¿Quieres ser mi prometido?

Autor: Lord Kal-el
Fic original: Ammadeu
Formato HTML de Hukarovi Yanoki

Aclaración: Todos los personajes son propiedad de Rumiko Takahashi, y espero que si alguna vez lee este fic no me demande.


Ranma estaba yaciendo en su cama, el mundo girando alrededor de él. ¿Cuando fue que su vida se volvió tan complicada? Todo empezó cuando una amiga le había pedido que pretendiera ser su prometido así ella no acabaría casándose con alguien que recién conoció. Ahora a causa de su mamá, el estaba comprometido ahora con una de sus mejores amigas. ¡Entonces el descubre que su padre había arreglado un matrimonio para el! Desde ahí, las cosas solo se pusieron peor; mas rivales, mas novias, al punto de que era difícil recordar quien y con quien estaba comprometido y/o luchando.

Quizá el podía descubrirlo si pensaba de vuelta cuando todo empezó. Sonaba como una buena idea. Hmm, todo empezó...

Capitulo 1: Un Día

Era el primer día de escuela para Ranma, por segunda vez en una semana. Debido a unos problemas extraños, el había sido forzado a transferirse de su escuela nueva al Furinkan. No fue su culpa que el gimnasio haya sido destruido. El aun no tenía claro que había hecho realmente para ganar la cólera del maestro de las Artes Marciales de Demolición. ¿Por que le importo si una de las tantas peleas de Ranma derribo un edificio por el que al hombre se le había pagado para derribarla? Fue demolido de cualquier modo, ¿No es así?

Ranma tenía un problema. Realmente, el tenía varios, pero el principal era este: los problemas siempre parecían tener una forma de encontrarlo. Era como si el fuera un imán para cada cosa peligrosa o misteriosa que sucedía en Japón. El recogía archirivales y extrañas maldiciones como otros recogían arroz, y ciertamente no por elección. No había una semana que iba sin que alguien se presentara con un rencor por algo que el, o mas a menudo, su padre había hecho. Si no era eso, entonces el acabaría empezando una rivalidad con un completo estúpido sobre alguna cosa estúpida como quien obtiene el ultimo pedazo de pan en la cafetería. Bien, quizá no algo tan ridículo. Todas esas peleas extras habían hecho de el un artista marcial mucho mejor de lo que el habría sido si no, pero seguro no le hacia la vida fácil.

Con todo, aquí estaba, en la entrada a su nueva escuela, tirando del cuello de su rígido uniforme nuevo. A su padre no le importaba si el iba en sus ropas chinas, pero su madre quería que hiciera una buena impresión, dado que era probable que lo estropeé aquí, él seria baneado de todas las secundarias de este distrito. Habiendo ya sido declarado un desastre natural por el sistema educativo de Japón, el podía ser incluso forzado a estudiar en el extranjero. Ranma tenía suficientes meritos para eso.

El estuvo sorprendido al ver una muchedumbre de chicos reunidos en el centro del patio escolar. Multitud habría sido un termino mejor; todos parecían ser de clubes de diversos deportes, vestido en uniformes de béisbol, tenis, judo, etc., y llevando el equipo de sus actividades. ¿Habría alguna clase de reunión de deportes esta mañana? No parecía probable dado que ninguna de las chicas estaba vestida similarmente. Él sabía que las chicas podían ser tan buenas en deportes como cualquier otro chico. El no podía olvidar a lady Sumo o la Reina del Karate sin importar cuanto lo intentara.

Pero antes que pudiera preguntar que estaba pasando, el oía una voz detrás de el grito, "¡Odio a los chicos! ¡Yo odio a los chicos! ¡¡¡Yo odio a los chicos!!!" Mientras giraba, una chica lo pasaba, su pelo negro largo atado en una cola de caballo revoloteaba en el viento detrás de ella. El resto de ella era una mancha mientras iba directo hacía la multitud.

La mandíbula de Ranma cayó. El no podía creer lo que estaba viendo. ¡Los chicos estaban en verdad atacándola! No importaba que ella hiciera su camino a través de sus filas como una bola demoledora mientras los derribaba sin ser golpeada. Ranma inmediatamente vio rojo. Olvidando toda lo que su madre le había dicho sobre no meterse en problemas, el saltaba justo dentro del combate.

Ranma era una mancha en movimiento que los otros chicos difícilmente podían seguir, mucho menos atacar. El parecía sin esfuerzo ser uno con su camino, casi como un fantasma, solo volviéndose sólido para atacar. No paso mucho antes de que Ranma y la chica fueran los únicos de pie.

Ella inmediatamente giraba a encararlo, entrando a una posición defensiva. Ranma solo lucía confundido. Dado que él no la atacaba, ella lanzaba su ataque propio. El sencillamente salió del camino de todos sus ataques. El sabia que ella era fuerte por la forma en que había manejado esos chicos más temprano, pero por suerte no era tan rápida, porque todo lo que podía hacer por el momento era eludir. No había forma de que él iba a pelear con una chica. Su madre lo mataría. Fisgonear estaba bien, pero luchar era un gran no. Su mamá era extraña. Aunque incluso sin la opinión de su madre, el todavía no se sentía cómodo con la idea.

El se puso un poco distraído por sus pensamientos; ese último puñetazo casi le dio. *Esta chica es demasiado lenta,* Ranma pensó, encontrando su potencial mas impresionante que sus habilidades.

"¡Vamos!" Ella gritaba impacientemente, "¿Vas a pelear conmigo o no?"

"No," Ranma respondió, y siguió eludiendo.

Eso parecía hacer a la chica incluso mas enojada por alguna razón. "¿Así que yo no soy lo suficientemente buena para pelear contigo, no es así?"

El resto de los estudiantes veían a los dos asombrados. Ellos nunca habían visto a alguien que pudiera igualar a Akane antes. El tipo nuevo parecía estar ganando, aunque el ni siquiera devolvía los golpes. Nada de esto se registraba en un cierto kendoista, que estaba esperando que los preliminares terminaran para así poder hacer su entrada.

"Yo no golpeo chicas," Ranma dijo a la chica que estaba atacándolo mientras el eludía una patada que el sentía que tardaría días en llegar. Ella ciertamente no estaba bromeando.

Akane se estaba poniendo más y más frustrada. No solo estaba ese chico eludiendo todos sus mejores ataques, pero él no parecía siquiera tomar esta pelea en serio. Ella no iba a permitirse perder y dejar que un patán pensar que tiene derecha a salir con ella, no que ella tuvieras planes en poner atención a la ridícula proclamación de Kuno.

"¿Por que quieres pelear de cualquier forma?" Ranma pregunto, sin realmente preocupado en llegar tarde a su primer día de clases. El nunca realmente le importo la escuela, aunque el lo hacia lo suficientemente bien al ir. Su mamá no pensaba que las notas eran tan importantes para ser varonil.

"¡Porque eres un patán!" Akane respondió, diciendo la primer cosa que le vino a su mente, dado que ella estaba concentrada mayormente en intentar mutilarlo.

"¿Que hice?" el preguntaba en una voz que sonaba cansada. *¿Por qué estoy maldecido a ofender a todos los que conozco?*

"¿Por que no luchas conmigo en serio?"

Tatewaki Kuno, la joven estrella fugaz del mundo del mundo del kendo, había finalmente tenido suficiente. ¿Por que un noble como él debe seguir esperando, privando a su amor de su semblante varonil? ¿Si Akane no podía derrotar a ese campesino, quizás el seria quien venciera al atrevido? ¿Qué mejor forma para probar su habilidad superior?

"¡Alto!" el mandaba, parado en el suelo escolar para que todos lo vean, vestido en el tradicional traje de un kendoista (menos la armadura), bokken en la mano, rosa en la otra. Kuno completamente fallaba en notar la mirada de repugnancia que pasaba a través de la cara de Akane al verlo.

Ranma estaba realmente agradecido por la interrupción. Al menos la chica había parado de intentar golpearlo. Ahora todo lo que necesitaba saber era por que ella estaba intentando pelear con él en primer lugar. Y mientras el estaba en ello, por que todos esos chicos habían intentado atacarla.

"Así que," Kuno se dirigió Ranma, teniendo su bokken en una posición lista. "Tú busca salir con la hermosa Akane Tendo derrotándola en combate. Pero antes de eso debes encararte a mi, Tatewaki Kuno, Trueno Azul de la escuela Furinkan!"

"¿Huh?" Fue la única respuesta que Ranma podía formar antes de que Kuno atacara.

* * *

Mirando desde la ventana de su clase, Nabiki se preguntaba si por una vez Kuno estaba bien de la cabeza. Akane con regularidad lo vencía y este tipo nuevo evitaba todos sus golpes con facilidad. Ella decidió que era tiempo de colocar unas pocas apuestas. Sus ojos estaban sobre el chico nuevo por unos pocos momentos más. Ella podía haber jurado haberlo visto en algún lugar antes, pero por su vida que no podía pensar en donde.

* * *

La pelea fue relativamente corta. Kuno azoto con su bokken a velocidades que podían lastimar solamente por la presión de aire, que Ranma eludió por instinto, todavía confundido sobre que exactamente estaba pasando. El estaba acostumbrado a gente atacándolo, pero al menos normalmente le daban una razón para ello, aunque sus razones tenían poco sentido a menudo. Por segunda vez ese día él estaba agradecido que dos de las primeras bases de la Escuela Saotome de Combate Libre de Artes Marciales eran velocidad y evasión.

Ranma se encogió de hombros. A él realmente no le importaba por que este tipo lo estaba atacando. Ahora que el no estaba encarando una chica, el no tenia problema en luchar. Saltando para arriba, Ranma declaro, "¡Ataque de los Mil Aguijones!" Mientras el saltaba a Kuno, sus manos se volvían una mancha que ningún ojo ahí pudo seguir.

Momentos más tarde Kuno estaba inconsciente, con nada de su bokken excepto astillas.

* * *

"Hola, Yo soy... um Ranma Saotome," el dijo en clase. El estaba nervioso, no porque era una escuela nueva (ya estaba acostumbrado a transferirse ahora), pero a causa de las miradas que él estaba obteniendo. La mitad de los chicos lo estaba mirando feo, por experiencias anteriores Ranma sabia que eso conduciría a peleas mas tardes. El no estaba preocupado; ninguno tenía un real entrenamiento, el podía vencerlos a todos sin ningún problema.

Luego estaban las miradas que la mitad de las chicas le estaba dando que le hacía sentirse distintamente incomodo. Ellas eran el completo opuesto de los chicos. Era la clase de expresiones que su hermana menor tenía en una dulcería, queriendo comprar todo y llevarlo con ella. Todas lo miraban hambrientas.

"Parece que has sido transferido aquí desde la secundaria Kent," el profesor anunciaba. "Sin embargo, eso no cambia el hecho de que tú y Akane Tendo llegaron tarde. Vayan al vestíbulo."

* * *

"Todo esto es tu culpa, sabes," Akane le dijo después de unos pocos momentos de silencio.

"¿Mi culpa? Ese patán de Kuno me ataco."

"Bien, eso no habría sucedido si no te hubieras metido en mi pelea."

"Yo no podía quedar parado ahí y dejar que te atacara esos chicos así como así. No está bien. Los hombres no deben golpear a las chicas."

"Bien, sucede que yo soy una chica y una artista marcial. Yo he estado luchando con esos tipos cada mañana por toda la semana pasada."

"¿Así que por que fue todo eso de cualquier manera? Ese tal Kuno estaba balbuceando algo, pero apenas pude entender lo que estaba diciendo." *¿Será que ese tipo piensa que el esta en alguna historia épica samurai o algo así?*

"Al comienzo del año, Kuno hizo un discurso estúpido en el que quien quiera salir conmigo tiene que derrotarme en combate primero. Yo he tenido que pelear con ellos cada mañana por una semana ahora."

"Y la escuela no ha hecho algo para parar esto?"

"El director es papá de Kuno, aunque nadie lo ha visto aun. Yo oí que esta en Hawaii, estudiando sus métodos de enseñanza. El director sustituto es un bueno para nada, así que Kuno puede hacer todo lo que quiere."

* * *

En otro salón de clase, Kuno estaba usando un espejo de mano para examinar la palabra 'Baka' impresa en su frente. Nabiki sonrió mientras el kendoista se quejo sobre la falta de ortografía en el 'atrevimiento del bellaco'. Personalmente, ella pensaba que estaba exactamente bien.

* * *

Para el almuerzo, los estudiantes del Furinkan habían salido al patio escolar, para comer fuera en el sol o bajo la sombra de árboles, más que en un viciado salón de clase.

Ranma vagaba alrededor, buscando un lugar para sentarse. Muchos de los chicos le estaban lanzando miradas hostiles mientras más de las chicas le daban miradas un poco demasiado amables. Chicas así solo lo ponían más nervioso. El sabia que se supone que hiciera algo, ¿Pero que? Las sugerencias de su madre siempre traían problemas y cuando Ranma le había preguntado a su padre, la explicación que el había obtenido era tan vaga que el viejo pudo haber estado hablando de todo desde artes marciales hasta comida, los que eran los únicos temas de conversación entre Ranma y su padre.

El notaba por la esquina de su ojo que la chica de la pelea matutina estaba sentada con otras dos chicas bajo la sombra de un árbol. Ella estaba mirándolo con una expresión que no era ni como los chicos ni las otras chicas le estaban dando. Si Ranma pudiera describirla, la habría llamado curiosa, como si ella no supiera bien que pensar de él. Era una mirada que Ranma normalmente reservaba para unos de sus extraños oponentes. Cuando sus ojos se encontraron, ella los aparto en malhumor, como si él que la estuviera viendo la ofendiera de algún modo.

*Yo solo no entiendo a las chicas en absoluto.*

Ranma ya se había sentado y empezado a almorzó cuando Kuno ataco. El logro terminar su almuerzo y defenderse del kendoista con facilidad relativa. Rayos, Ranma estaba acostumbrado a gente intentando interrumpir sus comidas. Entrenando con su padre en la cena cada noche habido dado frutos. El usaba sus palillos para parar el bokken de Kuno y lanzarlo a una pared, y luego se quedo pensativo ligeramente cuando se dio cuenta que si su padre hubiera visto esa pelea, todo lo que Genma haría sería quejarse sobre su hijo usando un 'arma.'

El almuerzo acabo con Kuno haciendo otro viaje a la enfermería.

* * *

De vuelta en clase, Ranma intento dormir un poco. Yaciendo su cabeza en su pupitre no era tan cómoda como su almohada en casa, pero tendría que bastar. Su viejo insistía en que Ranma entrene antes de la escuela, robando al chico la oportunidad de dormir. Si no era un nuevo rival, era su mamá o su hermana manteniéndolo hasta tarde por alguna extraña razón u otra. Eso sin mencionar los rivales que decidían atacar en el medio de la noche. *¿Eran ocho horas de sueño demasiado pedir?*

La profesora nada sabia de esto. Ella solo vio un conocido estudiante problema ignorando la lección y decidió que un borrador en la cabeza era la mejor forma de coger su atención.

Justo antes de golpearlo, la mano de Ranma subió, atrapo el borrador, y lo puso en su pupitre. Para irritación de la profesora, el no levanto su cabeza en ningún momento.

La profesora intento un pedazo de tiza, un libro de texto, y un zapato en sucesión rápida. Ranma los atrapo todos con facilidad, aunque por alguna razón el puso el zapato en el suelo mientras el resto de los objetos iban a su pupitre. En ninguna otra manera el actuó despierto. De hecho, los estudiantes sentados junto a él podían oír el sonido de sus ronquidos.

"¡Sr. Saotome! ¡¿Le gustaría parar de dormir en mi clase?!" La profesora grito en exasperación.

Todos miraban con sorpresa como Ranma levantaba su cabeza, frotando sus ojos mientras bostezaba. "¿Huh? ¿Que decía?"

"¡Saotome! ¡Cubos! ¡Vestíbulo! ¡Ahora!" la profesora prácticamente chillo a través de sus dientes.

Ranma sencillamente asintió, todavía sintiéndose un poco soñoliento, y vago hasta el fregadero para llenar los cubos. Mientras hacía su camino al vestíbulo, el noto que Akane lo estaba mirando otra vez con la misma mirada que había tenido durante el almuerzo. Justo como antes, una vez que no noto que él la noto, ella giraba su cabeza enojada. Ranma solo sacudía su cabeza. El no tenía idea que era todo eso.

*Vaya castigo,* Ranma pensaba mientras sostenía los cubos con facilidad, *Preferiría estar así todo el día que sentado en ese aburrido salón de clase.*

El chico de la trenza era íntimamente familiar con todos los diversos castigos que una escuela puede dar: pararse en el pasillo, deberes de limpieza, detención, trabajo extra-escolar, y suspensión. Normalmente no era su culpa, pero el había aprendido eventualmente que los profesores nunca querían oír su versión. Si ellos veían un revoltijo y el estaba implicado en alguna forma, entonces inmediatamente se volvía su responsabilidad. Ranma finalmente se rindió y solo tomaba el castigo que le daban sin una palabra. ¿Si sus padres no le importaba, por que a él si? Era normalmente mejor que la escuela.

Ranma se sorprendió al encontrar a Kuno corriendo hacia el, cubos en ambas mano. El estaba empezando a admirar la forma en que el kendoista podía volver de la inconsciencia. Un tipo normal habría estado fuera por horas por lo que Ranma había hecho. El no pensaba incluso que su padre se hubiera recobrado tan rápido. Cuantas palizas este tipo debe haber recibido para ganar tal inmunidad a ellas?

Ranma ignoró los balbuceos de Kuno, noto una oportunidad, y, con una patada bien situada, envió al chico mayor afuera.

Otro chico miró por la ventana y dijo, "Wow, tirarlo a la piscina fue una forma rápido de hacerse cargo de el."

"¿Ahí una piscina?" Ranma preguntó con sorpresa.

El otro chico de cayo de cara. "¿No sabías que había una piscina? Nosotros estamos en el tercer piso!"

"¿Y?"

* * *

Ranma dio un suspiro de alivio cuando finalmente dejo el salón de clase por el día. Escuela, la más aburrida e inútil parte de su día, ahora acabo. Todo lo que quería era ir a su casa, quizás tener un poco mas de entrenamiento, y gastar algún tiempo comprando ingredientes. Su mamá le dejo cocinar otra vez esta noche y el ya tenía la comida planeada en su mente. Para Ranma, comida era segunda solo a artes marciales. El a menudo combinaba los dos, haciendo el cocinar otra forma de entrenamiento de artes marciales, construyo katas basados en hacer comidas. El amaba comer y debido a viajar con un padre cuyo experiencia culinaria paraba en arroz de campamento, el había aprendido a amar cocinar. Estuvo un poco sorprendido que cocinar llenaba la definición de su madre se ser varonil. Ella actualmente lo alentaba y ayudaba su pasatiempo, aunque el todavía deseaba que le dejara cocinar mas a menudo. Mientras su padre puede haber tomado a mal el tiempo que tomaba de su entrenamiento, Genma a menudo pensaba con su estomago primero. Su hijo había resultado ser un buen cocinero.

Kuno obstruía la salida del suelo escolar, bokken listo. El volvió a su traje de kendo de la mañana, posiblemente porque su uniforme escolar estaba todavía mojado. Ya había una muchedumbre, que Ranma noto eran mayormente chicas por alguna razón, se habían reunido alrededor de el. "Ahora malvado, encara la cólera del Trueno Azul!"

"¿Otra vez?" Ranma pregunto, exasperado. Normalmente sus rivales no eran tan persistentes para desafiarlo cuatro veces en el mismo día. "¿No fueron las primeras dos golpizas que te di suficientes?"

La muchedumbre se rió mientras Kuno se enrojaba. "Ningún hombre puede haberme derrotado honorablemente. ¡Tú debes haberme hechizado con tu magia negra!"

"¿Que magia?"

Kuno contado fuera de los ejemplos en sus dedos. "Antes de la escuela, tú enviaste un enjambre de abejas airadas a atacarme. En el almuerzo, usaste tus poderes misticos para lanzarme contra una pared. Y luego tú usaste tu brujería para confundir mi mente así tú podías con tus manos defenestrarme."

"Uh, que significa 'defenestrarte'?" Ranma pregunto, confundido.

Kuno había entrado en tal frenesí que no estaba exactamente escuchando este punto. "¡Muere, hechicero!"

Innecesario decir, la pelea duro tanto como las otras.

* * *

Ranma estaba sonriendo mientras entraba a la casa Saotome. La escuela no era tan mala una vez que te acostumbrabas a ella. Luchar con otro oponente regular que no fuera su padre podía ser agradable, incluso si Kuno no estaba a su nivel. Ranma podía usarlo para intentar algún nuevo movimiento antes de sorprender a su padre con ellos. Kuno podía ser un interesante maniquí de entrenamiento, como todos de esos robots a vapor con que una chica lo había atacado una vez. Ranma podía ya ver esos robotes en traje de kendo, rodando alrededor torpemente empuñando un bokken, y gritando cosas estúpidas como 'muere hechicero' y 'tu demonio.'

Los chicos probablemente todavía estarían mirándolo feo por un rato, pero ellos parecían reacio a atacarlo ahora. Debe ser todas las palizas que vieron que le daba a Kuno. Por experiencia, Ranma adivinó que pronto se unirían y lo atacarían todos a la vez. Cuando eso fallara, ellos usarían algo más bajo. Ranma había ya pasado por esta clase de cosas una docena de veces o más. El no estaba preocupado; de hecho probaría ser más interesante que sus clases.

Esa era la única cosa que Ranma había encontrada realmente negativa sobre la escuela. ¿Por que tienen ellos que hacer las clases tan aburridas? Matemáticas el entendía, mas o menos. Le ayudaba a entender ciertas cosas, pensando problemas en términos matemáticos. El lo había usado para ganar peleas contra su padre. ¿Pero lo demás? Por que necesitaba estudiar literatura? Ranma no planeaba escribir algún libro. ¿Y historia? El no iba a ser un historiador.

Las otras chicas en escuela ya empezaron a hacerlo sentir extraño. Esta era suelo desconocido para Ranma; era algo que le estaba sucediendo desde hace tiempo. No era tan malo si no fuera por todas las 'sugerencias' de su mamá.

Entonces estaba Akane. El solo no podía entender a esa chica. Primero, ella intento pegarle sin ninguna razón, luego ella lo culpaba de llegar tarde cuando fue todo culpa de Kuno. Ella lo miraba durante almuerza y clase, pero cuando Ranma lo notaba, ella giraba su cabeza como si estuviera enfadada por que lo noto.

* * *

"Bienvenido a casa, hijo," Nodoka dijo a Ranma, desempolvando sus manos mientras ella entraba a la habitación. Ella aun vestía su equipo de limpieza, con un delantal amarillo grande y guantes hasta sus codos y llevaba un pañuelo alrededor de su cabeza. Por alguna razón, ella había decidido que hoy era el día en que tenía que limpiar el ático. A Ranma no le importaba mucho; significaba que tendría que cocinar dado que su mamá no tendría tiempo. "¿Como fue tu día en la escuela?"

"Excelente, mamá, no fue tan aburrido como pensé que seria." En la experiencia de Ranma, escuela era normalmente más aburrida que ver golf en televisión.

"Y apuesto que muchas chicas hermosas van al Furinkan," Nodoka dijo con una sonrisa y un guiño.

Ranma susurro, pero no lo suficientemente alto para que su madre escuchara. *¿Por que no puede acabar con eso?* el pensó. Ella siempre lo alentaba a ser mas 'varonil' y hacer 'cosas' varoniles, que normalmente significaba hacer algo con chicas. Mirar chicas, hablar con chicas, escribir notas a chicas, espiar chicas, salir con chicas, incluso intentar besar chicas. Y no importaba que hiciera, nunca era suficiente para ella. Si Ranma hacia algo que su mamá sugirió para sacarsela de encima, ella solo sugeriría algo más después, que normalmente era diez veces peor que lo anterior. El encontró mejor solo acordarse de todo lo que ella decía y luego ignorarlo.

Muchos veces Ranma había decidido que ya era suficiente y el iba a decir a su madre exactamente lo que pensaba sobre ser 'varonil.' El marcharía directo hasta ella, la miraría directo a los ojos, y se rendiría completamente. Era lo mismo con su papá y todas sus misteriosas ideas de entrenamiento. El quería decir al viejo que se perdiera, pero solo no podía. Ranma no podía desilusionar a sus padres. Ambos significaban mucho para el, no importaba que ideas locas ellos a veces tenían.

"Si, yo creo que algunas de las chicas son lindas," Ranma finalmente respondió a su madre.

"¡Oh, mi varonil hijo!" Nodoka declaro y fue a darle un gran abrazo.

*Ella esta probablemente pensando que las estaba espiando o algo,* Ranma pensó. El también se dio cuenta que él tenia otra razón para cambiar su uniforme. No solo no se sentía bien, sino que ahora estaba cubierto en polvo.

"¿Dime, donde está Hitomi?" Ranma cambio el tema mientras se desenganchaba del abrazo de su madre. El no tenia problema con su mamá abrazándolo, el solo deseaba que no hiciera cuando ella estaba tan polvorienta. Ranma no preguntaba sobre su padre, quien trabajado como un instructor en un dojo local. Le sorprendió a Ranma que su padre lo estaba haciendo tan bien que se quedara a dar clases extras. Personalmente, el no pensaba que su padre era tan buen sensei. Genma solo llegaba a casa un poco antes de la comida. No cantidad de dinero siempre haria las tardes para comidas.

"¿No recuerdas? El juku de tu hermana empieza hoy. Ella estará en casa pronto."

Ranma asintió. Su hermana pequeña Hitomi había probado ser un genio en primaria, así que sus padres, por insistencia de Nodoka, la habían enviado a una cara escuela privada llamada Academia St. Herebeke. La principal razón por la que su padre había tomado el trabajo era para pagar la escuela y las lecciones extras después de la escuela que ella había empezado. Nada era demasiado bueno para la niña de papá. Hitomi tenía firmemente a su padre en su dedo a la edad de cinco.

Hitomi llego cuando Ranma volvía de su cuarto tras cambiarse a su camisa de estilo Chino roja y pantalones negros. El nunca realmente estuvo en China --de hecho el compraba su ropa de una tienda pequeña en la ciudad de Porcelana local-- pero por alguna razón se sentía bien solo cuando la estaba usando. Algo más se sentía extraño en él.

La hermana de Ranma tenía trece años y en muchas formas parecía una versión mas joven de Nodoka, aunque Hitomi elegía usar su pelo castaño largo. Sus ojos eran de un azul profundo y siempre con una sonrisa de inocencia infantil, que era a veces una farsa. Ella estaba todavía en su uniforme de colegio privado, que se supone hacía al estudiante parecer más mayor, pero tenía el efecto opuesto en Hitomi, quien, por tardar en crecer, lucía un año o dos mas joven que su edad actual. Era una fuente de irritación constante para la chica, y su hermano frecuentemente fastidiándola no le ayudaba en nada.

"¡Yo estoy en casa!" Hitomi anuncio, dando un portazo a la puerta detrás de ella y rápidamente se saco sus zapatos.

"Hola, hermanita," Ranma le dije, reuniéndose con ella en su cuarto. "Mamá esta arriba limpiando el ático."

Hitomi parpadeaba en sorpresa. Su madre no le había dicha nada sobre limpiar el ático. ¿Por que ella quiere hacer eso ahora de todos modos?.

"Yo no se por que lo esta haciendo tampoco," Ranma dijo, adivinando la pregunta en la mirada de su hermana pequeña. A pesar de sus más que peleas ocasionales, Ranma y Hitomi eran hermanos cercanos que podían tener a menudo conversaciones completas leyendo la expresión del otro.

Hitomi solo se encogió de hombros. Ambos sabían que su madre era extraña y a menudo hacia cosas sin razón aparente. Con ambos padres así, ellos se habían acostumbrado con los años.

"Así que como fue tu día en tu nueva escuela, hermano mayor? ¿Tuviste en algunas peleas?"

Hitomi sabia que dondequiera que Ranma iba, problemas seguían. Ella todavía recordaba la vez que una compañía teatral de circo de Rusia lo ataco porque su padre había comido todo su caviar y bebido todo su vodka. Ellos le pegaron a Genma también, pero el estaba demasiado borracho en ese punto para sentir algo.

"Cuatro," Ranma respondió honradamente.

"¿Todas en el primer día? Wow, ese deber ser alguna clase de record para ti," ella lo molesto. Hitomi amaba a su hermano, pero por alguna razón ella encontró que fastidiarlo era la mejor forma de mostrar su afecto.

Ranma se encogió de hombros. La única a quien le importaba si estaba en peleas en la escuela era a su mamá y ella estaba solo preocupada de que tengan que transferirlo de escuela otra vez.

"Fueron toda con el mismo tipo. El solo no podía aceptar el hecho de que lo vencí"

"¿No puede aceptar sus perdidas?" Hitomi dijo con una sonrisa pequeña. "Suena como alguien que conozco."

Ranma sabía exactamente de quien estaba hablando. "Hey, yo te venceré la próxima vez! Tu suerte no puede seguir para siempre."

"Toma mas habilidad que suerte para ganar en shogi. Habilidad que tú dolorosamente no tienes, hermano mayor."

Ranma se enfado. Todo había empezado hace dos años cuando toda la familia Saotome había ido a la feria. Genma había insistido que los juegos serian buen entrenamiento y así Ranma se metió en cada competición que tenían. Y el gano, cada vez, nunca tomando mas de tres intentos. En camino a casa sus brazos estaban llenos con tantos premios que apenas podía ver encima de ellos, mientras su madre llevaba el pescado.

Así que Ranma, su confianza elevada, declaro que no había juego que no pudiera ganar. Hitomi, que había estado mirando algunos de los animales de peluche con aprecio, lo desafió a un juego de su elección. Ella insistía que Ranma apostara todos sus premios, mientras ella haría sus deberes por un mes. Ranma le hubiera dado sus animales de peluche al menos --el ciertamente no los quería-- pero no tener que hacer deberes y realmente obtener buenas calificaciones era demasiado tentador para dejarlo pasar.

Ranma sabia que ella escogería un juego no físico. Hitomi estaba en buena forma, pero ella no era un artista marcial ni tenía algún interés en ser uno. Aunque él realmente no estado esperando un juego de mesas, especialmente uno que el nunca había jugado antes.

Hitomi dio a su hermano una oportunidad, le dio un libro de reglas de shogi y 24 horas para prepararse. Ella aumento las posibilidades en su favor haciendo vencedor al que ganara dos de tres juegos. Al final, no importo.

Ranma nunca había perdido tan rápidamente en su vida. El perdió los primeros dos en menos de cinco minutos. Hitomi incluso dejo que esos sean juegos de practica como Ranma había insistido. Así que ellos jugaron, y jugaron, y jugaron. Tres horas mas tardes, Ranma todavía no había ganado un solo juego, mientras Hitomi no solo gano todos sus premios 1 por 1, si no también la mitad de las cosas de Ranma y un contrato de servidumbre por un mes.

Ranma podía haber sido capaz de lidiar con su perdida sencillamente olvidando que había sucedido. Solo que su hermana menor había decidido no dejarlo olvidar su humillación. Hitomi nunca perdía una oportunidad para recordar a Ranma de su fracaso. Ella tuvo muchas ocasiones para hacerlo en el mes que Ranma respondiera a cada uno de sus caprichos.

Hitomi lo había hecho todo ese mes. Ella había decidido de repente que su cuarto estaba demasiado sucio y tendría que ser limpiado cada día. Hitomi, quien era normalmente muy pulcra, se había vuelto una sucia en una noche. No importaba cuan duro Ranma trabajaba en limpiar, siempre había incluso mas trabajo el día siguiente. Ella también decidió que todas sus comidas tenían que ser servidas por Ranma, mientras ella estaba en cama. Su fuerza parecía estar menguando así que Ranma tenía que darle la comida en la boca. El también tenía que llevarla a donde quisiera ir. Hitomi de repente tenía la necesidad de estar en un lugar diferente cada cinco minutos, normalmente en el lado opuesto de la casa. Nada que hiciera por ella era lo suficientemente bueno la primera vez, el tenía que intentarlo al menos diez veces antes de que estuviera satisfecha. Cada vez que se quejara, la miraba feo, o levantaba su voz, ella puntualmente le recordaba a Ranma que era todo porque el era terrible en shogi.

Ranma pasó todo el mes después de su servidumbre en intenso entrenamiento de shogi. El estudiaba el libro de reglas hasta saberse cada palabra de corazón. El jugaba unas docenas de juegos contra si cada día. El empezaba a ir a juegos, estudiando la técnica de la gente que ganaba. El jugaba contra su padre, pero paro después de nunca perder. Estaba claro que su padre era peor jugador de shogi de lo que el era, incluso cuando Genma hacía trampa, que era a menudo.

Al final del mes, Ranma sintió que estaba listo y desafió a su hermana pequeña a una revancha. Ranma apostó otro mes de esclavitud, mientras Hitomi puso todas las cosas de Ranma que ella había ganado anteriormente. Ellos jugaron por dos horas y Ranma todavía no había ganado un solo juego. Ranma estaba determinado todavía a ganar al menos una vez, pero el había agotado las cosas que apostar. Hitomi ahora tenía todo las cosas de su habitación, junto con dos meses de su obediencia completa. Ranma tenía que dormir en el suelo en una habitación vacía y responder a su hermana pequeña siempre que ella llamara.

¿Qué pensaban sus padres de todo esto? Genma pensaba que era buen entrenamiento, mientras Nodoka pensaba que era varonil de Ranma ser tan amable con su hermana.

Hitomi eventualmente sintió pena de su hermano. Ella le dio algunas de sus cosas de vuelta y no lo hacía trabajar tan duro como antes. Pero ella todavía no dejaba que olvidara su perdida. Por dos años el ocasionalmente la desafiaba en shogi y Ranma aun tenía que ganar un juego contra ella.

Nodoka, alertada por el golpe de la puerta, volvía del ático para saludar a su hija.

Hitomi logro decir un "Hola, mamá" antes de ser agarrado en un aplastante abrazo. Nodoka estaba incluso más polvorienta que antes y ahora había un segundo uniforme que necesitaba ser lavado.

"¿Como fue tu nuevo juku hoy, querida?" Nodoka preguntó a su hija tras soltarla de su abrazo. Parecía que Nodoka estaban tan preocupada de la 'feminidad' de Hitomi como de la 'virilidad' de su hijo, aunque las calificaciones para cada una eran en muchas maneras exactamente opuestas. La mamá de Ranma parecía pensar que todas las mujeres serian inteligentes, frágiles, domesticas, y cultas. El a menudo se preguntado sobre la parte 'frágil', dado que su madre era todo excepto eso, y su hermana era apenas delicada.

Ranma sonrió cuando vio la mirada de horror de Hitomi por el estado de su nuevo uniforme, ahora con manchas grandes de polvo tapándolo. Su hermana era definitivamente una fanática de la limpieza y trataba cada suciedad como un insulto casi personal. Ranma había encontrado de la manera difícil que molestarla sobre eso no era buena idea. En venganza por un pastel de lodo en la cara, Hitomi había convencido a su padre que Ranma había estado flojeando y que un más avanzado entrenamiento de técnicas era necesitado. Ser atacado por una colmena de abejas no fue tan divertido, incluso si aprendió una técnica nueva al final; su cara había permanecida hinchada por una semana. Aunque Ranma encontró que era solo demasiado divertido hacerle bromas.

Viendo los ojos de Hitomi estrechados en su casi-risa, Ranma decidió que era tiempo de estar en alguna otra parte por un rato. "Creo que voy a comprar para la comida ahora."

"Oh Ranma, tú no necesitas pasar tantos problemas," Nodoka le dijo. "¿Por qué no solo haces algo simple dado que nosotros ya estamos aquí? No siempre tienes que cocinar cosas complicadas."

Ranma no quería permanecer bajo el mismo techo que su hermana cuando tenía esa mirada en sus ojos, especialmente después del día que había tenido. "No es problema, mamá. Yo ya tengo toda la comida planeada, ahí solo unas pocas cosas que necesito traer."

"Esta bien entonces. Y si conoces una chica en el camino, solo llama a casa y yo solo ordenare algo. O mejor aun, por que no la traes a casa y la impresionas con tu varonil cocina!"

Ranma decidió para escapar de su casa antes que su mamá tuviera más de sus sugerencias.

Ranma silbo mientras bajaba la calle, bolsa de tienda en una mano, lista de compras en la otra. Todos los sucesos del día habían sido puestos a un lado mientras se concentraba en la tarea delante de el. Es decir, buscar los ingredientes justos para la comida que el había planeado esta noche.

Él no estaba sorprendido cuando el encontró a una familiar joven comprando su propia comida.

>>>>Flaskback<<<<

Ranma había conocido a Kasumi unos pocos meses atrás cuando el literalmente choco con ella, enviando sus compras todas al suelo, junto con Kasumi. Fue uno de los mas embarazosos momentos de su vida, aunque el parecía tener mucho mas de esos que otra gente. Ranma se disculpo profusamente y rápidamente cogió todas sus cosas mientras la ayudaba a levantarse.

Para su sorpresa, la mujer, quien era alta con pelo largo marrón, no estaba siquiera enojada. Ella estaba asombrada por todas sus inclinaciones y disculpas. Ranma ofreció muchas cosas en orden de compensar lo que el había hecho, pero eventualmente ella lo convenció de solo llevar sus compras por ella.

"¿Estás comprando para tu madre?" Kasumi le pregunto de repente, rompiendo el silencio que había estado entre ellos mientras caminaban al almacén próximo.

"¿Huh?" Ranma respondió, sorprendido por la pregunta.

Ella sonreía un poco y dijo, "Las compras, digo. Yo vi algunas de las cosas en tu bolsa. Tu madre debe ser una interesante cocinera."

"En verdad, son para mi. Bien, son para toda mi familia. Quiero decir, yo estoy comprando porque voy a cocinar esta noche," Ranma respondió nerviosamente.

"¿Tú cocinas?" Sorpresa era evidente en su voz.

Ranma asintió. "Yo realmente lo hago, pero mi madre solo me permite una vez por semana. Ella dice que debería pasara mas tiempo en otras cosas."

El decidió no decir en que su madre quería que pasara el tiempo en espiar y saliendo en citas. Ranma sabia por experiencia que solo decir esas cosas a una mujer le ganaría una bofetada en la cara. El distintamente recordaba un incidente en su escuela implicando un manuscrito viejo que su mamá había encontrado entre las cosas del maestro de su papá. Eso le había enseñado cuan realmente violenta una chica puede ponerse.

Ranma paro de caminar cuando el noto que Kasumi esta solo parada ahí. Ella lo estaba mirando, aun sus ojos parecían enfocados en algo más.

"No es tanto problema," Él le dijo.

Kasumi lo miro un poco avergonzada. "Yo estaba solo sorprendida, eso es todo," ella dijo y empezó a caminar otra vez. "No muchos chicos toman interés en cocinar, especialmente a tu edad."

"¿Mi edad? Tú no puedes ser mucho mayor que yo, y apenas voy a empezar la prepa en unos pocos meses."

"Oh, en verdad? Tú debes tener la misma edad que mi hermana entonces. Yo soy unos pocos años mayor que ella."

"¿Y?" Ranma se preguntó por que esta mujer pensaba que unos pocos años hacían alguna diferencia. Su hermana pequeña era tres años mas joven que él, pero ella actuaba mas adulta que él, la mayor parte del tiempo de todos modos. "¿Importan tanto unos pocos años?"

"No, no lo creo," Kasumi respondió después de un momento y empezó su caminar otra vez, Ranma siguiéndola estrechamente por detrás.

>>>>Fin del Flaskback<<<<

"Hola, Ranma-kun," Kasumi lo saludo calidamente al encontrarlo. Ella estaba usando un vestido de casa conservador como siempre, pero Ranma había notado que sus ropas más nuevas parecían asentar su figura mejor, aunque se sintió un poco avergonzado por mirar a su amiga así. Probablemente porque ella no estaba preocupada en crecer ya. El también creyó descubrir una pizca de maquillaje y perfume, pero hizo a un lado eso; el había estado viéndolo en todas partes desde que su hermana se había vuelto interesada en ellas. Nadie tan practico como Kasumi se arreglaría solo para ir al mercado. ¿Quizá planeaba ir donde el Dr. Tofu después? El medico parecía interesado en ella y esta era muy agradable con él.

"Hola, Kasumi. ¿Cómo estas hoy?" Ranma pregunto mientras el se juntaba con ella.

Kasumi y Ranma ya tenían una costumbre. Ellos charlarían sobre cocina o cosas menores de sus vidas mientras iban de compras a sus almacenes favoritos, mirando el alimento, comparando calidad y precios.

"Lo estoy haciendo bien. Tu consejo en ese plato Americano fue muy útil. Incluso yo me sorprendí en cuan bien resulto."

Ranma agacho su cabeza, sintiéndose un poco avergonzado. No estaba acostumbrado a ser alabado por alguien excepto su mamá. El no había realmente dicho a Kasumi mucho, solo algo que había notado cuando hacía el plato. Kasumi era realmente una cocinera mucho mejor que el, incluso aunque solo había probado algunas de sus galletas. Ella solo sabía más sobre cocina que él y ella le daba consejos a él en docenas de ocasiones ya. Ranma no sentía que merecía ser alabado cuando Kasumi sabía tanto.

"¿Qué planeas cocinar esta noche?" Kasumi pregunto, esa era otra parte de su ritual. Ninguno se sentía completamente cómodo con otra gente, así que ellos habían encontrado que discutir lo que planeaban hacer esa noche era una buena forma de bajar la tensión. Cuando ellos habían empezado esto, era normalmente Ranma quien había preguntado primero. Ahora era normalmente Kasumi.

"Este plato Tailandés que encontré en una revista. Sonó muy interesante." Genma no aprobaba que su hijo leyera revistas de cocinando, así que Ranma tenía que esconderlas bajo su cama y forrarlas con otra tapa. Aunque a su mamá no parecía importarle. Ella parecía deleitada esa vez que lo atrapo. Por que ella estaba tan feliz el nunca sabría. No había forma de que ella pudo haber visto que clase de revista era.

"Oh, debes decirme como te salió, e incluso dejarme usar la receta alguna vez. Aunque no se si mi padre querría algo como eso."

"Ese no es un problema para mi. Mi papá come de todo. Solo mi hermana pequeña es quisquillosa al comer, pero claro le gusta la comida Tailandés."

Kasumi reía un poco. "Por la forma en que lo describes, suena como si tu padre comería rocas si fueran preparadas correctamente."

"Aunque dudo que sea capaz de pasar algunos de esos horrores que me dices que tu hermana hace."

Ambos reían por eso. Ninguno hablaba sobre su familia mucho a menos que tuviera algo que ver con comida. Para Ranma, era el hambre de su padre. Para Kasumi, la carencia total de habilidad culinaria de su hermana. Historias sobre ambos les habían dado unos divertidos momentos. Pero por alguna razón, Kasumi nunca mencionaba a sus hermanas por nombre. Cada vez que preguntaba, ella cambiaba el tema. Ranma decidió que si Kasumi quería guardarle un secreto entonces el no iba a curiosear. Pero le sorprendía, dado que Kasumi normalmente parecía tan abierta y honesta.

"Así que, ¿Que vas a cocinar esta noche?" Ranma preguntó.

Ranma escucho atentamente como Kasumi describía en detalle los numerosos pequeños toques que ella iba a dar a una comida que habría sido de otra forma normal.

Ranma y Kasumi cocinaban con estilos muy diferentes, tanto como Ranma podía entender lo que ella había dicho. El normalmente escogía platos exóticos que el prepararía como si fueran un kata de artes marciales. En algunas formas, era tanto la presentación como el alimento mismo.

Kasumi, sin embargo, tomaría un plato ordinario y lo haría extraordinario sumando tantas mejoras pequeñas que apenas parecía la receta al final. Ella tranquilamente preparaba las comidas, creyendo que el alimento debería mostrar sus cualidades.

Ranma una vez había intentado cocinar de la forma de Kasumi. Los resultados habían sido un desastre. Ni siquiera su padre lo había comido. Cuando el contó a Kasumi sobre esto, ella le dijo que cada cocinero tiene su estilo propio y debe cocinar de la forma que siente, no copiar los métodos de otros.

"¿Así que como va tu nueva escuela?" Kasumi le pregunto. Ranma había mencionado la última vez que se habían reunido que el iba contundentemente a ser transferido porque uno de su rivales había destruido el gimnasio. Kasumi siempre parecía muy divertido por las cosas que le sucedían a Ranma, pero ella nunca lo culpaba o molestaba por ellas. Ella era realmente una de las pocas personas que era compasiva a los problemas de Ranma.

Ranma sacudía su cabeza. Incluso el encontraba difícil creer lo que le había pasado en la escuela. "Yo tuve que levantarme incluso mas temprano para practicar y coger el autobús, pero eso no fue tan malo. Cuando llegue a la escuela ahí una multitud de chicos atacaban a esta chica. Así que yo salte y la ayude, incluso aunque, para ser honesto, ella lo estaba haciendo bien por si misma. Así que después que todos los chicos estaban fuera, ella gira hacía mi. Ahora puedo verla cometiendo el error de que yo era uno de los chicos que intento atacarla, pero cuando le dije que yo no quería pelear, ella se puso aún más enojada.

"Así que ella esta atacándome por un rato y yo estoy básicamente eludiendo y preguntándome como acabar esto sin lastimarla. Entonces este tipo en traje de kendo aparece en el patio escolar y para la pelea."

"Bien eso es algo bueno," Kasumi comentó mientras se daba la vuelta a Ranma y comprobaba la frescura de algunos vegetales.

Ranma sacudía su cabeza. "No, no realmente, dado que él me desafió a pelear justo después. Ese tipo pudo haber sido un desafió hace un año, pero hoy el solo me hizo llegar tarde a clase. Eso habría estado bien dado que preferiría levantar cubos que sentarme a esas aburridas charlas. Solo que la chica de la mañana estaba ahí también y estaba culpándome por llegar tarde."

"Ranma, tú realmente debes tratar mas seriamente la escuela. ¿Como se supone que pases los exámenes de entrada y entres a una buena universidad si no pones atención a las lecciones? Pero, fue culpa del otro chico que llegaras tarde. Yo también pienso que la chica fue parcialmente culpable por luchar en primer lugar."

Ranma no entendía del todo por que Kasumi era tan insistente sobre su educación. Ella tomaba casi como un insulto personal cuando el resueltamente flojeaba. Si ella no iba a la universidad a pesar de cuan bien lo hizo en la escuela, ¿Por qué entonces él? Ranma comprendió que esa podía ser la razón, junto con la naturaleza apoyadora de Kasumi. Ella era una amiga verdadera, siempre queriendo lo mejor para él, incluso si Ranma no lo quería.

"El patán no estaba satisfecho con la primera vez que le pegue. El siguió insistiendo que yo usaba alguna clase de magia negra para tomar su victoria. Yo creo que ese tipo tiene una pocos bokkens en la cabeza del equipo de kendo. El trato de pelear tres veces más, pero solo se hizo mas fácil pegarle. Yo puedo entender querer ser el mejor, pero al menos entrenaría mas antes de atacar a un oponente superior otra vez."

"Oh, ¿Otra cosa interesante paso?" Kasumi preguntó, sonriendo ligeramente entretenida.

Ranma decidió no decir a Kasumi sobre las miradas hostiles que esa chica Akane le había estada lanzando, ni sobre la forma en que las chicas habían estado todas dándole ojitos. Parecía que Kasumi no le gustaba cuando otras chicas actuaban indecentemente alrededor de el. Ranma sabia que ella nunca actuaría de esa forma.

"Bien, yo como me dormí en clase," el admitió, avergonzado.

"¡Ranma!"

"Yo no quería. Aún estoy ajustándome a despertarme mas temprano, eso es todo. Además, eso no pasaría si las lecciones del profesor no fueran tan aburridas."

"Tú realmente debes esforzarte más, Ranma," Ella lo regañaba amablemente, aunque su tono era mas divertido y exasperado que enojado.

"Lo sé, Kasumi, lo siento," Ranma siempre se sentía mal cuando Kasumi estaba desilusionado de él.

"Está bien, Ranma. Estoy segura de que lo harás mejor la proxima vez."

* * *

Ahora de vuelta en la casa Saotome, Ranma fue a la cocina y empezó a preparar la comida que el había planeado. Su padre estaba en casa, leyendo el periódico, mientras su hermana estaba arriba en su computadora otra vez. Siempre desde que ella había conseguido esa cosa hace meses, ella había pasado varias horas al día en ella. Ranma no entendía realmente las computadoras. Hitomi había intentado enseñar a Ranma como usar su Mac --que Ranma pensaba era un nombre tonto para una computadora-- pero fue forzada a rendirse por pura frustración. Ranma reía un poco por eso. Su hermana intentaba hacerse lucir como una pequeña señorita perfecta, pero ella tenia un fuerte temperamento, heredado de su padre.

Su madre había terminado de limpiar el ático y ahora acomodaba todas las cosas que ellos habían almacenado ahí.

"¿Oh, Ranma?" Nodoka llamo a su hijo desde arriba.

"¿Si, mamá?"

"Después de comer, ¿Puedes ayudarme a llevar algunas de las cajas del ático al sótano y sacar la basura?"

Ranma había tenido un día tan largo que el había considerado irse a acostar más temprano de lo que normalmente hacia. "¿Por que no puede hacer que mi padre lo haga?"

"Pero, Ranma, tú sabes que tu padre trabaja muy duro todo el día."

Ranma dio un bufido. Era duro imaginar a su perezoso padre trabajando duro en algo. Ranma accedió a ayudar, preguntándose otra vez por que su madre estaba limpiando el ático. Por lo que podía recordar, había sido un lugar de telarañas y embalajes, para almacenar cosas que querías olvidar. Había algo más en el borde de su memoria, una figura como un duende estando escondido ahí, pero decidió olvidarse de ella como un miedo de una niñez que apenas podía recordar. Ranma sacudía su cabeza, el debería preocuparse más sobre la comida de esta noche.

La receta fue bastante bien, si un poco inusual. Pedía combinaciones de alimentos que Ranma no solía usar juntos, pero no le importaba experimentar. Acabo siendo bien recibido; su padre golpeo su estomago en apreciación y Hitomi había mostrado la rara hambre Saotome, algo que seria divertido bromear mas tarde. Ranma sonreía ligeramente en satisfacción, habiendo hecho algo por lo que el sabia sido apreciado, incluso por su padre.

Ranma pasó el resto de la tarde moviendo cajas para su madre. El se quejaba un poco, pero era realmente solo por show. La actividad física le gustaba porque no tenía que pensar. El se sentía tan relajado que el día volvía una vez más en su mente. El monótono trabajo y entrar en tal estado de paz que era fácil para el caer dormida esa noche y no preocuparse sobre que podría encarar mañana.

Continuara...