Ranma ½:

UN LARGO Y TORTUOSO CAMINO

Parte 15: Lo que tengo que hacer

por Zen

Traduccido por Juan Carlos Roldan Vidals Alias Hukarovi Yanoki

Nota del traducctor: Si te gusta esta historia y quieres escribirle a su autor Zen te advierto que el solo habla/lee ingles y si tu no sabes ingles puedes escribirme a mi el traductor, mi E-mail es hukarovi_yanoki@yahoo.com yo soy el encargado de llevar esta historia a latinoamerica y respondere todas sus dudas que surjan en la historia.

©Basado en los personajes y situaciones creados por Takahashi Rumiko, Ranma 1/2 y derechos reservados Shogakukan de los personajes, círculo de la animación de Kitty, y Takahashi Rumiko.© Derechos Reservados ® de 1996 de la historia - James A Bateman.

*** O_o ***

Las noticias viajan rápidamente. Si hubiera algo aún más de un truismo, era que las malas noticias viajan aún más rápidamente. Y Nabiki Tendo no tenía ningun escrupulo sobre apresurar su manera. Los sonidos de la cerámica romperse producian eco atravez del Nekohanten mientras un periódico complemento de gritos de una muchacha china muy infeliz.

"¡Shampoo! ¡Por favor!" Mousse se sambullo y otro tazón se rompe en la pared justo en el lugar que su cabeza había ocupado escasas fracciones de segundo antes. "¡Calmate!"

"¡Estupido Mousse!" la princesa de las Amazonas gruno, "¿Porqué no me dijiste que Ranma tenia a chica espátula con él?"

"¡No la vi! ¡Honestamente, no la vi!" se lamentó el mago miope mientras esquivó el siguiente voleo de vajilla.

"¡Mientes!" Shampoo grito.

"¡No! ¡Lo juro, he dicho la verdad!" Mousse protesto.

"¡Chica espátula es muy astuta!" La voz Shampoo lanzaba desprecio. "¡Ukyo debe haber narcotizado la comida de Airen, no hay otro modo para que *tu* pudieras ganar!"

Mousse titubeo. Esto no iba tan bien como él esperaba. Cuando él vuelto de su 'victoria' ante Saotome, y dar a Shampoo la foto que probaba su victoria, él había sido muy cuidado al elegir su palabras. Él no dijo nada que fuera terminantemente falso, pero había sido calculado muy cuidadosamente para hacer que Shampoo saltara a las conclusiones deseadas. Y había funcionado, también. Hasta un punto.

Ese punto había pasado cuando Shampoo oyó hablar de que el Ucchan cerro. Cuando Shampoo se dio cuenta que Ranma *y* Ukyo se habia ido, ella había olido a rata. Ella no lo habia, Mousse penso mientras se zambullo de otro plato, tomádo demasiado bien.

La verdad se habia dicho, la desaparición de Ukyo lo había tomado por sorpresa también. Él había estado seguro que cuando finalmente viniera el momento de elegir, Ranma habría escogido a Akane. Era una de las razones por las que él había estado tan enojado con Saotome; él había creído siempre que era solo el ego de Ranma lo que había mantenido alimentadas las fantasías de Shampoo. Ahora, después de la nota que él había resibido de Ranma aquel día, él comenzo a pensar de otra manera.

Tal vez es una parte del toque que Ranma tenía en las mujeres del área. Él las cuidaba, y no queria lastimar a ninguna persona. Ranma estaba siempre listo para ser amigable, si ese alguien lo dejaba. No obstante, Mousse reflexiono, él podía ser un verdadero engreido, y toda la atención que él consegia de las chicas probablemente no hizo algun *daño* a su ego. Los ojos de Mousse se ensancharon mientras él vio a Shampoo que alistaba otro lote de tazones. Él nunca iba a poder esquivar todo *eso*. Mientras ella lanzó su ataque, Mousse se cerró los ojos y se preparo para el impacto.

No llego. Después de un momento, Mousse abrió los ojos otra vez para ver el baston de Cologne entre él y Shampoo. Toda la vajilla de cerámica que ella había lanzado en su ataque pasado fue apilada cuidadosamente en el mostrador, siendo interceptados, sin duda, por Cologne. Shampoo clavo una feroz mirada en la vieja mujer, que examinaba sus uñas mientras ella esperaba que su bisnieta se calmara.

"Bisabuela" dijo Shampoo, con una feroz mirada en dirección a Mousse. "¿Porqué interfieres?"

"Paciencia, mi niña" la vieja bruja contestó. "Como Amazona, debes tener control mejor de tu temperamento. Sabes que no llegaras a ninguna parte de ese modo."

Shampoo fruncio el ceño detrás en su abuela por un momento antes de finalmente marchitarse bajo la mirada de la anciano. "Sí, bisabuela" ella dijo finalmente.

"Eso es mejor, niña. Ahora" ella dijo, volviendo su atención a Mousse, "Llegaremos al fondo de esto."

Mousse intentó tragar saliva, pero su garganta estaba repentinamente seca.

*** o_O ***

Algunas horas despues, Mousse limpió el sudor de su frente mientras que hacia frente a la matriarca Amazona. Él habia sido afortunado. Cologne había elegido no desafiar su historia directamente, así otra vez, Mousse había logrado evitar una mentira absoluta. Pero había estado cercana. Muy cerca.

Sus muchos años de experiencia en la vida habían dado a Cologne las habilidades verbales que eran un poco tan formidable como sus capacidades físicas. Su forma marchita funciono en su ventaja aquí también, puesto que muchas asumieron que su mente es tan débil y frágil como parecia su cuerpo. Mousse lo sabía muy bien.

Por su parte, Cologne estaba frustrada. Ella sabía, más allá de cualquier sombra de duda, que había más en esta situación de lo que el ojo captaba. Mousse habia dicho algo que era falso, ella seguramente lo sabia -lo habia detectado- pero Mousse había creído cada palabra que él había dicho.

Por supuesto, ella razonó, él no era necesario decir algo que era falso mentir. Redactando la opción, y qué no habia dicha tanto como segun fue dicho, podían conducir a un incauta interrogacion al mal interpretar las respuestas que fueron dadas, si la persona era lo bastante lista. Hasta este momento, ella nunca había dado a Mousse mucho crédito.

Ella podía conseguir la verdad, por supuesto. Ella podía forzarlo. Pero tomaría tiempo, y el tiempo era un lujo que ella no se podía dar. Lo que había sucedido, lo importante era que Ranma se habia ido. Eso no podía permitirlo; la futura felicidad de su bisnieta, de hecho, incluso su futuro, dependido de logra que Ranma regrese.

Hecho - Ranma se habia ido. Hecho - Ukyo también, era extraño, y su restaurante había sido cerrado. Siguiendo la lógica los dos estaban juntos. También siguiendo eso no tenían ninguna intención de volver a Nerima pronto. El tiempo era esencial.

Cologne sacudió su cabeza en exasperacion y, por primera vez, ella sentía cada uno de sus años presionando en ella. Sin embargo, nada de eso se mostro mientras ella miró a Mousse.

"Todavía pienso que hay algo que tu no nos has dicho, pero, por mí vida, no puedo imaginarme lo que puede ser." Cologne dio vuelta una vez más a su protegida y suspiro. "Shampoo, ahora depende de tí. Tu debe ir detras de él, y traerlo de regreso."

Los ojos Shampoo se encendieron, y una insinuacion de una sonrisa se formo en su cara. "¿Que quieres decir, Bisabuela?"

Cologne cabeceó, su expresión era solemne. "Antes de que pueda aceptar la derrota del yerno ante este idiota, debo verla con mis propios ojos.

Shampoo cabeceo vigorosa. "Eso es correcto. No hay manera de que Mousse pudiera derrotar a Airen en combate justo."

La vieja dio vuelta de nuevo a la cara del muchacho otra vez. "Estoy de acuerdo... es inverosívile que tu hayas podido derrotar a Saotome sin una cierta clase de interferencia..." Cologne parecía pensativa. "Ukyo era en el mejor de los casos un premio de consolacion... Pero aun asi, no habría esperado que el yerno tomara la derrota tan fácilmente."

Mousse parecía dolido pero sostenida su lengua. Una vez que la vieja Amazona hubiera compuesto su mente, nada cambiaria. Aún él no tenía ninguna idea de qué hacer, o aún si habíera algo que él *pudiera* hace, así por el momento que era, él guardó su propio consejo.

La voz de Cologne fue afilada como acero. "Ahora ve, y prepárate. Lleva a Mousse contigo, para liberarte de tareas más mundanas en el camino, pero tu *debes* traerlo de regreso. Debe haber una union, si deseas mantener tu honor, o tu posición como guerrera amazona."

*** O_o ***

Akane se sentó en su habitación, pensando. Las luces estaban apagadas, y la cama aún estaba hecha, toda estaba en su propio lugar. No tanto como un pedazo de papel fuera de orden. El cuarto había adquirido el mismo vacío, la sensación estéril que tenía la habitación de Ranma. Era como si el inquilino se hubiera ido ya. Su mochila, cargada y segura, sentada en la cama. Ella estaba lista. Tan listo como ella siempre esta. Tan pronto como hubiera la más leve dirección, Akane estab preparada para seguir.

¿Qué estaba ella pensando? ¡Ésto era una locura! ¡Ranma se habia ido, y era una buena oportunidad de librarse! ¡Él incluso no se había preocupado lo suficiente para decir adiós! ¿Por qué ella lo necesitó siempre? Todo lo que él hace era reirse de ella, burlarse de ella. Ella habia tenido perfecto control de su vida hasta que él había llegado. Ella deberia estar feliz de que él se fuera.

Pero ella no lo estaba. Cada vez que ella intentó convencerse de que ella estaba mejor de este modo, una calmada, pequeña voz en la parte de atras de su mente la llamó mentirosa. Tu lo has golpeado, la voz le dijo. Has perdido algo muy raro, y muy precioso. Y nunca encontrarás algo así otra vez. Akane esperaba desesperadamente que por lo menos una de esas declaraciones fuera falsa.

Ella miro su mochila. Estar lista había sido mucho más dificil de lo que ella se había imaginado que sería. Diferente a su vasilante prometido, ella tenía poca experiencia con la vida en el camino. Ella nunca se había dado cuenta apenas cuántas *cosas* ella tenía... ni de lo poco que era realmente necesario.

Kasumi, de toda la gente, había sido la unica que está para ayudarle a concluir la lista de las cosas que ella tomaría. Akane estaba continuamente sorprendida por el estrecho conocimiento y las habilidades que su hermana mayor tenía a su disposición. Y ocasionalmente como esto, ella estab agradecida por ellos también.

Cuando Kasumi había oído la declaración de Akane de que ella se propuso seguir detras de Ranma, no hubo argumentos, ninguna tentativa de logra hacerla cambiar de opinion. En su lugar, Kasumi había hecho simplemente lo que ella podía, ver que Akane estuviera preparada correctamente para su recorrido. Ella incluso había proporcionado un gran número de comidas deshidratadas para ella... todo lo que Akane tenia que hacer era hervir el agua. Y ella podia hacer ESO.

Akane se inclinó de nuevo contra la pared y dejó a las lagrimas fluir bajo su rostro. Ella no hizo ningún sonido, excepto el solloso ocasional. Su cólera la habia abandonado hace mucho tiempo, dejándole solamente un anelo y un vacío que hacen que su corazon duela. Por un momento ella se preguntaba si esto había sido lo que había sentido Ukyo hace todos esos años cuando Genma había tomado a Ranma y la había abandonado.

El pensar en Genma trajo un fulgor de cólera otra vez. El viejo tonto había causado más pena y angustia que él alguna vez se diera cuenta. Tan rápidamente como vino, la cólera murió. Genma nunca *se dio cuenta* cuánto él lastimaría a la gente, y allí no habia nada que Akane pudiera hacer para cambiar eso. El enojarse sobre ello de nuevo solamente le causaría más dolor. Esa cólera era, después de todo, una parte de lo qué había arruinado su relasion con Ranma.

"Mi cólera... su orgullo estúpido" ella murmuró al Saotome ausente. "Queria un amigo... no un prometido. Nunca se me ocurrió que tal vez los dos no eran mutuamente exclusivos. Idiota. Si solamente me hubieras dicho..."

Estirando sus rodillas hasta su pecho, Akane reclinó su cabeza en sus brazos y suspiro. Era todo tan confuso. ¿Por qué Ranma habia permanecido? ¿Por qué él se habia ido? Si él la queria a ella, ¿Por qué, oh *por qué* siempre él se había comportado como un patan?

Hubo momentos en que Ranma podría enfurecerla tanto. Él la haría enojar tanto que ella solo no podía verlo inmediatamente. Y, en raras ocasiones, él podía hacer algo tan dulce que la hacia olvidar que él la hizo que enojado más de una vez. En esos momentos ella se había sentido tan viva, tan feliz. No habían sido nada más que ilusiones, ¿Sueños y fantasías después de todos?

Ella siempre pensó que habría mucho tiempo. Ninguno de ellos habían estado listo para casarse, no importa lo qué sus padres habían deseado. No había nada para clasificar las cosas. Pero eso había sido un error. Solo habia sido mucho más fácil no pensar en ello.

Ahora el único camino que ella tiene era buscarlo y preguntarle. Esperanza contra esperanza que él realmente le dijera. Y el único camino para que ella recuperara algo de paz en su mente era encontralo.

¿Cómo él contestaría? ¿Que ella *deseaba* que él contestara? ¿Que ella deseaba oír? Ella incluso no lo sabía. Estaba perdida en sus pensamientos cuando vinieron los ligeros golpes en la puerta.

*** o_O ***

Nabiki estaba sentada en su escritorio, mirando fijamente varias fotos que fueron puestos en orden a través de su tapa. Fotos de Ranma en forma femenina. Mirando tristemente las imágenes de la pelirroja, un suspiro se escapó de sus labios. "Puedo entender porqué estas enojado conmigo, Saotome... pero pensé que tu la amabas. ¿Cómo puedes hacerle esto a ella y todavía llamarte hombre?"

Ella recogió uno de los cellos. Era más que pequeño en un lado; Tatewaki pagaría bastante por una impresión. Él *tendria* que pagar bastante por varias como esta. Las fotos de la 'chica de la trenza' habían sido un negocio muy lucrativo, tanto que Nabiki tendia a veces de 'olvidarse' que Ranma era una persona con sentimientos como cualquier persona. Ella se había permitido raramente pensar que él puede resentirse a ella por sus pequeños esfuerzos de negocio.

En el fondo, aunque, Nabiki sabía. Ella sabía que Ranma odiaba ser tratado como un objeto, como un premio que se ganará, o como un recurso que se explotará. Ella sabía que Akane y Ukyo habían sido las únicas chicas que habían tenido siempre una oportunidad de ganar el afecto de Ranma. Eran las únicas que lo trataron como una persona. Un pequeño escalofrio pasó atraves de Nabiki. Viendo eso, no era nada extraño que Ranma se haya ido.

A su padre él había sido un boleto para comer y los medios de conseguir algo sin trabajar por ello. A su propio padre, él había sido el futuro de la escuela. A Cologne, él era muy buen semental para consolidar la tribu de Amazonas, y su bisnieta veia en él al perfecto marido trofeo. Kodachi y Tatewaki cada uno ve una de sus formas como sus sueños hechos realidad, mientras que la otra forma era la misma personificacion de sus peores pesadillas. La misma Nabiki había pensado raramente en él como algo más que un conveniente generador de la renta. Sí, mirándolo de ese modo, lo que paso ciertamente no es ninguna sorpresa.

Pero él había abandonado a Akane. Cualquier condolencia ella puede ser que se haya sentido por su posición termino cuando él había dejado a su hermana. Si realmente la amaras, Ranma, tu todavía estarías aquí. Si solamente Akane pudiera ver eso. Nabiki todavía miro triste en la pelirroja en la fotografía cuando tocaron en su puerta.

Nabiki barrió las fotos en el cajón superior de su escritorio y lo cerró mientras ella dijo en voz alta, "Adelante."

"¿Nabiki?" Era Akane. "Kasumi dijo que querias hablar conmígo..."

Nabiki giró su silla para hacer frente a su hermana menor. "Es correcto." Ella acarició a la cama proxima a su escritorio. "Toma asiento."

Mientras que Akane se sento en la cama, Nabiki tomó un momento para estudiarla. Ella había estado llorando otra vez; el rastro de todas sus lagrimas era demasiado visibles contra la palides de su piel. Miserable Saotome de todos modos.

"¿Que es todo eso que gimotea papá acerca de que te iras?"

Akane tomó una respiración profunda. "Voy tras él."

"Tras de Ranma."

"No lo apruebas."

"No. Pienso que debes olvidarte de él. Él es problemas, Akane. El siempre es nada más que problemas."

"Eso es lo que yo creía también."

"¿Pero tu ya no más?"

"He tenido mucho tiempo para pensarlo."

"Ah" dijo Nabiki. "Te das cuenta, que incluso si lo encuentras, él puede no volver contigo."

"Lo sé."

"¿Estas segura, Akane? Esto es realmente lo que quieres hacer..."

"¿Lo que quiero hacer? No. Por supuesto que no. Es lo que *tengo* que hacer." Akane sollozo. "Yo *necesito* saber, Nabiki."

"¿Qué necesitas saber?"

"Necesito saber que las cosas pudieron haber sido diferentes. Porqué él luchó por mí todas esas veces, y qué cambió eso." Tomando una respiración, Akane continuó con una voz temblorosa. "Pienso que sé algo de él... pero quiero oírlo de él. Tengo que saber para estar segura."

"¿Es tu ultima palabra?"

"Sí. Lo es."

Nabiki miró fijamente a su hermana por un momento largo, observando el dolor en su expresión, la miseria que ella no podía ocultar. Pero también había algo en lo que dijo, una firme determinación que solo ella conocia demasiado bien. Con un suspiro, ella dijo, "Pienso que puedo tener una idea de a donde ellos se dirigieron. No estoy *segura* pero se parece una buena apuesta."

Akane parecía pensativa por un momento. "Nabiki... No quisiera que tomaras esto de modo incorrecto, pero... ¿Porqué me dices esto? Si no piensas que debo ir tras él..."

Nabiki casi hizo una mueca. "¿Desde cuándo lo que yo penso tiene algun efecto en lo que tu piensas sobre algo? Te conozco, Akane. Es bastante bueno saber mejor que intentarte y hablar fuera de esto. Por otra parte, si te ayudo, tal vez podrás dejar esto atrás y continuar con tu vida."

Después de que una pausa, Akane cabeceara. "Así que. ¿Qué encontraste?"

"He encontrado al padre de Ukyo."

[Fin de la parte 15]