Ranma ½:

UN LARGO Y TORTUOSO CAMINO

Parte 14: Tengo lo que quiero

por Zen

Traduccido por Juan Carlos Roldan Vidals Alias Hukarovi Yanoki

Nota del traducctor: Si te gusta esta historia y quieres escribirle a su autor Zen te advierto que el solo habla/lee ingles y si tu no sabes ingles puedes escribirme a mi el traductor, mi E-mail es hukarovi_yanoki@yahoo.com yo soy el encargado de llevar esta historia a latinoamerica y respondere todas sus dudas que surjan en la historia.

©Basado en los personajes y situaciones creados por Takahashi Rumiko, Ranma 1/2 y derechos reservados Shogakukan de los personajes, círculo de la animación de Kitty, y Takahashi Rumiko.© Derechos Reservados ® de 1996 de la historia - James A Bateman.

*** O_o ***

Más tarde esa noche Ukyo encontró a Ranma estando solo de pie en una de las paredes del monasterio, mirando fijamente a lo lejos el espacio. Ella lo miró por un tiempo antes de que se aventurara adelante. "¿Ranma?"

La figura ante de que ella tiene un pequeño susuto. "Ukyo... No te oí venir." Ukyo no podría ver la mueca de pena en su cara, pero ella sabía que estaba allí. "Papá me patearia por eso."

Ukyo sonrió. "¿Entonces debere tratar de hacer mas ruido la próxima vez?"

Ella lo dijo como broma, pero Ranma parecía considerar seriamente la pregunta. Finalmente él dijo, "Bueno, probablemente no, pero *sería* buena idea si tal vez comenzamos a entrenar y practicar un poco más. Sin los otros para pelear a toda hora, necesitaremos trabajar más duro para mantener nuestras habilidades."

"Ahh" dijo Ukyo. "Eso tiene sentido, supongo. ¿Quieres tener una pelea mañana? Apuesto que papá se nos unira si se lo pedimos."

Ranma hizo muecas. "Eso me gustaria" él dijo antes de volver una vez más a mirar fijamente a la distancia. Ukyo se movió hasta colocarse al lado de él, y juntos miraron las estrellas, centelleando en el cielo quebradizo de la noche.

Finalmente, Ukyo pregunto, "¿Qué te hizo venir aquí esta noche?"

Después de que una pausa Ranma dijo, "Yo solo necesitaba pensar un poco."

"¿Quieres hablar de ello?"

Por un minuto, Ukyo estaba asustado de que Ranma dijera que no, o que él pudiera ignorar su pregunta todo junto. Finalmente, aunque, suavemente él dijo, "Akane habrá llegado a casa esta noche."

"Oh." Ukyo pensó en éso. "Supongo que eso quiere decir que la cuartada termino. Cuando descubran que no estabas en ese viaje con ella, entonces todos se daran cuenta que nos hemos ido."

Ranma cabeceó. "Sí. Realmente van a darse cuenta ahora."

"No suenas demasiado contento."

"No lo estoy. He estado pensando en eso, y e cometido una gran equivocación."

Ukyo podía sentir su corazón hundirse en el hueco de su estómago. "Tu quieres decir que... eso de que me eligiste a mí... yo..."

"¡NO!" Ranma giró para hacer frente a ella, ojos abiertos de par en par. "¡No es nada de eso!" Él se detuvo brevemente. "Es solo que habría podido manejar este lío mucho mejor. Me siento mal de que realmente no tuve la oportunidad de decirle adiós a ninguna persona. Pensé que sería mejor de ese modo en ese entonces, pero ahora... no estoy tan seguro."

"Ya veo" dijo Ukyo. Ella se sentía un poco culpable por dudar de él, pero seguía siendo todo tan nuevo. Seguía siendo dificil que ella realmente crea que había ganado. Que Ranma la había elegido. Iba a tomarle un cierto tiempo para entender eso, pero ella miraba adelante a cada minuto de ello. "¿Qué habrías hecho diferente?" ella le preguntó.

"Realmente no lo se" Ranma se encogio. "Le debo al señor Tendo una explicación, por lo menos. Apostaría que después de esto, su amistad con papá será un poco tensa..."

Ukyo sonrió. "Sí, me imagino éso. Lamento no poder sentir lastima por él sobre eso, Ranma."

"Oh, lo sé. Papá merece lo que consigio. Pero no todos los problemas que tenía en el dojo eran su culpa. Justo la mayoría eran por..."

"¿Akane?"

Ranma cabeceó. "Akane. Nunca estuve muy contento por esta locura del arreglo matrimonial... y tampoco ella. Pero... había momentos en que ella podía tan agradable conmigo. Quisiera pensar que, en el fondo, ella era una amiga. ¿Pero ahora? Ella probablemente me odiará por siempre después de esto."

"¿Aún la amas, Ranma?"

"Tal vez... no... Como amiga, quisiera. Temo que ya no es posible, puedo haber sido si solo hubiera dicho adiós, pero ahora nunca lo sabré. Pero no la amo de una manera que condujera al matrimonio." Ranma dio vuelta de nuevo a la oscuridad más allá de la pared.

"Nunca he pensado en mí como un cobarde antes. He hecho frente a tantas cosas, pero solamente no podría hacerle frente a Akane. De una manera éramos tan semejantes. Más como hermano y hermana, realmente, que cualquier otra cosa. Maldición... ¿Porqué nunca pudo pensar en estas cosas en ese entonces?"

"¿Habría ayudado a alguno si lo hubieras hecho?"

"No... probablemente no. Puede ser que nunca hayamos logrado llegar lejos. Solamente me siento como si les debíera más que eso, y los dejé avatidos."

"¿Que es lo que vas a hacer?"

"He estado trabajando en una carta, una explicación... y una disculpa. Le debo a ella mucho, más, realmente, pero las cosas son de esa manera, es lo mejor que puedo hacer. No puedo regresar allí, aun si quisiera. Y NO quiero."

"Ranma..." Ukyo inclinó su cabeza en su hombro. Ella lo sentía tenso por un momento en el contacto inicial, pero después de que algunos segundos él comenzara a relajarse. Los dos estaban parados, mirando en el cielo de la noche, cada uno perdido en sus propios pensamientos.

Después de un momento, Ranma levanto su brazo y lo puso alrededor de ella. Él era vacilante, torpe al principio, pero Ukyo no le importo. Ella se lo sentía maravilloso. Ella suspiro contenta.

Ranma oyó el suspiro y la sostuvo justo un poco más apretado. "Solo espero que sepas lo que estas consiguiendo, Ukyo."

"Realmente no importa. Tengo lo que quiero, lo que he querido siempre. Lo que suceda, puedo hacerle frente ahora, mientras te tenga."

*** o_O ***

Akane golpeaba el relleno fuera de un maniquí de práctica. Se sentía bien poder trabajar sus frustraciones de ese modo. El viaje de la escuela había sido un desastre. No había manera, ella había razonado, de que las cosas habrían podido ir peor. Ella estaba equivocada.

Ella vino a casa, planeando todas las maneras de mutilar a su prometido, sólo para encontrar que dicho prometido no estaba allí tampoco. Él desaparecio. Nadie tenía incluso la más leve idea de donde estaba. Pero durante los siguientes dos días, las piezas habían comenzado a caer en su lugar.

En el plazo de veinticuatro horas ella había sabido. No donde él estaba, pero si con quién él estaba. Ahora, cuarenta y ocho horas después de que ella volvio a casa, su vida se había volteado totalmente al revés. Ella tomó sus decisiones... todo lo que ella podía hacer ahora era espera.

Y batiendo al alguna vez vivo maniqui de practica. Repetidamente ella sentiría del control empezar a deslizarse, y ella tendría que retrasar e intentar recuperar su centro. Esperando que los maniquies pudieran haber satisfecho en su propia razon, pero ella era una artista marcial entrenada, y podría enfermar producida por la carencia de disciplina.

Gradualmente, las combinaciones de golpear al maniquí, las katas y las meditaciones tenían el efecto deseado. Akane comenzaba a tener menos apuros al mantener su enfoque. Su control mejoró, y ella podía pensar cada vez más claramente, hacer planes más racionales más allá de la decisión simple de seguir tras Ranma. Todo lo que ella necesitaba ahora era una dirección.

Akane comenzó un nuevo conjunto de katas, fluyendo atraves del ejercicio, dejando su mente deliverar. ¿Dónde habrían podido ir? ¿Tienen un destino específica? ¿Dónde en todo el Japón debe ella buscarlos? Ella no tenía la más leve idea de incluso cómo comenzar tal búsqueda.

Mientras su kata hiere a la cercania, Akane comenzó a sentirse como la miraban. Deslizandose en una pose defensiva, ella giro para hacer frente a la entrada del dojo. Eiko estaba parado en el umbral. Relajada, Akane se levanta y fue a saludar a su amiga.

"¡Eiko! ¿Qué te trae aquí esta noche?" ella pregunto.

La pelirroja se encogió y sonrió. "Pense que tal vez seria bueno verte. Nos asustaste ayer en la noche, con lo que paso." Su sonrisa se descoloró y ella estudió a Akane atentamente. "¿Estas bien?"

Akane intentó hacer muecas, pero se sentía forzada. "Estoy muy bien, Eiko. Realmente, lo estoy." Eiko la miro dudosa, pero lo dejó pasar.

"¿Así que, que estas haciendo?"

"Practicando." Akane indicó al maniquí en el soporte. "El entrenamiento en las artes de marciales es un buen modo manejar la frustración o la cólera." Para una demostración, Akane azotó con una patada el torso del maniquí. Con un ruidoso estallido, la madera que sostuvo el maniquí se rompio y la figura fue enviada a caer en la lejana pared.

Eiko levantó una ceja. "Debes estar terriblemente frustrado, entonces... "

Akane parecía desconcertada. "Bien, he estado golpeandolo por horas, así que es probable que estuviera un poco débil. Generalmente, mi control es mucho mejor que eso."

"¿Control?"

"Sí" Akane cabeceado. "Eso es lo que realmente enseñan mas las artes marcial: Control. Cómo controlar tu cuerpo y tu mente... cómo controlar tu energía, y cómo se aplica. Cómo controlar tus emociones. Cosas como esas."

Eiko parecía interesada. "¿Realmente? Eso suena muy útil."

"Oh, lo es. Ven. Te mostraré lo que quiero decir." Akane condujo a Eiko al final del dojo donde ella coloco una pequeña pila de bloques de concreto. "Ahora mira de cerca. Controlando la cantidad de energía en el golpe, y controlando cómo y donde se aplicara esa energía, puedo romper esta pila entera de ladrillos." Tensandose, Akane tomó un momento para enfocar su energía, y golpeo la cima de la pila. Hubo un ruidoso espallido mientras cada bloque en la pila se rompio bajo la fuerza del golpe. Una pequeña nube de polvo se levantó en el aire mientras que se derrumbó la pila.

Eiko cabeceó, impresionada. "Ya veo" ella dijo.

Akane puso otra pila de bloques y se movió a un lado. "Ven, Eiko. ¿Porqué no hace el intento?"

"Realmente no estoy muy segura" Eiko se asusto.

"Oh, vamos" Akane dijo calmadamente. "Realmente no és difícil. Además, tan fuerte como eres, debe ser fácil aprender."

Eiko se encogió y se puso a estudiar la pila. Después de que algunos segundos ella levantara su brazo y lanzo su puño sobre la pila. Hubo un ruidoso BUM, y los bloques se rompen, pulverizado casi totalmente. Akane miró fijamente lo que habia quedado de la pila en shock.

"¡Wow! ¿Estas segura que nunca has tenido algun entrenamiento real en artes marciales?" ella pregunto finalmente. "¡Seguramente no pareces tener ningún apuro al romperlos!"

Eiko miró tristemente los escombros. "No... Nunca he tenido problema en romper cosas" ella dijo suavemente. "Es cómo NO romper cosas lo que me es dificil aprender."

Akane levanto la mirada agudamente al sonido de la voz de Eiko, pero ella no podría leer la expresión de su amiga. "Las artes marciales pueden ayudar allí también, Eiko. Tu tiene que aprender cuando y cómo golpear, pero justo tan importante como aprender cuando y cómo no golpear." Akane miró fijamente el restos de los ladrillos y agregó algo cercano a un susurro, "Yo he tenido apuros con esa lección también, demasiadas veces."

Eiko cabeceó y se levanto, limpiandose el polvo. "Ven, déjame ayudarte a limpiar, ¿Sí? Entonces supongo que sera mejor que regrese a casa."

Akane dijo. "En vez de eso, ¿Por qué no te muestro uno de mis katas favoritas? Es una que siempre me hace sentir mejor cuando estoy enojada. Puedo limpiar esto despues."

Después de pensar un momento, Eiko convino. "Gracias, Akane. Eso me gustaria."

[Fin de la parte 14]