Un Dúo de Trenzas
El Preludio de Ella: Donde Estoy Hoy

Por Libby Thomas
Traduccido por Hukarovi Yanoki

Guerreras Magicas y Ranma ½ pertenecen a sus respectivos propietarios. No son míos. Si lo fueran, no tendría que decirlo.

~ * ~

Nunca pensé que me sucedería otra vez.

Me refiero al amor. Realmente nunca pensé que las cosas serían de la manera que son, pero, de algun modo tiene sentido. La magia atrae a la magia, y aquí estoy, de casi 26 años, casada y con nuestros gemelos recién nacidos en mis brazos, viendolo entrenar a su hijo, mi hijastro.

Es un hermoso día aquí en el dojo Saotome-Tendo, y acabamos de regresar de la clínica Ono, donde el Dr. Tofu dio a Hikama y Hotaru de alta. Mi más viejo amigo y mascota, Hikari esta sentado a mí lado, mirando a los niños como si fueran suyos.

Amo a mi marido, y a mis hijos e hija. Pero, no puedo dejar de pensar, si el destino hubiera sido diferente, quizá esto no habría sucedido de esta manera. Quizá estaría de regreso en Céfiro, con Latis. Quizá mi marido estaría con su primera esposa. Sin embargo, las cosas no siempre resultan de esa manera, ¿Oh sí?. Parece que no han resultado así desde el día que me fueron dichas esas terribles palabras, palabras dichas por alguien que yo pensaba que era mi mejor amiga:

~ * ~

"Estoy esperando a su hijo, Lucy" ella dijo. "Lo siento. No quise que sucediera."

Miré fijamente a Marina en shock. Aquí estaba ella, un mes después de volver de Céfiro después de una visita ocasional -- que duró cerca de tres meses en tiempo de Céfiro. Habían sido cuatro años desde la batalla final en Céfiro, y las tres habíamos vuelto a Céfiro para una ocasión especial. Quería ver a Latis otra vez, y Marina deseaba ver a Ascot, pero lo más importante, teníamos que despedirnos de Anaís, quien se quedaria para casarse con Paris, y ser su reina. Al principio, había pensado que iba a ser el final de la tensión romántica entre Marina y Ascot, ya que siempre se acercaban, pero nada más. Había esperado lo mejor, que eso podría ir más allá y comenzar una verdadera relación. Hubo una conclusión, después de todo -- y no lo supe hasta que fue demasiado tarde.

Sucedió la noche de la recepción de la boda. Allí estaban, en todo su esplendor, el rey Paris y la reina Anaís, la pareja más feliz que haya visto jamas. Me senté allí, esperando que Latis me haría igual de feliz algún día. Cuando lo mire, pense, que él parecía como si ya hubiera bebido un poco de más. No debi haberme sorprendido de eso. Él y Rafaga estaban ahí, divididos entre mantener una imagen digna como nobles de Céfiro y divertirse como los soldados lo harian (En este caso, teniendo una competencia de beber entre ellos, Geo, Zazu, y Ascot). En la otra esquina, de nuevo, sin sorprenderme, Marina, Presea y Caldina hacían exactamente lo mismo.

Todos sabían que yo no bebía, así que nunca me invitaron a los encuentros, tal como ellos era. Tristemente, pense, todos me dejaron sola en la fiesta. Supongo que ellos pensaron que era inaccesible, aun con mi manera de ser. Quiero decir, yo era Lucy Shidou, La lider de la Guerreras Magicas, y si eso no fuera suficiente, era el pilar del planeta, sin importar si o no había eliminado ese sistema. A sus ojos, seguía siendo la Diosa/Reina/Entidad, ¿Y quién se sienta ocasionalmente y comienza a hablar con un ser supremo?.

Decidí tomar una caminata antes de que alguien notara mi malestar, y no quería arruinar el gran momento de Anaís y Paris. Salí al pasillo principal, tomando tiempo solo para utilizar mi guante para cambiar el kimono formal que vesti en la cena por un par de pantalones y una camisa. Terminé recorriendo los jardines por algunas horas, gozando de la paz de que Céfiro había gozado por tanto tiempo, empapandome en la tranquilidad que existia entre la gente (Literalmente empapandome en ello, como si impregnara mi piel; siendo el ultimo pilar, seguía siendo una con el planeta de la misma forma que lo había sido la princesa Esmeralda).

A mi regreso al palacio, decidí tomar el camino largo a mi habitación. Al lado de la habitación de Marina, vi a Latis cargando a Marina, que claramente habia bebido demasiado. Él parecia un caballero, y la llevaba a las habitaciones de la Guerrera Magica del Agua. En ese momento, debi haberlo sabido mejor. Vi que él estaba un poco ebrio también, y yo confiaba en ambos. Nunca sume dos y dos; era tan confiada e ingenua en ese entonces, demasiado segura del amor de Latis por mí y mi amistad con Marina.

Nunca se me ocurrio hasta ese momento, tres meses más adelante, cuando miré fijamente a Marina mientras que ella me dijo lo que ellos había hecho. Ninguno habia querido lastimarme, ella dijo, que lo que había sucedido esa noche nunca debio haber ocurrido. Ella me dijo que estaba comprometida por su honor a volver a Céfiro y casarse con Latis, o buscar su aprobación para un aborto aquí en Tokyo.

Nunca oí el resto. Me di la vuelta y corri, las lagrimas caían por mis mejillas, nunca oí su llanto al decirme que me detuviera, que volviera, que la perdonara. Nunca lo hice, ese día.

Nunca lo hice, en los ocho años desde entonces.

~ * ~

Nunca pensé que encontraría el amor, alguna otra vez. Nunca lo busque. Nunca dije a mis hermanos porqué nunca tuve una cita, ni porqué nunca le hablé a Marina otra vez (Ellos sabía que Anaís se había mudado a otro país, pero nada más). Y mientras mis hermanos mayores se casaron, me encontraba a mi misma cada vez más y más lastimada, pero poco dispuesta a perdonar a Marina o volver a Céfiro. A mí fin, nunca fui convocada, y aunque extrañaba a Anaís, no volvería a Céfiro si podía evitarlo. Pequeño, lo admito, pero era la primera vez que me traicionaron, y no sabía como manejarlo.

Nunca sabré qué me llamó a la Torre de Tokyo ese día, pero le agradesco a Dios por eso. Nostalgia, o quizá un sentido de deseo --ciertamente no había necesidad de la Guerrera Magica de Fuego-- pero sin embargo, estaba ahí. Acababa de ver a Shinagawa-ku atravez de uno de los binoculares de monedas (Desde ese primer día, me cercioré de siempre tener suficientes monedas de 100 yens cuando voy allí), cuando lo vi a él. Él cautivo mi mente de una manera que ningún otro hombre lo habia hecho, y no fue solo debido a su arrebatador rostro. Era la mirada triste en su rostro que tomo de alguna manera mi atención, como si hubiera algo que yo pudiera hacer por él. Él parecía tan vacío, como si estubiera emocionalmente muerto. Él se sento ahí, en una de las bancas con una mujer muy hermosa, y por una razón desconocida, me sentía celosa. Volviendo a mirar, no tuvo ningún sentido, pero era como si una parte de mí supiera lo que algún día él significaría para mí.

~ * ~

La mujer parecia como si ella estuviera al final de su tolerancia, pero ella se fue, y la oí decirle algo a él mientras caminaba hacia la máquina de sodas próxima, en busca de una lata helada de té de melocotón: "Por favor animate, Ranma. No le estás haciendo ningún bien a nadie. Se que son casi dos años desde que ella murió. Déjala ir. No tiene idea de lo difícil que es para mí decir esto, y lo que significa saber que tú todavía la amas, pero déjala ir antes de que te destruyas a tí mismo. Por favor."

"Yo... no puedo, Nabiki" él le dijo a ella, y su voz pareciera envolver mi alma. "Solo no puedo."

"Tengo que ir a trabajar ahora, Ranma. Hablaré contigo esta noche." él asintio solemnemente y la miro desesperadamente mientras que ella se alejo.

Ranma. El nombre significa caballo salvaje, pero no vi nada salvaje en él, excepto quizá su forma de vestir: Algo que parecía de estilo chino. Sin embargo, vi a alguien que estaba vacío y lastimado, que existia en lugar de vivir, algo en sus ojos azules claros que hablaba de un dolor más profundo que cualquier cosa que él jamas experimento. Alguien justo como yo. Antes de que supiera qué paso, me encontre a su lado, preguntandole, "Disculpeme, pero ¿Esta ocupado este asiento?" Él me miro, y no dijo nada.

Entonces él me miro otra vez. Con asombro. Y mientras yo lo mire a él, noté algo también: él se veia exactamente como yo. No exactamente, pienso; Yo soy mujer, y estaba segura (hace mucho tiempo lo comprobe, gracias) que él era un hombre. No deseaba estar allí todo el dia pareciendo una tonta, y dije, "No pude evitar pensar que usted parece tan triste, así que pensé que los desafortunados en el amor se deben acompañar. A propósito, mi nombre es Lucy Shidou. ¿Cuál es el suyo?".

"Ranma. Ranma Saotome" él dijo, aun mirandome con absoluto asombro. "Estoy seguro que me oire como un loco cuando diga esto, pero ¿Eres real?".

Con un *Hmph*, aunque más desconcertada que insultada por sus palabras. Debi haberlo estado, pero había demasiada incredulidad en su tono como para hacerme pensar que estaba siendo insultada. Al menos... "Bien, si usted siente que soy esa clase de mujer, señor Saotome, entonces debo haber estado equivocada al venir aquí y hablar con alguien que parecia estar en tanto dolor como usted parecia estar. Mis disculpas. Buenos días." Me levanté para irme.

Su mano afianzo mi muñeca, desesperadamente, como si fuera una cuerda de salvación. Pero mientras esa mano me sujetaba, oí el sonido de una voz que atravéso mi alma, diciendo, "Por favor. Déjeme explicarle."

Me volvi hacia él, y dije, "De acuerdo" sin tratar de llamar su atención, intentando no dejarle saber que había algo en mí que deseaba quedarse, simplemente porque él quería que lo hiciera (Aunque él no lo había dicho tan concretamente).

Innecesario decirlo, me sorprendi por lo que vi después. Quiero decir, no había visto transformistas antes, nada, y me refiero a nada como esto. Él tomo mi lata de té (Abierta, pero sin tocar) y con un movimiento, la vertió sobre su cabeza.

Allí, donde había estado Ranma, había una mujer, que a excepción de la ropa china levemente mojada y de sus ojos azules claro, se veía como si ella pudiera pasar con éxito como mi hermana gemela. Y mientras esos ojos azules se cruzaron con mis propios ojos rojos pardo, la oí decir, "Y ahora espero que usted entienda porqué dije lo que dije, señorita Shidou. Lo siento sobre eso."

En las horas que siguieron, fuimos a cenar en un pequeño lugar agradable en las afueras de Yaesu-ku del que yo sabía. Algo magico (incluso para nosotros dos) debe haber sucedido ese día, porque le dije todo sobre mí, y aunque pense que él no iba a creerme, pero él lo hizo. Entonces escuché su vida --no menos fantástica que la mía-- y yo le creí, puesto que él se había transformado justo frente a mí. Durante ese tiempo, él me dijo que se había casado con una mujer maravillosa llamada Akane, y que tuvo un hijo con ella. Algo en mi corazón se rompió mientras él me dijo que ella había muerto hace dos años este mismo día y que él todavía se recuperaba del vacío que había dejado en su alma.

Esa noche, en el centro de la estación de Meguro JR, mientras intercambiabamos nuestros números de teléfono, espere poder verlo otra vez. Deseaba verlo otra vez.

Deseaba saber si estaba enamorada.

Al día siguiente, él llamó, y acordamos una cita. Esa cita fue maravillosa, como un sueño. Así como la siguiente. Y la siguiente. Y cada una que tuvimos, a partir del día en el que él me dijo que me amaba, ese día vine a ser Lucy Saotome.

~ * ~

En los cuatro años desde que nos conocimos, he ajustado mi vida con Ranma y su transformación. Él me hace sentir aún más completa de lo que nunca pense que podría ser, y pienso que he hecho que él se sienta de la misma manera. Sé que él todavía ama a Akane, pero nunca desearía tomar eso de él. Espero que podamos algún día decirle a Akama sobre su verdadera madre. Dondequiera que Akane este, espero que ella entienda que tomaré el cuidado de su familia como si fuera la mía. La cual lo es.

Y en cuanto a la familia de Ranma --que ha sido algo a lo que ha sido difícil ajustarse también. No me agrada Genma, su padre, ni un poco-- veo a ese hombre peor de lo que Ranma lo hace, y solamente porque Ranma no puede odiar absolutamente a su propio padre por lo que le hizo. Su madre, Nodoka, es exactamente lo opuesto; no hay nada que no haría por ella. E Igual para sus hermanas, Nabiki (Quién vive con su esposo) y Kasumi (igualmente vive con su marido, el Dr. Tofu). Algo gracioso, es que mientras que Kasumi es eternalmente dulce y positiva (ella me recuerda a la hermana de Anaís, Lulú, alguien a quien considero una de mis mejores amigas), Ranma me dijo que Nabiki no había sido siempre tan dulce como ella es ahora, que ella era una comadreja astuta y manipuladora. Él tiene que estar bromeando, porque esa mujer querida y franca, yo simplemente no puede verla de otra manera. Además, sé que Akama piensa en Nabiki como una segunda madre (¿O sera una tercera?) por todas las cosas que ella a hecho con él antes de que yo entrara en sus vidas.

En cuanto a los otros en la vida de Ranma, hay estan sus mejores amigos, Ryoga y Ukyo. Ryoga (Él adora pelear con Ranma, y pienso que la esposa de Ryoga, Akari, es un encanto) y Ukyo (Le tomó mucho tiempo aceptarme, aunque ella sabía que nunca podría tener el amor de Ranma) son absolutamente grandiosos. Ryoga y Ranma están siempre haciendo algo (Entrenando, sobre todo) cuando él está en la ciudad, y Akari y yo compartimos muchos de los mismos gustos. Tengo que admitirlo, Akari nunca me a explicado su necesidad de traer siempre a su mascota un cerdito negro, aunque pienso que es lindo.

En cuanto a mi familia, él adora a mis hermanos Saturno, Cameo, y Masiel, y ellos lo tratan como uno de ellos. Le han estado enseñando kendo, lo cual practica a veces conmigo o con el esposo de Nabiki, Tatewaki; él alternadamente ha estado enseñandolos (y a mí) en el curioso estilo de karate conocido como "Combate Libre". Ahora que ya no estoy embarazada, espero poder reasumir mi entrenamiento una vez que tenga la oportunidad. También, sospecho que mientras que Ranma goza el aprender kendo de mis hermanos, él ya aprendio todo de ellos y lo está haciendo simplemente por compañerismo.

Sobretodo, hay estan los gemelos, Hikama y Hotaru. Hikama parece una versión masculina de mí o una variante de la forma femenina de Ranma; su pelo rojo y ojos azules son impresionantes, y tan pacíficos. Deseaba llamar a Hotaru como Akane, pero él ya había hecho eso con Akama, y él deseaba seguir adelante. Hotaru heredo el pelo negro de su padre y mis ojos rojo pardo, y ciertamente sus hábitos al dormir (Hikama y Akama son de sueño más ligeros, como yo).

Me sacudi fuera de mis pensamientos mientras Ranma se acerco hasta mí, deciendo, "Son tan hermosos como tú, amor." Me doy vuelta para responder, solamente para encontrarme a mí misma abrazada por Akama que me dice cuánto él ama a su madre; mientras él dice eso, solamente puedo esperar que Akane entienda. Mientras que él me deja ir, miro los ojos de Ranma, articulando palabras silenciosas de amor por él.

Antes de que él pueda contestar, el teléfono suena. "Yo contestare" él dijo, "Probablemente es Ukyo que desea saber si aun vamos a ir a cenar esta noche." Al mencionar su nombre, Akama salta arriba y abajo de alegria sobre cómo él ama a su tía Ukyo. Personalmente, pienso que Ukyo lo esta echando a perder, pero sin niños propios, no puedo culparla. Ranma entonces entra, mientras que Akama decide luchar durante algún tiempo con Hikari.

Un segundo después, el olor me golpea; es hora de cambiar pañales. Me levanto del tapete de tatami, y le pido a Akama que levante los cojines y limpie el dojo un poco. Él asiente, y se dirige a conseguir la escoba, aunque estoy seguro que en algunos minutos él hará alguna cierta clase de entrenamiento de artes marcial en lugar de lo otro. Él es tan parecido a su padre (Y según me han dicho, a Akane también), pero aun así, él es un chico bien portado.

Mientras entro a la casa, Ranma sale de nuestro dormitorio, con una mirada preocupada en su rostro.

"¿Quién era al teléfono?" Pregunte, preocupada por la mirada en su rostro.

"Solo... solo Ukyo" él dijo con un hilo de voz "Ella preguntó cuándo llegariamos, y le dije que aproximadamente a las seis." Él tiene algo detrás el su espalda, como si tratara de intentar ocultar algo.

"Ranma" yo dije, "¿Ocurre algo malo? No lo niegue. Sé que algo esta mal." Él sostiene el objeto que tenía detrás de su espalda, y un segundo después, la mirada en su rostro es correspondida con la mía.

Es mi guante blanco. El guante que me hace la Guerrera Magica del fuego.

La gema roja de escudo está brillando intensamente.

Me están convocando para que regrese a Céfiro.

NOTAS DEL AUTOR:
Esto vino de un proyecto anterior que encontré que no podía continuar. Como Onna (De Eternal Lost Lurker), el proyecto en el que trabajaba simplemente no me satisfacio más, aunque los elementos básicos si lo hicieron. A diferencia de Lurker, esto era la base de un crossover anterior de Ranma-Rayearth, también basada en parte en la serie Tales of Shampoo de Rob Barba. Decidí descontinuar Tales of Shampoo vs Guerreras Magicas porque había cosas que yo queria hacer con ella que habría afectado seriamente su continuidad. Esos elementos al azar terminaron aquí (Junto con otros elementos de "Canon" ToS vs Rayearth. Asimismo, esos elementos de Canon serán absorbidos por ToS).

Espero que hayas disfrutado este pequeño trabajo.