Un Dúo de Trenzas

El Preludio de él: Akane no Nichibotsu

Por Libby Thomas

Traduccido por Hukarovi Yanoki

Guerreras Magicas y Ranma ½ pertenecen a sus respectivos propietarios. No son míos. Si lo fueran, no tendría que decirlo. ~ * ~

En mi vida, he visto algunas de las cosas más asombrosas. La mayoría de ellas han sido mágicas. Muchas de esas experiencias místicas han sido malas. No considero el volverme mujer algo bueno, aunque he aprendido vivir con eso en los diez años que he tenido esta maldición. Pero una vez en uno de esos raros momento, hay algo que sucede en la vida que hace que las cosas parescan, bueno, MÁGICAS. Mágico en el buen sentido.

En estos diez años, me ha sucedido solamente cuatro veces que yo realmente considero significativas. Uno fue mi vida, tan corta y dulce como fue, con Akane. Dos, fue el nacimiento de mi hijo, Akama, que nombré en honor a su madre, incluso mientras ella fallecia. Tres, son mis hermanas Nabiki y Kasumi y sí, yo pienso en ellas de ese modo ahora. Y por último, pero no menos importante...

Cuatro, mi esposa, mi alma gemela, mi amor. Lucy. La persona que me enseñó cómo amar otra vez, como abrir mi corazón una vez más, y abrir mis emociones antes de que me destruyera, o peor, a mi hijo. Mientras que estoy aquí en el dojo, puedo verla ahora, sentada con su lobo mascota, Hikari, y nuestros dos hijos recién nacidos, Hikama y Hotaru.

Pero aun me parece que las cosas nunca habría sucedido de esta manera. Tal vez ella aun estaría en esa tierra mágica, y quizá yo despertando de un sueño, teniendo a Akane a mi lado. Si este es un sueño, es uno de los más felices que yo he tenido en los ultimos años. Pero como no lo es, estoy contento sabiendo que mientras que amo y acaricio los momentos que pase con Akane, yo amo a mi esposa actual.

Sin embargo, mi mente se arrastra de nuevo a donde todo comenzó, por lo menos para mí, ese doloroso período hace seis años que yo atesoro por siempre tanto como e intentado desvanecer de mi memoria. No obstante, quema mi mente, y quema por siempre mi alma marcada con una cicatriz. Fue un día de ganacia y pérdida. Fue, absolutamente simple, el día que Akane volvió del hospital con el pequeño Akama en sus brazos. ~ * ~

"Miralo, Ranma" Ella dijo, mirándome con todo el amor en su corazón. "Nuestro hijo."

"Sí, y él probablemente crecerá hasta ser tan fuerte como tú." Yo dije. Dios, era un total idiota en aquel entonces, usando mi boca mucho antes de que mi mente realizara que era hora de pensar. Recordando entonces, desearia poder tomar todas las cosas repugnante que le dije a ella, cada dicho barato e insulto estúpido. Pero de vuelta en aquel entonces, esos insultos eran palabras de amor. Yo nunca fui un sentimental.

Mirábamos a nuestro hijo, felices y gozando ese tierno momento. Me volvi y la besé, mientras mis padres y su padre miraban, susurrando y arruyando a nuestro bebé. Pensé que puede ser que incluso habia visto un momento de amabilidad de Nabiki, en aquel entonces yo confiaba en ella tanto como Mousse veía. Poco sabía, que tan poco sabía. Kasumi sonrió dulce y miro a su primer sobrino, una alegría en su rostro que hizo a ella verse absolutamente hermosa. Era el mejor momento que e encontrado siempre en mi vida.

Debi haber sabido entonces y allí que ese seria el último.

Una flecha paso a través de la ventana, rompiendo la paz que Akane y yo habíamos acariciado por los últimos tres años.

Repentinamente, mi mente trabaja. ¿Quién fue? ¿Shampoo desafiando a Akane? Ella había sido la único que nunca se había dado por vencida. Ukyo, después de la boda, admitió su derrota, por lo menos queria seguir siendo nada más que mi mejor amiga, ella sabía que la amé a mi propio modo; además, ella estaba en el cuarto, al lado de Kasumi. Ryoga era feliz con Akari, y en cualquier caso, no estaba cerca en ese momento. Kodachi fue puesta en una Institución Mental. Kuno nos dejo en paz, siempre en busca de la Pelirroja, quien yo juré "No tener más control sobre ella" (Es asombroso que mientras que él nunca me escuchó cuando hablaba con la verdad, consigo que el entendiera --en un sentido-- al actuar formal). ¿Mousse, quizá?. Nabiki tomó la carta y la leyó, confirmando mis sospechas. "Akane por mucho mucho tiempo has tenido al esposo de Shampoo. Estúpida Akane no puede oculta por más tiempo el embarazo del niño que debe ser hijo de Shampoo. Shampoo te desafía por última vez por la mano de Ranma. Esta pelea es a muerte. Shampoo sera amable y da a Akane una semana para entrenar. Encuentrame en Gotembamori a mediodía el próximo sábado."

Akane me miro, una penetrante mirada aparece en sus ojos. "Eso fue suficiente. Voy a detenerla, de una vez por todas." "¡NO!" Grité, incluso mientras los otros se unian en un ferviente acuerdo. Akane solo completo sus términos. Ella no estaba físicamente lista, ni aun remotamente. Ella puede ser tan fuerte como un buey, pero Shampoo era lista y bien entrenada. Ukyo incluso se ofreció voluntariamente para pelear en su lugar. Nabiki ofreció intentar encontrar algun modo de salir de esto, y yo intenté pensar en una manera de demorarlo hasta que Akane por lo menos podría estar lista para defenderse contra Shampoo. Akane nos miro a todos, y ése fue el final de eso. Era su pelea, ella lo dijo, y eso significaba qué, ella tenía una familia que proteger. Y no iba a cambiar de parecer. Ella iba a hacerlo, e iba a ganar. Akane estaba enojada con todos nosotros por aun tener la duda más leve en ella. No escucharía a nadie, no a mi madre, no a su padre, no aun al Dr. Tofu o a Kasumi, y ciertamente no a mí, la persona que ella podia perder.

Esa noche, incluso mientras su cuerpo estaba fuera de condicion, incluso mientras sus pechos estaban cargados de leche materna, ella entrenó. Por los días sucesivos, ella continuó entrenando, en la ferviente creencia que ella podría hacerlo, que su confianza como esposa y madre la llevaría a la victoria. Solo pararía para comer, dormir, y alimentar a Akama. Éste fue el primero de mis crímenes, por el cual nunca me perdonaré. La dejé continuar. En mi estupidez, e ingenuidad, no sólo la deje continuar, la ayudé a entrenar también, pensando en "Si tú no puedes vencerla..." pense. Le enseñé cada truco que podía, cada truco que sabía. A mi petición, Ryoga vino a ayudar, al igual que Ukyo. Por una semana, Akane estuvo rodeado con más artes marciales y entrenamiento del que había visto en mi vida.

Una semana pasó, y nunca entenderé que fue lo que pasaba con mi mente cuando dije que pensé que Akane estaba lista. Dios me ayude si pienso de ese modo sobre Lucy, y conozco la capacidad de Lucy para cuidarse a si misma. No obstante, la juzge lista, y he pagando por ese lapso de juicio aun ahora.

Finalmente, el sábado vino, el día que cambió mi vida, el día que me hundio en el infierno. Dejamos a Akama con mi madre, y Akane, Ryoga, Ukyo y yo nos dirigimos a esa pequeña área forestal cerca de Fujiyama. Después de bajar del tren, Ukyo fue a hacer reservaciones en el hotel, mientras que el resto nos dirigimos al punto designado. Arrivamos, las dos no perdieron tiempo en pelear. No aun discursos, o cierta postura estúpido, o aún, "Hola vieja amiga. Hora para que tú mueras." Akane llegó, Shampoo ataco. Tan simple como eso. Seguí tan cerca como me atreví, sabiendo que el acercarme demasiado provocaría a Mousse, que me miraba con odio. Él nunca entendía, simplemente pensando que puesto de que tuve un hijo con Akane, Shampoo era la siguiente. Hasta ese momento, nunca realicé cómo él realmente pensó sobre mí. No obstante, esta era una cuestión de honor entre las dos mujeres, y ninguno de nosotros interferiría. Toma uno a otro, quizá, pero no interferir con ellas.

La rabiosa batalla continuo y continuo, y tengo que admitirlo, Akane nunca se vio más hermoso. La maternidad debe haber hecho algo con ella, para ese momento, ella solto golpes ki en un nivel no tan lejano de los míos o los de Ryoga. Qué ella carecia de entrenamiento y preparación, su rabia y necesidad de ganar balanceo las cosas. Shampoo peleo con un nivel que nunca vi en ella antes, y por horas, ambas furiosas, ambas ganaban superioridad ocasionalmente, pero nunca conservandola por mucho tiempo.

Entonces sucedió. Seis horas más tarde, lejos de la civilización y en una saliente sobre un río, Akane comenzó a vacilar, su carencia de entrenamiento completo la alcanzo. Shampoo, detectando una apertura tan segura como un tiburón holiendo sangre en el agua, vertiendo su fuerza restante en ese ataque. Me prepare, inseguro de qué hacer. Si Akane ganaba, Shampoo moriría, y Mousse la atacaría. Si Shampoo ganara, entonces Mousse me atacaría, o yo mataría a Shampoo --ya había decidido esa acción. Miré mientras que Akane comenzó a caer bajo múltiples golpes mientras que Shampoo ataco con El Truco de las Castañas Calientes. Debi haber sabido que la vieja momia habría enseñado a Shampoo cada truco posible. Tenso y listo para lo que sucediera después. Nunca esperé lo que sucedió después.

Akane, sintio la derrota, lanzó un movimiento de desesperación, uno que nunca le enseñé, uno que yo nunca supe que ella aprendió a partir de todas las veces que ella me vio utilizarlo. El Dragon Volador. Ella utilizó sus fuerzas restante, estando parada al borde del acantilado, abofeteando a Shampoo con su propia fuerza. Shampoo, nunca conto con eso y dejo a la rabia de las Amazonas dominarla, dejandola sin oportunidad.

Cuando termino, el cuerpo de Shampoo azoto en la tierra, apaleado y roto. La luz en sus ojos que parecía morir mientras ella sabía que la habian vencido, y que me habia perdido para siempre. Entonces mire a Akane. Akane sonrió débilmente mientras cayó del acantilado.

Me moví lo más rápidamente de lo que jamas lo hice, zambulléndome en ese acantilado. En medio del aire, buscándola, viendo a donde ella fue, oí el rugido inhumano detrás de mí, "¡¡¡¡¡SAOTOME!!!!! ¡TÚ Y TU ESPOSA ESTAN MUERTOS!" Nunca pense en Mousse y sus amenazas vacías; Akane era mi preocupación total. Ahí, justo debajo de mí, tan cerca del final de mi zambullida, había un río. Akane nunca podría nadar en el mejor de los momentos. Ella estaba cerca de la muerte, y el río era rápido. Golpeé el agua, aprovechándome inmediatamente de mi forma femenina mientras que me movi río abajo. Iba a encontrar a Akane, o unirmele en la muerte.

La encontré, una hora más tarde, lo que quedaba de ella. Mientras que el sol fijó el día, encontré su cuerpo muerto, saturado de agua, magullado, estropeado, casi drenado de sangre, y azotado contra una gran roca. Mi corazón grito, no me importo ni un poco lo qué me sucedíera a mí. Todo lo que recuerdo fue que la bese, diciendole que habia ganado y pidiéndole que despertara. Mi mente centelleo a ese día en Jusenkyo, pero ésto fue aquí y ahora, tan horrible realidad. Mantuve la esperanza de que ella volviera, pero sus ojos nunca parpadearon, su boca nunca respiro.

Mi Akane, la rabia de mi vida, mi amanecer, se habia ido. Akane no nichibotsu era todo que sonó en mi mente. Había perdido a la mujer más importante de mi vida. A pesar de todas las batallas que peleé para salvarla, todos los oponentes que venci para rescatarla, todos los desafíos que acepte por ella, la perdió en una batalla que no podía pelear. Esos pensamientos me persigieron por el resto de mi vida. ~ * ~

Los próximos dos años son tan vagos, apenas los recuerdo. La mayor parte del resto de ese día, nunca sabré qué sucedió. Shampoo murió lentamente por una vértebra rota cuando ella aterrizó de manera incorrecta; lo qué vi en sus ojos fue más que solo perdérme, era la pérdida de su vida también. Mousse gritó su desafío, proponiéndose matarnos a los dos, pero Ryoga intervino, enfrentandosele y dejándome buscar a Akane. Diez minutos después, Mousse estaba noqueado e incapacitado, y Ryoga y Ukyo estaban en mí búsqueda.

Fueron ellos, mis mejores amigos, quienes llevaron el cuerpo de Akane de nuevo al hotel y me ayudaron a regresar también. Fueron ellos quienes llamaron a nuestras familias y les dijeron lo que había sucedido. Fueron ellos quienes tomaron cuidado de mí mientras me hundía en una depresión tan profunda, yo rechazaba incluso vivir, ignorando todo, incluso a mi hijo, aunque nunca lo previ. Salí de la depresión mientras las semanas pasaron, atendiendo a Akama, que nunca vería a su madre, y sintiendo tan vacía la vida.

Lo siguiente que recuerdo es ver al señor Tendo en un lecho de muerto. Aunque había sucedido algunos meses después de que perdiéramos a Akane, cuando mi mente todavía estaba en una falta de definición, y esto había sucedido al mismo tiempo. Él nunca se había recuperándo de la pérdida de su esposa, la muerte de su hija más joven lo destruyó al punta de que él simplemente dejo el deseo de vivir. Sé como se sintio, porque si no fuera por mi hijo, me le habría unido en la muerte. Es divertido: cuando era más joven, nunca entendía porqué él era como era. Ahora, mirarlo en su lecho de muerte, muerto en espiritu y cuerpo por la pérdida de su esposa e hija, lo entendi más que en cualquier otro momento de mi vida.

Mientras el yacia allí, sus últimas palabras a mí eran que debía asegurarme de que Akama tuviera alguien como su madre. Él me dijo que aunque el compromiso matrimonial con una Tendo habia sido cumplido, él aun deseaba que yo me casara a la última hija Tendo: Nabiki. Innecesario decirlo, ambos nos horrorizamos, y convinimos solamente a la última voluntad de un hombre que moría. Una semana más tarde, las cenizas de Soun Tendo se pusieron al lado de Kimiko Tendo y Akane Saotome en la cripta familiar.

Nabiki y yo nos sentamos y hablamos al día siguiente. Estabamos comprometidos otra vez, pero en terminología solamente. Mirandonos el uno al otro, y sabíamos como nos sentíamos el uno por el otro: éramos hermanos en el corazón, no en la sangre. Ante ella, era un hermano menor, y el jefe de la casa, nunca, su prometido, no realmente. Igual para mí, también. En esos dos años, vi un cambio en Nabiki, y puedo decir objetivo que estaba equivocado sobre lo que pensé que ella haría. Sí, ella era un comadreja, astuta, la princesa del hielo que no se detiene por nada para hacer un Yen, y ni aun su familia era exenta. Pensé que nuestro recompromiso, tal como lo fue, terminaría como otra fuente hacer dinero para ella, aunque sus principales clientes ahora no estarian más interesados, o muertos. Pero después de todo lo que había ocurrido, después de todo lo que nuestra familia había soportado, La Nabiki Tendo Cobra Yens cambió a Nabiki Tendo, mi seudo prometida pero más importante mi hermana. Ella emprendió una campaña de una mujer para ver que no callera en la depresión, como si fuera un voto silencioso que ella hizo a Akane en el funeral. Probablemente lo fue; No lo sé. Todo lo que puedo decir es que había sido Nabiki quien me salvó de con vertirse en alguien como Ryoga, y al hacerlo, se salvo a ella misma del mismo destino. Lo que tomó, ella lo hizo. En un período apenas tímido de un año y medio, ella hizo todo lo posible para mantener mi espiritu arriba, aunque la tarea parecía imposible. Ella comenzó a estudiar El Estilo de Combate Libre, solo para que tuviera un socio para practicar diariamente además de mis estudiantes. Ella hacía constantemente la cena (sí, ella aprendió a cocinar) o hacía cosas para la Noche de Familia: Solo yo, ella y Akama. Sé que en la mente de mi hijo las palabras "Tía Nabiki" tienen la misma reverencia y amor como la palabra "Mamá", y en cierto modo estoy de acuerdo con ello. Ella y Kasumi han estaban allí para mí de modos que nunca podre pagar u olvidar. Y aunque Kasumi será siempre una cariñosa cuñada para mí, Nabiki es especialmente una hermana para mi.

En esos dos años, ella también empezo a salir con Kuno. Dos años después ese día de la muerte de Akane, fuimos a almorzar a la Torre de Tokyo. Ella tenía cierta noticia de romper conmigo. ~ * ~

"Ranma" Ella comentó, su tono era un poco exasperado, "¿No has oído una sola palabra de lo que te e dicho? Tatewaki me pidio matrimonio, y necesito su aprovación". Como puedes suponer, puesto que nunca considerámos a nuestro recompromiso oficial, ella estaba libre de casarse con quien quiera que ella deseara, y ciertamente nunca la detendria.

"No, no lo necesitas" Yo dije, mi voz densa como jarabe. Mi mente estaba a cientos de kilómetros lejos de allí, en un cause donde el fango corria rojo con la sangre de mi esposa perdida. Realmente estaba fuera de sintonia de lo que ella decía, no dándole un segundo pensamiento. Para todo yo había prestado atención, ella podría decirme que planeaba controlar el mundo y necesitaba mi aprovación.

"Sí, Ranma. Te guste o no, tú eres el señor de la casa. Tradicionalmente, tu palabra se requiere, y Tatewaki vendra esta noche a preguntartelo formalmente. Tú no tiene ni idea de lo difícil que fue convencerlo de que él tenia que predirtelo. Pero con lo poco tradicionalistas como tú y yo somos, él no lo es. Más importante, deseo su bendición, hermano." Ella y Kasumi me llamaban asi desde el día que me casé con Akane, pero no fue hasta después de la muerte de Akane que la frase comenzó a tener un verdadero significado entre nosotros.

"Y la tienes, Nabiki, siempre la has tenido y siempre la tendras. ¿Pero podríamos hacer esto mañana? No estoy para visitantes esta noche."

Casi podía oír los engranajes sonar en su mente. "Rayos... ¿Cómo había podido olvidarlo? Debi haber pensado en eso. Ranma, ahora recuerdo que día es hoy, y a donde tu mente estaba ahora. Sé que estás lastimando; eso me lastima también. Amé a mi hermana, y la extraño mucho." Ella tomó mi mano en la suya agregando, "Pero tú te estas matando a tí mismo lentamente."

"No me importa" Yo dije, sintiéndome totalmente vacío.

"¿Qué sobre Akama entonces? ¿Qué sobre tus padres y tus amigos? ¿Qué sobre Kasumi y Tofu? ¿Qué sobre mí? Todos nosotros te amamos Ranma, y odiamos verte destrozado. Ranma, tú eres mi pequeño hermano y te amo mucho, y no puedo estar parada viendo que el dolor en tu corazón te destroza. Por favor, es tiempo de dejar a Akane ir."

"No me importa" Contesté en una opaca monótonia.

"Haslo por mí, maldición, haslo por mí." Ella miro su reloj, una señal segura de que ella tenia que regresar de nuevo a su trabajo, y aunque ella preferiria estar aquí donde era necesitada, ella tuvo que subir esa escala social para continuar pagando la hipoteca de la casa. "Animate por favor, Ranma. No le estas haciendo ningún bien a nadie. Son casi dos años desde que ella murió. Déjala ir. No tienes ninguna idea de lo difícil que es para mi decirlo, y significa mucho para mí saber que aun la amas, pero déjala ir antes de que te destruyas. Por favor."

"Yo... no puedo, Nabiki" Mi voz apenas un susurro, mi mente apenas capaz de declarar, mucho menos capaz de procesar su petición. "Solo no puedo."

"Tengo que ir a trabajar ahora, Ranma. Hablaré contigo esta noche." Acenti solemnemente y la mire desesperado mientras se alejaba. No podía creer que ella me pidió eso. Amo a Akane, y sabía en mi corazón que nunca habría alguien como ella otra vez.

Rayos, estaba en lo cierto. Pero no del modo como pensé.

Antes de que supiera qué paso, escuche una voz tan dulce y melódiosa, preguntándome, "Disculpeme, pero ¿Esta ocupado este asiento?" Di vuelta y mire al origen de esa voz...

... y mire justo fijamente a mí. Bueno, no realmente. Ella tenía ojos marrones en vez de azules, y ella usaba un suéter de Disneyland Tokyo y pantalones en lugar de mi ropa general, pero con excepción de eso, ella habría podido pasar como la gemela de mi forma femenina. Un pensamiento centelleo en mi cabeza: ¿Qué si ella era esa criatura que Happosai había creado hace tanto tiempo? Esperaba totalmente que ella comenzara a brillar intensamente con un aura verde, susurrando "Ven a mí, mi amor" e intentara matar a mi familia. Pero ella no hizo eso, en su lugar dijo con una dulce voz, "No pude evitar pensar que usted parece tan triste, así que pensé que los desafortunados en el amor se deben acompañar. A propósito, mi nombre es Lucy Shidou. ¿Cuál es el suyo?".

"Ranma. Ranma Saotome" Contesté, aun mirandola fijamente en shock. Y, como he hecho tantas veces en mi vida, abri mi boca primero, pense después. "Estoy seguro que me oire como un loco cuando diga esto, pero ¿Eres real?". Sorpresa, sorpresa, ella lo tomó bien. Es decir, no me golpeó inmediatamente, en su lugar se levanto de su asiento y no comenzó a irse. "Bien, si usted siente que soy esa clase de mujer, señor Saotome, entonces debo haber estado equivocada al venir aquí y hablar con alguien que parecia estar en tanto dolor como usted parecia estar. Mis disculpas. Buenos días."

Algo dentro de mí dijo, Detenla. No la dejes salir de tu vida. La necesitas. Sin estar seguro de lo que hice después, alcancé a sujetar su muñeca, y no ni aun seguro de que la voz que hablo era mi propia voz dije, "Por favor. Déjeme explicarle." "De acuerdo" fue su respuesta neutral, aunque habría podido jurar que vi un flash de alegria en sus ojos. En cualquier caso, tenía su atención. Ahora tenia que encontrar una manera de hacerla quedarse.

Bastante fácil.

Tome una lata de té de la mesa que Nabiki había estado bebiendo; por lo menos pienso eso, pues mi mente seguía estando un poco vaga en ese entonces. Estaba abierta y aun llena, con más que suficiente agua en ella para lograr lo que necesitaba hacer. La vertí sobre mi cabeza, y en un movimiento que la impacto totalmente, vine a ser su gemela. Mientras que todavía tenía la ventaja de tenerla sin guardia, enfoqué mis ojos azules sobre esos encantadores ojos rojo pardo, y hable con una emocion tan fuerte que no había sentido absolutamente en mucho tiempo, "Y ahora espero que usted entienda porqué dije lo que dije, señorita Shidou. Lo siento sobre eso."

En las horas siguietes, fuimos a cenar en ese pequeño lugar agradable a las afueras de Yaesu-ku que ella conocia. Por supuesto, tuve que explicar a Kasumi donde estaba, puesto que ella cuidaba a Akama en ese entonces; fue bastante difícil intentar convencerla (convencerme a mí) de que no era una cita. Lucy y yo fuimos a un restaurante italiano agradable; un pequeño lugar acogedor que se convirtió en un lugar regular para cenar para nosotros. Y por siguiente vez en mi vida, esa magia especial debe haber intervenido, porque le dije todo sobre mi vida, aunque no estaba seguro de que ella me creería, aun con la transformación. Le dije todo, a partir del primer día que había llegado a Nerima, de mi matrimonio con Akane, y de mi hijo.

Ella alternadamente me dijo sobre su vida y el mundo mágico conocido como Céfiro. Al principio, no sabía qué pensar, hasta que la vela en nuestra mesa surgio, y ella probo su verdad. Ella golpeó ligeramente la mecha una vez con su dedo, y la enfendio; era el aspecto más frívolo de su magia de fuego, ella lo admitió. Ella continuó deciendome sobre sus mejores amigas Anaís y Lulú, aunque podría decir que ella dejo a alguien fuera. Además, me dijo sobre su último novio, un espadachín de Céfiro con quien nunca podría estar, y hace mucho tiempo había conseguido olvidar. Ella suspiro mientras dijo eso, y podría decir que ella no estaba más angustida por eso.

A ese tono melancólico, mi corazón palpito por ella. Ésta era una mujer que me entendía. Ésta era una mujer que entendía cada pequeño detalle de mi vida como si fuera suya. Mientras nos despedimos en Meguro JR, intercambiamos nuestros números de teléfono.

Algo en mí era diferente de lo que había sido anteriormente en ese día. Esperaba verla otra vez. Deseaba verla otra vez. Había algo sobre ella que me llamaba, deciendo que ella era lo que estaba esperando.

Mientras me dirigi a casa esa noche, estaba sonriendo, tan feliz que llame la atención de Nabiki. Ella me interrogo por una media hora sobre eso, pero le prometí que le diría más adelante... y que planeara esa reunión con Kuno después. Y mientras dormí esa noche, mis sueños no fueron la pesadilla de perder a Akane, sino de una mujer pelirroja con una sonrisa deslumbrante, que había conocido hace algunas horas antes.

Al día siguiente, la llamé, y acordamos una cita, y mientras colgué, oí a Nabiki, espiandome desde la esquina. Mis miedos iniciales eran que ella reaccionaría como si traicionara todo que he querido, pero ella simplemente me abrazó y dijo, "Ya era hora, Ranma. Estoy feliz por tí."

Esa cita fue maravillosa, como un sueño. Y así como la siguiente. Y la siguiente. Y todas las que tuvimos, a partir del día que ella me dijo que me amaba, ese día ella vino a ser Lucy Saotome. ~ * ~

En los cuatro años desde que nos conocimos, mi vida ha sida una absoluto paraiso. Ella me curo de un modo que nunca habría sabído que tenía un dolor, de un modo que nunca supe que dolía en mi alma. Aun amo a Akane, pero mi corazón esta más que abierto a mi cariñosa esposa; Akane entendería... después del obligatorio golpe con el mazo, por supuesto. Aunque Lucy ha sido una madre maravillosa para Akama, espero decirle sobre Akane cuando él sea mayor, y sobre cuánto ella lo amó. Y dondequiera que este Akane, espero que ella sea feliz al saber que todavía la amo, y aun viviendo mi vida con alguien a quien amo.

Estoy emocionado de que Lucy ha podido ajustarse a mi familia. Sé que ella no tiene simpatia por Papá, y no la culpo; Yo apenas lo respeto. Pero incluso si él no me educó correctamente, él aun me educó, y supongo que me preocupo por él. Por otra parte, ella adora absolutamente a Mamá, y le dice a menudo que no hay nada que no haría por ella. Ella también apresia a Nabiki (ella se casó con Kuno justo antes de que yo me casara con Lucy), Kasumi, y Tofu. Ella no parece creerme aun cuando le digo sobre las actitudes pasadas de Nabiki, y considerando el giro de 180 grados que habían hecho mi hermana en su personalidad, yo tampoco lo creeria.

En cuanto a mis mejores amigos, ella piensa que Ryoga es bueno (Ella no ha descubierto sobre P-chan aun), y a conseguido llevarse muy bien con Akari. En cuanto a Ukyo, tomó algo de tiempo para que ellas dos consiguieran estar cómodas la una con la otra. Ukyo, aunque ella sabe que nunca podre amarla más que como mi mejor amiga, aun se siente sobreprotectora y ciertamente algo posesiva hacia mí. Fue entonces que descubrí lo resistente que Lucy podría ser: en las pocas peleas iniciales que ella tuvo con Ukyo, mostró más habilidad de pelear de la que había visto en mucho tiempo. También, tan gran poder como eran esas rafagas de fuego, algo me dijo que ella contenia aproposito su poder de fuego. En cualquier caso, ella ganó eventual el respecto y la amistad de Ukyo, y ahora ellas son muy cercanas.

Cuando conoci a su familia, pienso que sus hermanos Saturno, Cameo, y Masiel son grandiosos, y me siento justo como uno de ellos ocasionalmente. He estado enseñando a ellos (Y a Lucy, antes de que ella se embarazara) el Estilo de Combate Libre, y ellos lo han aprendido bastante rapido. Además, ahora que tengo una mejor relación con Tatewaki, él se nos une en el entrenamiento, y él y Saturno se han hecho los mejores amigos. Alternadamente ellos me están enseñando kendo... o eso piensan. En verdad (aunque pienso que Lucy lo sabe), he aprendido todo lo que debo aprender de ellos, he aprendido algo de desarmar espadachines de Papá, y Mamá me enseñó su arte de la espada, pero me sentiría mal si lo revelo enseguida. Entonces, hay estan mi -- nuestros -- hijos. Akama se parece tanto su madre, con su pelo negro corto y sus ojos marrones claros que reflejan tanto a Akane; es a través de él que ella todavía está aquí para mí. Entonces estan Hikama y Hotaru. Hikama se parece a mi forma femenina, o a Lucy. Su pelo rojo y ojos azules son tan diferentes, y pienso que él seguirá los pasos de su madre. Lucy deseó originalmente llamar a nuestra hija como Akane, pero pensé que el pasado es el pasado, y ya di ese honor a Akama. Hotaru se parece a mí de cada forma, aspecto y razgo, y sé que ella será un manojo de nervios para nosotros como yo lo fui para mis padres.

Tome un momento para detener mi entrenamiento con Akama, me desvie a mi esposa y la abraze suavemente, susurrando,

"Son tan hermosos como tú, amor." Ella se mueve levemente, como si la sacudiera fuera de algun recuerdo o sueño despierto; Espero que fuera agradable. Mientras que ella se da vuelta para mirarme, Akama la abraza. Lucy ha sido la mejor madre que ella podría ser para él, y pienso que Akane lo aprobaría. Mientras que él la deja ir, ella da vuelta a mí y susurra una palabra silenciosa de amor, una que enciende absolutamente mi corazón.

Antes de que tuviera una oportunidad de responder, el teléfono sono. Mala sincronia, aunque, quiero devolverle su gesto de amor, y pasar algunos segundos con toda la familia. "Yo contestare" dije, dando vuelta hacia la puerta. "Probablemente es Ukyo que desea saber si aun vamos a ir a cenar esta noche." Al mencionar su nombre, Akama salta arriba y abajo de alegría sobre cómo él ama a su tía Ukyo. Le he dicho a Ucchan que ella lo esta hechando a perder, pero entonces otra vez, sin perspectivas en camino -- y yo nunca quise eso para ella -- mis niños son la cosa más cercana que ella tiene a hijos propios. Mientras que entro, oigo ruidos alegres de Akama intentando jugar sumo con Hikari. Errando en la sala, noto que la base esta vacía -- Lucy dejo el teléfono en la recamara otra vez. Llego, y tomo el audicular. "Residencia Saotome."

//¡Ranchan!// Obviamente, es Ucchan. //Solo queria cerciorarme de que vendras esta noche, dulzura. Estoy trabajando en una nueva receta y quisiera que tú y Akama la probaran.//

"Seguro, Ucchan" Dije. Yo simpre estoy listo para sus nuevas recetas, y espero que Lucy nunca note (lo ignora, o ella no les hace caso, tengo que darle crédito) los mensajes de 'CON AMOR PARA RANCHAN' que Ucchan aun escribe sobre todos mis okonomiyakis. "¿Ha las seis esta bien para tí?".

//Ha las seis esta bien. Oh, y dile a Lucy que traiga apetito esta vez, ¿De acuerdo? Ella come tanto como un pájaro.//

No puedo evitarlo pero me rio entre dientes a eso. "Lo hare, Ucchan. Nos vemos." Cuelgo el audicular, y doy vuelta para salir del cuarto, cuando una luz llama mi atención. La luz viene del tocador, y particularmente, del cajón de Lucy. Preguntándome qué podría hacer ese resplandor, abro el cajón, viendo que es y agradeciendo que Happosai desapareció hace años, antes de Akane y yo tuvieramos a Akama.

En un bolso de seda atrás, encuentro el objeto. Es un guante blanco, con una incrustación de oro en la parte superior, enmarcando un rubí rojo ardiente. Lucy me lo mostró una vez, y a medida que el rubí continúa brillando, mi estómago da vueltas. Hay solamente una cosa que podría significar, pero espero estar equivocado. Céfiro. Ese lugar mágico donde ella estuvo; ese lugar en donde ella dijo millónes de veces que nunca deseaba volver. Incluso ahora, siempre que ella hablaba de el, puedo ver dolor en sus ojos. No puedo dejar que suceda. No la dejaré regresar. La amo demasiado, y no dejaré que cualquier cosa la lastime. Ya perdido a quien amé a la locura que rodea mi vida. No dejaré que el caos que ha sido la suya la consuma. No obstante, puedo estar equivocado; para lo que se, podría ser 'Esta es una Prueba de Emergencia del Sistema de Trasmisión'. Lo mejor es que le pregunte. Sin embargo, mientras recorro la recamara, llevando el objeto detrás de mi espalda, Lucy toma exactamente ese momento para entrar en la casa. Ante la mirada en su rostro, no puedo ocultar mi shock.

"¿Quién era al teléfono?" Ella pregunto, con preocupación en su voz.

"Solo... solo Ukyo" Conteste, sonando un poco tembloroso. haciendo el clasico movimiento Saotome. Panico a Tu Esposa, ¿Porqué no? "Ella preguntó cuándo llegariamos, y le dije que aproximadamente a las seis." Ella miro justo atrás de mí, notando que yo tenia algo detrás de mi espalda. Tanto para la ruta casual.

Como siempre, nunca me parezco ser capaz de poder ocultar cualquier cosa a ella. "Ranma, ¿Ocurre algo malo? No lo niegue. Sé que algo esta mal." Atrapado como una rata, muestro el guante blanco.

Mis peores temores se hacen realidad mientras que la mirada en su rostro va de preocupación a horror en un latido de corazón.

Ellos la están llamando de regreso a Céfiro, quienquiera que sean. Pero no les sera tan fácil esta vez.

Ellos tendran que pasar a través de mí, primero.