¡El Puño del Pikachu!

Escrito por Hung Nguyen.
Traducido por Kal-el.
Formato HTML de Hukarovi Yanoki

Capitulo 4

Wind Rider y Wildfire

Ranma y Raiden estaban viajando por un camino a través del bosque cerca de pueblo Paleta. Habían pasado dos días desde que Ranma dejo al profesor Oak y empezó su viaje Pokemon. Desde entonces, él había tratado de seguir las reglas de ser un entrenador Pokemon, pero no había sido fácil. Aparentemente, él había empezado a pensar de nuevo acerca de convertirse en entrenador.

Un día antes...

Ranma y su Pikachu estaban armando su campamento cuando Raiden escucho algo, y jalo la polera de Ranma para obtener su atención.

"¿Huh? ¿Qué pasa Raiden?"

"¡Pika! ¡Pika!"

Ranma miro hacia donde el ratón eléctrico estaba apuntando y vio un pájaro que aterrizo cerca, Ranma se pregunto porque era tanto alboroto. Luego su Pikachu toco el bolsillo donde guardaba su Pokedex.

"¿Huh? ¿Es eso un Pokemon?"

"¡Pika! ¡Pika pi!" Raiden asintió.

Ranma abrió su artefacto y apunto al pájaro.

*PIDGEY. UN POKEMON AVE DEL TIPO VOLADOR. ESTOS POKEMON TIENEN UNA CONDUCTA PACIFICA Y SON FACILES DE ATRAPAR PARA PRINCIPIANTES SUS ATAQUES INCLUYEN ATAQUE RAFAGA Y ARENA*

"Bueno..." Ranma no estaba seguro si quería capturar tan gentil criatura, a él ciertamente no le gustaba la idea de usar a Raiden para pelear y luego usar su pokebola para capturarlo cuando estuviera débil.

"Pikachu!" Raiden estaba mas que listo para la batalla y probar sus nuevas habilidades. Ranma suspiro y le dio la orden a Raiden. Esto era por lo que estaban aquí ahora en primer lugar.

El pequeño Pokemon eléctrico no desperdicio tiempo y ataco al Pidgey.

El pájaro noto a Raiden dirigirse hacia él con sus mejillas lanzando chispas. Cuando vio al humano parado detrás se dio cuenta que Ranma era un entrenador Pokemon. Y empezó a tomar vuelo.

Para sorpresa del Pidgey, Raiden no dejo salir automáticamente su electricidad. En vez de eso, ¡El Pikachu salto mas de veinticinco pies! Raiden parecía desafiar la gravedad mientras se encontraron en el aire Como el Pidgey pesaba lo mismo que Raiden, el Pikachu se movió sobre él y empezó a lanzarle puños y patadas al ave.

Pidgey fue tomado por sorpresa por el ataque aéreo del ratón eléctrico y estuvo distraído unos segundos. Eso era todo lo que Raiden necesitaba mientras aterrizaba en la tierra y dejaba salir su Attack Trueno.

"¡Pika... chu!"

El relámpago golpeo al Pidgey cayera al suelo en picada. Ranma asintió al ver el avance de Raiden. Él había demostrado sus habilidades acrobáticas y de combate aéreo era una de las especialidades de la Escuela de Artes Marciales De Combate Libre Saotome, mientras miraba al ave caer al suelo, el busco algo en su cinturón, saco su Pokebola y presiono el botón activador. El aparato se expandió a su máximo tamaño y con un casual lanzamiento, Ranma lo lanzo al Pidgey.

La pokebola golpeo al Pidgey ligeramente y se abrió. La forma del pájaro se convirtió en luz, y luego fue instantáneamente introducido en el aparato. La Pokebola sé cerro y aterrizo en el piso. Ranma miro el botón activador y espero. Cuando el botón se volvió de rojo a blanco, la captura estaba completa. Pidgey era suyo.

Ranma observo a la Pokebola por un largo rato mientras pensaba en la captura. Con justas razones, él debería sentirse orgulloso de su primera captura a diferencia de otros entrenadores, Raiden no necesito instrucciones de él para esta batalla, y había demostrado que el entrenamiento de Artes Marciales de Ranma era efectivo. Pero había sido demasiado fácil. Pidgey nunca tuvo oportunidad contra las superiores habilidades de Raiden, y Ranma se sentía mal por mandar a Raiden contra el solamente para atraparlo.

"¡Pika pi!" Raiden dijo felizmente mientras corría a los pies de su entrenador.

Ranma no dijo nada mientras continuaba observando la Pokebola

"¿Pi? ¿Pikachu?"

Ranma finalmente noto a su amigo cuando el empezó a jalarle los pantalones. Él miro hacia bajo y vio la expresión eufórica de su Pokemon, luego le dio una pequeña sonrisa. "Uh... Hiciste un buen trabajo Raiden. Yo... creo que Pidgey debería ser... uhhh... bueno..."

Ahí fue cuando la imagen del herido Pidgey vino a su mente. "¡Aw rayos! No puedo hacerlo!"

"¿Pika?"

"¡Lo siento Raiden. Hiciste un gran trabajo, pero yo no puedo hacerlo!" Ranma fue hacia la Pokebola, la recogió y la lanzo al aire. "¡Pidgey! ¡Sal!"

La Pokebola se abrió y el Pokemon pájaro fue liberado. El luego aterrizo justo enfrente de Raiden y Ranma. El artista marcial se congelo al ver las heridas que Pidgey tenia por su batalla contra Pikachu. El Pokemon halado vio a su nuevo entrenador y espero sus ordenes.

Ranma apunto al cielo y dijo, "Vete. Tu eres libre. Te... pido perdón... por atacarte."

"¿Pidge?" El Pokemon pájaro estaba confundido.

Pidgey no era el único que estaba confundido. "¿Pika pi?"

Ranma lo repitió de nuevo, esta vez un poco mas fuerte. "¡Vete! ¡Tu eres libre!"

Pidgey estaba aun un poco confundido por las acciones del humano, pero esa era su orden. Batiendo sus alas, alzo vuelo. Un minuto después, el ya había desaparecido de la vista.

"¡Pika! ¡Pikachu!" Raiden no podía creerlo. Tanto trabajo, y todo por nada! El se puso un poco enfadado por las acciones de su entrenador y se dirigió hacia él para decirle lo que pensaba. Cuando el miro a Ranma, la irritación del Pikachu cayo cuando vio que Ranma estaba triste. Él estaba tratando de contener las lagrimas. El entrenador de Raiden no dijo una palabra y se dirigió al campamento.

El presente...

"¿Pikachu?"

Ranma aun no comprendía el dialecto de su Pokemon, pero podía adivinar lo que le estaba diciendo en ese momento. "Tu probablemente me estas preguntando porque deje a ese Pidgey irse, ¿No es así?"

De su posición en la mochila de Ranma, Raiden asintió.

Ranma suspiro y le dijo, "Creo que fue un error convertirme en entrenador Pokemon."

"¿Pika pi?"

"Yo... solo no pude hacerlo. Yo... no me sentí bien por poner a ese Pidgey en la Pokebola. Quiero decir. Tu heriste a ese Pidgey muy mal, ¿No es así?"

Raiden lo considero por un momento. Tenia que admitir que fue demasiado sencillo. Sus nuevas habilidades lo hacían mas que formidable. Ese Pidgey no tuvo oportunidad.

"Y me sentí muy mal cuando lo puse en esa Pokebola. ¡Yo... no puedo continuar con esto! ¡Yo fui entrenado para ser un artista marcial!. ¡Supuestamente tengo que proteger a los débiles! ¡Y aquí estoy, debilitando Pokemons y poniéndolos en Pokebolas! Se... siente como si coleccionara esclavos y eso va contra todo lo que me enseñaron."

Raiden estaba a punto de protestar, pero luego pensó en eso. Como otros Pokemon, a el no le gustaba estar confinado. El podía entender Ranma estaba reacio a capturar Pokemon. Sin embargo, eso era lo que los entrenadores hacían. Esa era la razón por la que estaban aquí. Raiden estaba registrado como su Pokemon y ahora deben atrapar y entrenar otros Pokemon para que puedan alcanzar su máximo potencial. Raiden ya había excedido los limites de un Pikachu normal.

"¡Pika pikachu!"

Ranma sacudió su cabeza tristemente mientras continuaban su camino a ciudad Viridia.

Sin saberlo, volando sobre ellos, el mismo Pidgey que Ranma libero estaba siguiéndolos. El estaba intrigado por este entrenador Pokemon y su Pikachu. El humano mostraba genuina culpa por haber dejado que su Pokemon lo atacara y lo dejo en libertad. Esto, y el hecho de que el Pikachu había mostrado extraordinarias habilidades, que habían captado el interés del ave. Si ese humano podía entrenar a ese ratón eléctrico en combate aéreo, entonces era posible que Pidgey pueda aprender unos trucos también. Había algo en el humano que lo hacían único y el Pidgey quería saber que era.

Estaba casi oscureciendo cuando Ranma y Raiden hicieron su campamento.

Durante el día, Ranma había dejado pasar muchas oportunidades de capturar Pokemon. Raiden se exaspero cuando su entrenador se rehusaba a enviarlo a luchar contra un Venomoth, un Beedrill, un Gloom y un Nidoran. A pesar de que entendía las razones de Ranma, Raiden estaba frustrado. Si seguían así, pasaría un largo tiempo antes de que tuvieran el mínimo de seis Pokemon que supuestamente tenían que tener. ¡Raiden quería ver si sus artes marciales y sus técnicas de ki eran efectivas contra otros Pokemon y su entrenador no estaba cooperando!.

Sentados cerca del fuego, Ranma noto el humor de Raiden y le dijo, "Lo siento Raiden. Yo se que debo capturar otros Pokemon, pero no puedo hacerlo. Talvez... seria mejor que te consigas otro entrenador."

Raiden vio la expresión de tristeza en la cara de su amigo. Y su frustración fue olvidada mientras se acurrucaba en la pierna de Ranma.

"¡Pika!". El no quería otro entrenador. Ranma había salvado su vida y enseñado cosas que nunca habría alcanzado por sí solo. Ellos ya habían pasado por muchas cosas juntos y Raiden no iba abandonarlo ahora.

Ranma sonrió mientras acariciaba a su Pikachu detrás de las orejas. Fue ahí cuando escucho un ruido. Su Pokemon también lo escucho y voltearon sus cabezas al escuchar el sonido de un... ¿caballo?.

Olvidando la ocurrente crisis, los dos se dirigieron al lugar del que provenía el sonido. Mientras se acercaron, ellos llegaron a la orilla del bosque y vieron algo que se estaba sacudiendo. Cerca, dos chicos estaban jalando duro de unas cuerdas que estaban alrededor del cuello del caballo. El caballo tenia una crin y una cola que brillaban como si fueran... ¿flamas?. Su cuerpo era de un color crema y cuando Ranma observo bien pudo ver muchas marcas y raspones. Lo que fuera que sea, estaba peleando duro para evadir la captura. Ranma abrió su Pokedex.

*PONYTA. UN POKEMON CABALLO DEL TIPO FUEGO. SU PELO ESTA HECHO DE LLAMAS VIVAS Y ES MUY DIFICIL DE DOMAR POR EXPERTOS ENTRENADORES.*

Ranma estaba pasmado al ver tan magnifico animal mientras veía como esos chicos seguían jalando de las cuerdas. El se preguntaba porque las cuerdas no estaban ardiendo. De repente, un tercer chico apareció y tiro una larga y pesada red sobre Ponyta.

"¡Lo tengo!" El recién llegado dijo mientras la red cubría a Ponyta y lo hacia caer.

El primer chico sonrió mientras el y los otros se acercaban al caballo y empezaban a asegurar las cuerdas.

"¡Es una belleza!" El segundo dijo mientras le aseguraba las piernas.

"¡Dios, no puedo esperar para llevármelo a mi casa! ¡El lo va a hacer en grande en la liga Pokemon! ¡Hacer las cuerdas y la red de asbestos fue una buena idea!" El tercer chico dijo mientras ataba el cuello del Ponyta.

Ranma escucho los gritos de dolor y sufrimiento del Ponyta. La vista de estos chicos golpeando a tan magnifico animal era mas de lo que Ranma podía soportar. Sin volverlo a pensar, Ranma empezó a dirigirse hacia ellos. Viendo que esto se iba a poner feo, Raiden rápidamente acompaño a su impulsivo entrenador.

Arriba de ellos, en un árbol cercano, Pidgey miraba con interés.

"¡Cuidado chicos!" El primer chico dijo mientras Ponyta dejaba salir una gran flama de su crin.

"¡Lo tengo cubierto!" El segundo chico contesto mientras tiraba su Pokebola. "¡Enfríalo con tus cañones de agua, Blastoise!"

La Pokebola se abrió y la forma final evolucionada de Squirtle apareció. Los dos cañones de su espalda aparecieron y tiraron dos chorros de agua donde se encontraba Ponyta.

Ponyta dejo salir gritos de dolor cuando sus flamas empezaban a morir bajo la masiva torrente de agua.

"¡Detente idiota!" El primer grito le grito. "¡Si las flamas de Ponyta se apagan, el va a morir!"

El segundo chico levanto su pokebola y llamo a su Blastoise.

"¡Blastoise regresa!"

Después que el Pokemon tortuga desapareció, los tres chicos cuidadosamente se acercaron a su presa. Ponyta gemía y se quejaba mientras yacía en el suelo. Su crin y su cola se estaban débiles y amenazaban con apagarse en cualquier momento. Junto con otras injurias que había sostenido durante la batalla, el cuadro no lucia nada bien.

"¡Aw demonios! ¡Tantos problemas y tres semanas de trabajo tiradas al caño! ¡Esto es toda tu culpa!" El primer chico le reclamaba al otro.

"¡Hey lo siento!" El segundo chico dijo. "¡Pero no pude pensar en otra cosa!"

"¡Imbecil!" El tercer chico dijo. "¡Pasamos tres semanas siguiendo a este Ponyta, no mencionemos los problemas que pasamos para hacer estas cuerdas y red!"

"¡Dije que lo sentía! ¿Que más quieres?"

"¡Tu maldito imbecil! Yo voy a..."

"¡Hey! ¡Dejen a ese Ponyta en paz!"

Los tres chicos se dieron la vuelta y vieron a Ranma corriendo hacia ellos. Raiden estaba detrás de él. Cuando los dos se acercaron, vieron la espantosa vista. Las llamas de Ponyta estaban casi apagadas y estaba sangrando de varias heridas.

"¿Quién rayos eres tu?" El primer chico preguntó.

"¡Mejor retírate, chico si sabes lo que te conviene!" El segundo chico dijo.

"¡Esta es nuestra presa, así mejor retírate!" El tercer chico agregó.

Ranma no podría creer la condición en que Ponyta estaba. Recordó lo qué el Profesor Oak le había dicho acerca de los Pokemon de tipo fuego, y dijo, "¡Ponyta no pasara la noche! ¡Sus flamas están casi apagadas! ¡Necesita ser llevado a un Centro Pokemon, ahora!"

Los tres chicos se enojaron mas cuando les dijo eso. El primer chico saco una Pokebola y gritó, "Nosotros no necesitamos a algún sabelotodo que nos diga que hacer! ¡Parece que tendremos que enseñarte a mantener la nariz fuera de los asuntos de otras personas! ¡Golem... ve!"

La Pokebola liberó el Pokemon de tipo roca, que apareció antes de ellos. La criatura se pareció una roca gigantesca con brazos y piernas. Tenía una cresta en la frente y miró fijamente en sus adversarios con sus ojos pequeños.

"¡Golem!"

¡Oh oh! Ranma sacó su Pokedex.

*GOLEM. UN POKEMON DEL TIPO ROCA. LA FORMA DE GOLEM ES LA EVOLUCIONADA DE GRAVELER, CADA AÑO SE AÑADE OTRA PIEL Y CRECE EN TAMAÑO. SU PIEL ES LO SUFICIENTEMENTE DURA PARA SOPORTAR EL ATAQUE DE UNA BOMBA.*

Ranma tomó una postura de la batalla y se preparó para atacarlo. Entonces sintió como alguien jalaba sus pantalones, lo que causo que mirara para abajo.

"¡Pikachu! ¡Pika pika!"

"¿Tu... quieres hacer esto?" Ranma pregunto mientras miraba en los ojos del Pokemon.

"¡Pika!" Raiden asintió y salto delante de él y encaró al Golem.

Ranma estaba a punto de protestar, pero entonces pensó acerca de cuánto Raiden quería probar sus habilidades en batalla. Aunque Ranma prefirió pelear sus propias batallas, él podría entender el deseo del Pokemon por pelear. A fin de cuentas, después de esas oportunidades perdidas para atrapar Pokemon, Raiden quería esta batalla. Asintiendo con la cabeza, Ranma se resigno al papel de dirigir su Pokemon en la batalla. Además, Ponyta estaba debilitándose rápido y ellos tenían que alejar a esos chicos tan pronto como sea posible.

"¡Vale Raiden! ¡Hagámoslo!"

Cuándo el entrenador de Golem vio el Pikachu con la cinta blanca, él exhaló una risa corta. "¡Hah! ¡Y te llamas a ti mismo entrenador! ¡Todos saben que los Pokemon de tipo eléctrico son débiles contra los tipo roca! ¡Golem! ¡Derríbalos con tu Ataque Giro!"

"¡Golem!" El Golem retractó sus miembros y cabeza y comenzó a rodar hacia Raiden en un clip rápido. El suelo retumbaba mientras el Pokemon iba hacia Raiden con la intención de aplastar al ratón eléctrico.

Ranma asintió a Raiden. Raiden entendió la orden silenciosa de su entrenador y comenzó a enfocar su ki. Los tres chicos mirados fijamente y con asombro como ese Pikachu brillaba con un aura azul. La luz comenzó a intensificar al acercarse el Golem. Así cuando Golem estaba a punto de aplastar a Raiden, el Pokemon dio un salto espectacular para evadirlo. El entrenador del Golem y sus dos amigos observaron como de golpe el Pikachu salto una altura de veinticinco pies! Cuando Raiden alcanzó el ápice de su salto, él llevo sus patas adelante y le apunto hacia el frente del Golem.

"¡Raiden! ¡RAFAGA KI!"

"¡Pika... CHU!"

Ranma sonrió al ver a Raiden liberar una pelota pequeña y azul de energía en el suelo donde el Golem estaba a punto de pasar. La energía golpeo el suelo con una gran explosión, causando una zanja. El Golem fue a caer en el hoyo y paro su ataque. Encontrándose atrapado en el hoyo, el Pokemon roca extendió sus miembros y la cabeza tratando de salir. Así cuando estuvo a nivel del suelo, Raiden aterrizó atrás de el y tomó una postura. Cuándo Golem se dio la vuelta, Ranma le dio la orden final.

"¡RAIDEN! ¡ATAQUE RAPIDO ROMPE ROCAS!"

"¡Pikachu!" El pequeño roedor eléctrico cargó hacia su adversario más grande con la velocidad rápida del relámpago. Antes de que el Golem pudiera defenderse, Raiden ya estaba sobre el. Uso su agilidad para evitar sus torpes manos, Raiden comenzó golpeando de aquí para allá, en muchas partes del Golem. Cada vez que pasaba, él entregaba varios golpes aumentados de ki en su superficie rocosa. El Pokemon se movía demasiado rápido para que los tres chicos pudieran verlo y solo podían oír los sonidos de algo golpeando en el cuerpo de Golem.

Unos pocos segundos después, Raiden completo su ataque y aterrizo enfrente de Ranma en una postura lista. Por un largo rato, nada paso. El Golem se paraba con una mirada confusa en su cara.

"¡Hah! ¡Linda artimaña, pero tu Pikachu no le hizo nada a mi Golem!" El primer chico dijo al ver que su Pokemon estaba sin daños.

"¿Ah de verdad?" Ranma dijo sonriendo. Él entonces señaló al Golem.

Los tres chicos miraron otra vez al Golem y no podían creer lo que veían. El Pokemon roca emitió un largo y lastimoso quejido al comenzar a experimentar una sensación nueva, el dolor. Su masivo cuerpo se sacudió y grietas comenzaron a formarse en su piel. Las celdas de su blindaje protector comenzaron a caer al suelo. Sus brazos y la cabeza tenían magulladuras y los golpes tenidos por los resultados del ataque de Raiden se hicieron visibles. Raiden había golpeado a Golem en áreas estratégicas de su cuerpo, cerciorándose de que cada golpe diera en un lugar vulnerable, como las piernas, los brazos y la cabeza, causando que la piel se agriete por el esfuerzo. Un momento después, Golem cayo al suelo. El suelo sacudió levemente cuando una tonelada de Pokemon de roca se vino abajo.

"Go... lem." Golem estaba noqueado.

"¡Golem!" El entrenador no podría creer que una rata eléctrica había vencido a su Poderoso Golem.

"¡Yo no lo creo!" El segundo chico dijo.

"¡Imposible!" El tercer chico gritó.

Ranma tomó una postura para emparejar con Raiden y dijo otra vez. Esta vez, su tono de voz era baja y mortal. "Eso era apenas una pequeña muestra de lo que Raiden puede hacer. Pienso que debería advertirles que no soy un entrenador cualquiera." Ranma comenzó a enfocar su propio ki. Raiden hizo lo mismo y los dos pronto resplandecían con auras azules.

Esto no fue perdido para quienes pensaron que ese Pikachu no era un reto para el Golem. Los chicos comenzaron a retrocede mientras sacaban sus Pokebolas.

"Ultima oportunidad. ¡O se van ahora y dejan este Ponyta en paz, o tendrán más!"

"¡Nosotros no te tenemos miedo!" El primer chico dijo desafiantemente, aunque él y sus amigos temblaban como hojas.

"¡Sí!" Los otros dos chicos dijeron mientras se preparaban para lanzar sus propio Pokemon.

Ranma frunció el entrecejo mientras él y Raiden se preparaban a lanzar su Ki.

Mientras tanto, Pidgey había visto bastante. Se había impresionado por la manera en que Raiden había derrotado el Golem. El Pikachu y su entrenador eran muy especiales. Además, este humano y su Pokemon arriesgaban su propia seguridad para salvar un Ponyta herido de la crueldad de esos tres chicos. La compasión demostrada fue lo suficiente para convencer a Pidgey de que Ranma y Raiden eran los tipos buenos. Con eso en la mente, Pidgey decidió ayudarlos. Se elevo del árbol en que estaba encaramado y comenzó a volar hacia la escena.

Estaba a tiempo, los tres chicos estaban a punto de liberar a sus Pokemons.

"Puedes haber vencido a Golem, ¡Pero no hay forma de que te demos a nuestra presa! ¡Vamos chicos!"

"¡A él!" Los otros chicos dijeron mientras se inclinaban para lanzar a sus Pokemon.

Entonces repentinamente, oyeron un sonido y voltearon para ver algo dirigirse hacia ellos. Rápidamente el Pidgey bajo y ataco a los chicos, antes de volar al cielo otra vez. El ataque repentino causó que ellos dejaran caer sus Pokebolas.

Ranma y Raiden estaban un poco desconcertados del por qué un Pidgey atacaría repentinamente a sus adversarios, pero ellos no estaban para pensar en eso ahora.

"¡RAIDEN! ¡DOBLE IMPACT TRUENO!"

Raiden asintió y cargo sus mejillas. Ranma enfocó una esfera de ki en sus palmas y estiró las manos adelante. La energía azul comenzó a cambiar a amarillo y por el poder en que era convertido. Así como los chicos atrapados en su sorpresa, voltearon y sus caras perdieron su color al ver lo que había ante ellos.

"¡Pika... CHU!"

Al mismo tiempo que Raiden liberó su ataque eléctrico, Ranma lanzo también el suyo. Después de practicar este movimiento por meses, los ataques gemelos de relámpagos se coordinaron perfectamente y los torturadores de Ponyta experimentaron mas de 40, 000 voltios. Los chicos chillaron por el dolor y sus cuerpos se retorcieron y cayeron pesadamente en el suelo. El cabello se les paro y su ropa se quemo. Ellos emitieron una serie de quejidos dolorosos, y voltearon a ver al enojado entrenador y su Pikachu que preparan otro ataque. Ellos sabían cuando era momento de retirarse.

"¡Yo me voy de aquí!"

"¡Ellos pueden quedarse con ese Ponyta!"

"¡Espérenme!"

Ranma y Raiden relajaron sus posturas y ellos vieron a sus adversarios recoger sus Pokebolas y abandonar la escena. El Primero chico demoro un momento más para recobrar su ya caído Golem antes de irse. Después que los chicos se habían ido, Ranma y Raiden se apresuraron para ir al lado del Ponyta caído.

Esa noche...

Ranma comenzó a aplicar detenidamente un remedio herbal a una venda antes de envolverlo alrededor de una de las piernas de Ponyta. El Pokemon herido yacía a su lado mientras Ranma estaba arrodillado. Había sido unas difíciles primeras horas y estaba un poco aprensivo de estar cerca de otro humano. Ranma podía entender su disgusto por estar cerca de él, pero necesitaba ayuda. Con Ciudad Viridia a mas de cuatro días, él tuvo que improvisar con los suministros médicos en su mochila y la instrucción en Primeros Auxilios Pokemon que había aprendido del Profesor Oak. Aunque él sólo trataba de ayudarlo y no tenia intención de atraparlo, Ponyta lo veía sospechoso y trataría de quemarlo cuando él estuviera cerca. Ranma se había forzado a atarlo con los lazos incombustibles para poder ayudarlo. Después que muchas tentativas y varias quemaduras posteriores, Ranma casi terminó con sus tratamientos. Esta era la última venda.

El caballo de fuego se quejo cuando la solución empezó a arderle la herida, causando que dejara salir unas llamas. Ranma rechinó los dientes, cuando las flamas vivas llegaron a su brazo. Un momento después, Ponyta se calmó y Ranma logró asegurar la venda antes de buscar una cantimplora y lavar su brazo con agua.

¡YOW! ¡Listo!" Ranma comento mientras el agua lavaba la quemadura. Él miró hacia el Pokemon herido y vio que Ponyta temblaba todavía. Sin embargo, él no hacía ningún movimiento repentino, al menos estaba tolerando la ayuda de Ranma. Cuándo la sensación de ardor paro, Ranma se sentó y emitió un suspiro cansado. Levantando la mirada a Ponyta, él dijo con voz agotada, "¡Tu no lo estas haciendo nada fácil! ¡Dije que yo sólo trato de ayudar! ¡Yo no quiero atraparte!"

Al oír esta declaración, Ponyta paró de luchar y miró a Ranma con una expresión desconcertada. Él emitió un sonido confuso y lo miro fijamente.

Ranma asintió mientras suspiraba. "Mira, si quisiera atraparte, entonces ya te habría puesto en una Pokebola hace mucho tiempo. Estabas bastante débil cuándo Raiden y yo te encontramos. No pienso que es correcto hacer eso. ¿Para tus llamas, de acuerdo?"

Ponyta continuó mirar fijamente al humano durante mucho tiempo. Él estaba desorientado por las acciones del humano. Él estaba seguro de que el chico era un entrenador Pokemon. ¿Por qué más estaría llevando él un Pokedex, Pokebolas y tiene un Pikachu obedeciendo sus órdenes? Con el caballo de fuego en tal estado, sería juego de niños para Ranma capturarlo. ¿Porque no lo hace? Parecía que le repugnara totalmente la idea. Después de un largo momento, Ponyta decidió relajarse un poco.

Ranma asintió al ver que Ponyta se calmaba. Fue entonces que Raiden saco su cabeza fuera de la mochila de Ranma.

"Pikachu."

Ranma sonrió mientras decía, "¿Las encontraste?"

Invadido asintió y desapareció en la mochila. Un momento después, varios latas de comida Pokemon fueron expulsados de la mochila y aterrizaron en los pies de Ranma. Raiden salió de la mochila después.

Ranma sonrío y se puso a hacer la cena. Diez minutos después, Radien estaba feliz comiendo de su plato de alimentos. Enfrente de Ponyta, Ranma había colocado un plato grande de alimento y esperaba que Ponyta comiera. Después de largos momentos de vigilar al roedor eléctrico comer, Ponyta se convenció eventualmente que estaba bien comer el alimento. Cuándo él comenzó a comer, Ranma sonrió mientras experimentaba un sentimiento de deja vu.

Diez días después...

Ranma, que tenía las riendas de la brida provisional que él había hecho de los lazos que esos chicos habían usado, dirigía Ponyta abajo a un sendero. Raiden estaba en su lugar usual encima de su mochila. Cuándo ellos estuvieron en un claro, él comenzó a quitar las correas.

"Bien Ponyta, aquí es. Tu ya estas lo suficientemente sano para cuidarte tu solo, así que yo... creo que esto es el adiós."

Ranma sentía un poco de tristeza al mirar en los ojos rojos llameantes de Ponyta. Habían sido unos duros diez días, pero el Pokemon se había recuperado de sus heridas y estaba listo para correr libre. Ranma y su Pikachu habían estado al lado de Ponyta todo el tiempo, cuidándolo y alimentándolo hasta que estuviera bien. Ahora completamente sano, su crin, la cola y otras áreas de cabello resplandecieron con un color brillante e intenso. En los últimos días, Ranma se había ganado la confianza de Ponyta y las flamas vivas no lo quemaron más. Cuando la brida cayó lejos, Ranma sentía una punzada aguda de lamentación en tener que permitir que este magnifico Pokemon se vaya. Sin embargo, él todavía no podía poner este caballo en una Pokebola. Sería esclavitud hacerle eso y Ranma aun estaba inseguro acerca de eso.

Cuando Ponyta sacudió la cabeza mientras se quito la brida, Ranma retrocedió y dijo, "¡Ve! ¡Eres libre!"

Ponyta se paró allí.

"¿No me oíste? ¡Dije Vete! ¡Eres libre!"

Ponyta hizo el contrario y se inclinó adelante, poniendo la cabeza contra el pecho de Ranma. Emitió un sonido de contento.

Ranma estaba un poco irritado y tratado de empujarlo lejos. Ponyta resistió. "¡Ponyta! ¡Ya lo dije! ¡Eres libre! ¡Yo no te detendré!" Él miro a su Pikachu y dijo, "Raiden, ¿qué pasa con él?"

Raiden sonrío al darse cuenta qué pasaba. La historia se había repetido y ahora Ponyta estaba atado a Ranma como el ratón eléctrico lo estaba. Parecía que la honestidad de Ranma y bondad le habían conseguido otro amigo para toda la vida.

Era entonces que el caballo comenzó a inclinarse hacia la cintura de Ranma. Al principio, el entrenador de Raiden no entendió, pero entonces él advirtió lo qué Ponyta trataba de hacer. Él trataba de obtener sus Pokebolas en su cinturón.

"¡Ah no, eso sí que no! ¡Yo ya te lo dije¡! ¡No te voy a poner en una Pokebola! ¡Yo..."

"¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja!"

La risa repentina tomo a Ranma y Raiden desprevenidos. Ellos estaban tan ocupados con Ponyta que habían fallado en advertir a unos viejos enemigos. Dándose la vuelta, vieron a los tres chicos que habían combatido hace diez días. Ellos estaban parados en una colina cercana y no estaban solos. Habían traído consigo a unos pocos amigos. Ranma notó que todos tenían una Pokebola y que eran más numeroso y los sobrepasaban por mas de diez a uno. Las probabilidades no eran muy buenas.

"Bueno, no es esto conmovedor." El primer chico dijo mientras miraba al trío. "Yo nunca oí de un entrenador Pokemon que rehúsa atrapar Pokemons." Él entonces sonrió malignamente mientras miraba a Ponyta. "Por cierto. Te agradezco por cuidar de nuestro Ponyta. Nosotros lo tomaremos ahora."

Ranma vio su mirada en la cara. Él entró en una postura y comenzó a enfocar su ki. Raiden se preparó también para la batalla venidera. "No lo creo. ¡Este Ponyta fue lastimado una vez por tu culpa y me condenare si permito que lo lastimes otra vez! ¿Lo quieres? ¡Tendrás que pasar sobre mi primero!"

"¡Pikachu!"

"Eso se puede arreglar." Él hizo un gesto a los otros miembros de su banda que blandían sus Pokebolas. Las cosas se veían mal. Afortunadamente para Ranma, su ángel guardián todavía lo vigilaba y había mandado a su mensajero, un pequeño Pidgey.

Pidgey había estado vigilando a Ranma y Raiden en secreto por los pasados días y ahora vio que ellos estaban en un apuro. Desde el cielo, se zambullo hacia el grupo de chicos. Cuando estuvo abajo, comenzó a batir furiosamente sus alas y emitir una serie de graznidos.

Los chicos se dieron la vuelta por el sonido y pronto estuvieron tosiendo cuando Pidgey liberó su Ataque de Arena. La nube de polvo cubrió el grupo, oscureció su vista y causo que muchos de ellos dejaran caer sus Pokebolas.

Ranma y Raiden otra vez se vieron salvados por un Pidgey y se paraban todavía en sus posturas cuando Ponyta decidió tomar la iniciativa. No seria justo para su nuevo entrenador estar en tal peligro. Rápidamente pasó debajo de las piernas de Ranma y comenzó a galopar lejos del área.

"¿Qué ra...?" Ranma fue tomado totalmente por sorpresa al verse de pronto en la espalda de Ponyta. Raiden también estaba fuera de guardia y apenas logro colgar de la mochila de Ranma mientras el caballo de fuego se iba lejos de ahí a una velocidad de mas de 50 mph.

El líder del grupo aun estaba tosiendo cuando la nube de arena se disperso. Cuando vio su presa irse galopando, se puso furioso.

"¡No trabaje tan duro para que el se lleve mi Ponyta! ¡Atrápalos Tauros!"

El chico tiro su Pokebola, liberando al Pokemon búfalo, quien de inmediato comenzó a perseguir a Ponyta.

Unos cuantos cientos de metros delante del furioso Tauros, Ranma estaba tratando desesperadamente de detener a Ponyta.

"¡Whoa! ¡Detente! ¡Para Ponyta! ¡Mas despacio!" Ranma jalaba duro de las flamas de Ponyta, pero el Pokemon de fuego no se detendría hasta que estuviera seguro de que estaban lo suficientemente lejos. Ranma no podía hacer nada para detenerlo. El nunca había montado un caballo antes y le estaba tomando toda su fuerza y balance tratar de mantenerse en la espalda del caballo. Fue ahí que escucho algo detrás de ellos. Cuando miro hacia atrás, observo al furioso Tauros que estaba persiguiéndolos

"¡Pensándolo mejor, no te detengas! ¡Apresúrate! ¡Rápido! ¡Rápido!"

Ponyta estaba mas que feliz de obedecer. Rápidamente comenzó a aumentar la velocidad y empezaba a alejarse del Tauros. Fue ahí que Raiden vio algo adelante.

"¡Pikachu! ¡Pikachu!"

"¿Huh?" Ranma notó que se estaban acercando a un precipicio y la otra orilla estaba por lo menos a unos cien metros y Ponyta no podría saltar esa distancia, aun cuando ellos fueran a 65 mph. Ellos estaban a menos de doscientos cincuenta metros del precipicio. Con Tauros detrás de ellos, no tenían escapatoria.

"Ponyta" Ranma grito mientras cerro sus ojos y espero el fin.

"Pika"

Allí fue cuando Ponyta empezó a brillar con una intensa luz blanca. Ranma abrió sus ojos cuando sintió una extraña sensación mirando abajo, él vio que la forma de Ponyta estaba cambiando. Ranma podía sentir sus llamas incrementarse pero aun no lo quemaban. Luego miro adelante y vio que algo emergía de la cabeza del Ponyta. Cuando la luz termino, Ponyta ya no estaba. En su lugar estaba su forma evolucionada... ¡Rapidash! El caballo era del tamaño de un semental Árabe y tenia un cuerno en la frente. Sus flamas vivientes brillaban mas fuerte que antes.

La nueva forma del Pokemon de fuego empezó a correr a mas de 100 mph, dejando atrás un rastro de fuego que quemo a Tauros. El Pokemon búfalo tropezó y cayo al suelo.

Ranma estaba aun en shock por la evolución cuando de repente se encontró volando en el aire.

"¡Pika!"

Ranma miro abajo y vio la delgada línea en el suelo que representaba al río. Fue ahí que se dio cuenta de que ¡Rapidash había saltado! Con menos de un pie de fallar, Rapidash aterrizo en el otro lado y siguió corriendo. Pronto se perdieron en el horizonte.

Mas tarde...

*RAPIDASH, LA FORMA EVOLUCIONADA DE PONYTA. ES EL MAS RAPIDO DE TODOS LOS POKEMON LLEGANDO A VELOCIDADES DE 100MPH.*

"¡Asombroso!" Ranma dijo mientras guardaba su Pokedex. Él empezó a acariciar el lomo de Rapidash, el cual empezó a frotar a Ranma con su cabeza, teniendo cuidado de no herirlo con su cuerno.

Ranma seguía acariciando al Pokemon mientras considerar que hacer con el. Era obvio que Ponyta... o, Rapidash no iba a dejarlo. El ya había probado serle totalmente leal y que quería ir con el y Raiden. Mientras Ranma pensaba en eso, el escucho el sonido de unas alas. Mirando a un lado, él y el Pokemon vieron a Pidgey parado en una piedra cercana.

Ranma sonrió y le dijo. "Creo que debemos agradecerte por nuestro escape, y por esa vez hace diez días atrás."

"¡Pidge!" El ave grazno y salto desde la roca y troto donde Radien estaba parado. Luego empezó a hacer una serie de sonidos al Pokemon eléctrico. Un minuto después, los ojos de Raiden brillaron en sorpresa. Luego empezó a hacer gestos a su entrenador.

"¡Pika! ¡Pikachu! ¡Chu! ¡Pika!"

"¿Que pasa Raiden? ¿Conoces a este Pidgey?"

"¡Pika!" Raiden asintió y apunto a las Pokebolas en el cinturón de Ranma.

"¿De que estas hablando? Yo ya te lo dije. Yo no voy a..." Fue ahí que se dio cuenta de lo que el Pokemon estaba tratando de decirle. "Espera un segundo... ¿Estas diciendo que este es el Pidgey que deje ir hace dos semanas atrás?"

"¡Pika!" Raiden asintió.

Ranma se volvió aun más confuso y observo al ave. "¡Espera un momento! ¿Porque quieres ayudarnos? No es que no lo aprecie, pero aun..."

Pidgey asintió y apunto con su ala hacia el Rapidash.

Ranma empezó a considerar lo que Pidgey estaba tratando de decirle. ¿Que tiene que ver Rapidash con todo esto? Todo lo que hice fue cuidar de él. Incluso trate de liberarlo y... Al pensar en eso. Ranma miro al Pidgey con una intensa mirada. "¿Es esa la razón? ¿Porque... yo no te estoy forzando a nada? ¿Tu... quieres venir con nosotros? ¿Es porque les di a ti y a Rapidash una... elección?

"¡Pidge!" El ave dijo felizmente.

Ranma estaba asombrado. Ellos querían estar con él. Ellos querían ser sus amigos. Al pensar en tener amigos, Ranma empezó a gustarle la idea. Sus viajes de entrenamiento con Genma no le habían dado muchas oportunidades de tener amigos. Ahora, sin él presente, Ranma tenia la oportunidad de hacer verdaderos amigos. El ya tenia uno en Raiden. ¿Por qué no hacer unos mas? Y si ellos quieren venir con él, entonces no se le podría llamar esclavitud, ¿Verdad?.

Ranma se separo de los otros. Buscando detrás de su cinturón, el saco sus dos Pokebolas y dijo al caballo y al pájaro. "Realmente no me gusta la idea de ponerlos en Pokebolas, pero si realmente quieren venir conmigo habrá veces en que tendré que usarlas. ¿Están seguras de que quieren venir conmigo?"

Rapidash salto y asintió con entusiasmo. Pidgey también asintió alegremente.

Ranma miro a Raiden, quien sonrió y asintió su cabeza. "Pika. Pika pi!"

Ranma tomo un profundo respiro y activo los dos artefactos de captura. "¡POKEBOLAS... VAYAN!"

Los dos Pokemon instantáneamente entraron en las Pokebolas, que retornaron a las manos de su nuevo entrenador. Ranma las observo y permitió que algo pasara. El dejo salir una lagrima de su ojo.

Un día después...

En un risco se podía ver Ciudad Viridia, un Rapidash y su jinete estaban parados ahí. Ranma sonrió y tomo una vista de la gran ciudad. Un momento después, un Pidgey bajo y aterrizo en su hombro. En su mochila, Raiden miro como el atardecer mostraba a Viridia en sus brillantes colores.

Ranma les había dado los nombres de Wildfire para Rapidash y Wind Rider para el Pidgey. Mientras bajaban a Viridia, él empezó a pensar en las aventuras que compartieron y las que faltaban por venir.

"Wildfire, Wind Rider, Raiden. ¿Están listos?"

Los tres Pokemon asintieron y se dirigieron a esa gran ciudad.

Continuara...

Notas del Autor

Bueno, ahora que El Puño del Pikachu sé a unido a la lista de mis historias regulares, me gustaría oír sus comentarios y sugerencias. Este capitulo había tratado con la inquietud de Ranma de entraba al mundo de los entrenadores Pokemon.