¿Quieres ser mi prometido?

(Una Ranma 1/2 Alt Historia)

Autor: Lord Kal-el
Fic original: Ammadeu
Formato HTML de Hukarovi Yanoki


En una ciudad dentro de las murallas de Nerima, Ranma despertaba para saludar la salida del sol. Esto no era por elección; él tenía que tener su lucha matutina con su padre, comer su desayuno, y alistarse para la escuela todo a tiempo para coger un autobús temprano. Furinkan era lo suficientemente lejos que caminar de seguro lo retrasaría. Tardanza podía significar ser transferido a una escuela que serían aun más lejos.

Ranma aun se sentía un poco cansado, una seña segura de que su viejo iba a vencerle en el entrenamiento de hoy. Privadamente, el creía que el había sobrepasado a su padre hace unos pocos meses, pero eso no significaba que su padre no tenía nada de pelea en el. El anciano tenía fuerza y aguante de sobra, además de ser tan astuto como vienen. Incluso cuando Ranma estaba en gran forma, ganar contra su padre no venia fácilmente, pero el chico de la trenza no lo preferiría de otra forma.

Capitulo 2: Dos Amistades

Al mismo tiempo, y en un lugar mucho mas cerca a la escuela Furinkan, Kasumi Tendo también surgía a saludar la salida del sol, como ella había estado haciendo por casi un decenio ahora, para empezar a preparar el desayuno antes de que los otros miembros de su familia despertaran. Si alguien la hubiera observado todo este tiempo, habrían notado una claridad en sus pasos y una sonrisa ligeramente más ancha en sus labios esta mañana particular. No una vista rara últimamente, pero una no escuchada hace un año.

Había una razón simple para esto: Kasumi era feliz. Eso no decía que ella no disfrutara cocinar, limpiar, o mantener la casa en orden. Mientras ella era agradecida infrecuentemente por sus esfuerzos, ella sabia que era apreciada. Sin embargo, esto no significaba mucho para ella; era en los actos mismos que ella había encontrado contento. Si, por mucho tiempo Kasumi había estado contenta con su vida como era, pero algo, o más bien alguien, le había dado un vistazo a la posibilidad de felicidad verdadera.

Mientras se levantaba de su cama, ella imaginaba que su habitación le pertenecía no solo a ella, pero también a otro. Tras tomar su baño, ella fantaseaba que no lo estaba preparando para su padre, pero para alguien más especial para ella. Mientras ella pasaba las habitaciones de sus hermanas, ella imaginaba que ahora pertenecían a niños mucho mas jóvenes, todavía metido en sus camas, esperando el olor del desayuno de su madre que los despertara. Ella empezaba a sonrojarse en este particular pensamiento.

Cuando Kasumi salió al dojo, ella podía sentir su pulso acelerarse mientras estos sueños diurnos se hacían mas fuertes. Ella abriría la puerta y se inclinaría contra su marco, mirando a su marido moverse a través de un intrincado kata que ella podía apenas seguir, su cabello moviéndose libremente y su pecho brillando con sudor. El pretendería no haberla oído, pero mientras la sonrisa de él crecía en sus labios ella sabia que esta era una actuación especial para un auditorio de uno. Que el estaba realizando para ella y solo ella.

Kasumi quizás le pasaría una toalla al final de su práctica, diciéndole que el baño estaba ya caliente. El la sujetaría cerca, dándole un beso rápido en los labios, y se apresuraría al furo. Ella permanecería en el dojo por unos pocos minutos mas, poniéndolo en orden para las clases del día de su marido. Asegurándose que todo estuviera perfecto para el, su vida y amor.

Entonces ella se movería en a la cocina, preparando el desayuno mientras uno por uno sus niños bajaban, eventualmente seguidos por su padre. Ella presentaría la comida a esas sonrientes caras, ansiosos por mostrar su hambre por la maravillosa comida de su madre. Y Kasumi sonreiría mientras su marido se acercaba a ella, y susurrara, "Kasumi-chan" en su oído. Ella sonreiría y susurraría de vuelta, "Ranma."

Los sonidos de otras personas bajando sacaron a Kasumi de su sueño diurno, pero la sonrisa permanecía en sus labios mientras terminaba de preparar el desayuno.

* * *

Akane bostezo mientras se sacaba el sueño de sus ojos y apagaba su despertador con un golpe con la palma abierta, automáticamente conteniendo el golpe para no dañar el delicado (a su ver al menos) aparato. Ella paso por demasiados relojes despertadores para aprender que no era siempre una buena idea golpear con toda su fuerza. Habían sido las quejas de su padre sobre arruinarlo por relojes despertador destrozados que la habían finalmente convencido a ser más bondadosa con pedazos de relojería.

Por unos pocos momentos ella meramente se sentaba en su cama, dispuesta a tolerar ser capaz de ir a la escuela cuando ella sabia lo que le esperaba ahí. Aun así por alguna razón ella no lo encontraba tan duro esa mañana en particular, como había sido toda la semana anterior. Ella paso otro momento preguntándose sobre ello, sin sacar algunas conclusiones reales, decidió que era tonto, y entonces salto fuera de cama.

Akane, por su naturaleza, era normalmente más madrugadora. Como un niño ella había saltado de su cama y corrió por las escaleras para el desayuno, normalmente desayunaba antes de que este sea terminado de cocinar. Eso había cambiado hace algunos años cuando ella había empezado a trotar. Ahora ella no tenía que esperar más impacientemente a que el alimento este listo.

Había sido mas duro hacerlo este año, sin embargo. Los chicos la habían notado antes, pero nunca realmente la habían molestado. Ella solo los ignoraba. Kuno, sin embargo, probaba ser todo pero imposible de ignorar, y debido a su pequeño discurso era una batalla solo llegar a la escuela cada día. No había sido tan malo al principio - dado que su padre no entrenaba más con ella necesitaba el ejercicio -- pero ella se había cansado de todo eso. Hacía ir a la escuela una carga para ella, y una que ella miraba hacer menos y menos.

Con un suspiro, ella rápidamente se cambiada a su equipo de correr, bajo por las escaleras, y salió por la puerta.

Nabiki, distinta al resto de su familia, no era por naturaleza de despertarse temprano. Le tomaba un definido esfuerzo alistarse para el día, pero un esfuerzo que ella había estado haciendo por tanto tiempo que era casi un reflejo. No ese día. En lugar de eso, ella bostezaba y tropezaba, todavía sintiéndose medio-dormida. Ella trato de convencerse de que se había quedado despierta toda la noche pensando sobre el e-mail que había recibido lo que lo había hecho, pero ella sabia que era el contenidos de ese mensaje lo que había hacho el truco.

Fue en un recreo escolar hace un año, ella había estado haciendo sus rondas normales, ganando su yen del día. Ese día, sin embargo, ella encontró que ella era seguida por una niña pequeña con pelo castaño largo. Por lo que ella podía decir, la chica la había estado viendo intensamente por más de una hora.

Finalmente habiendo tenido suficiente, Nabiki fue directo hasta la chica. Pero antes que pudiera decir algo, la chica preguntó, "¿Que has estado haciendo?"

"¿Qué quieres decir?"

"Yo he estado observándote recoger dinero de la gente. ¿Por qué estas haciendo eso?"

"Porque ellos me deben dinero."

"¿Pero por que todos ellos te deben dinero?"

"¿Por qué estas preguntando eso?"

La chica se encogió de hombros. "Solo curiosidad, creo."

"Bueno, la última persona había hecho una apuesta conmigo y perdió. El de antes había tenido un préstamo conmigo y yo estaba solo recogiendo su pago. Yo tenia algunas fotos para vender a Kuno, él es el chico que vive en la mansión."

"¿Entonces es como si tu manejara un negocio?"

Nabiki asentía. No era exactamente legal o cien por ciento honorable, pero dado que ella no tenía permitido tener un trabajo de medio tiempo, era la única forma en que una chica escolar podía hacer dinero. Nabiki quería tener dinero, y mientras su familia no era pobre, no había mucha financia para las cosas extras que había querido. Eso era por lo que ella había empezado, al menos; ella había venido a disfrutar la emoción de un desafió, el pensamiento y habilidad que iba de sangrar cada yen que pudiera de su contrario. Su problema ahora era que ella había sido tan buena en ello que ya no era más un desafió. Ella podía tomar todo el dinero de alguien sin siquiera pensarlo. Todo su negocio se estaba volviendo más un quehacer que un placer. Ella estaba buscando una forma para volver a la vieja emoción otra vez, y quizás esto es lo que la puso en una inusual situación para lo siguiente que la chica dijo.

Entonces la chica preguntó, "¿Puedes enseñarme como hacer eso?"

Nabiki estaba un poco sorprendido por la petición de la chica, y le tomo convencimiento de parte de la chica para mostrar que era en serio, pero eventualmente la hermana Tendo cedió y tomó su primer estudiante oficial, Hitomi.

Hitomi vivía en la ciudad próxima y ocasionalmente tomaría el tren para estudiar con su nueva sensei. Al principio, Nabiki estaba guardando todas las ganancias que Hitomi hacía como costos de aprendizaje para ella. Mientras ella era una avara admitida, esa no era la razón por la que ella estaba tomando todas las ganancias. Ella honestamente creía que esto era un capricho en parte de Hitomi y quería ver solo cuan cometida su nueva estudiante era. Mientras el entrenamiento progreso, Nabiki reducía su corte hasta que era solo una porción pequeña de lo que su estudiante estaba tomando. De algún modo enseñar había reanimado la chica mercenaria dentro de ella, y empezó a trabajar en mejorar su propio negocio al punto donde ella estaba haciendo varias veces mas que lo que Hitomi había traído. La vieja emoción de ganar yen volvía, y debiéndolo todo a Hitomi, Nabiki se sintió un poco culpable por arrebatar las ganancias de su estudiante.

Por sugerencia de Nabiki, ellas se empezaban a comunicar más a menudo por e-mail. Ella había vendido su vieja Mac a un precio descuento a su nueva estudiante. Ella había planeado en obtener una nueva de todos modos, pero aun así era extraño para ella venderla a un precio que era mucho menor del que ella podía haber vendido a alguien más. Nabiki se dijo que este era un presente a su estudiante por hacerlo tan bien, pero dentro de ella se estaba preguntando si ella estaba empezando a ablandarse.

Nabiki prendió su computadora y alisto sus cosas listas para un baño mientras se encendía. Rápidamente entrando su contraseña, ella entro a su correo y saco el mensaje, leyéndolo por la que iba a ser centésima vez.

A: TheQueenOf@FurinkanHigh.ac.jp
De: HitomiS@HerbekeAcademy.ac.jp
Tema: Actividades

Sensei,

Acabo de empezar mi nuevo juku y mi propio negocio estoy expandiendo a mi nueva escuela, así que yo no seré capaz de ir y estudiar bajo usted tan a menudo más. Usted me ha ayudado tanto, sensei, así que por favor permítame saber si hay algo que yo pueda hacer para ayudarle.

Hitomi

Nabiki lo pensó otra vez. Hitomi era justo como tener una hermana menor, incluso a Nabiki quien ya tenía una. Mejor realmente; Akane y ella no tenían realmente algunos intereses comunes así que no pasaban mucho tiempo juntas. Era agradable tener alguien que mirara por ti, te escuchaba, e intentaba seguir tus pasos. Nabiki disfrutaba tener a alguien que mirar, proteger, y guiar. Quizás era emergencia de un instinto maternal o solo vieja y clara soledad, pero ella lo disfrutaba, cualquiera sea la razón.

Había otro lado, sin embargo. Nabiki había enseñado a Hitomi de la importancia de un intercambio: que nada venia de nada, y que uno siempre se asegurara de obtener algo de un negocio. La chica había tomado esta lección de corazón, y decidió que ella necesitaba devolver a su sensei toda lo que ella le había enseñado. Nabiki discutió que las ganancias que Hitomi había ya dado eran más que suficiente, pero la chica era inflexible en 'pagar a su sensei por completo.' Y dado que ella no podía ayudar a mejorar el negocio de su sensei, Hitomi había decidido ayudar en otras áreas, mayormente en continuamente intentando convencer a Nabiki en tener intereses que no implicaban negocio en alguna forma. Lenta pero segura, la resistencia de Nabiki había bajado. Ella susurraba un poco, y empezaba a escribir.

A: HitomiS@HerbekeAcademy.ac.jp D
De: TheQueenOf@FurinkanHigh.ac.jp
Tema: Re:Actividades

>Usted ha me ayudado tanto, sensei, así que >por favor permítame saber si hay algo que >yo pueda hacer para ayudarle.

¿Que sugieres hacer entonces?

Nabiki

Nabiki encontrar que finalmente responder a ese mensaje y un agradable largo baño habían rejuvenecido su espíritu. Ella estaba lista para salir y ganar su bolsillo pequeño completo de yen. Pero primero, desayuno.

Ella bajaba para encontrar la comida ya puesta; miso, pescado, y arroz era todo con buen gusto arreglado junto al te caliente esperando ser vertido. Kasumi estaba actualmente arreglando su propio desayuno, sus ojos medio cerrados y una sonrisa en sus labios. Para Nabiki, lucía como si su hermana mayor estaba pensando en algo más que el alimento frente a ella y se preguntaba que podía ser. Ella se encogió de hombros; mientras tuviera a Kasumi alegre, ella estaba de acuerdo. Su gran cocina valía el precio de su felicidad.

Era una mañana silenciosa, con solo canciones de pájaros y el sonido débil de su padre en el dojo, haciendo sus katas matutinos. El no había enseñado a nadie desde que Akane era pequeña, pero él aun quería mantener sus habilidades bien para no tenerlas demasiado oxidadas.

"Buenos días, Nabiki," Kasumi dijo mientras su hermana se sentaba, y entonces servía a ambas algo de té. "¿Dormiste bien?"

La hermana Tendo tenía que sonreír para si misma. A pesar de la poca diferencia de edad entre ellas, Kasumi la miraba aun como si fuera todavía una niña. De algún modo, Nabiki lo no tomaba a mal.

"Yo dormí bien, ¿Qué hay de ti, hermana?"

"Oh si, yo dormí muy bien."

Nabiki pudo haber jurado que por un momento parecía como si su hermana mayor estaba actualmente sonrojándose, pero ella tenía que estar confundida. Kasumi no se sonrojaba. Ni siquiera la vez que un camarero la coqueteo en un restaurante. No que su hermana mayor se había dado cuenta que el tipo había estado intentando piropearla. Nabiki se estaba volviendo más y más convencida de que Kasumi vivía en un mundo propio, y estaba increíblemente envidiosa del lugar feliz que su hermana mayor habitada.

Nabiki decidió probar algo un poco atrevido. Ella no pensaba que era verdad, pero al menos obtendría alguna clase de reacción de Kasumi.

"Wow hermanita, ¿Tienes acaso un novio secreto o algo?"

Su hermana mayor casi se ahogaba en su té mientras sus mejillas se volvían al instante rosadas y sus ojos se ampliaban, una mirada de pánico que Nabiki nunca había visto en ella antes. Ella se estaba sintiendo una poco asustada. Ella solo estada bromeando, ella había supuesto que nunca sería verdad.

"¡Naturalmente que no, Nabiki! ¡¿Como puedes siquiera pensar tal cosa?!" Kasumi prácticamente grito en un tono que estaba apenas en control.

Esa era la clase de reacción que Nabiki supondría de Akane, no Kasumi, quien a menudo actuaba como si ella no entendiera completamente el mundo alrededor de ella. Nabiki no estaba segura de como leer esto. Si hubiera sido Akane, entonces ella sabría que tal negación fuerte significada que tenia que ser verdad. Kasumi nunca había actuado de esa forma antes, así que era difícil decir. Podía ser una tapadera, aunque podía ser también que Kasumi se sorprendió por la clase de pregunta que hizo. El primero era casi tan inconcebible para Kasumi que Nabiki inmediatamente favoreció al último.

Aunque era posible, Nabiki comprendió mientras pensaba más sobre ello. Kasumi iba de compras cada día y siempre tomaba su tiempo no importaba que fuera a obtener. Gente raramente iba con ella así que realmente sabia como ella pasaba ese tiempo. Ella pudo haber estado encontrándose con alguien, tan ridículo como la idea puede sonar.

Kasumi había estado actuando un poco diferente los pasados seis meses o más. Antes, ella parecía tener una clase de cosa de paz interior yendo, como si fuera una Buda en entrenamiento o algo. Ahora ella estaba o mas triste o mas feliz. Ella estaba normalmente lo último, sonriendo en lugar de solo reír, realmente riéndose en voz alta a veces, un sonido que Nabiki no había escuchado desde hace años. Kasumi incluso hizo una broma de la cocina de Akane. Nabiki, y todos los demás, habían estado demasiado aturdidos para reír.

Ella estaba también ocasionalmente melancólica. Si ella siempre estaba triste antes, ella nunca había mostrado alguna seña de ello. Akane y su padre era aun muy inconscientes, pero Nabiki lo notaba e intentaba ayudar a su hermana lo mejor que podía durante esos tiempos. A Nabiki nunca le gusto cuan inadecuado tales momentos la hacían sentir. Kasumi había hecho tanto por ella, pero ella estaba mal equipada por completo para retornar algo de esa bondad.

*Pero si ella tiene un novio, entonces ¿Por qué guarda el secreto? ¿Y por que negarlo tan fuertemente? Esto puede ser algo que vale la pena mirar.*

Retornando de su trotada, Akane tomaba un poco de aire y lo dejaba salir lentamente. Ella ya se sentía diez veces mejor que cuando se había despertado. Correr siempre la hacía sentir tan maravillosamente viva y en paz que era difícil para ella preocuparse de lo que sucedería en el patio escolar.

Segura de que Nabiki había acabado de bañarse para ahora, Akane reunió sus cosas de baño y se fue al furo. Como dijo, estaba vació. Ella como que extrañaba esas veces años atrás cuando las tres hermanas Tendo siempre se bañaban juntas. Aunque la joven Tendo no se estaba quejando, ella disfrutaba tener el baño para si sola, aunque si resentía no ser capaz para disfrutarlo tanto como hubiera querido. Solo lavarse no era suficiente después de sus ejercicios y llegar tarde no era una opción cuando esos chicos quizás estén esperando por ella en el patio escolar. Si ellos no la retrasaban, Kuno ciertamente. Esa era otra razón para ella para hacerlos morder el polvo.

Kasumi la llamaba para desayunar justo cuando ella estaba empezando a olvidarse de los chicos y relajarse.

"Enseguida bajo," Akane llamo, intentando ocultar la irritación de su voz. No era culpa de su hermana que ella no pueda disfrutar un baño, era todo culpa de esos chicos estúpidos por escuchar a ese idiota de Kuno.

Akane noto, mientras se sentaba a desayunar, que su hermana estaba sonriendo como siempre, sirviendo una comida que Akane sabia no podía esperar re-crear. Solo su padre se sentaba en la mesa. Nabiki había comido temprano así ella podía ir para la escuela y Kasumi había comida para ella como normalmente hacia. Soun estaba picando su desayuno mientras estudiaba el periodico y la hermana mayor de Akane estaba empezando sus quehaceres diarios. Su casa era tan normal y silenciosa que siempre Akane se iba algo mal preparada para el caos que la esperaba cuando saliera ella.

Akane escucho a Kasumi tararear una dulce canción mientras ella lavaba algunos platos, sus ojos medio-cerrados y una sonrisa jugando en las esquinas de su boca. Akane se preguntaba en que ella estaba pensando. En muchas formas su hermana mayor era un misterio para ella. Su padre era mucho como ella, y no solo en cuestión de artes marciales. El era la fuente de su temperamento, aunque el era mucho mas probable que el se desmoronara y llorara estos días. A Nabiki podía entender también, al menos hasta cierto punto. Ella sabia las razones por la que ella a veces hacia cosas, aunque Akane normalmente no pensaba que valieran algo. Ella nunca había tenido alguna necesidad por yen más allá de los que recibía para una asignación.

Akane no podía imaginar como Kasumi podía vivir la vida que tenía y ser tan feliz todo del tiempo. Ella habría estado increíblemente aburrida y frustrada si todo lo que hiciera fuera cocinar y limpiar todo el día. Ella se sentía culpable a veces que ellos hayan descargado todo ese trabajo en Kasumi e intentaba ayudar, aunque ella sabía que sus intentos en quehaceres a menudo creaban mas trabajo para su hermana que menos. Incluso tras limpiar los desastres de cocina de Akane, Kasumi todavía estaría sonriendo sin importar cuan desarreglado estuviera. Akane una vez hablo con Nabiki sobre ello, pero su hermana le había dicho que mientras Kasumi estuviera feliz con las cosas como estaban, entonces ellas no intentarían meterse en su camino. Akane de malo gana accedió.

* * *

Hitomi despertaba cuando la segunda alarma sonó y sintió una oleada de triunfo. Ella sabia que era una victoria muy pequeña, pero la disfrutaba sin embargo. Ella había trabajado duro para superar su inclinación natural para dormir, heredada de su perezoso padre. Nabiki le había enseñado la importancia de hacer contar cada hora del día. Cada minuto extra pasado durmiendo significaba 1 minuto menos haciendo lo que querías. Hitomi estaba ya convencida que no había suficientes minutos en el día para empezar. Ella pensaba que era irónico que su hermano Ranma, que amaba dormir, tuviera que levantarse incluso mas temprano que ella ahora así él no llegaría tarde para la escuela.

Ella enchufaba su computadora mientras empezaba a alistarse para el día. Nabiki no le había respondido a su último mensaje de anoche, lo que era extraño ya que se sensei era normalmente muy rápida sobre cosas como esa, viendo su e-mail diario. El mejor negocio a menudo iba con esos más vigilantes después de todo.

Hitomi sonreía cuando ella leyó la respuesta de Nabiki. Pronto la sonrisa crecía a una mueca completa que eructaba con risas. Sucedía que ella tenía la forma perfecta para que su sensei pasara su tiempo extra. Ella había tenido la idea por un rato ya, esperando por una oportunidad como esa para usarla.

Su plan era actualmente completamente simple. Ambos, Nabiki y su hermano no estaban viendo a alguien y ninguno de los dos había estado en una cita real antes. Ellos también eran la gente que Hitomi mas quería en el mundo, junto a sus padres. Si ellos se casaban, entonces la persona que ella había venido a considerar como su hermana mayor se volvería realmente su hermana. Ella no creía en amor a primera vista, pero haría su mejor esfuerzo para acelerar las cosas.

Hitomi rápidamente escribió su respuesta mientras un plan se empezaba a formar en su mente. Mañana era el aniversario del primero año de volverse estudiante de Nabiki. Ella había planeado llevar a su sensei a un caro restaurante en que ella había ya hecho una reserva. Desafortunadamente, su propio negocio, combinado con su juku y algunas actividades escolares, estaba manteniéndola demasiado ocupada. Ella había planeado dejar sus obligaciones y llevar a su sensei de todas maneras, pero seria mucho mejor si podía persuadir a su hermano para ir en su lugar. Ella disfrutaba la ironía que ella estaría usando las habilidades que Nabiki le había enseñado en uso para esta cita.

Mientras Hitomi iba para el baño, ella casi se tropezaba en algo que estaba sobresaliendo debajo de su cama. Ella saco el pequeño bastón de madera y lo veía confundida antes de finalmente recordar. Su madre había terminado de limpiar el ático, almacenando todo en cajas, algunas para el sótano, otras a la basura. Hitomi había sido curiosa sobre lo que su madre había encontrado y decidió dar una mirada.

Ella había visto muchas cosas extrañas, pero había sido el pequeño bastón que había realmente captado su atención. Estaba hecho de una madera que era de un oscuro rojo marrón y casi tan lisa como vidrio al toque, al menos esas porciones que no habían sido intrincadamente esculpidas. Eran todas de formas abstractas que, con sus gentiles fluyentes curvas, Hitomi recordó el agua. Ella decidió conservar el bastón para si dado que estaba yendo a la basura después de todo.

* * *

Ranma no estaba sorprendido realmente de ver a Akane luchando una multitud de chicos antes del inicio de la escuela. Si el grupo no se había rendido tras una semana de esto, era improbable que paren porque Ranma los había golpeado un poco más duro de lo que estaban acostumbrados ayer. Ranma decidió no interferir esta vez, aunque Akane probablemente le gritaría si la ayudaba. El tenia un presentimiento de que ella gritaría sin importar lo que el haga, así que pensó que sería mejor no llamar su atención.

Ranma camino por un lado de la pelea, que casi había terminado, en un esfuerzo para evitar problemas antes de que empiecen las clases. Akane probablemente intentaría pelear con el otra vez, si solo para probar que ella podía luchar sus propias batallas, y Kuno todavía insistiría que el no había sido vencido. De repente, el mencionado Kendoista obstruyo su camino.

"Así que yo te encuentro, desgraciado, agarrado de las sombras como un cobarde perro, en vana esperanza de evitar mis ojos vigilantes. Todo ha sido para nada bellaco, la justicia será servida. ¡Así dice el Trueno Azul de la escuela Furinkan!"

*Es mi imaginación,* Ranma pensó, *¿O sus discursos se ponen cada vez peores?* "¿Qué quieres esta vez, Kuno?"

"Que tu pongas a un lado tus trucos y luches honestamente, hombre a hombre. Solo de esa forma puedo yo probar mi superioridad contigo y ganar la mano de la hermosa Akane Tendo."

Ranma decidió que ahora no era el mejor momento para mencionar que Akane estaba un poco ocupada con su pelea para notarlo por el momento. No que ella le importaba en algo; Akane miraba a Kuno como si fuera alguna clase de insecto, mientras Ranma no pensaba que ella lo tuviera en mucha estimación. Ambos podían golpearse hasta la inconciencia y ella no daría un pestañeo.

"¿Que tiene que ver conmigo?" Ranma pregunto.

"Yo he jurado proteger a la feroz tigresa que es Akane Tendo de demonios tales como usted. Si usted desea poseerla, entonces usted debe desafiarla en honorable combate, no seducirla con su brujería. Jura que una vez que yo te derrote, tú no la molestaras mas."

Ranma no era consciente de que el estaba 'molestándola', de hecho parecía que era el único chico en la escuela que no lo hacía. "Así que si tú ganas esta pelea, ¿Yo tengo que dejarla sola?"

El Kendoista asentía.

"Así que. ¿Qué obtengo si gano?" Tras jugar shogi con su hermana, Ranma aprendió a asegurarse siempre de obtener algo si ganaba. Ella no jugaría a menos que ambos apostaran algo.

"Tú no lo harás."

"Pero supón que si, ¿No obtengo yo algo? Que tal este: Si yo gano, tú tienes que asegurarte que las peleas matutinas con Akane paren y asegurarte que nadie trate de pelear en la escuela mas, incluyéndote."

"¿Pero que mejor forma hay para probar mi amor por ella?" Kuno imploro a los cielos, su mano sujetada a su frente en un gesto de tragedia.

Ranma gimió. Este tipo solo no podía ser real. "Mira, todo lo que tienes que hacer es vencerme y no tendrás que preocuparte por ello."

Kuno pondero eso por unos pocos mas momentos en silencio, hasta finalmente decir, "Oh, muy bien. Tus oportunidades de derrotarme son tan diminutas que importan poco."

Ranma no sabia si este tipo era ciego, estúpido, o tenía un ego del tamaño de Osaka. El era probablemente los tres. Ranma apretó sus nudillos y se preparo a poner al Kendoista en el suelo.

Momentos después...

Kuno lucho mejor que antes, Ranma tenía que darle eso. Su bokken era una mancha mientras el buscaba lastimar al chico de la trenza. Ranma aun gano al final, pero Kuno había logrado darle unos pocos rasguños para recordarlo.

*Si el siempre luchara a este nivel,* Ranma pensaba, *El podría ser un interesante adversario.* El no tenia duda que Kuno lo desafiaría otra vez.

Ranma despertó al Kendoista tocándole en la cabeza con su propio bokken. "Hey, ¿Hay alguien ahí?"

"Eso dolió, sabes," fue la respuesta de Kuno.

"Bien, luchaste bien esta vez, pero tú aun perdiste. Ahora no te olvides de nuestra apuesta."

"¡Yo protesto! Tú debes haber usado tu magia en mi otra vez. Nadie puede derrotar al Trueno Azul, nadie!"

Ranma golpeo su cabeza para parar el chico de kendo de vociferar. "¿Desde cuando es golpear a alguien con puños y pies magia? Yo no use una brujería esta vez o ninguna vez que he luchado Si no me crees, pregunta a cualquiera que vio la pelea. Nosotros luchamos, tú perdiste, ahora ¿Vas a ser un hombre y hacer honor a nuestra apuesta?"

Kuno se sentó a pensar por un momento, sus ojos cerrados. Ranma iba a darle en la cabeza otra vez, cuando el Kendoista saltaba para arriba, tirando a Ranma de espaldas.

Kuno se paro, su puño levantado, y declaro a los cielos, "¡Si! El Trueno Azul ahora protegerá a la fiera Akane Tendo de todos desafiador, y en esa forma probar mi amor a ella!"

"Eso no es lo que quise decir. Yo solo quería parar las peleas matutinas," Ranma dijo, pero Kuno ya se había ido. *Bien,* el pensaba, *Al menos no voy a llegar tarde a clase hoy.*

Ranma de repente se encontró rodeado por una multitud que había estada creciendo desde que la pelea con Kuno había empezada. El era envuelto ahora por muchos de la escuela, todas gritando cosas a él. "Wow, ¡venciste a Kuno otra vez!" "¿Qué quieres decir por apuesta?" "¿Tiene una novia?" "¿Estas saliendo con Akane?"

* * *

Nabiki sentada en clase, miraba el drama matutino que sucedía en el patio escolar. A la izquierda, su hermana Akane estaba en combate feroz con los diversos miembros de los clubes de deportes de Furinkan. Esto se había vuelto tan típico que aburría de solo ver. La pelea era tan reiterativa que ella podía decir que movimientos su hermana iba a usar incluso antes que lo hiciera. Ataque de chico, Akane elude, contraataca, chico queda inconsciente. Repetir hasta que se acaben los chicos.

Y a la derecha, el chico que había cometido el error de implicarse en una de las peleas de Akane ayer, que también había vencido a Kuno, el mejor artista marcial en la escuela, cuatro veces en un día. Kyoko, una informante de la clase de su hermana, le había informado a Nabiki que su nombre era Ranma Saotome. Ella se preguntaba si había oído el nombre antes, dado que sonaba tan familiar. Podía ser porque ese chico era una clase de leyenda en el sistema educativo Japonés. El había sido contundentemente transferido una y otra vez por ofensas incluyendo, pero no limitadas: llegar tarde, dormir en clase, destrucción de propiedad privada y escolar, asalto, e incitar un disturbio. Su lista total de crímenes abarcaba varias largas páginas.

Sin embargo, las peleas matutinas no habían sido capaces de llamar su atención ese día, aunque sus ojos se posaban sobre Ranma. Ella estaba pensando en el e-mail de Hitomi, y la posibilidad de que su hermana mayor estuviera en alguna clase de romance secreto con un hombre durante sus frecuentes viajes de compras.

Nabiki nunca había tenido un novio. A decir verdad, ella nunca había salido en una cita real. No por falta de oportunidades; incluso con su reputación de mercenaria algunos chicos estaban interesados en su evidente belleza e inteligencia. Además, a algunos les gustaban las mujeres rudas. Ella estaba comenzando a sospechar que varios de sus ayudantes estaban desarrollando cariño por ella. Que ella no había aceptado alguna de sus invitaciones era normalmente debido a una falta de tiempo o interés, aunque mas a menudo el último. Todos los tipos en el colegio eran o aburridos, locos, u obsesionados con su hermana. Sencillamente no había nadie que valiera su tiempo, así que ella se había cansado de buscar. Ella también tenía un medio mucho más rápido y eficaz de obtener yenes que salir con ellos.

El e-mail de Hitomi, combinado con su conversación con Kasumi esa mañana, había re despertado su interés en la idea de salir. Desafortunadamente, ella estaba aun con la misma gente. Todos ya estaban en su lista mental de no valen la pena, y ella solo no podía persuadirse de darles otra oportunidad. La única perspectiva que no estaba en la lista negra estaba ahora luchando con un enfurecido Kuno.

Nabiki no sabía mucho sobre el nuevo estudiante, pero lo que sabia era ambos negativo y positivo. Ranma era evidentemente un gran artista marcial, y si podía acabar siendo un bueno profesor como era un luchador entonces estaba garantizado ser un popular sensei. Incluso sin tomar ese camino, había siempre competencias y otros trabajos que pensar, como ser doble de acción en una película. Y si tenía algo de habilidad en actuar, Ranma podía ser una estrella de acción. De cualquier manera, él era potencialmente lucrativo.

Por otro lado, el era también un tipo problemático que era famoso por causar caos dondequiera que fuera. El costo de daños sería suficiente para gastar todo lo que pudiera ganar. Ella había oído también que él apenas ponía atención en clase, incluso durmiendo en una conferencia en su primer día. Ser un estudiante pobre significaba malas calificaciones, eso le cortara algunas oportunidades.

Nabiki sacudía su cabeza en cólera. ¿En que estaba pensando? Se supone que ella debe dejar de hacer cosas como esas, hacer como Hitomi había sugerido y concentrarse en algo más que negocios. Bien, Ranma: él no parece demasiado elegante, pero era lindo y Nabiki sabia suficiente de artes marciales para tener una conversación decente con el. Una cita no seria tan mala, especialmente si el pagaba. Si resultaba bien, entonces ella podía tener otras citas con el, y quizá un novio a largo plazo.

El único problema era que Nabiki no tenía idea de como ir sobre el. Ella tenia un sentimiento que su buena imagen quizás se derrumbaría si lo invitara a salir y el la rechazara. Ella no podía en alguna manera de hacer que él la invitara, ninguna positiva al menos. Forzarlo a una cita no era una opción.

* * *

Kyoko se estaba un poco preocupada por su jefe ese momento. Ella había estado actuando un poco extraña estos días, pero Nabiki tenia un ocasional balanceo de humor. Nadie más lo había notado, pero Kyoko si. Ella estaba actuando mas extraña de lo normal esa mañana.

Kyoko hacía un chequeo mental de su jefe. Ver por la ventana antes de clases para observar las peleas: normal. Ella estaba concentrada totalmente en el chico nuevo luchando con Kuno, más que entre las dos peleas, pero ella podía estar observando el estilo del chico para saber como colocar las apuestas. Además, nadie realmente necesitaba ver las peleas de Akane para saber como acaban.

Ese era el cambio, el que nadie pudo haber notado. Nabiki no llamo ninguna apuesta. Sus empleados se habían encargado de todo de cualquier manera, pero que ella ni siquiera preguntara hasta ahora sobre una pelea no tenía precedente. Nabiki también parecía estar concentrada demasiado en el nuevo estudiante para los gustos de Kyoko.

"Sempai," Kyoko llamo, pero Nabiki continuó mirando sin responder.

"¿Sempai?" Kyoko dijo otra vez e intentado jalar el brazo de su jefe para llamar su atención. Le gustaba como su jefe siempre prefería usar blusas de seda. Kyoko había empezado a usarlas a causa de ello.

Sus ojos parecían salir de su trance mientras ella giraba a encararla. "¿Qué pasa, Kyoko?"

Kyoko parpadeo un poco en sorpresa. ¿No 'Kyoko-chan?' Nabiki llamaba a todos que trabajaban para ella 'chan', en parte por una cosa de cercanía y en parte mostrar quien era el jefe. Ella llamaba a Kuno 'Kuno-chan' mayormente como una broma privada con sus ayudantes, dado que el chiflado del Bokken estaba prácticamente trabajando para ella por la forma que hacia tanto dinero de el. Alguien que trabajaba para ella normalmente la llamaba 'Nabiki-san', aunque el personal mas joven prefería 'sempai'. Nadie la llamaba 'Nabiki-chan', excepto su hermana mayor, quien era una persona tan dulce que podía hacer cualquier cosa. Kyoko no pensaba que ni el padre de Nabiki la llamaba '-chan'.

"Yo pensé que usted querría saber como iban las apuestas hoy, dado que las peleas ya casi han terminado."

A pesar de ser un año más joven que Nabiki y la mitad de su personal, Kyoko había sido recientemente elegida como la ayudante del jefe. Nabiki le había dicho que era debido a las notas de Kyoko en matemáticas, que era las mas altas en la escuela, y el hecho de que ella estaba en la misma clase que la hermana menor de su jefe, a quien ella quería tener vigilada, y no siempre como una fuente de ingresos. Kyoko quería pensar que había otras razones también.

Nabiki tomaba los papeles que su ayudante le entrego y empezó a ver los números, sacando todos pensamientos de citas y Ranma fuera de su mente. Las apuestas en Akane vs. Los idiotas -- como Nabiki gustaba llamar a los chicos que actualmente escuchaban a Kuno - habían firmemente bajado, incluso después que habían cambiado de 'quien ganara' a 'cuan rápido Akane los noquea'. Esas peleas solo ya no eran más excitantes. Las apuestas de Ranma vs. Kuno habían incluso aumentado mas que ayer, compensando la perdida en la batalla de Akane. Algunos todavía apostaban por Kuno, incluso cuando Ranma rutinariamente lo vencía. Nabiki sacudía su cabeza. Retrasados como esos no merecían recibir mesada.

Nabiki entregó de vuelta los papeles con una sonrisa. "Parece que las peleas de mi hermana ya no son más populares. Nosotros tendremos que asegurarnos que las peleas con Ranma sigan viniendo."

Kyoko tuvo que ocultar su sonrojo detrás de los papeles. Su jefe tenía una sonrisa tan linda. Ella deseaba tener una sonrisa como esa. "No quieres decir las peleas de Ranma con Kuno?"

Nabiki sonrió. "No creo que tengamos que preocuparnos por Kuno-chan dándose por vencido. Una vez que él ve algo, no para hasta conseguirlo. Por lo que he visto, será un día frió en el infierno cuando él venza a Ranma. No, lo que digo son las otras peleas de Ranma. Los otros chicos están interesados en él y apostaran en todo lo que pasa alrededor de él. Algunos chicos lo odian y apostaran contra él, otros lo admiran y apostaran por él. Muchas chicas están interesadas en él, así que ellas apostaran por el. Otras chicas, mayormente amigas de mi hermana, piensan que es un patán y apostara contra el."

"¿Muchas chicas están interesadas en él?" Kyoko repitió con algo de sorpresa. Ella había oído a unas pocas planeando invitarlo a salir, pero eso era todo. Ella a menudo se preguntaba donde su jefe obtenía su información, pero había encontrado que quienquiera que fuera la fuente era raramente mal.

Nabiki asentía y señalaba por la ventana donde la pelea de Ranma con Kuno había ya acabado. "Mira todas las chicas que se están congregando a su lado después de la pelea. Muchas chicas ignoraban las peleas antes de que Ranma llegara, así que esto es bueno para nosotros al menos. ¿No lo encuentras atractivo, Kyoko-chan?"

Kyoko miro por la ventana y estudio a Ranma por un tiempo. Ella ya le había dado una mirada, pero esta vez necesitaba pensar como ella respondería la pregunta. Ella estaba en suelo peligroso aquí, al menos según ella. Si respondía si, entonces ella no estaría contradiciendo a su jefe, pero no seria honesta como Nabiki siempre le decía que fuera con ella. Si ella decía no, seria como se sentía, pero Nabiki podía ser curiosa del por que, y eso era algo que Kyoko no estaba preparada a responder.

"Yo no lo encuentro atractivo, sempai," Kyoko finalmente dijo, "Pero quizás él solo no es mi tipo."

Nabiki pensó en ello por un momento antes de asentir.

"Acaso usted. . ." Kyoko pregunto tentativamente. "¿Acaso usted lo encuentra atractivo, sempai?"

"Quizás," Nabiki respondió casi inmediatamente, "Eso es lo que yo estoy intentando descubrir."

* * *

Ranma no estaba sorprendido de encontrar a Akane observándolo en clase otra vez. La escuela estaba zumbando con toda clase de rumores después de su pelea con Kuno. Esta vez sin embargo, cuando ella notaba que el la había visto, ella aleja su mirada no enojada, pero lo que parecía ser desconcierto.

Mas tarde...

Ranma estaba asombrado cuando alguien se le unió para el almuerzo. Por un rato Akane solo se sentó ahí junto o él, su bento sin abrir, viendo al patio escolar. Aunque el podía decir que ella estaba temblando ligeramente, en su cara estaba una expresión de pura determinación.

Ella de repente giro a encararlo y le pregunto, "¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste?"

"¿Hacer que?" El preguntaba, confundido. Lo mas que él le había hecho en todo el día era dar unas pocas miradas en su dirección y era por cuan extraño ella había estado actuando. Naturalmente, Ranma era familiar con ser acusado de algo que el no había hecho. Akane ya había hecho eso con el una vez antes.

"¿Por qué hiciste que Kuno parara las peleas matutinas?"

"Como te dije antes, no es correcto, ¿Sabes? Chicos intentando golpear a chicas, ellos deberían saber mejor. Yo puedo entender si ellos estaban ayudándote a entrenar, pero todo eso de 'Tratar de vencerte para salir' es solamente estúpido. Además, tú no lucías demasiado feliz por eso."

"¿Quieres decir, que lo hiciste. . . por mi?" Akane pregunto, parpadeando en completo asombro. Ranma no pensaba que ella habría sonado más sorprendida si le hubiera dicho que su padre era un panda.

Después de unos pocos minutos, Akane parecía recobrarse de su shock. Entonces ella se levanto, sus ojos estrechados. "Solo porque detuviste las peleas matutinas no significa que tienes derecho a salir conmigo ahora."

Ranma la miro, incluso mas confundido que antes. El tenía suficiente problemas con las chicas en la escuela ya. El no necesitaba añadir más. "Yo no quiero salir contigo."

Akane casi dio un paso atrás en sorpresa cuando sus ojos se estrecharon otra vez. "¿Así que yo no soy suficientemente buena para salir contigo, no es así?"

"¡Yo no dije eso!" Ranma tenía un sentimiento de que había perdido el control de la conversación.

"Bien, ¿Qué quieres decir entonces? Solo porque tu puedes ser un mejor artista marcial que yo, no significa que este debajo de ti o algo."

"¡Tú estas saltando a conclusiones! ¡Yo no quiero salir con nadie!"

"Ya veo, así que no crees que nadie en esta escuela es lo suficientemente bueno para ti, ¿No es así?"

Ranma apenas registro como Akane parecía enojarse más con todo lo que ella decía. Sus manos estaban apretadas ahora y su cara se estaba poniendo progresivamente más roja. El estaba teniendo un familiar escozor en su nuca que significado que estaba en suelo peligroso. Las cosas pueden hacerse feas rápidamente. Quizás era este sentido de peligro que le hizo pensar antes de responder.

Ranma tomo bastante aire y le contesto, "Yo no me creo soy superior a nadie. Yo soy bueno en artes marciales, no conozco muchos que sean mejor, pero también no hay mucho más en lo que yo soy medio decente. Yo no pienso que hay algo malo contigo o ninguna de las otras chicas en la escuela. Yo solo no tengo el tiempo para ir en citas ahora."

Ranma miraba toda la rabia dejar a Akane, una mirada sorprendida estaba en su cara otra vez. Ranma interiormente se animo. Por una vez el había dicho las cosas bien y en verdad evitado una pelea. Apenas parecía posible. Todos esos argumentos que el había tenido con su hermana estaban empezando a pagar. Entonces ¿Por qué tenia el sentimiento de que el había solo causado mas problemas de los que había resuelto?

Cuando Akane noto que Ranma la estaba mirando directamente, ella parecía encontrar sus zapatos mucho mas interesantes de ver. "Oh," era todo lo que dijo en respuesta al discurso de Ranma, antes de darse la vuelta e irse.

Ranma susurro cuando se dio cuenta que había solo menos de un minuto para comer su almuerzo.

* * *

Cuando Kasumi oyó la puerta cerrarse suavemente, ella pensó que Nabiki había llegado a casa temprano por alguna razón, dado que Akane siempre daba un portazo para cerrar la puerta. Su hermana menor era tan energética. Era bueno que ella haya tomado las artes marciales para sacar fuera ese exceso de energía o la casa podría sufrir, al menos mas de lo que ya lo hacia. A Kasumi no le importaba el trabajo, pero reparar la casa era caro con su presupuesto limitado.

Así que Kasumi se sorprendió al ver a Akane lentamente subir las escaleras, sus ojos mirando al techo. En su cara estaba una expresión de completa confusión. Era una expresión que Kasumi solía ver en Akane, pero normalmente duraba solo unos pocos momentos. Su hermana era una rápida pensadora, aunque ella a veces hacía malas suposiciones.

"Akane, ¿Ocurre algo?" Kasumi llamo. "¿Paso algo en la escuela?"

Akane se asusto tanto que casi se cayó por las escaleras.

Después de un rato...

Akane miraba para el suelo y luchaba con que decir a Kasumi mientras usaba el lavadero. Era todo tan confuso en su mente que le era difícil ponerlo en palabras.

"Kasumi, ¿Has conocido a alguien del que no sepas que pensar?"

Kasumi se paralizo ligeramente mientras se daba la vuelta del lavadero. "Yo no estoy segura que quieres decir, Akane."

Akane gruño una poco en frustración. Ella no estaba segura de que quería decir tampoco, pero si no se lo decía a alguien sobre ello se volvería loca. Y sus amigas en la escuela pueden saltar en malas conclusiones, que quizás solo harán las cosas peor.

"Okay, digamos que cuando tú primero conociste a esta persona tú pensaste que... era un gran patán, pero después de un tiempo ya no estas segura si es un patán después de todo. De hecho, pueden ser algo como... agradable, pero tú no estas segura. Todos tus instintos te están diciendo que no confíes en... esta persona, pero no ha hecho nada malo hasta ahora. De hecho, te ha ayudado cuando no tenía que hacerlo. Así que esta persona puede no ser tan mala después de todo, excepto que estas asustada de que si no estás en guardia alrededor de esa persona y la tratas bien entonces... resultara ser un gran patán después de todo y estaba solo pretendiendo ser agradable."

Akane retorció sus manos juntas enojada. "¿Estoy teniendo algo de sentido?"

Kasumi sonreía y daba a Akane un confortable golpecito en el hombro. "Yo creo que estás teniendo mucho sentido. Suena como si conociste un chico en la escuela que fue agradable contigo y no estas segura si es alguna clase de truco o no."

"Yo no dije que era un chico."

"No tuviste. Me contaste sobre algunos de tus problemas con los chicos en la escuela. Yo te dije antes que hay que explicarlo a nuestro padre y hacer que el se encargue, pero tu dijiste que no."

Akane asintió un poco apenada. Kasumi no entendería lo que le haría a su reputación como artista marcial si su padre diera la cara por ella. Había mucha gente que no la tomaba seriamente porque era una mujer. Si pareciera que ella necesitaba de su padre para luchar sus batallas, entonces nadie la respetaría.

"Eso no importa ahora, este... chico del que hablo hizo que Kuno detuviera las peleas, incluso aunque yo intenté pelear con él el primer día de clases."

"¿Oh?" Kasumi dijo, sintiéndose un poco menos preocupada. La historia estaba comenzando a sonar familiar.

"Al principio pensé que él estaba ahí para luchar conmigo como los otros, y cuando se rehúso a atacarme yo pensé que estaba solo intentando humillarme. Creo que él no quiso hacer daño. Entonces él acabo las peleas. Yo intente descubrir por que lo hizo, por que un chico me ayudaría, y yo solo acabe gritándole." Akane colgó su cabeza en deshonra.

Kasumi puso un confortante brazo alrededor de su hermana pequeña. "Suena como si debes disculparte con él, entonces."

"¡Si!" Akane dijo con repentino entusiasmo. "¡Yo puedo hornear incluso algunas galletas para tratar de compensar la forma en que actué!"

Kasumi estaba un poco asustada. *Si el come una de las galletas de Akane, pensara que ella realmente lo odia.* "¿Por que no mejor solo te disculpas? Si tú le das galletas, la gente podría hacerse ideas sobre ustedes dos."

"Tienes razón, Kasumi. Gracias," Akane dijo mientras se paraba e iba a el dojo. "Yo creo que haré algo de practica ahora."

"Oh, ¿Akane?" Kasumi la llamo con un poco de nerviosismo en su voz.

"¿Si, Kasumi?"

"¿Cuál es el nombre de este chico?"

Akane pensó por un momento, recordando cuando fue presentado a su clase. "Ranma, Ranma Saotome."

Kasumi susurraba mientras Akane se fue. Lo último que ella quería era que su popular y linda hermana se acercara a Ranma, pero ella no podía arriesgar la primera amistad de Akane con un chico de su edad. Kasumi solo esperaba que no fuera mas lejos que amigos.

* * *

Un tiempo más tarde, Nabiki llego a casa con el espíritu alto. La última pelea de Ranma con Kuno había hecho del día uno ventajoso, y había también la respuesta de Hitomi esperando por ella. Seguramente seria agradable hacer algo que no tuviera que ver con su negocio por una vez.

La primera reacción de Nabiki a la sugerencia de Hitomi fue agacharse. Ella quería estar en control y una cita a ciega significada que ella no tenia control sobre con quien ella estaba saliendo. ¿Qué si él era feo, aburrido, o un gran patán? Nabiki podía encontrar formas de hacer su vida un infierno, pero ella no lo disfrutaría realmente. Ella quería encontrar una forma de relajarse. No le hizo sentir más segura cuando leyó que su hermano nunca había estado en una cita real tampoco. Hitomi estaba intentando ponerlo bajo una mejor luz, pero era claro que la estudiante de Nabiki tenía mucho camino que ir aun en el arte de la persuasión.

Ella leyó el mensaje y de repente sus ojos se abrieron por completo. Hitomi dijo que el nombre de su hermano era Ranma. Nabiki recordó que el apellido de su estudiante era Saotome. Ahora eso puede haber sido una gran coincidencia dado que Hitomi no menciono el hecho que el iba a Furinkan, pero Nabiki nunca había creído en coincidencias. Además, ella vagamente recordada conocer al hermano de Hitomi cuando la tomo como estudiante. Eso era por lo que Ranma le había parecido tan familiar.

Hitomi estaba intentando hacerla salir con la persona que ella estaba considerando invitar. Ella pensó un rato antes de responder. Ella no quería parecer demasiado ansiosa.

* * *

Ranma estaba en su cuarto haciendo sus deberes. A decir verdad, el estaba viendo sus deberes mientras sus pensamientos estaban implicados mayormente en Akane y la forma que había actuado con ella. Ranma tenía algo de experiencia con gente extraña, chica y chico, pero el solo no podía entender a Akane.

"¡Oh, hermano mayor!" Hitomi llamo desde su puerta, sacando a Ranma de sus pensamientos.

"¿Por que no tocas?" Ranma la regaño para cubrir su desconcierto por soñar despierto.

Hitomi sonreía. "¿Pero por que? No ahí forma de que pueda esperar robar a hurtadillas a un maestro de artes marciales como mi hermano Ranma."

Ranma arrugó su frente por su tono sarcástico. "¿Hay algo que quieras, Hitomi?"

Hitomi empezaba a vagar por su habitación, mirando su colección de libros de diversas formas de artes marciales, amontonado junto a su conjunto de películas de karate. Ellos estaban mezclados con una colección pequeña de libros de cocina y unas pocas películas que no implicaban luchas cada cinco minutos.

Muchas de las más recientes eran película para adultos que su madre le había comprado para el en otro camino para acrecentar su virilidad. Hitomi no sabia que estaba en esas cintas, solo que Ranma se quedaba rojo por una hora después de mirarlas.

"Oh, yo estaba solo viendo que estabas haciendo, eso es todo."

"Mis deberes."

Hitomi paro en su escritorio y cuidadosamente estudio la página del libro de apuntes vació. "¿Tienes problemas?"

Ranma asentía distraídamente. Él sabia que podía hacerlo fuera solo capaz de enfocarse, desafortunadamente era incapaz de hacerlo por el momento. El problema real era debido a esa mañana y no creía que su profesora tomaría su carencia de foco como excusa. Ya estaba de malas con ella por dormirse durante su clase.

"Yo puedo ayudarte --"

"-- por unos honorarios," Ranma completo, sabiendo como su hermana operaba.

Hitomi asintió.

Ranma saco su cartera, para encontrarla deprimidamente falta en yen, ciertamente no suficiente para pagar la ayuda de su hermana. *Sabía que no debí comprar esos bollos de cerdo en el camino a casa, pero estaba tan hambriento.*

Ranma noto que Hitomi estaba dando vueltas un mechón de su pelo, y de repente se puso muy nervioso. El sabia que ella solo hacia eso cuando tenía un plan, uno que normalmente lo implicaba en una forma que no querría.

"¿Gastaste tu mesada?" Hitomi pregunto con una mueca. "Tengo un trato para ti. Yo haré todos tus deberes por hoy y toda la semana próxima además, si tú me haces un pequeño favor."

"¿Cuan pequeño?" Ranma pregunto, sus ojos estrechados sospechosamente.

"Te puede incluso gustar este," Hitomi le dijo mientras se sentaba en su cama. "Pero dado que estoy de buenas, haré tus deberes de todos modos. Ha sido casi exactamente un año desde que empecé a estudiar 'economía practica' bajo mi sensei, y yo quiero llevarla a una pequeña celebración. Yo planeé toda la noche, junto con hacer reservaciones en un restaurante caro, pero desafortunadamente algunas cosas de la escuela me mantendrán ocupada esa noche."

"¿Que tienes eso que ver conmigo?"

"Bien, mas de las actividades podían ser aplazadas para otro momento, pero las reservaciones era muy difíciles de obtener y no puedo permitirme ir a malgastar. Yo también no puedo tener a mi sensei comiendo sola, así que pensé que tú puedes ir con ella."

"¿Qué? ¡De ninguna manera!"

"¿Por qué no? Todo lo que te pido es que vayas y comas, dos tareas en la que eres un experto."

"¿Tu 'sensei' no es mucho mas mayor que yo, no es así?"

Hitomi pensó por un momento. "Ella es un año mayor, ¿Por qué?"

"Así que si voy a este restaurante con ella, ¿No lucirá eso como una cita?"

Hitomi rodó sus ojos. Su voz estaba llena con sarcasmo. "Yo no veo como alguien pueda pensar eso. Dos adolescentes yendo a un restaurante lujoso juntos y todo."

"¡Estás intentando hacerme salir con tu sensei!" Ranma acuso.

"Tú eres astuto, querido hermano."

Ranma no podía creer que su hermana menor estaba intentando conseguirle pareja. El tenía suficientes problemas con su madre haciendo eso. "Pero tú sabes la clase de problemas que esa clase de cosas me ha traído en el pasado."

"Pero esta situación es diferente," Hitomi le dijo, contando las razones en sus dedos. "Punto uno, ella no es una artista marcial. Punto dos, ninguno de nuestros padres la conoce o a su familia. Y punto tres, tú seguramente tendrás problemas a menos que tus deberes sean hechos."

Ranma susurro. "¿Tú no vas a darte por vencida, no es así?"

Hitomi daba a su hermano una sonrisa grande. "No."

"Esta bien, lo haré."

"¡Yatta!"

"Pero con una condición, tienes que pagar por todo; la comida, la ropa de etiqueta, y todo los otros costos que haya."

Hitomi arrugo su frente. Su hermano se había vuelto más astuto con sus tratos. Se preguntaba si le cobraría por lecciones. "Bien, yo aceptare tu condición si aceptas dos mías."

"¿Cuáles son?"

"Primero, tienes que darle a mi sensei un buen momento. Tú no puedes solo ordenar la comida y dejarla-"

"¡Hey, yo no soy papá!"

"-Segundo, ¡Absolutamente nada de pelear!"

"¿Qué? ¡¿Por qué?!"

"No puedes entretener a mi sensei si estas en peleas con todos los que ves."

"¿Pero que si alguien nos ataca por ninguna razón? Eso sucede, sabes."

"Entonces usa la Técnica Secreta Saotome, pero asegúrate de llevar a mi sensei contigo."

* * *

Kuno estaba sentado en su cuarto en meditación. Era algo que solía hacer, viendo su poster tamaño natural de Akane, preguntándose cuando ella finalmente superaría su timidez y declara su amor para el. Pero por una vez, sus pensamientos no eran enfocados en ella su único y verdadero amor.

El había perdido. No importaba cuanto lo intentara, el no podía negar ni escapar de ese pensamiento. Vino a el despiadadamente, una voz burlona extrañamente igual a su padre. El era el Trueno Azul de Furinkan, capitán invicto del equipo de kendo. La única persona que podía igualar sus habilidades, y así ser la única merecedora de su amor, era Akane Tendo. Incluso contra ella, el sabía que era superior, siempre reservándose en sus peleas por temor a dañar su hermoso semblante. Duro, ojos feroces contrastados con largos pelo negro blando...

Kuno violentamente sacudía su cabeza y de mala gana giro su espalda al poster de su amor, teniendo que conformarse con varias fotos más pequeñas. No, su amor por ella estaba probando ser una distracción; una bienvenida, pero distracción sin embargo. Él tenía que volver a la raíz de su problema. Ahora ¿Qué era otra vez?

Ah si, el gusto amargo de la derrota que todavía estaba en su boca. ¿O era el gusto de uno de los últimos experimentos de su hermana? De cualquier manera, el había perdido. No una vez, no dos veces, pero cinco veces, cada derrota mas humillante que la ultima. Al principio, él había razonado que tenía que ser alguna clase de engaño, que su oponente estaba hechizándolo con algún arte oscuro. ¿Por qué acaso su kendo no era perfecto? ¿Acaso los señores antiguos de la espada no se maravillaban por su habilidad? Estaba seguro de eso.

Pero su batalla final con este demonio lo mostró la verdad. No importaba como veía la pelea en su mente, el no podía encontrar elemento de engaño en las acciones de su oponente. Él había pasado cada simple movimiento al menos una docena de veces y solo alcanzar una conclusión ineludible, Ranma Saotome era hábil, mas hábil que él.

"¡Sasuke!" Kuno llamo de repente.

El poster de Akane parecía enrollarse para arriba por si mismo y tras el salió un pequeño ninja, vestido en su tradicional traje. "¿Me llamo, señor?"

"Si, yo quiero descubrir todo lo referente a Ranma Saotome y su familia, especialmente sobre sus artes marciales."

El diminuto ninja asintió. "Como deseé, lord Kuno." Y el poster volvió a su lugar.

Saotome era más hábil. Kuno tenía que repetirlo varias veces para acostumbrarse a ello. No sentaba bien con él. Era algo que deseaba que poder ignorar o sacar afuera, pero el no podía escapar la conclusión de su excelente lógica.

Saotome era mas hábil, ¿Pero en que forma? Ciertamente no en kendo. Era imposible mejorar la perfección. Pero su contrario no había usado kendo en lo absoluto. Eso era un rompecabezas para Kuno. Kendo era la mayor forma de arte marcial concebida y el era el maestro indiscutido de ella, aun alguien que probablemente no sabia siquiera la forma correcta de sujetar un bokken lo había derrotado. ¿Cómo podía ser?

No fue a través de magia o alguna otra forma de engaño. El había ya descartado eso. El chico había sido completamente claro que el había estado luchando honradamente y Kuno no podía encontrar grieta en el honor de su contrario. El que Ranma estaba luchando solo para convencer a Kuno de la exactitud de proteger a la bella Akane más que combatirla aumentaba la estimación del joven Saotome por Tatewaki. Kuno se sentía un poco lleno de orgullo cuando se dio cuenta que fueron sus primeras peleas que lo pusieron a él de nuevo en el camino correcto.

Kuno estaba empezando a ver la situación muy claramente. Las cuatro primeras peleas habían solo sido su forma de guiar a su oponente de vuelta al camino del Bushido. Eso era por que, subconscientemente, Kuno nunca fue con todo contra él. ¿Es que no era mejor probar la derrota amarga si podía traer a un caído samurai de vuelta a la luz? Y en su pelea final, él debe haber subconscientemente realizado que Ranma lo había finalmente devuelto al verdadero camino y ellos habían luchado con todo lo que tenían, como verdaderos guerreros.

Kuno limpio una pequeña lagrima de su ojo. Era toda una sorpresa para él encontrar que era más amable y noble de lo que había pensado. Y Ranma había incluso visto el verdadero propósito de Kuno cuando el no podía, ¡Cegado por el amor que llenaba su corazón! Su oponente, no su camarada, lo había guiado de vuelta al camino antes de tener la oportunidad de extraviarse. Kuno lloro por la belleza del acto: el leal estudiante devolviendo su deuda a su profesor en tal forma.

Kuno comprendió lo que significaba perder. Por una vez, lo correcto estaba del lado de su oponente. ¿Podía ser eso? Cegado por su amor, siguiendo una causa injusta, que el, a pesar de toda su habilidad, estaba destinado a fallar.

Ahora Kuno sintió vergüenza de su ceguera anterior. No era de sorprender que su amor estuviera enojada, ella debe haber estado confundida por sus acciones. ¿Cómo podía el hablar de su amor en una palabra y desafiarla a combatir en la próxima? ¿Para probar su propia habilidad? Pero eso era auto evidente, él era el maestro indiscutido de la espada. ¿Para probar las suyas? El ya sabía en su corazón del fuego que corría en sus venas. Su fiereza era para que todos la vieran en cada movimiento y cada gesto.

"Oh, que tonto he sido," Kuno grito a los cielos. "Un pobre, tonto ciego. Por acusar un honorable hombre de cegarme con magias cuando me había cegado yo. Yo me he hecho indigno de ser un samurai, del nombre Kuno, y peor de todo, indigno del amor de Akane Tendo."

Kuno colgo su cabeza en vergüenza por varios momentos, pero luego salto cuando una idea entro a su mente, una idea que el atacaba súbitamente mas como un tigre. ¿Qué tal si el podía reparar todos sus hechos pasados de algún modo, redimir su honor, y una vez más ser merecedor del amor de Akane? ¡Y Ranma le había mostrado el camino! El le había ordenado ser el protector de Akane Tendo por perder su batalla. ¿No era esta la solución perfecta? ¿Podía él haber dado sugerencia mejor? Ranma Saotome era verdaderamente un digno aliado, seguramente sangre samurai fluía en sus venas como lo hacía en las de Kuno.

El protegería a Akane de cada daño, invisible y visible, tratándola como la flor mas delicada. ¡Por eso mostrando que el no era más ciego y, al mismo tiempo, su profunda devoción a ella!

Continuara...