Traduccido por Juan Carlos Roldan Vidals Alias Hukarovi Yanoki
Nota del traducctor: Si te gusta esta historia y quieres escribirle a su autor Zen te advierto que el solo habla/lee ingles y si tu no sabes ingles puedes escribirme a mi el traductor, mi E-mail es hukarovi_yanoki@yahoo.com yo soy el encargado de llevar esta historia a latinoamerica y respondere todas sus dudas que surjan en la historia.
©Basado en los personajes y situaciones creados por Takahashi Rumiko, Ranma ½ y derechos reservados Shogakukan de los personajes, círculo de la animación de Kitty, y Takahashi Rumiko.© Derechos Reservados ® de 1996 de la historia - James A Bateman.
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Ranma golpeó suavemente en la puerta de la habitación de Akane. Por un momento, él no pensó que él iba a conseguir una respuesta. Justo cuando él estaba a punto de dar vuelta y alejarse, Akane dijo en voz alta. "Adelante, está abierto."
<Bien, éste es él... > penso Ranma. Él dio vuelta a la perilla y entro en el cuarto. Akane esta sentaba en su escritorio con su espalda a la puerta y varios libros delante de ella. Ella dio vuelta mientras que él entró. Cuando ella vio quién era su visitante, su expresión se endurecio. El cambio fue persivido por Ranma. Esto no empezaba tan bien como él esperada, pero ahora él estaba confiado.
"Oh, eres tú" ella dijo. "¿No piensa que ya me has causado bastantes apuros por hoy?"
No, ésto definitivamente no hiba a ser fácil. <Tal vez yo deberia volverse en otro momento...> él pensó. él dijo luego, "Akane, yo... necesitamos hablar. "
"¿Hablar?" ella gruño. "¿Qué podrías tener tu que decir que me interese?"
"¡Hey! ¿Ahora porqué estas tan enojado? ¿Que hice esta vez?"
"¿Hiciste? ¿Que hiciste? ¿Qué *no has hecho* mas bien?"
"¡Yo no he hecho NADA!" No. Él no había venido a pelear con ella. Esto era demasiado importante para éso. Ranma hizo un esfuerzo de calmarse, y suspiro. "¿Tu estas determinada a hacer esto más difícil, no? Deseo hablar contigo sobre este asunto de las prometidas..."
"¡¿Hacerca de qué *estas* hablando?! ¿Cuántas veces tengo que decirte que nosotros *no* estamos comprometidos?"
Eso lo lastimo. Ranma penso que él merecia algo de eso, pero él difícilmente intentaba ser razonable. "¿Akane no te intereso? ¿Aunque sea un poco?"
"¡¿Interesarme tu?! ¿Como podrías? ¡Eres arrogante, grosero, haces bromas de mí a todas horas, insultas mi comida, no piensas que soy linda, y por encima de todo, tu siempre estas corriendo con otras mujeres! ¿Y tu quieres *interesarme* a mí?"
"Akane, yo..."
"¿Qué puedes explicar?" Akane respiro. "¡No me molestes! Lo *ultimo* que deseo oír ahora es otra de tus estupidas excusas..."
"¿Estupidas excusas?" Ranma empezo a enojarse. "¡Son la verdad! Pero tu no puedes tomarte la molestia de escucharme el tiempo suficiente..."
"¿Y qué hay sobre esa chica Daitokuji?" Akane comenzo, "¿Qué por los siete infiernos le hiciste? Debe haber sido algo realmente monstruo para que actuara de ese modo..."
Ranma se erizó con eso último. "¡Hey! ¡No hay manera de que eso pudiera ser mi culpa! ¡Nunca antes habia visto a esa chica en mi vida! ¡¿Porqué siempre piensas que todas estas cosas son *mí* culpa?!"
"Porque lo SON! ¡Antes de que TU viniera, mi vida era pacífica!"
"¡Hey! Eso no es enteramente cierto, tu lo sabe. ¡Tu peleabas con todos esos chicos en la escuela antes de que yo llegara aquí!"
"Sí, solamente que eran los ÚNICOS con quien tenia que pelear. ¡Ahora tengo que pelear con todos!"
Ranma podía sentir que perdia el control otra vez. Esto no estaba llegando a en ninguna parte. Ranma tomó una respiración, queriendo tranquilizarla con su voz. "No. No, no lo hagas. Si tu no me quieres, no tiene que pelear con ninguna persona por mi culpa."
Akane lo miro fríamente. "¿Y justamente quien podria quererte? ¿Quién podría querer a un monstruo pervertido como tu?"
Ranma abrió su boca. "¡Mucha gente! Hay tienes a Shampoo, Ukyo, Kodachi..."
"No olvides a su hermano" Akane agrego repugnantemente. "¡Si no fuera por Papá y tío Saotome... desearia nunca haber oído hablar de tí!"
Ranma realmente comenzaba a enojado. ¿Por qué ella tenía que hacer esto tan dificil? Tomó toda su determinación para mantener su temperamento bajo control y para no regresarle los insultos a ella. ¿No podía ella ver lo difícil que era para él? "¿Realmente te sientes de ese modo?" él pregunto con voz firme.
Akane continuo con su tormentor. "¡Tu puedes apostar a que si!" ella estallo. "¡Por todo lo que a mí respecta, las otras pueden *quedarse* contigo! ¡¿Demonios, porqué no solamente sales de mi vida?!"
"¿Eso te haría feliz?" Ranma pregunto. Él no podría creer lo que veía. Él no podía imaginarse lo que habia hecho para hacerla enojado de este modo. Él no esperado que esto fuera fácil, pero él no estaba preparado para *esto*.
"Me haría extaciar" ella gruñó.
La bofetada de Akane tomó a Ranma totalmente desprotegido. Él sentía su cara que comenzaba a enrojecer y el probo el metálico sabor de la sangre. Otra vez Akane se lo dijo pero los oidos de Ranma se había desconectado. Todo lo que él podía hacer era mirar en silencio.
Ella estaba parada delante de él, su cara era una máscara torcida de la rabia y dolor. Ranma intentó imaginar a Akane sonríendo -una de todas esas rara ocasiones- y encontro que él no podía conciliar esa imagen en su memoria con quien estaba parada delante de él ahora. Ranma pestaño, una sacudida eléctrica en la profundidad de su cólera y de su dolor.
<¿Es esto lo qué le he hecho a ella?> él pensó mientras Akane reclamaba, inaudito. <¿Soy *Yo* la razón que ella este tan enojada todo el tiempo? ¿Realmente la hago infeliz?>
Ranma sintío algo estallar dentro de él <¡No!> él murmuro. <Esto no es lo que yo queria. ¡Nunca quise pelear! ¡No quiero lastimarte! ¡Quiero verte sonreír! ¡Eres tan linda cuando sonríe! ¿Porqué nunca puedo hacerte sonreir en vez de hacerte llorar?>
Ranma fue dolorosamente sacudido fuera de su sueño por el libro que Akane le había lanzado, revotando lejos de su nariz. Él sacudió su cabeza para aclararse apenas un momento antes de ser golpeado por el volumen siguiente de la enciclopedia.
"¡Akane... Por favor!" él comenzó.
"¡Idiota!" ella rugió. "¡No me escuchaste!"
Ranma comenzó a retroceder, intentando esquivar las cosas que ella le lanzaba, y quizás tratar de calmarla. No funciono.
"Akane..."
Cuando a Akane se le terminaron los libros para lazar, sus proyectiles se volvieron más grandes y más pesados. Ranma intentó por última vez conseguir su atención. "¡Akane... Por favor! Lo siento..." pero ella no aparecía oírlo.
Ranma abandonó toda esperanza de discutir este punto, cerro la puerta y corrío mientras que la silla del escritorio de Akane se estrelló en la pared detrás de él. Ranma se presipito del dojo, las maldiciones de Akane todavía martillaban en sus oídos, quemándo el camino a su cerebro... "¡Te odio! - ¡Desearía nunca haberte conocido! - ¡Te odio! - ¡Idiota! - ¡Te odio! - ¡Pervertido! - ¡Te odio! - ¡Largate y MUERETE! - ¡Te odio! - ¡¡TE ODIO!!"
Ranma tropezo con un agujero en la acera y cayó de cabeza sobre un banco de nieve. Incluso ella nunca notó el cambio mientras que huía en la noche.
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Akane miró a Ranma correr fuera de su habitacio a través de una roja bruma. ¡El vigor de ese tarado! ¿Por qué no podía él simplemente dejarla en paz? Él siempre le ponia sobrenombres -todo el tiempo la insulta- causandole disgustos. Akane cerró los ojos y hacer un esfuerzo por tranquilisarse.
Cuando su rabia se refrescó, Akane examinó los restos de su habitación. Los libros y otros objetos estaban regados donde habían caído después de haber botado lejos de Ranma. Su silla del escritorio estaba en el pasillo, y parecia como si una de sus patas pudiera estar rota.
Akane suspiro. Era evidente que las discusiónes con Ranma parecían siempre sacar lo peor de ella, y había sido esta noche particularmente mala. Ella había sido quizá una poco cruel con él esta vez, pero ella no estaba de humor de tratarlo a el, o a sus preguntas. <Fue gracioso el momento en el que él pregunto acerca de nuestro conpromiso> pensó ella misma. Ella miro otra vez en la dirección que él había tomado. <¿Ranma, porqué tiene que hacer esto tan dificil?> tristemente, ella arreglo su habitación en una cierta forma de orden.
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Debe haber sido la centésima vez, Ranma-chica tropezo con el hielo y callo. Esta vez, ella no se levantó. Ella justamente no podía correr más. Ella estaba cansada, y con frío, y completamente miserable. Después de un momento ella consigío a su manera inclinarse contra un poste de luz. Ella no reparo en la hora, y estaba empapada. La tela de su camisa comenzaba a entiesarse mientras que se congelaba. Una brisa sopló através de ella, y ella tembló violentamente. Ella miro alrededor para intentar establecer claramente su localización.
Probablemente, ella estaba en un districto comercial, pensó, como a diez millas del dojo. Todas las fachadas alrededor de ella estaban oscuras, sus puertas cerradas, los dueños deben estar abrigados y calientes en sus hogares con sus familias. Todos excepto uno. justo al final de la calle aparecía un pequeña bar. El "Cha Cha Maru" estaba en neón ardiente sobre la entrada. Lo que sea, parecía abierto, y lo más importante, parecía calido.
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Ranma-chica abrió la puerta del Cha Cha Maru. Era de hecho una bar; no demasiado grande, pero no demasiado pequeño tampoco. Hay parecía haber una mesa al final del área principal, pero estaba vacante, por la cual Ranma-chica estaba agradecida. Ella no estaba de humor para el ruido. Ella escogió una cabina que miraba reservada en una oscura esquina, y ella se dirigió hacia haya. Era los que ella necesitaba, ella razonó, algo de tiempo para pensar.
Mientras que Ranma-chica se sento dentro de la cabina, una camarera apareció de ninguna parte, y le dio el menú. La camarera también era peliroja, y bonita, y ella la habría visto hermosa si ella no se viera tan molesta. Ranma-chica se lo agradeció y comenzó a mirar el menú, emparejando mentalmente los precios con el dinero que ella tenía en sus bolsillos. Afortunadamente, este lugar parecía tener tarifas razonables.
Después de un momento la camarera volvió a tomar la orden de Ranma-chica. Después de pedir un gran tazón de sopa y un pote de té caliente, Ranma-chica regreso de nuevo sus pensamientos y consegir manejar el giro que su vida tomaba. No importa qué, ella decidiria, aunque no le gustara.
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Akane acostada en su cama mira fijamente el techo, incapaz dormir. Después de que había limpiado los restos de su pelea con Ranma, ella había tomado un baño caliente intentando y logrando sacar algo de la tensión. Había hecho maravillas. Ella se había sentido mucho mejor de hecho, ella había ido a buscar Ranma de modo que pudiera disculparse por haberle gritado. Había estado de muy mal humor cuando él había hido a hablar con ella, y ella se sentía mal por haberlo hechado fuera.
Excepto que eso tenia algo que ver con su compromizo, ella aún no sabía qué había incitado la visita; Ella estaba demasiado ocupada gritando y lanzaban cosas para prestar mucha atención a lo que Ranma había estado diciendo. Sin embargo, ella había notado que por una vez, Ranma no había estado respondiendo a sus gritos. De hecho, él no la había insultado ni una vez. ¡Él incluso no la había llamado flaca desgarbada! Eso había picado su curiosidad.
El único problema había sido que cuando ella había ido a buscarlo, Ranma no se encontraba en ninguna parte. Él no estada en su habitasión, o en el dojo entrenando, o aún la cocina. Akane supuso que él debío haber dejado el dojo después de la lucha. Ella se pregunto extrañada donde él estaría en este momento. Ella esperaba que él no estuviera trastornado también. Para ella era dificil ser amable con él, y dijo muchas cosas malas - las cosas que en su mayor parte, ella realmente no creía.
Bien, ella podría tener su oportunidad, pensó. El viaje de la clase sería una oportunidad perfecta de descubrir qué había deseado Ranma, sin tener que preocuparse de que cualquier persona haga las cosas más difíciles. Podrían incluso manejar pasar algo de tiempo juntos sin intentar matarse. Esa podría ser un buena oportunidad.
Akane rodó y suspiro. Tomó un momento, pero el sueño finalmente llego.
[Fin de la parte 2]