llevada por la calle en los brazos de un hombre. ¿Qué dirían sus vecinos y la gente en las tiendas?

Ranma sacudió su cabeza. "Es mi culpa que te hicieras daño. Además, Lady Sumo todavía puede estar alrededor. Ella tiene un hábito de saltar de improviso."

Apenas había dicho eso, una figura blanca, casi como en un parpadeo saltó sobre la valla al lado de ellos y comenzó a dar persecución con un grito de, "¡Ranma, tarta de miel!"

El muchacho en cuestión se estremeció mientras echó un vistazo atrás, su cara mostraba su disgusto. "Esto podría tomar un rato. ¿Hay algún lugar en el que pueda dejarte?" Ranma dijo Kasumi, todavía llevándola cerca de su pecho. Ella estuvo sorprendida de encontrar sus tibios brazos alrededor de ella y el sonido de su corazón palpitando de una manera extrañamente relajantes, tanto de modo que ella dejara de preocuparse sobre como la gente la miraba en este momento. Ella se sintió cómoda y segura.

"Tú puedes llevarme con el Doctor Tofu así él puede dar una mirada a mi tobillo."

Kasumi tuvo que preguntarse por qué Ranma lucía tan nervioso tan de repente, como si le asustara el buen doctor, pero ella sabía que simplemente no podía ser. El Doctor Tofu era un hombre amable, aunque algo torpe.

"¿Por qué solo no te dejo en tu casa?" él preguntó, tomando otro vistazo nervioso hacia atrás, aunque lady Sumo estaba otra vez fuera de vista. "Estoy seguro de que no es nada serio."

"Bien, bien," Kasumi estuvo de acuerdo con alguna renuencia. "Pero vas a tener que encontrar un modo de desalentar a esa... mujer de seguirte si alguna vez esperamos llegar allí seguros."

Ranma asintió, su cara mostraba que estaba pensado en algo. Unos momentos más tarde, lady Sumo apareció de un restaurante, manchas de comida ahora adornaban su gi. Esta vez en vez de escapar, Ranma se planto en el suelo y espero que los alcanzara.

"¿Qué vas a hacer?" Kasumi preguntó un poco nerviosa. La gran mujer pareció ser bastante peligrosa, incluso si ella actuaba cariñosa hacia Ranma.

"Um, voy a intentar algo que vi en una película una vez," Le susurró él, un rubor débil sobre sus mejillas. "Podría ponerte un poco... incómoda, pero será todo fingido. Además, no puedo pensar en algo más. ¿Tú solamente acompáñame, bien?"

Kasumi asintió, sintiéndose ligeramente desconcertada. Ranma no se había preocupado de que ella este incómoda antes cuando él la recogió y corrió. Aunque ella tuvo que admitir que se había puesto bastante cómoda en sus brazos.

Lady Sumo redujo la marcha de su paso hasta que ella se parara justo ante los dos. Kasumi podía ver que a pesar de su tamaño, ella era una chica bastante bonita. Sus ojos azules brillaron, el rubor lleno sus mejillas, cuándo ella dijo con regocijo de niña, "¡Ah, Ranma amor, finalmente te he alcanzado!"

Ella se abalanzo para abrazarlo en sus grandes brazos, todavía al parecer ciega a Kasumi que descansaba en los suyos, cuando Ranma la paró de una mano. No una cosa fácil de hacer cuando él todavía sostenía a Kasumi.

"Perdóname, Lady Sumo," él le dijo en un tono demasiado dramático. Kasumi pensó que la película que Ranma debe haber visto era una de aquellas epopeyas de samurai donde cada uno siempre hablaba tan grandiosamente. Eso no era una cosa mala en su opinión, especialmente cuando Ranma era el que lo hace. "Pero estoy enamorado de otra."

"¡No!" La señora Sumo lloró, lágrimas inmediatamente caían por sus mejillas. "¿Cómo puede esto ser verdad? ¡¿Dónde está esa mujer que ha robado tu corazón lejos de su legítimo propietaria, yo?! "

"Ella está de pie ante ti," Ranma indico a Kasumi en el mismo tono, aunque su voz casi sonaba como si se rompiera. Kasumi sabía que ella se ruborizaba horriblemente. Una confesión de amor no era algo fácil para ella de tomar, incluso si era solamente fingida. "Ella ha poseído mi corazón a partir del primer momento en el cual nos encontramos. Intenté muchas veces antes de explicarte esto, pero, ciega como estabas de amor, tú no me escucharías hasta el final. "

Lady Sumo estaba ultrajada. Ella pisó muy fuerte su pie en cólera, causando que la tierra debajo temblara ligeramente. "¿Cómo puedes tu escoger a esa simple y delgada resbalosa sobre mí? ¡Yo, la mujer más hermosa en el circuito femenino sumo!"

Kasumi parpadeó al ser llamada 'una resbalosa' ¿Es así cómo ella parecía a la gente en este momento? Ella en verdad tenía sus manos alrededor del cuello de Ranma, pero era sólo porque ella no podía estar de pie sola ahora mismo. Ella no habría estado haciéndolo de otra manera. ¿La hizo parecerse 'una resbalosa'?

"Los caminos del amor son extraños y misteriosos," Declaró Ranma. "Uno raras veces sabe que hace a uno amar a otro, y aún ese lazo es tan fuerte como el acero. Yo suplico que tu encuentres a otro que pueda devolver tu amor tal y como tú puedes dar el tuyo, para sólo entonces puedas realmente ser feliz. "

Lady Sumo finalmente asintió en entendimiento, diciendo con lágrimas en sus ojos, "Adiós, mi primer amor verdadero."

"Adiós, Lady Sumo."

Sólo después de que la redonda artista marcial se había marchado Kasumi finalmente hablo. "¡Ranma, eso fue asombroso! ¿Cómo fuiste capaz de lograr todo eso?"

"¿De verdad?" Ranma preguntó en sorpresa. "Yo solamente citaba la película. Ella debe haber visto la misma. ¡Um!, ahora me pregunto como terminó. Mi padre me saco de allí para hacer un entrenamiento por lo que me perdí los últimos quince minutos. La película era bastante buena, aunque no había bastantes peleas."

Kasumi sólo podía parpadear en sorpresa.

Mas tarde.

Ranma con cuidado puso a Kasumi sobre su cama. Ella suspiró mientras deshizo la trenza en su pelo y se inclinó atrás. La pequeña aventura la había agotado completamente, aun cuando no hubiera durado mucho tiempo. Seguramente había sido apasionante, una vez que ella se haya sobrepuesto de su vergüenza claro esta. También había sido bastante extraño, pero Kasumi dio la bienvenida a un poco de extraño en su vida normalmente apacible. La monotonía realmente a veces filtraba su perspectiva generalmente alegre. Aunque ella nunca se sentía aburrida alrededor de Ranma, aun cuando la mayor parte de su aventura era generalmente vagar por el mercado, juntos.

Ella echó un vistazo para ver a Ranma mirarla fijamente con una expresión extraña en su cara, similar a cuando él primero enfrentó a lady Sumo. Kasumi se preguntó lo que esto podría significar. Ella seguramente no era un peligro para él.

"Um, tú solo ponte cómoda," Dijo él rápidamente cuando su mirada fija encontró la suya. "Iré y te haré algo de té." Y con esto él desapareció en un segundo, casi como si esa mujer Sumo todavía lo persiguiera.

Sólo entonces Kasumi noto que con todo el empuje en su loca persecución por el distrito de compras, los botones superiores de su vestido de algún modo se habían desabotonado, exponiendo su escote. Kasumi se puso inmediatamente roja como tomate y rápidamente los abotono otra vez. Ella seguramente esperó que nadie la hubiera visto así. Ellos pensarían en ella como una mujer licenciosa. Tal vez esa era la razón por la que lady Sumo le había llamado una fresca.

¿Pero podría ser la razón del comportamiento extraño de Ranma? Kasumi pensó en eso por un rato antes de sacudirlo de su cabeza. Un muchacho encantador y guapo como Ranma tendría un sin fin de chicas tras de él, aunque ella esperara que no todas sean tan determinadas como la que acababan de encontrar. ¿Por qué sentiría él algo por una mujer simple, y mayor como ella?

Para distraerse de tales pensamientos, Kasumi con cuidado se saco tanto el zapato como el calcetín para ver su tobillo hinchado. Examinándolo con cuidado, aún ella podía decir de su propio y pequeño conocimiento médico que este era un esguince como ella primero había sospechado, y la única cosa que realmente tenía que hacer era descansar sus pies un rato.

Lo que era lamentablemente algo que no podía hacer. La lavandería y la limpieza de su casa podían ser dejadas hasta mañana al menos, pero ella todavía tenía una cena que preparar. En el pasado ellos solo ordenarían fuera siempre que ella estuviera enferma, pero su padre se había marchado con un viejo amigo que había aparecido de repente y ella no lo esperaba por unos días al menos. Las cosas estaban particularmente apretadas en este momento y solo no había presupuesto para ordenar fuera, sobre todo después de hacer sus compras para el día. Ella estaba agradecida de que Ranma había salvado sus comestibles, así no se desperdiciaron. Ella sabía que Nabiki tenía dinero guardado, pero ella sintió que si pidiera prestado le haría ver como un fracaso de algún modo. Ella debería ser capaz de manejar la situación ella misma.

Los pensamientos de Kasumi fueron interrumpidos por Ranma que traía una bandeja de té y galletas, que él con cuidado dejó ante ella. "Pensé que querrías un pequeño bocado también," él explicó algo nervioso.

Kasumi alzó la vista a él, sus ojos anchos en perplejidad. ¿Por qué actuaba él tan nervioso alrededor de ella tan de repente? Él probablemente todavía se sentía culpable sobre su esguince, aun cuando realmente no fuera su culpa.

Ranma vertió el té, sus ojos enfocados en el líquido que echaba vapor mientras llenaba dos tazas. Tomando una de las tazas para él, y una galleta, él se puso cómodo en la silla al pie de su cama, sin moverse para comer nada.

Sintiéndose ligeramente confusa, Kasumi tomó un sorbo de su té y mordisqueó ligeramente una de las galletas. Ella no se sentía muy hambrienta - de hecho había todavía mariposas en su estómago de la persecución y la confrontación - pero estaba adulada de que Ranma era bastante atento para traerle esto y no quiso parecer ingrata.

"Este té está muy bien, Ranma," Ella le dijo en un esfuerzo romper el hielo que de repente había crecido entre ellos. Le parecía de una manera extraña a su primera reunión una vez más. La misma incertidumbre nerviosa.

"Mi madre me enseñó," Explicó Ranma, tomando un sorbo de su propio té. "Ella solía decir esto..."

"¿Qué dijo ella?" Kasumi preguntó curiosamente, preguntando por qué él se había calmado así.

Ruborizando un poco, Ranma le dijo rápidamente, "No es nada, realmente." Él tomó una mordida de su galleta, mirando lejos de ella.

Kasumi decidió no seguir. Sería grosero después de que Ranma la había tratado tan amablemente. "Por favor perdóneme por no ser una mejor anfitriona, Ranma. Yo debería ser la que te sirve el té," Ella le dijo, echando un vistazo a la bandeja que Ranma había puesto en su regazo.

Ranma sacudió su cabeza. "No, no, esto es mi culpa, que te lastimaras tu tobillo."

"Ranma, como puedes ver no es realmente nada serio," Dijo Kasumi con una sonrisa, meneando su pie desnudo en su dirección.

Terminándose su galleta, Ranma se puso de pie para ver más de cerca su tobillo. Él lo miro con detalle, pero todavía cuidando una pequeña distancia, como si él pensó que de algún modo haría la herida peor si él se acercaba también. "¿No deberías tenerlo envuelto o algo así para no empeorarlo?"

"Supongo que tendré que hacerlo," Kasumi le dijo, pensando en la cena que todavía tenía que comenzar pronto. "Pero el botiquín esta en el Dojo."

"¿Tienes un Dojo?" Ranma le preguntó sorpresa y un poco de temor en su voz.

Kasumi no podía parar de reírse solamente un poco. ¿Cómo podría ella olvidar su interés en artes marciales? Ella sabía de sus conversaciones que era probablemente la cosa más importante en el mundo para él. "Sí, el Tendo Dojo ha estado en la familia por generaciones, aunque han pasado años desde que mi padre enseño una clase allí. ¿No lo viste en el camino aquí?"

Ranma rasguñó su cabeza en vergüenza. "Creo que estaba demasiado enfocado en traerte aquí para notar cualquier otra cosa. ¿Dónde está? Puedo conseguir el botiquín para ti."

Kasumi se rió de su entusiasmo repentino. Ella tuvo que preguntarse solamente que era más importante para él en este momento, conseguir el botiquín para ella, o ver el Dojo familiar. Eso realmente no importaba. Ella había tenido un día tan bueno con él, aún con el tobillo lastimado, que realmente no le preocupaba que motivos él tuviera para quedarse en su casa un rato más.

Kasumi le dijo donde el equipo estaba localizado y, después de poner abajo su té, él desapareció en un segundo otra vez. Parecía que Ranma sólo caminaba cuando tenía, decidiendo correr cuando podía. Ella se preguntó si él a menudo soñaba volar. Kasumi de vez en cuando tenía sueños así, pero ella aún tenía que correr. Ella sintió un poco de envidia de la libertad inconsciente que Ranma poseía.

Ella se inclinó atrás otra vez y cerró sus ojos, la tibia taza de té daba un calor consolador a sus manos. Ella podía sentir la sonrisa llegar tan fácilmente a sus labios, y por alguna razón eso sólo le hizo sonreír aún más. El latido constante del tobillo desapareciendo de su mente, ella liberó un pequeño suspiro como una ola de tranquilidad que lavaba el caos del día, llevándola a dormir.

Kasumi se despertó a un toque suave sobre su pie. Ella despacio abrió sus ojos para ver a Ranma arrodillado junto a la cama, el botiquín de primeros auxilios abierto en el suelo al lado de él. Con mucho cuidado - como si temiera que su pierna se rompa como cristal - él continuó poniendo vendas alrededor de su tobillo. De la forma profesional como los ponía, Kasumi adivinó que Ranma no era ningún extraño en heridas y vendas.

Ella notó su pequeña sonrisa de logro mientras él con cuidado puso su pie en su cama y estudiaba el trabajo que él había hecho. Kasumi conocía aquella sonrisa bien; era la que ella misma llevaba después de completar una tarea particularmente difícil de la casa.

Kasumi había estado asumiendo desde el principio de su amistad que ella y Ranma eran diferentes personas de mundos muy diferentes, juntados por casualidad y un interés común en cocinar, que era un poco más que una afición en el caso de Ranma. Su persecución ese día pareció confirmar esa opinión, pero después de ver la sonrisa de Ranma ella no podía menos que preguntarse si ellos eran tan diferentes después de todo.

"Gracias, Ranma" Ella le dijo suavemente.

"Ah, no quise despertarte," Dijo Ranma con una voz de pánico.

Kasumi trató de contenerlo, ella realmente lo intentó, pero con la expresión de Ranma como un niño cogido con su mano en un tarro de galleta, ella no podía evitarlo. Kasumi se rió tan fuerte hasta que lágrimas llegaron a sus ojos. Ranma sólo podría mirar fijamente a ella con una expresión atontada.

"Discúlpame, Ranma," Ella le dijo a él, su voz todavía llena de alegría mientras se limpiaba las lágrimas medio formadas. "No sé que pasa conmigo."

"Ah, esta bien," Contestó Ranma, luciendo completamente perdido ahora. "Solamente pensé que sería más fácil para mí vendar tu tobillo por ti sobre todo ya que es mi responsabilidad. Tal vez la venda esta un poco cosquillosa."

"Quizás," Kasumi estuvo de acuerdo con una sonrisa y un sentimiento cálido en su pecho. ¿Cuándo fue la última vez que ella se rió tan libremente? Ella no podía recordar. Quizás aún antes de que su madre hubiera muerto. Antes de que la responsabilidad de mantener la casa Tendo cayera sobre sus hombros.

"Yo probablemente debo irme ahora," Ranma le dijo, todavía pareciendo confundido. "No quiero tener que explicar a mi madre lo que he estado haciendo."

Kasumi casi parpadeó en sorpresa cuando ella sintió una renuencia repentina por dejarlo ir. Era profundo y fuerte, como una necesidad básica que ella nunca había experimentado antes. Ranma la hizo sentir bien, entonces ella quiso que él estuviera alrededor de ella siempre. Kasumi sacudió su cabeza ligeramente en su propia insensatez. Ella no tenía el derecho de ser tan egoísta. Ella aún no sabía por qué se sentía de esta forma.

"Sí, te he mantenido ocupado mucho tiempo ya," Ella le contó, tratando de ocultar la renuencia de su voz. Ella se sentó, pero le era difícil hacerlo con su cuerpo tieso de yacer sobre su cama un rato. ¿Solamente cuanto tiempo había estado durmiendo de todos modos? No había parecido más que un parpadeo, pero ella podía ver el sol mucho más abajo en el cielo ahora que cuando ellos primero habían venido a su cuarto. "Ahora si tú me ayudas a llegar a la cocina mientras sales yo lo apreciaría."

"Realmente no creo que debas tratar de caminar con ese pie, Kasumi," él le dijo seriamente. "Incluso mi padre me mantenía en cama cuando tenía un esguince así, y no le gustaba cancelar el entrenamiento por nada."

Ella no podía menos que sonreír por su preocupación. "Estaré bien, Ranma. Además, no puedo permitirme yacer en cama todo el día. Mis hermanas vendrán a casa pronto y tengo que cocinar para ellas."

"Pero puedo hacer eso por ti," Ranma insistió mientras le indicaba a Kasumi que se recostara otra vez. De algún modo, ella no podía encontrar palabras de protesta contra sus manos apacibles sobre sus brazos, o sus ojos azules suaves llenos de preocupación por ella. "Tú solo acuéstate y relájate. Yo me encargare de todo."

Kasumi pensó en cien argumentos, pero todos desaparecieron de su mente al ver su pequeña sonrisa. "Bien, Ranma," Ella dijo suavemente, apoyándose atrás, su largo pelo castaño descansaba sobre sus hombros.

"Descansa bien, Kasumi," él le dijo y se marchó.

Kasumi se dio cuenta de los sonidos de conmoción que venían de algún sitio abajo. Ella parpadeó en sorpresa cuando ella echó un vistazo alrededor de su cuarto oscurecido. Algo cerca olía maravilloso. Encendiendo la lámpara de mesa al lado de su cama, ella notó un plato de comida y una pequeña nota doblada al lado con su nombre escrito en kanji que trataba con fuerza de ser legible, pero no lo lograba. Desdoblando la nota, ella leyó:

"Esta es tu cena. Hice dos para tus hermanas también. Las deje abajo sobre la cocina. No quiso despertarte. Ranma."

Sintiendo una amplia sonrisa volver a sus labios, Kasumi con cuidado dejo a un lado la nota y puso la bandeja en su regazo. Hábilmente manipulando sus palillos, ella rápidamente tomó el primer bocado de alimento a sus labios y lo saboreo.

Ella casi dejó caer sus palillos en sorpresa. ¡Era delicioso! Quizás con más especias que ella normalmente usaba, pero se mezclaron juntas con amabilidad para crear un sabor que estaba más allá de la complacencia. Ella siempre asumió que por la manera en que hablaba de comida, Ranma era un cocinero decente, pero ella no tenía idea de que él era tan bueno. Quizás él debería ser el que de un consejo a su cocina ahora.

"¿Kasumi, dónde está papá?" Nabiki preguntó mientras entraba al cuarto, sólo para sorprenderse al ver fijamente el tobillo vendado de su hermana. "¿Qué le pasó a tu pie?"

"¿Ah, esto?" Kasumi preguntó con una sonrisa, meneando el pie en cuestión un poco. Ranma debe haber usado algún bálsamo para entumecer el dolor porque le costaba sentir la hinchazón en lo absoluto. "Yo tuve un pequeño accidente regresando del mercado. Una persona amiga mía me ayudó a llegar a casa, y también a hacer la cena de esta noche."

"¿Lo hizo?" Nabiki preguntó, parpadeando en sorpresa. "Me supo a una de tus comidas habituales."

"¿En serio?" Ahora esto era el turno de Kasumi de confundirse. Ella tomó otro bocado y realmente encontró la cocina de Ranma siendo muy diferente a la suya.

"Un poco llena de especias, tal vez, pero de otra manera a tu Standard normal. Apuesto a que has estado dándole algunos consejos."

"Bien, mas o menos," Admitió Kasumi, tomando otro bocado. Todavía no podía probar ninguna semejanza. Ella no pensó que su propia cocina era mala, de hecho ella pensó que era bastante buena, pero no exactamente hasta el nivel de su difunta madre. La de Ranma era muy bueno, pero todavía radicalmente diferente, para ella al menos. Tenía la misma aptitud y estilo de Ranma, ella pensó, como si su propia energía de algún modo había sido transferida a la comida.

"Lo pensé," Nabiki dijo con una sonrisa. "Tú solo come, descansa, y mejora ahora. Akane y yo podemos manejar todo lo que necesite ser hecho en la casa. Y no te preocupes, mantendré a Akane lejos de todo lo delicado."

"Gracias, Nabiki."

Su hermana menor le guiñó. "Tú no puede seguir haciendo todo por ti misma siempre, sabes. A veces aún tu puedes usar un poco de ayuda, hermana mayor."

Mientras Nabiki se marchaba, Kasumi no podía menos de estar de acuerdo con sus palabras. Al comenzar a comer otra vez, ella pensó en la persona perfecta para ayudarle, algún día en el futuro.

Alguien le toco el hombro a Kasumi, inmediatamente sacándola de su sueño despierto y de vuelta al presente. Ella saltó atrás, asustada, cuando ella se dio cuenta que era Ranma que la miraba fijamente a ella.

"¿Esta todo bien, Kasumi?" él le preguntó, claramente sorprendido por su reacción. "Llamé tu nombre, pero solo seguiste mirando fijamente aquel escaparate."

Kasumi no podía menos que sonreír siempre que Ranma mostrara preocupación por ella. "Estoy bien," Ella le dijo. "Yo solamente pensaba en algo cuando apareciste."

Kasumi reasumió su viaje en el mercado, esta vez con Ranma a su lado. Ella no podía menos de preguntarse en este momento como los transeúntes los percibían. ¿Los veían a Ranma y ella como simplemente amigos, o quizás hermanos? ¿O se imaginaron ellos un eslabón romántico entre los dos, posiblemente asumiendo que Ranma y ella eran marido y mujer?

"¿Ah? ¿En qué pensabas?"

Algo ruborizada, Kasumi trajo su mano a su mejilla. "Solo un recuerdo, nada importante," Ella explicó y luego cambió el tema. "Estoy sorprendida de verte otra vez tan pronto, Ranma. Tú madre normalmente no te deja cocinar más que una vez a la semana. "

"Mamá siempre me deja cocinar cuando sus amigas pasan, pero sus reuniones realmente no son planificadas por adelantado ya que dos de ellas tienen problemas viniendo a nuestra casa... ¿Ha pasado tan poco tiempo desde que compre contigo?"

Las cejas de Kasumi se arrugaban en confusión. Ella recogió los tarros de varias especias que necesitaba mientras pensaba en una respuesta apropiada.

"Nos encontrados el lunes, hace tres días. Me hablaste sobre tu primer día en tu nueva escuela. ¿No recuerdas?"

Ranma sacudió su cabeza mientras puso los tarros de especias con una facilidad casi descuidada en su bolso. Kasumi no estuvo sorprendida por cuantos se alzaba, o la variedad que usaba. A Ranma le gustaron mucho las especias y esto se mostraba en su cocina.

"No es eso. Es solo que tantas cosas han pasado justamente en unos días que parecen más. Estoy acostumbrado a cosas extrañas que me pasan, pero..." Ranma explicó, apaciguado.

"Las cosas han sido un poco agobiantes últimamente, aún para ti, Ranma" Adivinó Kasumi con una pequeña sonrisa.

Ranma encogió sus hombros mientras pagaron por sus compras y siguieron adelante a la siguiente tienda. "Tú puedes ponerlo así."

"¿Quieres hablar de ello?" Kasumi ofreció. "Tú siempre tienes las historias más interesantes. Te envidio."

"No lo hagas. Confía en mí, no querrías experimentar la mitad de las cosas que me pasan. Dan más problema de lo que vale."

Kasumi actualmente se preguntaba si ella iba a dejar de sonreír en algún momento pronto. No le preocuparía en nada el tener uno de los problemas de Ranma si él estaba allí para compartirlos con ella. "¿Y qué te pasó esta vez?"

"¡Um!, déjame pensar..." Y Ranma comenzó a explicar a Kasumi algunas noticias editadas de todas las cosas que le habían pasado desde que se encontraron por última vez. Él no excluyó la cita, pero pensó mejor no decirlo. Él sabía que Kasumi no había aprobado que Nodoka le forzara a él a ir en citas en el pasado, entonces él no pensó que ella aprobaría que su hermana lo haga tampoco. Además, él realmente no quiso que Kasumi supiera el tipo debilucho que él a veces podría ser.

Después de que él finalmente había terminado, ellos ya habían hechos sus compras del día. "¿Vaya, tú has tenido unos días ocupados, no es así, Ranma?" Kasumi le dijo con una sonrisa, sintiendo sus preocupaciones más tempranas completamente desvanecerse.

"Sí", él contestó, también sonriendo. De algún modo hablar abiertamente sus problemas lo hizo sentirse mucho mejor sobre ellos.

"Bien, quizás las cosas no serán tan agitadas de ahora en adelante."

"Lamento que yo no pueda creer eso, Kasumi."

* * *

Kasumi felizmente preparaba la cena, cuando Akane entro, una mirada perpleja en su cara.

"¿Qué pasa, hermana?" Kasumi la preguntó con interés.

"Pienso que atrape algo," Explicó Akane. "¿Puedes ver si tengo una fiebre?"

Kasumi puso su mano en la frente de su hermana, pero entonces sacudió su cabeza. "No, su temperatura parece normal. ¿Cuáles son los síntomas?"

Akane frunció el ceño. "Bien, es bastante extraño. Yo no pude hablar por períodos cortos de tiempo y me escapé tres veces hoy, antes de que yo siquiera pudiera comprender lo que hacía. Era como si no tuviera ningún control de mi cuerpo."

"¡Um!, eso no suena a un tipo normal de enfermedad. ¿Qué pasó antes de eso?"

"La primera vez mis amigas en la escuela me preguntaban de Ranma, el muchacho sobre el que te hable antes. Le pedí perdón justo como dijiste, lo que funciono a propósito, entonces ellos vieron esto y quisieron saber si había algo entre nosotros. Quise decirles que no, explicar por qué yo me dirigía a él, pero solamente no podía sacar las palabras por cualquiera razón, y luego me fui."

Kasumi pensó durante algunos momentos. ¿Por qué no podía haber sido alguien más, sino Ranma? Con él lo implicado era difícil para ella pensar objetivamente en esto, aunque habiéndolo encontrado sólo una hora o más antes en el mercado más o menos hubiera evaporado sus miedos. Lo que sea que Akane pueda sentir por Ranma, ella estaba segura por la forma en que él hablaba de ella que él no tenía ningún interés romántico.

"¿Y las otras veces?"

"Luego fue con Ranma después de que yo le ayude en una pelea sucia que los chicos le habían puesto. Él me preguntó por qué yo lo había esperado después de que la campana sonó, y yo solamente entre en pánico. Fue lo mismo después de la escuela, solamente el pensar en hablar con él me puso sumamente nerviosa. ¿Estoy loca, Kasumi?"

Kasumi rió para aliviar el nerviosismo de su hermana, bastante segura de lo que era el problema ahora. "No estás loca, Akane. Tú estás solamente aun insegura de como actuar alrededor de chicos que te agradan, eso es todo. Tú no puedes encontrar una razón para golpearlos, entonces te escapas. Tú no puedes hablar y entraste en pánico con tus amigas porque no quieres admitir que puede haber un chico que fuera en realidad agradable. No te preocupes, estos sentimientos de pánico desaparecerán al cabo de un tiempo. Tú solamente tendrás que tratar de resistirte a ellos mientras tanto."

Akane liberó un suspiro grande y ahora le dio una sonrisa provisional. "Es un alivio. Gracias, Kasumi. Tú siempre sabes que decir para hacerme sentirme mejor."

"Fue un placer, Akane" Contestó Kasumi, sintiéndose aliviada también.

* * *

Ranma no estuvo sorprendido de encontrar a su hermana esperándolo en su cuarto después de la cena. Él sabía que ella todavía quería que él le explicara la cita detalladamente, que él supuso estaba bien con él ahora. Él le había explicado a ella antes cuando se había dormido, y además su encuentro con Nabiki lo había hecho sentirse mejor sobre todo eso. Eso le recordó que él tenía que preguntarle sobre lo del correo electrónico. Tal vez aquellos mensajes le darían lo que necesitaba saber de Nabiki, y quizás de las chicas en general. Aunque él no tenía muchas esperanzas.

"Así que empieza de cuando tú y mi sensei llegaron al restaurante y no dejes fuera nada," Hitomi le dijo.

Ranma asintió, tomó un asiento al lado de ella sobre su cama y comenzó. Habiéndole dicho la historia anoche lo hizo mucho más fácil para él contarla ahora, no olvidando casi tantas cosas como antes.

"¿Estás seguro que no dejaste nada?" Hitomi dijo con un guiño y un codazo mientras él finalmente le dijo sobre el beso sobre la mejilla y su adiós.

"Yo pude haber olvidado unos detalles menores, pero estoy bastante seguro que mencioné todo lo importante."

"Tú solo eres tan galán como mamá piensa que eres entonces, porque mi sensei no se abre a la gente fácilmente, y nunca la he visto o no me he enterado de ella siendo tan cariñosa así."

Hitomi estudió a su hermano durante unos momentos mientras él la miraba confundido. Ranma estaba desconcertado. ¿Cómo podría su hermana pensar que él era el hombre de hombres que su madre decía que era? Ambos sabían que era solo debido a una combinación de mala suerte de Ranma y la exageración de Nodoka.

"Claro que, tal vez estaba mareada, o demencia transitoria" Hitomi finalmente dijo. "Estoy bastante segura de que alguien más inteligente es su estilo, pero tuve que tratar por tu bien."

"¡¡Eh!!"

Hitomi sonrió y acarició a su hermano sobre el hombro. "Es broma. Es broma, querido hermano. Sé que eres simpático aun cuando no lo hagas bien en la escuela, pero tú tienes el tipo de inteligencia que no es... fácilmente sensible. "

"Sí, eso me recuerda," Dijo Ranma un poco incomodo, no muy seguro si lo que su hermana había dicho era un elogio o no. "Nabiki dijo que ella quería que me mostraras como usar un correo electrónico porque ella va a escribirme por el."

Hitomi parpadeó, y luego empujó a su hermano en el estómago juguetonamente. "Había un trozo principal de información que excluiste de tu historia."

Ranma frotó su nuca, sintiéndose incómodo. "Bien, pasó después de la cita, es por eso."

"¿Ah, así que hay más? ¿Secretos conmigo, verdad?" Hitomi preguntó con una sonrisa astuta. "¿Entonces qué pasó?"

"Bien, estuve a punto de dejar la escuela cuando ella me llamó a la oficina de la enfermera."

"¿Huh? ¿Por qué allí?"

"Pienso que porque no había nadie más ahí entonces. Ella no quiere que nadie más sepa que nos conocemos."

"¿Una cita secreta?" Hitomi preguntó, abrochando sus manos a su pecho mientras ella revoloteó sus pestañas. "Es tan romántico."

Ranma actualmente deseaba que él acabara y hubiera dicho que había sido parte de la cita después de todo. "No pienso eso. Ella básicamente me dijo que ella no quería que yo actuara como si la conociera en la escuela porque esto podría dañar su reputación o algo así, aunque yo realmente no entiendo eso."

Hitomi asintió y explicó, "Mi sensei controla un negocio en la escuela, y mucho de ello está basado en su reputación para básicamente ser fría y despiadada. Si se supiera que ella es cariñosa con alguien, esto podría dañar su negocio. Ese es el tipo de problemas del que no tengo que preocuparme al ir a la escuela de puras chicas."

"Ah, bien," Contestó Ranma, todavía no exactamente entendiéndolo, pero no estaba en particular preocupado por ello tampoco. "Entonces ella dijo que quería escribirme por correo electrónico, y ella quiso que tú me enseñaras como hacerlo. Ella también dijo que va a establecer una cuenta para mí, pero que ella las enviaría a la tuya mientras tanto."

"Bien, no es ningún problema. Te mostraré como después de la escuela mañana. Te mostraría ahora, pero todavía tengo tu tarea y la mío que hacer. ¿Entonces pasó algo más?"

Ranma se ruborizó apenas y tartamudeó, "Bien, ella como que puso sus brazos alrededor de mí y me besó en la mejilla otra vez antes de que finalmente se marchara."

Hitomi impulsivamente abrazó a su hermano con una sonrisa grande sobre su cara. Todo iba según el plan.

* * *

Gosunkugi estaba sentado en el suelo, un libro grande mágico descansaba sobre una mesa baja mientras él ociosamente lo hojeaba, buscando el método perfecto de derrotar a Ranma Saotome de una vez por todas. El gato dorado y blanco, no más como un gatito realmente, vagaba alrededor del otro lado de la mesa, jugando con una pelota de hilo que su madre había proporcionado el felino. Él había esperado problemas de sus padres por traer un gatito a la casa, pero ellos habían estado emocionados de que su hijo finalmente tenía 'una mascota'.

Gosunkugi sabía que este tomo mágico, a diferencia de muchos otros que él había comprado durante los años, era en realidad auténtico. Este era un volumen pesado, encuadernado en cuero, sus páginas amarillas y arrugadas con la edad. Sin mencionar que todo estaba en latín, una lengua mágica si alguna vez hubiera una. Había también el hecho que sus instrucciones en fabricar una muñeca de vudú habían funcionado impecablemente, aun cuando hubiera fallado en mencionar unos efectos secundarios.

Había todo tipo de hechizos catalogados allí, aunque muchos no eran buenos para una venganza. Y otros que no eran bastante buenos para Gosunkugi. Él quiso que Ranma sufriera, realmente, realmente sufriera.

El gatito - Gosunkugi rechazó darle un nombre aún después de que su madre había insistido - de repente golpeó su libro abierto. Antes de que Gosunkugi pueda alejarlo, el gatito salto sobre el, andando por todas partes del libro y causando que las páginas se hojearan al azar. Cuando Gosunkugi fue capaz de poner al gatito en el suelo y fuera de su camino, él había perdido la página en la que estaba. Él abrió su boca para gritar al felino, pero entonces la cerró cuando él vio el hechizo en que el libro estaba ahora abierto. Entonces él sonrió abiertamente, no notando la risa dentuda sobre la cara del gatito.

Continuara...