Ranma ½:

UN LARGO Y TORTUOSO CAMINO

Parte 21: Entiendo

por Zen

Traduccido por Juan Carlos Roldan Vidals Alias Hukarovi Yanoki

Nota del traducctor: Si te gusta esta historia y quieres escribirle a su autor Zen te advierto que el solo habla/lee ingles y si tu no sabes ingles puedes escribirme a mi el traductor, mi E-mail es hukarovi_yanoki@yahoo.com yo soy el encargado de llevar esta historia a latinoamerica y respondere todas sus dudas que surjan en la historia.

©Basado en los personajes y situaciones creados por Takahashi Rumiko, Ranma 1/2 y derechos reservados Shogakukan de los personajes, círculo de la animación de Kitty, y Takahashi Rumiko.© Derechos Reservados ® de 1996 de la historia - James A Bateman.

*** O_o ***

Detrás del hogar Saotome había un dojo. No tan grande o elaborado como el dojo Tendo, fue hecho a mano finalmente, y había sido bien cuidado. Éste no era un dojo de enseñanza, sino algo lejos más personal. Era aquí donde Ranma y Ukyo finalmente localizaron a Nodoka Saotome.

El cono del silencio que rodeó la pequeña estructura era tangible. Ranma llego allí primer, pero se detuvo justo en el umbral, mirando desde el vestibulo, con una expresión de shock en su cara. Ukyo casi corrio a él. Ella comenzó a preguntarle porqué él se había detenido cuando ella miraba adentro y la pregunta murio.

Los pedacitos de paja estaban regados en el piso. Al final del vestibulo, un poste sostuvo los restos hecho añicos de un maniquí de entrenamiento que tan salvajemente había sido desgarrado que estaba irreconocible. Había dos descascaró más justo como ése en la esquina. Nodoka, vestia un traje blanco, con una tira de paño blanco atada alrededor de su cabeza, estaba sentada, tiesamente erguida, en el centro del dojo, haciendo frente al kamidana. Las velas montadas a los lados del altar estaban encendidas, y había incienso que se quemaba.

Exaltadamente, Ranma entro al dojo. Si su madre lo oyó, ella no dio ninguna muestra. Ella solamente estaba sentada inmóvil, mirando fijamente al espacio. Al ver los oscuros círculos debajo de sus ojos era bastante obvio que ella no había dormido en toda la noche. Un escalofrio creció en el pecho de Ranma mientras que él notó las marcas de lagrimas que también se mancharon en su rostro. "¿Madre?"

Nodoka no dijo nada, simplemente se estremecio mientras que otro sollozo silencioso la sacudió.

Inquieto, Ranma puso una mano confortante en el hombro de la mujer. "¿Madre?"

"¡NO me llames así!" Nodoka exclamo mientras que ella tiró lejos la mano de su hijo. Poniendose lentamente de pie, ella dio vuelta para hacer frente al muchacho, con una expresión cruda de furia en su cara. "¿No entiendes lo que ha hecho tu padre? ¿Cómo él ha deshonrado el nombre Saotome?"

Ranma retrocedio, sorprendió y lastimado. Él no había sabido qué clase de reacción esperar, pero él seguramente no era esta. Todo lo que él podía hacer era estar de pie.

"¡Y tu pareces resuelto a seguir sus pasos! ¡Tienes una obligación, una deuda de honor, a tu familia y al clan Tendo, y una que tu me dices que no tienes ninguna intención de cumplir. Has permitido que otros, mas... persistentes enredos interfiera con tu juicio. Hay más en juego aquí que solo tu futuro, lo sabes. Tu cargas sobre tus hombros el futuro de la escuela, el futuro del arte! ¡Ésa no es una responsabilidad que puedes desechar tan a la ligera!"

Haciendo un esfuerzo visible por calmarse, Nodoka continuo. "Me has dejado herida, Ranma. No puedo aceptar tu solución a estos problemas. No puedo apoyar tu decisión de casarte a Kuonji, y sin embargo, lo intente como pude, tampoco puedo condenarla. Me entristece que tu y Akane no pudieran resolver sus diferencias. No puedo ayudar pero siento que pudo ser de otra manera si realmente lo hubieras intentado."

Ranma solo se veia triste. "Lo intentamos. Akane lo intentó. Yo lo Intenté. Pero para cuando cualquiera de nosotros decidiamos que realmente no deseamos lastimar al otro... era demasiado tarde. Simplemente no podíamos parar. Haría o diría algo estúpido, y ella se enojaria. Cada vez, terminaba haciendo algo malo. La haría enojar, y ella me golpearía, o díme que ella no desea nada con un pervertido como yo."

"¿Nunca se te ocurrió que ella puede ser que no lo haya querido decirlo de esa manera? ¿Que puede ser que terminara su discucion en cólera? ¿Eso, quizás, ella habría hablado más amablemente después de que su cólera pasara?"

"Lo hice. Pero tomaba más tiempo y para que éso sucediera. Con cada pelea, con cada nueva complicación que hizo papá, ella se enojaba un poco más rápido, permaneciendo enojada un poco más de tiempo. ¡No podía incluso culparla por eso! No deseo ver el día en que ella nunca terminara."

"¡Pero, ella mintió por tí! ¡Ella mintió para protegerte cada vez que hiba al dojo!"

"Es verdad. Ella lo hizo. Ella incluso me detuvo de decirte quien era yo, porque papá la había convencido de que tu me matarias."

"¡Y tu lo creiste también! ¿Cómo podrías *creer* que sería capaz de exigir la muerte de mi propio hijo? ¿Yo paresco ser tan terrible?"

"Era" Ranma dijo tieso, "Una cuestión de honor."

"Tu me mentiste a mí... por casi dos años. Cada vez que los visitaba, permitiste que creyera que tu eras alguien más. ¿Cómo puede ser eso una cuestión de honor?"

"Intenté decirtelo..."

"Pero no intentaste lo suficiente. ¿Y qué de los Tendos? ¿Cómo compensarás la deshonra que les has hecho, y a su familia? No puedes romper unilateralmente el compromiso que tu padre arregló, no es honorable."

"¿Y *puedo* romper unilateralmente el compromiso con Ukyo? ¿Es lo que estas diciendo? ¡Papá arregló eso! ¿Qué sobre el compromiso con Kaori? ¿o Yohko? ¿Tomoko? ¿Usagi? ¿Biiko? ¡Papá arregló TODOS esos!"

"¡Siempre fue intención de tu padre que te casaras con una Tendo! ¡Que las escuelas deben ser unidas! ¡Es el su sueño de su vida!"

"¡Suficiente! Te dije que no habia modo de que pudiera cumplir todas mis obligaciones... No pedí estar en esta situación, pero de una forma u otra estoy bien maldecido a terminar esto."

"¡Ranma!" Nodoka estaba ultrajada.

La voz de Ranma desendio, llegando a ser intensa "*Hay* un modo, lo sabes -hasle frente- para restaurar el honor. Te lo ofrecí una vez. Te lo preguntaré una vez más, ¿Serviras como mi Kaishaku?"

Ranma no pensó que era posible que Nodoka pareciera más infeliz, pero ella lo logro. Sacudiendo su cabeza, ella gritó, "¡NO! ¡Sabes que no puedo hacer eso. Esa no es una opción! No lo aceptare!"

"Entonces no me dejas ninguna salida." Ranma separó los brazos desamparadamente.

"¡Ranma, me está pidiendo a quedarme de pie a un lado y ver como mi familia -ver como todos que yo considero querido- se rompe en dos, o matar a mi unico hijo! ¡¿Qué clase de opciónes son esas?!"

"¿No entiendes? ¡Estoy intentando NO separar a nuestra familia, estoy intentando volver a unirla! ¡Hasta que visitaste por primera vez el dojo, incluso no sabía que yo aún *tenía* una madre! Vine aquí porque deseba conocerte como mi madre, no como la 'Tía Nodoka'. ¿Qué más quieres que haga?"

"¡Puedes volver de nuevo al dojo conmígo! ¡Puedes disculparte a los Tendo y a Akane. Aún podemos reparar esto! ¡Aun podemos hacer que esto funcione!" Nodoka sollozo abiertamente. "¡Por favor, Ranma. Si me amas, si respetas a tu madre, lo harás!"

Ranma miró fijamente a su madre, deseando poder darle lo qué ella deseaba, hacer lo que ella le pedia, pero era imposible. Ella estaba equivocada; nunca funcionaria del modo que ella lo deseaba. ¿No podía *ver* eso? "Lo siento, madre" él susurré. "No puedo hacer eso. Tu lo sabes... tu *tienes* que saber que no puedo."

"¿Por qué no? ¡¿PORQUÉ?!"

"Porque no la amo, madre. Y ella no me quiere. Ella nunca lo ha hecho."

"¡Tu realmente no puedes creer eso, hijo! ¡Akane *te* áma! ¡Sé que ella te ama! ¡Tu lo sabe también, en el fondo! ¡Admítelo! ¡Antes de que sea muy tarde!"

"¡Yo no sé tal cosa!" Ranma gruño. "¡Lo qué sé es que Akane pasa mucho tiempo enojado conmígo que la hago infeliz. No es algo de lo que este orgulloso; no es algo que deseo siempre hacer, pero parece que no puedo evitarlo! Y sé que no quiero lastimarla más. O a cualquier persona."

"Pero tu la ESTAS lastimando, Ranma... y me estás lastimando a MI! ¡Estás lastimando a tu familia! ¿No te importa éso? ¿No puedes ver qué lo que estás haciendo es incorrecto?"

"¡Pero Madre! Tu me estás pidiendo que arruine su vida -arruine la mía- arruine la de Ukyo ¿Cómo puede ser eso mejor? ¿Cómo eso arregla algo?"

Nodoka intentó otra cosa. "¡Tu dijiste que Ukyo era su amiga! ¡Tu amiga de la niñez! ¡Seguramente ella puede entender porqué debe abandonar su demanda! Si ella te ama; si ella es realmente tu amiga, entonces ella lo hará."

Ukyo empenzo a decir algo a eso, pero Ranma se adelanto. "¡Sí, Ukyo es mi amiga! ¡Por eso la elegí! ¡Tan terrible como papá y yo la hemos tratado,ella esta ahí para mí! ¡Ella es una amiga cuando yo realmente necesito una, cuando ningun otro deseaba serlo! ¿Es tan sorprendente que yo quiera tener eso en mi vida?"

"Tu hablas de ella como si fuera una cierta clase de santa" dijo Nodoka amargamente.

"¿Santa?" Ranma mirado perplejo. "¡No, ella no es ningúna santa. Pero ella es la primera de mis prometidas que me quiere, y esta dispuestas a confirmarmelo. Podemos reñir, pero ella por lo menos me dirá lo que está sintiendo!"

"¿Entonces tu no la dejarás? ¿No volveras con Akane?"

"¡No!" Ranma apretó sus puños de la frustración. "Ya la deje una vez, madre. No voy a cometer esa equivocación otra vez."

"Ranma... estas rompiendo el corazón de tu madre..."

"Madre... Lo siento..."

Nodoka dio un total desahogo a su dolor, azotando hacia su hijo doce años de amarga soledad estallaron. "¡Entonces vete! ¡Solo VETE! ¡Déjame! ¡Si no haces lo que sabes que es correcto, entonces dejame pensar en una manera de restaurar el honor de nuestra familia!"

Ranma estuvo parado por un momento, viendo a su madre. El choque, el horror y el dolor de luchar por controlar su expresión, y él parecía tener apuro para respirar. Finalmente, un escalofrio paso a través de él, y dejo caer su cabeza. Cuando él volvio a mirar el rostro de su madre, el dolor y la pena todavía estaban allí, pero había algo como... resignación, quizás. Ranma hacia todo lo que podía hacer para evitar que su voz se rompiera mientras él dijo, "Yo... yo entiendo."

Lentamente, Ranma dio vuelta y dejo el dojo, caminando hacia la casa principal. Él no miro atrás. Ukyo estaba hay parada, su mirada se movía hacia adelante y hacia atrás entre la madre y el hijo, con una expresión atontada congelada en su rostro. Ella miró a Ranma entrar en la casa, después dio vuelta una vez más a su madre. Favoreciéndola con una mirada marchita, la joven cocinero de okonomiyaki corrio detras de su prometido, dejando a Nodoka que hacía una pausa en si misma en medio de las ruinas.

*** o_O ***

Para el momento en que Nodoka se habia calmado y habia vuelto a la casa, Ranma y Ukyo no se encontraban en ninguna parte. Nodoka buscó por la casa, pero ella sabía de alguna manera lo que encontraría. Era vacío. Ella caminó tristemente en la sala. Ellos no habían podido irse hace mucho tiempo, tal vez no más de algunos minutos. Puede ser que también hayan sido horas.

Un escalofrío pasó a través de ella mientras un sentimiento de vacío se poso sobre la casa, y sobre su corazón. Ranma había estado allí por primera vez en doce años, y entonces por menos de treinta horas. Ahora, incluso tan poco después de su salida, la casa se sentía incorrecta. Incompleta. Vacía.

Nodoka comenzó a desear que ella hubiera tratado a Ranma con más tranquilidad, más racional. Ella dejó que su dolor, y su soledad la vencieran, y había dicho muchos cosas que realmente no quiso decir. Ella sabía que había lastimado a su hijo; lo había visto en sus ojos. Ella debe haber elegido las palabras con más cuidado. Una sensación de hundirse roía su estómago, una sensación que creció intensamente mientras que notó varios odjetos que habían sido dejados en la mesa. Temblando, ella se agacho para investigar.

El primero era una nota, escrita por Ranma, aunque cómo sabía eso, ella no podía decirlo. Era corta, apenas dos líneas largas, pidiendo su comprensión, si no su perdón, y que ella entregara las cartas que la acompañaban, si tenia la oportunidad. Nodoka miro, y muy segura, allí estaban dos cartas que en la mesa donde había estado la nota. Una, gruesa, fue dirigica a Akane Tendo. La otra, un poco más que una nota, fue dirigida a su hermana Nabiki.

El ultimo artículo en la mesa congelo la sangre de Nodoka. Allí, atado una vez más en sus embalaje de seda, el cuchillo de Ranma. Un pedazo de la conversación del día anterior se repitio de nuevo en su mente. Cuando había sido dicho con una voz tan suave, pero que ahora retumbaba como un trueno en sus oídos. "... la segunda posibilidad es que usted oigá lo que tengo que decir, y usted lo rechace... y a mí. Dejaré esto aquí. Renunciaré a mi familia, y nunca obscureceré su puerta otra vez..."

Sus propias palabras del dojo seguieron, como una avalancha sigue a un esquiador. "¡Entonces vete! ¡Solo VETE! ¡Déjame!"

Y entonces, la expresión de dolor y pena que habían cruzado el rostro de su hijo mientras que él había pronunciado esas proféticas palabras... "Entiendo." Entonces él se había ido, justo cuando ella se lo habia pedido.

Ella miro de nuevo la nota, ahora arrugada en su puño. No había sido escrita a la 'madre' sino a la 'Señora Saotome'. "... renunciaré a mi familia..." Nodoka Saotome se hundió en sus rodillas con un angustioso sollozo mientras que ella se dio cuenta que Ranma... que su hijo... se habia ido.

[Fin de la parte 21]