¿Quieres ser mi prometido?

(Una Ranma ½ Alt Historia)

Autor: Lord Kal-el
Historia original: Amadeau Roy
Formato HTML de Hukarovi Yanoki

Debo una deuda de gratitud a los prelectores siguientes que me ayudaron a limpiar todos los errores evidentes en este esbozo que yo no vi: Donny Cheng, Ronny Hedin, LarryF, Angus McSpon, y Thomas Hackwood.


Kasumi se despertó con un pequeño bostezo y parpadeó al reloj de su cama. Por alguna razón ella se había despertado quince minutos más tarde de lo que normalmente lo hacía. Ella había estado despertándose a la misma hora por tanto tiempo que ella no se había molestado en poner su alarma durante años. Sólo una enfermedad podría hacerla perder su cita en la mañana con el sol, pero ella no había estado enferma desde hace un buen tiempo.

Esto molestó a Kasumi un poco, aun cuando ella tuviera mucho tiempo para prepararse para el día y preparar el desayuno. Mientras ella no tenía ningún interés en horóscopos como otras mujeres hacían, ella realmente creía en signos y augurios. Y el despertar tarde, para ella, era un mal signo.

Mientras salía de la cama, ella de repente recordó un poco de un sueño que ella tuvo esa noche. Era sólo una imagen realmente; una mujer que sostenía el brazo de un hombre, ambos se alejaban de ella, pero era todo lo que Kasumi podría recordar. Aunque hubiera estado demasiado oscuro distinguir las figuras claramente, ella estuvo segura que el hombre había sido Ranma.

Mientras ella se preparó su baño, Kasumi se regañó por su insensatez. Obviamente, lo que Akane le había dicho ayer había tenido más de un efecto de lo que había pensado, bastante para darle pesadillas. La noche siempre parecía hacer sus pequeñas preocupaciones más grandes de lo que realmente eran. El calmado, apacible Ranma trabaría amistad con más o menos cualquiera, pero ella realmente no podía verlo ir más lejos con Akane. Ella simplemente no era su tipo.

Sumergiéndose en el agua caliente, Kasumi podía sentir todas sus preocupaciones y ansiedades irse con el vapor. Ella no debería tomar todo como un signo. Era todavía temprano en la mañana; y el día ante ella todavía podía ser uno bueno. Ella aún podría ver a Ranma otra vez haciendo compras. Entonces este sería un gran día.

Capítulo 4: Mañana en Cuatro Casas Diferentes

Ranma gimió mientras él alcanzó la alarma y cerró su zumbido molesto, casi cayendo instantáneamente de nuevo a dormir. Él se había quedado fuera mucho más tarde de lo que había planeado anoche, y sin contar la rutina de ejercicio inesperada. Nabiki le había dado un verdadero trabajo.

Ranma frunció el ceño por ese pensamiento mientras caía de la cama. Él sabía que su madre tomaría un comentario así de la forma incorrecta. Ella nunca entendería, incluso si él explicaba que el 'entrenamiento' había sido llevar a Nabiki cargando por todas partes de Nerima. Entonces él se rió. Sonaba justo como la clase de idea que a su padre se le ocurriría para entrenar. Mejor no mencionarla entonces, no le agradaba la idea de llevar a su padre por toda la ciudad.

Él se rió otra vez cuando él vio su tarea ahora completada sobre su escritorio, al lado una nota que decía:

"Querido hermano,

Aquí esta tu tarea terminada. Me aseguré de hacerla con tu horrible letra y poner un par de respuestas mal paras que el profesor no sospeche. Solo deja tu tarea para la próxima semana en mi cuarto.

Amor, Hitomi

P.S. ¡Gracias por no arruinar el traje!"

Ranma se sintió un poco culpable sobre su trato. Había sido una noche extraña, aún para él, pero al final se alegró de haber estado de acuerdo con hacerla. No parecía justo que Hitomi tenía que hacer su tarea cuando él se divirtió. De todos modos una cosa que Ranma odiaba más que la escuela era la tarea. No tener que hacerla por una semana sería sacar una carga de sus hombros. Además, su hermana tenía una historia de vencerlo en el pasado, entonces él decidió disfrutar de su reciente buena fortuna. Él sabía que no duraría.

* * *

Akane casi salto de la cama, apagando su despertador antes de que este tuviera la posibilidad de emitir una señal sonora. Ella aparto su cortina y sonrió a la luz del sol que fluía. Hoy sería un buen día, ella lo sabía.

Después de todo, ella nunca tendría que luchar con eso payasos antes de la escuela otra vez. Ayer estuvo claro que ellos realmente habían desistido de luchar con ella, no que tuvieran mucha opción. Incluso Kuno había hecho una inversión, ahora estaba para 'protegerla', más que 'desafiarla'. Todavía no le gustaba aquella idea mucho, pero al menos era mejor que lo que había sido antes.

Y había otra persona en la que ella había pasado la mayor parte de ayer tratando de no pensar.

Todos los que trataban a Akane con regularidad sabían que una cosa que realmente odiaba era a los chicos. Ella no incluyó a todo el género masculino en esto. Para ella, había una gran diferencia entre un chico y un hombre.

Un muchacho era grosero, inmaduro, egoísta, molesto, pervertido, y más o menos cada adjetivo negativo en el cual ella podría pensar. No había nada en todo redimible sobre un muchacho, y la única cosa para que un muchacho servia bien era ser un muñeco de práctica.

Un hombre era casi algo completamente opuesto; amable, maduro, apacible, preocupado, desinteresado. En breve todos los adjetivos buenos que Akane podía pensar. Normalmente, Akane ponía al Doctor Tofu como el modelo de todo lo que quería decir ser un hombre, pero después de ayer la imagen de él que ella sostuvo en su mente había estado cambiando. Sus lentes desaparecieron, y el gi que él por lo general llevaba era substituido por el uniforme de un muchacho. Su apacible risa de algún modo se había transformado en una sonrisa pícara mientras su pelo de repente se había hecho una trenza.

Akane sabía en quién ella realmente pensaba, aunque estuviera poco dispuesta en pensar en su nombre. ¿Ranma era un muchacho para ser odiado, o un hombre para estar... bien, no odiado, y quizás talvez gustado? Akane empujó eso de su mente cuando ella se puso a punto para su trote de al mañana. Ella tendría mucho tiempo para discutir la cuestión haciendo su circuito normal alrededor de la vecindad. Aunque ella no podía parar de pensar en las peleas de Ranma con Kuno, los muchachos en la escuela, o aún su propia batalla abortada. Ella nunca había visto un artista marcial moverse así antes; tan lleno de gracia y rapidez, como si él fuera hecho de agua. Esto hizo a su padre parecer lento e incómodo en comparación, mientras ella misma...

Lista para su trote, Akane recogió sus pesas en la mano mientras examinaba ese pensamiento que rondaba su mente. Habiendo excedido la habilidad de Kuno, ella nunca se había empujado más lejos. Ella se había pensado uno de los mejores artistas marciales de su generación, pero era claro que había una diferencia importante entre la capacidad de Ranma y la suya. Además, mientras las peleas de la mañana habían sido molestas, le habían ayudado a mantenerse en forma. Ella necesitaría algo en su ausencia.

Poniendo algunos pesos en su pierna que ella no había usado durante años, Akane sonrió mientras hizo una carrera para la puerta, una muñequera en cada mano. Ella se empujaría a su límite. No había modo en que ella iba a dejar a un muchacho... o hombre ser mejor que ella.

* * *

Hitomi encendió su computadora. Mientras esperaba que cargara, ella con cuidado metió el tuxido de Ranma en su bolsa. Ella pensó devolverlo en el camino a la escuela, ya que tenia que regresarlo al lugar de alquiler antes del mediodía para evitar una cuenta adicional. Sólo sería un yen más, pero Hitomi ahorraba dinero en cualquier parte donde pudiera.

Ella rió al pensar en su hermano yaciendo allí tan plácidamente cuando ella había ido a su cuarto para poner su tarea sobre su escritorio. El hecho de que él haya estado afuera tan tarde con su sensei era un signo positivo para Hitomi. Ella estaba segura que ambos habían tenido una buena cita, aunque ella fruncía el ceño ligeramente al pensar que ya sabría si ella no se hubiera dormido cuando su hermano empezó a contarle todo. 'Bonita' y 'agradable' era todo lo que ella realmente podía recordar, pero era bastante para dar un sentimiento cálido a Hitomi. Alguien podría ver a primera vista que Nabiki era bonita, pero la mayoría de la gente pensaba de ella como lo opuesto de agradable. Uno realmente tenía que llegar a conocerla para ver la clase de persona que ella realmente podía ser. Su hermano lo había visto, lo que ella asumía quería decir que ellos se habían acercado bastante.

Explorando su correo electrónico, Hitomi casi rompió su ratón en su impaciencia para leer el mensaje de su sensei.

Para: HitomiS@StHebereke.nerima.tokyo.jp
De: TheQueenOf@Furinkan-hs.nerima.tokyo.jp
Tema: La Gran Cita

Hitomi, Gracias. Parece que te debo una ahora. :)
Ven a visitarme pronto y te daré cualquier detalle que no pudiste sacarle a tu hermano.

Nabiki

Hitomi agarró su horario mientras preparó su respuesta. Ella tendría que visitar a su sensei mañana, ella no pensó que podría esperar más que esto. Para Nabiki decir que ella estaba en deuda, debe haber ido aún mejor de lo que Hitomi había sospechado.

* * *

Kasumi tarareaba pensando mientras ella comenzó con el desayuno. Algo estaba un poco raro aquella mañana, y esta vez no tenía nada que ver con ella. Su padre ahora comenzaba su práctica diaria. Akane había ido a su trote de la mañana. Nabiki tenía...

Era eso. Nabiki debía bañarse en este momento, pero Kasumi estaba seguro que ella no había oído la puerta de su cuarto abriéndose.

Con un poco de preocupación, Kasumi se acercó a la puerta del cuarto de su hermana. Ella había pensado mantenerse despierta para ver a Nabiki llegar a casa bien de su cita, sin mencionar un chisme de como estuvo su cita, pero ella debe haberse dormido. Nabiki era una muchacha simpática, ¿Pero quién sabía que podría pasarle sola de noche, una vez que la cita terminaba?

Kasumi sonrió, inclinándose en el marco de la puerta, vio a Nabiki profundamente dormida, las sabanas firmemente metidas alrededor de sus hombros, su pelo corto un caos. El vestido rojo yaciendo en el suelo al lado de un par de altos talones. Kasumi miró fijamente el clavel blanco sobre el escritorio de su hermana durante unos momentos antes de recoger sus pendientes que estaban a su lado y despacio cerro la puerta tras de ella.

Nabiki había tenido una buena cita, si la sonrisa sobre su cara era alguna indicación. Kasumi decidió dejarla dormir cuanto quería, incluso si eso significaba que sea tarde. Ella estaba segura que podría dar alguna explicación para decir a su padre.

Guardando en su sitio los pendientes, Kasumi sonrió e hizo una nota mental para pasar el tiempo hablando de la cita con Nabiki. Ella quería unos consejos para cuando Ranma tarde o temprano la invitara a salir.

* * *

Ranma estaba sólo un poco sorprendido de encontrar una doble ración de su desayuno normal esperándolo, que había sido lo doble que una persona normal comería para empezar. Incluso menos sorprendente era la sonrisa de su madre y la mirada de su padre.

"¿Cómo es que el chico tiene tanta comida?" Genma se quejó, mirando a su propio 'pobre' desayuno, que era más que el de su esposa y su hija tenían combinados.

"Vamos, querido," Nodoka lo regañó con cuidado mientras vertía el té. "Nuestro hijo tuvo una noche agitada, saliendo en citas con todas esas muchachas. Él tiene que recuperar su fuerza."

Ranma hizo rodar sus ojos. Anoche habían sido tres. Esta tarde ella probablemente diría a sus amigas que él había salido con una docena de chicas a la vez. Él no quería saber lo que su madre pensaba que él había estado haciendo en todas esas citas.

"¡Pero tengo hambre!" Genma lloriqueó a su esposa mientras él furtivamente usó sus palillos para robar uno de los bocadillos de Ranma.

El muchacho con la trenza trató de interceptar a su padre, pero su tiempo de reacción era un poco lento, y el bocadillo terminó en la boca de su padre. Esto no molestó a Ranma -había más que bastante aún para su apetito - pero él no iba a dejar que su padre tomara su comida sin una pelea. El primer duelo de palillo Saotome del día había comenzado.

Hitomi golpeó a su hermano en el hombro y le susurró, "¿Qué quiere decir mamá con 'todas esas muchachas'?"

Ranma susurró mientras luchaba con su padre, "Traté de explicarte anoche, pero te dormiste. ¿Cuál es la última cosa que recuerdas?"

Hitomi pensó por un momento. "Recuerdo a ti y a Nabiki-san en el restaurante, y luego creo que me quedé dormida."

Al ver la suave vergüenza de su hermana, Ranma le dio una gran sonrisa. "Te diré que pasó después de la escuela."

"Bien," Hitomi susurró. "Pero dime una cosa ahora mismo."

"¿Qué?"

"¿Te divertiste?"

Ranma pensó en ello durante un momento. Entonces él rió y dijo, "Sí, lo hice."

Hitomi sonrió. "Lo sabía."

* * *

"No pienses que voy a ir fácil contigo, muchacho, solo porque estuviste fuera hasta tarde anoche," Genma le dijo a su hijo mientras terminó los restos de su desayuno y fue a comenzar su práctica de la mañana.

"¿Cuándo has ido fácil conmigo, papá?" Ranma le dijo. Él solo sabía que su padre estaba molesto por algo, y esto quería decir que él prácticamente iría con todo hacia en el entrenamiento de la mañana. Todavía sintiéndose cansado -aunque haciendo todo lo posible por ocultarlo- esto no era algo que Ranma esperaba con impaciencia.

"¡Te enseñaré a respetar a tu padre, Ranma!" Genma gritó mientras ataco a su hijo.

"¡Voy a hacerlo cuanto hagas algo que valga la pena respetar, anciano!" Ranma le gritó mientras él contestó el ataque de su padre e inició uno propio.

"¡Qué muchacho tan ingrato he criado!" Genma se lamentó mientras bloqueó el primer ataque, y sacó del camino el segundo. "¡He sacrificado todo por ti, Ranma!"

Ranma saltó a barrer la pierna de su padre, saliendo del camino del ataque que siguió inmediatamente después. "Claro. ¡Tú sacrificaste todo para alimentar tu cara gorda!"

Cuando él vio la expresión de su padre parpadear un poco, Ranma sabía que él había anotado un golpe con esto. Él llevó a cabo con un golpe cruzado a la espalda. Este golpe conectó, pero Genma logró alejarse, negando un poco de su fuerza.

"¿Grasa? Soy músculo puro. Tú vas a lamentar que esto sea grasa la próxima vez que te golpeé," Genma le dijo mientras atacaba.

"¿Próxima vez? Consigue golpearme una vez primero, anciano," contestó Ranma, enfrentando el ataque de su padre de frente. Para Ranma, esto era más o menos una mañana típica.

* * *

Nabiki gimió mientras ella a ciegas agarró su despertador. Ella casi salió disparada de la cama cuando vio que hora era. Levantarse tarde, sin importar cuánta diversión haya tenido, no era ninguna excusa para despertarse a estas alturas. Dando una llamada a uno de sus ayudantes para que cuide del negocio por ella, agarró rápidamente sus cosas e hizo una carrera para el furo. Sólo la vista del clavel blanco la paró.

Con una sonrisa, ella con cuidado la recogió, inhalando su dulce fragancia. Ella frunció el ceño al ver cuan marchitada lucía ahora. Con cuidado ella la puso donde estaba, luego buscó en su cuarto por algo donde ponerla. Lo mejor que pudo encontrar era una vieja taza que ella había hecho para la casa una vez, pero serviría. Rápidamente llenándola con agua del fregadero del cuarto de baño, ella dejó caer el tallo dentro y la puso en su ventana para que pueda recoger un poco de la luz del brillante sol.

Nabiki sabía que era una tonta. Ninguna cantidad de agua o luz del sol podría impedir que ese clavel se marchite, pero sentía que debían intentarlo. Esto era otro modo de conservar la memoria de su primera verdadera cita.

Había sido apenas la mejor cita romántica en el mundo, pero Nabiki todavía tuvo un buen recuerdo, sobre todo con la loca persecución después. Algo así nunca le había pasado antes, la emoción de la fuga, y no digamos el lugar acogedor en los brazos de Ranma. Vencer a la Reina Karate bueno fue casi lo mejor de la velada. Ella finalmente podía entender por qué Akane estaba tan enfocado en las artes marciales. La oleada de adrenalina que venía del riesgo de peligro, el éxtasis de la victoria.

Aunque la verdadera alegría de la noche venía de solamente estar con Ranma. Ella no se engañaba, esto no era amor a primera vista o algo, pero lo que ella realmente sintió era bien... libertad. La libertad de actuar sin tener que preocuparse de las consecuencias. Le gustaba Ranma así que ella fue juguetona con él, aún coqueteando con él, que pareció recalcar cierta timidez en el muchacho con la trenza que Nabiki encontrado bastante linda. Era una manera en que ella nunca podría actuar en la escuela o alrededor de sus amigos.

*Voy a tener que asegurarme de verlo otra vez pronto,* Ella pensó con una sonrisa mientras caminaba al furo.

* * *

Akane suspiró mientras se inclinó en la puerta de la casa Tendo. El peso añadido, combinado con un paso más rápido y una ruta más larga, había sido un poco más de lo que ella había esperado. Ella había ido de llena de energía a casi agotarse, y todavía tenía escuela por la que preocuparse.

Akane se movió hacia el furo como un hombre sediento hacia un oasis, sin hacer caso a todo alrededor de ella, aún las cosas de su hermana en la entrada. Siempre le gustaba un baño agradable después de su entrenamiento de la mañana, pero esta vez ella estaba con más necesidad que cualquier otra vez.

"¿Nabiki?" Ella dijo con algo de sorpresa, que se levantaba al encontrar a su hermana ocupando el furo. Nabiki ya debería haberse ido a la escuela para ahora después de una ducha rápida. Era extraño para ella usar el furo por la mañana así. "¿Qué haces todavía aquí?"

"Me dormí," Nabiki contesto con una sonrisa soñolienta, que se relajaba en el agua caliente. "Estuve fuera hasta altas horas anoche."

"¿Uno de tus esquemas lucrativos?" Akane preguntó mientras comenzó a lavarse abajo.

"Algo así." Por alguna razón, ella sintió no decirle a su poco dispuesta hermana que ella había estado en una cita con Ranma. Ella no había omitido el hecho que su hermana había almorzado con él hace dos días -ese era uno de los más grandes chismes de la escuela en este momento- eso y el comportamiento reciente extraño de Kuno. Nabiki incluso pensó comenzar un fondo de apuesta sobre si ellos almorzarían otra vez, y si ellos lo harían por placer o no.

Nabiki todavía no sabía lo que pasaba con su hermana y Ranma, y parecía que nadie sabía, quizás ni siquiera la misma Akane. Nabiki había pensado preguntar a Ranma durante su cita, pero de algún modo eso había resbalado de su mente. Además, ella había querido a Ranma enfocado en ella, y no en su hermana.

Nabiki pensó preguntar a Akane y frunció el ceño ligeramente. Akane no le diría. Nabiki había una vez vendido un secreto que su hermana le había dicho en la escuela primaria y Akane había rechazado confiar en ella desde entonces. Esto molestó Nabiki que su propia hermana no confiara en ella; le molestó aún más que Akane tenía razón en no hacerlo. Nabiki probablemente vendería sus secretos al mejor postor. Ella no podía resistirse a tener ganancias, incluso cuando lo intentaba.

Akane probablemente ya le había dicho a Kasumi, pero Nabiki sabía que ella nunca lo conseguiría de su hermana mayor. Ella no podía usar la táctica que ella usaría en la mayoría de la gente, y los métodos que Nabiki podía usar no eran en nada eficaces con Kasumi. Ella era muy cuidadosa de sus secretos. Nabiki todavía no encontraba el diario de su hermana mayor- ella la había visto escribir en el una vez cuando eran todavía pequeñas- y había estado tratando de encontrarlo desde entonces. No para venderlo, ella no sabría a quien venderlo de todos modos, sino solamente saber. Alguna llave para abrir el misterio de su hermana mayor.

"¿Estás bien?" Akane preguntó con algo de preocupación, sacando a Nabiki de su aturdimiento.

Nabiki parpadeó a su hermana que la mira detenida y estrechamente a ella. Solo porque Akane no confiara en ella más no significaba que no se preocupara por ella. Nabiki todavía recordaba el tiempo cuando un grupo de matones fue a golpearla por el dinero ella había estado sacando de ellos durante meses. Akane había estado allí con ella e inmediatamente los había confrontado, a pesar de su número superior. Uno de ellos hizo el error grave de llamar a Akane una niña e insultar sus capacidades como artista marcial. Fue la única vez que vio a su hermana realmente enojada. Eso hizo que lo que le hacía a sus 'admiradores' cada mañana parecer un acto de irritación.

Nabiki sonrió. "Estoy bien, Akane. Solo todavía un poco soñolienta, creo."

* * *

Kyoko gimió y con ojos legañosos miró alrededor a la fuente de ruido que la había despertado. Ella miró fijamente el teléfono como algo semejante a la resignación antes de recoger el aurícular.

"Moshi, moshi," dijo ella con voz somnolienta.

"¿Ah, Kyoko-chan, te desperté?"

Kyoko parpadeó al sonido de la voz de Nabiki y a toda prisa explicó, "¡No, no! ¡Hay solamente algo mal con mi teléfono que me hace sonar como si recién me despertara a veces! ¡De hecho, acabo de terminar el desayuno este momento!"

Kyoko no quiso dejar que su jefe supiera que le era tarde para la escuela, y ella sobre todo no quería decirle la razón por la qué ella había dormido hasta tarde. Ella tenía un sentimiento de que a Nabiki no le gustaría la idea de ella habiendo interferido con la cita, incluso si había estado en los mejores intereses de su jefe.

"Bien. Saldré un poco tarde, ¿Entonces yo me preguntaba si tú podrías manejar todo en la escuela hasta que llegue allí?"

"¡Seguro no hay problema!" Kyoko dijo con creciente entusiasmo. Nabiki realmente debe confiar en ella para darle tal responsabilidad. "¡Cuidare de todo!"

"Bueno, bueno. ¡Bien, ¡adiós!-"

"¿Sempai!" Kyoko dijo de repente.

"Sí, ¿Qué pasa?"

Kyoko se ruborizó en vergüenza cuando ella se dio cuenta que había interrumpido a su jefe. Nabiki no parecía enojada, pero Kyoko hizo una nota mental para no hacerlo en el futuro de todos modos. "Ah, yo solamente me preguntaba como fue su cita, eso es todo. "

"Yo estuve en una cita con un artista marcial que no puede ir cinco minutos sin entrar en problemas. ¿Cómo piensas que me fue?"

Kyoko sonrió abiertamente, contenta de que su jefe no podía verla en este momento. "Lamento oír eso," contestó ella, no pareciendo muy lamentable aún a sus propios oídos. "Pero al menos no tendrá que preocuparse de su negocio esta mañana. Manejaré todo."

Nabiki le agradeció y se dijeron adiós. Kyoko colgó el teléfono e inmediatamente lo recogió otra vez. Ella tuvo que ponerse en contacto con otros ayudantes para establecer todo, sin mencionar llamar a un taxi para recogerla después de lo que sería el desayuno más rápido en la historia.

* * *

Soun Tendo dejó el dojo después de su entrenamiento ligero de la mañana, sintiéndose renovado, refrescado, pero sobre todo hambriento. Él no podía esperar la maravillosa comida que él sabía su hija mayor había preparado para él. Otra vez, Soun reflexionaba sobre cuan realmente bendito él era al haber tenido a tres hijas, cada una maravillosa a su propio modo. Ellas casi compensaron la ausencia de su querida esposa.

Soun sacudió lejos tales pensamientos de melancolía mientras entró a su casa Las mañanas no eran tiempo para tales sentimientos, y además, él tuvo que llevar una cara feliz para sus hijas, sin importar cuales sean sus sentimientos ahora.

"Buenos días, padre," Le dijo Kasumi mientras entraba a la sala de estar.

"Buenos días, Kasumi," Él contestó, sentándose mientras ella terminaba de poner todo para el desayuno. Soun no podía menos de notar que había cinco cubiertos en vez de los tres normales para el desayuno. Uno siempre era hecho para honrar a su esposa difunta, aunque era algo en lo que Soun trataba de no pensar demasiado.

"¿Kasumi, por qué pones la mesa para cinco?" él preguntó por accidente mientras desenrolló su periódico. Él sabía que Kasumi siempre comía temprano con Nabiki, y sería extraño tener a invitados de los que él no sabía.

"Quisimos desayunar con nuestro papá por una vez," vino una voz detrás de él "¿Es eso tan malo?"

"No, desde luego que no," Soun contestó a Nabiki, girando para verla bajar la escalera con Akane. Él no podía evitarlo, inmediatamente él comenzó a llorar. "¡Ah, qué maravillosas hijas tengo!"

"Ah, papá," Kasumi con cuidado lo regañó.

"Mou," Nabiki dijo con una pequeña mueca mientras ella y Akane tomaron sus sitios en la mesa. "Papá, no tienes que hacer un alboroto tan grande de ello. Digo, cenamos juntos casi cada noche."

"Lo sé, es solo que..." Soun comenzó mientras limpiaba sus lágrimas. "¡Todas ustedes son tan maravillosas conmigo que no lo puedo evitar!"

Todas las hijas Tendo fruncieron el ceño ligeramente mientras Soun comenzaba a llorar otra vez. Aunque esto era una vista común para ellas, todavía se desesperaban sobre su demasiado emocional padre.

* * *

La mañana de Min-Lin era sobre todo una serie de saltos. Ella saltó de la cama, se echo en el furo, saltó de regreso a su cuarto para vestirse, y se echo en la sala de estar para desayunar con sus padres. Incluso entonces ella prácticamente saltaba en su asiento, todo el tiempo había una sonrisa grande sobre su cara.

La madre de Min-Lin y su padre cambiaron miradas confusas, algo a lo que estaban acostumbrados hacer después de que su hija finalmente había vuelto de China. La habían visitado muchas veces durante su entrenamiento de doce años, pero era en el pueblo de las Amazonas, donde Min-Lin estaba en su elemento. Esto no los había dejado preparados sobre lo que sería tratar de criar a su hija sola en Japón.

El hábito de Min-Lin de despertarse al amanecer para hacer una práctica muy ruidosa de combate -completa con gritos y romper materiales de construcción absolutamente buenos- era no sólo molesto a los padres que necesitaron su sueño, pero a los vecinos también, quien, mientras normalmente muy hospitalarios, se quejaban bastante sobre esta cuestión. Un buen sueño era precioso para el hombre asalariado.

Incluso más molesto para los padres era la forma en que su hija atraía chicos y hombres en hordas tan grandes como mosquitos en verano. Ellos podrían haber dicho a Min-Lin que la enviaban a San Hebereke para que ella pudiera aprender a ser más japonés rápidamente, pero en realidad ellos solamente la quisieron en una escuela de puras mujeres para su propia paz mental.

Esto es quizás la preocupación de cada padre que tiene una hija atractiva, pero en este caso no era un asunto de evitar el embarazo adolescente, era un asunto de evitar que cada muchacho demasiado inquieto sea enviado al hospital. Los padres de Min-Lin creían totalmente que su hija tenía derecho a defenderse. Su madre era una Amazona orgullosa y su padre un artista marcial de no poca capacidad, pero Min-Lin a menudo tomaba esto a extremos, respondiendo a los avances de los muchachos por regocijadamente romper sus brazos o golpearlos con fuerza en la cabeza con su bombori con el que practicaba. Lo que era peor era que su hija parecía en realidad animar estos avances, usando a los muchachos en lugar de maniquís de práctica.

Ellos realmente lamentaban que no hubieran sido capaces de convencer a su amiga Shampoo de venir a Japón con ellos, pero la muchacha no tenía ningún interés en dejar el pueblo de las Amazonas. Aunque amiga no era quizás la palabra exacta, pareció que las dos no podían ir cinco minutos sin entrar en alguna forma de combate. Min-Lin era siempre feliz durante estos ejercicios, pero Shampoo apenas parecía que lo pasaba bien. Allí también parecía haber algún resentimiento entre las dos bisabuelas que habían estado entrenando a las muchachas que hicieron tal cosa imposible. Ningún padre era valiente o bastante tonto para hacerle frente a una de ellas, mucho menos a ambas.

La única solución que los padres de Min-Lin podían encontrar era mantener a su hija tan ocupada como sea posible. Ellos la enviaron a la escuela con fuku después para ayudarle a emparejar con el resto de la clase. Ellos le dieron un trabajo de jornada reducida, que tenía la ventaja añadida de ayudar con los fondos. Todo esto combinado con su práctica diaria ocupaba la mayor parte de su día y la mantuvo lejos de problemas. Esto serviría al menos hasta que su madre pudiera entrar en contacto con su abuela, que estaba ocupada persiguiendo a su marido. Ambos padres sabían que esto tomaría un rato.

A causa de esto, Min-Lin era por lo general menos que impaciente para comenzar el día. Mientras le gustaba el trabajo que le consiguieron, ella odiaba la escuela y aborreció el fuku, con frecuencia sacando sus frustraciones con estos en su entrenamiento de la mañana. Su hija casi siempre parecía feliz, pero sus padres podían decir cuando ella realmente era feliz o no. Ellos sabían, sin embargo, que a pesar de que su hija no veía nada de esto como uso para una Amazona, eran necesarias para la mujer japonesa que ella también era.

Esta mañana ella era definitivamente feliz. Ella irradió una alegría que haría un avaro dar toda su riqueza a la caridad.

"¿Pasó algo en el trabajo, querida?" su madre preguntó, intentando descubrir la fuente de toda esta felicidad.

Min-Lin asintió entusiastamente, la sonrisa nunca abandono su cara. "¡Yo ver a Ranma anoche en el restaurante!" ella gritó y dio una risita.

La Sra. Sakamoto sabía que su hija realmente tenía que estar excitada. Las únicas veces que su japonés resbalaba eran debido a la emoción extrema. Ella se dio vuelta a ver a su marido y preguntó, "¿Sabes quién es 'Ranma'?"

El Sr. Sakamoto pensó durante un momento. "Genma tenía un hijo llamado Ranma, ¿No es así? ¿No nos quedamos con los Saotomes durante un tiempo cuándo Min-Lin era todavía pequeña?"

"Fue cuándo mi abuelo volvió para entrenarte, ¿Verdad?"

El Sr. Sakamoto sonrió con miedo. "No me lo recuerdes. Todavía pienso que tengo raspones en la espalda desde entonces."

Él se asusto cuando su hija saltó sobre la mesa de desayuno y lo agarró por la camisa. El Sr. Sakamoto era su padre y un dotado artista marcial, pero aún él estaba un poco asustado por la intensa mirada que Min-Lin actualmente le daba.

"¿Conoces al padre de Ranma?" ella preguntó, tirando de su camisa.

Él muy despacio asintió.

"¡Debemos ir a visitar la casa de Ranma!" Su tono no daba ningún espacio de argumento. Él comprendió que Min-Lin se parecía mucho a su madre cuando quería algo, y como cuando él trató con su esposa, él no pareció tener opción a decir no.

"Eso suena a una buena idea," la Sra. Sakamoto dijo de pronto. "No he visto a Nodoka durante años, y sería agradable hacer un pequeño viaje allá este fin de semana. "

El padre miró de atrás para adelante de su esposa a la hija, dio un suspiro y dijo, "Bien, hablare con Genma sobre ello en el trabajo hoy."

"¡Yatta!" Min-Lin gritó, haciendo un salto lejos de él, recogiendo su mochila, y dando otro salto hacia la puerta.

Sus padres parpadearon el uno al otro en sorpresa.

* * *

Una vez que Soun se había compuesto otra vez, los Tendos comenzaron a desayunar, con un poco de conversación. Las hermanas Tendo encontraron a su padre siendo sorprendentemente hablador ese día, sobre todo ya que él por lo general solamente pegaba su cabeza en el periódico y decía poco.

"Entonces Akane, Nabiki," les habló él con un espectáculo de informalidad. "¿Cómo van las cosas en la escuela?"

Nabiki frunció el ceño ligeramente, sintiéndose un poco sospechosa. Ella no podía recordar a su padre habiendo preguntado sobre la escuela durante años. Eso podía insinuar que él había averiguado sobre sus actividades, pero no había forma que su padre sea tan sutil.

"Todo esta bien, papá," Akane lo aseguró con quizás un poco más fuerza de la necesaria. Ella estuvo preocupada de que él había averiguado sobre las recientes peleas de la mañana y levantaría un alboroto por ello. Aunque ahora habían terminado, su padre todavía podía causar muchos problemas sobre ello.

"Bien, bien," Soun contestó, interpretando como si él aún no había estado escuchándole. "¿Entonces... cómo se portan los chicos en la escuela?"

"¡Los chicos son todos idiotas!" Akane dijo sin siquiera pensar en ello.

"¡Bien!" Soun exclamó, sonando muy contento con esta respuesta.

"¿Bien?" Nabiki preguntó, una ceja levantada.

Soun se puso inmediatamente nervioso y luchó para tratar de dar algún tipo de explicación. "Bien, bueno en cierto modo esto... ¿Kasumi, tú sabes lo que trato de decir, ¿No es así?"

Kasumi parpadeó al encontrar la pregunta de repente remitida a ella. Ella pensó durante un momento antes de responder. "Padre, ¿Trata usted de decir que está bien que Akane no ha formado relaciones cercanas con chicos porque ella es demasiado joven para pensar en una relación seria ahora?"

Era el turno de Soun para parpadear, luego él comenzó a reír. "Eso es exactamente lo que quise-"

Él parpadeó otra vez cuando Kasumi lo corto, hablando con una pequeña muestra de emoción, "Por que si es lo que dices, pienso que esta equivocado. Akane tiene que comprender que no todos los chicos son llevados únicamente por sus hormonas si ella debe a alguna vez esperar tener una relación seria en lo absoluto."

Soun estaba un poco sorprendido por la vehemencia de la voz de su hija mayor, igual que todos los demás. Kasumi se ruborizó un poco en vergüenza cuando ella comprendió que cada uno miraba hacia ella con ojos muy abiertos.

"Muy bien, hermanita" Nabiki dijo, la primero en salir de su sorpresa.

Esto hizo que Kasumi se ruborizara más.

Akane estaba todavía en shock. Ella no tuvo idea de como responder a lo que Kasumi acababa de decir. Ella siempre creía a su hermana mayor en todo, pero Akane pensó que Kasumi estaba un poco equivocada en este caso. Las hormonas controlaban a todos los chicos, ella había visto muchas pruebas para demostrar eso; era sólo cuando algunos de ellos se hacían hombres que dejaba de ser el factor conductor de sus vidas. Unos, probablemente muchos, nunca pasarían la etapa de muchacho. Ella veía muy difícil creer que los muchachos que habían una vez tratado de vencerla en la escuela alguna vez cambiarían.

Comprendiendo que todos los demás la miraban, Akane finalmente dijo en una voz tímida, "No pienso que todos los muchachos son idiotas, solamente la mayor parte de estos en la escuela."

Nabiki, noto que esta respuesta no pareció satisfacer a su padre o a su hermana mayor, dio una sonrisa amistosa a Akane y dijo, "Tienes razón, la mayor parte de los chicos en la escuela son idiotas. ¿Quién sabe que clase de cosa pervertida tratarían de hacer en una cita? ¿Es mucho mejor caerles a palos, no es así?" Nabiki hizo un puño para manifestarse.

Akane sonrió de pronto, y el pequeño grado de tensión alrededor de la mesa pareció evaporarse.

"No quise decir nada por ello, Akane," explicó Soun. "El padre solamente trata de cuidar a sus hijas. Quiero que todos sean felices."

"Lo sabemos, padre, y lo apreciamos," Kasumi le dijo con una pequeña sonrisa. "Pero no tienes que preocuparte de nosotras, somos felices como somos ahora."

Mientras su padre comenzó a llorar otra vez, Nabiki notó un pequeño parpadeo en la expresión de su hermana mayor. Estaba sólo allí durante un momento entonces era difícil de decir lo que esto había querido decir.

"Ah, cada uno ha terminado de desayunar ya," Kasumi anuncio, mirando alrededor de la mesa. "¿Nabiki, me ayudas con los platos?"

Nabiki había estado perdida en pensamientos durante un momento, así que parpadeo en sorpresa cuando ella comprendió lo que Kasumi le había preguntado. Su hermana nunca había necesitado ayuda con los platos antes. Nabiki casi jadeó en asombro cuando ella vio Kasumi guiñarle. Con la extraña mañana que tenía, ella comenzó a preguntarse si ella todavía soñaba.

"Sí, hermanita, no hay problema," Nabiki le dijo un poco extrañada mientras ayudó a recoger los platos. Era solamente extraño ver a su hermana actuar tan abiertamente y honesta tan... disimulada de repente.

"Gracias," Kasumi dijo con una sonrisa.

"Ayudaré también, Kasumi," Akane añadió rápidamente, comenzando a ayudarles a juntar los platos.

Kasumi frunció el ceño ligeramente. "Ah, no deberías, Akane. Nabiki será más que bastante ayuda y no quieres llegar tarde a la escuela. Sé como te gusta llegar allí temprano."

"¿Pero que hay de Nabiki?" Akane contesto, un poco decepcionada de que su hermana mayor no quería su ayuda; ella probablemente pensó que todos los platos terminarían rotos o algo.

"Sí", Soun dijo con impaciencia. "Akane, Nabiki, ambas deben ir ya a la escuela. No querrán llegar tarde. Ayudaré a Kasumi con los platos."

Nabiki notó la mirada de Kasumi otra vez, y dijo rápidamente, "Todavía tendré mucho tiempo para llegar a la escuela antes de la campana. Esto no tomará mucho tiempo para nosotras dos el lavar los platos. Además, sin ofender papá, pero tú eres tan torpe en la cocina como Akane. Si te dejamos fregar los platos, no tendremos nada para comer para el desayuno mañana."

Akane miró a su padre comenzar a llorar otra vez, esta vez por no ser confiado con los platos, suspiró, agarró su bolso de la escuela, y salió a la puerta. Ella sabía que ella tendría que vencer su torpeza innata si Kasumi alguna vez fuera a dejarle cerca de la cocina otra vez. *Talvez... tal vez Ranma podría ayudarme con eso*.

* * *

La mitad de los chicos llegó a la escuela temprano. Esto no era debido a ninguna impaciencia para educarse. Muchos se quejaron de la necesidad de despertarse a tal hora, pero sabían que no tenían ninguna opción. Ellos tenían que planificar. Ellos tenían que encontrar algún modo de derrotar un obstáculo entre ellos y la felicidad: Ranma Saotome. Bastante malo era que él tenía derechos exclusivos a Akane Tendo, pero muchas otras chicas en la escuela se habían interesado en él también. Había incluso rumores de que Nabiki Tendo, de toda la gente, había sido vista en una cita con él. Mientras nadie en realidad lo creía, eso era solamente otro signo que la llegada de Ranma considerablemente había reducido sus posibilidades de conseguir una novia.

La solución era clara: tenían que encargarse de Ranma. Como hacerlo era su problema corriente. Unirse y darle una paliza antes de que entrara a la escuela no servía. Algunos todavía tenían los raspones que demostraban cuan ineficaz era.

"¿Qué tal se lo alquitranamos y le ponemos plumas encima?" Uno sugirió.

"No tenemos alquitrán ni plumas."

"Ah, es verdad."

"Que pena que Kuno nos traicionara. Él es bueno para espantar a la gente."

"Sí, la mayoría de las personas harían cualquier cosas para alejarse de sus aburridos discursos."

"Yo... podría ser capaz de hacer algo," habló Gosunkugi algo vacilante. Él sabía que la única razón por la que los otros chicos toleraban su presencia era porque él podría conseguirles fotos de Akane Tendo a mucho menos de lo que ellos tendrían que pagar a Nabiki. Desde luego, él no les dijo que él vendía todos los cuadros buenos a Nabiki, que a su turno los revendía a precios inflados.

"¿Qué vas a hacerle, darle el viejo punto vudú?" Uno de los muchachos se mofo mientras los demás se reían.

Gosunkugi se encogió de hombros. "Yo podría intentar. ¡Solamente no podemos abandonar a Akane en las manos de ese idiota... Saotome!"

"Gosunkugi tiene razón. Vale un intento. Si él es capaz de poner vudú sobre Ranma, entonces nosotros podríamos golpearle y él no sería capaz de aguantar."

"¿No es eso un poco inetico?" Otro muchacho preguntó, sin hacer caso del hecho que unirse para golpearlo no era exactamente juego limpio tampoco.

"¡Debemos estar dispuestos a hacer todo por Akane Tendo! ¿Están conmigo?"

"¡Sí!" El resto de los muchachos gritó.

* * *

"¿Bien, ahora puedes decirme qué pasa?" Nabiki preguntó a su hermana en clara confusión una vez que ellas habían traído todos los platos a la cocina y habían comenzado a lavarlos. "Nunca te he visto actuar tan disimulada antes."

Kasumi dio una pequeña risita, mucho para sorpresa de Nabiki. "Solamente quise enterarme un poco sobre tu cita antes de que te fueras a la escuela, y no pensé que querrías que papá o Akane escucharan por casualidad. Aunque te estoy retrasando para la escuela; tú puedes ir ahora. Realmente no necesito ayuda con los platos, y siempre puedo enterarme sobre tu cita después de la escuela."

"No después de que te tomaste todos esos problemas," Nabiki le dijo, lavando un plato y dándoselo a Kasumi. "Además, como dije a papá, tengo mucho tiempo antes de que toque la campana."

"¿Pero que hay de tu negocio?" Kasumi preguntó, secando el plato y guardándolo en su sitio.

Nabiki sonrió con satisfacción. "¿Sabes eso?"

"Bien, las paredes son delgadas entre nuestros dos cuartos, entonces a veces es difícil no oír por casualidad algunas de tus conversaciones telefónicas. Además, he notado que a veces compras cosas más caras que lo que obtienes de tu mesada. Pensé que tú solamente ahorrabas tu dinero al principio, pero... bien, me sentí aliviada al averiguar que no robabas o algo así"

Nabiki frunció el ceño un poco. Había algunas personas que realmente consideraban lo que ella hizo un robo. Kasumi, con su alto estándar moral, podría pensar eso también. Nabiki decidió que era hora de cambiar de tema. "Mi negocio esta bien. Llamé a una de mis ayudantes para que cuide todo por mí. Además, de lo que tu realmente quieres saber es sobre la cita."

"Sí," Kasumi admitió con un ligero rubor.

Nabiki no dijo nada enseguida. Ella sólo miró fijamente el plato que ella lavaba un rato y pensó sobre como ella debería decir a Kasumi sobre esto. No era lo mismo como con Akane, ya que su hermana mayor aún no conocía a Ranma, pero... bien, por lo que Nabiki podía contar, Kasumi nunca había estado en una cita antes. A no ser que ella realmente tuviera un novio secreto, pero esto parecía aún más improbable ahora por la impaciencia misma que Kasumi tenía para enterarse sobre esto.

Nabiki quiso dar una impresión buena a Kasumi sobre su cita y ella tuvo que admitir que de la perspectiva de un extraño la cita podría parecer horrible. Nabiki dudó que esta fuera la idea de Kasumi de buenos momentos.

*Hmm, tal vez si solamente lo digo como pienso que Kasumi querría oírlo...* ella no pensaba mentir, solamente contar los acontecimientos con un cierto giro en ellos. Ella lo había hecho bastante a menudo en su negocio que era casi una segunda naturaleza ahora. Nabiki estaba también poco dispuesta a mencionar a Ranma de nombre. Había una pequeña posibilidad que Kasumi pudiera decirle Akane, pero ella estaba más preocupada de que su hermana mayor tratara de jugar a la casamentera o algo así. Ella realmente tenía un modo extraño de cuidar a sus hermanas. Nabiki quería tratar con Ranma en sus propias condiciones.

"Bien, lo encontré bajo un farol de la calle por el parque. Él estaba vestido en de traje y me dio un clavel blanco para fijar a mi vestido."

"¿Ah, y él era guapo?" Kasumi preguntó, sin hacer contacto de ojo, en cambio enfocada en secar el plato en sus manos. Nabiki no podía menos de notar el rubor de su hermana o el hecho de que el plato estaba ya tan seco como posiblemente podría ser.

"Sí, creo," dijo Nabiki fácilmente. "Yo no saldría con un tipo que no pudiera soportar mirar, al menos. Él definitivamente tenía... un cierto encanto, pienso. Tomé su brazo y caminamos al restaurante mientras la luna comenzaba a salir."

"¿Tomaste su brazo?" Kasumi preguntó con algo de sorpresa.

Nabiki sonrió abiertamente. "Bien, soy una clase directa de chica. Creo que quise mostrarle solamente que era la jefe desde el principio." Ella no quiso admitir que ella había estado decepcionada cuando él no había tomado el suyo. *Hmm, creo que tengo un punto suave por un poco de esas cosas románticas también*

"Llegamos al restaurante y pasamos a nuestra mesa, que estaba por las ventanas así que nosotros teníamos vista al parque, aunque francamente yo no pase mucho tiempo admirándolo. El lugar era tranquilo y débilmente alumbrado. Estuve a punto de sentarme, cuando mi cita se precipitó a mi lado de la mesa y presentó la silla para mí."

"Oh, dios, que cortés de él."

Nabiki se ruborizó un poco. "Sí, creo que fue agradable de él. Estaba un poco nervioso entonces y realmente no hablamos hasta que la camarera llegara." Nabiki hizo una pausa, preguntando si ella podía mencionar a Min-Lin o no, sobre todo su conexión con Ranma.

"¿Y qué pasó después?" Kasumi incitó después de unos momentos de silencio.

"La camarera vino y tomó nuestras órdenes. Ella era un poco... irritante, pero logramos aguantar su presencia hasta que ella se marcho. Hablamos de unas cosas, nada importante, y luego nuestra camarera se sentó con nosotros. Creo que ella trataba de ser amistosa, pero..."

"Pero te costo sentirte cómoda con ella allí, ¿No es así?"

Nabiki estuvo sorprendido en la cantidad de cólera que de repente salió al pensar en Min-lin entrometerse así. Nabiki finalmente consiguió ir en una verdadera cita y esa... tonta Amazonas tuvo que interrumpir y arruinarla. Aunque ella logró controlar su reacción, sólo mostrando una pequeña mueca.

"No sé," Dijo Nabiki francamente. "Ella realmente no sabía o fingía no hacerlo."

Le tomó sólo unos momentos a Kasumi entenderla. "¿No me digas que ella estaba en realidad... coqueteando con tu cita?" Ella preguntó, muy sorprendida.

"Al parecer, él y ella eran viejos amigos que no se habían visto el uno al otro durante mucho tiempo, y ella había estado en los campos de China la mayor parte de su vida, entonces no podía haber sido intencional," Nabiki dijo, admitiendo más de lo que ella había planeado.

"De todos modos no es ninguna excusa para tan inadecuado... comportamiento. ¿Hizo su cita algo sobre ello?"

"No, pero la camarera realmente no le dio posibilidad. Ella era del tipo insistente. Aunque él realmente me pidió perdón después de que ella se había marchado. Yo podría decir que él realmente se sentía mal por ello también."

"Esta bien, pero él debería haber hecho algo desde el principio. Él debería haberle dicho enseguida que él estaba en una cita contigo y ella realmente debería dejarlos a los dos solos."

Nabiki sonrió con satisfacción. Ella sabía ahora que la idea de que Kasumi tenía un novio secreto era pura fantasía, ya que ella no parecía entender a los hombres en lo absoluto. "Bien, en su defensa, la camarera no le dio la opción."

Kasumi asintió, interpretándolo como si el tema estaba tratado. "¿Qué pasó después?"

* * *

Akane no podía menos de notar al gran grupo de chicos juntados cerca de las puertas de la escuela. Ella mentalmente se alisto para un ataque repentino mientras caminaba adelante, pero ninguno de ellos pareció notarla, en cambio se enfocaban en lo que sea que hacían. Ella era curiosa sobre lo que pasaba, pero no quiso acercarse más para averiguar.

Akane se encogió de hombros. Por una vez, ella dudó que esto tuviera algo que ver con ella, y decidió que era mejor irse a clase.

* * *

Gosunkugi ocultó detrás de uno de los arbustos a lo largo del camino a la escuela, la muñeca vudú de Ranma en una mano, tijeras en el otro. Él había hecho todo lo que él podía para capturar la esencia de su principal rival por el corazón de Akane, y estaba con una sonrisa satisfecha en su cara. Ahora había sólo un componente que faltaba para hacer su magia; un mechón de pelo de la víctima. Algo que Gosunkugi esperaba remediar.

Ranma camino por la calle hacia la escuela, la cabeza abajo, no realmente prestando atención al mundo alrededor de él. Su mente completamente enfocada en dos muchachas, Akane y Nabiki. Dos chicas muy diferentes. La primera parecía ser toda emoción, un minuto enfadada, el siguiente triste, la siguiente riendo. Mientras la otra parecía tener sus emociones más cerca a ella, usándolos cuando satisfacían sus objetivos. De hecho, la única cosa que tenían en común era que le confundían bastante. Había algo más, algo que se le escapaba a su memoria....

Ranma instintivamente se desvió del camino mientras un chico salía de los arbustos, y lanzo una patada a la región del sacro de su atacante. Él pasó a una postura de combate y esperando el siguiente ataque por venir.

Sólo que no vino, ni siquiera después de que varios momentos habían pasado. Su oponente estaba en el suelo, sin moverse. Ranma cautelosamente se acercó a él, por si acaso esto era algún tipo de truco. Él ligeramente dio patadas a la pierna de muchacho, obteniendo un gemido de la figura caída.

Ranma se relajo ligeramente y pregunto, "¡Eh!, ¿Estás bien?"

Hubo un "No" sordo en respuesta. El muchacho dio una vuelta así él podría mirar al cielo, su cara rasguñada de donde él había golpeado la acera. Sus ojos despacio se movían para mirar a Ranma, aunque su cabeza permanecía quieta. "¿Por qué?" el muchacho logro preguntar. "¿Por qué me pateaste?"

"¿Tú no trataste de emboscarme o algo así?"

El muchacho contestó muy despacio, como si le costara hablar. "¿Parezco alguien que podría esperar emboscarte?"

Ranma revisó a su 'oponente' y comprendió que él tenía razon. El chico estaba fuera de forma; bastante delgado, huesudo, y tenía bolsas bajo sus ojos. La clase de persona que una brisa suave podría derribar.

"Geez, lamento realmente todo esto," Ranma le dijo mientras ayudó al chico a pararse. "Solo que cuando tú saliste de los arbustos así, pensé que tratabas de atacarme, eso es todo. ¿Por qué hiciste eso de todos modos? "

Gosunkugi pensó rápidamente. "Yo buscaba algo que dejé caer... cuando un gato me asustó."

Ranma tragó saliva. Él parecía casi aterrado de algo. "¿Un g...gato, huh? Tú no supones que está todavía allí, ¿verdad?"

Gosunkugi sonrió abiertamente, pero ya que su cabeza estaba abajo, Ranma no podía verlo. "No sé. Tú puedes ver si quieres."

"No, esta bien," contestó Ranma nerviosamente. "Estoy seguro que se ha ido."

"Espera, ¿No es ese que esta allí?" Gosunkugi dijo de repente, señalando los arbustos.

"¿Dónde?" Ranma preguntó, mirando detenidamente en los arbustos con algo semejante a temor.

Gosunkugi usó esta distracción para cortar un poco del pelo de Ranma y ponerlo en su bolsillo.

"Debe haber sido una hoja o algo," dijo Gosunkugi, tratando de lucir ocasional. "Tengo que ir a la escuela ahora. Tengo algunas cosas... que tengo que hacer antes de entrar a mi aula."

Gosunkugi comenzó a alejarse, cuándo Ranma dijo, "¡Espere! mira, lamento realmente sobre derribarte así. ¿Qué puedo hacer para compensarte?"

*Tú puedes dejarme a Akane, abusador* "¡No, realmente no es ningún problema! ¡Fue solo un accidente!" Gosunkugi gritó mientras prácticamente se escapaba.

* * *

Gosunkugi estuvo seguro que su magia, que aún no lograba que funcionara bien por lo menos una vez, lo lograría esta vez. Él había seguido las instrucciones del tomo antiguo al pie de la letra, yendo tan lejos como rellenar la muñeca con pescado para atraer al espíritu del Neko-kami, una deidad femenina conocida por su ánimo vengativo.

Los muchachos estaban juntados todos alrededor de él mientras ponía los últimos toques, como pequeños botones sobre la camisa de la muñeca.

"Tú eres bastante bueno en la fabricación de muñecas, Gosunkugi," Uno de los muchachos comentó con una sonrisa.

"Luce justo como Ranma."

"Gracias," Contestó Gosunkugi, no comprendiendo que estaba siendo insultado.

"Es tu mejor trabajo," Dijo otro muchacho. "Ser apaleado por Ranma es mucho peor que ser apaleado por Akane. "

"Sí", otro muchacho replico. "Si voy a ser apaleado, quiero que una muchacha lo haga."

Mientras otros muchachos miraron el último en hablar como si él de pronto se hubiera vuelto Kuno, Gosunkugi dijo, "Esta muñeca vudú es cien por ciento segura. Con ella seré capaz de controlar cada acción de Saotome. Solamente necesidad añadir el ingrediente final, una mechón de pelo... allí. ¡Listo!"

"Bien, una vez que tengas el control de él, todos le saltaremos. Hazle hacer algo como una señal."

"¿Como qué?"

"¡Has que se golpeé a si mismos en la cara!" un muchacho sugirió.

Otros muchachos asintieron, sonriendo abiertamente.

* * *

Gosunkugi rió de su escondrijo detrás del árbol mientras miraba acercarse al muchacho con la trenza. Él no tuvo ni idea que estaba a punto de vencerlo.

Ranma solamente pensaba como la yarda de la escuela estaba extrañamente vacía para esta hora del día, cuando, aparentemente de su propio libre albedrío, su mano derecha subió y lo golpeo en la cara. "¿Qué el-?"

"¡Sobre él!" un muchacho gritó mientras salió de su escondrijo y corrió donde Ranma. Una docena más seguía su ejemplo.

Ranma trató de pasar a una postura de combate para alistarse contra ellos, pero él no podía moverse. Parecía que su cuerpo estaba congelado debajo del cuello.

* * *

Nabiki finalmente llegó una escuela justo a tiempo para atestiguar una vista espantosa. Ranma tenía una reyerta con el ex-'Vamos a dar una paliza a Akane para salir con ella' fanclub. No que eso fuera tan sorprendente. En realidad, ella habría estado sorprendida si no hubiera pasado.

La cosa realmente extraña era que Ranma no se defendía. Él solamente soportaba allí como si fuera una estatua y solamente tomaba los golpes de los muchachos. Ella podría decir por la expresión sobre su cara que él no estaba del todo feliz sobre ello así que ella realmente dudó que lo hiciera intencionadamente.

Nabiki mantuvo un ojo sobre la lucha mientras camino a la escuela. A mitad de camino, Kyoko corrió hacía ella, casi sin aliento.

"¡Sempai!" Ella dijo después de un pequeño jadeo. "¡Establecí todas las apuestas en cuanto me enteré sobre esta lucha, pero nunca esperé que Ranma perdiera! Pensé que cuando todos los chicos apostaron bastante por ellos eran solamente presumidos como siempre."

Nabiki no pareció muy molesta por la potencias pérdida de ingresos mientras seguía estudiando la lucha. "¿Tienes idea de por qué Ranma no se defiende, Kyoko-chan?"

Kyoko estuvo asustada durante un momento, pero rápidamente se recupero. Ella debería haber sabido que su jefe no entraría en pánico como ella. "Alguien oyó por casualidad a uno de los muchachos decir que Gosunkugi iba a poner una especie de conjuro sobre Ranma, pero solamente lo tome como una clase de broma. Digo, todos saben que no hay tal cosa como la magia. Además, todo para lo que Gosunkugi es bueno es para hacer el ridículo."

Nabiki seguía contemplando. "Por la mirada en su cara, dudo que Ranma esté de pie allí porque quiere. Algo lo detiene, al menos. Tal vez ellos le pusieron una droga o algo. "

Nabiki pareció tomar una decisión y dijo a su ayudante. "Voy a buscar a Gosunkugi y averiguar lo que él sabe de esto. Tú haz todo lo posible por controlar el daño aquí hasta que yo regrese."

"¿Pero... cómo?" Kyoko preguntó, sintiéndose muy fuera de su elemento en este momento. La primera vez que su jefa realmente confiaba en ella y ya lo había echado a perder.

"Estoy segura de que pensaras en algo, Kyoko-chan," dijo Nabiki con un guiño, antes de marcharse en busca de Gosunkugi.

"Hai, sempai" Contestó Kyoko, estrellas en sus ojos.

* * *

De la sombra de un árbol cercano, Kuno miró la lucha atentamente. Él estaba vestido en su habitual traje kendo y sostenía un bokken en una mano, pero en lugar de su rosa normal estaba otro bokken. Él había estado de pie y había comenzado a acercarse a Ranma cuando él vio a otro muchacho entrar al patio de la escuela. Sin duda el muchacho más joven estaba impaciente por comenzar su primera lección con el gran Tatewaki Kuno. Estaría mal de Kuno hacerlo esperar mucho tiempo.

Fue cuando los muchachos habían salido precipitadamente de sus escondrijos y habían atacado. Kuno frunció el ceño inmediatamente: no sobre el retraso del entrenamiento, aunque esto le disgustaba bastante, pero sobre la forma cobarde en que ellos luchaban, como los bandidos al acecho de viajeros inocentes. Aún así estaría mal de Kuno interferir en la batalla de otro.

Kuno reflexionó que hacer mientras la lucha progresó. Al principio él había asumido que Ranma intentaba alguna técnica de sutil arte marcial, pero mientras seguía soportando parado sus patadas y puños, Kuno tenía la sospecha creciente de que había algún engaño a pie.

*Talvez mi torcida hermana ha tenido algo que ver en esto* Él sabía que su hermana podía formular pociones que podría convertir a un hombre en una estatua durante horas; ella los había probado en él en ocasiones. Él sacudió su cabeza después de un momento. Kodachi no tenía ninguna razón en ayudar a estos muchachos o actuar contra Ranma.

Kuno se encontró tan inmóvil como Ranma, pero en un dilema. Claramente, los muchachos habían usado algún medio extraño contra su oponente. Su budo le exigía que él tomara el lado incapaz de defenderse. Pero su budo también exigía que él no interfiera en las batallas de otro samurai a no ser que expresamente preguntaran su ayuda. ¿Qué hacer? ¿Qué hacer?

* * *

Kyoko había encontrado que la paliza que Ranma recibía no le causaba tanto placer como antes. En cambio, ella estaba irritada, sobre todo con él haciéndola lucir mal delante de su jefe. Ella tenía que hacer algo para ayudar, aunque la idea de ayudar a Ranma, que rápidamente se hacía el símbolo de todo lo que ella odiaba sobre hombres, era más que repelente para ella. Nabiki la había pedido hacer algo y era esto.

Kyoko sonrió abiertamente mientras una idea de pronto se formo en su mente. Era un modo de solucionar dos problemas inmediatamente. Ella llegó corriendo al grupo y tiró un puñado de fotografías, y grito, "¡Fotos Gratis!"

"¡Fotos gratis de Akane!" los muchachos gritaron e inmediatamente olvidaron la lucha, en cambio enfocaron sus esfuerzos en adquirir tantas fotos como sea posible.

Kyoko usó esta oportunidad para preguntarle a Ranma directamente. Ella se acercó a él y le preguntó en un tono enfadado. "¿Por qué no te defiendes?"

Ranma parpadeó y miró fijamente a la muchacha que acababa de salvarlo, al menos temporalmente. ¿Pero por qué estaba tan preocupada ella por él? Él la había visto en su clase, pero no sabía su nombre. Él sabía que ella era una de las chicas que no le había mostrado ningún interés de una u otra manera, ¿Entonces por qué se preocuparía ella si le daban una paliza o no? Incluso las chicas que estaban interesadas en él por lo general querían verlo pelear.

"¿Bien?" Kyoko incitó, dando un toque a su pie con impaciencia.

"No puedo mover mi cuerpo debajo del cuello por alguna razón," Ranma le dijo, avergonzado por explicar su debilidad a otro. Independientemente de que lo que le mantenía parado también prevenía que las patadas y puños de los chicos le hicieran daño. Sus golpes se sentían ligeros como plumas aun él podía decir que ellos realmente trataban lo mejor que podían en hacerle daño. Ranma habría tomado muy bien aquellos golpes mientras él pudiera aguantar. Siendo forzado a estar de pie allí y no hacer nada era casi vergonzoso para él.

*¿Entonces por qué esta todavía de pie?* Kyoko se preguntó. *Los chicos deberían haberlo tirado al suelo ya* Ella empujó su pecho con fuerza, pero parecía tratar de empujar una pared de ladrillo. Aunque su pecho era casi tan duro como una, ella no pensó que él podría permanecer tan quieto aún con su relativamente débil empujón. Él pareció petrificado, como si alguna pared invisible estuviera alrededor de él o algo.

Kyoko limpió la mano que lo había tocado en su falda. Ella no sabía por qué la mitad de las chicas en la escuela estaban babeando por este tipo. ¿Qué era tan genial sobre todos esos músculos firmes? Ella prefería cosas mucho más suaves. Los hombres eran solamente asquerosos.

Kyoko no tuvo mucho más tiempo para pensar en ello mientras los chicos alrededor de ella de repente comprendían que lo que ellos agarraban eran en realidad fotos de Kuno que el sempai había pagado Nabiki para tomar de él, supuestamente para dar a sus 'admiradoras'.

"Tú estás por tu cuenta ahora, Ranma," Ella le dijo mientras se retiraba precipitadamente.

"Gracias por tu ayuda," Contestó él rápidamente.

"Como sea", Ella dijo sin mirar hacia atrás, corriendo a la seguridad de la escuela.

Ranma no tuvo mucho tiempo para pensar en nada mientras los chicos volvían a su paliza con el vigor renovado, aunque él apenas sentía sus golpes.

* * *

Gosunkugi comenzó a reírse cuando vio el apuro de Ranma. Los otros chicos le golpeaban y pateaban, mientras todo lo que el muchacho con la trenza podía hacer era recibir y soportar. Entonces una de las ayudantes de Nabiki apareció con fotos gratis y él quiso entrar en eso, aun cuando él probablemente hubiera tomado la mayor parte de ellas en primer lugar y ya tuviera copias, pero algo jaló de su pierna, parándolo. Pensando que se había enramado con uno de los arbustos en los que se ocultaba, trató de sacarlo, pero se movió libremente. Entonces hubo otro jalón, esta vez sobre la pierna derecha.

"¡Miau!" Dijo un coro de voces.

Gosunkugi miró abajo para encontrarse rodeado por una docena de gatos, todos buscándolo, sus colas moviéndose sobre la tierra.

Gosunkugi rasco su cabeza perplejo, descuidadamente usando la mano que sostenía la muñeca vudú de Ranma, y causando que Ranma diera cabezazos a su oponente.

Gosunkugi hizo todo lo posible para espantar a los gatos, no comprendiendo que al mismo tiempo él hacía a Ranma en realidad atacar, aunque en una manera extraña. Los brazos del muchacho con la trenza de pronto se extendieron, haciendo para atrás a sus oponentes.

Los gatos sólo se le acercaron, tirando de su pierna, casi tratando de subírsele. No le gustaron sus ojos grandes, vidriosos y finos, dientes filosos. Incapaz de calmarse, él entro en pánico y corrió, un pequeño ejército de gatos pisándole los talones.

* * *

Nabiki finalmente encontró a Gosunkugi detrás de la escuela. En realidad no fue difícil. Él gritaba y corría por todas partes, siendo perseguido por una manada de gatos por alguna razón. Ella trató de coger su atención, pero era imposible hacerlo con su mente enfocada escapando en ese momento. Gosunkugi era un cobarde, pero él había sido útil varias veces en el pasado. No sólo por sus capacidades fotográficas, pero también por su modo de pasar completamente inadvertido por los alrededores, haciéndolo su informador principal.

Nabiki abrió su bento, sacó un pescado, y lo lanzó en el centro de la multitud de gatos, haciéndolos pararse inmediatamente y pelear por el suculento pedazo de pescado. Ella falló en notar un gatito que se alejó de la muchedumbre.

"La cocina de Kasumi satisface aún al felino más exigente," refunfuñó ella con una sonrisa satisfecha.

* * *

Gosunkugi cayó de rodillas y clamaba por aire, su cuerpo en mala forma se sentía jadeante aún por la corta carrera, todavía inconsciente que sus movimientos hacían a Ranma pelear. Él alzó la vista en sorpresa cuando una sombra de repente bloqueó el sol.

Nabiki lo miraba con una mirada no muy contenta. Él notó que sus brazos estaban cruzados también, y su pie ligeramente pero con impaciencia golpeaba el suelo. Definitivamente no estaba contenta. Gosunkugi no estaba exactamente seguro lo que había hecho para enojarla, pero él deseaba ser cualquiera, excepto él en este momento.

"¿Qué tenemos aquí?" ella preguntó mientras tomaba la muñeca de Ranma entre sus dedos, estudiándola curiosamente. "Pensé que estabas interesado en mi hermana Akane. Yo nunca supe que fueras, Gosunkugi-chan."

"¡No es lo que parece!" Él gritó inmediatamente, avergonzado. "Es solo que los chicos querían vengarse de Saotome por alejar a Akane de nosotros, entonces pensé que yo podría intentar mi magia sobre él así ellos podrían encargarse de él fácilmente."

"¡Sé que nunca he sido capaz de hacer algo bien antes, pero esta vez en realidad funcionó! ¡Yo tuve control completo de cada movimiento de Saotome!"

Nabiki movió la muñeca para hacer pequeñas y lindas pastadas y puñetazos preguntando, "¿Fue antes o después de que los gatos comenzaron a perseguirte?"

Gosunkugi bajo su cabeza en vergüenza. "Un pequeño efecto secundario en el que no había contado," Explicó él en un refunfuño. "Fue debido a la llamada del poder del Neko-kami. Aunque estoy seguro de que yo podría conseguir que funcione otra vez con otro espíritu."

Nabiki pensaba en ello mientras seguía 'jugando' con la muñeca. "¿Cuándo deja esto de funcionar?"

"Bien, la magia se quitará al cabo de un rato, pero tú puedes terminar la hechicería en cualquier momento quitando el pelo de la víctima."

"¿Quieres decir así?" Nabiki preguntó con una risa mientras arrancaba el mechón de pelo, dejándole caer al suelo y luego dispersándolo en el viento con su pie.

Gosunkugi miró en horror como el hilo se cayó. "¿Por qué hiciste eso?"

Nabiki no contestó, en cambio le dijo, "Tú me lo debes por esa pequeña salvada, Gosunkugi-chan. Quiero que me hagas una muñeca de Kuno para mañana por la mañana, ¿Entendiste?"

"¿Pero cómo conseguiré pelo de Kuno?"

"Eso déjamelo a mí, solo ten la muñeca lista antes de la escuela."

Gosunkugi la miró alejarse con una expresión resignada. Él sabía mejor que nadie que cuando Nabiki Tendo te pide hacer algo, lo haces o te atienes a las consecuencias.

Él casi saltó en sorpresa cuando algo se froto contra su pierna. Él miró abajo para ver que era uno de los gatos de antes. Este era un gatito con piel dorada, con rayas ocasionales de blanco. La expresión del gatito era inocente y abierta, no amenazadora como los otros gatos de antes. De pronto recordando como Ranma había actuado a la sola mención de gatos, Gosunkugi con cuidado recogió el animal y comenzó a acariciar el animal.

"Pequeño gatito, tú vas a ayudarme a tener mi venganza sobre ese idiota Saotome, ¿verdad?"

"¡Miau!"

* * *

Akane ociosamente había estado mirando la lucha desde que comenzó de la ventana de su aula, esperando sentir un cierto regocijo malévolo al ver a alguien más poner a dormir a esos chicos por una vez. Ella no había esperado que Ranma solo estuviera parado allí y era golpeado. Ella sabía que él era mucho mejor que aquellos tipos, ¿Entonces por qué solamente estaba parado?

"¿Te preocupa Ranma, Akane?" preguntó su amiga Yuka, que estaba en la ventana con ella, mirando la lucha.

"¡De ninguna manera! ¿Por qué estaría preocupada yo por un chico...?" Akane respondió inmediatamente.

"¿El mismo chico con el que has estado almorzando durante los dos días pasados?" Sayuri, del otro lado de Akane, le replico.

Akane echó un vistazo hacia adelante y hacia atrás entre sus dos amigas, un rubor leve de vergüenza sobre su cara. Ella tenía una explicación absolutamente lógica para almorzar con Ranma, pero ella solo no podía parecer sacar las palabras en ese momento.

"¿Sí, qué es lo que pasa con eso de todos modos?" Yuka le preguntó. "Digo, hay todos tipo de rumores flotando alrededor, sobre todo después de que Ranma ganó una lucha por ti. Algunos dicen que ustedes dos ya son pareja, pero tú nos dirías si algo pasara primero, ¿Verdad? Somos tus mejores amigas."

Sayuri asintió con una sonrisa. "Entonces. ¿Que es lo que pasa entre ustedes dos?"

"¡Nada como la gente dice! Es solo que..."

"¿Solo que?" Yuka incitó.

"¡Tengo que irme!" Akane dijo de pronto, saliendo del aula.

Yuka y Sayuri cambiaron miradas confusas.

* * *

"¡Baka!" Akane se reprendió, teniendo que correr todo el camino desde la escuela y ahora descansó contra una pared. "¿Por qué tuve que reaccionar de esa forma? Ahora ellas definitivamente van a pensar que algo pasa."

Ella no tuvo idea por qué había hecho eso, por qué había sentido el pánico repentino que la había agarrado cuando le habían exigido detalles sobre Ranma.

De repente recordando la lucha, ella giró la esquina para mirarlo. Ella estaba aliviada al ver que Ranma se defendía, aunque ella admitía que su estilo era un poco... insólito. No tan eficaz como había sido antes. Aunque parecía hacerlo bien contra los chicos.

Akane miró como el estilo de Ranma bruscamente mejoro, usando sólidos puños y patadas ahora, aunque estaba parado y tieso como un ciego. Ella sabía que él era mucho mejor que eso, pero era lo suficientemente bueno para que los muchachos mantengan su distancia.

Entonces de repente Ranma se cayó al suelo y no se movió durante varios momentos. Los muchachos lo miraron fijamente por un rato en sorpresa, pero finalmente ellos se encogieron de hombros y se acercaron otra vez.

* * *

Mientras los muchachos se acercaron al caído Ranma, listo en seguir sus patadas sin miedo de venganza, algunos de ellos sintieron un escalofrió repentino. Sus magulladuras y cortes frescos les hicieron no hacer caso a este sentimiento.

La gente que miraba la lucha parpadeó en sorpresa cuando una polvareda repentina apareció, en curso de colisión contra todos los chicos. ¿Una motocicleta? ¿Un animal salvaje escapado del zoológico? Independientemente de ello, choco contra la turba con increíble fuerza, enviando a los muchachos a volar por todas partes.

Cuando el polvo finalmente se despejó, Akane estuvo de pie allí, al lado de la forma caída de Ranma. Sus puños estaban apretados, su respiración pesada, y un ceño estaba sobre su cara. Todos el que veía decidio inmediatamente hacer algo más, no queriendo arriesgar su ira.

* * *

Nabiki sonreía con satisfacción mientras se acercó a su ayudante. "¿Entonces que paso con la pelea, Kyoko-chan? Yo estuve ocupada encargándome de algunas cosas y no pude ver el final."

"Bien, logré retrasar la pelea un poco y deshacerme de esas fotos de Kuno al mismo tiempo. Ranma un poco después comenzó a pelear, realmente mal al principio, mejoro al cabo de un rato, aunque nunca hasta su forma original. ¿Averiguó por qué él luchaba así, sempai? Cuando le pregunté sobre ello, él dijo que él estaba paralizado."

"Gosunkugi jugaba con muñecas," Explicó Nabiki.

"¿Sempai?"

Nabiki se encogió de hombros. "Te contare más tarde. ¿Y cómo terminó la lucha? ¿Conseguimos nuestras apuestas?"

"Ranma lo hizo bastante bien, cuando de pronto, por ninguna razón en absoluto, él cayó sobre su cara."

"¿Él qué?" Nabiki preguntó con un acorde de cólera de su voz.

"No se preocupe. Estuve a punto de hacer algo sobre ello cuando su hermana vino al rescate y terminado con todos los muchachos ella misma. De la forma en que las apuestas eran redactadas, Ranma todavía técnicamente ganó el encuentro."

Nabiki sacudió su cabeza ligeramente. No era por lo que estaba enfadada, pero pensó mejor mantenerlo para ella. Ella sabía lo que haría a su reputación si se sabía de que ella en realidad estuvo preocupada por alguien. Su negocio entero fue construido sobre su imagen de ser una mujer resistente, independiente que estaba siempre en control. Si la gente de repente pensara que ellos podían llegar a ella, ella podría perder todo.

Con agradecimiento, Kyoko otra vez entendió mal a su jefe. "Sé que no es el tipo de victoria que preferiría, sempai, pero seriamente hice todo lo posible sobre esto."

"No es tu culpa, Kyoko-chan. Los muchachos nos sorprendieron, eso es todo. Ahora mejor hay que apurarse antes de que una de nosotras llegue tarde a clase."

"Hai, sempai."

Mientras caminaban a sus aulas, Nabiki pensó en porque se había caído Ranma, tal vez sacarlo del hechizo en forma tan abrupta como lo hizo tuvo sus consecuencias, cuando viera de nuevo a Gosunkugi le preguntaría sobre ello, no le gustaba para nada ser tomada desprevenida.

* * *

Ranma dio una vuelta y miró arriba al cielo azul en lo alto. ¿Solamente qué demonios acababa de pasarle? Entonces una cara familiar eclipsó su opinión.

"¿Estás bien?" Akane le preguntó.

Ranma se sentó y miró alrededor. Los dos eran los únicos todavía en el patio de la escuela. "Sí, estoy bien. Que debiluchos. Mi hermana menor puede golpear más duro que esos tipos. ¿Dónde fueron todos?"

Akane estaba un poco confundida tratando de seguir el errático pensamiento de Ranma, pasaron unos momentos antes de que finalmente le dijera, "La campana de la escuela sonó hace aproximadamente un minuto."

Ranma parpadeó. Él había llegado a la escuela bastante temprano por lo que estaba un poco sorprendido por cuánto tiempo había pasado. Él también recordó cuan Akane enfadada había estado esa vez que tuvo que levantar cubetas en el pasillo con él. "¿Que haces aquí entonces?"

Akane abrió su boca para explicar, pero justo como con sus amigas, las palabras estaban pegadas en su garganta. ¿Qué le pasaba últimamente? Tal vez ella debería visitar al Doctor Tofu en caso de que fuera algo serio.

De repente, ella agarró la mano de Ranma y lo levanto. "¡No tenemos tiempo para esto ahora!" Ella casi gritó mientras corrió hacia la escuela. "¡Podemos ser capaces de entrar a clase antes de que llegue el profesor!"

Mientras era arrastrado por Akane, Ranma se encontró pensando en lo que había pasado, aún no sabía exactamente como los chicos habían logrado hacerlo quedarse inmóvil, él sabía que ninguno de los que lo atacaron tenía la clase de poder para hacerle eso a él, pero sabía que tarde o temprano lo iba a averiguar, quienquiera que haya sido Ranma se iba a asegurar de que jamás lo vuelva a hacer.

* * *

Min-Lin trotó por las tierras de la escuela, balanceando su bolso de libro alrededor como si fuera una niña. Pronto ella se acercaría a la casa de Ranma justo como cuando ella era pequeña. Ellos ahora podrían tener mas diversión juntos. Había muchas cosas que ella había visto en el pueblo que ella quiso intentar con Ranma, y no solamente artes marciales.

Ella se paró, de repente recordó algo que Ranma le contó anoche. Él tenía una pequeña hermana ahora.

* * *

Hitomi estaba en lo que rápidamente se estaba volviendo su lugar normal, al lado derecho del edificio principal de su escuela, cerca del patio donde pocas personas iban. No un punto que la facultad probablemente frecuentara, pero fácil para encontrar si alguien tuviera la necesidad de sus servicios.

Ella tuvo que admitir que su negocio de apuestas no era bastante bueno como el de su sensei. Sus tres ayudantes eran también sus tres amigas más cercanas y hacían esto principalmente porque era un modo interesante de matar el tiempo más que cualquier verdadero interés en ganar yenes. Era todo un juego para ellas. Era un juego para ella también en un sentido, pero ella valoró los yenes que podría hacer.

Algo que ella nunca había admitido a su sensei era que tuvo muy difícil solo el comienzo. Mientras algunos estudiantes tenían la necesidad de préstamos, no había ninguna razón para ellos en confiar en ella. El único deporte digno de una apuesta era la gimnasia rítmica y eso significaba ir contra Kodachi, lo que ninguna persona sana haría. Hitomi dio con la clave para abrir su negocio completamente por accidente.

Ella siempre llevaba una foto de su hermano con ella después de que ella había comenzado la escuela. No le gustaba pensar en ello ahora, pero al principio ella había estado aterrorizada en ir a la escuela absolutamente sola, sin la comodidad y seguridad de su familia, sobre todo su hermano mayor.

Ranma no era la persona más brillante en el mundo, pero él podía ser increíblemente inteligente a veces. Él simplemente tomó una foto de él y se lo dio. Así él siempre estaría con ella en cualquier parte donde estuviera y ella nunca tendría que tener miedo. Como sea que lo haya hecho, su plan había funcionado. Hitomi no se había sentido con miedo más o menos desde entonces.

Hitomi todavía llevaba esa misma foto con ella a cualquier parte donde fuera. Casi se había hecho su amuleto de buena suerte, además de significar mucho personalmente. Ella había estado examinando su monedero en presencia de sus amigas una vez cuando la foto se le cayó. Sus amigos habían saltado a la conclusión de que Ranma de quién ella a menudo hablaba era su hermanito. Esto molestó a Hitomi por alguna razón, entonces ella tomó una foto de su hermano mientras él practicaba y la trajo para mostrar a sus amigos. Hitomi todavía podría recordar su reacción...

"¿Este es tu hermano?" una amiga preguntó en sorpresa.

"¡Déjame ver!" otra grito, arrebatando la foto de ella, sólo para tener sus ojos ampliarse.

Su tercera amiga, miro la foto sobre el hombro de la otra, grito, "¡Que guapo, él era lindo en la primera foto, pero ahora es todo un potro!"

Hitomi frunció el ceño en la confusión, sacando la foto de sus amigas. Ella la miró fijamente durante mucho tiempo. No era una foto buena en particular; captándolo a él a medio salto había hecho a la imagen ligeramente borrosa. Él llevaba aquel gi blanco rechoncho y su pelo estaba todo estropeado. Ella desesperadamente buscó lo lindo en la foto, pero todo lo que había era su hermano de pie allí.

Sus amigos se habían todas juntado alrededor para poder mirar la foto un poco más.

"¿Realmente creen que mi hermano es apuesto?" Hitomi les preguntó, todavía sintiéndose desconcertada.

Todas asintieron al unísono.

"Pero él es... Ranma," Hitomi dijo, incapaz de pensar en un mejor argumento, y también incapaz de pensar en su hermano en aquel tipo de términos. Ella sabía que él tenía problemas con chicas, pero encontró un poco difícil de creer que solamente una foto de él podía ser tan interesante.

"¡Eh!, ¿Puedo tener esta foto, Hitomi-chan?" una amiga preguntó.

"¡No, yo la quiero!" La otra protesto.

Mientras Hitomi estuvo de acuerdo con tomar fotos para todas sus amigas, un plan comenzó a formarse en su mente.

Incluso teniendo en cuenta que ellas atendía a una escuela para chicas y por lo tanto no tenía ninguna fuente lista de muchachos disponibles, Hitomi había estado sorprendido cuan buen negocio habia sido el vender las fotos de su hermano. Ella incluso tuvo la repentina inspiración de fabricar tarjetas coleccionables con extraños actos o frases de su hermano atrás. Incluso las chicas que no estaban realmente interesadas en ver a algún chico extraño las coleccionaban por diversión o el desafío de conseguir el juego entero.

Después de que esto no sólo hizo ganar la confianza de las chicas necesarias para los préstamos, sino que ella tenía capital para hacer esos préstamos también. Todo esto la hizo un poco famosa alrededor del campus, tarde o temprano atrayendo el interés de Kodachi con quién ella fue capaz de concluir un negocio. De aquí en adelante esto había ido viento en popa, por ahora al menos.

Uno de sus amigas se acerco y le dijo, "Hay una muchacha extraña rubia que te busca, Hitomi-chan. Su nombre es Min-Lin, y es una estudiante del instituto que recientemente se trasladó de China."

"No conozco a nadie con ese nombre," Contestó Hitomi confundida. Ella no pensó que su negocio era bastante conocido para inmediatamente atraer el interés de un nuevo estudiante. "¿Sabes qué es lo que quiere conmigo?"

Su amiga se encogió de hombros. "No dijo. Ella solo sigue preguntando si la gente te ha visto. Ella probablemente vendrá por este camino pronto. ¿Quieres que haga algo sobre ella?"

Hitomi sacudió su cabeza. Sus amigas se habían hecho un poco protectoras en exceso ya que ella había comenzado este negocio, pero la muchacha probablemente buscaba un préstamo. Además, Akiko podía manejar cualquier problema que pasara.

* * *

Min-Lin se sentía muy perpleja en este momento. Solamente preguntar a la gente sobre la hermana de Ranma no había sido muy útil. Ellos no sabían quién era Hitomi o simplemente no tenían idea donde ella estaba en ese momento.

Entonces Min-Lin había encontrado por casualidad a tres estudiantes de la escuela secundaria que se sentaban juntas en una mesa. Cada una tenía lo qué parecía ser álbumes de foto grandes brillantes y cambiaban fotos diciendo cosas extrañas como, "Te cambio cuatro de poses de Karate por el que esta en tuxido."

"¡Yo solamente necesito la que esta laminada en oro de la primero cita y tendré el juego completo!" La última declaración pareció impresionar enormemente a las otras dos muchachas.

Curiosa, Min-Lin arrebató una de las fotos mientras estaba siendo pasada alrededor y la miro fijamente curiosamente, no haciendo caso de las protestas de las muchachas. Los ojos de Min-Lin de pronto se ampliaron. Esta era una imagen de Ranma que caminaba por la orilla de una valla en una camisa de estilo chino roja y pantalones negros. Con el sol brillando sobre él, él parecía no importarle el resto del mundo.

Volteando la tarjeta, Min-Lin leyó una descripción corta del entrenamiento que Ranma había hecho para caminar tan fácilmente por encima de la valla, y cuales eran las posibilidades de que él se caiga. También estaba marcada con el número 23 en la esquina superior derecha.

"¿Por qué tienes una foto de Ranma?" Min-Lin preguntó a la muchacha confundida, devolviendo la tarjeta.

La muchacha hizo rodar sus ojos. "Tengo más de cien fotos de Ranma. Estoy a menos de dos docenas de tarjeta de la colección entera. Algunas chicas piensan que él es una especie de gran galán, pero a mí solo me gusta coleccionarlas."

"Pienso que él es bastante lindo, pero realmente las recojo por todos los hechos que viene escritos en ellas. Y pienso que la serie de comer es solamente demasiado graciosa," Añadió otra muchacha.

"Bien, pienso que él es genial y un galán," La tercera lanzó su opinión. "Espero conseguir que me firme mis tarjetas un día."

"¿Cada una? ¿Tienes como cincuenta de ellas ahora, no es así?" La segunda chica preguntó.

La tercera muchacha se ruborizó un poco. "A no ser que él prefiriera hacer algo más divertido...."

Las dos muchachas chillaron mientras el rubor de la tercera muchacha se hizo más profundo.

"Ayiah," Min-Lin dijo casi en susurro, aún más confundida de lo que pasaba que antes. "¿Dónde conseguiste tarjetas?"

"Interesada en comenzar tu propia colección, ¿No?" la primera muchacha le preguntó, ajustando sus gafas. "Puedes comprarlas de Hitomi, ella por lo general esta al lado del edificio principal, cerca del patio. Aunque no serás capaz de reunir el juego completo, todas las tarjetas raras ya han sido vendidas y la mayoría de la gente que las tienen no las intercambia. Es mejor que esperes a que la segunda serie salga. Oí que ella va a hacerlo en una especie de juego."

Min-Lin decidió que era mejor olvidar todo sobre comprar tarjetas de Ranma por el momento. Tal vez su hermana pueda explicarlo cuando ella la encontrara.

* * *

Cerca del patio de la escuela Min-Lin encontró una pequeña mesa con gente alrededor, aunque había una chica inclinada contra la pared que la miró con desconfianza mientras se acercó. El foco de la conmoción en la mesa parecía ser una chica de escuela secundaria con cabello largo castaño y los ojos que eran muy familiares a la Amazona cuando se alzaron a ver a los suyos.

Min-Lin se acercó a la muchacha, no haciendo caso de las demás, aún no comprendiendo que ella las forzaba a salir de su camino. "¿Eres tú Hitomi?" ella preguntó a la muchacha.

Hitomi asintió y se paro, decepcionada que la pequeña chica era mucho más alta que ella. Había algo intimidante sobre esta forastera rubia. Hitomi podía decir por la forma en que ella se movía que era una artista marcial.

"¿Y qué-?" Fue todo lo que ella pudo lograr decir antes de que la muchacha la tomara en un abrazo sofocante.

"¡Min-Lin tan feliz de encontrar a hermana de Ranma!" ella gritó en regocijo mientras Hitomi hizo todo lo posible por escaparse del agarre de hierro.

Akiko suspiró dramáticamente mientras se paraba y comenzó a girar su cinta, sólo ligeramente decepcionada de que esta nueva muchacha estaba demasiado ocupada dando un abrazo a Hitomi para notarla. Akiko era una relativamente alta muchacha en su año pasado de secundaria, y actuaba bastante maduro para con frecuencia confundirla con una estudiante de instituto. Había también el hecho de que ella llevaba un uniforme de instituto, a pesar de las protestas de sus profesores. Akiko era su enlace a Kodachi, la capitana del equipo rítmico de gimnasia de la escuela como parte del arreglo que ella y Hitomi tenían.

El trato era bastante simple. Hitomi daba información a Kodachi sobre equipos rivales y un pequeño corte de los beneficios de las apuestas, mientras Kodachi proveía la información que Hitomi solía poner en las probabilidades así como proporcionar a Akiko como una especie de guardaespaldas para ella. Hitomi hizo todo lo posible para evitar problemas, pero aún no tenía la destreza de su sensei de salir de situaciones tensas fácilmente. Además, Kodachi había insistido y Hitomi no había visto ninguna ventaja en rechazarla.

Min-Lin parpadeó en sorpresa cuando una cinta de repente se enredo alrededor de su muñeca, tirando de su brazo. Fue suficiente para romper su agarre de Hitomi, pero Min-Lin no era movida tan fácilmente.

Akiko miró fijamente con desdén a la muchacha rubia, tratando de no mostrar el esfuerzo que le tomaba intentar mover a la Amazona. En la práctica todo lo que tomaba era un movimiento rápido de la muñeca para enviar al vuelo a su oponente, pero toda su fuerza no podía moverla.

"No tienes que agarrar a otra chica de ese modo," Explicó Akiko en un tono llamativo. "Podría dar ciertas ideas a otros sobre tu preferencia...."

Min-Lin sólo la miró de vuelta, ninguna comprensión en sus amplios ojos verdes. Eventualmente, ella decidió que esta muchacha la desafiaba a una lucha por alguna razón y sus palabras eran solamente como los japoneses hacían sus desafíos. Los desafíos de su amiga Shampoo eran a veces así de extraños.

Min-Lin jalo su brazo, enviando a volar a la muchacha, luego la derribó bruscamente, causando que la oponente que manejaba la cinta aterrizara en la pared.

"¿Estás bien, Akiko?" Hitomi preguntó a su guardaespaldas con preocupación. Ella había visto a su hermano tomar peor castigo que ese, pero Ranma era más fuerte que mucha gente. Además, Akiko la había salvado del abrazo de muerte de la Amazona.

"Estoy bien," Akiko declaró mientras se paro, mirando donde Min-Lin. "Ella simplemente me cogió de improviso con un movimiento secreto."

Hitomi decidió no mencionar que la escuela de gimnasia Kuno de artes marciales parecía estar basada en movimientos secretos, al menos por lo que ella había visto enseñar a Kodachi-sempai. Ella también decidió que era poco amable indicar que para haberla lanzado así, esta muchacha rubia tenía que ser muy fuerte y tan hábil como una experta.

"Gracias de todos modos, Akiko," Hitomi dijo a su guardaespaldas, que fingía estar vigilante mientras esta de pie contra la pared, lista para otro ataque, pero Hitomi tenía un sentimiento de que le tomaba un gran esfuerzo solo estar de pie ahora.

Hitomi con cuidado estudió a la muchacha rubia ante ella, la que hasta hace poco había sido muy eficaz cortando su suministro de aire. Aunque sus motivos lucían amistosos, ya que ella solamente sonreía, con un poco de confusión en su mirada, en su dirección. Su amiga ya le había dicho que la chica acababa de venir de China lo que explicó el japonés pobre. Su nombre era Min-Lin y ella sabía que Hitomi era la hermana de Ranma, lo que implicaba que ella conocía a Ranma. Lo que no explicaba era por qué esta estudiante de instituto, demasiado dotada estaba tan feliz de verla.

"¿Entonces tú eres una amiga de mi hermano?" Hitomi se aventuró a decir.

Min-Lin asintió con impaciencia. "¡Min-Lin y Ranma los mejores amigos antes de que tú nacieras! Mucho juego feliz juntos. ¡Tan feliz de ver Ranma tener hermana linda! ¡Tú casi linda como hermano!" Ella gritó, prácticamente burbujeando por el placer.

Hitomi sonrió a la muchacha, pero dentro ella fruncía el ceño. Una vieja amiga de su hermano justo resulta aparecerse ahora, justo cuando Hitomi comenzaba a conseguir que Ranma y su sensei salieran juntos. Del entusiasmo de Min-Lin, Hitomi adivinó que la muchacha no estaba solo para renovar una vieja amistad. De todos modos considerando cuan distraído su hermano podría ser a veces, era probable que él hubiera olvidado todo sobre ella.

Aunque hubiera un número de cosas que Min-Lin había dicho que implicaba que lo había visto recientemente. Recordando su conversación con su hermano en el desayuno, ella comprendió que Min-Lin podría ser una de las otras muchachas que Ranma había mencionado. Hitomi realmente deseo no haberse dormido antes de que ella pudiera conseguir la historia entera anoche.

"¿Entonces deduzco que has visto a mi hermano últimamente?" Ella preguntó.

Min-Lin asintió con impaciencia y explicó, su japonés habiendo mejorado después de calmarse un poco. "¡Yo acababa de comenzar el trabajo como camarera, mi tercera noche, cuándo quien se sienta en una de mis mesas, era Ranma! Había pasado un tiempo, pero él todavía parece mucho a como era de niño. Todavía tiene la misma trenza linda y la misma risa linda."

"¿Estaba solo?" Hitomi preguntó, sabiendo que él no lo estaba. Ella comenzaba a sentirse enferma al pensar que todos sus cuidadosos proyectos habían sido arruinados por un encuentro sorpresivo con una Amazona demasiado cariñosa.

Min-Lin pensó durante un momento. "Él estaba con la muchacha, Nabiki Tendo. ¿Ella tu prima, no es así?"

Hitomi quiso golpear su cabeza en la pared. "Nabiki-san no es mi prima," Ella declaró firmemente.

Min-Lin se encogió de hombros como si la razón de Nabiki de estar allí no tuviera alguna importancia, haciendo a Hitomi moler sus dientes en frustración. Ella sentía que esta rubia burbujeante podría destruir todo lo que ella había trabajado. Aunque ella hubiera recibido mucho entretenimiento de ello en el pasado, Hitomi realmente lamentaba que por una vez su hermano tuviera tales problemas de chicas.

Min-Lin siguió con su historia, olvidando la incomodidad que ella causaba. "Ranma tan feliz no olvidarse de mí y veces que nosotros compartir, aunque él parezca tener algunos detalles mezclados. Min-Lin no puede creer que él olvidara la vez que jugamos al doctor juntos."

Al ver la incomodidad de Hitomi, sus amigos miraron hacia Akiko por ayuda. "¿No hay allí algo que puedas hacer?" Una pregunto.

La gimnasta joven echó un vistazo a la escena y luego a la muchacha que se dirigió a ella. "¿Y qué quieres que haga?" Ella preguntó, sabiendo que ella no estaba en ninguna condición de luchar en este momento. Aunque ella pensara que sólo Kodachi realmente podría ser rival para Min-Lin.

"Algo qué haga a Min-Lin marcharse," Dijo otra amiga, mirando con algo de angustia como Hitomi continuó golpeando su cabeza contra la pared murmurando para ella.

Akiko asintió. *¿Ahora qué Kodachi-sempai haría en esta situación? ¿¡Um!, qué es la cosa más secreta y disimulada en la que puedo pensar?*

"¡Ah, Min-Lin!" Akiko de repente gritado en un tono forzado de amistad.

La amazona se dio la vuelta y parpadeo a la muchacha de la cinta, con eficacia cortando su historia.

"Realmente creo que yo acabo de ver a Ranma dirigirse hacia el gimnasio del otro lado del campus. Él debe estar buscándote."

Con un grito de "¡Ranma!" Min-Lin saló disparada en dirección al gimnasio.

"Eso fue realmente bajo," Una de los amigas de Hitomi comentó a Akiko.

Akiko sonrió abiertamente como si ella hubiera sido pagada con un enorme elogio. "Alegre de servir."

Hitomi estaba demasiado ocupada pensando en modos de salvar sus proyectos de traer su sensei y hermano juntos para oír lo que decían. Y si aquellos proyectos molestaban a cierta Amazonas rubia, tanto mejor.

Continuara...