SAILOR MOON: INSURRECTION

Autor: Lord Kal-el
Formato HTML de Hukarovi Yanoki

Aclaración: Todos los personajes pertenecen a sus respectivos dueños, yo solo los uso para fines de entretenimiento.


Capitulo 6:

Narande aruita kono michi
(Este camino que caminamos juntos lado a lado)

'¿Lina?' Pregunto Gaudy 'No lo entiendo ¿Quien es el malo de esta historia?'

'No lo se Gaudy, realmente no lo sé' Respondió ella

Slayers Try


La Puerta del tiempo.

Por lo general, en este lugar reina un silencio absoluto, con excepción de las pocas veces que alguien osa traspasar este prohibido lugar, pero sin embargo la soledad de este lugar es tan abrumadora que son pocos los que desean quedarse mucho tiempo en ese lugar.

"¡¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOO!!!!!!"

Un grito casi inhumano retumbaba a través del infinito en la Puerta del Tiempo, un grito de furia, un grito perteneciente al único ser que habita en forma permanente ese lugar olvidado.

Sailor Pluto no podía creer lo que estaba pasando. Por milenios ella había sido la guardiana de este lugar sagrado, teniendo acceso a increíbles secretos que volverían locos a muchos mortales, y ahora por primera vez esos secretos se le eran negados.

Ella no sabía lo que estaba pasando, esto no debía pasarle a ella. Poniendo su mano sobre la sagrada puerta, ella trato una vez mas de unirse con ella, pero aunque lo intentara con todas sus fuerzas la conexión que siempre había tenido con la puerta ya no existía.

La Puerta estaba cerrada para ella.

A pesar de que esta era la centésima vez que ella lo estaba haciendo, aun no podía creerlo, ella tenía una fuerte conexión con la Puerta del Tiempo, incluso cuando no estaba aquí, ella podía sentirla. Algo estaba mal, algo estaba interfiriendo, una extraña magia podía ser sentida.

Examinando más de cerca la Puerta, ella por fin supo lo que pasaba, era una magia con la que era muy familiar, La Llave del Tiempo. En el pasado ella se lo había dado a la pequeña dama para que fuera al pasado para huir de la familia Dark Moon, y luego otra vez para recibir un entrenamiento como Senshi.

Después de eso, ella se la había regresado, aunque más bien dicho Pluto se lo había pedido a ella, la conocía bastante bien para saber que ella intentaría otro viaje por su cuenta. Por un momento el pensamiento de que la Princesa había hecho esto cruzo por su mente, pero rápidamente se fue de su cabeza, aunque la Pequeña Dama conocía el hechizo para abrir la puerta, ella no conocía el hechizo para cerrarla.

No, esto era obra de alguien más.

Fue en ese instante que ella comprendió.

Ahora todo estaba claro para ella.

Antes, ella no sabía porque habían atacado su Palacio, ahora si. Por la Llave, por la maldita llave.

De alguna manera ellos se habían enterado donde la había guardado y habían ido a robarla, ella no podía creer que ella se haya olvidado de la Llave. Pero más aun, ¿Cómo pudieron ellos robársela sin que ella lo notara?

Algo muy extraño estaba pasando, ella estaba pensando más a fondo en eso cuando de repente algo más capto su atención. Una energía, pero no cualquier energía, esta energía ya la había sentido antes cuando un joven mago aprendió a utilizar la magia temporal.

"Clow"

Sailor Pluto dijo ese nombre con odio, en sus miles años de vida, ella había conocido a muchas personas que podían manejar esa clase de magia, pero ellos nunca fueron un problema, ya que su ambición por el poder siempre los impulsaba a obsesionarse con dominar el viaje por el tiempo, cosa que era imposible ya que ella era la única que podía permitir eso, y lo que único que lograban eran unos simples viajes que ella siempre controlaba.

Pero Clow era diferente.

Clow descubrió la puerta, de alguna manera con sus grandes poderes, el logro lo que ningún otro y entro a su reino mas allá del tiempo y del espacio, cuando él se acerco a la Puerta, ella uso sus poderes para ocultar sus poderes y desaparecer su presencia para investigar a este recién llegado, ella debió haberlo matado cuando lo hizo, pero no podía. Incluso ella estaba atada por las reglas y una de ellas era de que no podía atacar a nadie a menos de que este hiciera el intento de querer pasar por la puerta.

Pero Clow nunca lo intento.

En su lugar, el simplemente examino la puerta por un breve tiempo luego el solo sonrió y se fue de ese lugar hacía su propio tiempo, no fue hasta después que examino su vida que supo lo que había hecho. Él joven mago era una persona de grandes poderes mágicos, tan poderoso era que tuvo que dividir sus poderes en 37 Cartas para poder usarlos a su antojo, de alguna forma aprendió el secreto para viajar en el tiempo y creo con ella dos avatares, las Cartas 'Tiempo', y 'Pasado', entidades de gran poder sobre las corrientes temporales pero que increíblemente no las perturbaban.

La única razón por la que nunca hizo nada para detenerlo fue por que él nunca las usaba, además ella ya lo había investigado a él y vio que no sería una molestia porque tendría una vida corta, aunque estuvo un poco sorprendida cuando el reencarno a fines del siglo XX, pero por suerte ni él ni su escogida representaron amenaza alguna en ese tiempo, ninguno de los dos escapo de la Segunda era de Hielo, y ahora la chica se había convertido en una feliz ciudadana del Imperio. Pero Clow había desaparecido, ella nunca mas supo de él hasta ahora y lo suponía muerto junto a los miles que murieron en los mil años de sueño.

Ese fue su grave error.

Ella debió haber previsto que él sería una amenaza, de alguna manera Clow había hecho lo imposible y escapado de su vista. Ahora, por ese descuido ella había sido separada de su amada Puerta, pero esto no se quedaría así, él pagaría caro esta ofensa.

Lo primero que tenía que hacer era llamar a las Outers, con su ayuda, ellas rastrearían a Clow y recuperarían la Llave del Tiempo. Era muy posible que el sea aliado de ese tal 'Dragón de las Tinieblas' o tal vez sean la misma persona, no sabía ni le importaba, una vez que recupere su Llave, ninguno de los dos sería nunca más una amenaza.

Usando su largo Cetro, Sailor Pluto se tele-transporto de ese lugar, su destino: Neptuno.

* * *

Planeta Plutón.

Ken Nakajima estaba en dolor, no por los moretones y quemaduras que había recibido cuando su nave se estrello, o por poco morir de frió al esperar por mas de seis horas que el equipo de rescate viniera por el. No, el estaba en dolor por otra cosa.

Desde que el era pequeño. El había descubierto que le gustaba volar, pero mas que todo le gustaba la velocidad, su padre le había dicho que el había sido un gran corredor de carreras en el antiguo régimen, pero ahora esa clase de competencias ya no existían, debido a que la reina las había prohibido por el riesgo que era para los corredores.

El había estado increíblemente feliz cuando fue seleccionado para ser uno de los pilotos de las Fuerzas Pacificadoras. No solo el fue capaz de hacer lo que mas amaba, ahí también el encontró al amor de su vida, al principio le costo mucho poder expresar sus verdaderos sentimientos, pero después de reunir todo el valor que tenía pudo expresarle su amor, y después que se recupero de su desmayo, el descubrió que ella se sentía de la misma forma y empezaron a salir juntos.

A pesar de que ahora se encontraban separados, no había un día que el no le escribiera contándole todo lo que pasaba, y solo habían pasado cuatro días desde que se había ido de Marte.

Pero ahora, se sentía demasiado avergonzado para hacerla, ese era su dolor, como llamar a la mujer que amas y decirle que has fallado miserablemente. Él no podía entender porque se sentía así, esa no es forma a de sentirse de un pacificador, ni la de un súbdito de la Neo-Reina Serenity, era la primera vez que sentía estas emociones y no podía evitarlo.

Dando un suspiro, el decidió levantarse de su cama y vestirse, el doctor ya lo había revisado y le había dicho que sus heridas eran solo menores y le había dado de alta.

Ken ahora estaba recorriendo los pasillos del hospital de los pacificadores, mientras pasaba por los cuartos, el podía ver a sus compañeros yaciendo ahí, algunos estaban como él, preparándose para volver al servicio, mientras otros no corrieron tanta suerte, el podía ver que algunos tenían fracturas en las piernas o los brazos, por suerte con la tecnología medica que tenían ahora estarían bien en menos de una semana.

El ya estaba llegando al ascensor cuando algo en una de las habitaciones llamo su atención, acercándose un poco mas vio que se trataba de una persona, una persona que el conocía muy bien.

"Señorita Asuka, ¿Es usted?"

Asuka no se movía, ella solo estaba ahí, sentada en su cama mirando al vació con sus manos abrazando sus piernas, y aun estaba llevando su traje de piloto.

Al ver el estado en que estado su nueva amiga, Ken se acerco hacía ella. "Señorita Asuka ¿Qué fue lo que paso?"

Por unos momentos él no sabía si Asuka le había escuchado, pero sin embargo después de un tiempo ella habló.

"Falle"

"¿Uhm?" Ken no podía entender bien lo que ella quería decirle, o si lo decía a alguien en particular.

"Yo no gane, se supone que soy la mejor, pero el me venció como si fuera nada, como si fuera solo una mosca en su camino." La voz de Asuka sonaba triste y furiosa a la vez.

"No diga eso Señorita Asuka". Nakajima trato de consolarla lo mejor que podía, entendiendo de lo que estaba hablando y mas que todo de 'quien' estaba hablando. "No fue su culpa lo que paso" él trataba de tocar su cabeza con su mano, pero esta fue apartada con rudeza.

"¡No lo entiendes!" Le grito ella mirándolo con rabia. "¡No gane con mi nave, soy un fracaso, he perdido todo lo que tenía, lo odio, odio a todos, pero... mas que todo creo que me odio mas a mi misma!"

"Señorita Asuka" Ken se sorprendió al escucharla decir todo eso, pero mas que todo la emoción que estaba expresando, el odio era un sentimiento que se pensaba estaba erradicado del Imperio gracias al poder de la Neo-Reina, aunque no estaba seguro que esa era exactamente la emoción que sentía y tampoco sabía como actuar en una situación como esta.

"Señorita Asuka, nadie estaba preparado para lo que iba a pasar, esas naves eran mas avanzadas que las de nosotros". Ken trato de calmar a su amiga que estaba al borde del llanto, nunca antes el había visto a alguien en ese estado.

"¡¿Es que acaso no lo entiendes?!" Le contesto ella furiosamente. "¡¡¡Fracase!!! ¡¡¡No soy nada!!! ¡Se supone que soy la mejor y perdí! ¡Perdí contra ese maldito!"

Ken no sabía que decirle, ya que el también se sentía de esa forma, pero vio que Asuka lo estaba pasando peor, ella era una de las mejores pilotos, fue un gran shock para él saber que su interceptor se había estrellado también, pero nunca pensó que la encontraría en este estado.

El ya iba a hablarle cuando ella se paro de su cama y comenzó a caminar hacía la puerta de la habitación. Rápidamente él fue tras ella. "Espere señorita Asuka ¿Adonde va?"

"Tengo que irme de aquí" Le dijo ella mientras caminaba hacía el ascensor.

"Pero ¿Que pasara con el resto del equipo? ¿No le interesa lo que dirá nuestro superior?" Le dijo el tratando de que se calmara.

"No me interesa nada" Le contesto ella mientras entraba al ascensor.

"Por favor" Le pidió él. "Por lo menos dígame adonde esta yendo".

Asuka lo miro por un momento, y observo su cara preocupada, dando un suspiro de resignación, ella le contesto. "No lo sé, Neptuno tal vez, no estoy segura".

Con esto la puerta del Ascensor se cerró dejando a Ken Nakajima solo en el corredor, su mente estaba llena de confusión, y pena por no haber podido ayudar a su amiga.

* * *

Planeta Júpiter.

"Estas segura Tomoyo"

"Ya te lo dije Sakura, no tienes nada de que preocuparte yo estoy cuidando de ella".

La voz de Tomoyo sonaba atenta, ella se encontraba en un videófono en el aeropuerto espacial de Nueva Babilonia, y en el monitor estaba la imagen de su amiga de toda la vida, los ojos de su amiga mostraban la gran preocupación que sentía en se momento, dando un suspiro de alivio ella le continuo hablando a Tomoyo.

"Aun así, no estoy muy feliz de que te la hayas llevado para allá sin mi permiso" Las palabras de Sakura parecían molestas pero su tono no lo demostraba.

"Vamos mi querida Sakura" Le dijo Tomoyo tranquilamente. "Sabes bien que nunca le dejaría que le pasara nada malo a mi ahijada, además ella nunca corrió peligro".

Sakura asintió a lo que dijo su amiga. "Tienes razón en eso, la Neo-Reina fue capaz de protegernos a todos como siempre... oye, apuesto que tú sabías que eso iba a pasar ¿No es así?"

"Claro que si" Le contesto Tomoyo sonriendo. "No olvides que soy la dueña de una de las mas grandes empresas de telecomunicaciones sin mencionar uno de los mejores canales de Noticias".

"Estoy contenta de oír eso" Le respondió su amiga pero luego puso una cara un poco mas seria. "Pero aun no te disculpo por haber llevado a mi hija allá sin mi permiso".

"Ya te dije que lo siento mi querida Sakura" Tomoyo le pidió perdón otra vez. "Apenas acabe con mis asuntos aquí, llevare de regreso a Reiko-chan lo más rápido posible".

Sakura sonrió al escuchar esto. "Me alegro, iré a decírselo a Shaoran ahora mismo, él se preocupo tanto por Reiko que fue a buscarla de casa en casa".

"Ve tranquila mi querida Sakura" Le dijo ella. "Yo cuidare de la pequeña"

Con esto, la comunicación entre las dos chicas se termino y el monitor del videoteléfono se puso negro. Desconocida para ambas mujeres, ellas no eran las únicas al tanto de lo que había sido dicho, aun lado de la caseta, la pequeña Reiko no podía creer lo que había escuchado.

Ella había decidido que sería mucho mejor pasear con su tía Tomoyo que hacerlo sola, y ella simplemente iba a esperar que terminara todas sus llamadas y luego pedirle que la acompañara, grande fue su sorpresa al ver a su tía hablar con su madre y mucho más aun escuchar lo que decían. Con sus ojos llenos de lagrimas, Reiko se alejo corriendo del lugar, ella no podía entender por que su tía le había hecho eso, y ahora mas que nada necesitaba estar sola.

Mientras tanto, Tomoyo aun seguía observando la pantalla oscurecida, a pesar de que su amiga la había perdonado, su cara mostraba una tristeza pocas veces vista en ella, "Oh Sakura, si tu tan solo supieras" Dijo ella para si.

Tomando un poco de aire, ella empezó a marcar otra vez, si alguien hubiera estado observando, hubiera notado que ella estaba marcando mas números de lo usual, usando una clave muy poco usada para una dueña de una gran cadena de noticias.

"SEELE compañía, ¿Con quien desea hablar?" Una bella señorita aparecía en la pantalla del videófono.

"Me podría comunicar por favor con la doctora Akagi" Le pidió amablemente Tomoyo. "Dígale que es departe de la señorita Tomoyo Daidouji"

"En un momento Srta. Daidouji". Le respondió la secretaria.

Tomoyo siguió sonriendo mientras esperaba, si ella no hubiera anotada su clave primero su llamada hubiera sido transferida a otro lado donde se asegurarían de mantener las apariencias.

La imagen de la Dra. Ritsuko apareció en la pantalla. "¿Cómo estas Tomoyo?"

"Bien gracias Ritsuko-chan" Le respondió ella. "Llamaba para saber el estado de la situación".

"Como ya debe saber, no muy bien" Le contesto ella con pesar. "La muerte del Comandante Ikari ha impactado en toda la organización".

"Ya me lo temía" Dijo Tomoyo con pesar en sus voz. "El señor Gendo fue el creador de 'La Rebelión', me gustaría dar mi pésame a Shin-chan y creo que tu también debes estar muy triste, se lo mucho que significaba para ti".

Ritsuko solo bajo la cabeza pero luego la subió tratando de lucir un poco mas recuperada. "Pero por suerte Genryu ha decidido tomar el puesto del Comandante y estamos empezando a organizarnos nuevamente".

"¡¿Gen-chan ha tomado el mando?!" Dijo ella con sorpresa, Tomoyo no había esperado eso.

"Así es" Le contesto la doctora Ritsuko. "En este momento le voy a mostrar el mensaje que dio a todas nuestras bases".

Tomoyo comenzó a mirar el mensaje de Genryu, después de mirarlo todo, ella miro a Ritsuko con una cara un poco enojada. "Ritsuko, ¿Por que no me informaron de esto antes?"

"¿Hay algo mal?" Pregunto la doctora.

"Pues claro." Tomoyo le contesto. "Mira su traje, se lo ve bastante siniestro y un poco chico para él, si me hubieran avisado antes, yo con gusto le hubiera hecho un traje a la medida que lo hubiera hecho lucir mas gallardo y varonil, no por nada soy tambien dueña de una agencia de modas, si supieras los trajes que hice para mi amiga Sakura cuan era una niña".

"Si...bueno, este" Una gota de sudor salía de la frente de Ritsuko. "Lo que pasa es que tuvimos que decidirlo rápidamente y no tuvimos tiempo de informarle a muchos".

"Díganle a Gen-chan que muy pronto le enviare un traje digno de él" Le dijo ella con una sonrisa. "Ya tengo unas grandes ideas para el traje".

"Ehh, bueno, claro que se lo diré ¿Algo más?" Le pregunto Ritsuko aun sorprendida por la actitud de la señorita.

La cara de Tomoyo tomo una expresión sería. "Deseaba saber que curso de acción se va a tomar ahora".

La cara de Ritsuko también tomo esa expresión. "Aun no lo hemos decidido. En este momento voy a una reunión con Genryu y Misato, si gusta la mantendré informada de lo que se decida".

"Muchas gracias Ritsuko-chan, perdona que me despida tan pronto pero tengo un asunto urgente que tratar" Le contesto Tomoyo y luego agrego algo más. "Es bueno saber que todavía no se dan por vencidos".

Ritsuko asintió y la pantalla se puso negra una vez más.

Tomoyo se levanto de su asiento, ella ya se estaba punto de ir a reunirse con Reiko cuando recordó algo importante "Es verdad, tengo que hablar con la directora de noticias de Júpiter, necesito ver cuan afectada por el hechizo de la Neo-reina esta, pero Reiko puede estar esperándome"

Después de pensarlo un momento, ella decidió llamar a su directora, lo más probable era que Reiko siguiera todavía paseando por el lugar y ella sea la que tenga que esperar después.

Mientras tanto, en un lugar en el aeropuerto aéreo-espacial.

Reiko corría sin rumbo fijo, lagrimas bajaban por sus ojos, aun después de haber sido testigo de lo que había dicho su Tía, ella no podía creer lo que había escuchado. Su tía la había traicionado, la había llenado de tantas esperanzas ¿Y todo para qué? Solo para llevarla a un viaje de paseo.

Ella no quería eso, ella deseaba una aventura.

Parando de sollozar, ella se detuvo para ver donde estaba, de inmediato se dio cuenta que en su prisa ella había llegado a lo que parecía ser la sala de carga de las Aeronaves espaciales, ella pudo ver a grandes camiones llevar cajas y materiales a las naves.

Ella rápidamente se fue a ocultar detrás de unas cajas, ya que sabía que si la encontraban lo más probable era que la sacaran de allí y llamaran a su tía para que la recoja y eso era lo último que ella quería ahora. Examinando con más detalle el lugar, vio a algunos Pacificadores al parecer terminando de cargar una nave ya que lucían listos para irse.

De pronto una idea cruzo por su cabeza, si ella en verdad quería una aventura, entonces tendría que ir a buscarla por si misma, y no esperar que venga a ella.

Armándose de valor, ella decidió hacerlo.

Ella espero el momento adecuado, por suerte no había guardias solo cargadores, al ver que todos ellos se retiraban y que la compuerta de carga de la nave se estaba cerrando, ella corrió muy rápido hasta allá antes de que se cerrara por completo.

Casi en el último momento, ella pudo ingresar a la nave, su respiración era bastante fuerte, aun no podía creer que lo había hecho. Reiko se recostó en una de las cajas y pudo sentir que la nave se estaba moviendo para ir a un destino desconocido para ella.

Pero acaso ese no es el punto en una aventura, no saber lo que te depara el destino.

'Mamá, papá, tía Tomoyo.' Pensaba ella 'Yo se los probare, ya lo verán, les voy a probar a todos que puedo convertirme en una heroína.'

Mientras tanto, en la cabina de la aeronave, los pilotos estaban preparándose para despegar.

"Oye Tenma, ¿Adonde vamos ahora, a plutón o a neptuno?" Pregunto el copiloto.

"A Neptuno" Le contesto su amigo. "Las fuerzas especiales necesitan estos materiales, ya nos demoramos mucho con todo lo que paso aquí".

"Vaya" Le contesto él. "Que pena que solo podamos aterrizar en el aeropuerto, me gustaría mucho conocer su base".

"Bueno, ya sabes como es" Le dijo el mientras llevaba la palanca de velocidad adelante.

Su amigo asintió y sin más que decir continuo con su trabajo, ignorante del pequeño pasajero que ahora tenían.

* * *

Mientras tanto, cerca del planeta Tierra.

El Crucero Imperial, la nave de la Neo-Reina Serenity se estaba acercando a la Tierra, su misión había sido todo un éxito y su pueblo estaba esperándola para vitorearla. Todas las Sailor senshi se estaban preparando para el arribó, con excepción de una.

Ami Mizuno formalmente conocida como Sailor Mercury leía una y otra vez la información que aparecía en su computadora portátil. Ella se encontraba revisando toda la información que tenía sobre el Profesor Fuyutsuki, supuestamente el segundo al mando en la organización que se había apoderado del planeta Júpiter.

Ella ahora revisando los informes de cuando el trabajaba en el planeta Mercurio antes del 'accidente', leyendo cada uno, veía que lucían perfectamente normales, informes de los avances en los experimentos y el resultado de varias pruebas a veces haciendo un comentario o dos sobre una nueva investigadora que al parecer tenía bastante futuro en el área de la física.

Nada que indicara a un ser frió y calculador asesino.

Ella trato de buscar más datos, pero vio que no había ninguno, después del 'accidente' de mercurio ya no había mas información de él, solo una lista que lo ponía como uno de los sobrevivientes. Esto puso a pensar un poco a Sailor Mercury, de todas las cosas que habían pasado en esta nueva era, el 'accidente' en Mercurio y la Invasión de la Familia Dark Moon habían sido las peores tragedias que pudieron haber pasado en el Cristal Millenium.

'Será posible que el accidente en Mercurio lo haya cambiado' Pensó ella.

No, ella descarto esa posibilidad rápidamente, ella conocía personalmente a varios de los sobrevivientes y estaban ahora viviendo felices en Tokio de Cristal, sería imposible que ellos quisieran hacer algún mal a la neo-Reina.

No, la respuesta estaba en otra parte, todo lo que necesitaba era encontrarla.

Finalmente, Sailor Mercury dio un suspiro de resignación y cerro su computadora. Ella no encontraría nada allí eso era seguro. El profesor Fuyutsuki era un hombre muy inteligente y de seguro habrá cubierto sus huellas muy bien. Aunque también era posible que ese tal 'Dragon de las Tinieblas' sea el responsable.

Sailor Mercury se levanto de su escritorio y salió de su habitación, mientras caminaba por los pasillos, ella pudo observar como todas las personas que pasaban la saludaban respetuosamente, a pesar de haber pasado tantos años desde que asumieron el poder, a ella aun le apenaba ser el centro de atención.

Dejando esos pensamientos para después, ella se preparo para lo que iba a hacer, después de caminar por un rato más ella llego hasta una puerta, tocando un botón a su derecha, la puerta se abrió y ella pudo entrar.

Sailor Mercury pudo ver de inmediato una nave delante de ella, era pequeña, por lo que sabía era solo para cinco personas, eso era más que suficiente para ella. El pacificador que iba a ser su piloto ya estaba esperándola en la entrada de la nave, al acercarse, el la saludo cortésmente y ambos entraron a la nave.

"Ya le informaron de nuestro destino" Le pregunto ella mientras se sentaba en su asiento.

"Si lady Mercury" Le respondió el joven piloto. "No se preocupe, llegaremos allá en poco tiempo."

Mercury asintió y miro hacía adelante, para ver la salida de su nave de la nave principal, ella ya se había despedido de todas, y ahora iba en camino a resolver el nuevo misterio que tenía en sus manos, si tenía suerte encontraría las respuestas que necesitaba de la boca misma del profesor Fuyutsuki.

Próxima parada, Neptuno

* * *

"¿Estas seguro de lo que quieres hacer?" Pregunto Misato.

Genryu asintió. "Lo estoy, si no lo hacemos ahora, después será demasiado tarde".

Misato dio una mirada a Ritsuko y vio que ella estaba de acuerdo de él, dando un suspiro, ella comenzó a hablar. "Bueno, si eso es lo que vamos a hacer, puedo preparar un equipo y..."

"No te molestes Misato" Le dijo Genryu. "Con mi equipo será mas que suficiente además quisiera que usen todos los recursos disponibles para terminar de una vez el proyecto de la Doctora Ritsuko".

Ambas mujeres se miraron al darse cuenta de lo que estaba hablando Genryu. "¿Te das cuenta de lo que estás hablando Genryu? Ni siquiera sabemos si van a funcionar" Le dio Ritsuko.

Genryu una vez más asintió la cabeza. "Lo sé. Pero si lo que dio el Mago Clow es cierto, y estoy seguro de que lo es, tenemos poco tiempo y esas cosas podrían ser el As bajo la manga que necesitamos".

Misato solo pudo suspirar en resignación. "Esta bien Genryu, me parece un buen plan pero aun creo que necesitas y ya que estás yendo allá por que no las usas a 'ellas'."

Genryu se puso muy nervioso al darse cuenta de quien estaba hablando. "Bueno... no sé".

"¿Genryu?" Le pregunto Misato mientras una sonrisa aparecía en sus labios al darse cuenta lo que pasaba por su mente. "No puedo creer que aun tengas problemas con ellas".

"No es eso" Respondió rápidamente él. "Lo que pasa es que... bueno... yo... este"

El no pudo decir nada más al ver la mirada que Misato le estaba dando.

Ritsuko decidió intervenir. "No creo que haya ningún problema Genryu, creo que ya te han perdonado por lo que paso la otra vez"

"Espero". Dijo él pero se podía ver que aun estaba nervioso.

"Bueno creo que eso concluye la reunión" Dijo Ritsuko. "¿Dime cuando piensas partir?"

"Ahora mismo, si es posible" Contesto él. "No sabemos lo que ellas le puedan hacer a él".

"Muy bien, llamare a tu tripulación para que se reúnan en tu nave". Le dijo Ritsuko. "Ya me dijeron que ya la han revisado y que esta lista para partir".

Genryu asintió y se levanto para retirarse.

"Una cosa más" Le dio Misato antes de que cruzara la puerta. "Esa mujer Rouge ¿Es de confianza?"

Genryu solo la miro por un momento antes de ofrecerle una sonrisa.

Al ver esto, Misato solo sonrió de vuelta y asintió la cabeza confiando en su criterio.

Después de esto, Genryu salió de la habitación con dirección al hangar de su nave, en su mente el estaba pensando en lo que encontraría allá y en especial a 'quienes'.

Genryu ya estaba llegando al hangar cuando vio a una cara familiar, no le sorprendió, ya que sabía que la iba a encontrar ahí. Parándose en frente de ella, Genryu le pregunto "¿Esta segura de que quiere venir con nosotros, tía Rouge? Aun tiene tiempo de arrepentirse, tengo varios amigos que la pueden ayudar a llegar a la tierra"

Rouge movió la cabeza rehusándose. "No es necesario Genryu, voy a ir contigo, siento que es mi deber acompañarte".

Él solo sonrió mientras le contestaba. "Esta bien, estoy seguro de que a Nuku-Nuku le encantara oír eso.".

Dicho todo esto, ambos caminaron juntos en dirección a la nave, aunque ella no quería demostrarlo, Genryu podía ver la tristeza en la cara de ella, en el tiempo que pudieron hablar, él le había contado todo lo que había sucedido mientras ella había estado durmiendo y que no estaba en los informes que ella había leído. Con suerte, el esperaba que ella pudiera ser capaz de superar la perdida que había sufrido.

Ellos ya estaban acercando al 'Millenium Horse' cuando Genryu vio a Toji acercarse hacía ellos corriendo.

"¡Oye.. Genryu!" Dijo Toji mientras trataba de recuperar su aliento después de haber corrido tanto, pasados unos momentos, él por fin pudo hacerlo y pregunto excitado. "¿Es verdad lo que me dijo Kensuke? ¿Sobre el próximo lugar de nuestra misión?"

"Bueno, si". Respondía Genryu mientras pensaba '¿Como pudo enterarse Kensuke tan rápido?'

"Vaya" Continuo Kensuke mientras mostraba una sonrisa de resignación. "Creo que era inevitable".

"Y como está Kensuke" Pregunto él un poco preocupado. "Espero que no este muy asustado".

"Míralo por ti mismo" Le dijo Toji mientras apuntaba con su dedo hacia otro lado.

Genryu miro hacía allá y vio a su amigo que cargaba una gran cantidad de CD's en sus manos mientras llevaba cargando en la espalda varias videocámaras de última generación.

"Vaya" Dijo él al ver a su amigo subir al nave con todas esas cosas. "Pero de alguna manera, no me sorprende en lo absoluto".

"Bueno" Dijo Toji mientras se dirigía a la nave. "Mejor voy a tratar de calmarlo antes de que llena nuestra habitación de sus cosas"

Genryu solo pudo sonreír al ver lo que hacían sus amigos. 'Bueno, por lo menos alguien puede ver un lado bueno a la misión.'

"¡Genryu-sama! ¡Genryu-sama!" La voz de Nuku Nuku podía ser escuchada.

Genryu se dio la vuelta para ver a la joven androide correr a toda velocidad hacía donde estaban haciendo una estela de polvo a su paso, justo para detenerse en frente de ellos mientras el polvo los cubría por completo.

"Ya estoy lista Genryu-sama" Dio Nuku-Nuku muy alegremente al parecer sin darse cuenta de lo que había hecho.

"Cough, Cough, que bien Nuku" Logro decir Genryu mientras el polvo se disipaba, luego el dio una mirada a su 'tía' que ahora se estaba sacudiendo el polvo de sus ropas y recordando lo amiga que eran ambas se le ocurrió una idea.

"Tía Rouge" Le dijo él. "¿Por qué no se queda en el cuarto de Nuku Nuku? Estoy seguro de que a ella no le importara y además creo que aun tienen muchas cosas de que hablar".

"¡¿En serio Genryu-sama?!" Dijo Nuku-nuku con sus ojos bien abiertos y brillosos. "¡¡Yupi!!"

"Bueno" Dijo Rouge un poco dudosa. "Si eso esta bien con Atsuko, yo...".

Antes de que pudiera decir más, la androide de cabello rosado la agarro de la mano y la llevo corriendo a la nave. "Vamos Rouge-chan, Nuku-Nuku te mostrara su cuarto".

Genryu no tardo en unírseles a subir al 'Millenium Horse', una vez adentro, el se dirigió al puente de la nave, caminando por los corredores el ya estaba apunto de llegar a su destino cuando alguien se le cruzo en su camino.

Kenshiro estaba en frente de él.

Y estaba sonriendo.

Eso no era nada bueno.

Genryu solo lo miraba sabiendo muy bien lo que su expresión estaba diciendo, este era el momento que él tanto estaba esperando, y él sabía que no habría nadie capaz de detenerlo cuando ocurra.

Dando un suspiro de resignación, el paso de largo a su amigo, ya que sabía que la situación era muy delicada por el momento.

"Sabes que no podrás detenerme cuando suceda" Le dijo él sin siquiera mirarlo.

"Lo sé". Dijo Genryu también sin darse la vuelta. "Pero aun no he perdido mi fe en ti".

Kenshiro se dio la vuelta para confrontarlo, pero ya Genryu había doblado la esquina de uno de los corredores y estaba fuera de su vista, agarrando con fuerza su Katana el siguió su camino, pero las palabras de Genryu aun hacían eco en su cabeza.

Genryu por fin llego al puente de la nave y vio que Jet ya estaba preparando todo para despegar.

"Hola Jet ¿Ya han llegado todos?"

Jet se dio la vuelta para mirarlo y asintió. "Si ya están todos, Shinji se encuentra en su cuarto aunque creo que no tiene muchas ganas de ver a nadie aun, Rei esta en el hangar preparando su nave, y tu 'esposa' esta en la cocina aparentemente preparando algo delicioso para su amado esposo".

Genyu le lanzo una fría mirada al ex-pacificador pero el simplemente siguió sonriendo.

"¿Qué dices? ¿Nos vamos ya?" Le pregunto Jet

"Si es mejor apurarse," Respondió Genryu mientras tomaba asiento. "No sabemos que es lo que le puedan estar haciendo ya."

Asintiendo, Jet comenzó dando la señal a todos los de la nave para que se prepararan para el despegue, luego comenzó a encender los motores para partir hacía su destino.

Desde la torre de observación, la mayor Misato Katsuragi miraba a la nave saliendo del complejo con rumbo al planeta Neptuno para rescatar al Comandante Fuyutsuki, ella esperaba que todo saliera bien, en verdad lo esperaba, pero un sentimiento en su pecho le decía que algo muy malo estaba a punto de pasar.

* * *

Planeta Plutón.

En las ruinas de lo que alguna vez fue el Palacio Caronte hogar de la Senshi del tiempo, Sailor Pluto, se podía ver a una gran cantidad de gente empezando a remover los escombros, por suerte ya habían hecho un recuento y se había establecido que no había desaparecidos. Ahora su trabajo era el de buscar cualquier cosa que hubiera sobrevivido la explosión, ese palacio estaba lleno de piezas de artes de miles de años de antigüedad de un valor incalculable para su dueña.

Y mientras todos trabajaban en la superficie, bajo la superficie cosas muy diferentes estaban pasando.

El fuego finalmente había calentado la secreta habitación a temperaturas que matarían a cualquier ser humano, sin embargo algo se encontrada ahí, algo que estaba con vida.

Gracias al calor del ambiente, el hielo de la cámara criogénica ya se encontraba derretido y el ser en su interior lentamente volvía a la vida.

Casi por instinto comenzó a golpear el vidrio que lo apresaba, sus golpes eran débiles pero debido a los daños de la explosión y con un poco de esfuerzo logro romperlo. El agua empezó a derramarse sobre el piso mientras su cuerpo caía también al piso casi sin fuerzas.

Lentamente comenzaba a respirar el poco aire que se encontraba ahí, su cuerpo estaba helado y el fuego amenazaba con quema su cuerpo pero el ser no sentía nada en ese momento.

Su cara esbozo una sonrisa.

Estaba con vida.

No sabían donde estaba, pero estaba seguro que no era el infierno, no, ese lugar ya lo conocía bien.

Sus nervios comenzaban a captar la información del ambiente y la enviaban a su cerebro. Lentamente empezó a arrastrarse para alejarse de aquel lugar, al principio estuvo vacilando pero luego tomo mas confianza, un pequeño corredor lo llevo a otra cámara destruida y encontró que era un lugar seguro, por lo menos por el momento.

Su cuerpo estaba débil pero ya sentía sus fuerzas volver.

Volvió a sonreír, su mente planeando ya lo que iba a hacer. Cuando su poder vuelva, es mejor que nadie se le ponga en su camino, por que nadie le impediría cobrar su tan ansiada venganza.

Sangre iba a correr.

Solo era cuestión de tiempo.

Solo tiempo.

Continuara...


Notas del Autor:
Bueno, eso es todo por hoy, me tarde un poco más de lo que pensaba pero por fin lo complete, estén atentos al próximo episodio donde por fin aparecerán las chicas de Bublegum Crisis junto con una sorpresa que les tengo reservada para todos ustedes.